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27 ene 2018

#27-¿SOMOS O PARECEMOS?


#27- ¿SOMOS HIJOS DE DIOS
 O PARECEMOS?
Dios desecha a los se que dicen ser suyos y no lo son

Todos nosotros vivíamos en otro tiempo, siguiendo nuestros malos deseos, haciendo la voluntad de nuestra naturaleza pecadora y de nuestros pensamientos. Y éramos por naturaleza hijos de ira lo mismo que los demás; merecíamos el terrible castigo de Dios igual que los demás, Efesios 2:3.

Me serán, pues, santos, porque YO el Señor, SOY santo y los he apartado de los pueblos para que sean míos, Levítico 29:26.

Hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios, y alcancemos la condición y madurez de un ser humano, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, Efesios 4:13.

Definitivamente el amor y la paciencia del Padre Eterno son increíbles y maravillosos, Él insiste en hablarnos para hacernos reaccionar, para que recapacitemos, para que nos examinemos y nos transformemos en Cristo y su Evangelio, aún sigue con sus reconciliadores brazos abiertos diciendo: Vengan, vamos a discutir este asunto. Aunque sus pecados sean negros como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueran rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana, Si aceptan ser obedientes comerán de lo mejor que produce la tierra, Isaías 1:18-19.

El misericordioso y amoroso Señor repite su palabra una y otra vez, porque sorprendentemente gran mayoría de sus hijos, su pueblo, su iglesia sigue dividida, siguen escarneciéndose unos a otros, siguen sembrando cizaña, siguen habiendo cabras y lobos en medio de las ovejas, no se dan cuenta que parten el corazón del Padre y lastiman a Aquel que murió por su salvación, Pues ¿no creen ustedes que mucho mayor castigo merecen los que pisotean al Hijo de Dios y desprecian su sangre, lo que insultan al Espíritu Santo de Dios que los ama? Esa sangre que confirma la alianza, y con ella han sido consagrados, Hebreos 10:19. ¿Por qué insisten en su pecado?

El anhelo ardiente de Dios es que sus hijos reflejen verdaderamente la imagen y semejanza del carácter de su Hijo, lo cual significa andar en el Espíritu para poder discernir los tiempos y los movimientos, del mismo modo significa vivenciar un corazón sincero y limpio de hijos que aman al Padre, trabajan, luchan y se esfuerzan unidos por alcanzar la estatura de Jesucristo. Esa estatura está representada en santidad e integridad ante cualquier circunstancia, no podemos seguir viviendo en la vieja naturaleza que nos esclavizó por mucho tiempo y nos llenó de dolor, ira y resentimiento contra nuestros semejantes, peor aún, contra nuestros propios hermanos; sin darse cuenta, muchos creyentes, se causan daño a si mismos, se roban las bendiciones y podrían perderse finalmente, Si crees estar firme, ten cuidado de no resbalar y caer, 1 Corintios 10:12.

Todo verdadero hijo de Dios debe entender que el Arquitecto perfecto, el Alfarero divino mueve y permite constantes y variadas circunstancias para transformar, pulir y santificar nuestro carácter, que todo lo que sucede día a día son herramientas que Dios usa para educarnos, romper moldes, derribar estructuras, cambiar modos de pensar, acabar con la competencia y el egoísmo mostrados en esas malas maneras de expresarnos y tratarnos unos a otros, tengan cuidado, porque si ustedes se muerden y se comen unos a otros, llegarán a destruirse entre ustedes mismos, Gálatas 5:15.

El corazón del Padre está dolido y Jesús llora al ver la actitud de un pueblo rebelde, desobediente, perezoso, necio y lleno de críticas maliciosas, gente que persiste en su maldad, deberían recibir castigo, y sin embargo del corazón amoroso del Padre sigue brotando amor y bondad para llamar al arrepentimiento y al cambio de aquellos por los cuales no escatimó a su Hijo, sino que lo entregó con todo su amor para redimirlos en su sangre, Porque somos nosotros los hijos de Dios los que damos a conocer a Cristo a todos a nuestro alrededor...Colosenses 1:28.¡Qué gran responsabilidad!

La manera de vivir de cada cristiano, afecta el testimonio y toda la vida de la iglesia, Somos cada uno en particular llamados y responsabilizados para aconsejar y enseñar con toda sabiduría y amor lo que Dios es, y un día tendremos que presentarlos a dar cuenta de nuestra labor; tenemos que madurar, no podemos conformarnos con menos, Si reparto todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entrego todo mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve, 1 Corintios 13:3.

Si hemos nacido en Cristo a la dimensión de la vida espiritual, no podemos seguir en la carne, podemos renacer en un momento, pero hemos ido madurando paso a paso en la regeneración que Dios hace sobre nuestra alma cuando nos rendimos y disponemos a Él, es algo que debe hacernos verdaderos conquistadores de nuestra propia vida poniendo voluntad, conservando amistad con Cristo y amando a nuestros semejantes. Ustedes deben procurar los mejores dones, pero YO les enseñaré el camino más excelente, 1 Corintios 12:31.El amor de Dios en un cristiano maduro es el camino más excelente, enseñado en el capítulo 13 siguiente. El amor de Dios es superioridad espiritual que debe hacer la diferencia en nosotros, entre nosotros y afuera de nosotros.

La presencia de Dios debe ser evidente en cada uno de nosotros, si somos templos del Espíritu, Él ha ido limpiando nuestro ser interior, y expulsado todo lo que no es de Dios ni le agrada a Él; no podemos decir que somos hijos de Dios y discípulos de Cristo si seguimos mintiendo, si seguimos escarneciendo, si seguimos sembrando división, si en vez de ser instrumentos de Dios muchos son instrumentos del diablo, si en vez de bendecir, maldicen, si en vez de dar amor siembran veneno; si en vez de ser humildes son arrogantes, si en vez de ser generosos son egoístas y envidiosos; tarde o temprano su maldad alcanza al pecador, tarde o temprano la ira de Dios se dejará ver en sus vidas, por favor, les suplico con el corazón, se los digo con lágrimas, no más, no sigan jugando al cristiano, o somos o no somos, o sirves a Cristo o sirves al diablo, o te salvas o te condenas. ¡Basta!

Por cuanto llamé y no quisieron oír, extendí mi mano y no hubo quien entendiera, sino que desecharon todo consejo mío y mi reprensión no aceptaron. También YO me reiré de su calamidad, y me burlaré cuando les venga lo que temen; cuando venga la destrucción que temen, y su calamidad les llegue como un torbellino; cuando sobre ustedes venga tribulación y angustia. Entonces me llamarán y no responderé; me buscarán de mañana y no me hallarán. Porque aborrecieron Mi sabiduría, y no escogieron el temor de YHWH. No quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía, comerán del fruto de su camino, y serán hastiados de sus propios consejos. Porque el desvío de los ignorantes los matará, y la prosperidad de los necios los echará a perder, Proverbios 1:24-32.

Ustedes se levantan contra mis designios, sin darse cuenta están peleando contra Mí, se rebelan y señalan perversamente a quienes yo levanto, ustedes están rebelándose contra Mí, y si persisten en su malvado corazón y no arrepienten, vendrán mis juicios, y ellos empezarán por mi casa, nos sean como aquellos que se rebelaron en la antigüedad, y perecieron, Porque si esto es cosa de Dios, no podrán ustedes vencerlos. Tengan cuidado, no se vayan a encontrar luchando contra Dios…Hechos 5:39.

Números 16 es un ejemplo y una advertencia para los que siguen dividiendo, sembrando cizaña y envenenando al pueblo de Dios.  

Te aconsejo que leas cuidadosamente Números 16.

La gran realidad es que muchos ignoran, que nadie podrá ir al cielo haciendo lo contrario a la palabra de Dios. No existe un sitio medio después de la muerte, así que ni misas ni oraciones ni ninguna otra cosa sacará de su lugar a los muertos. La única manera de ser salvos es a través de Jesucristo, y es mientras vivimos que decidimos creerle y recibirlo como SEÑOR y Salvador, con Él decidimos ir al cielo, sin Él, muchos irán al infierno porque siguen haciendo los que les da la regalada gana, se gozan haciendo su propia voluntad dejando a Dios a un lado y viven en vanidades ilusorias y temporales, dándole gusto a su cuerpo; así que, si no has tenido un encuentro personal con Jesucristo, lamentablemente te condenarás. Arrepiéntete, abandona tu pecado y vuélvete a Dios, entrégale tu vida y vive para obedecer su palabra llena de principios y virtudes que nos hacen responsables de sí mismo.

Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino     



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