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6 oct 2015

EMOCIONES SALUDABLES EN DIOS



EMOCIONES SALUDABLES EN DIOS

YO los curaré, les daré salud y medicina, los sanaré y haré que con honra y abundancia disfruten de paz y seguridad, Jeremías 33:6.

Todos los días oraba sin confrontar mí pecado, mientras callé me debilitaba cada vez más y las fuerzas se me acabaron de tanto llorar. Salmos 32:3.

Echa sobre el Señor, tu carga y Él te sustentará,  Él no dejará para siempre caído al justo, Salmos 55:22.

Los sentimientos que Dios nos ha dado son un regalo, porque con ellos podemos expresar lo que hay en lo profundo de nuestro corazón, muchas personas tienen miedo de sus emociones y en ocasiones tratan de esconder lo que realmente sienten; a veces no entendemos cuando se dice que no debemos dejarnos guiar por las emociones ni el corazón, nuestros antepasados reforzaron el machismo enseñando falsamente que los hombres no debían llorar, pero la biblia enseña que cuando callamos los sentimientos, el cuerpo se enferma, Salmos 32:3.

La palabra de Dios dice que el corazón humano es engañoso y traicionero refiriéndose a no dejarnos aconsejar por la emoción, es algo muy distinto a esconder o disimular lo que realmente sentimos en momentos de dolor y alegría; debemos ser maduros y sabios entregando toda nuestra vida, lo que sentimos y pensamos en las manos de Dios buscando su consejo en momentos cruciales para no equivocarnos, para que se Él quien roduzca el querer como el hacer, Filipenses 2:13. Él transforma el sentir, la manera de pensar y actuar para darnos bendición cuando nos ceñimos a su voluntad y dependencia, entonces Jesús lloró, Juan 11:35.

Dios nos hizo con corazón y emociones para saber vivir, el mismo Señor Jesús siendo hombre lo experimento, Él nunca escondió sus sentimientos durante su vida terrenal, lo que debemos hacer es aprender de Él, cómo manejarnos y cómo disfrutar equilibradamente de ellos, sometidos al control y la dirección del Santo Espíritu. Los sentimientos de compasión, misericordia y amor de Jesús hacía la gente lo llevó a hacer milagros y sanar a muchos enfermos, José ya no podía contenerse delante de todos los que estaban a su lado…entonces se dio a llorar a gritos; y todos los egipcios oyeron, Géneros 45:1-2.

Con Cristo tenemos sanidad, medicina, consuelo, aliento, vida, gozo, fe, podemos sacar todo lo que hay en nuestra alma y tner esperanza para seguir viviendo con salud y alegría a pesar de todos los inconvenientes que encontramos a diario, Jesús dijo que en el mundo tenemos aflicciones, pero que podemos confiar en Él, Juan 16:33, entonces ¿por qué callar, disimular o aparentar?.

1. Si queremos ser saludables, confesemos a Dios los sentimientos y emociones que experimentamos a causa del pecado, Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo a causa de mi gemir todo el día, porque de día y de noche se agravó sobre mi tu mano, mis fuerzas se secaron como sequedales de verano, Salmos 32:1-4. Reprimir nuestras emociones y guardarlas afecta directamente nuestro estado físico; se presentan altibajos de ira y alegría, ansiedad y melancolía y emociones encontradas que pueden desbordarse.

Las emociones, los sentimientos y pensamientos de pesadez que padecemos cuando escondemos y reprimimos, terminan por enferma nuestro cuerpo, tales son la artritis, las úlceras, la gastritis y el cáncer entre otras. No podemos callar ante Dios, debemos ser sinceros con Él, porque conoce nuestros pensamientos más íntimos y sabe lo que escondemos

2. Si queremos ser saludables, seamos firmes y tomemos sabías decisiones, No podemos andar en dos caminos, tampoco ser de doble ánimo, necesitamos caminar por el camino estrecho, siguiendo las pisadas de Cristo. La dualidad produce indecisión, y ésta a su vez produce angustia y desasosiego. Debemos transformarnos para marca de la mano de Dios un nuevo camino de certezas y bendiciones con el consejo de Emanuel, Dios con nosotros, que es el Ayudador, consejero y amigo fiel, Espíritu Santo, así tendremos paz interior, El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos, Santiago 1:8. Esas personas hoy piensan una cosa y mañana otra, haciendo que muchos se alejen de él y no tenga confiabilidad en su casa, en sus negocios ni en la sociedad.

3. Si queremos ser saludables debemos ser sabios aportando soluciones, en vez de quejarnos, la queja es una plaga letal, criticar negativamente o murmurar trae el desánimo y la negatividad, lo cual es propio de personas carentes de fe y esperanza; pero cuando hay agradecimiento hay refrigerio al alma; debemos evitar el lamento y toda queja, Donde no hay buen consejo, el pueblo cae, pero en la abundancia de consejeros está la salvación y victoria del pueblo, Proverbios 11:14. Porque el sabio teme y se aparta del mal, pero el necio se muestra arrogante y confiado, Proverbios 14:16. Cuando aconsejamos mal, después nos queda la carga de la culpa y vemos la consecuencia del error, lo cual puede afectar nuestra salud.

4. Si queremos ser saludables y vivir con tranquilidad, debemos ser agradecidos y tener un corazón rebosante de gratitud, aunque pasemos por tristezas que no entendamos, recordemos que somos lámparas en medio de las tinieblas, que somos lo que pensamos, pues tal es el hombre en su corazón, tal es él y lo negativo enferma nuestro cuerpo, Por nada se preocupen; antes bien, en todo den gracias con oración y súplica, para que sean dadas a conocer sus peticiones a Dios. Así Dios les dará su paz que es más grande de lo que el hombre pueda entender; y su paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús, Filipenses 4:6-7.

5. Si quieres ser saludable sé auténtico y no vivas de apariencias, esconder la realidad de nuestra vida es hipocresía y falsedad adoptando máscaras que esconden tu verdad; todo eso se va acumulando haciendo gran peso en el alma y cargando el corazón, hasta que llega un momento que todo es falso y el peso de la vida será como estar metido en medio de un pozo, Y harán caso a gente hipócrita y mentirosa, cuya conciencia está marcada con el hierro de sus malas acciones, 1 Timoteo 4:2.

Nada peor contra la buena salud que las apariencias, mostrando y viviendo lo que no somos ni tenemos, una buena apariencia es señal de buena salud. Las apariencias son clara muestra de falta de autenticidad y carácter para afrontar la realidad, ese espíritu hace que la gente se rodee de gente mentirosa y engañadora, que acarreará más problemas, nos llenamos de tensión y envejecemos, además que podría conducir finalmente al hospital o el manicomio. Santiago 1:27.

Jesús habló con relación al fariseo y el publicado diciendo que el segundo fue justificado y el otro no, Lucas 18:9-14. Tener autenticidad produce una vida de bienestar porque puedes ser el mismo en todas partes, sin estar pensando en el cambio de actitud como el camaleón según la ocasión y al final todo se sabrá y mayor será la vergüenza, Lucas 12:1-3.

6. Si quieres ser saludable acéptate tal como eres, Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña, así que cada uno sométase a prueba…porque cada uno llevará su propia carga, Gálatas 6:3-5.

El auto concepto errado conlleva cargas emocionales que afectan la salud; trae ansiedad, neurosis, dependencia emocional, una continua disposición de estar a la defensiva y la ofensiva acarreando serios problemas; por otra parte,  unos pueden volverse arrogantes por sentirse más, otros pueden tornarse, vanos, tímidos y desgarbados trayendo dolor no solo al cuerpo sino al alma.

Para ser sanos debemos compararnos con Jesús y perfeccionarnos en Él cambiando malas actitudes y conceptos de sí mismos, porque en las manos de Dios todo se perfecciona y se sostiene firme, porque Dios ha dado a cada uno una medida de fe, Romanos 13:3. Los que no se aceptan a sí mismos caen en la esclavitud de la envidia, los celos, la competencia y la burda imitación, que traerán su propia destrucción. Debemos aceptar lo que somos en Dios, recibir bien las críticas, ser sabios y prudentes para sacar buenas enseñanzas de todo.

7. Si quieres ser saludable, aprende a confiar en Dios, en ti mismo y en aquellos que de verdad temen a Dios; la falta de confianza se puede volver sicosis de persecución.

Los desconfiados son propensos a sufrir de muchas enfermedades, son personas con intereses egoístas y mezquinos; problemas cardiacos, cinismo y demencia entre otros, porque creen que todo el mundo miente, (Estudios de la Academia Americana de Neurología así lo confirman) carecen de fe, y le echan la culpa de sus líos a un Dios que se olvida de ellos; la falta de fe produce ansiedad, angustia, inseguridad y un sentido de indefensión y desprotección, lo cual hace andar con temor y miedo; la biblia nos dice que el miedo paraliza porque tiende lazo, pero el que confía en el Señor estará protegido, Proverbios, 25:29.

La fe y confianza en Dios produce estabilidad emocional y armonía relacional, porque la seguridad de protección de Dios se hace realidad y nos protege del engaño, rodeándonos de amigos sinceros, porque buscamos primero las cosas de su reino, Mateo 6:33.

8. Si quieres ser saludable cultiva el gozo de Dios, la falta de alegría nos enferma; las personas se vuelven melancólicas, frustradas, tristes, silenciosas y pierden la esperanza; andan enojados y discuten por todo, pero la felicidad y el gozo nos vuelven más compasivos y altruistas acompañando y dándonos a los demás, la alegría nos hace mejores personas porque nos volvemos dados a servir. Podemos tener problemas, pero somos nosotros los que decidimos ser felices con lo que somos, tenemos y logramos hacer, El corazón alegre hermosea el rostro, pero el dolor del corazón abate el espíritu, Proverbios 15:13..

Debemos cultivar el buen humor, sonreír frecuentemente, porque la alegría y el gozo regeneran los tejidos, conserva las neuronas y produce una vida de bien estar. Reposar y descansar en Dios y sus promesas es algo que no se puede comparar, nos da salud y larga vida, por eso la persona de fe es alegre, irradia paz, ilumina el ambiente donde vive y donde va, El corazón alegre es buena medicina, pero el espíritu quebrantado seca los huesos, Proverbios 17:22


¡SALUD Y BUENA VIDA PARA TODOS, BENDICIONES PARA TI EN CRISTO JESÚS!



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