Porque la Escritura dice: Creyó Abraham a Dios y obtuvo su promesa. Romanos 4:3.El que cree en el Hijo de Dios, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito Hijo de Dios. Juan 3:18.
Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de Mí, YO lo meteré en la tierra que le prometí y su descendencia la tendrá por posesión suya. Números 14:24.
Bendito todo aquel que confía en YHWH, y cuya confianza está el SEÑOR. Será como árbol plantado junto a las aguas, que extiende sus raíces junto a las corrientes, y no teme cuando viene el calor, pues su follaje estará Frondoso. Y en el tiempo de Sequía no se preocupará, Ni dejará de dar su fruto. Jeremías 17:7-8.
Un niño tiene fe porque cree lo que sus padres le prometen, ellos esperan ver las promesas cumplidas con regalos, y premios, pero muchas veces los padres fallan olvidándo lo prometido y causando frustración al corazón del pequeño; la fe es propia de mentes inocentes y puras, la incredulidad, por su parte, es propia de adultos contaminados, pero nuestro Padre celestial es totalmente puro y fiel porque Él nunca olvida lo que salió de su boca. Por eso les digo: crean que ya han recibido todo lo que pidan en oración, y lo obtendrán. Marcos 11:24.
Estos no son tiempos para jugar a la fe y la incredulidad, o crees, o no crees; como hijos de Dios y testigos de Cristo debemos creer firmemente lo que el Eterno es, ha dicho y está escrito en su palabra, la Biblia, es hora de dejar los escepticismos, los esquemas mentales, los caprichos personales y la duda que siembra el mundo ¿De qué lado estás? Lo contrario a la fe es la duda, incredulidad y tibieza de corazón que al final llevará al precipicio las almas que divagan entre dos aguas, los incrédulos que dudan de su Creador y Salvador se perderán. Huye, como un venado del cazador; huye, como un ave de la trampa..Proverbios 6:5.
Nuestro SEÑOR Jesucristo era Dios en forma de Hombre sobre la tierra, Él como conocer de todo, no se asombraba fácilmente de lo que decía o mostraba la gente, porque conocía el corazón de todos, pero hubo dos cosas que lo maravillaron y captaron su atención mientras estuvo entre los hombres: la fe y la incredulidad de los seres humanos, encontró fe en gente que se esperaba que no creyeran ni tuvieran fe en Él, pero también halló incredulidad de quienes se esperaba, debían confíar en Él. Confía en el SEÑOR de todo corazón, y no te apoyes en tu propia inteligencia. Reconoce a Dios en todos tus caminos, y Él dirigirá tus caminos. Proverbios 3:5-6.
La fe del centurión romano: SEÑOR no soy digno que entres bajo mi techo, solamente di la palabra y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a este: ven, y viene; y a mi siervo haz esto, y lo hace. Al oírlo Jesús se maravilló...Mateo 8:5-10; la incredulidad del pueblo de Nazaret, una ciudad privilegiada donde el Redentor pasó su infancia y su juventud, tenían allí a su SEÑOR, pero lo menospreciaron, lo vituperaron, lo odiaron y quisieron matarlo porque eran incrédulos, se burlaban de sus palabras, lo cuestionaron y se escandalizaron...Y no pudo hacer allí, ningún milagro...Marcos 6:1-6.
La fe y la incredulidad son dos actitudes extremas, son dos formas de vida opuestas, dos caminos con distinto final y desenlace; las dos causaron el asombro del SEÑOR, una obra para bien y otra para mal; examina tu corazón y mira ¿en cuál estás hoy? Quizá estás en el centro, ni crees, ni dudas porque te da igual. Pero recuerda que tus dudas o tu fe te llevarán a un futuro directamente proporcional, sea tu confianza en Dios o tu incredulidad en Él y su palabra. Tengan cuidado, mis hermanos, no sea que en alguno de ustedes haya un corazón malo de incredulidad, que lo haga apartarse del Dios vivo. Hebreos 3:12.
Si tienes mentalidad de limitación, pequeñez y desdicha asumiendo que los problemas, dificultades y enfermedades son culpa de Dios, lo cual te agota, te limita y te destruye, quizá se debe a una errada interpretación de la palabra que te produce incredulidad y desconfianza en el Dios vivo, real y verdadero, Las semilla que cayó en el camino, representa a los que oyen la palabra de Dios, pero el diablo (incredulidad) se las hace olvidar, para que ya no crean, ni reciban la salvación que Dios les ofrece. Lucas 8:12;
La incredulidad es ausencia de fe que te hace imaginar que una caída o un revés en la vida es falta de interés y ayuda divina, o equizá un descuido y tardanza de Dios para responder tus oraciones; sí es así, es incredulidad causada a los cuestionamientos de tu corazón que menosprecia a Dios como lo hicieron los de Nazaret, Mateo 13:58; por esta incredulidad muchos "creyentes" no alcanzan la bendición y tampoco ven el amor, la grandeza, importancia y significancia de la intervención divina en los asuntos humanos, pero si estamos en Cristo, debe haber fe porque somos creyentes obedientes a Dios, que hacen que la fe sea una llave que abre puertas. Antes estábamos muertos para Dios, pues hacíamos el mal y vivíamos en pecado, según el mal ejemplo de la gente de este mundo, y obedecíamos al espíritu del aire, que gobierna sobre los malos y domina a las personas que desobedecen a Dios. También nosotros nos comportábamos así...Pero Dios que es compasivo, y su amor por nosotros es inmenso...Él nos dio vida al resucitar a Cristo. Efesios 1:1-10.
La incredulidad corrompe nuestro corazón y la mayoría de las veces no alcanzamos a ver lo destructiva que es la duda para nuestra vida, pues la falta de fe y confianza en Dios y su palabra es pecado, 2 Reyes 17:14-15; la incredulidad pone en entredicho la soberanía y veracidad de Dios, Salmos 78: 17-19 y 1 Juan 5:10; los tibios son pobres y débiles en fe, asumen que la fe es un área facil de mejorar pero se descuidan; la palabra nos enseña que hay una conexión directa entre la corrupción, la inmoralidad y la incredulidad, Salmos 95: 8-11. Para los que obedecen sinceramente a Jesucristo todas las cosas son puras; pero los que no le obedecen ni confían en Dios, creen que nada es bueno; solo piensan en lo malo, por eso no les remuerde la conciencia. Dicen conocer a Dios, pero con sus hechos lo niegan; son odiosos y rebeldes, incapaces de ninguna obra buena. Tito 2:15-16.
La falta de confianza en Dios produce queja, murmuracion, odio, ira y enojo permanente; sin fe se resaltan los defectos de los demás y no se ven los propios; la incredulidad agudiza el panorama de las circunstancias que nos rodean, se acrecientan las angustias y los problemas haciéndonos sentir pequeños e insignificantes, sea por lo que nos acontece o por lo que nos falta; el problema está en nosotros, en la falta de confianza en Dios corrompe la mente y la conciencia con duda produciendo miedo, anidando pensamientos cínicos, vergonzosos y fatalistas, por lo cual hacemos esfuerzos vanos y vemos la vida sin valor, pero cuando creemos a Dios aprendemos y obedecemos, lo amamos intensamente y nos hacemos gigantes de la fe, y aunque no podemos ver a Dios con los ojos físicos, vemos con nuestra confianza en Él cómo nos sostiene. Porque vivimos fe no por vista. 2 Corintios 5:7.
No alcanzamos a comprender que la incredulidad nos impedirá vencer los problemas al tener los ojos en el mundo y sus circunstancias, en vez de mirar a nuestro Creador con ojos de amor y confianza; tengamos en cuenta que dependemos de nuestra perspectiva de fe y creencia en Dios, se acepte o no se acepte humanamente, eso será lo que marque el camino futuro y el destino final. Hermanos, debemos darnos cuenta que el Padre nos pone a pensar que son pocos los sabios según los criterios humanos, pocos son gente con autoridad o pertenecientes a familias importantes. Porque para avergonzar a los sabios del mundo Dios ha escogido a los que el mundo tiene por tontos; y para avergonzar a los fuertes del mundo, Él ha escogido a los que el mundo tiene por débiles. Dios ha escogido a gente despreciada y sin importancia según este mundo, es decir, a los que imaginan no ser nada, para anular a los que son algo según el mundo. Así nadié podrá presumir ni jactarse de nada delante de Dios. Porque es Dios mismo quien nos ha unido con Cristo Jesús, y ha hecho que Cristo sea nuestra sabiduría, nuestra justicia, nuestra santificación y nuestra liberación...1 Corintios 1:26-30.
Ahora bien, si tú crees que tienes al Dios grande y poderoso habitando en tu corazón, crees y aseguras que de Él es el poder, vas rumbo a la victoria, tu vida con seguridad será diferente al común del mundo. Nuestra certeza en Dios nos hace humildes para obedecer sus instrucciones con valentía y coraje atreviéndonos a emprender cosas grandes sin importar nuestro parecer. Dios le dio instrucciones a Saúl antes de hacerlo rey sobre Israel, él obedeció la primera vez y sucedió tal como el SEÑOR le había dicho, y le dijo: Cuando te ocurran estas cosas, haz lo que creas conveniente, porque Dios te ayudará. 1 Samuel 10:7.
En las oportunidades de la vida debemos poner la fe obediente en acción, sujetándonos y rindiéndonos a Dios, esa actitud nos permite fabricar pensamientos acordes al deseo de Dios; la fe obediente es un mandato, por lo tanto, es un principio de vida. La fe produce la capacidad de visión para tomar riesgos con lo que Dios dice; entonces daremos saltos de fe sin titubear, haciendo cosas que nunca hicimos y concibiendo ideas esperanzadoras; es por fe que desarrollamos el curso de nuestros pasos en el poder del Espíritu Santo, que nos provee el fruto de creer que Dios es poderoso para hacer grandes cosas por aquellos que creen y se rinden a su ilimitado amor. En Dios haremos proezas, y Él hollará a nuestros enemigos. Salmos 60:12.
La fe nos hace estar seguros de que Dios nos guiará y acompañará en cada decisión que tomemos, porque Él está de nuestra parte todo el tiempo; pero para desarrollar fe necesitamos conocer y atender a Dios, nosotros ponemos la fe y el hace el milagro, Él está comprometido a bendecirnos y sacarnos adelante, por amor a su nombre y por aquellos que creen que Él derramó su sangre para salvarnos. Pues cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por uno mayor, juró por sí mismo, diciendo: Ciertamente te bendeciré y ciertamente te multiplicaré. Hebreos 6:13. También dice: No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y den gracias. Filipenses 4:6-7. Dar gracias a Dios por anticipado, es fe, y eso agrada al corazón del Padre, pues sin fe es imposible agradarlo.
Humanamente, con inteligencia, amoción y acción podemos dar soluciones a algunos problemas, pero debemos superar la incredulidad con fe bíblica, es decir, con oración persistente, haciendo cosas buenas que nunca hemos hecho, tomando riesgos y dejando de fluctuar para nunca retroceder, porque hay necesidades que solo pueden ser suplidas por un milagro divino; El punto está en creerle a Dios, aferrardos a su palabra y siendo fuertes en fe para llevar vidas rectas, creativas y emprendedoras, llenas de optimismo, alegría, santidad y grandes sueños, trabajando por ello siguiendo las instrucciones y consejos de Dios, buscando el logro, las metas y los propósitos mejores, acordes a la voluntad perfecta de nuestro Creador, a la luz de su herencia escritural, y no en nuestras fuerzas, sino en las de Dios. Zacarias 4:6; porque la fe proviene de oír la palabra de Dios. Romanos 10:17..
La fe hará que cuando vengan los contratiempos, las pruebas y los tropiezos como los que afrontamos en este tiempo, en vez de bajar los brazos, quejarnos o entristecernos, apelemos al Padre en oración y humillación en el nombre del Hijo y en el poder de su Espíritu, marchando con certeza y gozo, sin la menor sombra de duda; estar confiados es tener seguridad de que nuestras peticiones serán respondidas y el milagro vendrá. Por fe redoblamos los esfuerzos con iniciativas y proyectos nuevos para hallar soluciones; con fe cambiamos las técnicas de trabajo activando novedosas estrategias y tácticas lanzándonos a la tarea que nos corresponde, lo haremos una y otra vez, sin desmayar y sin cansancio, pues tenemos la mirada puesta en el galardón; hay un mañana promisorio para el que se afirma en Cristo, vendrán días de luz, aunque el mundo esté sumido en las más densas tinieblas. La visión se realizará en el tiempo señalado; tú, marcha hacia su cumplimiento, porque ciertamente se llevará a cabo. Aunque te parezca que tarda la promesa, espera, porque sin falta vendrá. Hebacuc 2:3.
¿Cuándo veces emprendiste algún proyecto pesando que no iba a resultar y saliste airoso? O ¿Cuántas veces dejamos ir oportunidades y cambios buenos en la vida, por temor, inseguridad e incredulidad? 1 Juan 4:18; Porque en el evangelio se revela la justicia de Dios, de principio a fin, por medio de la fe, tal como está escrito: el justo por la fe vivirá Romanos 1:17.
Con el tiempo y en mi relación con Cristo y su Santo Espíritu en la profundización de su palabra, he aprendido a no darle mundo a la mente, a no divagar, a no fijar mi mirada en lo que me rodea, a alejarme de noticias falsas y todo eso que me roba la fe y nos pone tristes creando dudas y temores que inevitablemente nos asaltan y acosan. Con Dios he aprendido a terminar lo que empecé, no recuerdo haber dejado nada a medias, ni a mitad del camino, sea que haya ganado o haya perdido, termino la tarea, porque en todo aprendo por fe. No nos amoldamos a este mundo, sino que nos renovamos por medio de la renovación de nuestro entendimiento, y comprobamos que la voluntad de Dios, es buena, perfecta y agradable. Romanos 12:2.
No olvidemos que por todo debemos orar y presentar nuestros proyectos al que todo lo pude, lo sabe y lo conoce. Por nada se afanen; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, démosle a conocer a Dios nuestras necesidades y peticiones. Y la paz de Dios que sobrepasa nuestro entendimiento, guardará nuestros corazones y nuestros pensamientos en Cristo Jesús…Filipenses 6.
Reconozcamos de una vez por todas que todo lo negativo que nos bombardea es propio de la naturaleza caída, de nuestro carácter imperfecto, y nuestro temperamento necesitado del perfeccionamiento diario en la fe de Cristo; sin fe nos enfocamos en los peligros, obstáculos y dificultades, que son parte inherente e inevitable de la vida y los proyectos sean grandes o pequeños, pero nuestro foco central debe estar puesto en la majestad, grandeza, amor, omnipotencia y poderio de nuestro Dios, por lo tanto, aunque veamos y escuchemos cosas nefastas, quitemos los ojos del mundo, miremos al trono de la gracia y centremos nuestra vida en el SEÑOR. Hebreos 12:1.
Andando en la voluntad de Dios, andaremos en el poder del Espíritu y no en las emociones ni la lógica humana; todo se dará si lo que hacemos viene de Dios, Él nos respaldará y las dificultades y las sombras de duda se tendrán que desvanecer como las nubes oscuras ante la llegada del radiante sol que alegra la tierra y hermosea la campiña, porque más fuerte y poderoso es el que está en nosotros que el que está en el mundo. Por lo tanto, tomemos toda la armadura de Dios, para que podamos resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estemos firmes…Romanos 8:3.
La diferencia está en nuestra fe y NO permitir que el razonamiento humano rija nuestras
decisiones e iniciativas, sino dejamos guiar y fortalecer por el pensamiento de Dios que está en su Ley, unido a la fe del fruto y el don del Espíritu que
llama las cosas que no son como si fueran. Hebreos
11:1.
La sabiduría de Dios frecuentemente parece locura a la mente natural, pero para el espiritual es grandeza de cosas extraordinarias que han de venir. Aunque nuestra mente diga: esto tiene muy pocas probabilidades, si estamos alineados con Dios, apelaremos a la mentalidad de Cristo, porque tenemos su mente. Digamos pues, Todo lo puedo lograr, porque es Cristo quien me fortalece, Entonces, ¿por qué llenarnos de angustia, de estrés, inquietud, incertidumbre y tristeza ante los eventos actuales? 1 Corintio 2:14.
De los doce valientes que Moisés envío a reconocer la tierra prometida, solo dos hicieron la diferencia porque tenían un espíritu diferente, el espíritu de la fe y confianza en lo que Dios había prometido. Solo Josué y Caleb regresaron con un reporte promisorio porque creyeron y aunaron fuerzas para decir: Nosotrosvtomaremos esa tierra porque YHWH nos la ha entregado y los comeremos como pan. Números 14:6-11. HOY, aunque el horizonte es incierto y oscuro, estemos seguros en nuestro Buen Padre, Él nos sorprenderá, el SEÑOR hará proezas y destruirá a los enemigos, y de cierto será vista su gloria, y su protección sobre los suyos. Números 13.
Josué y Caleb son ejemplo de fe, pero los diez hombres negativos encarnan a la mayoría pusilánime con carencia de perspectiva y visión, una mentalidad de ratón o de gallinas que no pueden remontar el vuelo a las alturas como las águilas, volando contra corriente, más allá de los obstáculos y las dificultades que se nos imponen delante. Hebreos 11:33.
La mentalidad de los diez espías fue nefasta, pero la fe de dos, estuvo por encima para que Dios diera cumplimiento a sus promesas y que los demás obtuvieran la bendición, porque fue la actitud de fe en Dios, lo que determinó la realización de las promesas y que finalmente mostró la profundidad y grandeza del amor confiable de Dios, para dar un destino glorioso a su pueblo. Éxodo 33.
Dos entraron a disfrutar los tesoros de la tierra prometida, pero los diez murieron de plaga, porque pecaron y ofendieron a Dios con incredulidad, desobediencia y actitud negativa en contra de lo que YHWH había dicho. Lee en tu Biblia Job 22:21-28.
¿Qué vas a permitir que rija tu vida? La fe y la confianza en Dios o tu dudoso y humano parecer incrédulo?
La mayoría cree que irá al cielo, pero ignoran que todo incrédulo que desobedece y hace lo
contrario a la palabra de Dios no será salvo a menos que se arrepienta. No existe un sitio intermedio después de la muerte, ¡o creen o son incredulos! Así que ni misas, ni oraciones, ni ninguna cosa religiosa sacará de su lugar a los
muertos. La única manera de ser salvos es a través de la fe en Jesucristo mientras
vivimos para decidir ir al cielo o no; sin Cristo muchos irán al infierno haciendo en vida lo que les da la regalada gana, haciendo su voluntad, dejando a
Dios a un lado y viviendo en vanidades ilusorias y temporales, dándole gusto a su
cuerpo; así que, si no has tenido un encuentro personal con Jesucristo,
lamentablemente te condenarás. Arrepiéntete, abandona tu pecado y vuélvete a
Dios, entrégale tu vida y vive para obedecer por fe su palabra que nos hace santos responsables. Somos justificados por fe. Gálatas 3:24.
Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
Creo, gracias a Dios.
ResponderBorrarAmén
ResponderBorrar