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7 sept 2015

EN EL GOSÉN DE SU PRESENCIA.


EN EL GOSÉN DE SU PRESENCIA HAY 
PROTECCIÓN Y SEGURIDAD.

El que vive bajo la sombra protectora del Altídimo y Todopoderoso, puede decir: SEÑOR, Tú eres mi esperanza, eres mi refugio, mi castillo, el Dios en quien puedo confiar. Solo Tú puedes librarme de trampas ocultas y plagas mortales. Pues Tú me cubrirás con tus alas y bajo ellas estaré seguro. ¡Tu fidelidad me protegerá como un escudo!  Salmos 91:1-4.

Y habitarán en la tierra de Gosén y estarán cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus s y todo lo que tienes. Y allí te alimentaré, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no perezcan de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes. Génesis 45:10-11.

Y Faraón dijo a José: tu padre y tus hermanos han venido a ti. La tierra de Egipto está delante de ti; en lo mejor de la tierra has habitar a tu familia; habiten en la tierra de Gosén. Génesis 47:5-6.

Si alguien en verdad desea experimentar, amor, vida, protección y defensa en medio del peligro y las amenazas de muerte del mundo, debe saber que ÚNICAMENTE en Dios, y a traves de Jesucristo y el poder de su Espíritu Santo, podremos experimentar, todo esto, unido a la verdadera paz, seguridad y confianza que necesitemos en todo momento; Dios es nuestro Gosén, significa acercamiento a Dios para salvación y vida, Él nos esconde de las plagas del mundo y la mano violenta de los tiranos, en este fragor de guerra, tempestad que vive el mundo, bajo la impiedad e injusticia de los gobiernos en manos de hombres impíos y soberbios. Levantada está, SEÑOR, tu mano, pero los malvados no la ven. ¡Que vean tu ardiente amor por tu pueblo, y sean avergonzados; que sean consumidos por el fuesgo destinado para tus enemigos. Isaías 26:11.

Gosén es tierra fértil cerca al delta del Nilo y al palacio real antiguo de faraón, fue la tierra en que Dios puso a Israel para ser protegido de toda plaga, cuando Egipto era la potencia de la época pero recibió el juicio de la ira de Dios a causa de su pecado; un pueblo dado a la hechicería, idolatría, injusticia y tiranía, con su poder, su ejército y un gobernante duro de corazón, arrogante y auto-suficiente; el Eterno en su amor demarcó un pedazo de tierra en medio de ellos, Gosén, lugar de protección, cuidado y bendeción para su pueblo, era la tierra donde los israelitas se multiplicaron y prosperaron en gran manera durante 400 años de inmisericorde esclavitud y tiranía. Y envío Jacob delante de sí a Judá para que fuera a ver a José en tierra de Gosén. Génesis 46:28.

Gosén en hebreo es Goshem, describe una tierra inundada de aguas que la hacen fértil y propicia para el cultivo de alimentos, el término Gosén da la idea de acercarse y estar juntos bajo el amparo divino para ser gobernados y protegidos, fue así como el Padre celestial cuidó y guardó a Israel a través de su siervo José, que, con sabiduría de lo alto almacenó provisión para dar vida, no solo a su pueblo, sino a muchas naciones más, en medio de gente perversa, que sería puesta bajo el juicio de las plagas a causa de su maldad y dureza de corazón del gobernante y la idolatría de sus habitantes. Éxodo 8:32

Hoy sucede lo mismo con los hijos de Dios, estamos en el Egipto del mundo, con gobernantes impíos y gente malvada, pero en Jesús, nuestro Gosén, hay salvación; vivimos en medio de naciones perversas, con depredadores que se toman el mando despreciando y rechazando a su Creador a causa de su avaricia y sus tantos dioses, codiciando poder y para hacer tiranía. Dios bendice y cuida a quienes no siguen los malos consejos ni andan en malas compañías, ni se juntan con los que se burlan de Él. Dios bendice a quienes aman su palabra, y alegres la estudian día y noche para obedecerla. Son como árboles sembrados junto a los arroyos; llegado el momento dan mucho fruto, y no se marchitan sus fuerzas. ¡Todo lo que hacen les sale bien! Salmos 1:1-3.

El deseo de Dios es que seamos santos y vivamos en su presencia, cerca de Él, unidos unos a otros en amor, como Abraham, con fe obediente, predicando su palabra, con testimonio de rectitud para que no solo seamos protegidos, prosperados y guardados, sino que obtengamos su sabiduría para saber comportarnos en este mundo de tinieblas y adoremos haciendo lo que agrada al Padre...Si dispones tu corazón a Dios...levantarás tu rostro limpio de mancha, serás fuerte y no tendrás miedo...la vida te será más clara que el medio día; aunque oscurezca, para ti será como la mañana. Estarás confiado en Dios, porque hay esperanza; mirarás alrededor y dormirás seguro...pero los ojos de los malos se consumirán, porque no tendrán refugio; su esperanza será dar el último suspiro. Job 11:13-20.

Es en la presencia de Dios, su palabra y su Espíritu donde hay poder protector para escondernos, y liberarnos del mal, Él nos hace respirar tranquilidad y paz cuando somos santos, hijos de fe, humildes y mansos que atesoran las riquezas del cielo, permitiendo el fluir de su gloria, amando lo que ha salido de la boca de Dios, enseñables, en continua amistad con Dios, entendiiendo que el resultado de muchos eventos en la tierra es el resuldato de la espiritualidad humana, como Dios le decía a Job: Dios salvará al humilde de ojos, y libertará al inocente, y por la limpieza de tus manos, el justo será librado. Job 22:29-30. Mi presencia irá contigo y te daré descanso. Éxodo 33:14. 

Vivir en Gosén significa vivir para Dios y que Él sea nuestra compañía para estar tranquilos, en otras palabras, es estar en el reposo de su presencia como dice Hebreos: no sea que alguno perezca no habiendo alcanzado ese reposo, Hebreos 4:1-2. Debemos procurar, entrar y permanecer en ese reposo, que nos aproveche su mensaje salvador, mentalmente pensando en todo lo de Dios, fe acompañada de palabra, porque Él nunca nos dejará solos si permanecemos de corazón en su presencia; Él nos sustentará y abastecerá por su Santo Espíritu, es allí que estamos seguros y cuidados por la mano del Padre, y su Espíritu que nos hace adoradores a causa del corazón agradecido; es en la presencia de Dios que Enoc y Elías no vieron la muerte, y los héroes de la fe habitaron despiertos, avivados, bendecidos y prestos a obedecer al SEÑOR bajo la luz del Sol de justicia; disfrutar la presencia del Eterno es caminar en rectitud, seguros de su amor, provistos de todo bien necesario, cobijados y resguardados de las amenazas, vandalismo y crueldad del mundo, por las asechanzas del maligno. El SEÑOR levanta del suelo al pobre y saca del lugar más bajo al necesitado. Salmos 113:7.

Estar en el Gosén es presencia celestial en deleite, placer, alegría, experimentar su gloria en el lugar secreto, tener las riquezas del reino todo el tiempo, reconociendo que Dios es real, y que en su misericordia y bondad  Él ama y cuida de su pueblo, y aunque tenemos debilidades, nos ocupamos de vencer el pecado, para dar fruto de arrepentimiento desde la mañana hasta la noche. La libertad que tenemos en Cristo no se compara a la libertad que pudiera ofrecer el mundo, allá, afuera de los atrios de la Casa de YHWH solo hay destrucción y dolor. Pero el sacrificio del Calvario introdujo a los redimidos al Gosén salvador del Padre, vida abundante en la tierra y eterna en los cielos, lavados y preservados por la sangre más santa, ante la cual huyen las tinieblas. SEÑOR, siete veces al día te alabo, Salmos 119:164, santidad es adoración.

En el Gosén de la gloriosa presencia hay milagros y sueños que se materializan, porque la vida de Cristo fluye y su poder se hace visible haciendo huir a los demonios que abandonan su asechanza y disminuyen sus ataques. Estar en el Gosen de su presencia es ser verdaderos templos vivientes que arden en el fuego transformador de su amor inquebrantable y el poder insuperable que nos guarda cuando vamos camino al trabajo y a la casa, y damos gritos de alegria y de victoria experimentando el peso de su gloria; hay algo que el diablo odia y no resiste, es la alabanza y la adoración a Dios en vidas santas y consagradas que no puede tocar ni dañar. Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, el SEÑOR puso contra los enemigos de Israel, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los enemigos unos a otros. 2 Crónicas 20:15-23.

Como Gosén, somos tierra fértil para el reino, estamos plantados en los atrios de la Casa de Dios, Salmos 92:13-15, somos esa buena tierra de que habló Jesús donde la semilla de su palabra crece y se multiplica al 30, 60 y 100%, Mateo 13: 8 y 23. Somos los José que hoy, con obedencia y pureza, preservaremos la tierra, estando llenos del Espíritu Santo, clamando, intercefiendo y velando en la presencia del SEÑOR; Cristo, nuestro Gosén impedirá que el enemigo nos robe y usurpe el territorio, y que tampoco pueda robar las bendiciones; si el ladrón ha venido, no es tiempo de miedo, quejas ni lamentos, aunque en el Egipto del mundo las plagas y las tinieblas arrecien, asegurarémonos en Gosén y experimentemos la paz que nos entregó Cristo para que no se turbe nuestro corazón, Juan 14:27.

Parémonos firmes en esa paz que sobrepasa todo entendimiento, es hora de aferrarnos a la divina presencia siendo lo que Dios sigue buscando: adoradores, intercesores en la brecha y discipulos mansos y humildes de corazón, para que veamos resplandecer su infinita gloria, allí estaremos defendidos y protegidos sin necesidad alguna. El Ángel de YHWH acampa alrededor de los que lo reverencian y Él los defiende. Ellos podrán gustar y ver, qué bueno es el SEÑOR, dichosos los que en Él confían. Salmos 34:7-9.

Habitar en Gosén es un continuo recordatorio que Dios siempre quiere que estemos en tierra buena, próspera, apartados del mal y junto a Él, que es nuestro refugio en tiempos de hambre, dificultad, enfermedad, plagas, dolor y soledad, y así como José fue utilizado como instrumento de salvación, siendo varón prudente y sabio, nosotros también lleguemos a ser esa calidad de personas, apartados para Dios haiendo su voluntad; y así como José soportó desamor, desprecio y ser considerado como un artículo de compra-venta, pero nunca renegó, ni guardó odio ni deseos de venganza contra sus opresores, sino que amó, perdonó y ayudó, también nosotros imitemos a José que es una tipificación de nuestro Salvador. Y aquel día YO apartaré la tierra de Gosén, en la cual habita mi pueblo, para que ninguna clase de plaga haya en ella, a fin de que sepas que YO SOY YHWH en medio de la tierra. Éxodo 8:22.

Todo lo que Dios permite en nuestra vida tiene un propósito, pero tan pronto pasemos la prueba y seamos preparados, Él desea que entremos a Gosén; de cada situación que vivió José pudo sacar lo mejor de sí, sin quedarse en el lamento de la catástrofe, aun estar en la cárcel tiene propósito y habrá luego un lugar mucho mejor, si recibimos todo con paciencia e inteligentemente, esperando mejores oportunidades si es Dios quien rige nuestra vida. Dense prisa, vayan a mí padre y díganle: así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo Egipto; ven a mí, y no te detengas. Habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes. Génesis 45:9-10. 

Si queremos servir en el reino de Dios, debemos ser probados y soportar las aflicciones porque no sabemos las bendiciones que luego vendrán, José soportó muchas cosas y largos años de prueba, pero al final fue puesto para gobernar y salvaguardar vidas, no solo en su nación, sino el mundo de su época. Así hizo nuestro Amado Jesús, y por Él habitamos en el Gosén del Padre, cerca de su corazón, obedeciendo sus mandatos y viviendo sus principios morales; descansemos en Él para tener nuevas oportunidades, reconciliados con Él y con todos. José preparó su carro de guerra y fue hasta Gosén para recibir a su familia, Génesis 46:29, y si José era un guerrero que defendía y protegía los suyo, nosotros también. 1 Crónicas 16:27-36.

El adversario engaña a todo el mundo, pero sii habitamos en Gosén, él no podrá sacudirnos, porque en Gosén somos escondidos en la mano de Papá y faraón, ni su ejército, ni ningún mal nos podrá atemorizar, ni tocar; no correremos para escondernos, no estaremos buscando salidas, porque el Gigante de amor y salvación estará ahí cerca de nosotros, pues hemos sido hechos coherederos con Cristo, y si el enemigo intenta atacar, con autoridad lo lanzamos, atado y puesto bajo nuestros pies, pues estamos en lugares celestiales junto a Cristo y el Padre, ese es nuestro Gosén de paz. Génesis 47:4. Antes en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó. Romanos 8:35-39.

En Gosén hay victoria, porque Jesucristo ya venció y le puso el pie en la cabeza a la serpiente antigua, y resucitando de la tumba, avergonzó a las potestades, le arrebató las llaves al que tenía el imperio de la muerte, dándonos abundante vida aquí y en la venidera la eternidad pues ascendió victorioso a los cielo para guardar nuestra habitación eterna junto a El. Él anuló toda acta de decretos que había contra nosotros y exhibió públicamente a las potestades dejándolas en vergüenza para siempre. Colosense 2:13-15.

Si somos hijos de Dios, redimidos en Cristo, también tenemos una herencia, tenemos derecho a todo lo bueno que el Padre ha preparado para nosotros. Todas las bendiciones las compartimos con Cristo. Y si de alguna manera sufrimos como Él sufrió, también compartiremos con Él la honra. Romanos 8:17En aquel día YO apartaré a mi pueblo que habita en Gosén, para que ninguna plaga haya en ellos, para que sepas que YO SOY el SEÑOR, en medio de la tierra. Éxodo 8:22.

Habitar en Gosén implica una fe genuina, cultivando una relación directa e íntima con el Espíritu Santo y nuestro Salvador, viviendo en paz con los hermanos  guardando nuestro corazón de malos sentimientos con nuestro Amigo fiel siempre presente, dejando atrás las malas intenciones, pensando en bendecir sin discriminar. Solamente en la tierra de Gosén donde los hijos de Israel estaban, no hubo granizo. Éxodo 9:26.

No te apresures en salir de su presencia, sin su permiso, tampoco insistas en hacer lo malo. La autoridad del Rey no se discute. Nadie puede pedirle cuentas. El rey puede hacer lo que quiera. Eclesiastés 8:3. ¿Estás viviendo en Gosén? Si no es así, ¿qué crees que te falta para permanecer allí?

La cercanía a Dios trae parecido a Él. Cuanto más cerca estés de Dios, más de Cristo será visto en ti. .Charles Spurgeon.

Lic MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.




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