Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado en el infierno. Mateo 5:29.
Los ojos son el reflejo de tu carácter. Así que tu bondad, o tu maldad se reflejan en tu mirada. Mateo 6:22-23.
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no provienen del Padre, sino del mundo. 1 Juan 2:16.
Hasta el día de hoy, muchos no alcanzan a comprender la importancia que tiene para nuestra alma, lo que ven, aprecian y se fijan nuestros ojos, sin embargo, nuestro SEÑOR Jesucristo en su sabiduría habló y enseñó acerca de los ojos, porque Él sabía en su omnisciencia, lo vital que es cuidar nuestros ojos y dónde ponemos la mirada; los ojos son el mayor instrumento para la tentación, debido a la concupiscencia y debilidad de nuestra carne, que nos lleva a consumar el pecado. Antorcha de tu cuerpo son tus ojos. Si tu ojo es puro, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tus ojos están contaminados, tu cuerpo está lleno de tinieblas, Lucas 11:34.
Fue precisamente por los ojos que entró el pecado en la humanidad y la maldición sobre la tierra, cuando la serpiente engañó a Eva, inculcándole en la mente una imagen totalmente contraria a la verdad que Dios les había dicho, al creerle a la serpiente y olvidar las advertencias e instrucciones de Dios, Eva vio hermoso y deseable el árbol prohibido, fue entonces cuando alargó la mano y tomó el fruto que más tarde mataría su espiritualidad, los dejaría desnudos y los alejara de su Creador. …Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codicioso para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, el cual comió, así como ella Entonces se abrieron los ojos de ambos, y se dieron cuenta que estaban desnudos…Génesis 3:1-7.
Cuando se multiplicó la maldad sobre la tierra, Dios decretó juicio y destrucción contra Sodoma y Gomorra, pero quiso salvar a la familia de Lot, sobrino de Abraham, y el SEÑOR dio instrucciones precisas enviando a sus ángeles, pero cuando la familia de Lot salía de aquella ciudad corrupta, la esposa de Lot miró hacia atrás, desobedeciendo el mandato de Dios al fijar sus ojos en aquella ciudad, por lo cual se convirtió en estatua de sal. Génesis 19:17-26.
Los reyes y las naciones tenían tiempos precisos para salir a la guerra, siendo responsables de la seguridad y protección de su pueblo, pero el rey David no salió a cumplir sus deberes; David no estaba donde debía estar, ni haciendo lo que debía hacer, por el contrario, estuvo ocioso mientras sus ejército peleaba y exponía su vida por el pueblo; fue entonces que David estando en la terraza, fijó los ojos en una mujer que se bañaba en el patio de su casa, David la contempló y la codició, envió por ella, se acostó con ella y la embarazó, pero el hijo, fruto del pecado y la codicia de sus ojos, al poco tiempo de nacer murió. 2 Samuel 11. Cualquier hombre que mira con deseo a una mujer, ya cometió pecado de adulterio con ella en su corazón. Mateo 5:28.
La esposa de Potifar se dejo llevar
por sus ojos y los fijó sobre José causándole gran daño a causa de la codicia
de su pecado sexual...Y era José
de hermosos semblante y bella presencia. Aconteció después, que la mujer de su
amo puso sus ojos sobre José, y dijo: duerme conmigo., pero él no quiso, y dijo
a la mujer de su amo: mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en su casa,
y ha puesto en mi mano todo lo que tiene…y ninguna cosa me ha reservado, sino a
ti, por cuanto tú eres su mujer; ‘Cómo pues haría yo este grande mal, y pecaría
contra Dios? Génesis 39:6-9.
Estos y muchos ejemplos más tenemos en la Biblia, que nos enseñan la importancia de saber dónde fijamos nuestros ojos, pues todo lo que entra por nuestros ojos, impacta poderosamente nuestra mente y emociones, sea para bendición o para maldición, para bien o para mal, algo que el patriarca sabía muy bien, por eso hizo voto de pureza al decir: Yo me impuse la norma moral, de no codiciar con mis ojos ni mirar con lujuria a ninguna mujer. Job 31:1.
Nuestros ojos deben ser como afirmó Jesús, una lámpara que ilumine todo nuestro ser integral para que no haya oscuridad en el alma, debemos tomar conciencia de cuidar a cada paso lo que ven nuestros ojos, y ser firmes para fijar nuestra mirada solo en aquello que nos edifique y glorifique a Dios para que andemos a la luz de su rostro y no seamos engañados; si hay luz de Dios en nosotros, tomaremos sabias decisiones y haremos acciones apropiadas, guardando nuestra pureza y salvación. Los preceptos del SEÑOR son justos, porque traen alegría al corazón; el mandamiento del SEÑOR es puro, para alumbrar nuestros ojos con su luz. Salmos 19:8.
Lo que ven nuestros ojos alimenta nuestro espíritu o alimentan la carne, y el que sea más alimentado, determinará nuestro destino; la mayoría de malos pensamientos de nuestra mente, no son solo dardos del enemigo, son el resultado y consecuencia de lo que miramos a diario, determinando nuestra actitud y comportamiento, sea: limpio y amable, o grotesco y vulgar. Por lo tanto, vivan según el Espíritu, y no vivan para satisfacer los deseos de su cuerpo, Gálatas 5:16; y como niños recién nacidos, busquen con ansia la leche espiritual de la palabra pura, para que crezcan en salvación. 1 Pedro 2:2.
Alimentar la carne mediante distracción mundana y pecaminosa dándole gusto a los ojos, nos hace vulnerables, y nos pone en posición de indefensión espiritual, siendo fácil presa de los ataques de satanás, por lo cual, muchos terminan viviendo lo prohibido, y envueltos en el pecado que los lleva a la muerte. Mira siempre hacia adelante, hacia la meta del supremo llamamiento en Cristo, mira arriba donde está Cristo sentado a la diestra del Padre. Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente lo que digo. No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón. Ellas dan vida a quienes las hallan; son la salud de tu cuerpo. Proverbios 4:20-22.Aménnn.
¿Cómo están tus ojos? Sanos y puros o enfermos y contaminados? Lo que Dios quiere es que nosotros, sus hijos, llevemos vidas santas, y que nadie cometa inmoralidad sexual. 1 Tesalonicenses 4:3.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
Ah, no olvides que NO puedes esconderte de los ojos de Dios. Nada de lo que Dios ha creado puede esconderse de Él, pues, Dios puede verlo todo con claridad, (aún lo profundo del corazón), y ante Él somos responsables de todo lo que hemos hecho. Hebreos 4:13. (paréntesis mío, no de la Biblia)
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