NUESTRA IDENTIDAD Y PERTENENCIA ESTÁN EN
DIOS.
¡Oye
joven, escucha la palabra de Dios!
Todos los que reciben a Jesús como SEÑOR y Salvador, se les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre. Juan 1:12.
Acuérdate de tu Creador
ahora que eres joven y que aún no te han llegado los tiempos difíciles; ya
vendrán años en que digas: no siento ningún placer en vivirlos, Eclesiastés
12:1.
Ninguno tenga en poco tu
juventud, pero tú sé un buen ejemplo para los demás… en tu modo de hablar y de
comportarte, que sea en amor, fe y pureza de vida. 1 Timoteo 4:12.
Toda persona dentro de una sociedad posee una identidad al pertenecer a una familia, un grupo social, un territorio y una nación; esa identidad se manifiesta en una cultura de costumbres, habitos, comportamiento, estilo de vida y la manera en que conceptuamos y percibimos a Dios y las cosas
que nos rodean, esto determina en gran parte nuestra identidad personal, la cual también se da con un número de identificación que nos distingue y con el cual se nos registra en los sistemas de una nación a la cual pertenecemos y de la cual hacemos
parte, pero si no hay identidad, tampoco hay pertenencia; y ¡qué mejor
identidad y sentido de pertenencia tenemos los creyentes en Jesucristo como hijos Dios y ciudadanos del reino de los cielos! Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón
guarde mis mandamientos, Proverbios 3:1; Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos hijos de Dios; y eso somos, pero el mundo no nos reconoce, porque no conocen a Dios. 1 Juan 3:1.
Dios nos ha dado la vida y Él mismo la tomará un día porque somos
propiedad del Padre que nos creó y nos formó en el vientre de una madre, Tus manos me hicieron y me formaron…y en polvo me has de volver…me vestiste de piel y carne, y me tejiste con huesos y nervios. Vida y misericordia me concediste, y tu cuidado guardó mi espíritu, Job 10; 8-12 y Salmos 139:13-16; pero también Jesucristo nos injertó en la familia de Dios y nos hizo miembros de su Cuerpo cuando nacemos de nuevo y nos da de su Espíritu para guiarnos, Romanos 8:14. Somos hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús. Gálatas 3:26.
Amar, seguir, servir y tener a Cristo como SEÑOR y Salvador, nos da sentido de pertenencia como hijos de Dios, Juan 1:12-13, identificados en la familia de Dios con Jesús como nuestro Hermano Mayor, Romanos 8:29; por lo tanto, no somos llaneros solitarios que viven aislados en el mundo, nunca estamos
solos ni abandonados, Dios nos ha creado para estar juntos y vivir con dignidad a su imagen y semejanza y nos dio libertad y voluntad para decidir y hacer lo que es bueno. Ninguno que sea hijo de Dios practica el pecado, porque tiene en sí mismo, el ADN de la vida de Dios; y no puede seguir pecando porque es hijo de Dios. 1 Juan 3:9.
Tú, Joven, has sido creado por Dios a su imagen y semejanza para que des lo mejor de tus riquezas personales con las cuales Dios te dotó, no dejes que las emociones temporales de tu juventud te hagan olvidar e ignorar a tu Creador. Honra a Dios con lo que eres y tienes ahora en tu bella juventud, porque cuando seas viejo y entrado en años sentirás que el peso de tus pasadas locuras no le han dejado placer a tu vida, ya será tarde y no habrá tiempo ni fuerzas de
sembrar lo bueno que dejaste de dar y de hacer en su momento, ya no podrás cosechar siendo
viejo, Fíate de YHWH de todo tu
corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos
y Él enderezará tus pasos, Proverbios 3:5-6.
Acuérdate de Dios antes que la luz del sol, la luna y las estrellas se vuelvan tenues a tus ojos, y las nubes negras oscurezcan para siempre tu cielo. Acuérdate de Aquel que te formó y te dio oportunidad para vivir, antes que tus piernas, guardianas de tu casa, empiecen a temblar, y tus hombros, los guerreros fuertes, se encorven, No desprecies hijo mío, la reprensión del SEÑOR, ni te canses de su corrección; porque Dios al que ama castiga, como el padre al hijo que quiere, Proverbios 3:11-12.
Acuérdate de Dios antes que la luz del sol, la luna y las estrellas se vuelvan tenues a tus ojos, y las nubes negras oscurezcan para siempre tu cielo. Acuérdate de Aquel que te formó y te dio oportunidad para vivir, antes que tus piernas, guardianas de tu casa, empiecen a temblar, y tus hombros, los guerreros fuertes, se encorven, No desprecies hijo mío, la reprensión del SEÑOR, ni te canses de su corrección; porque Dios al que ama castiga, como el padre al hijo que quiere, Proverbios 3:11-12.
Acuérdate de Dios antes que tus dientes, esos pocos sirvientes que
te quedan, dejen de moler, y tus pupilas, las que miran por las ventanas de tu rostro, ya no
vean con claridad. Acuérdate de Dios antes que la puerta de las oportunidades
de la vida se cierre y disminuya el sonido de la actividad diaria. Ahora te
levantas con el primer canto de los pájaros, pero un día esos trinos apenas
serán perceptibles, Todo
tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del sol tiene su hora. Eclesiastés 3:1.
Acuérdate de tu Salvador antes que tengas miedo de caerte y te
preocupes de los peligros de la calle; antes que el cabello se te ponga blanco
como el almendro en flor y arrastres los pies sin energía como un saltamontes
moribundo, y la alcaparra ya no estimule tus deseos del cuerpo. Acuérdate del
único Fiel y Verdadero Amor antes que te falte poco para llegar a la tumba,
hogar eterno de tu cuerpo, donde los que lamenten tu muerte llorarán en tu
funeral,
En verdad, en verdad te digo; cuando eres joven te vistes y andas por donde
quieras; pero cuando seas viejo extenderás las manos y otro te vestirá, y te
llevará a donde no quieres, Juan 21:18.
Sí, acuérdate de tu Creador, ahora que eres joven, antes que se
rompa el cordón de plata de la vida y se quiebre la vasija de oro de tu
existencia. No esperes hasta que la jarra de agua se haga pedazos y por el trato de la polea se rompa la fuente de tu pozo. Pues ese día el polvo volverá a la tierra, y el
espíritu regresará al Dador, que fue quien te dio vida, ahora, sirve a Dios y sigue a
Cristo, Eclesiastés 12:1-7; Porque al final, el vencedor heredará todas las cosas, y YO seré su Dios y él será mi hijo. Apocalipsis 21:7.
¡Aún hay tiempo joven! Muchas veces necesitamos que nos recuerden
lo que es bueno, correcto e importante; de igual modo, muchas veces los pensamientos que ocupan nuestra
atención son asuntos insignificantes, pero cuando somos jóvenes los hacemos urgentes, descuidándonos de lo verdaderamente importante, se dice que uno es libre de hacer lo que quiera, pero siendo jóvenes corremos el riesgo de caer por el precipicio. Todo está permitido, no todo nos conviene; y aunque muchos hagan
lo mismo, no todo nos beneficia, 1 Corintios 10:2. En Cristo no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por medio de Dios. Gálatas 4:7
Cada uno dirige sus acciones y palabras por los pensamientos que
predominan en su mente, ocupando largas horas de la vida en cosas sin
importancia y sin que notemos que los días pasan para no volver jamás, Es mejor
que todos se sometan desde temprana edad al yugo de la disciplina, y el hombre
debe quedarse solo y callado cuando el SEÑOR lo corrige. Lamentaciones 3:27-28...Dios castiga y corrige a todo aquel que considera su hijo. Si ahora sufres, es porque Dios te ama y te corrige, pues eres su hijo. Porque todo padre corrige a sus hijos. Si Dios no corrigiera a sus hijos como lo hace, entonces no seríamos hijos, sino bastardos...Hebreos 12:5-8.
La horas consumen los días, y las semanas los meses y los meses
devoran nuestros mejores años, así la vida se va desvaneciendo, los músculos
se van debilitando, los ojos se van oscureciendo y los recuerdos se van
perdiendo en el horizonte nublado por el peso de los años, Huyan de
la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan
fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidad sexual peca contra su propio
cuerpo, 1 Corintios 6:18. ¿Acaso no saben que ustedes son templo del Espiritu Santo, y qué el Espíritu de Dios mora en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual son ustedes, es santo. 1 Corintios 3:16-17.
Cuando se ha perdido la juventud, lo que era motivo de alegría, se vuelve motivo de preocupación,
aquel niño que una vez fue tan deseado ahora se halla tirado en el piso de un
cuarto, abandonado entre los muebles, con soledad interna y lágrimas de
angustia de abuelo que no sabe a dónde ir, ni dónde está, Oh Dios, acude a librarme; apresúrate, oh
Dios, a socorrerme, Salmos 70:1. Pero siendo hijos de Dios y seguidores de Jesucristo, el SEÑOR dice: Aún hasta su vejez YO seré tu Padre y hasta tus años avanzados YO te sostendré. YO los he hecho, y YO los cargaré; YO los sostendré y los libraré. Isaías 46:4.
Mientras somos jóvenes y tenemos salud, aquellos que fueron compañía tan respetada y amada porque tenías fuente de ingresos y respaldo financiero por toda una vida de trabajo, ya no será lo mismo, se habra ido, cuando a muchos se les dice que ha
llegado el
final de su vida laboral y que en pocos meses esa jubilación tan anhelada
llegará, en vez de alegrarse por salir a descansar, se sienten desechados e inútiles, viendo que están fuera, sienten que el dolor se mezcla con el enojo y
la impotencia,
terminando en la amargura de saber que nadie contratará a un “viejo”,
Setenta son los años que vivimos; los más fuertes llegan hasta los ochenta;
pero el orgullo de vivir tanto solo trae molestias y trabajo. ¡Los años pronto
pasan, lo mismo que nosotros. Salmos 90:10. Pero Dios dice a los justos de su pueblo: Aún en la vejez ustedes darán fruto; están vigorosos y muy verdes. Salmos 92:14
Hoy el marido ejemplar de aquel matrimonio y de aquella familia
unida de ayer, se enfrenta a una sociedad cambiante que se ha vuelto el peor
ejemplo para los niños y los jóvenes; personas que avergüenzan familias y dejan mal
parados a los padres que abandonan el nido por otra familia, dejando mujeres llenas de dolor y de rabia y con impotencia contra el
mundo cruel que deben enfrentar; mientras los niños y los jóvenes se encierran
en mutismo y rebeldía queriendo volar como pájaritos sin nido pero no encuentran un lugar seguro donde
posar; a pesar de todo jovén, recuerda que Dios es tu Padre. Huye de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe y el
amor, con los que de corazón limpio invocan al Señor, 2 Timoteo 2:22. Y aunque mi padre y mi madre me abandonen, Tú, SEÑOR, me recibirás en tus brazos y te harás cargo de mi. Salmos 27:10.
Todos se desbocan por el dictado de su engañoso corazón
acomodándose a la forma torcida de la sociedad corrompida y oscurecida sin Dios
a causa del desamor y el egoísmo; tenemos una sociedad que se desmorona como
castillo de naipes por los efectos del pecado y el amor al dinero, todos entre la locura del placer, el
orgullo, la vanidad, la insensatez y el vacío existencial bajo el sol ardiente
de la incredulidad que los hace correr tras el viento sin rumbo de la mentira,
y sin poder atraparlo viven de aquí para allá como sin identidad ni pertenencia,
para terminar aplastados en el abandono, la confusión y la mentira del mundo. Joven, no
seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal, Romanos 12:22. No somos un simple pueblo, somos hijos del Dios viviente. Oseas 1:10b.
Joven, acuérdate de tu Creador, Él te trajo al mundo con un
propósito, Él es quien le da sentido a tu vida y valor a tu existencia, para Él eres su hijo
amado y su
familia. Acuérdate de tu Creador que te sostuvo en vida durante tiempos de
peligro y orfandad. Dios te ama y anhela que los jóvenes de hoy lo amen intensamente y
muestren su bondad con vidas santas, mentes abiertas a su verdad y acciones
correctas
como las de Cristo, Jesús respondiendo les dijo: Mi madre
y mis hermanos son todos los que oyen mi palabra y la obedecen, Lucas 8:21. Y en esto se distinguen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que no ama a su hermano. 1 Juan 3:10.
Joven, acuérdate
de tu Creador que te dio la capacidad de razonar para decidir sabiamente, Él te
dotó de virtudes, dones y talentos que te hacen único, especial e irrepetible
para crecer y ser útil. Acuérdate de Dios que te rodea de personas que te aman,
te ayudan y te cuidan en tu paso por la vida. Acuérdate de Aquel que te salvó
en la cruz y te da fortaleza cuando el mundo te da la espalda; no permitas que
tu vida se desmorone ante tus ojos nublados por el llanto del dolor, no dejes
que tu corazón sea roto en mil pedazos por la amargura del engaño y la traición,
Padre amado, en Ti espero. Gracias porque Tú eres mi ayuda en todo momento. Hoy me refugio en Tí porque se que Tú me amas y cuidas de mi...Salmos 33:20.
Joven, acuérdate de tu Creador porque saliste de Él y a Él regresarás, serás salvo si te vuelves a Cristo, Él vino para darte ejemplo
y hacerte nueva criatura hace más de 2000 años; Jesús te ha mostrado el camino
angosto en que debes andar para que te vaya bien, o para que te vaya mal según decidas y si te
haces el sordo haciendo tu propia voluntad que lleva a la perdición, Proverbios 1:8-19. Cuando tú ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta, y habla con tu Padre en lo secreto; y tu Padre que te ve en lo secreto, te recompensará en público. Mateo 6:6.
Acuérdate del Cristo crucificado que vino en obediencia total al
Padre, que voluntariamente se mantuvo santo y limpio viviendo en la verdad y en
lo que escuchaba y veía hacer al Padre, Jesús no se permitió dar un paso sin
depender del Padre, Jesús lo miraba, le hablaba y se sostenía en Él. Jesús oró
siempre al Padre mientras peregrinó por esta tierra, para apoyarse en su Padre
y de quien tú, joven, debes seguir su ejemplo para permanecer a sus pies
escuchando sus enseñanzas, consejos y sabias palabras, Proverbios 2. Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde YO estoy. Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la fundación del mundo. Jyan 17:24.
Joven, Jesucristo es el Camino la verdad y la vida, mira su cruz, mantente
firme como Él para cumplir la voluntad del Padre; Él se dejó colgar en la cruz por
ti, allí, sangrante y sufriente nos perdonó, amándonos para la eternidad, Juan 3:16. Jesús experimentó el dolor, para darle sentido a tu vida, Él te entiende perfectamente y pudo decir: Padre, perdónalos porque no saben
lo que hacen; Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Tengo sed, y En
tus manos encomiendo mi Espíritu, Ninguno
tenga en poco tu juventud, sino se ejemplo…en palabra, conducta, amor,
espíritu, fe y pureza, 1 Timoteo 4:12. A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Filipenses 4:20.
Joven, NO olvides a tu Creador ahora que hay tiempo, antes que tu
alma vaya a la oscuridad tenebrosa, Lucas 16:19-31. Vuélvete a Él antes que
tu cuerpo vuelva al polvo de donde fuiste formado. Jesucristo murió y resucito
por ti y para ti, para darte vida abundante en la tierra y vida eterna cuando te vayas de aqui; Él vive para siempre para amarte y cuidarte. ¡Esto se llama
AMOR verdadero! No amen el mundo ni nada de lo que les ofrece el mundo. Si alguien ama al mundi, no tiene el amor del Padre. 1 Juan 2:15.
¡Qué su amor eterno te llene a cada paso!