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17 nov 2015

RADICALES Y GENUINOS


RADICALES Y GENUINOS PARA ACTÚAR CONTRA LA FALSEDAD QUE PULULA

Porque tenemos a nuestro alrededor una nube de testigos, debemos demostrar nuestra fe, dejando de lado todo lo que estorba y el pecado que nos enreda; corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante; esto lo podemos hacer si tenemos fija la mirada en Jesucristo, el Campeón que origina y perfecciona nuestra fe. Hebreos 12:1.

YO, Jesús, he enviado a mi ángel a fin de darles testimonio de estas cosas a las iglesias. YO SOY la raíz y la descendencia de David, el lucero resplandeciente de la mañana. Apocalipsis 22:16.

Así que si alguno dice: Yo amo a Dios, pero aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿Cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 1 Juan 4:20.

¿Qué significa ser radicales en el Dios vivo, real y verdadero? Significa que Él es nuestro asidero continuo, nuestra prioridad y el centro de la vida, donde a cada paso estamos totalmente rendidos y entregados a Jesucristo para servir al reino y adorar al Padre, dejándonos guiar y gobernar por el Espíritu Santo que es nuestro ayudador; lo radical está relacionado en su conexión con la raíz, donde se adhiere y se une para no soltarse jamás y así tener vida, como lo hace una planta o un árbol en la tierra, que crece normal, total y sanamente; nosotros los creyentes en Cristo somos comparados por Dios como árboles plantado en su casa para hacer justicia. Somos árboles plantados junto a corrientes de agua, ( que es Espíritu Santo que nos posee), para dar fruto a su tiempo, y sus hojas no caen (nuestra fe y fortaleza no caen); y todo lo que hacemos prospera. Salmos 1:3.

Nuestra raíz y unión de origen es nuestro Creador y Salvador, a Él nos enraizamos por el amor que brota desde nuestro corazón, con pensamientos fijos en la persona de Jesús, perseverando en el conocimiento de las Escrituras y la oración diaría que nos renueva, nos afirma, y nos hacen fuertes y sólidos en la fe de Dios para dar mucho fruto en el lugar que Dios nos asigna. La fe llega a ser radical en una vida espíritual determinada, pero que se renueva a cada paso en su vida natural que se mantiene yendo hacía mayores alturas de cambio y transformación al estilo de Dios y bajo las alas del Espíritu, que nos ayuda para tener un comportamiento santo y unas actitudes coherentes con la fe que profesamos, pues en verdad hemos nacido de nuevo al aceptar y creer en Dios y a Jesucristo de Nazaret. Atráiganse profundamente en Jesucristo y edifiquen toda su vida sobre Él. Entonces la fe de ustedes se fortalecerá en la verdad que se les enseñó, entonces rebosarán de gratitud. Colosenses 2:7. 

La fe del cristiano genuino es radical porque echa profundas raíces en la obra redentora del Amado Salvador Jesucristo, nuestro SEÑOR, y basamos nuestra existencia solo en Él, su ejemplo y sus enseñanzas, asi resulta fácil quitar los ojos del mundo y cerrar el oído a lo que dice la gente del mundo. Nosotros pertenecemos a Cristo, y Cristo pertenece al Padre. 1 Corintios 3:23

Nuestra radicalidad tiene que ver con la persona de Jesús donde descansa nuestra fe, seguridad y confianza; la fe del cristiano es genuina y guarda lealtad con el Hijo de Dios, que salió a nuestro encuentro y nos hizo nacer de nuevo, Él es nuestra raíz que con su Espíritu y la palabra nos hace gente de fe radical; nuestro conocimiento de Dios es la firmeza de árboles arraigados, enraizados y cimentados en Aquel que es el Creador el universo: El GRAN YO SOY, SEÑOR del universo y Salvador de las almas que le hemos creído, y que lo amamos intensamente, demostrando con actos reales nuestra fe obediente al amor y la humildad. El hombre no se afianzará por medio de la impiedad, y la raíz de los justos no será removida. Proverbios 12:3.

El SEÑOR es el Edificador en quien hemos depositado nuestra confianza porque Él es el Mayor de toda la creación; aunque nuestra fe en el SEÑOR es intangible, es visible y palpable en una espiritualidad genuina y santa, con obras de misericordia que demuestran nuestro amor, fidelidad y seguridad en Cristo Jesús, de quien somos y a quien pertenecemos por el Espíritu Santo. Él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo; somos ovejas de su prado. Escuchen hoy lo que él les dice. Salmos 95:7.

La vida del cristiano es una continua baralla de fe y confianza en Dios, aunque nuestro Padre celestial continuamente nos regala momentos de gozo, paz y felicidad, hay tiempos donde arrecía la batalla debido al mover del mundo, las tinieblas y de quienes siguen en su pecado, ahí es cuando necesitamos firmeza y radicalidad de fe en acción para vivir por ella; si nos mantenemos arraigados y fuertes en Cristo, damos pasos de fe firmes y sin dudar, especialmente en los momentos álgidos de la cotidianidad, para no torcernos ni a la derecha ni a la izquierda, sino caminar Con Pasos Firmes en Dios por la senda angosta de pureza, verdad y esperanza, eso es ser radicales. Manténganse alerta, permanezcan firmes en la fe, sean valientes y fuertes. 1 Corintios 16:13.

Sin lugar a dudas, ha acrecentado el tiempo donde vivimos constantemente rodeados de acechanzas, peligros, falsedad, traición y engaño por falta de fe obediente y firme a la verdad de Dios, donde muchos esconden sus intenciones y viven una espiritualidad a medias; hay gente que para convencer a otros usan palabrería, pero sus hechos y acciones dicen lo que son, porque no hacen obras genuinas ni auténticas de justicia, verdad y libertad, especialmente lo vemos desde los entes gubernamentales; en la politiquería gran número de casos no son legítimos de justicia, y por tanto, ilegales ayudados por los medios que no son honestos, sino que hablan y dan noticias según les conviene. Escucha la palabra, oh rey de Judá, tú, tus siervos y tu pueblo. Así dice el SEÑOR: practiquen el derecho y la justicia, y liberen al despojado de manos del opresor. No maltraten ni hagan violencia ...Jeremías 22:2-3.

La fe radical no es observadora ni se queda quieta en medio de la tormenta, sino que por fe y las fuerzas en Dios, actuamos conforme al ejemplo de Jesús y acciones a la luz de la palabra, guíados por el Espíritu y puestos los ojos en el galardón eterno. Porque tenemos a nuestro alrededor una nube de testigos, debemos demostrar nuestra fe, dejando de lado todo lo que estorba y el pecado que nos enreda; corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante; esto lo podemos hacer si tenemos fija la mirada en Jesucristo, el Campeón que inicia y perfecciona nuestra fe. Hebreos 12:1.

Llegó la hora de ser radicales como Josías, que reunió al pueblo para exhortarlo, enseñarlo y hacer que se derribaran los altares y se destrosaran las imagenes de los idolos, haciendo grandes reformas para volverse a único y verdadero Dios para adorarlo, 2 Reyes 23:4-20, 2 Crónicas 34:2-7; porque la esfera de la fe no es mera palabrería ni manejo de máscaras ni manipulación de la palabra viva, son acciones claras y concretas de justicia y verdad visibles en Dios para producir confianza, y que otros lleguen a Jesús, el Fundamento de nuestra fe; la palabra de Dios nos enseña a identificar tanto la verdad como la mentira, mediante el discernimiento y dirigidos por el Espíritu que nos da de su sabiduría, Él es quien nos provee los dones que nos dan certeza para conocer el trasfondo de las cosas. Mi raíz se extiende hacia las aguas, y el rocio se deposita en la noche sobre mis ramas. Conmigo está siempre una nueva gloria y el arco en mi mano se renueva. Job 29:19-20.

Necesitamos ser radicales cuando vemos que la verdad y la mentira se mezclan, al igual que la maldad con la bondad, a causa de las tinieblas que avanzan y empieza a escacear la luz entre los justo, pero recordemos que sal y Luz, somos lámparas que alumbran en medio de las tinieblas del engaño que pulula en el mundo gobernado por su príncipe de la oscuridad. Efesios 2:2; Exhorto, pues, ante todo que se hagan plegarias, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por los gobernantes y los que están en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignida  1 Timoteo 2:1-2.

La fe intangible e invisible al ojo y el tacto humano, es perceptible con los sentidos del Espíritu, la podemos sentir y vivir; es precisamente nuestra profunda relación con el Espíritu Santo lo que nos hace fuertes, audaces, temerarios, valientes, decididos, intrépidos y atrevidos para hacer cosas que otros no harían, todo porque hemos creído radicalmente a las promesas del Padre, lo conocemos y sabemos que Él nunca va a fallar, sino que nos va a respaldar si estamos trabajando para su reino, tras los pasos de Jesús y en honor de su nombre para bendición de todos. Así que no temas, porque YO estoy contigo; no te angusties, porque YO SOY tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. Isaías 41:10.

En ocasiones nos sentimos pequeños como niños indefensos, pero recuperamos la risa y la tranquilidad cuando sabemos que somos amados y protegidos por el Padre, Él es nuestro escudo gigante de afecto y protección firme; es muy fácil decir que somos gente de fe cuando todo funciona bien, pero la fe debe ser probada para saber si en verdad somos radicales para con Dios, porque la fe férrea y firme descansa en Dios, abandonados en sus brazos del Maestro y vivimos en su perfecta voluntad, eso es lo que nos lleva a tomar riesgos para seguir marchando sin temor alguno a pesar de lo oscuro que sea el horizonte; esa fue la clase de fe que vivió el apóstol para decir: He peleado la batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. 2 Timoteo 4:7.

También lo podemos decir nosotros; recuerdo algunas veces cuando empezaba a escuchar la voz de Dios que me mandaba a hacer algo, al principio me detenía a mirar a mi alrededor, pero después iba decididamente a obedecer al SEÑOR, así vi milagros y sanidades y la gloria del SEÑOR. Y ahora, tal com9 avanza la historia, requerimos una fe radical, una fe firma y una fe audaz, porque vendrán momentos de densas tinieblas, persecución e incertidumbre, es el momento de empezar a SER firmes sin desmayar y permanecer inamovibles así tengamos que morir, esa ha sido a través de la historia, la clase de fe de los cristianos mártires, y la fe radical agrada a Dios y produce triunfos sobre los obstáculos y las tormentas; nuestra fe debe ser una fe de fuego que nos lleve de victoria en victoria y de poder en poder an la obra de Cristo. Todo lo puedo en Cristo, porque Él es mi fortaleza. Filipenses 4:14. 

Vivamos la fe genuina no palabreríasTodas estas personas murieron creyendo lo que Dios les había prometido, lo vieron desde lejos y lo aceptaron con gusto. Sabiendo que eran extranjeros en este mundo. Hebreos 11:13Aunque no gozaron como cualquier humano lo espera, cumplieron el mandato de Dios y lo agradaron.

Para muchos hablar no es fácil, sino que les cuesta, pero para otros les resulta normal, sin embargo, debemos saber que no todos los que se identifican con la cruz o el pez son seguidores de Cristo, ni todos los templos que vemos son verdaderas casas de Dios; la fe genuina se demuestra con hechos y acciones concretas del amor, verdad, justicia y rectitud que honran a Dios. Amados hermanos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fe, si no lo demuestra con sus acciones? ¿Puede esa clase de fe salvar a alguien? Santiago 2:14.

Si amamos a Dios lo demostramos amando al prójimo; nuestra lucha no es entre nosotros, sino contra enemigos espirituales, contra ellos es nuestra lucha en oración, ayuno y clamor. No luchamos contra enemigos de carne y hueso, , sino contra gobernadores malignos  y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas del mundo tenebroso, y contra espíritu malignos del segundo cielo. Efesios 6:12.

Fe radical, NO emociones ni sentimientos del momentoManténgase despiertos y oren, para que no caigan en tentación. Ustedes tienen buena voluntad, pero son débiles. Mateo 26:41.

No podemos confundir los sentimientos y las emociones con la fe; muchos se emocionan con una alabanza, se enardecen con un mensaje, pero si se enfrentan ante las tinieblas se asustan y no saben qué hacer, y eso no es fe radical, pues la fe radical es audaz, valiente y sabia en Dios.

Por lo tanto, debemos hacernos fuertes para cuidar y velar no solo por nuestro bienestar, sino por el bien de la humanidad obedeciendo con valentía a Dios que nos manda a hacer guerra espiritual. Todo lo que sintamos y atemorice, será emoción del momento, la fe nos pone en acción, la fe nos pone a luchar en el espíritu para confesar la verdad de Dios mostrando con obras reales y espirituales que somos verdaderos soldados de Cristo. No solo escuchen la palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica, de lo contrario solamente se engañan a sí mismos. Santiago 1:22.

Fe radical No es pensamiento fugaz. SEÑOR, Tú conservas en paz a los de carácter firme que piensan en Ti, porque así demuestran su confíanza en Ti. Isaías 26:3.   Todos somos bombardeados con ideas y pensamientos, y en lo que estemos mal parados, eso será lo que nos domine.

Si nuestros pensamientos dominantes se enfocan en obtener lo material del mundo, entonces nuestras fuerzas y acciones, se reforzarán en lo que queremos obtener, y está bien pensar en trabajar por una buena existencia, pero la fe, más que un pensamiento fugaz, es vida de espiritualidad genuina y aterrizada en la palabra para actuar en conformidad con Dios, confiando en lo que Él ya dicho que puede hacer, comprometidos en lo que nos corresponde llevar a cabo, sin ir a los extremos. Si tenemos fe del tamaño de un grano de mostaza, podemos decir a ese monte: desarráigate y plántate en el mar, y nos obedecerá. Lucas 17:6.

Necesitamos renovar el espíritu de fe día a día para ver lo que esperamos en Dios y para asegurarnos que pensamos y actuamos conforme al deseo de Él; en todo, aún en los detalles, debemos consultar a Dios para actuar, eso es fe que confía; en la medida que cambiamos nuestra manera de acerca de Dios, las circunstancias, las personas y las situaciones serán nuevas respecto a nosotros; es por eso que debemos echar fuera para siempre todo pensamiento sucio, de condenación y de odio, pues todo eso se opone a Dios y nos impide mantener la mente en Él. Una cosa importante amados hermanos. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello, y todo lo que es admirable. Piensen en cosa excelentes y dignas de alabanza. Filipenses 4:8.

Vivir por fe no es mantener un viaje intelectual que acumula conocimiento, fe es un andar diario de la mano con el Espíritu Santo, que nos da de lo suyo para no desviarnos, pero también para descubrir la verdad de lo que vivimos, escuchamos y experimentamos para hacer obras que proclamen la gloria y justicia de Dios. Lo que creemos, pensamos y visionamos, se conviertirá en la base de lo que experimentamos en la vida, sea bueno o negativo, conservemos los pensamientos de Dios. Mostramos nuestra verdadera fe con buenas acciones. Santiago 2:18.

La fe no es solo una creencia. Hay muchos que creen en Dios, pero no le creen a Dios, creen en su palabra, pero no la viven; otros recitan versículos y hablan teología, pero no viven una espiritualidad genuina acorde a Dios y su palabra, hasta los demonios creen y tiemblan, pero ellos son los enemigos acérrimos de lo santo. La vida de fe radical requiere de evidencias del fruto en el Espíritu y genuino arrepentimiento y abandono del pecado en obediencia a los mandamientos; debemos mostrar acciones claras y precisas donde otros pueden ver y oír al SEÑOR, no a nosotros. Tú tienes fe porque crees que hay un solo Dios. ¡Bien Hecho! Aún los demonios lo creen, pero tiemblan aterrorizados. ¡Qué tontería!  ¿Acaso no te das cuenta que la fe sin obras es inútil? Santiago 2:19-20.

Algunas personas dicen ser creyentes pero podrían tener en peligro su salvación, porque tienen a Jesús en el intelecto o conciben un Jesús histórico, pero los cristianos radicales son genuinos de los pies a la cabeza, porque guardan su mente en Dios, guardan su palabra en el corazón y con todo su ser desbordan amor, afecto y respeto, así se conserva una fe activa, inteligente, aterrizada y visible. No todo el que dice SEÑOR es hijo de DiosMateo 7:21. Si hay persecución y nos agarran presos, ¿tendremos evidencias de fe? La fe arde por el Espíritu en nuestro interior, es fuego de Dios que consume nuestra naturaleza carnal y se duele por el que sufre y defiende la causa del débil, el huérfano y las viudas; la fe radical habla la verdad de Dios con hechos, sea para bendición de los justos o sentencia de la impiedad.

OREMOS: Amado Rey y SEÑOR de mi alma, vengo delante de Ti, para pedirte perdón por todos mis pecados, errores y desaciertos; guíame en tu justicia y amor para c9nservar en Tí una fe radical que proclame toda tu verdad, justicia y rectitud, poniendo mi fe en acción para ver tu gloria conforme a tu voluntad y misericordia. Por lo tanto, hermanos, sean firmes y constantes creciendo en la obra del SEÑOR, porque nuestro trabajo en el SEÑOR no es en vano. 1 Corintios 15:58. Amén.

Lic. MEHC hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora d su reino.





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