CRISTO
VINO COMO SIERVO, NO COMO LÍDER
HABLEMOS
LENGUAJE DE REINO
En aquel tiempo los
discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los
cielos?...Jesús se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser
el primero, deberá ser el último y el servidor de todos. Mateo 18:1-5, Marcos
9: 33-35 y Lucas 9:46-48.
Amados hermanos, he
sentido un gran deseo de escribirles acerca de nuestra común salvación, para
exhortarlos a que contendamos ardientemente por la fe, que fue una vez dada a
los santos. Judas 1:3.
No hagan nada por orgullo o por vanagloria. Al contrario, hagan todo con humildad, y vean a los demás como
mejores a ustedes mismos. Nadie busque el bien solo para sí mismo, sino para
todos. Tengan la misma manera de pensar que tuvo Jesucristo. Aunque Cristo
siempre fue igual al Padre, no insistió en esa igualdad. Al contrario, renunció
a esa igualdad y se hizo semejante a nosotros, haciéndose esclavo de todos.
Como hombre se humilló a sí mismo y
obedeció al Padre hasta la muerte; ¡murió clavado en una cruz! Por eso YHWH le
otorgó el más alto privilegio, y le dio el más importante de todos los nombres, para
que ante Él se arrodillen todos los que están en el cielo, y los que están en
la tierra, y los que están debajo de la tierra; para que todos reconozcan que
Jesucristo es el Señor y den gloria al Dios Padre, Filipenses 2:3-11.
Escribo lo que nuestro santo y sabio Dios ha puesto en mi corazón,
algo que no me lo ha revelado ni carne ni sangre, y que quizá muchos rechacen y
no acepten, pero yo solo obedezco, no escribo por escribir ninguno de estos
mensajes, expreso y doy a conocer lo que primero el amado Salvador me ha
ministrado y enseñado a mí. Si Cristo es mi Rey, entonces yo soy su servidora.
La hipermodernidad de la cultura del mundo ha afectado contundentemente no solo la vida
cristiana personal, sino la vida de la Iglesia, convirtiendo la fe no solo en
religión sino en un espacio de mercado del mundo, Mateo 21:12-17; pero los principios y mandatos divinos NO son negociables, pero
ahora la sociedad los ha convertido en valores relativos acomodados a cada quién según la conveniencia y
funcionalidad, para estar a la moda, a lo actual y a lo casual, acomodándose a
la cultura de este mundo.
El mercantilismo, el comercio, la oferta y la demanda afectan a la
gente en el pensamiento, las costumbres y los hábitos, que en la gran mayoría
de los casos no cuadran ni se alinean al pensamiento de Dios, ni permite efectuar las
enseñanzas de la palabra y la vida ejemplar de nuestro Salvador, todo esto ha
influenciado no solo el pensamiento sino también el carácter, la forma de
hablar, de actuar y los conceptos que NO están haciendo diferencia entre el
pueblo de Dios y el mundo; Dios nos ha mandado a marcar la
diferencia y hacernos diferentes al mundo, pero nos hemos acomodado a la cultura del mundo y no al Reino de Dios, Por tanto, así dijo el Señor Todopoderoso: Si
te conviertes a Mí, YO te restauraré, y delante de Mí estarás; y si separas lo
precioso de lo vil, será como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no
conviertas a ellos, Jeremías 15:19.
La cultura del mundo impulsa buscar a la persona perfecta, al
número uno para poderse casar, aliar, amistar y asociar, etc., si nos detenemos a pensar
quién es en verdad el número uno, entonces todo cambiará y todo será diferente.
Pensar en ser el número uno, es una posición inapropiada. Piense: ¿Acaso le
gustaría a usted ser el # uno? Creo que no. El número uno lleva toda la carga y
la responsabilidad del grupo. Entonces ¿por qué aceptamos este pensamiento? Fijemos la mirada en Jesús, pues solo de Él
procede nuestra fe y Él es quien la perfecciona. Jesús soportó la cruz, sin
hacer caso de lo vergonzoso de esa muerte, porque sabía que después del
sufrimiento tendría gozo y alegría; y se sentó a la derecha del trono del
Padre, Hebreos 12:2.
Solo Dios el Padre en Cristo Jesús es el Único Número Uno, porque es el Único que lo llena,
lo puede y completa todo; Él nos ha creado para que nuestra vida gire en torno
a Jesucristo, con el propósito de que lo amemos con todo nuestro ser y lo
pongamos por encima de todo, Cristo no vino como líder, vino como siervo Salvador sacrificado como Cordero.
Cristo sendo el mismo Dios encarnado, se hizo el más grande servidor, dejo su
trono de gloria para venir a nacer en un sencillo y humilde pesebre se hizo
hombre natural, se quitó su traje real y usó ropas ásperas para mostrar la
profundidad de su amor. Abrazó a los niños, abrazó a los débiles y a los enfermos; llamó a los pecadores para sanarlos, limpiarlos y fortalecerlos, tocó a los endemoniados y
los libertó; abrió los ojos de los ciegos, destapó los oídos de los sordos,
abrió la boca de los mudos para hablar sabiduría. Él es el Rey de reyes y Señor
de señores, Él es el Maestro de maestros, Él es la fuente del amor y Él es el
máximo ejemplo de excelsa humildad, mansedumbre, bondad, ternura, dulzura,
amistad, compañerismo, servicio y buen hablar, así dirigió y enseñó a sus discípulos y ha
guiado a su pueblo hasta hoy.
A pesar de todo eso, hemos quitado los ojos de Él y los hemos
puesto en la cultura del mundo. ¿Qué dice esta cultura? Según la UNESCO, cultura
son todos aquellos rasgos distintivos, espirituales, materiales, intelectuales
y afectivos que caracterizan a una sociedad y a un grupo social. La cultura
encierra las artes, las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales,
los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias. Todo este conjunto de
cosas la cultura lo denomina capacidad para reflexionar sobre sí mismos; según
los expertos, es la cultura la que hace de nosotros seres específicamente
humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. ¿Es la cultura la que
hace esto, o es el Creador en cada uno de nosotros?
Este concepto del mundo dice que es a través de la cultura que los
seres humanos disciernen los valores y efectúan sus opciones, porque es la
cultura la que permite al hombre expresarse, tomar conciencia de sí mismo, y
que cada uno se reconozca como proyecto inacabado, poniendo en cuestionamiento
sus propias realizaciones, obligándolo a buscar incansablemente nuevas
significaciones para crear obras que lo trasciendan, Tengan cuidado, porque si ustedes se muerden
y se comen unos a otros, llegarán a destruirse entre ustedes mismos, Gálatas
5:15. Creo
que nada de esto se asimila al ejemplo de Jesús ni la doctrina bíblica, por eso
las preguntas surgen:
¿La Biblia nos enseña a reclamar los derechos fundamentales? ¿Son
los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias del mundo las que
determinan al pueblo de Dios? ¿Es la cultura la que nos forma? NO,
enfáticamente NO, la Palabra de Dios es el manual de vida para los seguidores de Cristo
y para el mundo así lo acepten o no lo acepten, lo cumplan o no lo cumplan, Mateo 24:34-51.
¿Es la cultura la que nos determina para reflexionar sobre sí
mismos? Es la cultura la que hace de nosotros seres específicamente
humanos, racionales, críticos y moralmente comprometidos con lo que es bueno?
¿Es la cultura la que nos enseña a discernir lo bueno de lo malo para
expresarnos y tomar conciencia de nuestra vida y destino eterno? ¿Acaso es la
cultura la que nos lleva a reconocer que somos un proyecto inacabado, y que nos
confronta consigo mismos delante de Dios? Definitivamente, NO, Porque es
verdad que vivimos en este mundo, pero no actuamos como todo el mundo, 2
Corintios 10:3. Es Dios quien nos procesa y nos completa en Cristo, Filipenses 1:6.
La realidad de todo esto es absolutamente opuesto a lo que enseña
Dios en su Palabra, lo que realmente necesitamos es entrega, dependencia y rendición
en fe obediente a Dios para que Él sea el timón que dirija y capitanee la barca
de nuestra existencia, porque Cristo es la Cabeza del cuerpo, y la Iglesia no
es una organización, es un organismo vivo compuesto por miles de miembros
redimidos alrededor del mundo para traer el reino de Dios a la tierra, Conocerán la verdad, y la verdad los hará
libres, Juan 8:32.
Es la Biblia y no la cultura la que nos muestra el camino correcto
para ser verdaderos seres a imagen de del Creador. Y es la palabra de Dios la
que nos cuestiona, confronta y transforma. No es verdad que trascendemos por
nuestra propia inteligencia y obras, lo hacemos por la gracia y el mover de
Dios a través de su Espíritu en cada uno de los sellados, es Cristo en nosotros
quien obra y pone el querer como el hacer por su voluntad, Filipenses 2:13, Tu palabra es una lámpara a mis pies y una
luz en mi camino. Salmos 119:105. Porque la palabra de Dios tiene vida y poder. Es más cortante que
cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo del alma y del
espíritu, hasta lo más íntimo de la persona; y somete a juicio los pensamientos
y las intenciones del corazón, Hebreos 4:12.
¿Qué dice la cultura del mundo con relación al líder? Un líder
tiene la capacidad de influenciar a otros sujetos con sus palabras y con sus estrategias;
mueve y maneja a los miembros de un grupo de acuerdo a sus exigencias, por lo
tanto debe ser el que manda, toma decisiones y actúa sin dar explicaciones al
resto, un líder debe tener la habilidad de convencer y motivar a otros
porque lleva la voz cantante y dice la última palabra en el grupo, un líder está
empoderado con la información, para manipular y sugestionar sutilmente a la
gente. Es una persona totalmente independiente para llevar a cabo todo aquello
en lo cual lo han entrenado, es autoritario, pero Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes,
Santiago 4:6.
En el reino de Dios hay siervos, mayordomos, discípulos y ministros
del Gran Capitán de las huestes de Dios, Cristo, ellos dependen de ese capitán
todo el tiempo para servir a los demás y conducir sus barcas, Pero ustedes no deben ser así. Al contrario,
el más importante entre ustedes tiene que hacerse el más pequeño, y el que dirige
tiene que ser el servidor de todos, Lucas
22:26.
En Alemania no usan la palabra “líder” porque significa “Fühurer”
que es Hitler, los judíos no usan el término líder, porque estuvieron a punto
de ser exterminados por el Fühurer, el espíritu de anticristo está encerrado en
el vocablo líder; la palabra de Dios enseña que el Anticristo será un líder
mundial aclamado por el mundo, 2 Tesalonicenses 2:9, mientras que Jesús
dice que Él es Siervo y vino a dar su vida por muchos, Mateo
20:28.
Ser líder entraña soberbia, arrogancia, competencia, rivalidad, celos,
contiendas y rebeldía; un líder según el concepto del mundo, busca su propia
gloria y reconocimiento de todos los que lo rodean para ser aclamado y honrado,
no le agrada que otros estén por encima de él; exige pero no le gusta que le
pidan cuentas, porque el sentido de líder convoca a la autosuficiencia e independencia
a la manera de un dictador empoderado por las tinieblas, Este rey hará lo que le plazca, se
enaltecerá y se engrandecerá sobre sobre todo dios, y contra el Dios de los
dioses dirá cosas horrendas; él prosperará hasta que se haya acabado la indignación,
Daniel 11:36a.
Un líder es influyente, carismático y adulador, está empoderado
para modificar valores, creencias y actitudes de sus seguidores, aportando
recursos que considera convenientes, Y por su
astucia hará que el engaño prospere por su influencia; él se enaltecerá en su
corazón, y destruirá a muchos que están confiados. Aun se levantará contra el
Príncipe de los príncipes, pero será destruido sin intervención humana, Daniel
8:25.
Esto es lo que hace la cultura del mundo, totalmente opuesto a lo que Jesucristo
ejemplificó con su propia vida desde el nacimiento hasta la muerte.
DIOS
NO…
DIOS
No motiva,
Él pone el querer como
el hacer,
No sugestiona,
Se revela a sí
mismo en su palabra por el Espíritu
No manipula,
Forma carácter al que se rinde y depende de Él,
No avergüenza,
Perdona al que se
arrepiente,
No emociona,
Coloca dominio propio y madurez,
No hace preferencias, Elige porque conoce los
corazones,
No influencia/ni influye, Transforma vidas con su
amor, palabra y disciplina
No
empodera, Llena vidas con la presencia del Espíritu Santo para trabajar juntos
No
critica,
Convence de pecado, justicia y juicio,
No tiene
líderes,
Forma servidores, discípulos y ministros para que sean
Mayordomos, administradores y embajadores de su reino en la tierra
No compara Muestra nuestro pecado, nos perdona y nos limpia
No fomenta competencia Él genera amistad y unidad en amor para ejecutar su obra
No es show ni club, Es una
persona espiritual, real y sublime que manifiesta
su gloria a través de personas salvas en Él.
Son las organizaciones del mundo las que tienen líderes en
los partidos políticos, los clubes, los medios, las comunicaciones, los
sistemas financieros, las redes, las organizaciones mundiales, etc., porque de
ellos saldrá el líder llamado anticristo que gobernará al mundo. Esta no es la
voluntad ni el mandato de Dios para su iglesia, somos miembros del mismo
cuerpo, llamados a servir y hacer discípulos a todas las naciones de la tierra
viviendo en humildad y santidad dependiendo del Él.
La palabra líder no aparece ni una sola vez en la Biblia, por el
contrario, las Escrituras nos enseñan desde el AT y lo ratifican en el NT que
el mayor título de honor que se puede dar a una persona al servicio de Dios, el
“sirvo de Dios”, Cristo es el mayor ejemplo como lo dice Isaías 53, el Siervo Sufriente de YHWH,
que no vino para ser servido sino para servir y dar su vida en rescate
por muchos, Mateo 20:28, el Capitán de las huestes, Josué 5:13-115.
YHWH llamó a Moisés mi siervo, Éxodo
14:31;
Abraham fue el siervo del Señor, Salmos 105:42; Josué fue servidor de
Moisés, Josué 1:1; YHWH hablando de sus profetas dice: YO les he enviado a todos
mis siervos los profetas, Jeremías 7:25, 2 Reyes 21:10; Isaías es llamado el
siervo del Señor, Isaías 20:3, 2 Reyes 21:10; Job fue llamado por
Dios delante del enemigo, mi siervo Job 1:8. Incluso a
Nabucodonosor rey de Babilonia Dios lo llama mi siervo, Jeremías
27:6. Al
rey Darío lo llamó el ungido para sujetar naciones, Isaías
45:1, a
Ciro rey de Persia lo llama Dios, mi pastor que cumplirá todos mis
deseos, Isaías 44:28, también a la nación de Israel Dios llama, siervo mío eres
tú, Isaías 41:8.
Entonces si somos pueblo del Dios vivo ¿por qué tantos buscan ser
líderes y enseñan a las ovejas a ser líderes? No hagan nada por rivalidad o por orgullo, sino con humildad, y
que cada uno considere a los demás como mejores a sí mismos, Filipenses 2:3.
Si vamos al origen y trasfondo de la palabra líder entenderemos
porqué tanta división en el cuerpo de Cristo; la palabra líder encierra las
cosas que se mueven literalmente en el mercantilismo del mundo, No se adapten a este mundo, sino
transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es
la voluntad de Dios; lo que es bueno, aceptable y perfecto, Romanos 12:2.
La palabra líder es un barbarismo, es decir un mal uso de una
palabra introducida al Español, viene del latín, lid, litis que denota disputa y querella en un proceso de discusión y
combate; la palabra disputa significa separar y dividir por
una queja o demanda, esto fue exactamente lo que hizo satanás cuando se
rebeló contra Dios queriendo ser igual o superior a Dios y fue echado del
cielo; por otra parte el sufijo er,
se usa en el comparativo del Inglés, algo que se pone debajo de otro, y hace mayor o menor a
otro, es decir, uno en más y el otro es menos.
La cultura del mundo nos ha hecho adoptar palabras que nada tienen
que ver con la fe, la doctrina cristiana ni el reino de Dios, Cacen las zorras, las zorras pequeñas, que
echan a perder grandes vides, Cantares 2:15. Nuestro Dios es persona de orden, de amor,
de organización, de unidad, de compañerismo, de balance, de trabajo en conjunto
en un todo, Dios de grandes obras maravillosas a través de la persona de Jesús que
trabaja con su pueblo.
Jesús hizo un llamado a aquellos que eran pequeños e
insignificantes a los ojos del mundo, y los llamó servidores, luego formó discípulos,
los envió y les dio autoridad llenándolos con la presencia del Espíritu para hacer
la tarea, y nos ha hecho su voz, sus manos sus pies; no estamos solos haciendo
la obra, el divino Espíritu nos acompaña, aconseja, corrige y guía, constituyendo
a unos apóstoles; a otros profetas; a otros evangelistas; a otros pastores y
maestros.
A fin de perfeccionar a
los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo. Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del
Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo; para que no seamos como niños fluctuantes llevados por
doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para
engañar emplean con astucia las artimañas del error, Sino que siguiendo la
verdad en amor; crezcamos en todo en Aquel que es la Cabeza, esto es, Cristo.
Es cristo quien hace que
todo el cuerpo encaje perfectamente. Y que cada parte pueda cumplir su función
específica, y ayude a que las demás partes del cuerpo se desarrollen
armónicamente; así todo el cuerpo estará sano y lleno de amor. Efesios,
4:11-17.
¡Qué maravilla! Tenemos a un Dios extraordinario que está acompañando y guiando
perpetuamente a su pueblo con capitanes que organizan la labor, no líderes, ni
grupos de líderes.
El concepto de “líder” encierra terquedad y rebeldía, hace de
alguna manera a las personas mandonas, exigentes, imponentes, inflexibles,
insensibles y tiranas, por eso el amor de muchos se ha enfriado: mientras que el
concepto de jefe, dirigente, capitán y servidor nos permite ser humildes,
serenos, flexibles, con autoridad y respeto, accesibles a los que tenemos
alrededor porque todos estamos en el mismo nivel, por el hecho de ser
humanos e hijos de Dios redimidos en Crsto.
Dios nos ha dejado su palabra, para que el mundo NO nos engañe,
hoy como en el pasado; debemos destruir el espíritu de Jezabel y Manases; lobos
vestidos de ovejas desmembrando el Cuerpo y haciendo que su esposa no cumpla su
misión y el llamado para el cual fue formada, sellada y salvada, No amen al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno
ama lo del mundo, el amor del Padre no está en él, 1 Juan 2:15.
En su misericordia Dios nos sigue hablando con su corazón cargado
de amor, perdón y ternura, nos enseña lo que nos conviene guiándonos por el
camino que debemos andar. Él terminará su obra, y hará que se cumpla su
propósito en su cuerpo, Así ha dicho Jehová, Redentor
tuyo, el Santo de Israel: YO SOY Jehová Dios tuyo, que te
enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir. ¡Oh si
hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu
justicia como las ondas del mar. Sería como la arena tu descendencia, y los
renuevos de tus entrañas como los granos de arena; nunca tu nombre sería
cortado, ni raído de mi presencia. Isaías 48:17-19. Las palabras humanas
sobran, la palabra de Dios se explica por sí misma.
Gracias Padre Eterno, por habernos dado a tu Amado Hijo como
cabeza de tu cuerpo, gracias porque solo Tú Señor eres nuestro guía, nuestro
comandante en jefe porque en Ti todo se completa y perfecciona. Ayudamos a
conocerte más para amarte más y servirte mejor, en el nombre de Jesús, Amén
Mg.
MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
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