Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas. Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo. Mis enemigos se volvieron atrás; cayeron y perecieron delante de ti, Salmos 9:1-3.
SEÑOR, tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán. Te bendeciré mientras viva, y alzando mis manos te invocaré. Salmos 63:3-4.
¡Cántenle, cántele salmos al SEÑOR; ¡Hablen de sus maravillosas obras. 1 Crónicas 16:9.
Cuando adoramos se desarrolla el poder de Dios, hallamos consuelo en las circunstancias difíciles, gracia y respuesta para las necesidades, y liberación de los enemigos, porque adorar es expresar verdadero amor al SEÑOR que sigue buscando adoradores en espíritu y verdad y amar a Dios es adoración viva en templos vivos que se gozan con pasión seguros del DioS que tenemos...Porque viene la hora, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad; y esa clase de adoradores, son los que busca el Padre que lo adoren...Juan 4:20-24.
Como genuinos hijos de Dios nacidos de nuevo, debemos tener en cuenta la adoración y la alabanza al SEÑOR porque es Él es digno de ser adorado por todo su amor, sus maravillas y sus proezas al salvarnos, adorar a Dios es el mayor deleite en el que nos introduce el Espíritu Santo; cuando adoramos a Dios el cielo se regocija y hasta los ángeles se unen a nuestro canto, y adorar se convierte en una de nuestras mayores armas espirituales donde Dios manifiesta su poder a favor de su pueblo, adorar hace que la presencia de Dios descienda, y cuando Dios llena un lugar o una persona, su gloria se hace visible y los poderes del mal y las tinieblas huyen.
Si estamos felices o si pasamos por momentos difíciles, de dolor, enfermedad adorar es lo mejor que podemos hacer, ya no somos los rebeldes que se enojan y reclaman al SEÑOR, somos adoradores que alaban porque estamos en las manos de Dios, y Él ya sabe todo y siempre quiere lo mejor para nosotros; entonces nos gozaremos en Él y podremos recibir respuestas de sanidad y libertad, el mal no se podrá quedar sino que saldrá despavorido, nada contrario al amor, bondad y misericordia de Dios cuando se alaba y se adora de todo corazón al Dios de amor. Por lo tanto, hermanos, yo los exhorto por la misericordia de Dios a ofrecerse ustedes mismos como sacrificio, santo y agradable a Dios; este es el mejor culto espiritual que le podemos ofrecer. Romanos 12:1.
Aun cuando el médico nos entregue un diagnóstico nefasto, y el cansancio nos agobie, si en vez de quejarnos y quedarnos en la conmiseración, empezamos a alabar y adorar al que vive por los siglos de los siglos, experimentaremos la gloria de su liberación que viene desde el tercer cielo.
La adoración y la alabanza son las forma más rápida y eficaz de acercarnos a Dios, y a la vez haremos lo que a Él le agrada; nuestra fe cristiana hace que nos rindamos a adorar al SEÑOR por lo que Él es y representa, lo difícil de la adoración es empezar y poner voluntad para adentrar a lo celestial, y cuando adoramos, recordamos lo que Dios es y lo que ha hecho, pagar nuestros pecados para darnos vida. En medio de la carga ligera que Dios nos demanda están la adoración y la alabanza, porque lo que realmente necesitamos en esta vida, es regocijarnos en la presencia de Dios sin importar las situación que estemos pasando. ¿Por qué voy a desanimarme? ¿Por qué voy a estar atemorizado? Mi esperanza está en Dios, a quien todavía seguiré alabando. ¡Él es mi Dios y mi Salvador! Salmos 42:11.
Pablo y Silas habían sido azotados y echados en la cárcel de Filipos por predicar el Evangelio, pero no se angustiaron ni tuvieron miedo, sino que adoraron: A media noche, mientras ellos oraban y cantaban himnos a Dios, de repente sobrevino un gran terremoto, que hasta los cimientos de la cárcel se sacudían, al instante se les cayeron las cadenas de las manos y las puertas de la cárcel se abrieron...Esto fue un acontecimiento para que el carcelero se convirtiera a Cristo y fuera salvo, Hechos: 16:11-35. Este es un gran ejemplo del poder liberador en Dios con la adoración y la alabanza cuando sale de nuestras entrañas.
Cuando nos disponemos para alabar y adorar a Dios demostramos sometimiento, sujeción y humildad de corazón de un alma que confía en el SEÑOR y doblegamos la voluntad humana a la de Dios, en respetuosa demostración de amor y obediencia postrados ante el Rey, para reconocer y exaltar su grandeza, soberanía y majestad, aceptando lo que vivimos con confianza y verdadero abandono en las manos de Él. Canten al SEÑOR porque ha hecho algo grandioso: ¡que Él sea conocido en toda la tierra! Isaías 12:5.
La adoración y la alabanza cambian la atmósfera espiritual y todo lo físico alrededor, mientras cantamos se rompen impedimentos y cadenas en el mundo que nos obstruyen el avance a la manera de Dios; la Biblia nos describe momentos de victoria cuando el pueblo de Dios ya se sentía perdido y vencido, pero empezaron a alabar, adorar y tocar instrumentos y los milagros sucedían, las murallas se rompían y los enemigos se destruían entre ellos mismos mientras el pueblo del SEÑOR adquiría la victoria y el enemigo huía. Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra con toda Judá y los moradores de Jerusalén, se postraron delante de YHWH y adoraron al SEÑOR…y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, YHWH puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, y las emboscadas que venían contra Judá y se volvieron contra ellos mismos y se mataron los unos a los otros. 2 Crónicas 20:18-22.
La adoración y la alabanza toca el corazón de nuestro Padre celestial abre los cielos a nuestro favor, que los ejércitos de Dios peleen por su pueblo y la gloria de Dios desciende para llenar la tierra; porque si adoramos con corazón de adorador engrandemos y exaltamos al Dios todopoderoso, Él se enternece y hace que se transformen las circunstancias para liberarnos, sanarnos, bendecirnos y ayudarnos y dar respuesta a nuestro clamor; al alabar y adorar al SEÑOR esgrimimos un gran arma de guerra espiritual contra las fuerzas del mal. Vengan, postrémonos reverentes, doblemos las rodillas ante el SEÑOR nuestro Hacedor. Porque Él es nuestro Dios y nosotros somos el pueblo de su prado; somos un rebaño bajo su cuidado. Salmos 96:6-7.
Nuestro Dios es tan grande y majestuoso, que los ejércitos celestiales en el cielo lo adoran todo el tiempo diciendo santo, santo, y santo; Así que cuando alabemos y adoremos al SEÑOR, algo sobrenatural y hermoso ocurrirá como resultado, es por eso que la Biblia ordena: Deléitate en el SEÑOR, y Él concederá las peticiones de nuestro corazón, Salmos 37:4; señor, TU ERES Dios mío; te exaltaré y alabaré tu nombre porque has hecho maravillas. Desde tiempos antiguos tus planes son fieles y seguros. Isaías 25:1.
Así que cuando nos lleguen las pruebas, vengan los desiertos, la enfermedad y las dificultades, alabemos y adoremos al SEÑOR del universo, porque Él es Quien tiene el control de todo lo creado, y hemos sido creados para darle placer a Dios, alabándolo y adorándolo todo el tiempo con el propósito que Él se engrandezca y nosotros seamos favorecidos y bendecidos en gran manera; ¡Cuidado! No se dejen engañar, no se descarríen ni adoren a otros dioses, ni se inclinen ante ellos, Éxodo 34:14;A nuestro Dios y padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Filipenses 4:20
Así que nosotros, que estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos: Inspirados por esa gratitud, adoremos a Dios como a Él le agrada, con temor reverente, porque nuestro Dios es fuego consumidor. Hebreos 12:28-29.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
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