RESPONSABLES
DE UNA HERENCIA
Padres y Abuelos
Estas palabras que YO te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y
las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando
por el camino, al acostarte y cuando te levantes, Deuteronomio 6:5-6.
Y
añadió: YO SOY el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el
Dios de Jacob…Éxodo 3:6.
Nuestro Dios nos ha dado una herencia valiosa que son los hijos, en el hebreo Yerusha y Torasha, se entiende como legado particular de una familia, gran patrimonio a la manera de una reliquia preciosa y una porción sagrada para que los padres nos hagamos cargo de ellos con amor, valorándolos cuidándolos y formándolos con las enseñanzas que proceden de Dios; padres sabios que guian e instruyen a sus hijos con responsabilidad y prioridad desde que están en el vientre de la madre, para que sean personas de Dios de generación en generación proclamando las grandezas de Dios, pues los propósitos divinos son multigeneracionales, nuestro Dios es SEÑOR de la familia y de las generaciones para que en su presencia ellos cumplan su propósito de vida; los hijos son un regalo de Dios, mediante el cual Él dará el pago y la recompensa a los padres conforme a la responsabilidad y sustento que dieron a su Yagar, su preciado regalo en el encargo al hacerlos padres que alimentan y sustentan, así éstos hijos vienen a ser un galardón y una recompensa de gran estima. Porque Herencia de YHWH son los hijos, cosa de gran estima el fruto del vientre. Salmos 127:3.
El AT enfatiza al Dios generacional cuando dice, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob como una forma de transmitir el mensaje de Dios de generación en generación, de familia en familia y por la eternidad, por lo tanto, dentro de las prioridades, después de Dios, lo más importante es la familia y para los padres los hijos, entonces las
generaciones mayores ¿qué es lo que deben comunicar y enseñar a las generaciones nuevas? La respuesta es simple,
PRINCIPIOS DIVINOS contenidos en la palabra para dar a conocer las riquezas del reino de Dios. ¿Por qué? Porque el mismo Dios hecho Hombre enseñó el reino y dió a conocer al Padre celestial, Jesús NO enseñó opiniones ni dio opciones, Él nos dejo y afirmó
principios de orden, autoridad y sujección para la sociedad, empezando por la familia. Es por eso que el mayor encargo es la herencia espiritual e integral que los padres dejamos en los hijos para que todos cumplamos con el legado dado por el Creador. que haya progreso, crecimiento y desarrollo con abuelos y padres dando ejemplo de virtudes visibles y acciones intachables de moralidad, eso es lo que tiene poder para producir generaciones rectas, productivas y temerosas de Dios desde el seno del hogar. El Padre del justo se regocijará en gran manera, y el que engendra un sabio se alegrará en él. Alégrense tu padre y tu madre, y regocíjese la que te dio a luz. Proverbios 23:24-25.
Vivimos tiempos que reclaman
RESUCITAR LA PASIÓN DE LOS PRINCIPIOS Y FUNDAMENTOS DIVINOS EN EL SENO FAMILIAR; el Padre celestial ordena y establece su palabra para que invirtamos tiempo de calidad y recursos en los hijos, lo cual será ganancia si los educamos, l9s edificamos en Dios y construimos vidas productivas, como el Creador lo planeó y nosotros lo soñamos: hijos y nietos, conforme al corazón del Padre, gente que ame y siga a Cristo impactando y transformando la sociedad, generaciones jóvenes, de espíritu vivo y mente despierta para servir al Reino eterno con propósito en sus vidas; hoy se ve mal a nuestros niños y jóvenes porque padres no responden a sus obligaciones, los hijos han sido descuidados, y dejados a sus propias opciones, golpeados y atropellados por el mundo de muchas
formas; el desamor, la falta de atención y comunicación de los padres y los mayores ha endurecido sus corazones, por eso desconocen a su Creador y Salvador; niños y jóvenes se han volcado a los medios y lo que no conviene, encerrádose en sí mismos para no atender razones, no respetar ni obedecer. Nuestros jóvenes, generaciones están ausentes, indiferentes, fríos, retraídos, incrédulos, escépticos y ariscos, pero los adultos, espirituales y maduros, tenemos que ir en suvrescate para conducirlos a conocer a Cristo según los mandatos y el orden de Dios, y que tanto padres como hijos se unan en el amor que brota del corazón del Padre como verdaderas familias. Dios
hará que padres e hijos se reconcilien. De lo contrario vendrá y castigará su
país, destruyéndolo por completo. Malaquías 4:6.
Todos los que hemos recibido el amor y conocimiento de Dios, estamos
obligados a transmitir y mostrar vidas limpias, acciones y conductas ordenadas y apropiadas que
impregnen la vida de los niños y los jóvenes para que sean humildes y enseñables, con el deseo de cosas grandes en Dios; como padres y abuelos debemos provocar energía, anhelos, sueños y aspiraciones en el corazón de los más jóvenes, que ellos sepan con certeza que pueden ser grandes en las manos del Padre Dios, que con la ayuda, consejo, asesoría y atención de los adultos se esfuercen en servir. Porque si alguno no provee para los suyos, especiamente para su familia, está negando la fe, y está siendo peor que un incrédulo. 1 Timoteo 5:8.
Proveer no se limita a llenar de cosas materiales a los hijos, sino a rodearlos de amor y presencia paternal, la gente jovén debe saber, ver y experimentar el amor de Dios a través del cariño de los padres y toda su familia, para que les resulte familiar creer en Cristo y amar a Dios desatando bendiciones sobre los suyos oyendo la voz de Dios en las enseñanzas de sus padres, y así puedan todos obedecer a Dios con libertad; juntos, abuelos, padres e hijos producirán un estilo de vida ordenado, de principios y virtudes, siendo personas confiables y responsables desde el seno de una familia que trabaja unida y alegre con amor y en la fe bíblica, en oración y dirección de Dios; nuestro esfuerzo es atraer a niños y jóvenes, haciéndolos parte integral de actividades con papá, mamá, abuelos y adultos de calidad humana en Dios. Me has
oído enseñar verdades, que han sido confirmadas por muchos testigos confiables.
Ahora enseña tú también estas verdades a otras personas dignas de confianza que
estén capacitadas para transmitirlas a otros, 2 Timoteo 2:2.
Transmitir efectivamente un mensaje de vida a las nuevas generaciones está en que los padres y abuelos caminen con Cristo y se sometan a Dios, para ponerse a la altura de los chicos, hablándoles claro, dominando los impulsos y la ira, siendo conscientes que ellos solo quieren ser amados, que se les preste importancia a sus sentimientos y necesidades del momento; que los oigamos con dignidad y honor y que con responsabilidad, cariño, afecto y respeto de adultos maduros les marquemos limites y fronteras, que lo que les hablemos sea coherente con lo que hacemos. Los padres juegan el papel más importante en el desarrollo y crecimiento de sus hijos, son los que construyen la calidad de vida que tendrán sus hijos en el futuro, pues no vamos a estar siempre al lado de nuestros hijos. No les evitemos los problemas, el dolor ni el esfuerzo, porque las dificultades afrontadas y los problemas resueltos, harán grandes a nuestros pequeñitos; ellos deben aprender que la vida no es fácil pero es hermosa y para valientes que se esfuerzan y soportan el sufrimiento en Cristo, lo cual nos entrena a todos en la carrera de la vida, y mucho mejor cuando padres e hijos resuelven juntos los problemas. Dios no ha creado cobardes, 2 Timoteo 1:7, tampoco los cobardes van al cielo, Apocalipsis 21:8.
Si eschuchamos a nuestros niños y jóvenes, ellos aprenderán a escucharnos a nosotros los adultos, si les enseñamos a vivir según la palabra, sus vidas, serán edificadas sobre raíces de poder y de victoria; según estudios confirmados, con el solo oír se retiene entre 5% o 10%, si tomamos notas de lo que oímos aumenta la retención al 40%, si se oye y se ve, se aumenta la retención al 60%, y si se escribe, se ve y se comparte, la retención será del 80%, y si además de todo esto, lo ponemos en práctica juntos, iremos al 100% de retención, haciéndose un hábito y una forma vida lo que enseñemos con el ejemplo y la palabra, porque quedará esculpido en los corazones. Oh Dios, con nuestros oídos hemos escuchado, nuestros padres nos han contado la obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos. Salmos 44:1.
Como padres, abuelos y adultos con niños y jóvenes en casa, debemos permanecer llenos del Espíritu Santo para ser luz y no tropiezo a nuestras nuevas generaciones con la sabiduría de Dios en la enseñanza de lo que es realmente importante y que quiten los ojos de lo vano e inoficioso que hay en el mundo, y para ello debemos conocerlos estando juntos en todos sus momentos, pues, solos, humanamente, no podremos, necesitamos a Dios. como familia, Jesús dijo a sus discípulos: YO rogaré al Padre, y Él les dará otro Consolador para que esté con ustedes para siempre; el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni lo ve ni lo conoce, pero ustedes sí lo conocen porque vive en ustedes y estará en ustedes, Juan 14:16-17. YO les digo la verdad: les conviene que YO me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a ustedes; pero si me voy, se los enviaré. Juan 16:7-8.
¿Por qué Jesús dijo que era conveniente que Él se fuera de la
tierra? Porque Él estaba sobre la tierra como Hombre CON sus
discípulos, pero el Espíritu Santo está EN nosotros como Emanuel, Dios invisible con nosotros siempre y el Espíriti Santo es el instructor, el ayudador y santificador para padres e hijos; Él es quien nos enseña a franquear retos diarios, a romper esquemas y estructuras
humanas abriendo paso a lo nuevo en Dios. En todo tiempo y todo
lugar, mantengamos despierta la atención y el interés de los jóvenes hacia Dios, siendo verdaderoa padres, pues los chicos entre los 13 y los 18 años pierde el interés por las cosas espirituales, pero se les debe enseñar que Dios los ama y está interesado en ellos y que les sucede porque quiere ayudarlos a través de
personas que también se interesan en Dios como lo son sus padres y abuelos, y ellos deben ser enseñables, dóciles y obedientes para Dios. Les he escrito a ustedes padres, porque han conocido al que es desde el principio. Les escribo a ustedes jóvenes, porque son fuertes, y la palabra de Dios permanece en ustedes, y han vencido al maligno. 1 Juan 2:14.
A los más jóvenes se les deja grande huella con la relación no con la religión, por eso, como padres y adultos en Cristo, debemos relacionarnos bien con ellos para enseñarles que Dios es una persona espiritual, que aunque no lo vemos está cerca, nos ama y quiere siempre nuestra amistad porque se interesa en nosotros los pecadores imperfectos para darnos su perdón, su consejo y su ayuda en todo tiempo; por lo tanto, no podemos estar alejados ni independientes de Dios, pues el aislamiento es el elemento más tóxico y de las armas más letales que usa el diablo para destruir al ser humano, especialmente a la gente joven e inmadura que se encierra en sí misma, pero necesitamos ser espirituales, sobrios y maduros mediante el Espíritu Santo. Mi presencia irá contigo y te daré descanso. Éxodo 33:14.
A los más jóvenes se les deja grande huella con la relación no con la religión, por eso, como padres y adultos en Cristo, debemos relacionarnos bien con ellos para enseñarles que Dios es una persona espiritual, que aunque no lo vemos está cerca, nos ama y quiere siempre nuestra amistad porque se interesa en nosotros los pecadores imperfectos para darnos su perdón, su consejo y su ayuda en todo tiempo; por lo tanto, no podemos estar alejados ni independientes de Dios, pues el aislamiento es el elemento más tóxico y de las armas más letales que usa el diablo para destruir al ser humano, especialmente a la gente joven e inmadura que se encierra en sí misma, pero necesitamos ser espirituales, sobrios y maduros mediante el Espíritu Santo. Mi presencia irá contigo y te daré descanso. Éxodo 33:14.
Debemos enseñar a las nuevas generaciones lo que es el orden, el establecer prioridades, tener obligaciones y actuar por fe desde nuestra propia vida, pero también en la comunicación con Dios mediante la oración, ayunando cuando se necesite ayuda especial en algo difícil y complejo, por lo tanto debemos ponerles metas con horarios específicos para orar y con cierta cantidad de capítulos bíblicos leídos a la semana; que ellos nos digan lo que entendieron, qué aprendieron y cómo van a poner en práctica lo que comprendieron; también que pueden hacerle peticiones al SEÑOR y ver las respuestas para dar testimonios. Quizá les cuesta mantener los ojos puros, pero si oran Dios actuará. Porque hay hombres como Nick Vujicic sin brazos ni piernas, Marcos Brunet casi ciego, que son hijos de Dios de fe y testimonio, que aman y adoran a Dios no solo porque lo que Dios es, sino por lo que hace en las vidas, ellos han logrado ser personas de fuerza y pasión desde su niñez y juventud, con sus limitaciones, porque poseen lindas y hermosas familias.¿Por qué los que son completos y normales no lo hacen? ¿Cómo pueden los jóvenes llevar una vida íntegra? Viviendo conforme a la palabra de Dios. Salmos,119:9.
No habrá santidad e integridad, si no existe algo que nos contenga, y lo único es el Espíritu Santo en la vida, y con padres, abuelos y adultos creyentes que convivan con los niños y jóvenes para crear vínculos de confianza y afecto humano y vida espiritual para compartir experiencias juntos, de tal manera que demos gracias y gloria a Dios, en respuesta a la ayuda divina venciendo desafíos diarios; Dios, padres y adultos mayores somos el mejor equipo para la realuzación de los sueños de nuestras nuevas generaciones, creyendo y estimulando su potencial, mirándolos como Dios los ve, colaborándoles en sus proyectos y recordando que Dios demanda excelencia y calidad con responsabilidad y compromiso, aprendiendo identidad y propósito en Dios, alineados a su palabra, firmes, esforzados y valientes para no resbalar y ser testigos fieles de Cristo...Jóvenes, ancianos y niños, alaben a Dios, alaben su nombre, porque solo su nombre es excelso; su esplendor está por encima del cielo y la tierra. Salmos 148:12-13
Se requiere unidad familiar alredor del Altar Familiar y el Espíritu Santo para restaurar la conexión generacional entre padres e hijos, transmitiendo vida y virtud, a los niños y jóvenes que se levantan día a día, para que no tropiecen ni fracasen y se evite tanto dolor en las familias como lo vemos hoy. Mateo 6:19-21. Es el momento de restablecer la relación generacional para la transfornación social de hoy y que el crecimiento en Dios se vea mañana. Nuestros hijos son demasiado valiosos, son fruto de los padres y pedacitos de cielo en la tierra; nuestros niños y jóvenes son la mayor riqueza que Dios ha puesto en las manos de los adultos para construir tejido social, que trascienda los principios, virtudes y valores que emanan del corazón de Dios por el Espíritu y su palabra, venciendo el cáncer de la descomposición social y la disfuncionalidad de las familias por la maldad sin limites. Los nietos son la corona y gloria de los abuelos, los padres son el orgullo de sus hijos, Proverbios 17:6.
Los padres de la hipermodernidad se han metido en tantas cosas, que se han tornado agresivos y descuidados, han abandonado su mayor riqueza y la prolongacíón de sí mismos, su valioso ADN; los hijos, puestos en manos de terceros ha hecho que la gran mayoría de ellos anden sin horizonte y si rumbo, no tienen con quien identificarse y no saben a dónde pertenecen ni quien los ayude ni oriente; los padres que son los de la obligación del buen ejemplo, se han esfumado, son una sombra, y no edifican a sus pequeñitos como Dios lo establece en la Biblia. Educa a tu hijo desde niño, y cuando llegue a viejo, seguirá tus enseñanzas. Proverbios 22:6.
El individualismo y activismo laboral de hoy en los adultos es como una bacteria
que contamina y mata, cada uno tiene su propio mundo, los hijos viven en un mundo diferente al de los padres, con audífonos en sus oídos sin darse cuenta de
la realidad que los rodea, Dios hace el llamado para aquellos que están
despiertos, para aquellos padres que se han venido gestando en los caminos de
Cristo y que necesitan retomar las instrucciones divinas para que tomen
conciencia de la herencia que están dejando, Pablo dijo: Yo planté
la semilla en sus corazones, y Apolos la regó, pero fue Dios quien la hizo
crecer. 1 Corintios 3:6.
Es una terrible pérdida familiar y social cuando los padres sueltan a sus hijos creyendo que al darles toda superficialidad ya han cumplido, pero no han podido transferir a sus hijos la herencia que les corresponde y que Dios se las ha puesto en sus manos al hacerlos padres. En las congregaciones sucede lo mismo, muchos pastores le han dado su ministerio a otros, porque perdieron la conexión con sus hijos, y al final se han dado cuenta, que no han producido fruto; así le sucedió a Eliseo, Elías le dejó la herencia de su manto, el doble de su don profético, pero Eliseo no lo hizo producir, se lo llevó a la tumba, no la transmitió a ninguno, sólo hasta después de muerto, sus huesos hicieron resucitar a un hombre. ¡Que perdida tan grande!
La herencia que recibimos de Dios es la mayor riqueza que tenemos, para transmitir a los hijos. Es apremiante ponernos de rodillas, oremos, roguemos y actuemos en unidad con el Espíritu Santo para que podamos cumplir la misión que se nos ha encomendado al darnos una familia y un lugar en la sociedad. Tú y yo como padres y abuelos podemos conectar a nuestras nuevas generaciones con el reino celestial y nadie nos podrá hacer frente jamás.
Sea de una forma o de otra, el amor de Cristo nos gobierna, y así
como creemos que Cristo murió por todos, también debemos creer que hemos muerto
a la vida antigua, Él murió para que tengamos vida nueva, y ya no vivamos por
nosotros mismos ni para sí mismos, sino que vivamos para Dios. (parafraseado) 2
Corintios 5:14-15.
Es una terrible pérdida familiar y social cuando los padres sueltan a sus hijos creyendo que al darles toda superficialidad ya han cumplido, pero no han podido transferir a sus hijos la herencia que les corresponde y que Dios se las ha puesto en sus manos al hacerlos padres. En las congregaciones sucede lo mismo, muchos pastores le han dado su ministerio a otros, porque perdieron la conexión con sus hijos, y al final se han dado cuenta, que no han producido fruto; así le sucedió a Eliseo, Elías le dejó la herencia de su manto, el doble de su don profético, pero Eliseo no lo hizo producir, se lo llevó a la tumba, no la transmitió a ninguno, sólo hasta después de muerto, sus huesos hicieron resucitar a un hombre. ¡Que perdida tan grande!
La herencia que recibimos de Dios es la mayor riqueza que tenemos, para transmitir a los hijos. Es apremiante ponernos de rodillas, oremos, roguemos y actuemos en unidad con el Espíritu Santo para que podamos cumplir la misión que se nos ha encomendado al darnos una familia y un lugar en la sociedad. Tú y yo como padres y abuelos podemos conectar a nuestras nuevas generaciones con el reino celestial y nadie nos podrá hacer frente jamás.
Lo que está bien gobernado se mantiene en balance y armonía, habrá utilidad y buenos resultados, nada se esparcirá, ni se saldrá del camino. Si se sale del camino, no podrá ser utilizado y resultará arduo trabajo volverlo al lugar correcto. Dios es bueno, no nos forma con pañitos de agua tibia ni con alcahueterías, por eso tarde o temprano se pagan las consecuencias de la irresponsabilidad, y el pecado no paga, cobra. Muchos padres pierden a sus hijos porque no quieren ser gobernados, les cuesta trabajo recibir y entronar a Cristo, quieren seguir viviendo como les da la regalada gana. Pero no saben que los que pierden son ellos, porque el Amor de Cristo se derrama en nuestros corazones por el Espíritu Santo, para hacernos más felices, aún a pesar del mundo y sus problemas. Es el amor y la fe obediente a Dios lo que nos mantiene firmes en el Camino, y se hace más fácil cumplir el llamado paternal de manera responsable. Bueno es que el hombre aprenda a llevar el yugo desde la juventud. Lamentaciones 3:27.
Con el amor de Dios nos resulta más fácil cumplir las leyes, las reglas y las normas mansa y alegremente produciéndonos placer, eso nos evita el desenfreno y la pérdido. Por sus hechos el niño deja entrever si su conducta será pura y recta. Proverbios 20:11.
El manejo responsable de nuestra misión paternal y de adulto destruye la anarquía y sus consecuencias amargas para que haya un buen final. Dios es nuestro asidero y única esperanza contra el resquebrajamiento familiar y los desmanes de la juventud en el mundo para reconectarnos en la gran familia de Dios, que traigamos disciplina a los hijos y sanidad a los jóvenes para minimizar los hogares disfuncionales y rotos; necesitamos empezar a caminar en la dirección correcta.
¿Estás cumpliendo con lo
que te corresponde como padre y madre para disfrutar mañana la calidad de hijos
y ciudadanos que formaste?
¿Cuál es tu aporte para exigir a tus hijos que sean personas con calidad humana?
Lo mejor que he leído en mucho tiempo
ResponderBorrarGloria y reconocimiento a Dios. Muchas gracias por seguirnos y por sus comentarios.
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