Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en Él: Si ustedes permanecen en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Ellos le contestaron: somos descendientes de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo nos dices que seremos libres? Jesús les respondió: En verdad, en verdad les digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre, pero el hijo se queda en casa para siempre. Así que, si el Hijo los liberta, serán verdaderamente libres...Juan 8:31-38.
En Cristo hemos sido liberados del pecado para ser siervos de Dios, y el provecho que obtenemos es nuestra santificación, cuya meta final es la vida eterna. Romanos 6:22.
Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor. Gàlatas5:13.
1. Permanecer en la palabra de Dios nos hace libres. Lo primero que el SEÑOR nos dice es que permanezcamos en su palabra porque allí Él nos provee enseñanza, principios morales y sabiduría, lo cual nos hace libres para saber vivir en un mundo desubicado y confundido; todo esto significa libertad en acción de verdaderos discípulos e hijos de Dios haciendo todo por amor y con amor, porque el servicio a Dios es libertad perfecta. Hemos sido liberados de la ley, porque morimos a ella y ya no estamos presos de su poder. Ahora podemos servir a Dios, no según el antiguo modo, que consistía en obedecer la letra de la ley, ahora tenemos nueva vida en el poder del Espiriru. Romanos 7:6.
En esa libertad podemos ser educados en la manera de expresarnos, en la forma de responder a los retos diarios de la vida y en el trato con las personas, aun cuando nos ataquen y ofendan, con lo cual demostraremos que Cristo vive en nosotros y somos fieles a Dios, en palabra, obra e intención, porque estamos sujetos a sus fundamentos y somos obedientes a sus enseñanzas; hay algunos por ahí que dicen ser de Cristo pero no tienen testimonio, adolecen de amor, honestidad y fidelidad a Dios y a su familia, pues no permanecen en la palabra, ni viven la palabra, son esclavos de sus pasiones y no experimentan lo que es vivir en libertad. El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. 1 Juan 4:8. Cristo nos liberó para que vivamos en su libertad. Por lo tanto, mantengámonos firmes y sin someternos nuevamente al yugo de la ley. Gàlatas 5:1. (la ley del pecado, Romanos 7)
2. Conocer al Libertador y permanecer en Èl nos hace libres. Romanos 8:1-2. Si estamos en Cristo somos libres de condenación porque no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu, lo cual nos libera de pecado y de muerte. Conocer la verdad que es Cristo y su palabra viene como resultado de permanecer en Él, pues Él encarna la verdad porque es la palabra viviente; esto plantea al hombre un gran reto, pues está acostumbrado a la mentira y el engaño que lo hacen esclavo de la infidelidad, aunque el anhelo del hombre a través de los tiempos ha sido conocer la verdad; Alexis Carrel de origen francés en su libro La Incógnita del hombre dice que todos los creadores de religiones, como los reformadores sociales, los filósofos, los pensadores, los poetas, los científicos y el hombre común de la calle tienen un deseo intenso en su corazón de conocer la verdad, pero no la hallan, ni la descubren, puesto que buscan en caminos equivocados del mundo y no a Dios. Tanto pensar, tanto investigar, tanto escribir, tanto llorar, tanto sufrir, tanto sudar, ¿para qué? Para conocer la verdad, pero sin Cristo es imposible. Andaré en tu libertad porque te busco en tus mandamientos. Salmos 119:45.
El gran poeta nicaragüense, Rubén Darío en sus cantos de vida y esperanza tiene un poema llamado, Lo Fatal, donde expresa la angustia existencial del hombre por buscar la verdad y no saber a dónde ir, y escribe: Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo, y más la dura piedra porque esa ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente. Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro de terror, y el espanto seguro de estar mañana muerto, y luchar por la vida y por la sombra y por lo que no conocemos y apenas sospechamos, y la carne que tienta con sus frescos racimos, y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, ¡y no saber a dónde vamos, ni de dónde venimos. ¡Tremenda locura sin Dios!
Este poema humano, refleja en alguna manera el pensamiento de un gran colectivo social que no conoce la verdad de Dios por ser una humanidad caída, sin rumbo y sin el timón de Cristo dirigiendo la barca de sus vidas. Muchas son las angustias del justo, pero el SEÑOR lo librará de todas ellas. Salmos 34:19. La palabra es clara, ¿quién es librado de la angustia? El justo es liberado, y ¿quién es el justo? Todo aquel que Cristo ha redimido y declarado justo en Èl.
Las tres preguntas que formula el poeta son: ¿Quién soy, de dónde vengo, y para dónde voy? La gran mayoría de seres humanos deambulan por el mundo buscando la razón de su existencia y algo que le de sentido y razón de ser a su vida, pero lo hacen al estilo humano, no como lo plantea Dios en su palabra, esas tres preguntas las tenemos completamente resueltas si leemos, atesoramos y escudriñamos las Escrituras queriendo ser sabios para con Dios. El Espíritu del SEÑOR está sobre mí, Él me eligió y me envió para dar buenas noticias a los pobres. Para que los corazones heridos sean sanos, para proclamar liberación a los cautivos y libertad a los prisioneros. Isaías 61:1.
¿Quién soy? Un hijo de Dios redimido en Cristo, ¿De dónde vengo? De Dios mismo, pues Él me formó en el vientre de mi madre, ¿Para dónde voy? A vivir con Cristo eternamente, le pertenezco al único que me ha dado vida en su sacrificio de la cruz y me conoce perfectamente como lo dice Job 10 y Salmos 139. Pertenecemos al Creador y Salvador y vamos rumbo a su reino eterno de luz al vivir en santidad y dirigidos por la mano de Cristo bajo la dirección y consejo de su Espíritu Santo que vive en mi. Eso es actuar como personas libres que no se valen de su libertad para hacer maldad, sino que viven como siervos de Dios. 1 Pedro 2:16.
Tantas luchas, cavilaciones e intrigas para conocer la verdad, cuando el procedimiento para hallarla es tan sencillo: Reconocer a Jesucristo y permanecer fieles a la Palabra de Dios, como hijos y discípulos, así conocemos la verdad que nos hace libres; la verdad no es un concepto intelectual, no es un sistema, ni una idea, LA VERDAD ES UNA PERSONA que bajó del cielo a la tierra, el único que aseguró ser Dio y dijo: YO SOY el Camino, la Verdad y la Vida, Juan 14:6. Jesucristo, el Hijo de Dios y SEÑOR de todo lo creado es la Verdad que nos hace libres, por lo tanto, conocer la verdad es conocer a Cristo, caminar y vivir con Él. Por medio de Cristo y la ley de su Espíritu, soy libre de la ley del pecado y de la muerte eterna. Romanos 8:1-2.
Es bueno amar la lectura, pero los muchos libros del mundo no revelan la verdad que nos hace libres, solo la Biblia, Sócrates el hombre más erudito que tuvo Grecia, después de tanto estudio, lo único que pudo decir fue; Solo se, que nada se, terminó confesando su propia ignorancia a cerca de Dios y su verdad liberadora. Mientras que Jesús sigue diciendo: Permanezcan fieles a mi palabra, porque si lo hacen serán mis discípulos, conociendo la verdad que los hace libres. ¿para qué tanta filosofía, tanta ideología, e inclusive, tanta teología? La llave maestra a la vida en libertad es conocer a Jesucristo, porque no es una mera libertad física, es una libertad espíritual y de conciencia que nos permite disfrutar esta vida en paz. El que no olvida lo que oye, sino que se fija atentamente, en la perfecta ley de la libertad, perseverando en ella y haciendo lo que ella enseña, será feliz en lo que hace. Santiago 1:25.
3. Su Libertad hace verdaderos discípulos. Serán verdaderamente mis discípulos, Juan 8:31. Ser discípulos significa ser verdaderos, genuinos, sin máscaras y sin nada que disimular ni esconder, porque predicar, aconsejar, enseñar, compartir palabra, dirigir un discipulado y compartir textos bíblicos es muy fácil, cualquiera lo hace, pero ser genuinos discípulos es otra cosa; como discípulos de Cristo debemos tener trasparencia en lo que hacemos, pureza de intenciones en lo que decimos y clara honestidad en lo que vivimos, porque el fin por el cual trabajamos para el reino es vida en libertad. Dios da hogar a los desamparados y da libertad a los cautivos llenándolos de alegría; pero los rebeldes habitarán en el desierto de la tribulación. Salmos 68:6.
La esclavitud al pecado, el ego arrogante, el carácter soberbio, la iniquidad de la avaricia, la envidia mezquina, la codicia incontenible y todo lo que eso conlleva, es lo que crea guerras plagadas de sangre, muertes inocentes y violación de la libertad; los hombres se organizan en grupos de delincuencia organizada tanto de élite como del común, con el pretexto de una falsa paz libertaria, pero detrás solo se mueven intereses oscuros y mezquinos. Héroes como los grandes misioneros, madres abnegadas y consagradas y personajes célebres en los gobiernos, ¿para qué lucharon? Para conseguir la libertad. Francisco de Paula Santander dijo su famosa frase: Granadinos, las armas les han dado la independencia, las leyes les darán la libertad. Pero lo cierto de todo esto es que solo Dios es la garantía de nuestra libertad en Cristo. Dios el Padre, nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de su Hijo Amado, Jesucristo, Colosenses 1:13.
Aunque a cientos de hombres se les ha llamado libertadores, porque en alguna medida lograron una libertad física, el gran problema del hombre son sus cadenas interiores, las cadenas espirituales que aprionan el alma; el hombre camina en aparente libertad dentro de este mundo natural y físico donde nos movemos, pero la gran mayoría de la gente vive completamente encadenada, esclavizada y agobiada, suscitando grandes y pequeños problemas a una humanidad doliente, que por no conocer la Verdad, deambula sin rumbo: ¿para dónde va vicente? Para donde va la gente. Los verdaderos discípulos que viven la libertad de Cristo son aquellos que se parecen a su Maestro, Jesucristo, ellos creen en Él, crecen y maduran en Él, profundizan en conocerlo, dependen de Él, están atentos a su voz y lo obedecen queriendo agradar al Padre y moviéndose en la santidad y verdad del Espíritu. Ahora que han conocido a Cristo y liberados del pecado en Él, hemos sido puestos al servicio de Dios, para cosechar la santidad que conduce a la vida eterna. Romanos 6:22.
Además de todas esas cosas que atan el corazón humano, se inventan ciencias anímicas, psíquicas, psicológicas, psiquiatricas, psicoanalíticas y hasta inteligencia artificial que en realidad son argucias del diablo que trabajan con la nueva era de la telepatía, cienciología, control mental, metafísica, y tantas cosas que se inventan en búsqueda de una falsa libertad. Estas corrientes humanistas saquean el mundo interior de las personas, ofreciendo un enfoque libertario, pero la realidad es que esclavizan más a quienes se afilian a sus grupos y su maquinaria. El SEÑOR es el Espíritu; y donde está el Espíritu de Dios, allí hay libertad. 2 Corintios 3:17.
La gente anda de acá para allá, buscando el don preciado de la libertad y la paz, pero HAY UN SOLO LIBERTADOR DEFINITIVO Y ETERNO QUE SE LLAMA JESÚS DE NAZARET. Sólo en Él hay libertad verdadera. Muchos dicen ser libres de hacer lo que quieren, pero no todo es para bien, ni todo conviene. Es cierto somos libres para decidir, pero no podemos dejar que nada del mundo nos domine robándonos la libertad que Cristo ganó para el creyente, 1 Corintios 6:12. Parafraseado.
La solución de todos los problemas del hombre está en Cristo, entonces, ¿qué explica que tantas personas que han proclamado a Jesucristo como su SEÑOR y Salvador, van a una iglesia, han estudiado Teología, e incluso ejercen ministerios de servicio, y están en el cristianismo, no reciben la bendición de conocer la verdad ni disfrutan de la libertad y la paz? Neil Anderson, creador de Libertad en Cristo dijo: el punto es que el SEÑOR nos hace libres, pero ellos inventan un mundo de cadenas para volverse a atar y atan a otros. Los hombres atan pesadas cargas y difíciles de llevar, las ponen sobre las espaldas de otros, pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. Mateo 2:2-4. El hombre crea cadenas y se ata, impidiendo su propia libertad.
¿Por qué no disfrutan? Por la ignorancia que los esclaviza. Esa es la razón por la cual en las congregaciones se encuentran grupos muy curiosos: a) los piadosos aparentes o santurrones, no son libres porque se amarran a su equivocado concepto de santidad, pues ignoran que santidad es limpieza de pensamiento, pureza de la razón e integridad de conducta, santidad no son actos externos de piedad. He aquí, yo estoy oprimido debajo de ustedes como lo está una carreta cargada y llena de trigo. Amòs 2:13.
b) Los bibliómanos, que se saben la biblia de memoria, la recitan y la utilizan como un garrote para darle en la cabeza a todos los que se les cruzan en el camino, pero no viven lo que la biblia dice, no son verdaderos discípulos de Cristo, porque no son fieles a sus enseñanzas, no conocen la verdad y por lo tanto, no viven en amor, ni pueden disfrutar de libertad. Están atados juzgando con lupa, miran la paja en el ojo ajeno y no ven su propia viga en su ojo, Lucas 6:42. Son hipócritas que se fijan más en los errores y defectos ajenos que en los propios y se creen enviados especiales de Dios para señalar a los demás. Romanos 14:10.
c) Los legalistas, ellos piensan que la ley de Moisés sigue vigente, y que debe cumplirse al pie de la letra en el NT, pero eso es una gran falacia, lo que SÍ sigue vigente es la ley del amor de Dios y sus mandamientos; todo en el AT es válido y edificante para nosotros hasta hoy, pero Jesucristo cumplió toda la ley y los profetas en el NT, la ley Mosaica es para los judíos de la época, y no fue para todos los pueblos ni para todas las épocas, Israel era un pueblo en formación y en el desierto que necesitaba unas normas muy rígidas después de haber sido esclavizado 400 años y aprendiendo las costumbres paganas egipcias. El Padre les dijo: No Sigan las costumbres de Egipto, Lévitico 8: 3-26, pero ellos Anduvieron en las costumbres de las naciones, 2 Reyes 17:8, El pueblo de Israel se mezclò con paganos de otras naciones. Oseas 7:8-16.
Los legalistas critican el vestido de la gente y cómo luce el siervo del SEÑOR, reclaman el pelo largo, la falda larga, pero tienen lengua larga, esto es antife, y anticristianismo. Una cosa es libertinaje, y otro es la libertad en Dios. Hoy se mantiene vigente, la doctrina de los apóstoles, avalada en el NT, porque Jesús decía, les fue dicho que…pero YO les digo, Por lo tanto, no permitan que nadie los juzgue por lo que comen o beben, o porque no celebran ciertos días de fiesta, luna nueva o días de descanso. Estas reglas son solo sombra de la realidad que vendría. Y Cristo mismo es esa realidad. No permitan que los condene ninguno de aquellos que insisten en una religiosidad que esclaviza y hasta celebran culto a los ángeles, que es idolatría. Ellos se ufanan en fingir humildad y piedad, su mente pecaminosa los ha llenado de arrogancia. Colosenses 2:16-18.
La verdad, la libertad, la paz y la realidad de vida se encuentran en Cristo, no somos esclavos de lo que los hombres inventan, porque cuando conocemos a Jesucristo y la palabra, no necesitamos que nadie nos diga cómo debemos conducirnos, o qué podemos comer, o cómo vestirnos. Si somos discípulos de Cristo nuestra conciencia guiada por el Espíritu Santo nos dice si estamos fallando, todo lo bueno y lo malo es cuestión de conciencia, pero una recta conciencia siempre estará guiada por el Espíritu de Dios; en el cristianismo solo somos esclavos en amor y por amor a Cristo. Porque el que en el SEÑOR fue llamado siendo esclavo, liberto es del SEÑOR; así mismo el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo, 1 Corintios 7:22. Cristo vino para darnos libertad total para que hagamos lo bueno, no lo malo. Dios nos liberó del dominio de las tinieblas, y nos trasladó al reino de luz del Amado Hijo; en Él tenemos redención y perdón de pecados. Colosenses 1:13-14.
Que nadie controle la vida ajena, porque solo Dios es dueño y SEÑOR de las vidas, y ser discípulos no es vivir malhumorados ni amargados, hay reglas básicas de buenas costumbres que debemos cumplir. Un discípulo no vive con cara de limón, tenemos la responsabilidad de reflejar el rostro dulce y amable de Jesús¸ si los cristianos somos fieles al Padre, el país puede conocer la verdad, y la verdad hará verdaderamente libre a la nación; la vida de fe no son cadenas, tampoco ataduras, el Cuerpo de Cristo no es un campo de concentración lleno de prisioneros hambrientos y harapientos como muchos creen…El Libertador vendrá de Sión y apartará de su pueblo la maldad. Romanos 11:26. Vivamos en el Espíritu, y no sigamos los deseos pecaminosos del cuerpo Gálatas 5:16.
Tenemos que liberar y renovar la mente para que NO hagamos parecer al cuerpo de Cristo como un ghetto, un apartheid, o una cárcel, porque la fe en Cristo NO es una muralla china medieval, es el estilo de vida más hermoso que Jesús nos enseñó en sí mismo, y la palabra de Dios nos hace libres de la enfermedad, libres de los demonios, libres de la pobreza, libres de la ansiedad, libres del temor, libres de la depresión, libres del odio, libres de la amargura, libres de la guerra, libres de la indiferencia y el desamor, libres completamente de toda atadura del mundo, las tinieblas y la carne, esperando nosotros que Jesucristo vuelva del cielo, el Hijo de Dios al cual Dios resucitó para darnos eterna libertad. Él es el único que nos liberta del terrible castigo que viene. 1 Tesalonicenses 1:10. Al buscar al SEÑOR, Él nos responde y nos hace libres de todos los temores. Salmos 34:4.
Pablo que fue un organizador de BACRIMS y asesino de cristianos, tuvo un encuentro con la Verdad, fue tocado, impactado y transformado por Jesucristo y fue hecho nuevo por Dios, quién lo usó para decir cómo podemos ser salvos en Jesús: Si confiesas con tu boca que Jesús es el SEÑOR, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. Romanos 10:9, Hebreos 9:15.
Ser libres significa que Cristo es el SEÑOR de nuestra vida y lo malo no nos toca tan fácilmente porque somos suyos, Él reina en nuestro corazón y nos llena con su Espíritu Santo; Cristo nos ha libertado para Dios el Padre, Lucas 4:18-19: 1) De la esclavitud del pecado, Mateo 1:21, Romanos 6:17-19 y Gálatas 5:1; 2) Del peso de la culpa, Romanos 8:31-34, Hebreos 9:14, Efesios 3:10-12; 3) de condenación y muerte eterna, Juan 3:36, Romanos 6:6-9, 6:22-23 y 8.1-2; 4) somos libres del miedo e inseguridad, Salmos 34:4 y 1 Corintios 6:12 y 2 Timoteo 1:7; 5) Somos libres de la ira y el juicio de Dios, Romanos 5:9, 1 Tesalonicenses 1:10, y Colosenses :13-14; 6) Somos libres de auto justificarnos queriendo ganar la salvación por obras, Romanos 10:4, Hechos 13:38-39 y Gálatas 5:13; 7) Libres para acercarnos directamente al Padre, Hebreos 10:19-22, Romanos 8:1-2 y 2 Corintios 3:17-18. Son muchos los textos bíblicos que certifican nuestra libertad en el Amado Vencedor del Calvario y la tumba vacía del Fios vivo y etrrno. Aleluyaaa.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
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