DÍA # 5 AYUNO Y
ORACIÓN NACIONAL
CONTRA TODA HECHICERÍA
Porque ninguna
brujería pude tocar al pueblo de Dios, ningún hechizo ni adivinación puede
ejercer poder contra Israel (Iglesia). Porque se dirá del pueblo del Señor:
¡Miren qué maravillas ha hecho Dios con ellos! El pueblo del Señor se levantará
amenazante como un león, y no descansará hasta que devore la presa, y se derrame
la sangre de sus enemigos, Números 23:23-24.
La
bendita palabra de Dios no solo condena la brujería y toda obra de las
tinieblas, sino que da promesa de protección y victoria a su pueblo, como lo
vemos en Número 23:23-24. Dios protegerá y defenderá a ese remanente
que es fiel a Dios y permanece santo y confiado en la presencia del Eterno Dios
Creador, que todo lo puedo, todo lo ve y todo lo conoce.
La
brujería y toda acción perversa de las tinieblas se opone a la soberanía de
Dios, y las obras perversas del ser humano es contraria a la dependencia y
devoción a Dios, es decir, contienden el Espíritu de Dios y las obras dela carne:
como lo dice la palabra: adulterio,
fornicación, inmundicia lascivia, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos,
iras, rivalidades, disensiones, herejías, homicidios, borracheras, orgías y
cosas semejantes, a estas, y los que las practican, NO entrarán al reino de
Dios, Gálatas 5:19-21.
La
brujería es una de la obras oscuras que practican aquellos que no temen a su
Hacedor. En el Antiguo Testamento, la biblia es muy clara contundente al decir:
cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer las
abominaciones de aquellas naciones. Que no sea hallado en medio del pueblo de
Dios, ninguno que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, (esto contempla esos ritos que hacían los padres
antiguamente de consagrarle sus hijos a algún ídolo), también Dios
aborrece a quien practica la adivinación, los agüeros, los sortilegios, ni
hechiceros, ni encantadores, ni magos, ni ninguno que consulte a los muertos;
porque se hace abominable ante Dios cualquiera que hace estas cosas, y por esas
cosas el Señor los expulsa y los destruye y a esas naciones las saca de su
presencia. Deuteronomio 18:9-14.
Como
pueblo redimido en la sangre de Cristo, estamos llamados a ser santos y perfectos
en Jesús, delante del Padre. No debemos prestar atención a los agoreros y
adivinos, sino estar atentos a oír la voz de Dios, porque Él ha escogido un
pueblo para sí que sea limpio y sano de corazón y que no permita la maldad.
Ante
estas abominaciones, el Señor advierte en repetidas ocasiones que los
pronósticos de los brujos, adivinos y agoreros son engañosos, por lo tanto no
debemos creer a los que ellos hacen o dicen, pues sus obras están muertas y les
acarrea a ellos muerte y los que les creen son vagabundos en el mundo. Porque
los terafines (ídolos en las casas ) hablan iniquidad, y sus adivinos ven
visiones mentirosas (en paredes y lugares), y cuentan sueños falsos, en vano
dan consuelo. Por eso el pueblo vaga como ovejas y están afligidos porque no
tienen pastor, Zacarías 10:2. Jesús es el Buen
Pastor que dio su vida por las ovejas que estaban perdidas, así que el que no
tiene a Jesús, ni le sirve a Dios, tiene a satanás y es instrumento de los
demonios.
Las
practicas ocultistas son, son trasgresión a la ley de Dios, ofenden su santidad
y su verdad; todos los que realizan estas abominaciones, le abren puertas a las
potestades, principados, gobernadores y huestes de maldad que son de satanás; y
Dios tiene un juicio para ellos, es la condenación eterna y la muerte
espiritual en vida. Saúl murió por haberse rebelado contra Dios consultando a
la adivina de Endor, pues el Señor ya lo había abandonado debido a su maldad y
no le respondía a su oraciones al no mostrar arrepentimiento. 1
Crónicas 10:13.
Lea todo el capítulo 10 para entender mejor.
Los
que practican esas artes mágicas engañosas terminarán en el lago de fuego y
azufre, que es la muerte segunda o la condenación definitiva si no se
arrepientes mientras tienen vida, porque dice así: Pero en cuanto a los
cobardes, los incrédulos, los mentirosos, los asesinos, los que cometen
inmoralidades sexuales, los practican la brujería, los que adoran ídolos, y
todos los perversos, ellos irán al lago que arde con fuego y azufre, que es el
infierno, en eterna condenación, Apocalipsis 21:8.
Éxodo
22:18 enseña que no podemos dejar vivos a los brujos y hechiceros; en la antigüedad
los mataban quemándolos vivos; HOY nosotros tenemos el poder en el nombre de
Cristo y su palabra, y podemos acabarlos y destruirlos, siendo nosotros santos,
y tomando la autoridad que tenemos en su nombre y en sus promesas: podemos
derrotarlos con oración, ayuno, intercesión, adoración y guerra espiritual,
atándolos y echando fuera toda su
maldad, para que el fuego del Espíritu Santo descienda y haga su obra en
el nombre de Jesús.
Y
nos advierte: En cuanto a las personas que vayan a
los médium a consultar los espíritus, para prostituirse, consultándolos a ellos
y no a Mï, Dios santo, YO pondré mi rostro con esas personas y las cortaré de
en medio de mi pueblo, Levítico 20:6.
Y
a los brujos, hechiceros y adivinos les dice Dios: Tremendas cosas vendrán
de repente sobre ti en un mismo día: Perderás a tus hijos, serás viudo y
quedarás solo. Esto te vendrá en la plenitud de tus días a causa de tus muchas
hechicerías, porque te engañaste a ti mismo creyendo que tenías gran poder con
tus encantamientos. Te sentiste seguro en tu maldad y te decías: Nadie me ve,
pero tu falsa sabiduría y engañoso conocimiento te han hecho caer porque lo
concebiste en tu corazón, creyendo que nadie más era tan hábil como tú. Pero
gran mal vendrá sobre ti, ya no podrás conjurar, porque el repentino desastre
que caerá sobre ti te destruirá. Isaías
47:9-11.
Oremos juntos:
Abba
Padre, Dios santo, bueno y misericordioso, HOY entregamos en tu mano, a la
nación de Colombia, y te pedimos que con tu brazo extendido y tu gran poder
destruyas todo conjuro, toda hechicería y todo encantamiento que hayan hecho
los gobiernos hasta el día de hoy; quema con tu fuego santo toda esa oscuridad
y destruye todos esos demonios, mientras tu pueblo se santifica para alabarte
arrepantido en oración, ayuno, Intercesión, adoración y guerra espiritual con
tu palabra y el consejo de su Santo Espíritu, en el poderosísimo nombre de
Jesús de Nazaret, nuestro Señor, Salvador y libertador. Para honra y gloria de
tu nombre. Amén.
Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero, y servidora de su reino.
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