La fe también debe confesar verbalmente las promesas escritas en la Biblia. “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.” Lucas 6:45. Fe es espiritualidad en acción para mover la mano de Dios. Y todo lo que pidan al Padre en mi nombre creyendo, YO lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo, Juan 14:13. Vivir por fe es impulsar la espiritualidad activa de un corazón puro y confiado en manos de Dios que toca el cielo con la calidad de su comportamiento, “Digo, andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne, Gálatas 5:16.
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29 dic 2015
TU FE HARÁ EL MILAGRO Y MOVERÁ MONTAÑAS
La fe también debe confesar verbalmente las promesas escritas en la Biblia. “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.” Lucas 6:45. Fe es espiritualidad en acción para mover la mano de Dios. Y todo lo que pidan al Padre en mi nombre creyendo, YO lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo, Juan 14:13. Vivir por fe es impulsar la espiritualidad activa de un corazón puro y confiado en manos de Dios que toca el cielo con la calidad de su comportamiento, “Digo, andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne, Gálatas 5:16.
27 dic 2015
AÑO DE PAZ Y DESPERTAR ESPIRITUAL LEVÁNTATE Y RESPLANDECE
24 dic 2015
TIEMPO DE AMOR Y UNIÓN FAMILIAR
El ángel les dijo: No teman; porque he aquí les doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: porque les ha nacido en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el SEÑOR. Lucas 2:10.
Vale la pena recordar el significado del nacimiento de nuestro SEÑOR Jesucristo, que siendo Dios se hizo Hombre y dejo su trono de gloria para venir a esta tierra de pecadores a salvarnos y darnos vida en Él,, con Él tenemos un nuevo nacimiento que nos da reactiva a la vida espiritual a ti y a mí y para la eternidad.
Exactamente eso fue, ha sido y será siempre el sentido bíblico del nacimiento de Jesucristo nuestro Salvador, que todos nazcamos al gozo y la esperanza de una nueva vida de pureza y rectitud para glorificar al Eterno Creador, y que en todas las temporadas de nuestra existencia humana, lo adoremos, y nos mantengamos unidos a Él pase lo que pase.
Había un hombre que con ansiedad y expectativa esperaba en el templo poder conocer al Mesías Redentor, fue Simeón, un hombre justo y piadoso que esperaba la consolación para su pueblo, esperaba al Mesías prometido y el Espíritu Santo estaba sobre él, y le había sido revelado que no moriría sin haber visto al Salvador, el mismo Espíritu Santo lo movió a ir al templo, y se encontró con José y María, enseguida tomó al niño en sus brazos y profetizó, Lucas 2:25-35. Este hombre no era incrédulo ni ignorante de lo que Dios había dicho a través de los profetas, por eso esperaba conocer de cerca a su Salvador y lo logró.
La pregunta es: ¿Es Jesucristo el SEÑOR de tu vida, de tus sentimientos, de tu familia, de tu trabajo, de tus decisiones y de todo lo que eres y haces? No se trata de que decidas hacerlo o aceptarlo como SEÑOR, porque Él ya lo es, tu decisión es recibirlo como tu DUEÑO para que te sometas a su Señorío, su gobierno y su voluntad.
Así como Simeón, María y los pastores que visitaron al SEÑOR cuando nació, sencillamente lo creyeron y lo recibieron como su SEÑOR y Dios, hoy todos los seres humanos, hagamos lo mismo, porque estamos llamados a hacer a Jesús nuestro Rey, y que desde el Antiguo Tesamento su nombre quiere decir, YHWH Salva, ese Dios que un día nació como niño, también creció y se hizo adulto maduro, porque vino al mundo para darnos ejemplo, El era, es y será el Dios que Salva, por eso en la antigüedad cuando se mencionaba ese nombre, todos inclinaban su cabeza y adoraban.
Hay un solo SEÑOR y Salvador, ese es Jesús, nombre por el cual, a través de la historia muchos han sufrido la muerte, Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos, Hechos 4:12. Los anales de la historia nos cuentan cuántos hombres y mujeres de Dios han sido mártires por amar y vivir para para Cristo, porque vale la pena servirle y sacrificarse por ese Dios que vino como un bebé, creció con una vida ejemplar y maduró como el Santo y puro Hijo de Dios para dar su vida por cada uno de nosotros. Jesús es el SEÑOR.
Si confiesas su Señorío, es el comienzo de tu salvación, porque no podemos recibir lo que Dios da, si rechazamos lo que Jesucristo es y si no creemos lo que El hizo; es decir, no puedes recibir salvación, si estas rechazando a Jesús como tu SEÑOR y Salvador, único y suficiente, sólo hay un Salvador, que es Cristo el SEÑOR, Lucas 2:10-11.
Como dijo un gran predicador la mayor necesidad del mundo actual, no es la información porque nos estamos ahogando en un mar de información, el conocimiento se multiplica, pero la verdad de Cristo se estanca en el corazón de muchos, no necesitamos información, necesitamos transformación en Cristo.
Si Dios hubiera querido darnos mucha información, nos hubiera enviado un reportero periodista; tampoco es tecnología lo que necesitamos, porque hay mucha y hasta nos intimida tanto conocimiento tecnológico, y si fuera tecnología lo que necesita el mundo, Dios hubiera enviado un super científico; tampoco nuestros problemas se resuelven con suficiente dinero, si ese fuera el problema, Dios nos hubiera enviado un excelente economista banquero. Nuestra gran necesidad es SALVACIÓN del alma y cambio de vida desde el interior del corazón, para que se refleje el bien en toda la sociedad y destruyamos tanto mal que nos agobia.
Por eso Dios el Padre envió al único Salvador, su Unigénito Hijo Jesús. Es hermoso y nos maravillamos que Él escogió a unos humildes y sencillos pastores para dar su mensaje de Salvación, y Herodes, hombre prominente, no lo entendió; como en la actualidad, los que se creen grandes sabios en conocimiento, gobierno y poder, no lo pueden entender aún, por eso sus obras son malas y ofenden a Dios. Mateo 11:25.
Por favor mi amigo lector, si estás aquí, deja tu orgullo intelectual en el piso y ven a Jesús pidiendo que te revele esta verdad, porque la confesión de su Señorío, te asegura la salvación; en Cristo es la única forma de ser salvo de la eterna separación de Dios. Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el SEÑOR, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo, Romanos 10:9-10. Que de ahora en adelante, el SEÑOR Jesús se tu único SEÑOR, Dios y Salvador.
Recuerda que no es aceptarlo, sino recibirlo como tu Salvador, porque es algo así como cuando se contrae matrimonio, los esposos confiesan con sus bocas que se reciben como marido y mujer, se toman y se prometen amor eterno para dar todo lo mejor de cada uno al otro. Y en la medida que la unión avanza en relación e intimidad, va creciendo su conocimiento y estrecho lazo de amor. Igual es con Cristo. O lo tomas todo y lo das tomo, o nada, porque así como Cristo se entregó totalmente en la cruz por ti y por mi, de igual manera debemos entregarnos a su Señorío, voluntad y gobierno, porque Él siempre nos dará lo mejor.
Si el convertido declara que conoce la voluntad del SEÑOR, pero no intenta seguirlo ni obedecerlo en amor, y hace lo que le parece, no es salvo. No podemos decir que vivimos el Evangelio, si vivimos como vive el mundo común. No puede decirse que se es hijo de Dios cuando se adora ídolos, pide a santos y hace sus propios caprichos viviendo a su manera, así no es la vida de un santo de Dios y mucho menos de un discípulo del Salvador, que en vez de adorar, se está pervirtiendo y dejando por el piso el Santo nombre de Jesús.
La gracia de Dios no es lugar para la lujuria, los malos deseos ni los extremos perniciosos. Aunque se den regalos a los pobres, se visite a los enfermos y a los presos y le des comida a los hambrientos, NO ERES SALVO, nadie se salva por las buenas obras, ellas deben ser el resultado de una persona salva y consagrada a los principios y mandamientos de Dios, Efesios 2:8-9.
Jesús bajó del cielo, camino sobre esta tierra y derramó su sangre en el madero, porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser SEÑOR así de los muertes como de los que viven, Romanos 14:9. (memorizar), Así serás salvo, no solo si aceptas, sino si confiesas con tu boca, crees con tu corazón y vives en su presencia con amor, así podrás recibir todo lo que Dios nos da en su Hijo nacido en un sucá, en una cabaña durante la fiesta de los tabernáculos.
Quite su ego del trono, y afírmese en la salvación porque Dios no salva a los rebeldes, a los soberbios, a los auto-suficientes ni a los necios que no doblan sus rodillas ante Jesucristo.
Si confiesas a Jesús como tu SEÑOR, no sólo serás salvo, sino que tendrás capacidad y poder para servirlo a Él y ensanchar su reino, Él será tu Maestro y te dará oportunidades para ser uno de sus servidores conforme al corazón de Dios; ni te imaginas qué alegría, qué gozo, qué placer, qué privilegio y qué satisfacción hay cuando servimos a Dios. Eso nos da vida y nos sentimos útiles y amados. ¡Qué privilegio imitar el ejemplo del Dios hecho Hombre en Belén y acompañado de humildes pastores! Cuando ellos vieron al niño, dieron a conocer lo que se les había dicho a cerca del Salvador, Lucas 2:17. Esto sucede porque al hacer a Jesús nuestro SEÑOR, nuestras vidas son transformadas y nuestras decisiones dramáticamente cambiadas.
Al único que debemos tratar de complacer en todo tiempo y circunstancia es a Dios, porque es al Rey de reyes a quien servimos. Al doblar nuestras rodillas ante Él, debemos hacer lo que hizo Pablo en el Camino a Damasco: ¿SEÑOR qué quieres que yo haga? Hechos 9:6. Y siendo hijos de Dios, el mejor consejo que podemos dar a las otras personas es lo que dijo María en las Bodas de Canaán, Hagan todo lo que Él les dice, Juan 2:5. Así que si agradamos a Jesús, no importa a quienes desagrademos, y la manera de agradarlo es obedeciendo sus mandamientos y viviendo su palabra.
Deja de dar vueltas, deja de dar tumbos, entrégale tu vida a Jesucristo y toma la más importante decisión de tu vida, ora y busca su guía continuamente; la decisión de recibir a Cristo demanda seguirlo Con Pasos Firmes en Dios, amarlo y servirlo con el alma y nuestra vida entera.
Recuerda: Es Cristo o tu ego inflado, es Cristo o el mundo. No añadas nada más a tener a Cristo, él dijo: Ninguno que pone su mano en el arado y mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios, Lucas 9:57-62. El niño que una vez nació en Belén, creció y se hizo el Hijo del Hombre, Él es nuestro Salvador, Él puede darte el mejor regalo en esta temporada: que Jesús gobierne tu corazón y llene tu vida. Lo primero en tu vida es tu relación personal con Jesús, Él es tu SEÑOR. Y debe ser nuestra prioridad. Amén.
¿Eres Salvo? ¿Es Cristo tu SEÑOR y tu Dios?
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
21 dic 2015
ESPERANDO PARA IR CON JESÚS
¡Y a la media noche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo, salgan a recibirlo! Mateo 25:6.
Así como el relámpago será la venida del Hijo del Hombre. Mateo 24:27.
Ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá cuando menos lo esperen. Mateo 24:44.
La venida del Rey Jesús a la tierra es una profecía y una enseñanza escrita desde hace muchos siglos en la palabra de Dios; es una palabra profética de fe y esperanza que se ha venido repitiendo una y otra vez, con el propósito de que los creyentes en Cristo no se desanimen, ni se desvíen del Camino, la Verdad y la Vida, imaginando que Dios se tarda; y aunque a muchos les es indiferente, por lo que abunda en su corazón, y a otros les puede resultar repetitivo, rutinario y aburrido, así como rutinaria y aburrida es la vida de ellos, pero otros se gozan, se fortalecen y se alegran pensando en ese gran momento, pero muchos se olvidan que debemos saber esperar en el Espíritu a Jesús, porque nuestro encuentro con el SEÑOR será un gran acontecimiento para el cual nos preparamos día a día sin olvidar la palabra enseña: Aguarda a YHVH; esfuérzate y aliéntese tu corazón; si, esperas al SEÑOR. Salmos 27:14.
Esperar al SEÑOR es un mandato, no una opción de esperar en Él, como vemos en el verso anterior, Dios nos ordena esforzarnos y alentarnos para esperar en Dios; Él sabe que humanamente nos resulta difícil ser pacientes y perseverantes para saber esperar, en especial si ya ha pasado tanto tiempo según nuestro parecer; a menudo el SEÑOR aborda del tema de la espera, pues es un principio de prioridad aprender a ser pacientes y es esperar según los tiempos y soberanía de Dios. Mientras tanto aguardamos y esperamos para ver ese feliz dia, la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Tito 1:13.
La espera es un asunto que nos atañe a todos en muchos aspectos de nuestra vida, tanto natural, como espiritual. Por eso Dios nos exhorta en muchas ocasiones saber esperar en el poder del Espíritu y la verdad de su palabra, a esperar nuestro encuentro en los aíres con Cristo; porque esperar y ser pacientes no son solo un tema, son clave salvadora para todo creyente, que ama a Dios y no se avergüenza de ser discípulo y seguidor de Jesucristo, sino que anhelamos una aternidad bienaventurada con el Gran Rey. ¡Que no sea avergonzado ninguno de los que en Ti confían! ¡Que sean puestos en vergüenza los que sin motivo se rebelan contra Ti. Salmos 25:3!
Hoy existe una gran urgencia de que la gente tome conciencia y reflexione acerca de la importancia de saber esperar nuestro encuentro con el Salvador, para no debilitarnos en la fe ni perder la esperanza, prefiriendo cosas que nos resultan provocativamente inmediatas, pero que nos podrían desviar de la salvación; Dios sabe cuándo estamos listos para recibir la realización de sus promesas, y cuánto más importante lo es su encuentro con nosotros. Así como Jesús vino la Primera vez al mundo naciendo en un humilde suká o enrama en la fiesta de los tabernáculos, para cumplir lo profetizado en Isaías 9:6-7, de igual manera se cumplirán todas las profecías para el final de los tiempos, lo cual no podemos olvidar ni pasar por alto, porque nuestra alma estaría en riesgo de perder tan esperanzador, magno y sublime acontecimiento, como es nuestro encuentro con Jesús en los aíres. Velemos porque no sabemos a qué hora vendrá nuestro SEÑOR. Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 21.
No olvidemos que la fe del creyente cristiano, se vive por principios bíblicos, y esperar es un principio bíblico muy importante, para muchos se mantengan en el rumbo correcto, tomando decisiones basados en lo que Dios dice, no en lo que imagina nuestro limitado entendimiento; tenemos que saber esperar mientras el SEÑOR nos enseña, nos instruye y prepara, haciendo lo que es su voluntad, pero si ignoramos el proceso de la espera, muchos podrían pagar un alto precio, pues en el proceso de aprender a esperar, también está el de saber obedecer y sujetarnos a Dios, colocando nuestra agenda en segundo plano. Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Dios, heredarán la tierra. Salmos 37:9.
Heredaremos la tierra porque nos iremos en el arrebatamiento, pues regresaremos con Jesús en su Segunda Venida; por lo tanto, lo más sabio es esperar, obedecer y confiar, hasta que el SEÑOR actúe en su tiempo perfecto, pero estemos seguros que el SEÑOR Jesús volverá como viene un ladrón a media noche, 2 Pedro 3:10-13. Volverá no como el niño de Belén, sino como el Rey que pone su pie en el monte de Sión, glorificado en cuerpo y alma, vendrá con poder y gran gloria con su novia, la esposa; vendrá a dictar sentencia. ¡Miren que vengo pronto! Traigo conmigo recompensa, y le pagaré a cada uno según lo que haya hecho. Apocalipsis 22:12.
Los hijos de Dios y discípulos de Cristo, somos tratados, enseñados, procesados y preparados, para aprender a dejar de lado ciertas actitudes que nos distraen y nos sacan del camino, como la impaciencia, la incredulidad, el nerviosismo, las quejas, las dudas, la frustración, la ira, la irritabilidad, el descontento, la indiferencia, el desamor y la mezquindad que son mundanalidad, tenemos que ocuparnos en lo que dijo el SEÑOR Jesús: ¡Velen y oren! Marcos 13:33.
Nuestra agudeza espiritual para estar atentos consiste en mantener amistad íntima con Cristo, e intimidad con su Santo Espíritu, porque no sabemos el día ni la hora del arrebatamiento, por eso tenemos que estar siempre en espera, despiertos y en santidad. Consuélense, y consuelen a mi pueblo. Hablen con cariño...Una voz grita: preparen al SEÑOR un camino en el desierto, tracen para nuestro Dios una calzada recta en tierra estéril. Isaías 40:3.
Si no hemos aprendido a esperar en Dios, es porque no conocemos al SEÑOR Jesucristo, e ignoramos que tenemos al mejor Padre bueno y fiel, que nos da muchas más oportunidades de las que merecemos; Él no nos dará ni hará aquello para lo cual no estamos preparados para recibir, lo cual sería un gran peligro. Saber esperar al SEÑOR no es sinónimo de ser un simple observador pasivo, es el desarrollo de la fe y la confianza en lo que Dios ha dicho, y Él es la única persona que no nos miente ni nos defrauda. No es que el SEÑOR tarde en cumplir su promesa, como algunos suponen, sino que Él tiene paciencia con nosotros, pues no quiere que nadie se pierda, sino que todos se arrepientan y se vuelvan a Dios. 2 Pedro 3:9.
Prepararnos activamente dentro de la cultura del reino viviendo los principios de Dios:
1 Con paciencia en Dios, que es serenidad y carácter templado comprendiendo que Él es más sabio que nosotros, y que somos bendecidos al obedecerlo y ser procesados para la espera. Salmos 40:1-3.
2. En quietud y reposo, en vez de acelerarnos y quejarnos, para saber recibir mucho más abundantemente de su gracia, Salmos 62:5.
3. Con fe, confianza en Dios, no es sinónimo de inercia, es fe obediente en acción, trabajando en la comisión, con la mirada y el corazón en aquel día y aquella hora tan crucial para nuestra vida eterna. Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también fervientemente esperamos, a nuestro Salvador, el SEÑOR Jesucristo. Filipenses 3:20.
4. Esperemos en esperanza y contra esperanza. Tenemos a Dios en nosotros con la persona del Espíritu Santo morando en nuestro ser, Él es nuestro aliento de vida, guía y fuerza en la espera hasta el último momento. Él dirigirá nuestros pasos, nos mostrará el camino y nos enseñará el tiempo de Dios, por eso debemos orar cada día, confiando que Él será la luz y el faro en este mundo oscuro y confuso. Salmos 27:13.
5. Esperemos con Valentía, es profesar una fe
aguerrida que se mantiene a pesar de los duros tiempos, y la larga espera,
porque humanamente no comprendemos los tiempos de Dios, ni porqué nos parece
que retrasa lo prometido. Salmos 27:14.
6. Esperemos firmes en su palabra, porque la Biblia es certeza profética, cimiento y fundamento seguro, donde nos podemos parar confiadamente a observar en el trascurso de la historia, cómo Dios obra en concordancia y de acuerdo con su tiempo perfecto y voluntad buena y agradable. 1 Juan 5:14-15.
Preparémonos para Jesús haciendo lo que nos corresponde como lo enseña la palabra; Dios nos revela por el Espíritu Santo sus misterios, 1 Corintios 2, y si estamos ligados a Él en oración, espíritu, verdad y santidad podremos estar listos para el Gran día del SEÑOR; los que vivamos en el Espíritu, comenzaremos a anticipar que algo sucederá, Amós 3:7. Por lo tanto debemos recordar la parábola de las 10 Vírgenes, donde cinco de ellas fueron prudentes aguardando la venida del Amado, Mateo 25:1-13. El que da testimonio de estas cosas, dice: Sí, vengo pronto. Amén, ven SEÑOR Jesús. Apocalipsis 22:20.
Las lámparas de nuestra vida deben alumbrar llenas del aceite de la presencia del Espíritu Santo para que brillemos y alumbremos con Él. Cada uno decide la manera correcta e incorrecta de esperar en el Espíritu al SEÑOR, recuerde los numerales antes citados, y tome su postura. Estén ceñidos sus lomos, y sus lámparas encendidas; ustedes sean semejantes a hombres que aguardan a que su SEÑOR regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, ustedes le abran enseguida. Lucas 12:35-48.
Querido lector, no permitas que el arrebatamiento te sorprenda durmiendo, viviendo a oscuras, seco y sin aceite. Vuélvete amigo de Dios, permite que el Espíritu Santo te muestre la senda correcta y prepara tu camino para aquel día cuando el Eterno Dios te llame y venga a recogerte. Manténganse despiertos porque no saben el día en que vendrá su SEÑOR, Mateo 24:42; Ya se acerca del fin de todas las cosas. Oren y manténganse sobrios con la mente despejada. 1 Pedro 4:7.
No es la Navidad, ni la semana santa o las fiestas religiosas lo que nos recuerda la Venida del SEÑOR, es cada momento en esta vida, que es una oportunidad para recibir a Jesús en el templo de tu corazón, para que puedas caminar Con Pasos Firmes en Dios, y estar siempre preparado para cuando oigas el clamor a media noche, “El Esposo ha llegado por ti”. Aún hay tiempo, el Espíritu Santo está anunciado y el cielo da voces. Vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite la corona. Apocalipsis 3:11.
¿Puedes oír su voz? Jesús te dice, ¡levántate, ven a Mí, mis brazos están abiertos, ven a ser mi amigo. Entra por la puerta estrecha, que aún está abierta, ¡quiero que seas parte de mis planes! ¡Prepárate porque a la hora que menos piensas vendré! Mateo 25:1; ¡Mira! Estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, YO entraré y cenaremos juntos como amigos. Apocalipsis 3:20
Feliz tiempo para todos los lectores del SEÑOR en este blog. Y por favor, no olviden dejar sus comentarios, sus palabras son de gran aliento y ánimo para continuar con este ministerio de la página escrita.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino
16 dic 2015
EMBAJADORES DE CRISTO
Cuando nacemos de nuevo en Cristo, el Padre nos viste con nuevas vestiduras para que sirvamos a su reino, y así como en el Antiguo Testamento solo los sacerdotes podían cargar el Arca del Testimonio del tabernáculo, del mismo modo hoy, los discípulos de Cristo y pueblo de Dios que hemos sido lavados con la sangre del Cordero, somos los encargados de llevar, cargar, mostrar y portar la presencia de Dios, como templos vivientes y tabernáculos vivos para honrar a Dios. Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, donde también con paciencia, esperamos que vuelva desde el cielo el salvador, nuestro SEÑOR Jesucristo. Filipenses 3:20.
Somos embajadores que representan el cielo en la tierra porque cada cristiano genuino es templo activo del Espíritu Santo, es decir que la misma presencia de Dios está latente en nosotros, pero lamentablemente una gran parte del Cuerpo de Cristo lo ha olvidado y no lo vive. No se han dado cuenta del cambio en el sacerdocio, que la ley ritualista del santuario, es hoy nuestro estilo de vida espiritual como ciudadanos del reino de Dios y que el servicio ceremonial del Tabernáculo en el AT era sombra de lo que habíamos de ser en Cristo, ahora Cristo no se muestra en la tienda del desierto, sino que se revela a través de sus redimidos sentado como Rey en nuestros corazones, Hebreos 10:1; Porque si hay un ángel que sea su mediador, uno entre mil que abogue por el hombre, podrá declararles lo que es bueno, para dar constancia de su rectitud. Job 33:22.
Es un error creer que solo los ministros pueden mostrar la gloria de Dios, cuando en realidad, todos, absolutamente todos los creyentes genuinos estamos revestidos de autoridad delegada y poder de Dios con su presencia en nosotros, por lo tanto, estamos responsabilizados en mostrar el carácter de Cristo y la gloria del Padre que fluye como río desde su trono por el Espíritu que mora en nosotros para permitir que sus aguas vivas y su fuego fluyan purificador desde nosotros a nuestro alrededor impregne la atmósfera con el peso de su gloria. El mensajero perverso cae en la adversidad, pero el enviado fiel es portador de sanidad. Proverbios 13:17.
Somos pueblo santo y real sacerdocio, entonces todos somos embajadores representantes del Altísimo y cargamos la gloria sobrenatural de Invisible, pero no solo los ministros, sino todos los que hemos sido lavaos en su sangre y bautizados con el Espíritu Santo, debemos corregir eso y anhelar ardientemente que muchos más vean el peso de la gloria celestial y disfruten como niños en el lugar de su presencia; esto incluye gozar por el Espíritu y morir a sí mismo como Cristo. El SEÑOR nos ha dejado como sus representantes para predicar el mensaje de su evangelio, por esto muchos podrían estar presos. Oremos para que pase lo que pase, anunciemos sin temor alguno, su mensaje, pues ese es nuestro deber. Por el cual soy embajador en cadenas, para que resueltamente hable de Él como debo hablar. Efesios 6:20.
El problema que muchos tienen para no mostrar a Cristo, ni la gloria del Padre y tampoco permitir el fluir del Espíritu Santo, es que creen que son hijos de Dios, pero no han nacido de nuevo, han cambiado de religión, no aman a Cristo, tampoco su palabra y no lo conoce ni leen la Biblia, por lo tanto no meditan en ella y no la viven y como consecuencia viven en la carne y no tienen poder ni autoridad para llevar el menaje de salvación, pues no han tenido un encuentro cara a cara con el Rey de reyes y no cultivan una vida en el Espíritu Santo. Están en peligro, y deben arrepentirse ya, confesar sus pecados, apartarse de la vida de pecado, nacer de nuevo y tener vidas Cristo céntricas. Sean imitadores de mí, como yo de Cristo. 1 Corintios 11:1.
Un embajador es un enviado oficial que representa a su soberano frente a los extranjeros del reino en esta tierra, proporcionando el vínculo de amor que los una a la ciudadanía celestial. Como embajadores trabajos para construir relaciones amistosas y desarrollo espiritual que favorezca ambas partes, hablando en el nombre de su Soberano Rey. El embajador es cuidadoso y responsable ante los otros, representando con excelencia a su Gobernante, encarnando su carácter, siguiendo las leyes y principios de su nación, que por supuesto, no podrían ser bien recibidos en otro lugar, pero él si respeta las leyes y lineamientos foráneos donde está como embajador. Porque los que son guiados por el Espíritu de Dios, ellos son hijos de Dios. Romanos 8:14.
A diferencia de los embajadores políticos, para ser representantes de Dios y su reino, debemos ser adoptados a través del sacrificio de Cristo cuando nacemos de nuevo para poder experimentar el cambio de perspectiva de visión natural a visión espiritual, porque ya no somos ciudadanos de este mundo, sino del Reino celestial, desde la perspectiva de nueva creación y nuevas criaturas, 2 Corintios 5:17; Nuestro trabajo como embajadores de Cristo y portadores de la gloria de Dios es difundir el mensaje de nuestro Gobernante celestial, primeramente a su nación, y luego a las demás naciones donde somos enviados; ese mensaje de amor reconciliador personal y directo con las personas que vivimos y nos rodean, ya no esclavos del mundo, sino fieles a Dios. Juan 3:16.
Si queremos ser embajadores, primero debemos pertenecer al Reino, y no a nosotros mismos para poder estar comprometidos con nuestra nueva ciudadanía dando solución a tantos problemas dentro de la congregación de Dios, muchos en las congregaciones locales dejarían de estar pidiendo que oren por ellos todo el tiempo, dejarían de quejarse, sanarían, y empezarían a orar por otros, ministrando la presencia de Dios para que el cambio y la transformación de muchos sea visible en todo lugar con vidas nuevas, porque a Santidad hemos sido llamados, y la tierra entera clama para que los hijos de Dios se manifiesten con el peso de la gloria celestial, porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren la mar. Habacuc 2:14.
Debemos vivir en los estándares de nuestro nuevo Rey, porque somos temporales en la tierra, y nos espera una casa eterna en los cielos, 2 Corintios 5:1; el anhelo ardiente de la creación es aguardar la MANIFESTACIÓN de los hijos de Dios, pues la creación fue sujeta a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación será libertada de la esclavitud de la corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y aún está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la plenitud de la adopción y la redención de nuestro cuerpo. Romanos 8:18-23. Procuremos con diligencia presentarnos a Dios aprobados, como buenos obreros que no tienen de que avergonzarse, porque manejamos con precisión la palabra de verdad. 2 Timoteo 2:15.
Como embajadores debemos promover que todos sean bienvenidos a una relación con su Soberano Salvador en el cumplimiento de la perspectiva salvadora del reino, abandonando todo lo que no tenga que ver con Dios y nos aleje de su reino, siendo leales al SEÑOR; Guardémonos de los falsos profetas, que vienen a nosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces, pero por sus frutos los conoceremos. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego, así que, por sus frutos los conoceréis. Mateo 15:20 y Lucas 6:43-44. Porque somos colaboradores de Cristo, y somos labranza de Dios, edificio suyo somos...1 Corintios 3:9-23.
Hay poder y autoridad delegadas en los representantes de Dios y su reino. 1 Corintios 4:20. Cuando vivimos en el reino de Dios y su justicia, lo que predomina es la soberanía de su Rey y el poder de sus mandatos, los cuales Él dejó para que nos movamos con confianza y autoridad en su nombre; por su palabra en la unción y presencia santificadora del Espíritu Santo para podrir yugos, romper cadenas, derribar esquemas mentales errados y vencer la carnalidad pecaminosa del mundo en la santificación de los santos. Porque lo santos del Altísimo recibirán y poseerán el reino, y será suyo por la eternidad. Daniel 7:18.
El poder y la autoridad de Dios en su Reino está primeramente en el sacrificio y nombre de Jesucristo, unidos a la sabiduría, la sujeción y la pureza de los ciudadanos de su nación santa y real sacerdocio que cuenta con deberes y derechos consagrados en la Constitución sagrada; es poder y autoridad delegados del padre sobre su pueblo que opera con un ministerio, un encargo, el llamado y la misión que todos tenemos de ser representantes del cielo en la tierra y portadores de la presencia de Dios, habiendo sido bautizados con el fuego del Espíritu Santo que nos hace reflejo del Hijo, para que en su reino el ministro responda a su tarea, el sacerdote interceda y permanezca en el altar orando, adorando y alabando; los jueces hacen y defienden la justicia, todo como embajadores representan la nación santa, proclamando la palabra profética, dando testimonio y mostrando el estilo de vida que complace el corazón del Padre. Jueces 2:18. Veamos algunas características del embajador del Reino:
1) Nunca entra al poder del Reino por voto humano ni promoción personal, somos escogidos por el gobierno de Cristo. 2 Corintios 5:15-20. 2) Representamos la nación santa propiedad del SEÑOR, Deuteronomio 7:6 y Efesios 5:27. 3) Somos ciudadanos del reino celestial en Cristo, Él nos gobierna y lo reflejamos, Filipenses 3:20; toda necesidad de sus embajadores, el Rey la cubre, sean bienes materiales, emocionales o espirituales, el Rey provee absolutamente todo porque somos su familia y Él es el Dueño de todo, nosotros le correspondemos con amor, entrega y consagración. Lucas 22:29-30.
4) No nos representamos a sí mismos, por lo tanto, no damos opiniones personales, y si nos hacen una pregunta, respondemos desde la posición de nuestro gobierno con base en su Santa Constitución. Romanos 1:17, sí te preguntan ¿qué opinas del aborto y la homosexualidad? No das tu concepto, dices lo que está en la Constitución del reino y estableces la posición del Rey. Josué 1:8-9. 5) Ningún servidor del Reino se mete en asuntos polémicos ni argumentos personales, tampoco discute, solo cita su Constitución. 1 Reyes 2:3 y 1 Pedro 3:15.
6) Un embajador da a
conocer su nación y su hermosa idiosincrasia con eficiencia y excelencia,
porque es la única nación santa de reyes y sacerdotes sentados en lugares
celestiales con la autoridad de Jueces a favor de la tierra para proclamar con
la ley divina las bendiciones al justo y los juicios al malo. Daniel 4:17 y Hechos 13:47. 7) Si alguien ataca a un
servidor, embajador o juez del Reino de Dios, el que lo haga no se mete en
problemas con una persona, sino que tendrá en contra a su Rey y toda la
nación, Isaías
54:15 y Lucas 17:2; esto se convertirá en un asunto internacional porque el
Rey universal tiene puestos sus ojos sobre toda la tierra mirando a buenos
y malos; Él examina, escudriña y conoce las intenciones del corazón
humano. Deuteronomio
32:35 y Romanos 12:19. ¡Gloria
a su nombre!
En el gobierno del reino, ordena, manda y gobierna el Alto y sublime soberano Juez Justo de las naciones, el Abogado Supremo y perfecto defensor de los justos, Él desata su ira contra la iniquidad y entrega recompensas y coronas a los santos; Él opera desde la Suprema Corte celestial, en colaboración de sus ciudadanos que son sus servidores y representantes en este mundo, en cumplimiento de las leyes divinas estipuladas en su Constitución. Éxodo 22:22-24, Miqueas 6:8, Isaías 1:17.
No
echemos a perder la gracia de Dios en cuanto a lo que somos y hemos recibido
del Padre en Cristo, porque es Dios quien tiene un tiempo propicio para hacerlo
todo, Él acudirá en nuestra ayuda siempre que lo invoquemos, por eso tenemos
que comportarnos como humildes servidores de su Gobierno, y si tenemos que
sufrir por su nombre y su palabra, será doloroso, pero un gran privilegio de
honrar al que nos tomó por hijos y herederos de su reino celestial. Es verdad que algunos anuncian a Cristo por
rivalidad y envidia, pero nosotros lo hacemos con buena voluntad. Filipenses
1:5. Y servimos
con excelencia para que otras crean y sean salvos. 1 Corintios 3:4-5.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
POR LA VERDAD Y LA LIBERTAD
El
Espíritu del SEÑOR Dios está sobre mi, Él me ha ungido para traer buenas nuevas
de salvación a los afligidos; me ha enviado a sanar las heridas de los
quebrantados de corazón,, para traer libertad a los cautivos, y abrir puertas a
los que están en prisión. Isaías 61:1.
YO SOY el SEÑOR tu Dios, te llamado en justicia; te sostendré con mi mano y velaré por ti, te pondré como pacto para el pueblo, como luz para las naciones, para que abras los ojos a los ciegos, para que salves de la cárcel a los presos, y de la prisión a los que moran en tinieblas. Isaías 42:6-7.
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en Él: Si ustedes permanecen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos; conocerán la verdad, y la verdad los hará libres, Juan 8:31-32.
1. Permanezcan en mi palabra. Lo primero que el SEÑOR nos dice es que permanezcamos en las enseñanzas de su evangelio, esto significa que seamos verdaderos discípulos, fieles seguidores practicantes de su verdad, sujetos en todo conforme a su palabra, porque hay muchos que dicen creer en Cristo pero no son discípulos verdaderos, pues no son fieles a Dios, así que el encargo del SEÑOR es que para SER sus discípulos hay que mantenernos firmes en Él y en su Palabra. Porque el Padre celestial nos libertó del dominio de las tinieblas y nos traslado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención, de pecados por su sangre. Colosenses 1:13-14.
Conocer la verdad es la gran lucha del hombre a través de los tiempos, el objetivo y anhelo del ser humano a través de la historia ha sido conocer la verdad, ser libres y disfrutar la vida, principios y valores que no se encuentran en el mundo, solo la hallamos cuando Jesucristo sale a nuestro encuentro y le permitimos entrar en nuestra vida para amarlo y consagrarnos a Él. No hay condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíriru. Pues la ley del Espíritu da vida en Cristo, que nos ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Romanos 8:1-2.
2. Conozcan la verdad. Conocer la verdad de Dios viene como resultado de permanecer en Él y vivir su palabra; Alexis Carrel de origen francés en su libro La Incógnita del hombre dice que todos los creadores de religiones, todos los reformadores sociales, todos los filósofos, los pensadores, los poetas, los científicos y hasta el hombre del común de la calle tienen un deseo intenso en su corazón, de conocer la verdad, pero no la han hallado, porque la han buscado en muchos y distintos y caminos equivocados. El mucho pensar, escribir, llorar, sufrir y sudar, ¿para qué? Para conocer la verdad, pero: Vendrá el Redentor a Sión, para rescatar a su pueblo y a los que se hayan apartado de iniquidad y transgresión. Isaías 59:20.
Y vino la verdad, pero muchos
hasta hoy no han recibido ni aceptado a la única y suficiente Verdad, que es nuestro Redentor Jesucristo, Él es el Camino, la Verdad y la Vida, Juan 14:6. El gran poeta nicaragüense,
Rubén Darío en sus cantos de vida y esperanza tiene un poema llamado, Lo Fatal, allí expresa la angustia existencial del hombre por buscar la verdad y no
saber a dónde ir, y dice: Dichoso el árbol, que es apenas
sensitivo, pero más la dura piedra porque esa ya no siente, pues no hay dolor
más grande que el dolor de estar vivo, ni mayor pesadumbre que la vida
consciente. Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, con el temor de haber
sido y ser para un futuro terror, en el espanto seguro de estar mañana muerto,
luchando por la vida y por la sombra de lo que no conocemos y apenas
sospechamos, mientras la carne que tienta con sus frescos racimos, y la tumba aguarda
con sus fúnebres ramos, ¡sin saber a dónde vamos, ni de dónde venimos.
Este poema sacado de un corazón y una mente humana que no conoce a Jesucristo, refleja el
pensamiento de un gran colectivo humano que no conoce la gran verdad de Dios porque vivimos en una sociedad
caída sin rumbo y sin timón, pero: El
que cree en el Hijo tiene vida eterna; y el que no obedece al Hijo no verá la
vida, sino que la ira de Dios permanecerá sobre él. Juan 3:36. Las tres preguntas que
formula este poeta son: ¿Quién soy, de dónde vengo, y para dónde voy? Todos los
seres humanos andan buscando la razón de su existencia y algo que le otorgue
sentido a su vida, pero lo hacen al estilo humano ajenos a Dios, pero los hijos de Dios, tenemos esas tres preguntas completamente resueltas, amén. Enséñame, oh SEÑOR, tu camino; y andaré
en tu verdad; purifica mi corazón para que tema y reverencie tu nombre. Salmos
86:11.
¿Quién soy?
Un hijo de Dios coheredero con Jesucristo de las bendiciones eterna. Porque todos los que hemos recibido a
Jesucristo como SEÑOR y Salvador, Hemos recibido el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que
creen en el nombre de Cristo Jesús. Juan 1:12: Y El Espíritu Santo da testimonio a
nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios en Cristo Jesús, SEÑOR nuestro. Romanos 8:16. Somos hijos de Dios
redimidos en Cristo,
¿De dónde vengo? Venimos del Creador y Dueño del universo que nos creó por su buena voluntad para su gloria y alabanza teniendo una vida a su servicio. El Gran YO SOY, formó al
ser humano del polvo de la tierra, sopló en su nariz y le dio aliento de vida;
así el hombre fue un ser viviente. Génesis 2:7: Porque dijo Dios: Hagamos al hombre, conforme a nuestra
semejanza, y nuestra imagen, para que ejerza dominio sobre lo creado…Génesis
1:26-27. Procedemos de Dios mismo, después de la primera pareja en el Huerto, Dios
mismo, nos ha venido formando a todos en el vientre de una madre, Tú, SEÑOR, me hiciste con tus propias
manos y me diste forma en el vientre. Me vestiste con piel y carne, entretejiste
mis huesos juntamente con mis tendones. Me diste vida y me mostraste tu amor
inagotable, y con tu cuidado me has preservado. Job 10:8-12.
Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo; Tú
me formaste en el vientre de mi madre. Te alabaré porque formidables son tus
obres; estoy maravillado…No fue encubierto de Ti mi cuerpo, aunque en lo oculto
fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mí embrión vieron
tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas estas cosas, sin que faltara una
de ellas. Salmos 139:13-16
¿Para dónde voy? Siendo salvos en Cristo, vamos al lado de Padre y del Hijo en una vida eterna; A los cielos y a la tierra pongo por testigos hoy contra ustedes; que les he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge pues la vida, para que vivas tú y tu descendencia. Deuteronomio 30:19. Dios nos creó con el poder de decicir hacía la bendición y escoger la salvación, pero como cada uno ha tomado su libertad para hacer su propia voluntad y no la de Dios; es por eso que mientras vivimos todos tenemos la oportunidad de decidir y escoger su vida y su camino eterno, en un único destino final, sea la condenación eterna o la vida eterna. Lucas 16:19-31.
Por voluntad divina pertenecemos y vamos a Dios en Jesucristo, porque la salvación nos hace propiedad del Alfa y la Omega, el principio y fin de todo, si en verdad hemos creído en Jesucristo, su vida, sacrificio, resurrección y ascensión al cielo, entonces en verdad somos hijos de Dios habiendo nacido de nuevo en Cristo y siendo sellados con las arras del Espíritu Santo para vivir llenos de la presencia de Dios con su palabra hecha realidad en nuestra existencia. Ningún ser humano termina su vida en la muerte física y la tumba, porque somos carne, pero también somos espíritu como lo es Dios. Porque está establecido para los hombres, que mueran una sola vez, y después de esto venga el juicio. Así como Cristo ha sido ofrecido en sacrificio por todos, una sola vez para quitar los pecados de muchos; Cristo después volverá para llevar a los que esperan en Él. Hebreos 9:27-28.
Tenemos
un alma que es eterna, ella conserva la personalidad y temperamento que nos distingue con un yo y una identidad, que nos hace únicos e irrepetibles, sea que vivamos o que muramos; pero es con el carácter y comportamiento dentro un estilo de vida en la tierra, que marcaremos y definiremos nuestro destino eterno; Dios nos trajo a este mundo con un propósito de vida, peregrinamos temporalmente en la tierra con una misión que solo la conocemos y la
llevamos a cabo si conocemos, recibimos y vivimos en Jesucristo como Rey sobre nuestro corazón y Director de nuestra vida;
Jesús dijo: YO SOY la
resurrección y la vida El que cree en Mí, aunque muera, vivirá. Juan 11:25.
Tenemos muchas luchas en la vida, pero en Cristo tenemos la única verdad que nos hace verdaderamente libres de las cademas del mundo; Él es nuestro Maestro y Camino a seguir, para que procedamos de acuerdo a su Manual de vida, La Biblia, y así lograr vida eterna; es sencillo saber quiénes somos, de dónde venimos y para dónde vamos, el punto está en creer en Cristo y su Evangelio, vivir con fe firme y permanecer fieles a Dios, cuidando esta salvación tan grande, Hebreos 2:3-4, hasta que dejemos de respirar; es decir, conociendo a Cristo y caminando como sus discípulos genuinos, así
conocemos la verdad y el Camino de la vida, sabiendo con certeza quiénes somos, de dónde venimos y para dónde vamos; porque la verdad no es un concepto intelectual, la verdad no es un sistema, la verdad
no es una idea, LA VERDAD ES LA PERSONA de Jescristo, que bajó del cielo a la tierra para
enseñarnos qué somos, cómo vivir y a dónde decimos llegar después de la muerte: YO
SOY el Camino, la Verdad y la Vida, Juan 14:6.
Conocer al Rey Jesús
nos hace verdaderamente libres para saber vivir en ésta mundo oscuro, yendo paso a paso de su mano y en su luz subiendo la escalera de la vida que nos lleva arriba a su presencia, para un día volver con Él y gobernar la tierra nueva y los cielos nuevos. Los que a Él miraron, son alumbrados;
sus rostros jamás serán avergonzados. Salmos 34:5; Puestos los ojos en Jesús el
Autor y Consumador de la fe…El cual sufrió la cruz, menospreciando su vida con
el oprobio, y se sentó a la diestra de trono del Padre…Hebreos 12:2-11, por eso: Prosigo hacia la meta para obtener el
premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo…Filipenses 3:14-15.
No es necesario conocer
tantos libros para saber cuál es la verdad, el hombre más erudito que tuvo
Grecia, Sócrates, que después de tanto estudio, lo único que pudo decir fue;
Solo se, que nada se, terminó confesando su propia ignorancia. Mientras Jesús sigue
diciendo: Permanezcan fieles a mi palabra, porque si lo hacen serán
verdaderamente mis discípulos, y si son mis discípulos, conocerán la verdad. Entonces,
¿para qué tanta filosofía, tantas ideologías, tanta teología, inclusivista. La
clave maestra es conocer a Jesucristo.
3. Conocer la verdad, es obtener vida y libertad. la
verdad nos hace libres, Juan 8:32. La falta de libertad es una lucha permanente,
se derrama sangre, se hacen guerras, se organizan grupos paramilitares, militares,
guerrilleros, e insurgentes, dizque para conseguir la libertad. Todos los héroes como
Washington, Bolívar, San Martín y tantos otros, ¿para qué lucharon? Para
conseguir la libertad. Y aunque Francisco de Paula Santander reunió mejor las
cosas para decir su famosa frase: Granadinos,
las armas les han dado la independencia, las leyes les darán la libertad.
Pero lo cierto de todo es que solo la ley de la gracia de Dios es la que da la
libertad. Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para
recibir misericordia y hallar socorro para el oportuno socorro. Hebreos 4:16.
A todos esos hombres
los llamaron libertadores, porque en algunos casos lograron cierta libertad
física, pero el gran problema para el hombre son las cadenas interiores, las
cadenas espirituales las del alma, el hombre camina y se mueve aparentemente libre en un mundo
natural y físico, pero miles están completamente encadenados y
esclavizados, ese es el gran problema humano; por lo tanto, el único Gran
Libertador es Jesucristo Rey.
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús nos ha liberado de la ley
del pecado y de la muerte. Romanos 8:2. Para libertad, Cristo nos hizo libres;
por tanto, permanecemos firmes, y no nos sometemos más al yugo de la esclavitud.
Gálatas 5:1.
A causa de todas las
cosas que atan el corazón humano, la gente vive inventando ciencias anímicas,
psíquicas, psicológicas, psiquiatricas y psicoanalíticas, añadido a las
argucias del diablo en la nueva era, la telepatía, cienciología, el control
mental, la metafísica, la IA y tantas cosas que se inventan para encontrar una
supuesta libertad, pero que en realidad son corrientes humanistas, que saquean el
mundo interior del ser humano, ofreciendo una falsa libertad, que esclaviza a quienes se afilian a esas corrientes, ideas, sectas y doctrinas, es por eso que la gente anda de acá para allá, buscando un norte en el don preciado de la libertad y la verdad para vida,
pero HAY UN SOLO LIBERTADOR DEFINITIVO Y ETERNO QUE SE LLAMA JESÚS DE NAZARET.
Sólo en Jesucristo hay vida, libertad y verdad, Dios sigue diciendo: Miren a Mí y sean salvos, todos los términos
de la tierra, porque YO SOY Dios, y no hay otro. Isaías 45:22.
Que nos unamos los hijos y discípulos de Cristo, que son dignos seguidores del Dios vivo, real y verdadero, para defender la verdad, la vida y la libertad que tenemos en el SEÑOR Jesucristo, aprendiendo del Maestro, para ser como Él es, pues en Él tenemos propósito de vida: a) Hay que permanecer en su Palabra, lo cual nos hace ciudadanos del reino, y b) si somos hijos por adopción y gracia, conocemos la verdad que da vida, y c) si conocemos la verdad que da vida, disfrutamos de su libertad, y aunque Dios sea amor infinito y bondad, muchos no serán salvos, porque el amor de Dios está unido a su justicia. NO todo el que me dice SEÑOR, SEÑOR entrará en el reino de los cielos; sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Mateo 7:21-22.
La solución para el alma y los problemas de este mundo, está en Cristo, entonces ¿cómo se explica que tantas personas que han proclamado a Jesucristo como su SEÑOR y Salvador, que van a una iglesia, han estudiado Teología, e incluso ejercen ministerios de servicio, y aparentemente están en el cristianismo, no reciben la bendición de conocer la verdad y disfrutar de libertad? El problema es que el SEÑOR nos hace libres pero algunos inventan un mundo de cadenas para volverse a atar, así como el perro vuelve a su vomito; la justicia de Dios no puede pasar por alto el pecado y su amor que no conoce fronteras ni condiciones abre una salida a la salvación, pero por la incredulidad muchos son ajenos a la Verdad. Proverbios 26:11, ratificado en 2 Pedro 2:21-22.
El hombre mismo crea barreras y cadenas que lo atan, ¿por qué tantos no disfrutan la libertad que nos ofrece la verdad del evangelio? Por necia incredulidad, rebelde autosuperación, hipocresía religiosa, por ser justos a sus propios ojos ignorando a Cristo y rechazando su obra redentora, y por apostasía voluntaria de los que abandonan la fe a causa de un corazón de piedra que los esclavitud a la carne y el mundo; nuestra fe no es una creencia superficial, es convicción y certeza profunda que nos transforma de adentro hacia afuera para aceptar la verdad de Dios en Cristo. Son esos pecados por los cuales en las iglesias se encuentran grupos de aparente piedad, santurrones que no son libres porque no están en la Verdad, sino amarrados a su equivocado concepto de santidad e integridad. Purifiquémonos de toda contaminación
del alma y del cuerpo y santifiquémonos para Dios. 2 Corintios 7:1.
Hay bibliómanos, que se
saben la biblia de memoria, la recitan y la utilizan como un garrote para darle en
la cabeza a todos los que se encuentran en el camino, ellos mismos no siguen lo que dice, ordena y enseña la
biblia, no son verdaderos miembros del cuerpo de Cristo, porque no son fieles a la verdad en sus principios y mandamientos. Viven atados porque viven juzgando y con lupa miran la paja en el
ojo ajeno, sin ver su propia viga en sus ojos, Lucas 6:42. Son muertos vivientes en sus delitos y pecados, que se
fijan más en los errores y defectos ajenos que en los propios, porque se creen enviados especiales de Dios para señalar a los demás. Cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse, respecto de sí mismo, y no en otro. Gálatas 6:4-10
Por su parte, los legalistas, piensan
que la ley de Moisés sigue vigente, y que debe cumplirse al pie de la letra, lo que es una gran mentira, pues lo vigente es la ley del amor de Dios, porque el
Decálogo de los Diez mandamientos, Jesús lo resumió en amar a
Dios y al prójimo como así mismos; toda la narrativa del AT, es válida para
nosotros como enseñanza y escarmiento para no cometer los m8smos errores, pero tomando lo ejemplar; la ley Mosáica desarrolla la fe y la gracia en lo físico y natural, que hoy para nosotros es aplicable espiritualmente en las nuevas épocas; la Ley Mosaica era una sombra, una historia sagrada necesaria
para un pueblo en formación que transitaba por el desierto, gente que requería cambio de mentalidad esclavista a mente de liberación bajo unas normas rígidas; la Ley fue el Evangelio preparatorio para profetizar y encontrar a Jesucristo en su sacrificio expiatorio; por eso la ley era alta y profundamente
simbólica, llena de semejanzas que llevaban al pueblo hacia el Gran Libertador, Jesucristo y su
expiación eterna. Gálatas
3:23-24
Los que están fuera de la verdad y la libertad de Dios, son los que critican cómo se viste la gente y cómo luce el siervo del SEÑOR, proclaman pelo largo, falda larga, por eso el legalismo es contra la fe, es anticristianismo. Una cosa es libertinaje, y otra es la libertad en Dios. Vivimos y practicamos la doctrina de los apóstoles, avalada en el NT; Jesús decía, fue dicho…pero YO les digo, Por lo tanto no permitan que nadie los juzgue por lo que comen o beben, o porque no celebran ciertos días de fiesta, luna nueva o días de descanso. Estas reglas son solo sombra de la realidad que vendrá. Y Cristo mismo es esa realidad. No permitan que los condene ninguno de aquellos que insisten en una religiosidad que esclaviza, ni culto a los ángeles, que es idolatría Ellos se ufanan en fingir humildad y piedad, pero su mente pecaminosa los ha llenado de arrogancia. Colosenses 2:16-18.
La verdad, la libertad
y la realidad de la vida de fe se encuentran en Cristo, no podemos ser esclavos de lo que los
hombres inventan, al conocer a Cristo y su palabra no necesitamos que nadie nos
diga cómo conducirnos, qué comer, o cómo vestirnos. En Cristo somos guíados por el Espíritu Santo, Él nos redarguye si fallamos, y nos revela lo que no esté bien conforne a la
Biblia; es cuestión de una sana conciencia que anda en el Espíritu; hoy somos
esclavos por amor a Cristo. Porque el que en el SEÑOR fue llamado
siendo esclavo, liberto es del SEÑOR; así mismo el que fue llamado siendo
libre, esclavo es de Cristo, 1 Corintios 7:22. Cristo es libertad para lo bueno
y no para el mal, así somos felices siendo hijos de Dios.
Solo Dios controla las vidas, para que sus hijos no vivan malhumorados ni amargados, aunque hay reglas básicas que cumplir, no hagamos cara de limón. Tenemos la responsabilidad de reflejar el rostro de Cristo, si los cristianos somos fieles a Cristo, el país puede conocer la verdad para ser realmente libres, no hay cadenas que nos aten y la iglesia no es un campo de concentración llena de prisioneros hambrientos ni harapientos como muchos creen. Hay quienes pretenden ser ricos, pero no tienen nada; hay quienes pretenden ser pobres, pero poseen una gran fortuna. Proverbios 13:7.
Liberémonos de esas erradas maneras de pensar que hacen parecer al cuerpo de Cristo como un ghetto, un apartheid o una cárcel, y mucho menos somos una muralla china medieval. La palabra de Dios nos hace libres de la enfermedad, libres de los demonios, libres de la pobreza, libres de la ansiedad, libres del temor, libres de la depresión, libres del odio, libres de la amargura, libres de la guerra, de la esclavitud al pecado, libres, completamente libres de toda atadura. ¡Jesucristo nos ha hecho libres de verdad! Así que no abandonemos esa libertad, ni volvamos nunca a ser esclavos de la ley...Gálatas 5:1-15.
Pablo que fue un
organizador de BACRIMS y asesino de cristianos tuvo un encuentro con la Verdad
y fue tocado por Jesucristo, para ser transformado por Dios, quién lo usó para
enseñar la verdad del Evangelio salvador de Cristo: Si confiesas con tu boca
que Jesús es el SEÑOR, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los
muertos, será salvo. Romanos 10:9.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y
verdadero y servidora de su reino.