CONOCER A DIOS VIVIFICA EL CORAZÓN Y HACE LA VIDA FRUCTÍFERA
Así dice YHWH: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Pero alábese el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que YO SOY YHWH, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice YHWH, Jeremías 9:23-24
Ustedes me serán por pueblo, y YO SERÉ a ustedes por Dios. Y les daré un solo corazón y un solo camino, para que me teman siempre, para bien de ustedes y de sus hijos después de ustedes, Jeremías 32:38-39.
Gracia y paz les sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesucristo, 1 Pedro 1:2.
La gente que conoce a Dios, lo ama y le teme, por lo tanto lo oye, lo obedece y vive en paz y es próspera, pero hay mucha gente abrumada, agobiada, entristecida y preocupada por todas las cosas que pasan; peor aún, andan confundidos, apáticos, fríos, distraídos, desubicados y alejados de Dios; hoy hacen una cosa y mañana otra, son inestables e indecisos porque no conocen a Jesús. Pero aún hay tiempo para cambiar todo eso y aprovechar que el Padre aún te llama deseoso de tocar y tener tu corazón. Porque es allí en tu corazón donde Él se contacta contigo y conmigo, Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos, Proverbios 23:26.
El corazón en el original hebreo es leb o labé, es allí donde están contenidos los sentimientos, el intelecto y la voluntad, en otras palabras, el corazón es nuestra alma, es allí donde reside el Espíritu de Dios en los redimidos para dar vida, es allí donde está el hombre interior, que se inclina y recuerda a su Señor. El corazón es el asiento de las emociones, los apetitos y las pasiones; es allí donde brota la cobardía o la valentía para decidir y actuar o para paralizarse y quejarse de todo, pero el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu de Dios, allí hay libertad, 2 Corintios 3:17.
Si hemos nacido de nuevo, tenemos a Cristo habitando en nuestro corazón y nuestro espíritu se conecta con el Espíritu de Dios permitiéndonos conocer a Dios que nos da vida. Conocer a Jesús de cerca es conocer al Padre, si conocemos a Dios nuestro corazón se aviva y su palabra cobra vida en nosotros. Porque cuando alguien se une al Señor, es un espíritu con Él, 1 Corintios 6:17.
Todo nuestro ser se activa y nuestra vida se hace efectiva y fructífera entre más conozcamos a Dios a través de su palabra, porque aprendemos a andar en el Espíritu, es por eso que Dios pide que le entreguemos el corazón, solo así seremos liberados de la mortandad espiritual que hoy ronda entre los creyentes tibios e inactivos que andan aburridos sin saber qué hacer ni a dónde ir. Necesitamos ser libres del desamor, la frialdad, la apatía y la indiferencia para entrar en el fuego de Dios y ser discípulos efectivos en su reino. Si tú espíritu es libre, podrás ir tras las pisadas de Jesús, En ese día se te quitará la carga que han puesto sobre tus espaldas, y será quebrado el yugo que ha puesto en tu nuca el invasor, Isaías 10:27.
Este es un llamado urgente para acabar con toda debilidad y tibieza espiritual en el cuerpo de Cristo; mediante la oración, la fe, la entrega y el conocimiento de Dios arderemos en el fuego del Espíritu. La debilidad y frialdad espiritual solo se acabarán cuando nos despojemos de toda esclavitud y carga de pecado por falta de perdón, por guardar ira, enojo, resentimiento, amargura, juzgamiento, escarnecimiento y crítica negativa; debemos pararnos como firmes soldados de Cristo que conocen a su Capitán, Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo: YO SOY LA LUZ del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que da la vida, y nunca más andará en tinieblas, Juan 8:12.
Cuando conocemos al Padre y seguimos a Cristo de cerca, su palabra cobra fuerza y nuestra vida se hace efectiva en el reino de Dios. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad, nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de Aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, 2 Pedro 1:3. Como hombres y mujeres de Dios, nuestro estándar para la vida, nuestro manual de instrucción de conducta y comportamiento es la palabra de Dios, ella es la que nos enseña a conocer a nuestro Creador, a nuestro Salvador y a nuestro Ayudador fiel. Pero como muchos no leen la palabra, no conocen a Dios, por lo tanto no pueden diferenciar entre lo que es la verdad bíblica y lo que dicen los extraños.
No podemos leer la biblia descuidadamente como cualquier otro libro, porque el Espíritu de Dios obra a través de la palabra que salió de la boca de Dios; si lees la biblia conoces el pensamiento del Padre, el corazón del Hijo y la virtud del Espíritu, porque la biblia fue inspirada por Dios; al leer la biblia tu corazón se conecta con el corazón de Dios, Con lisonjas el enemigo seducirá a los que quebrantan el pacto; pero el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará, Daniel 11:32.
Cada libro de la biblia tiene el sello del Espíritu Santo, porque cada hombre que lo escribió fue dirigido por Dios para llevar el mensaje que víene directamente del corazón de Dios para darse a conocer, salvar a muchos y hacer vidas productivas; Dios nos sigue hablando a través de su palabra por el Espíritu; solo la Biblia nos confronta para arrepentimiento, abandono del pecado, y doblegar todo nuestro ser ante la santidad de Dios si es que aprovechamos el tiempo para conocer a nuestro Creador más cada día y que nuestro paso por esta tierra no resulte inútil, A ti te fue mostrado, para que supieras que YHWH es Dios, y no hay otro dios fuera de Él. Te habló desde el cielo y te hizo oír su voz para corregirlos y en la tierra les mostró su gran fuego, y oyeron sus palabras de en medio del fuego, Deuteronomio 4:35-36.
Dios nos llama, nos acompaña y nos susurra por su palabra a través del Espíritu, cuando le hablamos, Él nos responde por su palabra, y mientras hablamos la palabra, el Espíritu Santo revela al Padre y al Hijo para que profundicemos en su conocimiento a cada instante. Si hablamos y enseñamos la Biblia, debemos ser güiados por el Espíritu de Dios. Porque es su palabra la que refresca nuestra mente para traer refrigerio a nuestra alma, Conozcan, pues, que el Señor su Dios es el Dios verdadero, que cumple fielmente su pacto generación tras generación, de los que lo aman y cumplen sus mandamientos, Deuteronomio 7:9.
Hoy somos llamados a renovar nuestra mente y nuestra vida por la palabra que nos enseña a conocer a Dios en la persona del Espíritu de su palabra. Pero por no escudriñar las Escrituras muchos no conocen a Dios, por lo tanto no le dan el lugar correcto que le corresponde en sus vidas y sus corazones deben ser libres para actuar en la palabra y ser parte del reino de Dios. Al no conocer la palabra y no conocer a Dios, lastiman al Espíritu Santo y lo entristecen sin consideración, Pues Dios, que dijo que en las tinieblas resplandeciera la luz, es el que ha iluminado nuestros corazones, para conocimiento de la gloria del Padre que brilla en el rostro de nuestro Señor Jesucristo, 2 Corintios 4:6. En nosotros debe brillar Cristo y ser visible la luz de su Espíritu.
La biblia es la mayor herramienta de Dios en nuestras manos, no la podemos usar, confesar ni enseñar sin su Espíritu: Dios es el mayor comunicador y nosotros sus voceros; nuestro corazón es el punto de contacto entre las dos partes, pero Dios no puede habitar en un corazón atado por la amargura, la falta de perdón, sin arrepentimiento, con odio y malos sentimientos hacia otros. Ahora podemos entender que el no conocer a Dios ni su palabra, es de dónde viene la mortandad y tibieza espiritual que impide a muchos vivir en el fuego del Espíritu y actúan mal, al no conocer a su Creador no pueden oír su voz y nada tiene sentido para ellos. Pero tú, hijo mío…reconoce al Dios de tu padre y sírvele de todo tu corazón y con buena disposición, porque el Todopoderoso examina todas las conciencias y conoce cualquier intención y pensamiento. Así que, si tú lo buscas, Él permitirá que lo encuentres; pero si te apartas de Él, te rechazará de una vez para siempre, 1 Crónicas 28:9.
Dios manda a hacer una cosa y los que no lo conocen hacen otra, viven en el pecado y no se pueden negar a la carne, no pueden ser efectivos, fructíferos ni contundentes en el reino del Eterno. Si cada uno anda como le parece, la biblia no está viva en ellos, por lo tanto desconocen a Dios y el Espíritu está apagado; esta es una de las razones por la cual muchos andan enfermos, en miseria, en angustias, en problemas de diversa índole, en dificultades que parecen que no se acaban, piden oración muchas veces por lo mismo y pelean con Dios; se han hecho necios y desobedientes por falta de conocimiento, Mi pueblo no tiene conocimiento, por eso es destruido. Y a ti sacerdote, que rechazas el conocimiento del Altísimo, YO te rechazo de mí sacerdocio. Puesto que tú olvidas las enseñanzas de tu Dios, YO me olvidaré de tus descendientes, Oseas 4:6.
Ha llegado el momento que tu vida cobre nuevas dimensiones en el Espíritu, que la palabra de Dios sea viva en ti, que su Espíritu sea fuego visible en ti y en mí, siendo libres en Cristo, abandonando el pecado, perdonando, arrepintiéndonos, echando fuera la amargura, el dolor, la ira, el enojo, los celos, la envidia y las contiendas, no lleves más la pesada carga que te pone el engañador, toma la leve carga que da Jesús, Hijos de hombres, ¿hasta cuándo amarán la vanidad y ofenderán mi honor? ¿Hasta cuándo vivirán la mentira y harán lo que no tiene sentido? Salmos 4:2-3. Vengan a Mí todos los que están trabajados y cargados, y YO los haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de Mí que SOY manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para sus almas; porque mi yugo es fácil y ligera mi carga, Mateo 11:28-30.
Si no vivimos la palabra, no hay cristianismo, si no hay Cristianismo no hay nacidos de nuevo y en vano habría muerto Cristo, si viven sin cumplir su tarea en el reino, van como ovejas al degolladero, atrapados y cautivos en las garras de la inercia y el engaño. Por favor lee, escudriña, ama, apasiónate por la Biblia, hasta que ella sea una realidad en ti y el Espíritu se mueva con poder a través de ti. Lee pausadamente, repite en voz alta, lee atentamente deseando conocer a tu Señor, que tu corazón ansíe amar más a tu Salvador, deseando estar más unido a Él, El Señor dice: Mis ojos están puestos en ti. YO te daré instrucciones, te daré consejos, te enseñaré el camino que debes seguir. No seas como el mulo o el caballo, que no tienen entendimiento y hay que detener su brío con el freno y con la rienda, pues de otra manera no se acercan a ti, Salmos 32:8-9.
El Espíritu Santo recompensa a los obedientes, confía en el Señor, camina con Cristo, consulta al Espíritu y condúcete a la luz de su palabra, Él derramará su gloria y su fuego en tu vida, tu alma se vestirá de gracia, y tu corazón rebosará de gozo cuando te esfuerces por conocer más a Dios. Habrá victoria sobre aquellos que confían y obedecen, porque no hay otro camino para ser feliz, solo en Jesucristo y su Evangelio. Hagamos lo que Dios nos manda a hacer, no lo que nos parece, sometamos nuestro corazón al corazón de Cristo, ¡Ríndanse! ¡Reconozcan que YO SOY Dios! ¡YO estoy por encima de las naciones! ¿YO estoy por encima de toda la tierra! YHWH de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob, Salmos 46:10-11.(Selah) (silencio ante la presencia de Dios)
Ora y repite: Señor, yo decido ser libre de toda atadura y de pecado para seguir a Cristo, para conocer al Padre y vivir en el Espíritu para hacer carne tu palabra y obedecer a tu voluntad.
¿Qué has hecho que Dios no te mandó a hacer? Y ¿Qué no has hecho que DIOS Sí te mandó a hacer?
Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
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