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29 sept 2017

UNIDOS POR COLOMBIA


HAY PODER EN LA ORACIÓN UNIDA.

Y esta es la confianza que tenemos en Cristo, que si pedimos alguna cosa conforme a la voluntad de Dios, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho, 1 Juan 5:14-15. Oren sin cesar, 1 Tesalonicenses 5:17.

Elías era un hombre con debilidades como las nuestras. Pero con fervor oró que no lloviera, y no llovió sobre la tierra durante tres año y medio. Volvió a orar, y el cielo dio su lluvia y la tierra produjo sus frutos.1 Reyes 18:41-46 y Santiago 5:17-18. 

Les aseguro que, si ustedes tienen fe y no dudan…podrán decirle al monte: ¡Quítate de ahí y lánzate al mar, Y así se hará. Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración. Mateo 21:21-22. Pidan, y se les dará; busquen, y hallarán; llamen y se les abrirá. Mateo 7.7.

Dios  ama a su pueblo, y a toda la humanidad, razón por la cual Él se hizo Hombre y vino a la tierra a sacrificarse por cada uno de nosotros; la resurrección del SEÑOR Jesus nos abrió camino para orar y ver las respuestas del Padre a favor de los justos que lo  aman, le creen y lo buscan, porque el deseo de Buen Padre es hacer cosas buenas a nuestro favor para  bendecir, liberar y salvar. Por eso, no solo nuestras peticiones personales, sino también las familiares y nacionales nos deben mover a Interceder y orar con pasíon por el bienestar de todos, pues la mejor forma de demostrar el amor es elevando plegarías al Todopoderoso por todos los que nos rodean. Y YO les digo: amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, hagan el bien a quienes los aborrecen, y oren por todos los que los ultrajan y los persiguen. Mateo 5:44.

Necesitamos llevar todas nuestras peticiones a Dios acompañadas de ayuno, pero no a  nuestro parecer sino guiados por el Espíritu Santo; aunque los gobernantes sean gente necía, necesitamos ORAR por ellos para que tengamos lo perfecto y apropiado en la nación de parte del Padre celestial, y que no seamos parte de los juicios y consecuencias de la injusticia y la pervesión del mundo, sino permanecer en los propósitos de Dios viviendo en su presencia con fe, rectitud y oración como lo hicieron los santos profetas para ser escuchados, ellos eran personas como nosotros, pero oraron y recibieron respuesta. Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: vive YHWH Dios de Israel, en cuya presencia estoy que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra…Y dijo Elías: Vive YHWH de los ejércitos en cuya presencia estoy, que hoy me mostraré al rey. 1 Reyes 17:1 y 18:5.

El poder de la oración es inherente a ella, y cada día lo que nos queda es orar y orar, porque no es nuestro último recurso, es lo primero que debemos hacer para todo, porque orar es esgrimir las armas espirituales del Altísimo, por lo tanto, nuestras oraciones tienen poder, pues de acuerdo a la palabra de Dios el poder del Todopoderoso se activa al ver a su pueblo unido en un mismo clamor, y Él actúa como respuesta al clamor de sus hijos, Él nos escucha y atiende de acuerdo a la profundidad de su amor, su misericordia y su voluntad buena, agradable y perfecta en el derramamiento de su gracia. Porque nada es imposible para Dios. Lucas 1.37.

Vemos que el SEÑOR constantemente permite cosas para instar a su pueblo a la oración, a ponernos en su presencia y clamar por la ciudad y la nación, pues nuestra vida debe ser vida de oración persistente ante el único Dios vivo, real y verdadero, así nuestra fe se mueve orando: Orar siempre y no desmayar. Lucas 18.1; orar con acciones de gracias, Dando a conocer las peticiones con acciones de gracias, Filipenses 4.6; orar con fe creyendo que recibiremos lo que nos conviene conforme al conocimiento y voluntad de Dios que tiene pensamientos de bien y no de mal para darnos su bienestar. Porque al que cree todo le es posible, Marcos 9.23 y Santiago 1.5. Cualquier cosa que pidamos en el nombre del SEÑOR Jesucristo, el Hijo de Dios, lo recibiremos, porque el Padre es glorificado en el Hijo y Él hará lo que le pedimos. Juan 14:13-14.

Debemos orar como el SEÑOR nos enseñó en el Padre nuestro, honrando y reconociendo al Padre, santificando y exaltando su nombre, pidiendo que se manifieste su reino, que se haga su voluntad en nuestra tierra, pidiendo perdón por nuestros pecados, y perdonando a los otros y mientras oramos, y suplicamos Él nos libera de todo mal, incluso de decisiones erradas de los gobernantes y leyes contrarias a Dios, nuestro Rey eterno nos librará, y todo lo malo se volverá contra el impío, como lo vemos en el libro de Ester, porque los héroes de Dios reconocen la crisis y le salen al encuentro en oración primero y luego en acción. Un decreto en contra del pueblo hebreo, Eter 3:8-15; luego se descubre y se vuelve en contra de los enemigos de Israel. Se le dio copia del edicto real a Ester y fue la encargada de Interceder por su pueblo. Ester 4.

Oremos dando toda la gloria y la honra a Dios, Porque todo lo que pedimos en el nombre de Jesucristo es para su gloria. Juan 14.13-14. Y cuando vayamos a orar debemos ir con un corazón limpio y recto ante los ojos de Dios que todo lo ve y lo conoce, habiendo confesado nuestras propias ofensas unos a otros y perdonándonos, para que así la oración del justo tenga poder y logre mucho. Santiago 5.16.

Dios nos ordena orar por esta nacion, ahora, y no es algo opcional, es un acto espiritual responsable para ver cambios en el pais, porque ÉL ha asegurado escucharnos pero bajo sus parámetros, es decir que tenemos que obedecer la parte ética y moral que nos corresponde en su palabra y cuando estemos en angustia, peligro y ataque, Él acudirá de inmediato a socorrernos. En la angustia clamamos a Él, y Él nos escucha desde su santo templo, porque nuestro clamor llega a sus oídos Salmos 18.6 y YHWH me escuchá en el día del conflicto, su nombre nos defiende y nos envía ayuda desde su santuario y desde Sión nos sostiene...20:1.4

Nuestro Dios vivo responderá todas nuestras oraciones, y mucho más si es todo su pueblo unido; sea que Dios nos diga sí o no debemos orar de inmediato y esperar su respuesta oportuna, Invoquemos su nombre y Él nos escuchará por amor a su nombre. Salmos 17:6, claman los justo, Él los oye y los libera de las angustias, Salmos 34:17. Por Mí, por amor de Mi mismo lo haré, para que no sea amancillado mi nombre, pues mi honra, no la daré a otro. Isaías 48:11.

El Eterno en su bondad oye nuestras oraciones a pesar de la poca o escasa fe, porque muchas veces oramos, pero en el fondo miramos por lógica humana y pareciera que olvidaramos la soberanía y el amor del Padre, como nos narra Hechos 12:7-11, cuando los santos oraban por la liberación de Pedro, ellos oraron, pero era una fe débil a causa del temor causado por la persecución, por eso cuando Pedro llegó y tocó a la puerta no le abrieron, ese temor ahogaba su fe a pesar de que habían estado orando; pero cuando oramos, enaltecemos, honramos y dignificamos el nombre del SEÑOR Todopoderoso, porque es a El a quien dirigimos las plegarias, y El mismo se encarga de que su nombre no sea manchado, de otra forma, ¿cómo nos acercariamos a Dios y obtendríamos respuesta? Sin embargo, por amor y honra a mi nombre, contendré mi enojo y no te destruiré. Te rescataré por amor de Mí mismo; sí, por amor de Mi mismo. No permitiré que se manche mi reputación, ni compartiré mi gloria con sus ídolos. Isaías 48:9-11.

Quizá ahora no todos nosotros veamos muchas oraciones respondidas, ni promesas realizadas ante nuestros ojos, pero nuestras oraciones repercutirán para la posteridad, y nuestras generaciones nuevas verán las respuesta del Eterno a nuestra Intercesión, mucho más si oramos con la palabra de Dios.  Porque como desciende de los cielos la lluvía y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come; asi será la palabra que sale de mi boca; no volverá a mi vacia, sino que hará lo que YO quiero, y será prosperada en aquello para lo cual la envié. Isaías 55:10-11.

El poder de la oración no depende de nosotros, no son las palabras especiales que decimos o la manera especial con que nos expresemos, ni siquiera la fluidez y frecuencia con que oramos, tampoco depende de la postura del cuerpo, ni la dirección con la cual nos dirigimos, el poder de la oración está en la palabra, soberanía y omnipotencia de Dios segun Él ve en el corazón de los santos que confiamos en su amor y bondad, esperando poderosos resultados porque lo conocemos a Él de cerca, y sea que Él decida conceder nuestras peticiones o no, no nos desanimamos sino que aceptamos su voluntad y lo seguimos amando y adorando. Oh SEÑOR escucha mi oración, presta oído a mis súplicas, respóndeme por tu fidelidad y por tu justicia. Salmos 143:1. Pero si el SEÑOR observa iniquidad en el corazón, Él no escuchará. Salmos 66:18. 

Sea cual sea la respuesta de Dios, SIGAMOS ORANDO POR COLOMBIA, nos acurrucamos en su regazo y nos rendimos a su voluntad porque nuestras oraciones se fundamentan en la Fuente del poder de Aquel que hace posible lo imposible. Él responderá de acuerdo a su voluntad y a su tiempo perfecto. Todos somos llamados a cooperar con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a Dios, a favor de nosotros por el don que nos ha sido impartido por medio de las oraciones de muchos. Por favor, ayúdennos orando por nosotros. Porque si muchos oran, también muchos serán los que den gracias a Dios por sus oraciones, y por todo lo bueno que Dios nos da. 2 Corintios 1:11.

Vuélve tu rostro oh Padre celestial a tus siervos, ten compasión y sacianos con tus misericordias, alégranos todos nuestros dias, conforme a los dias de nuestra aflicción; dejanos ver tus poderosas obras en nuestra nación para que tu luz y gloria resplandezcan sobre tu pueblo y que todos vean que no nos falta tu fidelidad, Amén. ¿Quién como Tú, oh Yavéh, entre los dioses’ ¿Quién como Tú, magnifico en santidad, terriblén en maravillosas hazañas, Hacedor de prodigios, Éxodo 15:11.

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro, Hebreos 4:16.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.




23 sept 2017

ÚLTIMOS TIEMPOS Y ACONTECIMIENTOS

ÚLTIMOS TIEMPOS Y SUS ACONTECIMIENTOS
Todo ser humano es como la hierba; y su grandeza es como las flores; la hierba se seca, y las flores se caen, pero la palabra de Dios permanece para siempre, 1 Pedro 1:24-25.

Clama a Mí, y YO te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces, Jeremías 33:3.

Es hora, de que los que conocemos al Señor alcemos la voz para traer una palabra de esperanza y de consuelo a todos aquellos que no conocen a Dios, y hacerles saber lo que nuestro amado salvador dejó muy claro en su bendita palabra, su evangelio de vida y salvación, Él habló acerca de estos sucesos, los acontecimientos nos muestran en que parte de la profecía estamos viviendo.

Ante tantas tragedias y desastres que están ocurriendo en el mundo habrá muchos seres humanos hoy en día, que mañana se lamentarán, cuando nuestro Rey Eterno, el Señor Jesucristo regrese, porque se verán obligados a aceptar que ya es demasiado tarde para ellos. Cuando tuvieron oportunidad de ser salvos, ignoraron a Dios y la verdad que Él reveló, estarán del lado izquierdo, del lado de las cabras, del lado equivocado cuando suene la trompeta final. 

Es maravilloso observar la naturaleza que continuamente adora y reconoce a su Creador, dándole ejemplo a los seres humanos que Dios es digno de toda nuestra atención, de todo nuestro amor y reconocimiento: Cantad a Jehová cántico nuevo; cantad a Jehová, toda la tierra. Cantad a Jehová, bendecid su nombre, anunciad de día en día su salvación.

Proclamad entre las naciones su gloria, en todos los pueblos sus maravillas. Porque grande es el Señor, y digno de suprema alabanza; temible sobre todos los dioses. Porque todos los dioses de los pueblos son solo ídolos; pero Dios hizo los cielos. Alabanza y magnificencia delante de Él; poder y gloria en su santuario.

Tributad al Señor, oh familias de los pueblos, dad a Jehová la gloria y el poder. Dad al Señor la honra debida a su nombre; traed ofrendas, y venid a sus atrios. Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad, temed delante de Él toda la tierra. Decid entre las naciones; Jehová reina. También afirmó el mundo, no será conmovido; juzgará a los pueblos con justicia.

Alégrense los cielos, y gócese la tierra, brame el mar y su plenitud. Regocíjese el campo, y todo lo que en él está; entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento. Delante del creador que vino; porque vino a juzgar la tierra, juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad, Salmos 96.

Hay un huracán más grande y peligroso que Harbey, Irma y María, se llama el pecado, porque la paga del pecado es muerte, pero el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Romanos 6:26. Las consecuencias del pecado son desastrosas, no solo en el ser humano sino en toda la tierra; solo hay un refugio seguro para el ser humana y un orden perfecto para la naturaleza, nuestro Señor Jesucristo. Él quiere salvar a todos los que se arrepienten y abandonan su vida de pecado; es así como Dios quiere salvarnos del mal, Dios desea que estemos seguros y tengamos vida eterna, porque no envío Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él, Juan 3:17.

No rechaces a Cristo, todo lo que está sucediendo en el planeta es consecuencia de que el ser humano le dio la espalda a su Creador y los que lo han conocido se han alejado de Él, pero aún hay esperanza, y si estamos en Cristo, Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por lo tanto no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza, Salmos 46:1-3.

Busca a Dios, reconoce que sólo Él puede salvarte y darte vida, reconoce que eres un pecador, Busquen a Jehová mientras pueda ser hallado, llámenlo mientras aún está cercano, Isaías 55:6. Arrepiéntete y dile: Ten piedad de mí, oh Dios; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra Ti, contra Ti, solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos…Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame y seré más blanco que la nieve, porque al corazón arrepentido y humillado, no despreciarás, Tú, Oh Dios, Salmos 51:1-4, 7 y 17.

No debemos sorprendernos de los acontecimientos que estamos viendo sobre la tierra porque todo ya está escrito, Y oirán de guerras y rumores de guerra; miren bien y no se atemoricen, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores…Principio de dolores quiere decir que vendrá algo más fuerte. Pero será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin, Mateo 24: 5-7 y 14Primero debemos predicar y adorar  provocando un avivamiento permitiendo que el Espíritu Santo nos llene de su fruto y avive sus dones en nosotros, para que muchos sean salvos.

La creación está gimiendo, y ninguno estamos exentos de su furia, Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo, Romanos 8:22-23.Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido, desde el principio del mundo, hasta ahora, ni la habrá, Mateo 24:21.

Este es el momento apremiante de que el pueblo de Dios se levante y obedezca la Gran Comisión que Cristo nos dejó, Esto será ocasión para dar testimonio, Lucas 21:13, , lo que indica que debemos andar en santidad, porque El Señor viene por un remanente santo. Porque aún la tierra lo pide, exigiéndonos obediencia y rendición a Dios, Porque el anhelo ardiente de la creación es aguardar la manifestación de los hijos de Dios, porque la creación fue sujeta a vanidad, no por propia voluntad, sino por causa del que la sujeto a esperanza,; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de la corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios, Romanos 8:19-21.

Todo lo que está aconteciendo ante nuestros ojos es comprobación del escenario profético y el mundo está a punto de entrar en mayores cambios climático extremos y modificaciones violentas de las placas terráqueas, eventos que solo los podremos afrontar a través de nuestro Señor Jesucristo, viviendo para Él y estando en Él. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con Él. 1 Tesalonicenses 4:16-17.

¿Por qué es necesario morir al pecado que combate en los sentidos? Porque la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción heredará la incorrupción. Aquí hay un misterio, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados, 1 Corintios 15:50-52.

Sin embargo, en medio de tantas cosas tremendas y dantescas que acontecen y acontecerán, el amor de Dios permanece fiel y su presencia incomparable alentándonos y fortaleciendo nuestra fe, No se turbe su corazón; crean en Dios, crean también en Mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si no fuera verdad, YO no se los hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para ustedes; Y si YO vuelvo al Padre es para prepararles lugar, porque vendré otra vez, y los tomaré por Mí mismo, para que donde YO estoy, ustedes también estén, Juan 14:27.

Todo nos está impulsando a ser verdaderamente obedientes y ser verdaderos discípulos de Cristo, Tú pues hijo mio, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mi ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo, 2 Timoteo 2:1-2No podemos quedarnos con los brazos cruzados, es tiempo de orar y actuar al mismo tiempo, clamando, ayunando y separándonos para Dios, que con su ayuda y dirección pregonemos el mensaje del Evangelio de la cruz que da vida no solo abundante en esta tierra, sino vida eterna en el cielo.

Hoy es el momento de salir a las calles, a los parques y a todo lugar de la tierra, mañana podría ser demasiado tarde, porque tuve hambre, y no me diste de comer; tuve sed, y me diste de beber; fui forastero, y no me hospedaste, estuve desnudo, y no me cubriste; enfermo, y en la cárcel, y no me visitaste, diga leyendo en Mateo 25:42-46.

Dios no solo le habla a su Iglesia, también Dios le está hablando a los que no tienen a Cristo en su corazón como Señor y Salvador, por favor, no endurezcan su corazón, busquen la gracia y la misericordia del Creador, antes que sea usted víctima de la furia de la naturaleza, puesto que cada dia será más frecuente, fuerte y destructivo, El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado, arrepiéntanse y crean en el evangelio, Marcos 1:15.

El tiempo de la gracia está llegando a su final, HOY podría ser nuestro último día, ninguno tenemos la vida comprada ni asegurada en esta tierra, quizá mañana muchos no podrán abrir sus ojos, por eso debemos buscar la gracia, la misericordia y el perdón de Dios, HOY es el día de arrepentimiento, AHORA es el momento de que abandones tu vida de pecado y te rindas a Dios buscando su rostro y su presencia, Busquen a Dios mientras puede ser hallado, búsquenlo ahora que está cercano. Que el impío deje su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Dios, porque Él tendrá misericordia, y nuestro Dios será amplio para perdonar, Isaías 55:6-7. Solo la sangre que Cristo derramó en la cruz del Calvario nos puede limpiar de todo pecado y maldad, porque si andamos en Luz, como Dios está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado, Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados (a Dios)Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad, 1 Juan 1:7-9.

Ningún ídolo podrá salvarte, sólo Cristo, Y si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, será salvo.Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación, Romanos 10:9-10.

La creación no tiene tal espíritu de rebeldía que hay en el corazón humano, la creación se sujeta a su Creador, es por eso que toda la palabra de Dios, en especial el Salmo 96 nos describe la creación que estalla en cánticos de alegría por el retorno del Señor que viene a liberarla de la maldad que se ha aumentado sobre la tierra. 

La tierra gime porque está bajo maldición debido a la caída del hombre, por eso han venido las tormentas, los huracanes, las inundaciones, los terremotos y el hambre unido a las sequías y los incendios forestales, esto es lo que hará que las personas tomen conciencia de su necesidad de Dios, se arrepientan y lo amen; solo así todo lo torcido se enderezará de nuevoVoz que clama en el desierto: preparad camino al Señor; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane, Isaías 40:3-4. Entonces ¿por qué hemos de atemorizarnos y quedarnos callados?

¿Cree usted que Dios creó la tierra para causar estas tragedias? Bueno, pues Dios creó una tierra hermosa, tranquila, llena de vida, de días soleados y una temperatura agradable para todos, Él lo hizo todo hermoso en su tiempo, Cantares 3:11. Antes del Diluvio nunca había llovido sobre la tierra, no habían tormentas ni huracanes. La arqueología y la ciencia han descubierto en los fósiles congelados, animales con alimento sin digerir en sus estómagos, esto evidencia un clima tropical en el pasado. También declara que la tierra en tiempos pasados permanecía verticalmente fija en su eje y no inclinada como ahora. Esa inclinación es la que causa las estaciones y los climas diversos, unos fríos y otros calientes.

Tampoco nuestro calendario es el mismo, la órbita de la tierra alrededor del sol, requiere que sea ajustada con un día adicional cada cuatro años, por eso el bisiesto, excepto cuando se comienza un nuevo siglo. ¿Acaso no podría nuestro omnipotente Dios Creador, haber hecho todas las cosas equilibradas, tranquilas y en orden?

Pero cuando el pecado entró al mundo todo cambió para nuestro dolor. Algunos cambios fueron inmediatos, como los espinos, los cardos, las fieras, la enfermedad y la muerte. Otros cambios han venido progresivamente, como la reducción de los años de vida de los seres humanos. Otros cambios han sido ocasionados por cataclismos como la separación de la tierra en diversos continentes, otros han sido cambios sutiles, como la remoción de la capa de vapor del agua, que en algún tiempo protegía a los habitantes de la tierra contra los dañinos rayos solares, lo cual lo declara la Biblia en su libro más antiguo, Job 36:27-29.

El pecado afectó y sigue afectando nuestro planeta tierra, deformó y sigue cambiando el ambiente ideal y perfecto con que el Creador lo planeó y lo hizo para la vida del sello de su creación, que somos las personas que Él formó a su imagen y semejanza.

La tierra y el universo fueron creados en armonía perfecta con Dios, pero el pecado lo desordenó todo, la tierra se hizo un lugar retorcido, gimiendo y lleno de mala hierba, infestada de enfermedades, fieras, animales ponzoñosos y venenosos, por eso la tierra periódicamente desate su frustración a través de los movimientos furiosos que devastan y destruyen todo a su paso.

Pero la Biblia nos llena de fe y esperanza, porque pronto todo cambiará, cuando Dios empiece a poner todas las cosas en su lugar, de la misma forma como Él las creó, Él está preparando todo para establecer su Reino, cuando aparezca el Hijo de Dios en las nubes para arrebatar a su Novia, la Iglesia, el remanente santo que ha sido fiel y ha permanecido unida a Cristo a pesar de todo:

Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan ví la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y Él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, YO hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas, Apocalípsis 21:1-5.

Porque con alegría saldrán, y con paz serán vueltos; los  montes y los collados levantarán cánticos delante de ustedes, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso, Isaías 55:12. Con nuestros propios ojos veremos la maravilla de la creación tal como Dios la creó, liberada de las ataduras y las maldiciones del pecado y de la manipulación de las tinieblas, mostrándose tal como era cuando Dios puso por primera vez al ser humano sobre ella, antes que satanás interviniera, Por eso también se estremece mi corazón, y salta de su lugar, Job 37:1.

OREMOS: Señor Jesús te damos gracias por tu sacrificio en la cruz, gracias por derramar tu sangre para limpiarme de todo pecado; me arrepiento de mi maldad y rebeldía contigo Señor, desde HOY me rindo a Ti y declaro con mi boca que eres mi Salvador porque lo creo en mi corazón. Señor Jesús te pido que escribas mi nombre en el libro de la vida y que me llenes con tu Santo Espíritu. Ayúdame a estar preparado para cuando Tú vengas en el arrebatamiento por tu pueblo santo, yo quiero irme contigo en las nubes, si no vienes antes por mi, quiero estar contigo por la eternidad en las moradas celestiales que fuiste a preparar para nosotros, te lo pido Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Amen.

Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.


17 sept 2017

BIENAVENTURANZA No.7- LOS PACIFICADORES, HIJOS DE DIOS


BIENAVENTURADOS LOS PACIFICADORES

Porque ellos serán llamados hijos de Dios, Mateo 5:9. 

Estas cosas les he hablado para que en Mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción: pero confíen, YO he vencido al mundo, Juan 16:33.

El que quiera amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua del mal, y sus labios no hablen engaño; apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala, 1 Pedro 2:10-11.

La semilla cuyo fruto es la justicia se siembra en paz por aquellos que hacen la paz, Santiago 3:18.

Las anteriores bienaventuranzas que hemos estudiado, con ésta de ser pacificadores, Dios las une en el vínculo de saber esperar y depender de Dios puesto que la plenitud de calma y tranquilidad solo Dios nos la da; es más fácil identificar lo que no es paz que precisar lo que realmente es la paz: la guerra es lo contrario a la paz, el odio y el resentimiento nos privan de la paz. los conflictos no dan paz, la ansiedad nos roba la paz, y la larga lista puede continuar. Ser pacificadores debe ser un rasgo que caracteriza al pueblo de Dios, la vida del creyente es completamente diferente a la del incrédulo, un espíritu pacificador es reflejo de la naturaleza propia de nuestro Padre celestial. Mi pueblo habitará en mansiones de paz, albergues seguros en moradas de reposo. Isaías 32:18.

Nuestro Señor Jesucristo es el Príncipe de paz que vino a establecer su reino de paz donde el reine y gobierne totalmente en un ambiente pacífico, firme y seguro, algo diferente a la atmósfera del mundo que nos rodea hoy con guerras y conflictos que nos producen angustia e inquietud. Una persona nueva y renovada en Cristo podrá ser pacificadora con una vida plena, calmada y de reposo, aún en medio de las tormentas. Fijémonos que después de ver el milagro de la multiplicación de los panes y los peces los que le harían la guerra al SEÑOR, vinieron para apoderarse de Él para hacerlo su Rey, a lo cual Jesus rehusó diciendo que su reino no es de este mundo, pero su paz puede estar ahora, en medio de nosotros porque es Él quien encarna la verdadera paz. Juan 18:36.

La paz aquí en la tierra implica acción, trabajo y esfuerzo por parte del pueblo de Dios, por eso Él nos ordena orar continuamente por las autoridades y las naciones, para tener una vida tranquila y sosegada, donde podamos habitar con piedad, libertad y dignidad, 1 Timoteo 2:2El Rey de paz caminó por los senderos de Israel invitando continuamente a los que lo escuchaban para entrar a su reino de paz y justicia, pero no escucharon ni obedecieron, sino que lo maltrataron y lo ejecutaron, para resucitar victorioso al tercer día y dejarnos su paz siendo sus hijos y sus embajadores de paz, Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. 

La paz de Dios está implícita en su reino eterno, emana de la persona misma del Padre en Cristo y fluye hacia nosotros por su Santo Espíritu, la paz es el ardiente anhelo de Dios para su pueblo como parte de nuestro bienestar integral; es una paz que produce salud en el cuerpo, tranquilidad del alma y seguridad en el espíritu, esta paz es la verdadera plenitud en Dios que produce éxito, prosperidad y llenura en Él, pero debemos hacer nuestra parte mientras estemos en este mundo. Si es posible en cuanto dependa de ustedes, estén en paz con todas las personas. Romanos 12:18.

La paz es más que un valor, es una necesidad apremiante, es un principio fundamental en las relaciones humanas, un fundamento y una virtud eterna para la raza humana, la cual deberíamos dejar que permee y penetre en nosotros los hijos de Dios para que se transfiera a la sociedad, PAZ es la palabra más necesaria y adecuada para este mundo actual; la paz es el pronunciamiento más urgente y claro que la biblia puede darnos en este momento de la historia. No injurien a nadie, no sean contenciosos, sino amables, mostrando consideración para con todos los seres humanos. Tito 3:2. Esto nos corresponde hacer y vivir como pacificadores, hijos de Dios y ciudadanos de su reino.

Los pacificadores son bienaventurados y dichosos porque son distintos a todo el mundo, el don de la paz de Dios nos permite tener calma sin quejarnos ni enojarnos, sino siendo parte de las soluciones de los problemas divisorios, ayudando en la reconciliación de muchos y de mucho, tomando el ejemplo de nuestro Padre que nos reconcilió consigo mismo en su Hijo Jesucristo, Colosense 1:20. Debemos destacarnos por ser gente tranquila, gente pacífica, no revoltosos ni conflictivos, ni agresivos, ni violentos. El pacificador ya no es lo que era antes de conocer a Cristo, los problemas vienen como consecuencia del pecado, las concupiscencias, la codicia, el egoísmo, el egocentrismo, la envidia, la competencia, los celos, etc., todo lo cual provoca disensiones tanto entre las personas, como en las familias, los grupos y las naciones. Surge la pregunta: ¿Por qué hay guerras en el mundo? ¿Por qué hay tensión internacional constante? ¿Por qué hay tanta intranquilidad, conflictos y desacuerdos entre los seres humanos? De las pasiones que combaten en nuestro cuerpo, Santiago 4:1.

Los pacificadores no solo hacen la paz, sino que la restablecen donde hay conflicto y guerra, pero vivir en pecado impide entender el problema belicoso del mundo, solo buscaremos la paz hasta que todos aceptemos la verdad del pecado y el problema del hombre pecador, con Cristo en el corazón las dificultades y los encuentros agresivos se reducen y se terminan; según las Escrituras, la maldad está en el corazón del ser humano, y solo hasta que las personas cambien y se hagan sabias en Dios, se resolverá el problema de la falta de paz, la cual es resultado de la justicia, Porque la sabiduría  que viene de lo alto, es primeramente pura, después pacífica, amable condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilaciones y sin hipocresías. Santiago 3:17.

Debemos ir a la raíz que engendra los conflictos, desacuerdos y guerras, allí está el problema básico, ningún acuerdo ni acción humana por la paz producirá efectos reales, concretos y duraderos, mientras el ser humano siga siendo lo que es, un ser apartado de Dios lo cual lo hace cruel y perverso; este asunto es espiritual, pero por desgracia muchos no lo quieren aceptar sino que lo evaden; lo más trágico es que esta falla, no sólo está en el mundo, también se presenta dentro del pueblo de Dios, quienes somos llamados a ser Pacificadores; está bien trabajar por los derechos humanos, pero es mejor esforzarse por ser un verdadero hijo de Dios y representante de su reino santo. Sin poner la fe ni los ojos en el mundo ni en las habilidades humanas, sino en la guía y el consejo del Dador de la paz. Busquen la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al SEÑOR. Hebreos 12:14.

Dios es Dios de paz, y el Espíritu que habita en sus hijos es el Espíritu de la paz; la promesa de poder ser llamados hijos de Dios, se muestra amando a Dios y a la gente, aún a los enemigos, así nos cueste, esto nos hace ser hijos de Dios y pacificadores verdaderos. La promesa es que al ser Pacificadores somos hijos de Dios, pero si hacemos la guerra y creamos conflicto, entonces seriamos sus enemigos; nuestro testimonio de buenos hijos implica eliminar toda forma de enemistad, porque los pacificadores trabajan y se esfuerzan por la paz, ¿cómo? Venciendo el pecado, pues el problema de las guerras está en el corazón no regenerado del todo, pero los verdaderos hijos son gente de paz, En el mundo hay aflicción, pero a pesar de todo en Cristo tenemos paz. Juan 16:33

Lo que condena más fuerte al humanismo cruel y el idealismo vano del mundo, es el Sermón del Monte y los Diez Mandamientos, paradójicamente ellos lo han hecho textos favoritos en los Derechos Humanos, vaciando la esencia vivida del amor, la verdad y la justicia que son los que producen paz, ellos han convertido estos principios divinos en algo totalmente diferente y tergiversado, los principios, fundamentos y mandatos de Dios, el mundo los ha vuelto valores y leyes relativistas y acomodadas. La paz les dejo, Mí paz les doy; YO no se las doy como el mundo la da. No se turbe su corazón, ni tengan miedo. Juan 14:27.

Esta es una bienaventuranza de vital importancia en los tiempos actuales y cuando vemos al mundo bajo la lente de Dios comenzamos a entender. No deberíamos sorprendernos de las guerras y los rumores de guerra, si realmente somos cristianos nacidos de nuevo, lo que vemos en todos los acontecimientos del mundo, es la confirmación extraordinaria de la palabra bíblica. Entonces nuestro enfoque debe ser totalmente doctrinal y de fe no intelectualista ni mundano. Mientras el problema del pecado esté arraigado en el corazón humano, todo esfuerzo del hombre por la paz no resolverá el problema de las guerras y la violencia en definitiva, Porque el que ama la vida y quiere ver días buenos, refrena su lengua del mal, y sus labios no hablan engaño; apártense del mal y hagan el bien; busquen la paz y síganla 1 Pedro 3:10-11.

El mundo necesita con urgencia pacificadores que sean testimonio de prudencia, vida y serenidad ante la confusión y el caos, no podemos seguir fomentando la hostilidad evadiendo e ignorando a los malos, el impulso del Espíritu Santo es hacer paz, pues el Padre sacrificó a su Hijo para reconciliarnos con El y con nosotros mismos, así que, como Pacificadores hijos de Dios, establezcamos enlaces con los demás a través de la oración, luego en la acción. Oremos para que se transforme el corazón cruel de los tiranos, para que se haga justo el corazón de los gobernantes, y para que miles de los que están en eminencia, y muchos del pueblo, tengan un encuentro con Cristo como lo tuvo el Apóstol Pablo que de perseguidor y asesino de cristianos, se convirtió en el instrumento más poderoso del evangelio en las manos de Cristo. Y el mismo SEÑOR de paz, nos dé siempre su paz en todas las formas. El SEÑOR esté con todos ustedes. 2 Tesalonicenses 3:16.

Un pacificador mantiene su pensamiento en Dios y su poder, mira de frente al enemigo, lo lleva en clamor al trono de la gracia con el anhelo de que el Todopoderoso lo transforme, aunque parezca imposible un cambio en defensa de la verdad, la justicia, la libertad y la paz, fomentemos las buenas relaciones con amor y cordialidad. Si se multiplican los pacificadores, disminuirán los crueles impíos y sus guerras. Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en Ti persevera; porque en Ti ha confiado. Isaías 26:3.

Ser pacificador es algo sobrenatural, no es simplemente ser tranquilos y fáciles de tratar, tampoco es alguien que a toda costa evita los problemas; las personas facilistas que evitan problemas carecen de sentido de justicia, quizá tengan cierto carisma proyectando amabilidad y modales de buena educación, que por su puesto son necesarios, pero en el fondo es una falacia pues son personas que no se mantienen firmes, sino que son de doble ánimo, personas flojas y cobardes ante el conflicto. La paz de Dios gobierne sus corazones, porque a la paz fuimos llamados en un solo cuerpo; seamos agradecidos. Colosenses 3:15.

Como verdaderos pacificadores fuimos llamados a la paz que procede de Dios, no somos aplacadores de contiendas para posponer la guerra, la simpleza de evitar la guerra, podría ser algo injusto, que no crea paz, ni resuelve problemas. Un pacificador es alguien de quien se puede decir que a) es pacífico, desde un punto de visto de serenidad y paciencia ante la provocación y el ataque, algo que es fácil en el poder de Dios. b) busca la paz y trabaja por ella en forma activa y tangible. c) El pacificador no se angustia ni se queja, tampoco se queda impávido dejando las cosas como están, él busca soluciones, no le importa tanto el estatus sino la vida tranquila y en comunidad. d) se esfuerza en proyectar, crear y mantener bienestar entre personas, entre grupos y si le es posible, entre naciones. Misericordia, paz y amor les sean multiplicados. Judas 1:2

El deseo más importante del pacificador, es conseguir que todos los seres humanos estén en paz con Dios, se reconcilien con Él y se santifiquen en Cristo; esto implica ser testimonio de verdad, integridad y santidad, predicando con su propia vida; porque más que respetar y reclamar derechos, nos corresponde, conocer a Dios, vivir para Él y obedecer sus instrucciones con un corazón dispuesto, dócil, enseñable, nuevo y limpio. Aquel ser humano pobre y limpio de corazón, que llora por el pecador, que es manso, humilde y misericordioso puede ser un pacificador. Empecemos primero por nosotros cambiando y renovando el carácter en el espejo de Cristo y su palabra, antes de ir a ser pacificadores afuera. El fruto de justicia se siembra en paz por aquellos que son pacificadores. Santiago 3:18. Parafraseado.

El pacificador tiene una idea totalmente nueva de sí mismo, se considera servidor y no jefe, facilitador, no exigente  porque antes de ser pacificadores, debemos liberarnos de la tiranía del ego, ese yo viciado y contaminado, siendo como la semilla de trigo que cae a la tierra y muere, colocándonos en segundo plano con consideración y respecto al prójimo, Ser pacificadores es ser neutrales y gobernados por Dios, sin subjetivismos ni parcialidad, a fin de reconciliar las partes del conflicto. Esfuércense en mantener la unidad del Espíritu Santo por medio de la paz que nos une en Cristo. Efesios 4:3.

Un pacificador no es emocional ni está a la defensiva, tampoco sufre el síndrome mantequilla que se derrite con el más leve calor y esparce grasa contaminándolo todo y agravando los hechos. Humanamente hablando Jesucristo no sería candidato para el Premio Nobel de la Paz, Él dijo No piensen que he venido a traer paz a la tierra, sino espada. Mateo 10:34. Esto se debe a que siendo Dios  Él sabía que el concepto de paz estaría alterado tanto para sus hijos como para el mundo, pues la paz depende de la aceptación o el rechazo a su misión salvadora que enfrenta la incredulidad y la rebeldía del común de la gente; la mayoría rechaza el gobierno de Dios y la persona de Cristo negando que sea el SEÑOR y Rey del universo. El pecado mantiene a muchos en su condición más baja de aliados de satanás y enemigos de Dios repudiando toda relación con Él y su palabra. Pero mucha paz hay para los que guardan tu ley, y no hay para ellos tropiezo. Salmos 119:165.

Un pacificador se ocupa del reino de Dios y ve a los otros de forma objetiva, se interesa en ellos y trata de verlos a la luz de la enseñanza bíblica, puestos los ojos en Jesús; por lo tanto el pacificador no habla de los demás, aunque sean agresivos y difíciles, tampoco pregunta por qué son así, sabe que todavía están bajo el dios de este mundo, el espíritu que opera en los hijos de desobediencia; siente misericordia por ellos, pues sabe que son esclavos del yo y de satanás, se compadece de esas personas, ora y ayuna por ellos. Porque ocuparse de la carne es muerte, pero ocuparse del Espíritu es vida y paz. Romanos 8:6.

Un pacificador sabe callar, evita el problema y tiene la lengua bajo el gobierno y dominio del Espíritu Santo, es una de las mejores formas de ser pacificador, cuando nos ofenden, aunque tengamos la tentación de contestar, no lo hacemos, callamos, tampoco repetimos los chismes, las críticas, ni las murmuraciones, porque comprendemos que las cosas negativas y desagradables que no bendicen no deben repetirse, sino ponerse en manos de Dios, al igual que nuestros cinco sentidos para que Él sea quien los controle, recordemos que el hombre natural es fuerte y trata de dominar siempre si no estamos sujetos a Cristo. Honra es del hombre evitar la contienda; pero el insensato se envolverá en ella. Proverbios 20:3.

Resumamos algunos aspectos importantes del pacificador: 1) se muestra proactivo y efectivo ante la ofensa y la crítica, calla, no responde, porque sabe que es el diablo el que actúa a través de la otra persona; 2) tiene compasión del ofensor y pide a Dios que lo libere de las garras de satanás, 3) entiende que esa persona necesita a Dios y busca la forma de ayudarlo, entonces se humilla y se acerca a él o ella; 4) toma la iniciativa de conciliar y pedir perdón, 5) trata con amabilidad a todos y hace lo posible por crear un ambiente armonioso entre las partes, 6)  trata de difundir la paz donde quiera que él se encuentre, 7) Es desprendido de las cosas materiales y aplica la generosidad. 8) Es una persona asequible con la gente y no busca el reconocimiento ni la promoción personal sino que valora al otro. Y como quieran que hagan los hombres con ustedes, así también hagan ustedes con ellos, Lucas 6:31.

Jesucristo colocó dentro de nosotros la paz de su Espíritu para que tengamos compañerismo unos con los otros. Él es nuestra paz y se humilló hasta la muerte de cruz; su paz es parte del Plan salvador para que vivamos felices, quieta y reposadamente en Él regalando sonrisas y una mano amiga. El SEÑOR te bendiga y te guarde; el SEÑOR te mire con agrado y te extienda su amor; el SEÑOR te muestre su favor y te conceda su paz. Números 6:4-26. Amén.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.

9 sept 2017

BIENAVENTURANZA No.6 -LOS LIMPIOS DE CORAZÓN VERÁN A DIOS

                                      

BIENAVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZÓN

Porque ellos verán a Dios, Mateo 5:8.

¿Quién subirá al monte de Jehová?  ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosa vanas, ni jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová, y justicia de Dios de salvación. Salmos 24:3-5

Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí, Salmos 51:7 y 10.

¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato, para que lo de afuera también quede limpio, Mateo 23:26.

Esta sexta bienaventuranza es una de las mayores declaraciones de la Biblia que nos expresa el anhelo de Dios de que sus hijos sean puros, lo vean y lo conozcan tal como Él es en su amor y su grandeza; ver a Dios fue para mí un reto diario desde mi niñez, mi madre me enseñó a amar a Papá Lindo, como ella me lo nombraba, eso fijó en mi ser un ardiente deseo de saber si Dios existía y si lo podía ver y hablar con Él, esto se hizo realidad para cuando nací de nuevo. Fueron muchas y sigue siendo realidad para mi ver a Dios en la persona de Jesucristo, hablar y caminar con Él, experiencias que el Espíritu Santo me ha dado el privilegio de disfrutar y vivir. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Mateo 5:8.

Ver a Dios no es una utopía ni un sueño inalcanzable, es una realidad que podemos experimentar en esta tierra cuando con todo nuestro ser buscamos su rostro y anhelamos ardientemente su presencia para expresarle nuestro amor y deseamos que nos limpie para agradarle y alegrar su corazón. Nuestro amado SEÑOR Jesucristo no hizo afirmaciones al azar. ¿Por qué Él afirmó esto aquí? Si lo pensamos humanamente diríamos que hubiera quedado mejor al principio de todas las bienaventuranzas porque esta bienaventuranza es el fin último, mucho pueblo de Dios, piensa, cree y se conforma que verá al SEÑOR solo al final, cuando partamos de esta tierra. Busquen al SEÑOR y su fortaleza; busquen su rostro continuamente. 1 Crónicas 16:11.

Si examinamos la palabra, podemos ver que el deseo continuo del Padre desde el principio es revelarse y manifestarse a sus hijos amados; en principio Él Padre hablaba a sus siervos clara y audiblemente, se reveló a muchos de ellos directamente, les dictó leyes y les manifestó lo que habría de hacer. Vemos que Moisés habló cara a cara con el Padre, Éxodo 33:11, por lo cual el rostro del siervo resplandecía, Éxodo 34:29. Los humanos del primer siglo pudieron ver a Dios de forma presente y ver sus maravillas en la persona del Hijo. YO SOY el buen pastor, y conozco a mis ovejas y las mías me conocenJuan 10:14.

Todos desean ser felices, pero no todos están dispuestos a tener un corazón limpio. Tener un corazón lleno de impurezas, ingratitud, incredulidad y malos pensamientos hacia otros, no solo nos roba la paz y la felicidad, sino que nos impide oír y ver a Dios, por lo tanto, debemos saber cómo mantener un corazón limpio, pero no todos lo están deseando ni están dispuestos a esto. No solo debemos poner nuestra vida en orden ante Dios y los hombres, sino anhelar ardientemente conocer y ver a Dios, esto es posible a través de su palabra y nuestra relación íntima y estrecha con Él. Acérquense a Dios, y Él se acerará a ustedes. Limpien sus manos, pecadores; y ustedes los de doble ánimo, purifiquen sus corazones. Santiago 4.8.

En las primeras tres bienaventuranzas el SEÑOR nos enfoca en nuestra necesidad de Dios, reconociendo que somos pobres de espíritu porque sin Él no somos nada y nos podemos perder eternamente; que somos dichosos si lloramos cuando vemos nuestro pecado y nos duele el corazón de arrepentimiento, porque también nos damos cuenta de la situación de los perdidos, pero podemos ser consolados por el Padre con su perdón, y que los mansos heredarán la tierra porque la mansedumbre nos hace semejantes a Cristo. Nada hay engañoso como el corazón. No tiene remedio, ¿Quién puede comprenderlo? YO el SEÑOR examino el corazón y los pensamientos, para darle a cada uno, según sus obras y el fruto de sus acciones. Jeremías 17:9-10.

A partir de la cuarta bienaventuranza nos enseña que hay recompensa, fruto y satisfacción por actuar y vivir conforme a las tres primeras, lo cual nos conduce a tener hambre y sed de justicia para ser saciados, ser misericordiosos, para recibir misericordia divina, tener un corazón limpio y poder ver a Dios, siendo finalmente pacificadores; todo esto lo hace Cristo por su Espíritu habitando en nosotros. Por lo tanto, amados, teniendo poderosas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, y perfeccionemos la santidad en el temor a Dios. 2 Corintios 7.

A este punto somos dichosos porque tenemos limpio el corazón, y si somos bienaventurados con un corazón limpio, tenemos la firme, sorprendente y maravillosa promesa de ver a Dios, aquí lo que enfatiza el SEÑOR es la pureza y limpieza de corazón, es así como nos fortalece el querer como el hacer con la confianza de poder verlo a Él. Les daré un corazón para que me conozcan, porque YO SOY el SEÑOR, y ustedes serán mi pueblo, y YO seré su Dios, pues volverán a Mí de todo corazón, Jeremías 24:7. 

Si Dios declara al alguien limpio de corazón, es la más solemne, penetrante y estupenda afirmación de toda la biblia, esto constituye la esencia misma del carácter de Cristo y la majestad de Dios en nuestro ser y la posición de hijos, lo cual nos hace parecidos a Él. Si observamos las Escrituras, el evangelio se centra en el corazón; Jesús insistió en esto porque la santidad y el comportamiento nacen en del corazón no es apariencia externa, es lo que llevamos dentro y que Dios lo ve, pero que debiera también ser notorio ante los demás. Por eso Jesús usó palabras fuertes cuando dijo, ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas, porque son semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos! Mateo 23:27.

Nuestro deseo más profundo no es solo ver a Dios cuando morimos, es ver a Dios obrando a través de nuestra vida, guiando nuestro camino para mantener feliz la familia y el orden de la sociedad, acorde a sus diseños. Parecer piadosos, buenos ciudadanos, educados, con valores cívicos, carismáticos y de urbanidad, no sirve de nada, si no somos limpios de corazón; de nada servirán las buenas obras, sin amar a Dios por encima de todo y sin amar al vecino, Efesios 2:8-9; se requiere de corazones limpios, Jesús hizo del corazón la médula de sus enseñanzas, Porque lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, lo homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonio, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre, Mateo 15:17-20. 

El SEÑOR se centra en el corazón, no en la cabeza, Dios quiere corazones, no cabezones. A Él no le interesa el intelectualismo, lo que le importa es nuestro corazón; la fe cristiana no es cuestión de cuánto sabemos, comprendemos, conocemos o tenemos, lo importante es el valor espiritual del corazón que es lo mismo que el alma; lo eterno, el alma que es la esencia del ser humano en particular, la cual se edifica, se limpia y santifica con la presencia de Dios y su palabra. Sin embargo, hacer un estereotipo de persona teológica inteligente en la palabra, no garantiza que seamos santos y mucho menos que tengamos un corazón limpio, lo sabio es hacer nuestro corazón más parecidos al de Jesucristo. Porque el Altísimo, el que vive para siempre y cuyo nombre es el Santo, dice: YO vivo en un lugar alto y sagrado, pero también estoy con el humilde y el afligido, para darle ánimo y aliento. Isaías 57:5.

¿Por qué el SEÑOR se centró en el corazón? Porque los fariseos reducían la vida a una simple cuestión de conducta social, ética y de costumbres educadas y no a lo espiritual de la fe. No es la vida social lo que importa, es el alma y su condición eterna. Al hablar del corazón no se hace referencia solo a la productividad humana, lo vital es al sentido íntimo, la profundidad del interior humano, ese entretejido interno que define la calidad personal y el sentido espiritual de la voluntad, la mente, los sentimientos y el correcto cuidado y uso del cuerpo. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. Salmos 51:10.

Bienaventurados los de limpio corazón, equivale a decir, dichosos los que tienen el alma limpia, los que tienen pensamientos puros, los que conservan intenciones y sentimientos sanos y que son conscientes que el cuerpo es templo del Espíritu Santo, es la divina presencia la que hace posible que seamos limpios de corazón y demos de su fruto. Que el mismo Dios de paz nos santifique por completo; que todo nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sean preservados irreprensibles hasta la venida de nuestro SEÑOR Jesucristo.1 Tesalonicenses 5:23.

Jesús enfatiza el corazón porque es la raíz de todos nuestros problemas, es una falacia creer que cambiar el ambiente de una persona puede transformar la tragedia de su vida. Dios creó la raza humana en un ambiente perfecto, pero cayó de la inocencia y la gracia a causa del pecado, así que cambiar de ambiente no va resolver los problemas humanos porque todo el mal está en el corazón. Toda desdicha y todo problema sale de deseos indignos anidados en el alma, sean individuales, familiares, grupales o de la cultura de una nación, el corazón nos engañará siempre si no está dependiendo de Dios. No te dejes impresionar por las apariencias, ni por la hermosura del cuerpo, Dios eso lo pasa por alto. La gente se fija en las apariencias, pero Dios se fija en el corazón, 1 Samuel 16:7. Parafraseado. 

El problema del ser humano está en centrarse en su opinión propia, esa es la razón por la cual el mucho estudio, los frecuentes viajes, el amplio conocimiento y el cambio de ambiente no resuelven los problemas; una persona puede ser muy educada, culta y docta, sin embargo, puede resultar alguien perverso y nocivo para sí mismo, su familia y la sociedad, cada uno es responsable de su propia desdicha o felicidad según el contenido de su corazón. Que nunca te abandonen el amor y la verdad; llévalos siempre alrededor de tu cuello y escríbelos en el libro de tu corazón. Contarás con el favor de Dios y tendrás buena opinión entre la gente. Proverbios 3:3-4. 

No podemos transformarnos por nosotros mismos, podremos ver a Dios cuando tengamos un encuentro personal con Cristo y su Espíritu ponga en nosotros un corazón limpio, el deseo de Dios y las enseñanzas de Jesús con el evangelio es sacarnos del abismo terrible de la altiva independencia intelectual y el orgullo espiritual, para elevarnos hasta el cielo, con un corazón limpio unido a Cristo, así lo pudo reconocer el salmista cuando escribió: Escudríñame, oh Dios, y pruébame; examina mis íntimos pensamientos y mi corazón, Salmos 26:2-3. Examíname y conoce mi corazón, prueba y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno, Salmos 139:23-24.

¿Qué quiso decir Jesús con un corazón limpio? Significa no ser hipócritas, sino sencillos, tener un sentir bondadoso y sin dobleces, que vivamos al descubierto sin ocultar nada, que seamos sincero y rectos, esa limpieza de corazón no solo se refleja en los ojos, sino que se certifica en los hechos, eso fue lo que quiso decir el Señor más adelante en el Sermón del Monte cuando dijo: La lámpara del cuerpo es el ojo, así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno; todo tu cuerpo estará en tinieblas, Mateo 6:22-23.

El problema del corazón humano es que separados de Cristo, tenemos el alma dividida, ese es nuestro gran problema. por eso necesitamos entronar a Cristo en nuestro interior, morir cada día a nosotros mismos y crucificar la carne para ser trasparentes y diáfanos sin dobleces de ánimo, el hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos, Santiago 1:8, pero el hombre de limpio corazón es humilde, firme, fiel y constante. 

Un corazón puro sabe que Dios es nuestra mayor riqueza, un corazón puro está completo en Cristo, camina recto, muestra una misma cara en todo lugar, es libre, es honesto y conserva un mismo comportamiento en todo tiempo y lugar. Un corazón limpio se enfoca en alegrar el corazón del Padre, se conserva sin mancha. no miente, abomina el pecado, verá a Dios continuamente con maravillas y milagros en cosas grandes y pequeñas, también irá al cielo y podrá ver a Dios, Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón Mateo 6:21.

Todo lo que es abominable, inmundo, y contaminado, estará fuera de la presencia de Dios: Los injustos, los fornicarios, los idólatras, los adúlteros, los afeminados, los que se echan con varones, los ladrones, los avaros, los borrachos, los maldicientes, los estafadores, 1 Corintios 6:9-10.  Los cobardes, los incrédulos, los abominables, (corruptos) los homicidas, los hechiceros, los fornicarios, los idólatras, los mentirosos, todos ellos irán al infierno, Apocalipsis 21:8.

Ser limpio de corazón es vivir como nuestro Señor Jesucristo, Él no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca, fue perfecto, íntegro,  sin mancha y ejemplar; nosotros siendo hijos de Dios, debemos considerarlo a Él como el bien supremo, preocuparnos por satisfacer su corazón, amándolo y guardando sus mandamientos, caminar con Dios como Enoc y como Elías y Eliseo que decían: Vive YHWH en cuya presencia estoy, movernos en la gloria de Dios en todos los aspectos, en todo momento y con todos los sentidos. Deseando su presencia cada vez que respiramos, conociéndolo mejor cada día, y sirviendo por amor, teniendo en cuenta que todo el bien que hacemos a otros, se lo hacemos a Él, así, veremos a Dios, porque sin santidad, nadie verá al Señor, Hebreos 12:14. 

Si Dios es luz, nosotros debemos ser luz, si en Cristo no hay tinieblas, en nosotros tampoco debe haberlas, porque no se puede mezclar la luz con las tinieblas, lo blanco con lo negro ni Cristo con Belial, solo si somos como Cristo podremos ver a Dios y estar en su presencia; debemos ser limpios de corazón antes de poder ver a Dios. En nuestro estado glorificado veremos a Dios cara a cara, 1 Juan 1:5. El que ha visto a Cristo, ha visto al Padre. Mientras estamos en la tierra, vemos a Dios en los sucesos de la historia, cuando lo adoramos y hablamos con Él tenemos el disfrute de su presencia. El de sabio corazón acata las órdenes, pero el necio y conflictivo va al desastre. Proverbio 10:8. 

¡Qué gracia la de Dios! Somos bienaventurados y limpios de corazón en Cristo, y aunque imperfectos, podemos decir que hoy vemos a Dios a diario, en su trato benigno y misericordioso, en sus cuidados diarios, ahora es como en sombra, pero lo veremos tal como Él es. Miren cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios, por eso el mundo no nos conoce, porque no lo conoce a Él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal como Él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en Él, se purifica a si mismo, así como Él es puro, 1 Juan 3:1-3. Disfrutaremos ver a Dios por la eternidad.

Esto es lo más importante y valioso que nos puede pasar y podemos anhelar, nuestra meta final es ver al Supremo Dios de amor, el Dios de paz, el Dios que nos ha salvado, y nos gozaremos en Él para siempre. Amén. 

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino