EL REY TE QUIERE VER EN SU MESA
En el monte de Sión, el SEÑOR Todopoderoso prepara para todas las naciones un banquete con ricos manjares y vinos añejos, con deliciosas comidas y los más puros vinos. Isaías 25:6.
El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo y envío a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas estos no quisieron venir, volvió a enviar a otros siervos, diciendo: Digan a los convidados: He aquí he preparado mi comida; toros y animales engordados han sido muertos; y todo está dispuesto, vengan a las bodas...Mateo 22:1-14.
Dichosos aquellos siervos a quienes el SEÑOR, al venir, los halle velando; en verdad les digo que Él mismo se ceñirá para servir, y los sentará a su mesa, y caminando alrededor les irá sirviendo, Lucas 12:37.
En la anterior enseñanza hice referencia a las bodas, un tema del que se habla en las Escrituras desde Génesis hasta Apocalípsis, profetizando al Rey y su esposa, la iglesia, hoy el SEÑOR quiere hablarnos acerca de la importancia de su mesa en las Bodas, Él me ha confirmado el tema en sueños, en palabra, en una alabanza y a través de dos siervas, por lo tanto, es imposible evadir lo que el Eterno Padre celestial quiere decirnos. Oyendo esto, uno de los que estaban sentados con Él a la mesa, le dijo:dichoso el que partícipe del banquete y coma pan en el reino de Dios. Lucas 14:15.
En las Bodas del Cordero el SEÑOR Jesucristo será el protagonista central y el que servirá a la mesa, el SEÑOR narró la parábola de La Gran Cena y dijo...YO, pues, les asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a Mí, para que coman y beban a mi mesa en mi reino, y se sienten en tronos para juzgar a…Lucas 14:15-33.
El enemigo ha creado un ambiente de confusión y angustia lanzando una plaga para matar, destruir y engañar a muchos para que duden y se descarten así mismos para que no estén aquel día en la gran cena celestial; sin embargo, el Padre eterno ha propiciado que su pueblo esté apartado y retirado de la contaminación con el propósito de que lo busquemos a Él en la privacidad del hogar, Entra a tu cuarto y cierra la puerta, ora a tu Padre que ve en lo secreto, porque Él te dará su premio, Mateo 6:6.
Vivimos momentos de inquietud y angustia en el encierro del hogar como nunca antes, y pensando en el colapso económico mundial que traerá hambre y más pobreza afectando no solo la familia, sino todos las esferas de la sociedad, pero en Cristo somos gente de fe y sabemos que el Creador sigue al control de su creación. El Padre bueno nos da la oportunidad de sacar el pecado y limpiarnos para arreglar lo que está mal, empezando por nuestras diferencias familiares, muchos que suelen evadir el reconocimiento de sus faltas no pueden salir corriendo, esto es un reto de valentía para hacer florecer el amor y que los padres inspiren a los hijos, así podamos ser testimonio ante los ojos de Dios. ¿Qué bien haré para tener la vida eterna? Lucas 18:18-30.
Debemos velar juntos echando mano al fruto del Espiritu que nos fue dado para vivir juntos y en armonía, pudiendo vivir al unísono los principios, enseñanzas e instrucciones contenidos en el Manual, especialmente, que compartamos en la mesa con lo mucho o lo poco pero con Cristo como centro del hogar, así como Jesús lo ejemplificó con sus discípulos, y como David lo ejecutó con bondad, perdón y desprendimiento a Mefi-bosed. Y le dijo David: No tengas temor porque yo a la verdad haré contigo misericordia...tú comerás siempre a mi mesa…2 Samuel 9:1-13. Así nos dirá el Eterno a los de fe obediente, firme y perseverante, aquellos que deciden hacer cambios en su vida y en su hogar conforme a su palabra.
El Eterno ha permitido esta crisis que nos tiene encerrados y aislados del mundo, porque necesitamos volver a la senda antigua, al diseño original de pureza e inocencia, de comunión y amistad, primero con el Padre Dios, luego en el cariño y la confianza del calor de hogar donde Cristo es el principal invitado todo el tiempo; la familia ha estado siendo atacada y fracturada desde hace largo tiempo, pero el Eterno anhela que todas las familias se reconcilien, se perdonen, se acepten, se toleren y se cohesionen pasando por alto sus debilidades y fallas, estando juntos en la cuarentena; los buenos resultados dependen de cada uno de nosotros, amándonos de corazón y con sinceridad en medio del caos, debemos permanecer en casa juntos no solo comiendo a la mesa, sino orando, adorando y estudiando la Biblia, creando momentos de compañerismo y alegría como uno solo en el Altar Familiar. Si tan solo me obedecen, tendrán comida en abundancia. Pero si se apartan y se niegan a escuchar, la espada de sus enemigos los devorará. ¡YO el SEÑOR, he hablado. Isaías 1:19-20
En este momento de la historia, el sectarismo, el denominacionalismo, los grupos, los partidos políticos y las naciones quedan atrás, todos somos sencillamente personas en las manos del Creador, el único que puede salvar, transformar, cambiar y bendecir a miles con gran liberación es Cristo. Dios nos proporciona quietud y respiro, acallando el bullicio del mundo para que nos aquietemos como nunca antes, y que reflexionemos en arrepentimiento, pidiendo perdón para ser perdonados en amor y en un encuentro cara a cara con los seres amados y con el Salvador para que mañana, en la Mesa de las Bodas celestiales podamos estar familia enteras con Él por la eternidad. Aunque pasemos por el valle oscuro de la muerte, no temeremos, porque Tú estás a nuestro lado. La vara de tu autoridad y el cayado de tu Espíritu, nos confortan y protegen. Me preparas un banquete en presencia de los enemigos. Me honras ungiendo mi cabeza con aceite fresco. La copa de mi vida se desborda con tu bendición. Salmos 23:4-5. Parafraseado.
El Buen Padre no quiere que ninguno de su máxima creación se pierda, Él nos ha hecho su pueblo para ser santos, humildes y mansos como el Cordero sacrificado en el madero. Son tiempos para tomar en serio a Dios, recordar la oportunidad de sus innumerables misericordia al no destruirnos por nuestro pecado; debemos reflexionar, dejando en el pasado la carnalidad y el mucho activismo, para a enfrentar la vida sin eludir los problemas, buscando soluciones y rescatando lo perdido, Ve a tu casa, pueblo mío ¡y pon cerrojo a tus puertas! Escóndete por un tiempo breve, hasta que haya pasado el enojo del SEÑOR, Isaías 26:20. Vengan, vamos nosotros solos a descansar un poco en un lugar tranquilo…Marcos 6:31.
A muchos les puede resultar extraño este escrito, pero es algo que el Amado ha puesto en mi corazón mientras meditaba sentada a la mesa de mi hogar; en la mesa no solo comemos, también dialogamos, celebramos, hacemos acuerdos, descansamos la mente mientras nuestro cuerpo reposa, nos miramos a los ojos cara a cara y prestamos atención a lo que cada uno dice; nos estamos preparando para estar sentados a la Mesa en las Bodas del Cordero, el Padre anhela familias completas sentadas a su mesa en aquel día, porque el mundo ha ido separando y destruyendo hogares, y por consiguiente la sociedad, pero el Creador quiere familias que reconstruyan, que se amen estando unidos, no solo físicamente, sino de corazón y en espíritu para vencer la maldad del mundo y las artimañas del cruel. Observa a tu alrededor y mira: todos estos se han reunido, han venido a Ti para vida, declara el Eterno, todos ellos serán adornados con joyas y serán vestidos como una novia, Isaías 49:18.
La importancia y valor de la mesa es algo que hemos perdido y debemos rescatar porque así estaremos un día en el reino de Dios; la mesa es algo que nuestro Salvador honró al sentarse con sus discipulos a celebrar la cena de la Pascua, para enseñarnos que debemos perseverar juntos, como familia, sentados a la mesa, esto es una costumbre sana y celestial que promueve la unión, rompe distancias, estrecha los víncumos, enciende el fuego del afecto y el compañerismo como familia para compartir muchas cosas juntos, aprendiendo a lidiar con las diferencias, la unicidad y singularidad de cada quien. Dios está alejándote del peligro, y te lleva a un lugar libre de angustía. Está poniendo en tu mesa la mejor comida, pero te obsesiona saber si los malvados serán juzgados. No te preocupes, el juicio y la justicia prevalecerán. Job 36:16-17.
Con seguridad lo digo, que todo lo que estamos pasando y viviendo, es parte del entrenamiento divino para el gran día del SEÑOR, las personas deben renovarse, pues no solo se han ausentado de Dios sino de su familia, y como consecuencia, muchas casas están divididas y así no podrán prevalecer delante Dios ni vencer hasta el final, tenemos que levantarnos en amor y unidos para edificar la casa sobre La Roca, Jesucristo es el cimiento sólido y seguro, Mateo 7:24-27.
Ahora cada uno prefiere usar su habitación como lugar de escape, alimentación y refugio personal, aislándose y agudizando el distanciamiento entre los miembros del hogar, pero esto es el comienzo de todo lo que el Creador quiere transformar rescatando la base de la sociedad que es la familia y construyendo asi a su Iglesia, dichosos los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios, Mateo 5:9. Alrededor de la mesa comemos, reímos, compartimos, recordamos, oramos, e invocamos el nombre de Cristo cuando damos gracias por los alimentos, alegrándonos con la provisión y las bendiciones que Él nos da, pero en muchos casos esto no se hace por causa del conflicto, la mucha ocupación, la pelea y el distanciamiento, ¿Puede olvidarse una virgen de sus joyas, o la novia de sus adornos? Sin embargo, mi pueblo se ha olvidado de Mí, por mucho tiempo, Jeremías 2:32.
Recuerdo en mi niñez que para mi padre la mesa era un lugar sagrado, tanto, que él mismo construyó una gran mesa de madera burda y la pintó de azul para que sus diez hijos y su esposa, nuestra madre, nos sentáramos a comer juntos, ¡se veía tan lindo!; esa mesa mi madre la cubría con un limpio y blanco mantel de granité bordado con punto de cruz, luego servía los alimentos y nosotros como hijos nos sentíamos seguros, felices, unidos y protegidos; hablábamos, reíamos y hacíamos muchas preguntas a papá. Alegrémonos y regocijémonos, démosle a YHWH la gloria, porque las bodas del Cordero han llegado y su esposa se ha preparado, Apocalipsis 19:7.
Como en la mesa familiar, en las bodas del Cordero nos alegraremos y hallaremos descanso y paz junto al Gran YO SOY; así como en la mesa hay momentos para el perdón y la reconciliación, olvidando las ofensas, dejando atrás la soledad que divide y el ego del individualismo que aleja, en la mesa de las Bodas del Cordero disfrutaremos de la verdadera unidad en su amor, su presencia y degustando los manjares celestiales con auténtica libertad y saciedad estaremos seguros en las manos de nuestro Rey, porque, Él apaga la sed del sediento y sacia con lo mejor al hambriento, Salmos 107:9. En la mesa de las Bodas del Cordero, todos seremos iguales y ninguno estará enojado.
En la historia de Mefi-boset, en 2 Samuel 9, encontramos un paralelo con la parábola de la fiesta de bodas de Mateo 22:1-14, no solo los invitados reales estarán a la mesa, también se sentarán muchos pobres y necesitados que en la tierra han sido despreciados, el Rey los ha mandado a buscar para compartir con ellos su mesa, pues muchos de los que habían sido invitados lo han rechazado, Muchos son llamados, pero pocos los escogidos, Mateo 22:14.
Como Mefi-boset era lisiado, muchos lo estan por el pecado, él estaba olvidado de todos, no era parte de la mesa del rey, pero David indagó, lo mandó llamar y envió por él, al igual que hoy hace Cristo buscando a miles por el mundo, para que ellos estén presentes en la mesa de las bodas del Cordero. Él Gran Rey está preparando a muchos para enviarlos a buscar invitados por los caminos del mundo, los que han de ser salvos, los que acepten y quieran estar en su mesa, los que decidan ser parte del Gran Banquete en la fiesta celestial; en el mundo todos escogen con quien casarse y a quien invitar a su boda, pero en las Bodas del Cordero, el Padre es quien escoge la novia para su Hijo y a los invitados, según ve sus corazones, Ninguno puede venir a Mí, si el Padre que me envió no lo trajera, Juan 6:44.
1. Mefi-Boset, era hijo de Jonatán y nieto de Saúl, quien persiguió enconadamente a David, pero en realidad, Mefi-Boset era un príncipe de la familia real, tristemente en su niñez fue afectado por una tragedía que lo dejó invalido para toda la vida, lo cual cambió el rumbo de su vida y truncó todo lo que su padre había soñado para él, así el diablo ha truncado muchas vidas que el Padre busca para sanar. Hoy hay muchos Mefiboset por el mundo, una herida no sanada los tiene lisiados, espiritual y emocionalmente, otros han caído como consecuencia de su pecado y se quedaron ahí, inválidos e impotentes, envueltos en nefastas circunstancias; en este momento no están en la lista de invitados de la mesa del Gran Rey, están comiendo migajas en mesa extraña, están sin fuerzas y casi a punto de sucumbir y no tienen descanso, pero el Rey los está llamando para que estén a la mesa en sus bodas, Y le dijo David: No tengas temor porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor a Jonatán tu padre...y tú comerás siempre a mi mesa, 2 Samuel 9:1-13. el Padre por amor al Hijo y misericordia a muchos, los está llamando, cada uno decidirá si acepta o se niega.
Como en nuestra casa hay un lugar para cada quien, en la mesa de la Bodas del Cordero habrá un lugar de importancia para cada hijo, estaremos a la misma altura y no habrá diferencias, gozaremos de participación amplia y cabrán muchos; la mesa es el lugar propicio para romper abismos que separan mediante, la amabilidad, el perdón, la reconciliación y el acuerdo respetuoso, en la mesa de las Bodas, estaremos perfectamente alineados con el SEÑOR sin ninguna trava que nos separe. Él anhela que HOY rescatemos y valoremos la importancia profunda de la mesa, porque alrededor de ella debe haber armonia, ternura, aceptación, libertad y paz en amor, mientras compartimos y comemos, el pan provisto por el cielo; en la mesa también estudiamos, trabajamos y nos conocemos mejor en la medida que conversamos. Isaías 55:1-2.
Una mesa representa camaradería, amistad, compañerismo, civilización, educación, relación y buenos modales frente a otros, por lo tanto, la convivencia juntos, y alrededor de la mesa, está entrenando a la novia del Cordero para el encuentro con el Rey de reyes, para Que obedezcas lo que te ordeno, manteniendo una conducta irreprensible y sin mácula, hasta la aparición de nuestro SEÑOR Jesucristo, 1 Timoteo 6:14.
2. La mesa de la fiesta de las bodas de Mateo 22:1-15, nos habla del reino de Dios como un gran banquete donde todos los que responden al llamado y la invitación de Cristo estaremos sentados en un lugar de honor ante la presencia del Rey, Efesios 2:6; para ser partícipes de su linda mesa en los cielos, debemos conducirnos y vestirnos decorosamente desde ahora, porque nadie entrará a las Bodas del Cordero de cualquier manera, allí estaremos vestidos de santidad y fe obediente con en el fruto del Espíritu a flor de piel, Porque los celo con celo de Dios; pues los he desposado con un solo esposo, para presentarlos como una virgen pura a Cristo, 2 Corintios 11:2.
En la biblia y la cultura hebrea la mesa está llena de simbolismos, el Eterno siempre ha dado un lugar de preponderancia especial a la mesa, aunque en lo natural del mundo casi nada se habla de esos detalles. En el tabernáculo la mesa era de madera de acacia (Shittiym), Éxodo 37:10, simbolizando el Shalom de Dios y de salvación en el nombre hebreo Yeshua de Cristo el único Salvador. El simbolismo de la mesa es importante porque está cargado de Tová, bondad y Mechilah, perdón; todo esto representa la profundidad del amor del Padre al perdonar nuestro pecado en el sacrificio del Hijo para salvarnos, Jesús les dijo: YO SOY el pan de vida…el pan que YO doy es mi propia carne, la cual YO daré por la vida del mundo…Si no comen la carne del Hijo del Hombre, y beben su sangre, no tendrán vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y YO lo resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida…Juan 6:48-56. Esto es Jesucristo reinando en nuestro corazón como Dios, SEÑOR y timonel de nuestra barca.
Tener a Jesucristo morando en nuestro ser es extraordinario, su salvación nos hace partícipes de sus ricas y abundantes bendiciones aqui en la tierra, y mañana estaremos en su mesa como su gran familia, un detalle importante que muchos pasan por alto. Esa es la razón por la cual Jesús volvió al lado del Padre, a prepararnos lugar de honor, Juan 14:1-4. Aquí en la tierra nos entrenamos, y cuando tomamos la Cena del SEÑOR, es el momento de reflexionar para limpiar el corazón y luego participar; tomar el pan y beber el vino en la Cena, es recordatorio de alto precio con respecto a nuestra salvación, Isaías 25, YO, pues, les asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a Mí, para que coman y beban a mi mesa en mi reino…Lucas 22:29-30.
Las mesas del tabernáculo donde se quemaba el incienso simbolizan nuestras oraciones, plegarías y conversaciones con Dios sentados a los pies de Cristo para escuchar su voz como lo hizo Miriam, hermana de Lázaro; con el incienso de la oración mostramos dependencia y amor a Dios, reconociendo que Él es nuestro Todo, que Él nos sustenta y alimenta; en otra mesa del Tabernáculo se hacían los sacrificios, simbolizando nuestro arrepentimiento para expiación por el pecado y ser perdonados; la mesa representa el áspero madero de la cruz donde Cristo ofrendó el pan de su cuerpo y derramo en vino de su sangre para vida, Isaías 53:2-9, y en esa mesa también hay adoración.
La noche anterior a su muerte, Jesús llamó a sus discípulos y se sentó con ellos a la mesa para celebrar la pascua de la libertad, Lucas 22:14-23, ahora Él es nuestra Pascua, por lo tanto, debemos limpiarnos de la vieja levadura para que seamos nueva masa…Porque nuestra Pascua que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Asi que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con levadura de malicia ni maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y verdad, 1 Corintios 5:7-8.
El salmista entendía la importancia de la mesa cuando escribió Salmos 23. El Eterno nos prepara mesa de honor frente al enemigo vencido ungiéndonos rebosantes del Espíritu Santo, para conservamos limpios para Él, será un gran privilegio comer con el SEÑOR a su mesa porque Jesucristo dijo: les digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que venga el reino de Dios, Lucas 22:18.
La mesa simboliza común unión con Elohim, pertenencia a su reino e identidad con el Hijo que nos reconcilió para el Padre y nos ha separado un lugar en su mesa, Sentándonos en lugares celestiales en Cristo Jesús, Efesios 2:6, porque Jesús rompió la separación que nos impedía estar cara a cara con el Padre, podremos ver su rostro eternamente unidos en familia y participando del alimento celestial en su reino de gloria, donde Él saciará toda hambre y quitará toda sed, Jesucristo es el pan de vida y el agua viva que se sirve en su mesa, Juan 4:14, 6:35 y 6:56.
Nuestra mesa es un lugar de bendición para ganar almas para el reino del Eterno, cuando invitamos a alguien a compartir un alimento, ahí podemos hablar del SEÑOR compartiendo con aquellos que necesitan comer el Maná del cielo, Porque Mefi-Boset el hijo de tu señor comerá siempre a mi mesa…Mefi-Boset, dijo el rey, comerá a mi mesa, como uno de los hijos del rey, 2 Samuel 9:10-13.
En nuestra mesa podemos saciar al hambriento y al alma afligida, y mañana seremos saciados en el reino de Dios. Y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el medio día, YHWH te pastoreará siempre, y en la sequía saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y será como huerto de riego, y como manantial de agua, cuyas aguas nunca faltan...Isaías 58:10-12.
El Rey David mandó buscar a Mefi-boset, y compartió lo que se servía en su mesa real, invitándolo a ser parte de su familia, esto nos dice que no solo tenemos una hermosa y bendita mesa en la tierra, sino que también tendremos una mesa celestial preparada por Padre y servida por el Hijo quien celebrará con sus redimidos, Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su SEÑOR, cuando venga, los halle velando; de cierto les digo que Él se ceñirá, y hará que se sienten a su mesa, y vendrá a servirles, Lucas 12:37. En la Bodas del Cordero cara a cara estaremos con el Pan Vivo y la Fuente eterna.
El estudio paralelo de la mesa terrenal y la mesa celestial nos trae a la realidad de la vida y el llamado del Rey para que nos preparemos en este tiempo y un día lleguemos a su reino a disfrutar sus viandas celestiales. El reino de Dios es como una gran mesa redonda donde los redimidos somos igualmente importantes y no hay discriminación, allí todos estaremos bajo el mismo techo y bajo la misma dirección, compartiendo la misma mesa y la misma comida en medio de las riquezas del reino, todos somos convocados para estar a la mesa del Rey Eterno recibiendo sustento, gracia y prodigalidad. Vengan a gozar de mi banquete; coman de mi pan y beban del vino que he preparado, Proverbios 9:5.
YO estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta (de su corazón), entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Apocalípsis 3:20. Amén
Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
Alfarero Quiero estar en tu mesa!
Contigo estaré por la eternidad SEÑOR, porque Tú me sostienes entre tus brazos y yo estoy adherida a tu corazón.
ResponderBorrar