ETERNOS DESPUÉS DE LA MUERTE
El Eterno Dios, todo lo ha hecho perfecto en su momento; puso además en la mente humana la idea de la eternidad, aun cuando el hombre no alcanza a comprender en toda su amplitud lo que Dios ha hecho y lo que hará, Eclesiastés 3:11.
Pero el mundo se va acabando con todos su malos deseos; en cambio, el que hace la voluntad de Dios vive para siempre, 1 Juan 2:17.
Esfuércense en entrar por la puerta estrecha; porque les digo que muchos procurarán entrar y no podrán…después que se haya cerrado la puerta, y estando afuera empiecen a llamar, rogando que les abran, el Señor de la casa responderá y dirá: No sé de dónde son…apártense de Mí todos ustedes hacedores de maldad…Allí será el llanto y el crujir de dientes, Lucas 13:24-28
En febrero de 2016, escribí algo complementario con relación a la salvación y el infierno atroz, hoy nuevamente guiada por Papá Dios vengo a recordar que esta vida terrenal no lo es todo, nuestro paso por este mundo es como un soplo de viento o como una flor en el campo, pero el AQUI y el AHORA es el escenario donde nos preparamos para la eternidad; este cuerpo terrenal y visible que es perecedero y temporal, es la envoltura que encierra la esencia espiritual que somos, eternos e invisible después de la muerte. Aqui en la tierra somos el yo, alma y corazón, personas con alma eterna pensante y sensible; es por eso que todo ser humano en lo profundo de su ser anhela inmortalidad y eterna juventud, nuestro Creador nos hizo a su imagen y semejanza, y como Jesucristo fue temporal en este mundo y con una misión, también nosotros, y así como Él volvió a la eternidad a sentarse en su trono de gloria, nosotros también nos sentamos en lugares celestiales junto a Él y pasaremos de esta temporalidad terrenal a la eternidad celestial, según cada uno haya fabricado y cosechado, con su manera de vivir y según haya creido o no, en Jesucristo, sea para estar con Dios o sin Él perpetuamente, Así que no nos fijemos en lo visible sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno. 2 Corintios 4:18 .
Recordemos Lucas 16: 19-31 donde Jesús cuenta la historia del rico y el pobre Lázaro: el pobre murió y los ángeles vinieron y lo llevaron al cielo, días después también murió el rico y fue enterrado, no dice que los ángeles lo llevaron como a Lázaro, dice simplemente que murió y fue sepultado, lo cual indica que descendió, pues más adelante lo confirma diciendo que el rico sufría abajo en el Hades, estando en tormento alzó los ojos y vio de lejos a Abraham y a Lázaro sentado a su lado. Entonces el rico gritó: Padre Abraham, ten misericordia de mí, manda a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua y venga a refrescar mi lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego que me atormenta. Pero Abraham le contestó: Acuérdate que en vida tuviste todo lo que quisiste, pero Lázaro no tuvo nada. Ahora él es aquí consolado y tu estas en angustia, además hay un gran abismo que nos separa y ninguno de nosotros puede cruzar hasta allá, tampoco se puede cruzar de allá para acá.
El hombre rico le pidió a Abraham que enviara a Lázaro a la casa de sus familiares, para que creyeran, se arrepintieran y cambiaran de vida y no fueran a terminar en el mismo lugar de tormento donde estaba el rico, en lo más bajo y profundo de la tierra, y él era consciente de la realidad eterna de ese lugar de tormento. Pero Abraham le respondió: tus hermanos ya tienen la Palabra de Dios y a muchos de los que predican, pues que los oigan a ellos para que no vengan donde tú estás. El rico replicó: Padre Abraham eso no basta, pero si les mandas a Lázaro resucitado de entre lo muertos, ellos se convertirán. Abraham volvió a responder y dijo: Si ellos no hacen caso a la Palabra de Dios y a los que les predican el evangelio, tampoco creerán si algún muerto resucitara y les advierte del infierno que es real. Jesús dijo: YO SOY la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque esté muerto vivirá. Y todo aquel que vive y cree en Mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Juan 11:25-26.
En su tiempo terrenal el SEÑOR habló del seno de Abraham, porque Jesucristo aún estaba entre los hombres, y aún no había muerto ni resucitado, por lo tanto tampoco había ascendido glorificado, pero el seno de Abrahabam representaba hasta ese momento el cielo, un lugar de paz y salvación donde llegaban los que muerieron habiendo creído con fe en las profecías bíblicas del Mesías como lo narra Hebreos 11, ellos vieron lo invisible de Dios y lo saludaron de lejos porque es Fiel el que lo prometió aunque ellos no habían recibido físicamente al Salvador prometido...Con Cristo sufrimos porque sabemos que tenemos en nosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos. Hebreos 10:34. Cristo padeció una sola vez por los pecados de la humanidad, el Justo por los injustos, para llevarnos al Dios Padre...1 Pedro 3:18-20.
En la vida terrenal se ofrecen muchas opciones a la existencia temporal del.mundo, pero después que morimos, la eternidad solo nos presenta dos lugares: el cielo o el infierno, Dios o el diablo, la paz o el tormento, la salvación o la condenación, la luz o las tinieblas, el azufre o la gloria de Dios. Es nuestra relación con Cristo aqui en la tierra, lo que determinará nuestra eternidad con Él o sin Él. Un día nuestro corazón dejará de palpitar y el final de nuestro cuerpo y nuestros días en este planeta azul habrá concluido, pero no será el fin de nuestro ser espiritual yo-alma, será el comienzo de nuestra eternidad; cada uno aqui en la tierra, estando vivo, elige dónde pasará su eternidad. El hombre como la hierba son sus días; es como la flor del campo que florece; pero cuando pasa el viento sobre ella, deja de ser, y su lugar ya no la reconoce. Salmos 103:15-16.
Todo lo que es temporal declina, pasa, muere y queda en el olvido, como nuestro cuerpo y las pertenencias que solo disfrutamos por un momento, pero si vivimos CON Cristo y EN Él, a la luz de la su verdad que es la palabra del Evangelio de las Buenas Buevas de salvación, entonces al morir, estaremos eternamente con nuestro Creador y Salvador pues Dios es sin principio ni final, y la palabra nos advierte: Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te oyen. 1 Timoteo 4:16; en otras palabras, tengamos mucho cuidado de cómo vivimos y de lo que enseñamos a otros con nuestra vida; mantengámonos firmes en lo que es correcto según Dios, porque es por el bien de nuestra salvación, y de la de quienes nos oyen y conocen. No sabemos cómo será nuestra vida mañana; porque somos como un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece. Santiago 4:14.
La vida terrenal es el preámbulo y la preparación para la eternidad, si nos detenemos a pensar en la importancia de la gloriosa vida eterna que queremos para nuestra alma, mientras estemos vivos aquí, tenemos la oportunidad de cambiar de mentalidad, de estilo de vida y comportamiento, dejando de vivir para lo terrenal y temporal y abandonaremos los placeres mundanos para empezar a vivir a la manera del Creador, con los principios de Dios y las virtudes que nos enseñó nuestro SEÑOR Jesucristo, con las instrucciones de su palabra; entonces, todo lo del mundo nos resultará trivial, de poca importancia y pasará a tercer plano; pensar en la eternidad nos debe conducir a una relación personal con Jesucristo nuestro Salvador para poder cultivar buenas relaciones con nuestra familia y el prójimo, y lograr un carácter parecido al de Jesucristo, Porque YO SOY YHWH su Dios…serán, pues ustedes santos, porque YO SOY Santo, Levítico 11:44 y 1 Pedro 1:16, siendo mansos y humildes de corazón como Jesús. Mateo 11:29-30.
Pensar en lo eterno nos ayuda a vivir de manera correcta, sabia y normal, a la manera de Dios; ya he dicho en otros escritos que lo normal consiste en todo aquello que se ajusta a la voluntad de Dios expresada en su palabra y el ejemplo de vida que nos dejó nuestro SEÑOR Jesucristo, por lo tanto, ser salvos eternamente, significa, vivir agradando el corazón del Padre en este cuerpo terrenal. No reine, pues, el pecado en su cuerpo mortal, de modo que no lo obedezcan en sus concupiscencias; ni tampoco presenten sus miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentense ustedes mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y sus miembros a Dios como instrumentos de justicia. Romanos 6:13. Hablo como humano, por su humana debilidad; que así como para iniquidad presentan sus miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presenten sus miembros para servir a la justicia. Romanos 6:19.
Todo ser humano debe entender que la muerte es la separación de este mundo, pero no es nuestro fin, es el comienzo de nuestra verdadera vida, por lo tanto, debemos morir al mundo y a las pasiones desenfrenadas de la carne, muriendo a la vieja naturaleza carnal, negándonos a nosotros mismos, para vivir haciendo la voluntad de nuestro Creador y Salvador, pues la vida terrenal es mucho más que vivir el momento; mientras respiramos físicamente, tenemos la oportunidad de definir a dónde iremos por la eternidad; todos aquí somos transitorios, temporales y momentáneos, estamos de paso sobre este planeta; somos peregrinos, extranjeros y forasteros, Salmos 119:19.
Nuestra alma es eterna y nuestras acciones de vida trascenderán para hacer memoria en la eternidad, nuestras obras de misericordia o la ausencia de ellas nos justificarán o nos condenarán, porque son el resultado de nuestra vida de fe, y Jesucristo nos confirma una morada donde gozaremos de su presencia, Juan 14:2, porque hay un lugar donde muchos sufrirán separados de Él para siempre, El Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial...Amén. 2 Timoteo 4:18. Porque dice: Si ustedes están con Él; y si lo buscan, Él será hallado de ustedes; pero si ustedes lo dejan, Él también los dejará. 2 Crónicas 15:2.
Dios nos ofrece el camino invisible de la eternidad sobre lo real y visible de nuestra vida terrenal; la eternidad con Cristo será un mundo maravilloso a su lado para quienes vivimos alineados a su voluntad y su palabra, obedeciendo sus instrucciones y sus mandamientos. Así que no nos fijemos en lo visible, suno en lo invisible, porque lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno 2 Corintios 4:18.
Dios también advierte de un lugar eterno alejado de Él para todos los que lo ignoran y hacen lo que le parece a su capricho carnal; el infierno será el lugar de tormento para quienes rechazan al Padre y a su Cristo, si estando en la tierra le dan la espalda a Dios viviendo en sus pecados, pasiones y delitos, y sabemos que nuestro Creador da muchas oportunidades de salvación a la gente, pero si no atienden, ni obedecen, miles no serán salvos porque mueren sin Jesucristo. Dijo Jesús: Porque el que cree en Mí, no cree solo en Mí, sino en Aquel que me ha enviado. Juan 12:44. Estas cosas les he escrito a ustedes, porque creen en el nombre del Hijo de Dios, y así saben que tienen vida eterna. 1 Juan 5:13.
Jesucristo vino a la tierra para dejarnos ejemplo de vida y así salvar a muchos, pero la gran multitud de personas se mueven sobre la tierra indiferentes a Dios, a su Verdad y a su realidad eterna; se casan, se separan, se vuelven a casar, engendran hijos, los abandonan, se limitan a suplir necesidades económicas y materiales, pero viven libertinamente, entablan relaciones extrañas, piensan en el placer, en el sexo y en cometer toda clase de desmanes, descuidando su alma, ignorando que la vida en este mundo, es solo la carátula de presentación y el título de lo que será la vida eterna para cada quien. Porque si invocamos a Aquel que juzga rectamente, según la obra de cada uno, conduzcámonos con temor y temblor durante este tiempo de nuestra peregrinación. 1 Pedro 1:17.
Nuestra peregrinación por este mundo es la única oportunidad de vida eterna; Cristo vino a dejarnos esperanza de vida y de fe en Él, porque tenemos una oportunidad bienaventurada más allá de esta vida terrenal, Él vino y regresó a su mansión celestial para apartar un lugar para todo aquel que cree en Él y a Él, En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, YO no les hubiera dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de irme y de preparar un lugar, vendré otra vez para llevarlos conmigo, para que ustedes estén en el mismo lugar en donde YO voy a estar, Juan 14:2-3.
La gran mayoría de la gente vive corriendo afanados y angustiados por conseguir dinero, estatus, fama, relaciones y poder, y muchos de ellos son esclavos de la codicia, del tiempo, del dinero, del cuerpo y del mundo, pero un día muy cercano, el tiempo no será ya más y se les acabará el viaje; lamentablemente la gente se apercibe de la eternidad en los funerales, pero suele ser para la gran mayoría, solo un pensamiento fugaz, superficial y momentáneo, porque son ignorantes de Dios y las Escrituras; son necios que deambulan por la vida despreocupados y sin prepararse para el desenlace final que todos tendremos un día en esta tierra; un día, cada uno será llevado a la eternidad que construyó y sembró mientras estuvo vivo, Porque en este mundo no tenemos una ciudad que dure para siempre, sino que vamos al encuentro de la ciudad que está por venir, Hebreos 13:14.
Y el ángel juró por el que vive por los siglos de los siglos…que el tiempo no sería más, Apocalipsis 10:6. Cada momento estamos expuestos a que el tiempo se nos acabe, así que todo lo que vivimos en el cuerpo de poco aprovechará, pero en Cristo hay vida después de la muerte. Él dijo: YO les doy vida eterna y los míos jamás perecerán, nadie los arrebatará de mi mano. Juan 10:28. Porque ser piadosos para todo aprovecha y tiene promesas para esta vida presente y para la venidera, 2 Timoteo 4:8.
La vida sobre la tierra es muy breve, es un abrir y cerrar de ojos comparada con la eternidad donde recibiremos las consecuencias o los resultados de nuestra manera terrenal de vivir. Si tenemos una relación personal con Jesucristo, no tenemos miedo de morir, puesto que la muerte es la puerta de entrada al cielo eterno con Cristo. Dios da a cada uno el tiempo suficiente para preparar el ascenso o el descenso sempiterno. Hay un cielo que podemos ganar con Cristo y un infierno que podemos evitar siendo seguidores e imitadores de Él; esos dos lugares son reales y durarán para siempre, Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los aue entran por ella. Pero estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, poco son los que la hallan. Mateo 7:13-14.
Es sabio vivir como si cada día fuera el último, para evitar ir al infierno descrito en las Escrituras como el lugar donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga, Marcos 9:46. Pero también describe el cielo como el lugar donde todo es nuevo y allí permanecen la justicia y el amor, 2 Pedro 3:13. ¿A quién tengo yo en los cielos, sino a Ti? Y si estoy Contigo SEÑOR, ya no quiero nada en la tierra, Salmos 73.25. La Biblia también advierte que esta tierra, el mar, y este cielo que vemos con nuestros ojos pasarán, Mateo 24:35, serán reemplazados por un cielo y una tierra nuevos, estaremos en una nueva gran ciudad que descenderá del cielo de Dios donde habitaremos con Dios. Apocalipsis 21.
Poco se predica de este tema, pero Dios ha movido mi corazón a hacerlo, quizá te habla a ti que lees y no has reconocido a Cristo como tu Salvador, quizá polemizas y rechazas las verdades bíblicas, pero el Eterno Dios Creador quiere que sepas que te ama, y aún te está esperando con sus brazos abiertos para llevarte a su mansión celestial cuando partas de este mundo, Pueblos todos de la tierra, vengan a Mí para ser salvos, porque YO SOY Dios y no existe ningún otro, Isaías 45:22. Dios quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad, 1 Timoteo 2:4.
Dios desea que acabes definitivamente con tu largo historial de pecado y maldad, Dios quiere que cuides tu alma, pero también que seas el templo de su Espíritu Santo en tu ser, que te purifiques por dentro y por fuera; que busques a Cristo, que rindas tu vida a Él y desees ardientemente ser una nueva persona conforme al corazón de Dios, Si el pecador se aparta de todos sus pecados que hizo, y guarda todos mis estatutos, y si actúa rectamente con justicia, de seguro vivirá y no morirá. Todas las trasgresiones que cometió, no le serán recordadas; en su justicia que hizo vivirá. ¿Acaso quiero YO la muerte del impío? YO no quiero que el impío muera, sino que cambie su conducta para que viva. YO el Señor, lo afirmo, Ezequiel 18:21-23.
Muy pronto, el mismo Dios bajará la cortina que cubre la puerta a la eternidad, y comenzará un nuevo tiempo. Así que aunque muchos rechacen la existencia de Dios, del cielo y del infierno, deben saber que son una gran realidad que afrontaremos cuando nuestra alma se desprenda del cuerpo mortal sin vida y vaya a la eternidad que cada uno ganó según haya vivido en la tierra, las palabras, las intenciones, los hechos, los actos que hicimos en vida, y la actitud que mostramos hacia Dios, su evangelio, el sacrificio de Cristo y toda la historia bíblica, marcarán el veredicto final. Y el que no se encontró inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego. Y el mar entregó los muertos que estaban en él y la muerte y el hades entregaron a los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras, Apocalipsis 20:13-15.
Muchos hacen y deshacen, se ríen, se burlan y atacan, desdeñando el llamado de Dios, pero Él dice: Necio, esta misma noche vienen a pedir tu alma, y todo lo que has guardado, ¿para quién será? Así le pasa al hombre que acumula bienes y riquezas pero ha sido escaso y pobre para con Dios. Lucas 12:20. Olvídate, no reencarnarás y mucho menos tendras varias vidas, tu alma vivirá eternamente en el cielo o en el infierno, no te dejes engañar, Porque está establecido para los seres humanos que mueran una sola vez, y después venga su juicio. Hebreos 9:27.
¿Has pensado dónde pasarás tu eternidad? ¡No juegues con el destino final de tu alma, ven a Jesucristo y serás salvo! Por esta razón, debemos prestar mucha atención a las verdades que hemos oído, para no apartarnos del camino que Dios nos muestra; y si Dios confirmó el mensaje dado por los ángeles, y la gente antigua que desobedeció y fue castigada. Con mayor razón seremos castigados si descuidamos esta salvación tan grande que Cristo nos ofrece. Porque el mismo Señor Jesús fue el primero en comunicar el mensaje salvador en Él, y después los que lo oyeron y vieron, demostraron que era verdad, Hebreos 2:1-3. Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo Jesucristo, 1 Juan 5:11.
La gran realidad es que muchos ignoran, que nadie podrá ir al cielo haciendo lo contrario a la palabra de Dios. No existe un sitio medio después de la muerte, así que ni misas ni oraciones ni ninguna otra cosa sacará de su lugar a los muertos. La única manera de ser salvos es a través de Jesucristo, y es mientras vivimos que decidimos creerle y recibirlo como SEÑOR y Salvador, con Él decidimos ir al cielo, pero sin Él, muchos irán al infierno porque siguen haciendo los que les da la regalada gana, se gozan haciendo su propia voluntad dejando a Dios a un lado y viven en vanidades ilusorias y temporales, dándole gusto a su cuerpo; así que, si no has tenido un encuentro personal con Jesucristo, lamentablemente te condenarás. Arrepiéntete, ahora abandona tu pecado y vuélvete a Dios, entrégale tu vida y vive para obedecer su palabra llena de principios y virtudes que nos hacen responsables de sí mismo. Este texto nos habla de la Eternidad de Dios y temporalidad del hombre, dice: SEÑOR, enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría. Salmos 90:12.
Este Salmo describe claramente la genialidad de Dios arrojando luz sobre el enigma de la vida humana, dando una poderosa palabra de esperanza a la existencia y el propósito del hombre mientras vive. Dios es presentado como refugio y Creador. Nos enseña que el tiempo de Dios es eterno, pero el hombre es mortal y la separación a este mundo es inevitable. El salmo compara la infinitud de Dios con el tiempo fugaz del hombre en la tierra, pero contamos con el favor y la protección de Dios como único reposo y consuelo, asegurando el alma mientras estemos en este mundo vil; Cristo Jesús es refugio y morada en la cual podremos ser recogidos hasta el final. Somos criaturas que menguamos día a día, y todas nuestras consolaciones en el mundo acaban día tras día, pero los creyentes en Cristo hallamos paz y vida abundante en nuestro peregrinaje terrenal.
Dios nuestro, ¡Tú siempre has sido nuestra casa! Desde siempre y hasta siempre, desde antes de que crearas las montañas, la tierra y el mundo, Tú has sido nuestro Dios. Tú marcas el fin de nuestra existencia cuando nos ordenas volver al polvo. Para Ti, mil años pasan pronto; pasan como el dia de ayer, pasan como unas horas de la noche. Nuestra vida es como un sueño del que nos despierta al amanecer. Somos como la hierba: comienza el día, y estamos frescos y radiantes; termina el dia, y estamos secos y marchitos. Si te enojas, nos asustas; si te enfureces, nos destruyes... Salmos 90:1-7. 1 Pedro 3:8-10.