LECCIÓN #22. COMPAÑERISMO Y UNIDAD EN VIDAS RENOVADAS
Compañero soy de todos los que te reverencian y de los que guardan tus preceptos, Salmos 119:63.
Mejor son dos que uno, porque tiene mejor paga de su trabajo, porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! Que cuando cayere no habrá segundo que lo levante, Eclesiastés 4:9-10. El amor más grande que uno puede tener
es dar la vida por sus amigos, Juan 15:13.
La
sociedad actual afronta una gran crisis relacional y afectiva por falta de amor al prójimo y tanto hedonismo que produce carencia de misericordia y solidaridad, debido al marcado individualismo, la competencia, el egoísmo, la envidia, la codicia, el afán de
riquezas fáciles y el deseo desmedido de figurar y dominar, sumado a la despersonalizacion en la comunicación de los medios; todo esto hace difícil hallar
un verdadero compañerismo y una sincera y duradera amistad, lo cual impide que estemos unidos tanto en la familia, la iglesia o el lugar donde nos movemos a diario; en muchos casos las personas se aíslan, se deprimen,
se vuelven solitarios y hasta se desligan de la realidad, peor aún, hasta se alejan de Dios quedándose callados, resagados, solitarios y ausentes.
Hoy se hace urgentemente necesario, que rescatemos los vínculos, los nexos, la familiaridad y el diálogo cara a cara para rescatar las relaciones significativas de fraternidad, no podemos olvidar que nos necesitamos unos a otros en especial cuando estamos amenazados por tanta maldad y tinieblas, el Creador nos hizo gregarios para estar juntos, apoyándonos en toda buena acción que haga fuerza contra las asechanzas del mal, por eso debemos sostenérnos y levantarnos unos a otros en estos tiempos finales, pues no podemos olvidar que somos, peregrinos en este mundo pero ciudadadanos del cielo en Cristo Jesús. Hechos 2:42 y 4:32.
Hoy se hace urgentemente necesario, que rescatemos los vínculos, los nexos, la familiaridad y el diálogo cara a cara para rescatar las relaciones significativas de fraternidad, no podemos olvidar que nos necesitamos unos a otros en especial cuando estamos amenazados por tanta maldad y tinieblas, el Creador nos hizo gregarios para estar juntos, apoyándonos en toda buena acción que haga fuerza contra las asechanzas del mal, por eso debemos sostenérnos y levantarnos unos a otros en estos tiempos finales, pues no podemos olvidar que somos, peregrinos en este mundo pero ciudadadanos del cielo en Cristo Jesús. Hechos 2:42 y 4:32.
El Hijo de Dios murió para unirnos, para que formemos una gran familia y que
podamos protegernos, colaborarnos y progresar juntos,
como un todo donde cada miembro conserva sus características propias, pero a la
vez ofrece sus dones y talentos, y si procuramos el bienestar ajeno, el
nuestro ya estará asegurado, el que da al pobre no tendrá falta de
nada, Proverbios 28:27.
La
palabra hebrea para amistad y compañerismo es Javerut compañerismo que traduce hermano, colega y asociado unidos con la finalidad de estar juntos y hasta el fin en una misión común. Una conexión de afecto personal puro y desinteresado que se fortalece con el trato y el tiempo. El compañetismo y unidad que Cristo nos enseñó es estrecho dentro de una unión
donde todos los miembros del Cuerpo de Cristo se protegen y se respaldan y permanecen inseparables; en griego compañerismo es koinonía
que se traduce como comunión entre dos o más.
El
compañerismo cristiano que Dios establece es el que Cristo vivió y compartió con sus
discípulos, es esa clase de relación especial donde predomina el amor fraterno, sincero y leal que acompaña, colabora y se complementa entre unos a otros; son hermanos que se
valoran dentro de un vínculo correlacional de armonía, cordialidad y servicio,
y que mediante la cooperación generan un efecto superior en medio de las
diferencias y particularidades de cada uno, pero dentro de un ambiente de paz y
alegría con el fin último de llevar a cabo un excelente trabajo que juntos llevan a buen término, Porque en todo tiempo ama el amigo; y para ayudar en la adversidad nació el hermano, Proverbios 17:17.
El compañerismo cristiano es un asunto extraordinario, único, santo y de buenas
relaciones e intenciones puras entre personas que han sido salvadas y renovadas por el poderoso amor de Dios en Cristo Jesús, quien nos hizo su morada santa en el Espíritu divino para gloria del Padre...Para que el amor con que Tú me has amado Padre, esté en ellos, y YO en ellos, Juan 17:26.
El
compañerismo y la amistad de los hijos de Dios debe ser completa fraternidad y servicio
bajo el gobierno del Padre y la dirección de su presencia divina, por lo tanto todos los integrantes deben ser solidarios y tenerse paciencia unos a otros con respeto y confianza mutua. El compañerismo y la amistad cristiana es un continuo
enriquecimiento de experiencias compartidas dentro de un ambiente y estilo de vida de santa practicidad en forma de hermandad limpia y colaborativa, no solo para cumplir la misión y Ejecución de la Gran Comisión, sino aun, si fuera preciso, sacrificarse por el
amigo-hermano, en medio de las luchas y los retos. El compañerismo incluye una común y
grandiosa visión de trabajo mancomunado a favor de todos los santos y los perdidos porque Cristo reina en
el corazón de cada discípulo, Queridos hermanos, amémonos los unos a los otros, porque nuestro amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de Cristo y lo conoce, 1 Juan 4:7.
La amistad con Dios y las sanas relaciones entre el pueblo santo son el resultado de nuestro compañerismo con Cristo, al conocer de cerca y estrechamente al Salvador podemos compartir experiencias divinas para vivirlas con quienes nos rodean; hay una necesidad latente en el corazón humano de que Dios nos hable, nos aconseje, nos ofrezca su opinión para movernos en su perfecta voluntad con respecto a la vida juntos y lo que Él espera de cada hijo, Porque si cae uno, el otro lo levanta. Pero ¡ay del que está solo! No tendrá quien lo levante, Eclesiastés 4:10.
La vida cristiana es primeramente compañerismo con Dios, luego con los hermanos, esto nos otorga sentido de familia en Dios; el compañerismo del creyente debe ser un estilo de vida que toma el ejemplo de su
Fundador, Cristo, un estilo de vida de fe que une a cada miembro con lazos de amor y cuerdas de misericordia al estilo del Padre, los cual hará que permanezcamos cerca el uno del otro contruyendo barreras de protección en tiempos de asedio y unión en momentos felices; nos
llamamos, nos visitamos, nos colaboramos, nos atendemos y reconocemos que todos
navegamos en la misma barca, por lo tanto todos valemos y nos cuidamos con total esmero; asi no somos fácilmente vencidos ni engañados porque crecemos juntos, totalmente unidos a la Vid; Porque uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. Y una cuerda de tres hilos no se rompe tan fácilmente, Eclesiastés 4:12. Y para
que sean consolados sus corazones, unidos en amor…Colosenses 2:2a.
No dependemos de las emociones ni las circunstancias por lo tanto, no nos intimidamos ante el peligro ni las amenazas, y mucho menos confiamos en nuestra autosuficiencia, solo en el poder de Dios que nos fortalece obrando con pureza y verdad en medio de la congregación, y dando todo lo mejor de lo que recibimos del Eterno Dios, Pero estoy seguro de ustedes, hermanos míos, de que todos ustedes están llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que pueden amonestarse unos a otros, Romanos 15:14.
Para experimentar verdadero compañerismo requerimos tener a Cristo como el centro de toda nuestra vida, creer y estar firmes en su palabra con el fin de practicarla en la amplia esfera del conjunto de vínculos relacionales y la comunicación del cuerpo de Cristo en la esencia del evangelio que es el amor no fingido y una actitud correcta ante cada situación, Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que también nosotros podamos consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados en Dios, 2 Corintios 1:3-4.
Compañerismo implica sabiduría e inteligencia con agradecimiento y alabanza a Dios en aceptación y consideración al hermano, lo cual se refleja en palabras, hechos y gestos cordiales de servicio y compañía disponible e incondicional hacia el otro…que ninguno pague a otro mal por mal…procuren hacer siempre el bien, tanto entre ustedes mismos como a todo el mundo, 1 Tesalonicenses 5:15 y 2 Corintios 3:1-4.
Jesús es nuestro mayor ejemplo de trasparente, amoroso, amable y dulce compañerismo, Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; y se trasfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz, Mateo 17:1-3. Jesús se reveló de tal manera a sus amigos discípulos que ellos pudieron conocerlo y entender realmente quién era Él.
El compañerismo debe producir relaciones limpias, vivas, activas y trasparentes de verdad y afecto que nos permita ponernos en el lugar del otro para socorrerlo y sostenerlo en los momentos difíciles porque lo reconocemos como parte integral del cuerpo y miembros de la misma familia que comparten muchos momentos, Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llamaba Getsemani, y dijo a sus discípulos: Siéntense aquí, entre tanto que voy allí y oro. Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quédense aquí y velen conmigo, Mateo 26:36-38. Jesús nuevamente buscó compañía y apoyo en sus más cercanos compañeros y amigos, en el momento más difícil de su misión, expresándoles toda su angustia sin sentir vergüenza, Pues Nadie tiene amor más grande que el dar su vida por sus amigos, Juan 15:13.
Nuestra comunión diaria con Dios debe verse reflejada no solo en la fraternidad con los creyente, sino también en la amabilidad con los de afuera, caracterizada por la solidaridad ante la necesidad, el sufrimiento y el dolor del otro. Un compañerismo que empieza en casa y llega hasta lo último de la tierra. Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, y recto para con el hombre íntegro. Limpio te mostrarás para con el limpio, y severo serás para con el perverso. Porque tú salvarás al pueblo afligido, y humillarás los ojos altivos, Salmos 18:25-27.
Nuestra condición de redimidos en Cristo, nos responsabiliza para ser esforzados, manejando con seriedad y compromiso nuestra vida relacional en el lugar donde nos desarrollamos a diario al ser embajadores del reino de Dios, “Si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado, 1 Juan 1:7.
La vida de oración, el conocimiento de la biblia y la dependencia de Dios nos afina el alma, nos madura las emociones y nos transforma el carácter para comprender a los demás con generosidad, optimismo y agradecimiento en la convivencia; por lo tanto debemos mejorar nuestra capacidad de dar-recibir facilitando el camino de la amistad, “Ustedes mismos son la carta de recomendación que necesitamos: una carta escrita en nuestro corazón, la cual todos conocen y pueden leer. Y se ve claramente que ustedes son una carta escrita por Cristo mismo y entregada por nosotros; una carta que no ha sido escrita con tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente, una carta que no ha sido grabada en tablas de piedra, sino en corazones humanos.” 2 Corintios 3: 2-3. DHH.
David dice en Salmos 133, que cuando el pueblo de Dios habita unido y en armonía, Dios bendice, porque la intervención Divina hace que la integración sea especial. David describe amistad entre creyentes como algo “bueno” y “delicioso”. Esta expresión de unidad armoniosa es lo que llamamos compañerismo entre participantes de una fe común que va de la mano con nuestro amor a Dios. El compañerismo en unidad se resalta en las Sagradas Escrituras en el fruto de la comunión entre el pueblo de Dios que se describe con la frase: unos a otros, implicando cohesión estrecha en:
-Unidad posicional dentro del cuerpo de Cristo, guardando la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.” Efesios 4:3. Es como un gran árbol que crece en el campo poco a poco echando sus ramas, enfrentando sacudidas, adversidades e inclemencias del tiempo para que se fortalezca y se enraíce firme y fuertemente. Esta cohesión unánime entre los creyentes regenerados la produce sólo el Espíritu de Dios como una realidad donde la Palabra nos afirma para expresar afecto y aceptación genuina y pura, una tarea posible cuando Dios gobierna la Iglesia, Y el Dios de toda gracia que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayamos padecido un poco de tiempo, Él mismo nos perfeccione, afirme, fortalezca y establezca, 1 Pedro 5:10, Efesios 5:21 y 30.
-Una comunión buena y deliciosa con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor” Efesios 4:2. Compañerismo es algo más que llevarse bien con otros, es manejar una amistad profunda con base en la verdad, alimentada por la honestidad y sustentada en el amor limpio. La vida comunitaria de la Iglesia es mucho más que asistir a las reuniones dominicales, implica cultivar una bella relación en conjunto, sabiéndonos escuchar, estando atentos los unos de los otros, orando unánimes e intercediendo, supliendo necesidades puntuales, visitando a los que están enfermos, sentándonos para aprender juntos y unidos para hacer la guerra contra el mal adorando y cantando himnos, etc. Pero solo se puede lograr crucificando el ego, siendo sinceros consigo mismos y con los demás, Filipenses 2:2-8, Colosenses 3:13 y Efesios 5:2.
-Una unidad a futuro: Dios otorgó dones a su Iglesia con el fin de preparar a su pueblo para la obra del ministerio y salvaguardar la unidad hasta su venida, Él mismo constituyó a unos apóstoles; a otros profetas; a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.” Efesios 4:11-13. Esta unidad es la meta de los últimos tiempos por la cual debemos trabajar unánimes como si fueramos una sola alma y un solo espíritu en el organismo vivo del Cuerpo de Cristo. Este debe ser nuestro objetivo permanente para guíar todo el servicio en la obra del Señor. Filipenses 2:1-11. AHORA, HOY, YA es tiempo de compañerismo cristiano porque son tiempos de amenaza y peligro, or eso debemos activar los dones, fortaleciendo los Ministerios y agudizando el llamado en la capacidad que Dios ha dado a cada uno, Romanos 12:4-5.
-La Unidad tácita y práctica, Preocúpense los unos por los otros, a fin de estimular el amor y las buenas obras…animándose unos a otros, y con mayor razón, ahora que vemos que aquel día se acerca, Hebreos 10:24-25; la unidad del cuerpo de Cristo evidencia desarrollo y progreso dentro del disfrute relacional aquí y ahora, por gente que cultiva integridad y sanas intenciones en sus relaciones mediante el Espíritu. El compañerismo y la comunión entre los hermanos no se dice, se nota y se expresa como un sonido musical que se compone de muchas notas diferentes y sin embargo emite una agradable armonía deliciosa compuesta en la variedad y la comprensión de personas diferentes que se aman y se sirven mutuamente, Gálatas 5:13-15.
Volviendo a Salmos 133, David usa dos figuras: el aceite y óleo derramado sobre la cabeza y el rocío cayendo sobre una montaña. Este salmo, transmite simbólicamente, ideas claras y positivas que representan gozo, alegría, bienestar y bendición del Espíritu Santo en medio del pueblo de Dios.
El Buen óleo, sugiere la práctica de atención social por parte de sacerdotes consagrados que bajo la unción santa, son vehículos del Espíritu de Dios. Éxodo 30:22-30. Una característica especial de este aceite de la unción santa es su aroma y olor fragante al ser hecho de olivas, grandes cantidades de mirra líquida, canela de olor dulce, caña aromática y casia. Esta variedad de frutos aromaticos nos enseña que la comunión es un nexo y un vínculo de personas que estando juntas y unidas en amor producen una bella interacción e integración feliz que le resulta agradable a Dios, despidiendo grato aroma de Cristo, 2 Corintios 2:15. Porque la unidad en armonía es como olor fuerte y atractivo del ungüento y el perfume que alegra el corazón de Dios por el amor fraterno entre sus hijos, Proverbios 27:9. Al buen Padre le gusta ver que sus hijos gozan de buenas relaciones, como miembros de su familia, donde su Unigénito es la cabeza en medio de la convivencia agradable y deliciosa, Romanos 12:9-10.
Así los no convertidos se sentirán atraídos por la fragancia de las relaciones Cristo-céntricas saludables, tiernas y amables de los hijos de Dios. Esto lo expresó Pablo así “Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, 2 Corintios 2:15. El compañerismos amerita honestidad, eliminando las máscaras y el doble ánimo para que haya estabilidad y duración en medio del vínculo fraterno, Santiago 1:8.
El rocío de Hermón desciende sobre los montes de Sion. David deseaba ilustrar cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos y en armonía, es una invitación a la unidad y comunión de la Iglesia; Israel se había dividido en dos pueblos, el texto sugiere un milagro de unión relacional, ya que la comunión entre el pueblo de Dios es un milagro, algo de origen divino, como el rocío del monte Hermón que es fresco y abundante, así la comunión en unidad fraternal, debe ser un fresco aire de empatía indisoluble en los vínculos fraternos del pueblo; en esas condiciones será un bálsamo refrescante y reconfortante de alegría y paz para todos, generando fuerza para todo tiempo, para cuidarse y honrarse mutuamente, para ser mutuamente confortados por la fe, que es común para ustedes y para mí, Romanos 1:12.
El aceite y el rocío también representan abundancia, pues a mayor cantidad de aceite, más fuerte el aroma, a mayor cantidad de rocío, mayor la frescura. El anhelo del Señor no es que los cristianos vivan aislados sino UNIDOS, aunque claro, hay tiempos de soledad para la oración y las decisiones. El aceite es derramado desde arriba y corre hacia abajo; así como el rocío cae y desciende desde lo alto, esto expresa que la clase de comunión que Dios quiere va más allá de una simple camaradería es nuestra obligación buscar estar juntos bajo la mirada amorosa del Padre mientras adoramos en presencia con los hermanos en medio de su Iglesia, consolidando fuerte y profundamente los lazos fraternos, porque Dios espera que sus hijos hagan lo mejor a todos, aún a los enemigos, 2 Corintios 2:7 y Colosenses 3:12.
Jesús lo tenía en mente cuando oró en Juan 17. “Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno así como nosotros…Santifícalos, (apartados para uso sagrado), en tu verdad; tu palabra es verdad…para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. Juan 17:11-21. Jesús rogó al Padre para que guardara a sus discípulos en unidad. Esa unidad en misericordia debe ser el motor que nos mueve a la compasión solidaria y la empática hacia los demás mediante el fruto del Espíritu Santo. Para que no hayan desavenencias en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros, 1 Corintios 12:25-26 y Gálatas 5:13b.
Para que el mundo crea, debe palpar evidencias de unión armoniosa entre los cristianos. Porque donde se exprese correctamente la comunión cristiana, “allí enviará Jehová bendición, y vida eterna”. ¡Esta es una realidad espiritual que hoy toda la Iglesia necesita desesperadamente! más que nunca, 1 Juan 1:3 y 1 Corintios 1:10-17.
El compañerismo cristiano hace referencia a una relación franca y abierta de pureza, sinceridad, fidelidad y rectitud donde podemos refugiarnos unos a otros para consolarnos, nutrirnos y exhortarnos, porque la unidad también es reconocimiento e importancia recíproca valorando a cada uno de los miembros del cuerpo.
Compañerismo cristiano es algo que la Iglesia de hoy debe rescatar y cosechar porque es un mandato divino que permite experimentar las circunstancias de la vida, dentro de un marco de desprendimiento personal y apoyo colectivo incondicional que brota del corazón, “Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavar los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.” Juan 13:14-15. Este texto nos enseña la disponibilidad de darnos a los demás como lo hizo Cristo para salvar, sanar, consolar, ayudar y bendecir. “Un mandamiento nuevo os doy; Que os améis unos a otros; como Yo os he amado, que también os améis unos a otros”. Juan 13:34.
Cuando la gente se relaciona espiritual, ética y moralmente alineados a Dios y su palabra, viene la justicia, el orden y la paz en el ambiente en que vivimos porque el temor de Dios cae sobre todos. Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.” Romanos 14:19; Con la UNIDAD impulsa el progreso, el avance y crecimiento del Reino de Dios porque todos se complementan y se sostienen. Unidad es la sinergia y empatía celestial trayendo la gloria de Dios a la tierra, Efesios 4:24-25.
El compañerismo se duele con el que sufre y se alegra con el que es feliz manifestándose así lo que es una verdadera amistad, Gálatas 6:2. El Señor manda en su Palabra el compañerismo y la ayuda mutua, porque todo ser humano cuando tiene pruebas o tropieza necesita de otro para levantarse, y no podemos olvidar que en algún momento de la vida todos necesitamos el apoyo de alguien que nos extienda la mano, Mateo 25:35-45.
Si no hay amor y servicio en humildad, HABRA DIVISIÓN debido a la indiferencia, arrogancia, autocomplacencia y orgullo que destruirán rápidamente la unidad de la Iglesia, 1 Pedro 5:5. El Señor es sabio al ordenar el equilibrio de nuestro propio auto concepto. Romanos 12:16. Así que la amabilidad, la buena voluntad, y la disponibilidad para estar juntos, deben ser el común denominador entre el pueblo de Dios, Tito 3:2. Por lo tanto debemos evitar aliarnos con el mundo NI participar de sus costumbres que discriminan aceptando solo a algunos, cuando somos llamados a recibir a todos en amor, testimonio y con la palabra por ser creados a la imagen de Dios, Romanos 12:10. Tampoco estamos llamados a la cruel competencia, la envidia, los celos ni a la rivalidad, SINO QUE DEBE PERDURAR LA UNIDAD. Efesios 2:18-19.
Un factor importante del compañerismo cristiano es la confidencialidad y el cuidado al guardar un secreto, en una confesión que se nos haya conferido; es un pacto de silencio y de boca cerrada, especialmente cuando se forma parte de un grupo de apoyo, ministerio, seminarios, consejerías, asesorías, etc. “El hombre perverso levanta contienda, y el chismoso aparta a los mejores amigos”. Proverbios 16:28.
El compañerismo en la Iglesia es más importante que cualquier individualidad mal sana, que lleve a la división por ambicionar fama, riquezas o poder, “no nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, ni envidiándonos unos a otros, Gálatas 5:26. Para ser tenidos por dignos discípulos de Cristo, debemos pasar tiempo unidos, comer, orar, jugar, reír, estudiar la Biblia, y amarnos unos a otros en pureza y santidad porque somos sal y luz de la tierra. Eso anhela el Señor entre los suyos HOY, “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe, Gálatas 6:10.
“Satanás no le teme a esos que se
apacientan en los templos, le teme a ese anónimo equipo de hermanos que son
constantes en amor, unidad y oración.”-Anónimo
REFUERZO 22- COMPAÑERISMO Y UNIDAD DE VIDAS RENOVADAS
1. ¿Cómo se describe el compañerismo en 1 Corintios 5:17?
2. ¿Qué implica ser redimidos y salvados por Cristo? Gálatas 4:5-7.
3. ¿Cómo debemos practicar el compañerismo y la unidad? Romanos 1:12.
4.. Describa el estilo de vida en unidad y compañerismo. Colosenses 3:9-17.
5. Si practicamos unidad y compañerismo, cuál debe ser nuestra actitud ante un ofensor?
2 Corintios 2:7-8.
6. ¿Qué pidió Jesús al Padre en la oración de Juan 17:11-21?.
7. ¿Qué debemos evitar en el cuerpo de Cristo? 1 Corintios 12:25.
8. ¿Cómo se usa la libertad en el cuerpo de Cristo? Gálatas 5:13.
9. Hay dos clases de unidad y el compañerismo descritas en 1 Juan 1:3. Anótelas.
10. ¿Cómo se define el compañerismo en Eclesiastés 4:9-10?
11. ¿Cómo definió Jesús el compañerismo en Juan 15:3?
12. ¿Por qué es importante el compañerismo según Colosenses 2:2?
13. ¿Para qué sirve el compañerismo en la Iglesia? Romanos 15:14.
14. ¿Qué podemos hacer cuando hay compañerismo? 2 Corintios 1:3-4.
15. ¿Cómo se define y se practica el compañerismo según 1 Tesalonicenses 5:15?
16. ¿Qué no es compañerismo ni madurez? 1 Corintios 3:1-3.
17. ¿Qué hizo Jesús como buen compañero y amigo? Mateo 17:1-3.
18. ¿Qué buscaba Jesús en Mateo 26:26-38?
19. ¿Cuál era la petición de Pablo en sus oraciones? Filipenses 1:3-5.
20. Como siervos de Cristo e hijos de Dios qué se nos ordena ejecutar el compañerismo?
Salmos 18:25-27.
21. Defina qué es tener compañerismo según 1 Juan 1:7?
22. Si tenemos vida de unidad y compañerismo, a qué se nos compara en 2 Corintios 3:2-3?
23. Describa lo que es unidad y compañerismo según Salmos 133.
24. ¿Qué produce la unidad en el Espíritu? Efesios 4:3.
25. Una forma de mostrar unidad y compañerismo está en Efesios 5:21-23. Anótela.
26. ¿Qué parte del fruto es necesaria para la comunión entre los hermanos? Efesios 4:2.
27. ¿Qué debemos hacer para cultivar la unidad y el compañerismo? Colosenses 3:13.
28. Anote la base fundamental de la unidad y el compañerismo. Efesios 5:2.
29. ¿Cómo se describe la unidad y el compañerismo en Efesios 4:11-13?
30. ¿Qué debemos hacer mientras esperamos la venida del Señor? Hebreos 10:24-25 y Romanos 1:12.
gracias por estas enseñanzas tan importantes,para no olvidar que debemos vivir la vida que nos dió como modelo nuestro señor Jesús
ResponderBorrarGracias por esta enseñanza de compañerismo la cual debemos practicarla todos los dias dentro y fuera de la iglesia
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