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25 oct 2019

SER VERDADEROS, NO FALSOS-NI MENTIR-9º MANDAMIENTO


PRINCIPIO DE VERDAD EN EL MANDATO DIVINO: NO MENTIR NI DAR FALSO TESTIMONIO-NOVENO MANDAMIENTO

No dirás falso testimonio contra tu prójimo mintiendo. 

Éxodo 20:16Deuteronomio 6:20. 

No engañarán, no se mentirán el uno al otro, y no jurarán falsamente. Levítico 19:11b y 12a.

Los labios mentirosos son abominación a Dios; pero los que obran con verdad son su contentamiento. Proverbios 12:22.

 

Por lo tanto, despójense de toda falsedad, que todos hablen la verdad con su prójimo, porque estamos íntimamente relacionados cada uno con el otro, como miembros del cuerpo de Cristo. Efesios 4:25.

Con este Noveno mandamiento, Dios nos ordena NO MENTIR NI DAR FALSO TESTIMONIO para poder andar en la verdad, siendo auténticos, limpios y trasparentes con Dios, con el prójimo y con nosotros mismos, hablando siempre lo que es real y no engañar bajo ninguna circunstancia, lo cual nos obliga a vivir y actuar en el Principio de la verdad, que tanto bien le haría a la gente y mejoraría este mundo, pues Dios mismo es la esencia de la verdad; así que si somos verdaderos, sinceros y genuinos hijos de Dios en todo, viviremos el reino de Dios en la tierra, pues con la verdad hay justicia, paz y libertad. En la presencia de Dios solo habitará el de conducta íntegra, el que practica la justicia y de corazón dice la verdad: el que no calumnia con su lengua, y no hace mal a su prójimo, ni le acarrearás desgracias a su vecino. Salmos 15:1-3.

Desde la práctica cotidiana podríamos definir la verdad de muchas maneras, yo digo que verdad es la certeza de lo que se dice y la certidumbre que se ajusta a los hechos, lo cual lleva autenticidad en los contenidos, exactitud en los estudios, veracidad en el testimonio, sinceridad en lo que pensamos y franqueza en lo que sentimos, pues la verdad NO conlleva ninguna sombra de duda ni falsedad y para apuntar a una realidad comprobable, porque la verdad es precisa y concuerda con lo exacto de la realidad, Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino con obras de verdad, 1 Juan 3:18.

En un sentido moral, la verdad presupone concordancia frente a lo que expresamos con relación a lo que somos, sentimos, pensamos, hemos visto y oído, sabemos o que lo hemos experimentado; de todo ello se emiten muchos conceptos acerca de lo que es la verdad, y una verdad debe estar sustentada en hechos reales, existentes, comprobables y coherentes frente a una serie de acontecimientos, pruebas, y datos fidedignos; por verdad también se entiende a una proposición que no puede ser refutada desde ningún punto de vista porque sobre ella hay absoluta claridad, certeza y pruebas fehacientes. Nada me produce más alegría que oír que mis hijos practican la verdad, 3 Juan 1:4.

Humanamente hablando existen algunas clases de verdad según los contenidos de los estudiosos del mundo, así como lo es la verdad filosófica y la verdad científica expresada por varios de autores como Aristóteles, Kant, Galilei, Newton, Einstein, y Sagan entre otros; pero estas son verdades relativas porque están asociadas a criterios de la cultura intelectualista que tiene sus propias normas, historia y conceptos según sus autores, aspectos con los que se miden sus verdades, pero la verdad a la cual apunta el Noveno Mandamiento es la Verdad Absoluta enseñada y contenida a lo largo de toda la Escritura, la verdad que sustenta Dios, enseña y ordena en la Escritura, Jesús se dirigió a los judíos que habían creído en Él, y les dijo: Sí se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Juan 8:31-32.

La verdad es un principio bíblico absoluto e inquebrantable que procede de Dios y no admite relativismos, alteraciones, acomodos, amañes, cuestionamientos, polémicas ni dudas, porque mantiene la vigencia de su contenido y su esencia por la eternidad; toda verdad humana debe alinearse y basarse a lo dicho por Dios y contemplado en la biblia, la verdad que debemos vivir es la verdad del reino de Dios y su cultura celestial de reino centrada en Jesucristo; es la verdad que salió de la boca de Dios y quedó perenne para que la vivamos y practiquemos, con el fin de que permanezcamos afirmados en el reino de Dios y su justicia, de manera incuestionable y loable, porque la Verdad Es, y está representada en una persona, Jesucristo, el Dios hecho Hombre que aseguró: YO SOY el Camino, la Verdad y la vida, Juan 4:6.

Así que la Verdad ES y SERÁ eternamente divina porque es el SEÑOR Jesucristo quien la sostiene; y aunque desde tiempos inmemorables haya existido controversia, polémica e inquietud acerca de la verdad, nuestro Rey eterno es la Verdad que destruye toda mentira y todo engaño, y que a la vez la Verdad es un principio eterno absoluto, aunque el mundo no lo acepta, porque la gran mayoría vive en la mentira y el engaño de lo falso y superfluo del mundo. Estas son las cosas que siempre deben hacer; díganse la verdad unos a otros, juzguen con verdad y con juicio para que vivan en paz con todos. Zacarías 8:16.

Si nadie mintiera, veríamos claramente y al descubierto la naturaleza del mal que mueve los corazones hacía la lucha por el poder y las riquezas injustas, y al ver las cosas tal como son, muchos se esconderían avergonzados, porque no podrían soportar el decir la verdad de lo que hacen y practican en las sombras; la mentira es como un somnífero malevo y letal que aísla a la gente de su Creador y de la gente buena ante lo grave y equivocado que esconden, porque la mentira los hace sentir aletargados de lo que realmente son. Acumula verdad y sabiduría, disciplina y entendimiento, ¡y no los cambies por nada! Proverbios 23:23.

La verdad nos exige pensar y reflexionar que el prójimo es un semejante que requiere respeto de la verdad para no hablar falsamente ni en contra cuando tendríamos que ser sinceros; con el principio de la verdad se limpiarían y calmarían las conciencias, porque si el ser humano desea conocer el verdadero propósito de la vida, tiene que vivir por algo que es superior a si mismo, escuchando la voz del SEÑOR que dice, YO SOY el camino, la verdad y la vida. Para vivir en la verdad según la Biblia, debe existir correspondencia del ser humano con la intención, voluntad y propósito de Dios, porque la verdad de la Escritura es la revelación de Dios encarnado en su palabra. Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos, conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Juan 8:31-32.

Pero trágicamente a muchos les conviene la mentira y la falsedad para sus mezquinos y ególatras planes que manipulan con sus acciones, vemos a Pilatos burlándose y ridiculizando al SEÑOR al esconder su cobardía cuando le preguntó, ¿qué es la verdad? La palabra de Dios es muy clara al diferenciar la verdad de la mentira, Los labios del justo hablan verdad; pero la boca de los impíos habla mentira, Proverbios 10:32, Y maldito es el que engaña, Malaquias 1:14a; ¿No tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado el mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno con el otro, profanando el pacto de nuestros padres? Malaquías 2:10.

Pilatos representa el gobierno falso, engañador y cobarde del mundo que se mueve sin el temor de Dios, gobernantes incrédulos, necios, falsos, de doble moral y burlones, gentes que manejan caras frente a la realidad; nuestro Amado Salvador estuvo sobre la tierra como la verdad encarnada, la enseñó, la mostró y habló de ella con su propia vida para que sigamos sus pasos; porque la verdad es divina debido a quien la sustenta, es absoluta porque no cambia ni se negocia; está en singular porque solo UNO es la verdad; es objetiva porque busca el bien común; es inmutable porque la verdad es para siempre, y es imperativa porque es un mandato con divina autoridad. Consideremos todo lo que es verdadero, todo lo que es respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es digno de admiración; todo lo que sea excelente y merezca elogio. Filipenses 4:8.

Y aunque este funcionario romano, Pilatos, tenía en frente la Verdad no podía discernirla, porque la verdad es una realidad y forma de vida desde el espiritu, representa a Dios en sus principios, mandatos y decretos absolutos para mostrar la cultura del reino como ciudadanos del reino celestial, y Dios ya ha determinado un tiempo en que juzgará toda mentira, engaño, doble ánimo y falsedad de las naciones. El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no solo yo, sino también todos los que han conocido la verdad, a causa de la verdad que permanece en nosotros: sea con todos la gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del SEÑOR Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y en amor. 2 Juan 1:1-4.

La verdad desde el punto de vista bíblico es consistente en amor y justicia debido a quien la representa, Jesucristo y su evangelio; la palabra bíblica está perenne desde Génesis hasta Apocalipsis para que penetre nuestro ser interior, espíritu, alma y cuerpo, nos transforme y nos afirme en la verdad sobre cimientos de santidad y rectitud que moldean nuestro carácter; la verdad absoluta es la revelación del Padre en su Hijo Jesucristo, en su sacrificio, muerte, resurrección y su victoriosa ascención para volver como Rey, por lo tanto, su palabra, la biblia, es la brújula de la verdad que marca nuestro camino eterno y nos guía por sendas de integridad, y justicia, Padre, conságralos a Ti mismo por medio de la verdad; tu palabra es la verdad. Juan 17:17.

Para hablar de la verdad es necesario referirnos también a la mentira que es la antítesis, y debemos saber que la mentira posee un poder destructivo porque procede del padre de mentira, Juan 8:44, y él gobierna el mundo de la mentira que esclaviza a miles, mientras que la verdad nos hace libres, Juan 8:32. Que muchos no se sigan engañando al decir que solo dicen mentiritas blancas con el pretexto de tener un gesto de misericordia, cuando en realidad, simple y llanamente mienten, porque mentira es mentira, es iniquidad y trae muerte espiritual, por eso los mentirosos serán condenados, Apocalipsis 21:8; mentir es maldad e iniquidad que anula la justicia y pisotea la dignidad con que Dios nos creó. NO darás falso testimonio ni mentiras contra tu prójimo; es una orden divina, no es una sugerencia ni una opción alternativa que se pone en tela de juicio, sencillamente se obedece o no se obedece...Si fueran hijos de Abraham, sus obras harían. Pero ahora procuran matarme, porque les he hablado la verdad...ustedes son de su padre el diablo y sus deseos hacen; él ha sido homicida desde el principio, y miente, porque no hay verdad en él...Juan 8:39-47.

Si hemos sido creados por Dios y Él nos ha formado en el vientre de nuestra madre, debemos parecernos a Él, no al gran mentiroso y padre de mentira; nuestro DEBER SER es hablar, vivir y comportarnos en espíritu y con verdad; ninguna sociedad podrá sobrevivir si desprecia la verdad de Dios, sea en la familia, en las instituciones, los tribunales o fuera de ellos, dar falso testimonio es mentir, calumniar y falsear la verdad con engaño produciendo daño, injusticia y muerte a otros y a sí mismos; recordemos que el engañador tuvo éxito en el Edén y logró que la primera familia fuera echada lejos del Huerto, hoy muchos mienten, pero mañana serán echados fuera y eternamente separados de Dios, con lloro y crujir de dientes, Porque los cobardes, los incrédulos, los odiosos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería, los que adoran falsos dioses, y todos los mentirosos, irán al lago de azufre ardiente, que es la condenación eterna, Apocalipsis 21:8.

Satanás ha hecho pulular el espíritu de mentira desviando y desvirtuando la verdad de Dios, manipulando al mundo con toda clase de falsedad y engaño debido al egoísmo, la soberbia, la envidia, la codicia y toda la maldad del corazón del hombre, maldad que él mismo ha sembrado en miles de seres humanos; este enemigo desea que la gente se centre en sí misma intentando destruir las vidas y condenar las almas. Porque del corazón provienen los malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias. Mateo 15:19.

Un mentiroso aparenta y pone máscaras queriendo despertar lastima para sacar algún provecho, un mentiroso exagera la realidad para hacer caer a otros en las redes de sus mentiras que parecen verdad, el mentiroso minimiza su pecado y hace ver lo malo como bueno, y los mentirosos evaden la responsabilidad de sus actos porque no quieren pagar el precio. Los labios mentirosos son abominación al SEÑOR, pero los que obran fielmente son su deleite. Proverbios 12:22.

El mentiroso cree ser más listo que otros y abusa de los crédulos, los confiados e incautos porque de ambos lados hay gente que carece de integridad, pero al final todo mentiroso es descubierto y su reputación queda por el suelo; el mentiroso en su afán de salirse con la suya, no calcula bien las consecuencias y al terminar su película todo sale a la luz; los mentirosos crean falsas expectativas para asaltar la buena fe de sus conocidos y sacar provecho en los negocios que parecen lícitos; el mentiroso se va envolviendo en su red de la cual difícilmente podrá salir, a menos que se arrepiente y se detenga a tiempo, pero definitivamente habrá perdido porque le quedarán las consecuencias y nadie confiará en él. En cuanto a la pasada manera de vivir, despójense del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renuévense en el espíritu de su mente, para que puedan vestirse del nuevo hombre creado a la manera de Dios, en la justicia y la santidad de la verdad, Efesios 4:22-24.

Así como la verdad nos proporciona resultados maravillosos, la mentira produce consecuencias nefastas; hablar con la verdad nos proporciona salud, seguridad personal, buenas relaciones y poder en nuestras palabras. Pero mentir genera ansiedad, desazón y angustia que generan enfermedad y cambios negativos en el organismo: se aumenta la presión arterial, se disminuyen las defensas, se afecta la piel, hay aumento del ritmo respiratorio y cardiaco, sudoración, nerviosismo, cambios en el rostro, etc., pues la mentira es contraria a la naturaleza serena de Dios y Él aborrece toda clase de engaño, y además, la mentira dura poco, Proverbios 12:19, es vergonzoso lo que se hace en oculto, Efesios 5:8-10, seamos santos en la manera de vivir. Y YO les digo que de cualquier cosa que digan, sea verdad o mentira, darán cuentas a Dios. Mateo 5:37.

Si somos pueblo de Dios, tenemos que vivir en la verdad, aunque a algunos les parezca que mentir es inofensivo y nada grave, pero es pecado e iniquidad por oponerse a la verdad que Dios establece y ordena, pues todo mentiroso se pone en contra de Dios, que es la Verdad; debido a la vida de engaño muchas personas se enferman, tienen dolores y manifiestan alteraciones sicofisiológicas como un detector del pecado y la iniquidad que se queda en el alma afectando el cuerpo y la vida. Mientras callése envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día…Se volvió mi verdor en sequedales de verano. Mi pecado te confesé y no encubrí mi iniquidad. Dije: confesaré mis transgresiones a YHWH; y Tú perdonaste la maldad de mi pecado, Salmos 32:3-5.

Cuando vivimos en la verdad, todo nuestro ser integral se llena de salud, luz y espiritualidad manteniendo sano y descansado nuestro organismo que funciona con normalidad; mentir NO trae nada bueno, engañar exponemos todo nuestro ser a tensiones y cargas innecesarias que solo se acabarán cuando abracemos la verdad completa y fielmente, así que tampoco se deben decir verdades a medias porque eso también es mentir. SEÑOR, líbrame de los labios mentirosos y de las lenguas fraudulentas. Salmos 120:2.

El precio que cobra la mentira, el engaño y la falsedad varía según el código moral de las personas, la conciencia los acusará o los defenderá, haciendo que experimenten calma o desazón; dependiendo de la verdad o la mentira que vive la persona, y así resulta su calidad de vida y autenticidad. Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, acusándolos o defendiéndolos en sus razonamientos, Romanos 2:5. La voz de la conciencia es la voz de Dios alertándonos a ser puros y sinceros para no morir en pecado.

La intención de este mandamiento es protegernos contra la iniquidad de la mentira, evitar hacer falsos juramentos y promesas que no podamos cumplir, que seamos verdaderamente sinceros y puros para que podamos vivir y hacer justicia con autoridad moral y confiar unos en otros, pues, la verdad es divina porque es Dios quien sustenta la verdad absoluta, e inmutable, que permanece y no cambia asi como lo es Dios; la verdad es objetiva porque siempre busca el bien común; es singular, porque solo UNO es la verdad y la verdad es imperativa porque es un principio que emana con divina autoridad...Refrena tu lengua del mal, y tus labios dejen de profetir engaño. Salmos 34:14.

Rescatemos el diseño de Dios en la verdad la cual provoca justicia y paz para enraizar nuestra vida a la santidad e integridad en todo tiempo y bajo toda circunstancia, que realmente seamos luz y sal de la tierra y al final NO ser juzgados como mentirosos y enemigos de Dios. Romanos 2:17-21. Dios nos ordena vivir en la verdad y la rectitud al 100% para evitarnos grandes males, espirituales y físicos, pues la mentira acarrea confusión y extravío, pero nuestro fundamento es la Roca inamovible de la Verdad y en ella debemos vivir y movernos. Si tenemos comunión con Él, ponemos en práctica la verdad. 1 Juan 1:6.

La verdad debe ser la base de nuestra relación con Dios, consigo mismos y con los semejantes, así se construyen lazos de confianza sobre el principio poderoso y eterno de la verdad, que nos permite gozar de credibilidad, pero la mentira construye sobre la arena y bajo una nube de duda e incertidumbre que flota sobre la atmósfera. Con Cristo en el centro de nuestra vida diaria, con firmeza y valentía, vivamos la verdad para ser distinguidos por la rectitud y disfrutemos de enormes bendiciones mientras transitamos por este valle. YHWH, no retengas de mí, tus misericordias; tu misericordia y tu verdad me guarden siempre, Salmos 40:11.

La verdad protege, guía, libera, santifica y nos mantiene puros ante Dios, dignos ante los demás y seguros con nosotros mismos. Necesitamos reconstruir la civilización actual sobre la base de la verdad, la honestidad y la rectitud; es urgente destruir la fortaleza de la mentira y derribar al hombre fuerte del engaño, en todas las áreas de la vida de hogar, las instituciones de gobierno y las naciones, para que se recupere la vida placentera de acuerdo al diseñó de Dios para sus hijos, su pueblo, sus criaturas y su universo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Como Tú me enviaste al mundo, así YO los he enviado al mundo. Y por ellos YO me santifico a Mi mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. Juan 17:17-19.

Los malvados e inicuos son los que rechazan, tuercen, suprimen, cambian, desvían, se oponen y se levantan contra la verdad, ¡venzamos toda mentira con la verdad! Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.  Pero evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. La palabra de mentira carcome como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, que se desviaron de la verdad…y trastornan la fe de algunos. 2 Timoteo 2:14-17. Amén.

Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino eterno.