ARRANCAMOS CON LA SEGUNDA ETAPA
50 DÍAS DE AYUNO Y ORACIÓN
REGIÓN PACÍFICA ENERO 11 AL 20
DE 2018
ARREENTIMIENTO Y RENOVACIÓN DEL LLAMADO
Dios ha puesto una base que permanece
firme, en la cual está escrito: El Señor conoce a los que le pertenecen, y
todos los que invocan el nombre del Señor deben apartarse de la maldad, 2
Timoteo 2:19.
Así que arrepiéntase, cambien su
manera de pensar y de vivir, vuélvanse al Señor para que Él perdone sus pecados
y vengan para ustedes tiempos de descanso de parte del Padre, Hechos 3:19.
Cuando
venimos arrepentidos ante nuestro Dios Santo, vamos adoloridos mencionando los
pecados tal como son de horribles, por eso se los contamos con los términos más
fuertes y peores porque hay humillación y bajamos hasta el polvo ante la
realidad de nuestra suciedad y la santidad de Él.
La
falta de arrepentimiento nos mantiene atados a las perspectivas terrenales
porque no estamos inconscientes de la magnitud y la dimensión de la gloria en que Jesús vive ni lo alejados que estamos de Él; la falta de arrepentimiento nos separa de su gracia y no
podemos alcanzar la excelencia de su santidad. Necesitamos arrepentirnos
radical, rápido y continuamente delante del Santo. Arrepentirnos nos renueva y abre
el canal a la íntima comunión con YHWH.
El
arrepentimiento nos permite confesar nuestra incredulidad y la dureza de
corazón; el arrepentimiento no es solo para los pecados groseros de
mentira, fornicación, adulterio, robo, pornografía, impurezas sexuales, odio, o borracheras que son pecados visibles y obvios que no
necesitan la convicción del Espíritu Santo para saber que estamos sucios y apartados
del Señor y que desobedecemos su palabra, arrepentimiento es para esos pecados y otros que se esconden a la vista, aún de nosotros mismos, la palabra de Dios junto con el Espíritu Santo nos revelan todo lo que hay en nuestro corazon de manera evidente, asi que no tenemos excusa ante la maldad visible o escondida, Salmos 19:12..
Una
conciencia limpia y sincera no puede notarse hasta que los pecados de iniquidad
sean evidentes y obvios, es por eso que el arrepentimiento rápido y radical de
las iniquidades es para los miembros del cuerpo de Cristo que han abandonado el
viejo estilo de vida del mundo, han nacido de nuevo, se han bautizado y sienten
dolor de las faltas ocultas, faltas que no vemos con facilidad, porque son
los residuos malvados de nuestra vieja naturaleza caída que de vez en cuando
afloran ante ciertas circunstancias y momentos de la vida, es el caso de la ira
de Moisés cuando golpeó dos veces la roca en vez de hablarle, se dejó mover de
su santidad ante la dureza y desobediencia del pueblo, ¿Quién
se da cuenta de sus propios errores? ¡Señor, perdóname de mis faltas ocultas! Salmos
19:12.
Estos
pecados son los que empañan nuestros pensamientos, motivos sentimientos,
reacciones, actitudes y deseos; son esas pequeñas zorras que echan a perder
grandes vides, porque sutilmente nos envuelven en pecados como el orgullo, la
ira, la ambición, la envidia, los celos, la rebeldía, el orgullo, la incredulidad, el
egoísmo, el resentimientos y otros más que son iniquidad oculta arrinconada en
lo profundo del corazón y que inevitablemente solo la ayuda de Dios nos hace descubrirlos
y sacarlos a la luz, es por eso que no podemos arrepentirnos de ellos con facilidad
necesitando un continuo trato y proceso en Dios para morir a ellos.
Es
el Espíritu Santo quien revela lo oculto y nos convence de pecado, justicia y
juicio. Porque Él tiene muchas formas de traer a la superficie las maldades
ocultas para que podamos verlas, reconocerlas y sacarlas para que sean quemadas
en el fuego santo del altar de Dios porque continuamente salen de nuestra boca
contaminada, Y la lengua es un fuego, un mundo de
iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina
todo el cuerpo, es encendida por el infierno e inflama el curso de nuestra
vida, Santiago 3:6..El
diablo como león rugiente está atento a lo que decimos para usarlo en nuestra
contra.
Cristo
nos conoce y es el Gran Sumo Sacerdote, el abogado perfecto que nos ayuda a
apartarnos de la iniquidad cuando reconocemos en el lugar secreto las faltas reveladas
y contemplamos la belleza de su santidad, así es como nos podemos ver tal como
somos; lloraremos arrepentidos y su maravillosa luz nos inundará para
experimentar su perdón y aceptación incondicional a pesar de nuestra debilidad,
pero a la vez con un firme compromiso hacia Él, permitiéndole que me moldee a
su imagen y semejanza.
Para
los discípulos amigos de Jesús, ese es el momento perfecto de alejarse de todo
aquello que nos impide manifestarle nuestro amor con libertad, como motor que
nos profundiza en una mayor amistad con Él. Porque el fundamento
confiable de Dios está firme, teniendo este sello, conoce YHWH a los que son
suyos; y: apártese de iniquidad todo aquel que invoca su nombre, 2 Timoteo
2:19-21.
Cuando
nos arrepentimos prontamente de la iniquidad que la palabra de Dios nos revela al
escudriñarla, experimentamos la complacencia del Padre de manera palpable, la
pureza de su presencia y la luz de su rostro penetra nuestros corazones y nos
hace sentir deleite y paz ante la limpieza y sensibilidad de nuestra alma, ahí nos
sentimos como oro refinado en el fuego de Dios, Esto dice el Hijo de
Dios, el que tiene los ojos como llamas de fuego y los pies como bronce pulido Apocalipsis
3:18.
El
arrepentimiento rápido nos hace vasos de uso digno, vasos de oro y de plata,
útiles a los nobles propósitos del Alfarero y Maestro divino, En
una casa grande, no solo hay vasos de oro y de plata, sino también de madera y
de barro, unos son para usos especiales de honra y otros para uso común, 2
Timoteo 2:20,
Los que se resisten al arrepentimiento, pasan a ser simples vasos de madera y
de barro, útiles solo en propósitos sin honor ni honra, que se quedan solo
recogiendo la basura y limpiando lo sucio, no avanzan y quedan estáticos.
Mg.
MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
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