DÍA # 2. SANTIQUÈMONOS PARA QUE HAYA CAMBIO
7 DIAS DE AYUNO Y ORACIÓN POR COLOMBIA
Amados como tenemos valiosas promesas en Dios, debemos purificarnos de todo lo que nos contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación, 2 Corintios 7:1.
Amados, nosotros no estamos en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en nosotros. Pero si alguno no tiene al Espíritu de Cristo, el tal no es de Él. Y si Cristo está en nosotros, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo nuestro espíritu está vivo a causa de la justicia de Dios. Pero si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en nosotros, el mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a nuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu que habita en nosotros.
Así que en Cristo somos santos y justificados, por lo cual Padre te pedimos que santifiques a la familia de Cristo tu Hijo Amado y nuestras familias, que perdones nuestras faltas y restaures el amor fraterno entre los hermanos y nuestras familias para que vivamos quieta y reposadamente en el poder de tu santa presencia,
Oremos por los departamentos de Boyacá, Caldas, Caquetá, Casanare y Valle del Cauca, subimos en oración y clamor ante tu presencia y levantamos vallado de protección alrededor de nuestras familias y el pueblo de Dios en Colombia en el poderoísimo nombre de Jesucristo nuestro Rey, para que podamos estar firmes en el tiempo de la batalla y en el día del SEÑOR estar listos para irnos con Él por la eternidad.
Cantemos a YHWH un canto nuevo, porque Él hace maravillas entre nosotros, su poderosa diestra es la que nos sostiene y nos salva, su santo brazo nos rescata de todo mal. Nuestro Padre celestial hará notoria su santidad en nosotros, y a vista de las naciones descubrirá su justicia; Él se acuerda de su misericordia y de su verdad para rodearnos de su protección, todos veremos la limpieza salvadora que el SEÑOR hará en su pueblo en esta nación.
Así que cantemos y aplaudamos a nuestro eterno Dios vivo, levantemos la voz para proclamar su nombre, cantemos porque Él es el Rey de toda la tierra y el juzgará al mundo con rectitud. Amén.
Oración basada en Romanos 8:9-11 y Salmos 98.
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