Y acostumbraba hablar el SEÑOR con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Cuando Moisés regresaba al campamento, su joven ayudante Josué, hijo de Nun, no se apartaba de la tienda. Éxodo 33:11.
Y estaba uno de los discípulos, que se recostaba sobre su pecho, a quien Jesús amaba. Juan 13:23.
Fiel es Dios, y nos ha invitado a que tengamos comunión con su Hijo, Jesucristo, nuestro SEÑOR, 1 Corintios 1:9. Él ofrece su amistad a los justos, Proverbios 3:32b.
Nuestro Creador hizo al hombre una persona, un ser social y gregario, NO SOMOS ANIMALES, como algunos desubicados lo dicen, somos personas, seres humanos pensantes y con voluntad para decidir; nuestro Creador nos diseñó humanos perfectos para convivir juntos NO para ser ermitaños, por eso dijo en Génesis: No es bueno que el hombre este solo…Es por eso que la amistad es una de las relaciones más preciosas y valiosas que podemos desarrollar y alimentar a lo largo de nuestra vida. Nuestro Padre celestial nos ha creado con todas las habilidades y cualidades adecuadas para tener relaciones interpersonales de amistad y fraternidad, primeramente con Dios y luego con el prójimo; el problema está en nosotros que no las manejamos correctamente. El hombre que tiene amigos debe mostrarse amigo; y un amigo es más unido que un hermano. Proverbios 18:24.
La Biblia registra en varios textos la importancia y la calidad de la amistad de los hijos de Dios, sus profetas y su pueblo para con Dios y para con su prójimo, tanto que nuestro Dios llegó a decir que Abraham era su amigo, y nuestro SEÑOR y Salvador en todo su ministerio terrenal desarrolló relaciones amistosas no solo con sus discípulos sino también con la gente. Tú, oh Israel, eres mi pueblo, tú, oh Jacob, a quien he escogido, la descendencia de Abraham, mi amigo. Isaías, 41:8 y Santiago 2:23. Si nuestro Dios ha escogido amigos humanos, entonces, ¿qué de nosotros con relación a Cristo nuestro Salvador?
¿Cómo logramos ser amigos de Dios en Cristo Jesús? La palabra lo enseña, Abraham, Moisés, David, Daniel, Samuel y muchos más lograron ser amigos del Eterno porque estuvieron atentos a escuchar y obedecer su voz. Génesis 22:18. Por lo tanto, quienes escuchan la voz de Dios y le obedecen son exaltados como amigos de Dios y personas grandes, pues asi se demuestra lealtad, reverencia y fe obediente al Padre bueno; los antiguos por ser amigos del Eterno, pudieron enfrentar diversas pruebas y Él estaba con ellos en todo tiempo. Algunos fueron: Moisés, Éxodo 3:4-8; Josué en Josué 24:1-7; David, 2 Samuel 22:21-25; Job, Job 37:2-13; Daniel, Daniel 10:12; Pablo, Hechos 9:1-9. Bernabé, Hechos 13:2-5, y muchos más.
El Primer amigo que debemos buscar es al SEÑOR, porque Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida, Él es inmutable, nos conoce, nos comprende, nos consuela y nos perdona porque nos ama y quiere lo mejor para cada uno, Él es nuestra mayor riqueza y refugio seguro:
1.Se interesa por nosotros todo el tiempo. Mateo 11:28-30, 1 Pedro 5:7.
2, Él nos ama y su amor permanece para siempre. Juan 3:16, Juan 13:1 y Juan 17.
3. Él es discreto y leal y no avergüenza a nadie. Romanos 5:5 y 10:11.
4. Él siempre nos habla con la verdad. Juan 8:32, 14:6 y 1 Juan 5:20.
5. Él sabe escucharnos. Jeremías 33:3, 1 Juan 5:14-15.
6. Nos acepta, sin criticas ni reproches, porque Él nos respeta. Juan 1:12, 1 Juan 3:23.
7. Cristo nos acerca al Padre y nos ayuda siempre. Juan 3:23, 14:6; Efesios 1:3-5, 1 Pedro 2:24.
8. Él tiene tiempo para escucharnos. Jeremías 29:12, Mateo 7:7-8, Juan 16:23-24.
9. Nos perdona las veces que es necesario y endereza nuestros pasos. Mateo 6:14, 18:21-22, Hechos 13:38-39.
Nuestra amistad diaria con Cristo es amistad directa con el Padre, está basada en el amor y la confianza que tenemos en nuestro Creador y Salvador, reconociendo y valorando el sacrificio de la cruz y la verdad poderosa que proclamamos en la victoriosa resurrección del Cordero de Dios, que YA VENCIÓ al enemigo y nos trajo salvación y reconciliación para mantener amistad con Dios, creyendo a su palabra para atesorarla y exponer el engaño del diablo y sus instrumentos de maldad porque Dios nos dio de su Espíritu para discernir el mal del bien y liberarnos del engaño, Él nos recuerda sus enseñanzas y nos conduce a toda verdad. Juan 16:13-15. El Espíritu Santo es el amigo que nos dejó Jesús cuando volvió al cielo, Él es nuestro director, guía, Consejero y Consolador que nos acompaña para NO sentirnos huérfanos, sino hijos amados y acompañados, Mateo 28:20 y Juan 14:18.
El SEÑOR es amigo de aquellos que son hijos humildes que oyen y caminan Con Pasos Firmes en Dios y con fe obediente delante de Él, incluso toda una nación puede llegar a ser amiga de Dios cuando el pueblo oye a su SEÑOR para hacer el bien y servir de buena voluntad; si queremos ser amigos de Dios debemos prestar atención a lo que Él dice, enseña y advierte para que hagamos o dejemos de hacer algo y nos vaya bien con toda seguridad, Esto es lo que les mandé, diciendo: Escuchen mi voz y YO seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo, anden por el camino en que YO los envíe para que les vaya bien. Jeremías 7:23.
Hay más personas que llegaron a ser amigos de Dios porque caminaron con Él y lo hacían todo sabiendo que estaban en su presencia todo el tiempo: Noé, obediente a pesar de todo en la construcción del Arca…Era Noé un hombre justo, perfecto entres sus contemporáneos; Noé andaba con Dios…Génesis 6:9; Enoc, Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció porque se lo llevó Dios, Génesis 5:24; y Elías, ...He aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a Elias de Eliseo; y Elías subió al cielo en un torbellino…2 Reyes 2:11.
Ser amigos de Dios es caminar con Él en un continuo trato familiar de amor y amistad aubqye haya oposición, Él es y será siempre nuestro más cercano compañero y amigo defensor, juntos compartimos experiencias y momentos sobrenaturales únicos que solo Él y yo conocemos; es algo extraordinario caminar de la mano de Jesús, Caminar con Cristo, es algo espectacular que yo he experimentado; Él nos toma de la mano, se ríe con nosotros, nos enseña cosas, nos advierte el peligro, nos revela el corazón de las personas y nos hace que partícipes de una confidencialidad única y bienaventurada que nos hace inseparables, y en algunos casos, ni lo percibimos, pero está ahí, como cuando Jesús caminó con los discípulos por el camino de Emaús y ellos no lo reconocieron pero les hablaba y les enseñaba por el camino. ¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba en el camino, cuando nos abría las Escrituras? Lucas 24:32.
Él me enseña, me corrige y disciplina con amor si me alejo un instante, porque la amistad con Dios es presencia bilateral amorosa y armoniosa que nos mantiene en diálogo, yo reflexiono y pregunto continuamente y Él que conoce mis pensamientos, me responde y aclara para que yo pueda cumplir sus encargos con responsabilidad; en ese camino, Él me ayuda a vencer muchos obstáculos; entre más hablamos, más y más se estrechan nuestros lazos de amor, comunión, sinceridad e integridad y puede llegar el momento en que seamos uno con Jesús, tal como Él lo oró en Juan 17, y ser uno con Él, debe ser nuestro deseo y nuestra mayor meta. Sueño con eso. Y se dijeron el uno al otro:
La vida del cristiano nacido de nuevo debe ser viva y activa en estrecha, diaria y continua relación personal prioritaria con nuestro Salvador; Él es la causa primera y razón última de ser en nuestra vida de fe. Sí somos amigos de Dios, caminamos con Cristo, podremos tener buenas relaciones con los hermanos en la fe y la familia, disfrutando con gozo de reciproca fraternidad, amabilidad y buena voluntad con el dulce fruto del Espíritu Santo. Juntos y en armonía bajo la frescura del aceite y el fuego de lo Alto. Salmos 133. Nuestro amigo Lázaro duerme, pero voy para despertarlo. Juan 17:17.
Pero muchas veces hacemos lo que nos parece porque se nos olvida que tenemos un poderoso enemigo que a toda costa nos engaña y desvia del camino, impidiéndonos ser amigos de Aquel que lo venció en la cruz y le piso la cabeza con el sepulcro vacío, y que subiendo victorioso a su trono de gloria sigue atento de manera personal; por eso, no solo necesitamos ser amigos de Cristo, dino que nos urge serlo para mantener al enemigo fuera y lejos de nosotros; el SEÑOR quiere ser nuestro Primer y más grande amigo personal. Ya no los llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su SEÑOR; pero los llamo amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, se las he dado a conocer. Juan 15:15.
Ser amigos de Dios en Cristo es lel mayor privilegio y riqueza que el ser humano pueda tener y que el cristiano DEBE cultivar y cuidar; la perfecta relación de un hijo de Dios con su Padre significa ligar nuestro corazón al de Cristo, llenarnos de su Espíritu y apasionarnos por su presencia bajo la cobertura de su glorioso Espíritu que mora en nosotros alegrándonos, mostrándonos el camino y conviviendo juntos como si fuéramos uno solo. Todo aquel que ama a Dios, es persona de carácter, se mueve con espíritu resuelto, está en constante búsqueda del bien y depende de su SEÑOR y las demás personas lo reconocen. Aconteció por aquel tiempo que Abimelc, con Ficol, comandante de su ejército, hablaron a Abraham diciendo: Dios está contigo en todo lo que haces. Génesis 21:22.
Ser amigos de Dios en Cristo Jesús es servir de todo corazón, siendo leales y fieles aún en los peores momentos que podamos estar pasando, porque así mostramos nuestra confianza en Él. La amistad con Cristo es un permanente deleite y deseo de complacer al máximo el corazón de Aquel que nos tomó por hijos, negándonos a nuestros intereses personales para priorizar los del Hijo, en comunicación con Él cada día para no resbalar. La comunión íntima del SEÑOR es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto. Salmos 25:14.
En nuestra amistad con Cristo, lo miramos cada instante para intentar cada día ser como Él lo fue para con el Padre, y eso es posible por el Santo Espíritu, que nos revela al Padre y al Hijo en la medida que crece nuestra entrega y comunión guardando sus mandamientos, orando con sentir espiritual, alabando y adorando con el mayor deleite no queriendo salir de su presencia y moviéndonos por su consejo, amándolo tal como nos enseña el Gran Mandamiento en Deuteronomio 6:1-9. Nadie tiene mayor amor que que este: que uno ponga su vida por sus amigos. Juan 15:13.
Nuestra amistad con Cristo nos conduce a odiar lo que Dios aborrece, llamando al pecado, pecado, a lo santo, santo, y a lo vil por su nombre; nuestra amistad con Cristo es por amor, porque Él nos amó primero pagando nuestra deuda en la cruz; por eso no cuestionamos la voluntad divina, pues sabemos que Dios es sabio, justo y misericordioso, siempre dispuesto a perdonar al pecador arrepentido y dar lo mejor; su amor nos constriñe con afecto entrañable porque Él no desecha ni discrimina sino que recibe, acepta y ve en cada uno la grandeza y perfección con que nos creó. Porque el amor de Cristo nos constriñe; pues Él murió por todos, y nosotros morimos en Él. 2 Corintios 5:14. Por esa amistad, morimos al mundo, a la carne y a todo lo que se opone a Dios porque hemos hecho a Cristo nuestro primer y más grande amigo amado. Ustedes son mis amigos si hacen todo lo que les ordeno. Juan 15:14.
Si somos amigos de Cristo, nuestra vida no es como el común de la gente, sino que es una vida sobrenatural y hermosa porque es espiritual, única y exclusiva. Nuestra amistad con Cristo repercute en pureza, justicia y verdad; es por esa intimidad que instauramos principios morales y respetuosos en relaciones de convivencia pacífica. Crecemos y maduramos juntos profundizando en el diálogo y la comunicación mutua con responsabilidad, honestidad y confianza. La amistad nos liga a Cristo para enriquecernos recíprocamente día a día, por eso: La senda del justo es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto. Proverbios 4:18.
Ser amigos de Dios es caminar hombro a hombro con su Hijo Jesucristo, dedicados y consagrados; sus amigos se interesan en agradarlo y alegrar su corazón viviendo sus enseñanzas y siendo diferentes al común de los hombres, no compartiendo el estilo de vida del mundo, tomando conciencia de la seriedad de nuestra relación; ser amigos de Cristo se constituye en ser enemigos del maligno, del mundo y venciendo las debilidades de la carne porque el que se hace amigo del mundo, viene a ser enemigo de Dios. Santiago 4:4.
En nuestro caminar con Dios, confrontamos al mundo en compañía de Cristo, es así que podemos denunciar los malos caminos y profetizar juicio o bendición según el caso. Abraham que era amigo de Dios, fue un hombre de altares, alguien que buscaba el consejo de Dios y evocaba al SEÑOR donde quiera que iba; los hombres que han sido amigos de Dios han tenido muy claro que agradar a Dios es andar unido a Él intentándolo una y otra vez hasta lograrlo, algo posible por fe y aprendiendo a esperar en Él, lo cual nos hace personas pacientes, templadas y dulces, en esperanza y contra esperanza, es decir, cuando otros pierden su confianza y su seguridad, los amigos de Dios se mantienen seguros, firmes e inamovibles sabiendo que el SEÑOR no nos soltará a pesar de todo. Romanos 4:18-22 y Hebreos 6:15.
El SEÑOR Jesús testificó y confirmó a aquellos que fueron amigos de Dios, Juan 8:56, por fe, por creer y confiar en Dios; si Él permanece fiel, nosotros debemos ser fieles confiando en Él que nos llama amigos, Génesis 18:1-33, y Santiago 2:23. Dios nunca pide algo que no podamos hacer, por lo tanto, ser un genuino amigo de Dios, es pararse firme en lo que Él dice, profetiza y promete, haciendo que Él obre milagros, pues Dios no se mueve por nuestras necesidades ni emociones, sino por nuestra fe y confidente amistad en Él. somos de Dios, entonces debemos ser sus amigos como lo expresó Jesús en Juan 17:6. Y se cumplió la Escritura que dice: Y Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. Santiago 2:23.
Amistad con Dios, es disfrutar la vida nueva deleitados en su compañía, disponibles para Él, atendiendo su voz y sirviendo como para el SEÑOR. Salmos 37. Él siempre estará cerca para ayudarnos, aconsejarnos, sostenernos y darnos fuerzas con su mano, con una respuesta y una salida, sea el dilema, la encrucijada y el problema que sea. 1 Corintios 10:13.
Siendo amigos de Dios, también amamos lo que Él ama, imitamos sus cualidades y mostramos el carácter de Cristo; los amigos de Dios, andan en integridad, hacen justicia, hablan verdad desde su corazón, no calumnian ni hacen mal a su prójimo con su lengua; no admiten criticas ni reproches contra su vecino, , no aceptan al vil, pero honran a los que temen al SEÑOR; ninguna dificultad ni daño los hace cambiar de su posición moral, no prestan ni dan su dinero con usura y tampoco admiten cohecho contra el inocente. Eso lo enseña Salmos 15. Oh almas adúlteras, ¿no saben que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera que quiera ser amigo del mundo, se constituye en enemigo de Dios. Santiago 4:4.
Ser amigos de Cristo nos hace aptos para enseñar y comunicar con integridad y confidencia, presentándonos delante de Él cuidadosamente, preparando el corazón porque Él merece toda reverencia; los amigos de Cristo lo conocen por la experiencia relacional diaria, ese conocimiento nos permite fuerza sin sentimentalismos vanos, es una fé sobre la Roca que nos mueven a la acción; nos lleva a vivir sobre principios eternos, en un real temor piadoso no queriendo disgustarlo, irradiando la vida del Padre, la pureza del Hijo y la gracia del Espíritu Santo. Toda acción de fe es para gloria de YHWH, bendición de otros y gozo nuestro, no para vanagloria. Filipenses 2:2-8. Ustedes serán mis amigos, si hacen lo que les mando. Juan 15:14.
Así como cuidamos nuestras amistades naturales, mucho más debemos cuidar nuestra amistad espiritual con Dios, pues es la más valiosa y somos radicales ante el pecado y la maldad, proyectando sacralidad, solidaridad, bondad y madurez frente a los enemigos de la fe, Mateo 5:43-44; la amistad con Dios nos hace incondicionales y desprendidos para acoger a las personas tal como son, tarea que no es fácil de llevar a cabo, sino por el fruto del Espíritu Santo, Juan 14:27. No amen al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama el mundo, el amor del Padre no está en él. 1 Juan 2.15.
Cristo es personal, Él te ama a ti y a mí, Él espera cada día una respuesta de gratitud y de amor desde nuestro corazón; cuidemos nuestra relación Él porque la primera y principal necesidad de nuestra vida es nuestra amistad y compañerismo con Dios. Vuelve ahora en amistad con Dios, y entrégale lo mejor de ti; si te vuelves a Dios serás edificado. si alejas la iniquidad de tu casa; recogerás plata como polvo, y oro de Ofir, cual arena del arroyo; Dios será tu auxilio, y la plata será contada para ti. Entonces levantarás a Dios tu rostro, orarás a Él y te escuchará, y podrás cumplir tus promesas: declararás una decisión y te será firme; sobre tus sendas resplandecerá la luz. Porque el que se humilla ante Dios, será exaltado... Job 22:21-30.
“El secreto de andar con Jesús es tener la certeza de que yo no sé, pero Él sí. Y Dios quiere que tengamos una relación con Él, mucho más íntima que por la simpleza de recibir sus regalos” —Oswald Chambers.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
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