LA MUERTE
QUE DA VIDA
En verdad, en verdad les
digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, quedará solo, pero
si muere, llevará mucho fruto, Juan 12:24
…Despójense del viejo hombre, que se corrompe
según los deseos engañosos de la carne, Efesios 4:22b. Otra versión dice: tienen que abandonar su vieja naturaleza,
que está podrida por los deseos engañosos de los sentidos.
Quizá
nos suene contradictorio y extraño decir que la muerte da vida, pero es una
gran realidad bíblica que brotó de los labios del más Grande Maestro y Señor, nuestro Salvador
Jesucristo de Nazaret: Les aseguro una gran verdad, si el
grano de trigo no es sembrado en tierra y muere, quedará solo. Pero si muere,
su muerte producirá muchos granos nuevos, será vida para abundante cosecha
nueva, Juan 12:24.
Jesús
nos exhorta a morir a sí mismos, morir a las pasiones del cuerpo, morir a lo
que ofrece el mundo, para no acomodarnos ni seguir su corriente y así poder morir a las
tinieblas, disfrutat de una vida abundante y de vida eterna cuando dejemos de respirar en este
planeta.
El
más grande milagro y privilegio es la salvación, una vida shalom que es la plenitud de Dios en bien-estar y
buenas obras que nacen de un corazón limpio, pensamientos rectos e intenciones
puras que deben verse reflejados en nuestra manera de actuar, hablar, pensar, caminar obedeciendo y agradando a Dios.
La ciencia moderna ha denominado al “yo” el “ego,” dicen que el ego es
la instancia psíquica a través del cual el ser humano se reconoce y es
consciente de su propia personalidad e identidad; es decir que para el mundo el ego es el
punto de partida para definir su ser físico y psíquico en la realidad exterior que enfrentan
las personas.
La
biblia define al “yo” el alma, ella es la esencia de cada ser humano, Y
el mismo Dios de paz, los santifique por completo; y todo su ser, espíritu, alma
y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor
Jesucristo, 1 Tesalonicenses 5:23. El alma es el asiento de la mente, la
voluntad y las emociones, eso es lo que nos caracteriza como seres pensantes
con libertad para decidir, escoger y actuar, El alma que peque, esa
morirá, Ezequiel 18:20. Se condenará si no se arrepiente ni cambia el estilo de vida pecaminosa.
Así que, con base en la palabra de Dios, el “yo” alma, o ego, es donde habita la naturaleza pecaminosa
del viejo hombre no redimido que hace lo que le parece porque no reconoce a su
Creador. El alma redimida puede vivir en libertad para Dios, pero el “ego” vieja
naturaleza carnal sirve al mundo y a sus propios apetitos. Porque el ego que mueve a una persona sin
Dios, es esclava de todo lo que no tiene que ver con Dios; todos exteriorizamos nuestro mundo interior afectando cada día nuestra vida
física, emocional, mental y espiritual, Lucas 6:45.
Miremos
cómo el ego del viejo hombre sin Dios afecta nuestro entorno.
1. TODO ES PELIGRO Y AMENAZA, ¿De dónde vienen las guerras y los
conflictos entre ustedes? Acaso no salen de las pasiones que luchan dentro de
ustedes mismos? Santiago 4:1.
Alguien
gobernado por su ego percibe a los demás como amenaza y no como complemento
para ayudarse mutuamente, cree que los otros atentan contra su seguridad por
eso vive a la defensiva y listo al ataque viendo enemigos potenciales en aquellos
que lo rodean; el ego alma no sometida a Dios, mantiene un espíritu de competencia y
contienda enfrentándose contra todo lo que él imagina amenaza y obstáculo.
Son
personas conflictivas en todo lugar, pelean en la fila por el turno, por el
asiento en el auto bus, si alguien los mira, ven en el otro una actitud de reto y
ofensa, esgrimiendo palabras soeces, actitudes ásperas porque imaginan que se defienden Andan al ataque ante las preguntas de su familia y sus superiores, mienten,
esconden cosas y viven una vida pesada porque su alma siempre está armada y lista
para la guerra.
2. TODO LO VEN COMO UN ENFRENTAMIENTO DE FUERZAS. Codician
muchas cosas y no las consiguen…Riñen y se hacen la guerra. Santiago 4:2b.
La
vieja naturaleza del ego compite, divide y pelea porque quiere estar por encima
y por delante de los demás, no sólo ve al otro como un contendor, sino como un enemigo
delante del cual debe destacarse y sobresalir; esa actitud en muchos casos ha
sido creada desde el hogar, porque desde niños les dijeron: no se deje,
defiéndase y demuestre que usted no es bobo y es el mejor, no sea menso, no permita que lo menosprecien, demuestre quien es usted.
Si otro compra algo, él lo quiere también, el afán por resaltar los lleva a ser
esclavos de las marcas y la moda. No se dan cuenta que todos los comerciales y la
publicidad de los medios está montada sobre la envidia y la codicia para
competir.
3. EL EGO DEL VIEJO HOMBRE ES CRUEL, Matan
y sienten envidia, porque no pueden obtener lo que quieren. Santiago 2c.
El
ególatra es cruel, implacable, no siente piedad ni misericordia porque toda su
vida gira en torno a sí mismo, adolece de intenciones limpias. Se burla, dice chistes
crueles, rotula, señala y no le importa el dolor del otro, si ve llorar a
alguien le da lo mismo. El ego del viejo hombre está viciado y es esclavo de de todo lo temporal y pasajero; así es como se mueven los delincuentes, los que matan, roban, violan y cometen
toda clase de atropellos y maldades sin que les importe nada ni se les mueva una pestaña,
son sin sentimientos porque el ego es su propio dios, no respetan a.su Creador, su corazón es de piedra y no sienten piedad por nadie
4. EL EGO SIEMPRE TIENE UNA RESPUESTA, La palabra necia hace subir el furor...porque la boca de los necios habla sandeces. Proverbios 15:1-2. El ególatra siempre
tiene una respuesta para justificarse y argumentar sus faltas; se sienta en la
palabra y no deja expresar al otro, porque el ego inflado no le deja agachar la
cabeza, no se humilla, defiende lo suyo, resaltando lo que él es pues esta atiborrado
de sí mismo, tiene el lema de primero muerto que doblegarme, por eso todo lo critica y vive haciendo comparaciones, por eso Jesús dice: Aprendan de Mí que SOY manso y humilde de corazón y hallarán descanso para su alma, Mateo 11:29.
5. EL EGO ES VANAGLORIOSO, Pues aunque sabían de
Dios, no lo conocieron ni le dieron honra, tampoco le dieron gracias, sino que
se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue oscurecido, Romanos
1:21.
Una
persona gobernada por su ego estudia toda la vida, se infla y se engorda de
conocimiento, llenando su intelecto con títulos de universidades de renombre
para que hablen de él como el reverendo, su eminencia, el ilustrísimo,
su excelencia, etc., se cree el más grande, el que más sabe, y que sin él no se
puede hacer nada, por lo tanto no reconoce el esfuerzo y la labor de otros. Son esos que se llenan de cosas no porque las necesitan sino
porque los adornan, hablan de quienes son y de aquello que que les da prestigio, fama y liderazgo.
6. EL EGO CONTINUAMENTE BUSCA RECONOCIMIENTO Una persona que vive
en su vieja naturaleza sin Dios, es alguien servil y activista porque desea que
lo adulen y le den reconocimiento por lo que hace, llama la atención, quiere
que otros se den cuenta que él existe, vive preguntando si lo que hace está
bien o mal, busca aprobación, pone temas para lucirse y que lo
feliciten, disimula como quien no quiere la cosa esperando que lo resalten en
algo, busca el aplauso, y figurar como si fuera un famoso, Gálatas 1:10.
El
monstruo y el mayor enemigo que daña nuestro entorno está dentro de cada quien, muchos
no se dan cuenta que gran parte de sus dificultades y problemas se debe a su vieja
naturaleza gastada llamada ego; son aquellos que no sanan, viven heridos, ofendidos
y resentidos por el peso de la amargura y el pecado de orgullo y altivez de espíritu; se sienten víctimas, creen que nadie
les reconoce su trabajo y esfuerzo, piensan que nadie los valora; en
casa se creen usados o como un cero a la izquierda, creen que los demás hablan
mal de ellos, pero la realidad es que su alma no conoce a Dios, y no se ha
sometido a Cristo, Sométanse a Dios y resistan al diablo,
así huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes. Santiago
4:7-8.
El
ego pone su vieja naturaleza en el centro de su vida, por eso atacan, se amargan y actúan sin
escrúpulos; son seres hirientes, duros, arrogantes, altivos, desobedientes, ofrecen excusas pero
no pide perdón porque todo lo que hacen es calculado para su provecho personal por lucir, siempre quieren estar en
primero, segundo y tercer lugar y lo que quede también para ellos.
7. EL EGO DESPLAZA A DIOS, Pero por la dureza de tu
corazón no arrepentido, no has querido cambiar, sino que sigues acumulando la
ira de Dios. El castigo te llegará el día de su juicio. Porque Dios pagará a
cada uno según sus obras, Romanos 2:5-6.
Una
persona sin el temor ni conocimiento de Dios es su propio dios, víctima y esclavo de sí mismo, fomenta toda
clase de violencia, de guerra, altanería, anarquía, celos, contiendas y venganzas porque su
yo ha desplazado a Cristo del trono de su corazón, por eso es alguien peligroso
capaz de asesinar y hacer toda clase de daño para lograr sus mezquinos propósitos.
Acabar y hacer morir el ego es la razón por la cual Jesús nos insta a morir como el grano de trigo en la tierra, y ser como niños, volver a
la pureza, espontaneidad y sencillez de un pequeño, y sacar de nuestra vida todo lo que nos esclaviza. Podemos hacer morir el ego, menguar a sí mismos y vencer la
vieja naturaleza, solo recibiendo a Cristo como Salvador personal, rindiéndonos a
Dios y viviendo sus instrucciones plasmadas en la Biblia, allí están los principios,
mandamientos y decretos que nos salvan del mal y la condenación eterna.
Debemos
ser renovados en la manera de pensar y en las actitudes que ponemos frente a la
vida, las circunstancia, las personas y el mundo, y centrándonos en tomar la imagen de Cristo, así
habrá verdadera justicia y paz en la tierra.
Sin
Cristo los malos deseos son los que gobiernan el alma humana. Dios nos llama a
ser íntegros y santos de corazón como le corresponde vivir a personas que Cristo
ha regenerado y lavado con su sangre, es imperativo abandonar y dar la espalda
al pecado; porque la raíz que vino a matar Jesús en la cruz fue la vieja
naturaleza del ego inflado por el pecado de la rebeldía y la desobediencia. Ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles. Y todo
árbol que no da fruto bueno será cortado y arrojado al fuego para que arda,
Mateo 3:10.
Permitamos que sea Cristo quien nos gobierne, no sigamos siendo movidos por el ego inflado que envilece nuestra
vida afectiva y pervierte nuestra alma, el ego esclavo del pecado da rienda suelta a los placeres de la carne y las diversiones del mundo oponiéndonos a lo moralmente establecido por Dios. Decidámos morir a nosotros mismos para que mengue la locura del mundo. La muerte del ego es la que nos provee la verdadera vida en Cristo, porque para mi el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Pecadores,
limpien sus manos; y ustedes los de doble ánimo (ego), purifiquen sus
corazones, Aflíjanse, lamenten y lloren delante de Dios…humíllense ante el
Señor, y Él los exaltará, Santiago 4:9-10.
Dios
nos ayude y bendiciones para todos.
Mg.
MMEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
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