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13 sept 2016

TORRE FUERTE, PODER EN SU NOMBRE


JESUCRISTO TORRE FUERTE, ROCA Y MURALLA DE VICTORIA, EL ESCONDITE PERFECTO DEL JUSTO.

El nombre del SEÑOR es una torre fuerte y poderosa a la que acuden los justos en busca de protección. Proverbios 18:10.

 

Tú SEÑOR, eres mí amparo seguro. Eres una fortaleza donde mis enemigos no pueden alcanzarme. Salmos 61:3.

 

En las fortalezas de Sión, Dios mismo se ha dado a conocer como baluarte defensor, como torre fuerte y refugio. Salmos 48:3.

 

Desde que el ser humano cayó de la gracia del Creador en el Huerto del Edén, por eso todos tenemos vidas llenas de presiones y conflictos; batallamos continuamente en el mundo oscuro donde gobierna el príncipe de las tinieblas, andamos buscando refugio todo el tiempo, para escapar de las tormentas que da este mundo sin Dios y sin la luz de Cristo, y sin importar en qué edad estamos, pasamos por muchos momentos de dificutad, gimiendo, llorando y clamando por la ayuda verdadera que solo viene del cielo, porque El SEÑOR es refugio de los oprimidos; es nuestro baluarte en tiempos de angustia. Salmos 9:9.

 

¡Cuán feliz y bendecido es todo aquel que descubre, que el SEÑOR Jesucristo es la Fuente suprema de refugio, que su nombre es la torre segura donde podemos correr para hallar protección, defensa y refugio en momentos de peligro, enfermedad y amenaza, Por eso, Dios el Padre, lo exaltó y lo elevó al lugar máximo de honor y le dio el nombre más importante que está por encima de los demás nombres, para que ante el nombre de Jesucristo se doble toda rodilla de los que están en el cielo y en la tierra, y debajo de la tierra; para que todos reconozcan en su corazón y confiesen con su lengua que Sólo Jesucristo es el SEÑOR, y para que le den toda la gloria al Padre, Filipenses 2:9-11.

 

Es con Jesucristo reinando en nuestro corazón como SEÑOR y salvador que podemos hacerle frente a los problemas que parecen insalvables y confusos, sin embargo, nos preguntamos muchas veces: ¿Por qué los malvados prosperan, se hacen poderosos y ricos y le hacen la guerra a los demás? ¿Por qué muchas veces el mal triunfa sobre el bien y las estrategias del malo prevalecen? En los estrados de los tribunales de justicia, muchas veces, los criminales y sus abogados corruptos, ganan defendiendo estilos de vida inmorales, se salen con las suyas y hasta llegan a adoctrinar en los establecimientos educativos, pero según la palabra de Dios, al final de todo, Dios hace justicia y da la victoria al justo: Dios es nuestra salvación y nuestra gloria; Él es la roca que nos fortalece; ¡nuestro refugio está en Dios!. Salmos 62:7


Cuando nos presentamos delante de una autoridad humana, es interesante ver que si vamos en el nombre de alguien que tiene poder y autoridad nos atienden con deferencia y prelación para escuchar nuestro problema y dar una respuesta al respecto, pero es mucho más reconfortante saber que en el mundo espiritual el nombre de Jesucristo tiene el mayor poder, autoridad y efecto, especialmente sobre las tinieblas, ellas se someten, obedecen y tiemblan, porque el Padre decidió dar a su Hijo, el nombre más portentoso y santo que representa lo que Él es y la misión que vino a hacer en la tierra; su nombre Yeshua, Jesús, Jesucristo, significa el SEÑOR salva a su pueblo de sus pecados. Mateo 1:21.

El nombre del Hijo de Dios, es el único digno de honor, el más poderoso y máximo sobre todos los demás nombres, Filipenses 2:9; en Él estamos seguros para resistir los ataques y tormentas del mundo; este nombre Roca Fuerte tipifica el poder del carácter poderoso y sobrenatural de Jesús para resucitar y vencer la muerte y ser glorificado; es por eso que en su nombre encontramos seguridad y protección salvadora, es esa torre que como faro ilumina el camino para que no nos extraviemos, y estando en Él tenemos una posición ventajosa desde la cual podemos ver el mundo con su caos que lo rodea pero el enemigo no nos toca. Salmos 61:2-3; su nombre es torre fuerte porque su perfección y sus atributos de Dios y Padre protector son ilimitados, sobrenatural, extraordinario e inexpugnable, el lugar de refugio que el enemigo no lo puede conquistar: No hay otro nombre debajo del cielo, dado a la humanidad, por el cual podamos ser salvos. Hechos 4:12. 

El SEÑOR como nuestra torre fuerte, debe ser nuestra fortaleza en todo tiempo, especialmente en tiempos de angustia, el escondite donde el enemigo no puede alcanzarnos, ni persuadirnos ni vencernos con la maldad del mundo, porque el nombre del SEÑOR es tan elevadamente poderoso como una gran torre de mármol, marfil y roca sólida firme que cimenta nuestra fe, dando seguridad a nuestra existencia, sin dejarnos burlados a causa de su amor y su fidelidad; la gran altura del SEÑOR nos mantiene en las alturas, mientras el enemigo está abajo rugiendo como un león; la presencia de Cristo en nuestro ser nos mentiene por encima de los problemas y con la paz que sobrepasa todo entendimiento. El hace mis pies como de ciervas. Me hace estar firme sobre mis alturas; adiestra mis manos para la batalla...Salmos 18:33-35.

Como pueblo de Dios en Cristo poseemos la torre más fuerte y fortificada con millares de ángeles que nos cercan y custodían como muralla y fortín cuando oramos en el nombre de Cristo, impidiendo que el adversario se acerque; así Él nos mantiene en alturas de santidad e integridad como personas regeneradas que han dejado atrás las cosas viejas de la naturaleza carnal caída, renovados en Cristo Rey y SEÑOR, 2 Corintios 5:17. Y dirán en aquel día: Canten a YHWH, aclamen su nombre, hagan célebre entre los pueblos sus obras, recuerden que su nombre es poderoso. Canten salmos al Eterno, porque ha hecho cosas magnificas; que se sepa esto por toda la tierra. Regocíjate y canta, oh moradora de Sión;(Colombia), porque grande es en medio de ti el Santo de Israel, (Jesucristo) Isaías 12:24.

En momentos de dolor nos perturbamos, y hasta preguntamos ¿Por qué es que la gente justa y los pobres sufren? En momentos de luto, perdida, enfermedad y dolor, el sentimiento de abandono podría prevalecer, pero debemos recordar que el dolor de Jesucristo fué el más terrible para salvarnos y venir a ser nuestra seguridad sakvadora, nuestra protección vital y el poder para liberarnos porque el sencillo hecho de fe en Dios; su nombre nos inyecta confianza y esperanza en la vida por lo que Él es y representa. Su nombre es esa torre fuerte que está por encima del humanismo, la ciencia y la filosofía que no salvan. 

Si su nombre es nuestra torre fuerte, representa la solución para todo inconveniente, dolor y golpe duro, por eso corremos a Él para ser consolados, ayudados y protegidos  hasta que pase el fragor de la batalla de la prueba, porque Dios es nuestra fuente primaria que provee el remedio, impidiendo que nos rindamos ante el dolor, la enfermedad y la muerte, y aunque estemos heridos o cansados, Dios nos sostendrá. En Él hallamos alimento que noa restaura, consuela y provee para darnos estabilidad y recuperar las fuerzas, y aunque no entendamos nada, sabemos que Él es la Roca sólida que no se mueve, pero nos defiende, protege y da refugio cuando estamos a punto de claudicar. 2 Corintios 5:21. SEÑOR, Tú eres mi refugio; Tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de liberación. Salmos 32:7.

En esa torre tiene tenemos y encontramos espacio para descabsar cuando echamos sobrw Él todas nuestras cargas, y mucho más creemos a Dios cuando el enemigo ataca, entonces corremos al SEÑOR para encontrar soluciones y vencer, en medio de este mundo, que imagina soluciones mecánicas con arreglos sin ningún propósito, pero es en Dios que la vida cobra sentido y razón de ser, invocamos el nombre poderoso de Cristo en oración porque en su nombre es un deleite orar con autoridad celestial que nos llena de gozo y provee paz que sana el cuerpo, libera el espíritu y rescata el alma de las garras del malo; así es que somos preservados en Él, pues la vida sin Dios no tiene ningún significado ni valor. Romanos 10:13En Ti, SEÑOR, busco refugio; jamás permitas que me avergüencen; líbrame en tu justicia. Salmos 31:1.

Cuando enfrentamos todos los problemas de vivir en este mundo, es que corremos al SEÑOR, nuestra Torre Fuerte, como sucedía en la antigüedad, que las ciudades construían murallas y torres fortificadas para proteger su integridad, así nuestra fe en la palabra y nuestra confianza en Dios, construye protección en Dios, si creemos todo lo hermoso de Jesucristo, profetizado y logrado como lo narran las Escrituras; los enemigos atacaban con lanzas y flechas, pero los habitantes estaban tan alto en la torre que no podían ser alcanzados. Solo Dios es mi Roca y mi salvación; Dios es mi protector y no habré de caer. Salmos 62:6.

El nombre de Jesucristo de Nazaret es grandioso y sobrenatural, invocado con fe y confianza en Dios hace que descienda toda la gloria del cielo y la autoridad del Eterno, respondiendo aquí en la tierra, porque hay fe en el Dios encarnado que amó a la humanidad para salvación y plenitud de vida. Porque YO les aseguro, que todo lo que pidan orando, y creen que lo recibirán, les vendrá, Marcos 11:24

El poder de una fe fuerte y firme nos ayuda a perrmanecer en Cristo, su palabra y bajo el fuego de su Espíritu, el nombre de Cristo es una Roca fuerte que nos protege en la oscuridad ni al mal que se pasea por el mundo; vivir en las Alturas del Espíritu es nuestro lugar de fortaleza, allí hay victoria escondidos en la Torre Fuerte; leemos en el libro de Jueces cuando el malvado Abimelec atacó al pueblo de Dios, pero la ciudad tenía una gran muralla a donde corrieron todos por ser el lugar alto el más seguro; Abimelec se acercó a la torre y le prendió fuego, pero una mujer que estaba arriba en la torre, lanzó una rueda que le destrozó el cráneo al malvado. Así el SEÑOR los liberó del opresor, esto también nos habla de la oración intercesora que desde la tierra llega a los lugares altos del trono de Dios. Jueces 9:54; El camino del SEÑOR es refugio para los justos, pero ruina para los malhechores. Proverbios 10:29.

En tiempos bíblicos las torres y murallas eran el lugar de defensa para el pueblo, para nosotros hoy en día, nuestra torre fuerte y de defensa es el nombre del SEÑOR Jesucristo, el Amo y Dueño del universo, mientras peregrinamos por el mundo y enfrentamos nuestras batallas, es por eso que debemos caminar y vivir bajo el abrigo y el amparo del Gran YO SOY, el principio y el fin, el Alef y el Tav, el Alfa y el Omega, principio y fin de todo lo creado. Él escucha nuestra oración y actúa en lo que necesitamos; el Dios infinito y eterno se hace cargo de sus hijos y está disponible para el que lo ama y le cree; ¡Cuánto te amo, SEÑOR, fuerza mía! El SEÑOR es mi roca., mi amparo, mi libertador; Él es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Él es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite! Salmos 18:1-2.

Dios nos ha asegurado respuesta en su nombre, Juan 16:24, para cualquier cosa que pidamos al Padre, de acuerdo a su voluntad, Y todo lo que pidan al Padre en mi nombre, lo hará, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo piden en nombre, YO lo haré, Juan 14:13-14. Conocer que la voluntad de Dios es orar en el nombre de su Hijo, en el nombre de Jesucristo hay autoridad, respuesta para que huya toda oscuridad. El poder que tenemos al acceder al nombre de Cristo proviene de una fe genuina, de alguien que ama, cree y sabe lo que Él es y lo que hizo. Toda la palabra de Dios es digna de crédito; Dios protege a los que en Él buscan refugio, Proverbios 30:5.

Su nombre es preciso y lleno de significado, es Dios salvador, protector, justificador y redentor, el Dios encarnado, pero omnipotente, omnipresente, omnisciente y todopoderoso que vino a transformarnos para sacarnos del mundo a lugares celestiales, dándonos acceso al Camino eterno, es en su nombre que nuestras obras pueden ser mayores, y todo lo que pidamos al Padre vendrá, por ese nombre tenemos entrada al Padre y al Hijo por un mismo Espíritu, Efesios 2:18. Nadie es santo como el SEÑOR; no hay roca como nuestro Dios, ¡No hay nadie que se compare a Él 1 samuel 2:2.

Demos a conocer este nombre entre las naciones para que las tinieblas huyan y las cadenas se rompan, en su nombre está el poder que permanece y actúa hasta hoy a favor de los seguidores de Jesucristo; por fe invocamos este poderoso nombre, para que los demonios se sujeten y huyan. Lucas 10:17-20. Esto implica dar a conocer, el evangelio de la cruz de Cristo y su victoria conquistada; sus gloriosas promesas son SÍ y Amén en Cristo y hecho está, Hasta que desde lo alto sea derramado su Santo Espíritu sobre nosotros. El desierto se volverá un carpo fértil, y el campo fértil se volverá un gran bosque. Isaías 32:15.

Hay gloria en su nombre de Jesucristo para atar y desatar en la tierra y hecho en lugares celestiales, Mateo 16:19, en la expansión de su reino, y se transformen las vidas, las familias y las circunstancias por más oscuras y difíciles que parezcan: Si mi pueblo que lleva mi nombre, se humilla, ora, abandona su mala conducta y me busca; YO lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra. 2 Crónicas 7:14. Esta es una palabra profética para este tiempo! Gracias SEÑOR, por tu amor, y misericordia, ¡pues Tú nos sostendrás!

Dios ha permitido circunstancias en la vida, y en la historia, pensando siempre en lo mejor y convivir con el género humano; mandó a Moisés a construir el Tabernáculo tipo de Jesucristo, y su Espíritu en medio de su pueblo, su nombre Emanuel, Dios con nosotros con su grandiosa presencia, porque en Cristo tenemos al Gran Sumo Sacerdote que intercede por nosotros, y en su nombre nos acercamos al Padre. Y estando ya presente Cristo, Sumo sacerdote de los bienes venideros, como el más amplio y perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, y no por sangre de machos cabríos, ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez y para siempre en el lugar santísimo, habiendo obtenido eterna redención...Hebreos 9:11-22.

Unos siervos de Dios fueron al cine para llevar a su pequeño hijo a ver una interesante película infantil, pero en la mitad de la película, un adolescente dejo de respirar. Todos en el teatro estaban viendo cómo agonizaba el joven, mientras sus padres lloraban suplicando que su hijo comenzara a respirar, ese padre gritaba con todo su corazón, ¡hijo respira, hijo respira! Pero el joven yacía tirado en el suelo sin un aliento de vida y sin moverse, totalmente sin signos vitales. 

La proyección se paró abruptamente, la gente en el teatro comenzó a llenarse de temor y pánico, la atmósfera se puso muy tensa. Nadie sabía exactamente qué estaba pasando, pero el un siervo de Dios que había ido con su hijo, se dirigió directo donde el joven yacía inmóvil, se paró a los pies de él, y con un fuerte y firme acto de fe, tomó las manos del joven, y casi como en un susurro dijo: En el nombre de Jesús de Nazaret respira; de repente el joven volvió a la vida y empezó a respirar. ¡Dios había respondido esa oración de fe en el nombre de su Hijo! Bueno es el SEÑOR, es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en Él confían. Nahum 1:7.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.





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