PLEGARIA PIDIENDO JUSTICIA DIVINA
Y CASTIGO DE LOS MALVADOS
SALMOS 58
¡Oh
congregación, ¿pronuncian en verdad justicia? ¿Juzgan rectamente, hijos de los
hombres? Antes, en el corazón maquinan iniquidades; hacen pasar la violencia de
sus manos sobre toda la tierra. Se apartaron los impíos desde la matriz; se
descarriaron hablando mentira desde que nacieron. Veneno tienen como veneno de
serpiente; son como el áspid sordo que cierra su oído, que no oyen la voz de
los que lo encantan, por más hábil que el encantador sea.
Oh Dios, quiebra sus
dientes en sus bocas; quiebra, oh YHWH, las muelas de los leoncillos. Sean
disipados como aguas que corren; cuando disparen sus saetas, sean hechas
pedazos, Pasen ellos como el caracol que se deslíe; Como el que nace muerto, no
vean el sol. Antes que sus ollas sientan la llama de los espinos, así vivos,
así airados, los arrebatará El Eterno con tempestad.
Se alegrará el justo
cuando vea la venganza; sus pies laará en la sangre del impío. Entonces dirá el
hombre: ciertamente hay galardón para el justo; ciertamente hay Dios que juzga
en la tierra, Salmos 58.
Este
maravilloso salmo me lo ha dado el Señor para hacer guerra contra la maldad que
hay en mi nación y sobre toda la tierra; es la voz gimiente de un profeta del
Dios vivo que protesta contra hombres injustos y perversos que no reconocen al
Dios de la vida. Es el clamor de un justo a su Dios santo y de justicia para
recibir liberación de hombres perversos, especialmente aquellos que se creen
grandes, fuertes y poderosos, cuando en realidad son simples seres mortales,
limitados y finitos que un día tendrán su fin.
Es
una voz contra hombres que se creen con el derecho de gobernar como a ellos les
parece, y que imaginan que los justos deben aceptar sus pretensiones malvadas y
perversas; es una palabra no solo para la antigüedad, es una voz para que
clamemos hoy ante tanta impiedad, injusticia, perversión y corrupción de
aquellos que tienen el poder de las naciones. No importa quién sea o cuál el
nombre de ese perverso, Dios escuchará el clamor de su ungido y hará justicia,
Porque Él, no es un Dios que se complace en la maldad; el malo
no abitará junto a Él, Salmos 5:4.
1. La naturaleza carnal del viejo
hombre. En el corazón maquinan iniquidades; hacen pasar la
violencia de sus manos sobre toda la tierra. Salmos 58:2. Esta maravillosa arma
de guerra en la palabra de Dios, es una radiografía del corazón de hombres que
hacen injusticia y violencia debido al endurecimientos de su corazón, y lo
oscurecido de su alma, todo el tiempo maquinan cómo hacer daño a sus
semejantes, porque no les importa sino ellos mismos. Ignoran las enseñanzas de
Abba Padre que dice: engañoso es el corazón, Nada hay tan engañoso y
perverso como el corazón humano, ¿quién es capaz de comprenderlo? Jeremías 17:9. Solo su Hacedor lo
sabe con certeza. Dios les ha hablado de muchas maneras pero ellos son como
sordos que no atienden, siguen empecinados en sus planes malignos.
Solo
podemos ser corregidos y cambiados cuando le entregamos toda nuestra vida a
Cristo, así el corazón no nos engañará, porque será Cristo quien lo gobierne. Porque
es de dentro, del corazón del hombre que salen los malos pensamientos, los
asesinatos, el adulterio, la inmoralidad sexual, los robos, las mentiras y los
insultos, Mateo 15:18, lo dijo muy claro nuestro amado Salvador Jesucristo, que
es Dios y conoce muy bien a sus criaturas aseguró que todas las maldades y aberraciones
que se hacen en la tierra, salen del corazón del ser humano que ni ama ni tema
a Dios, de aquellos que no han reconocido al Salvador y viven esclavos de sus
pasiones.
2. Los hábitos del hombre carnal sin
Dios. Se apartaron los impíos desde la matriz; se descarriaron
hablando mentira desde que nacieron. Veneno tienen como veneno de serpiente;
son como el áspid sordo que cierra su oído, que no oyen la voz de los que lo
encantan, por más hábil que el encantador sea. Salmos 58:3-4. Ellos ya vienen
malditos desde el vientre, desde la matriz se apartaron de su Creador. La
naturaleza y la condición de esos hombres injustos se evidencia en sus hábitos
perversos, vienen bajo maldición desde la matriz; sus generaciones anteriores, transmitieron
la maldición en ellos, Así, pues, como por medio de un solo
hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado entró la muerte, así la
muerte pasó a todos porque todos pecaron, Romanos 5:12..
Todos
nacemos bajo maldición, nacemos pecadores injustos, pero la gran diferencia la
hace Jesucristo en nuestro corazón, como Señor y Rey de nuestra vida. Así pues
este salmo es una verdadera protesta legítima, el clamor de un justo contra los
injustos. Porque la maldad es incorregible por la vía humana, por eso es
comparada al veneno que corroe y mata. La justicia solo puede nacer en nosotros
a través de Dios, por la obra del Espíritu Santo en el cristiano.
3. El pago que recibirán los perversos
e injustos. Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas; quiebra, oh
YHWH, las muelas de los leoncillos. Sean disipados como aguas que corren;
cuando disparen sus saetas, sean hechas pedazos, Pasen ellos como el caracol
que se deslíe; Como el que nace muerto, no vean el sol. Antes que sus ollas
sientan la llama de los espinos, así vivos, así airados, los arrebatará El Eterno
con tempestad, Salmos 58:6-9.
La
palabra de Dios nos advierte cuál será el pago de todos esos hombres impíos,
sin arrepentimiento y sin amor, que viven para hacer el mal y satisfacer sus
propios deseos carnales. Dios mismos les quebrará los dientes como se hace con
pequeños leoncillos sanguinarios, toda fiera sin dientes y sin muelas está
destinado a la muerte.
Esos
perversos quedarán completamente sin poder hasta ser destruidos del todo; se
esfumarán como agua que corre y es absorbida por el polvo; cuando intenten
levantarse y lanzar el zarpazo, sus pocas fuerzas y sus pobres artimañas serán
hechas pedazos por la mano del Eterno
Varón de Guerra.
Como
sucede a un molusco insignificante que viven la oscuridad y la humedad, ellos
serán deshechos como el caracol se derrite en su baba bajo los poderosos rayos
del sol. Arderán como los espinos debajo de las ollas que se ponen al fuego,
serán arrancados con furia bajo la tempestuosa ira del Creador que hace
justicia.
4. Dios hará justicia a los justos y dará victoria a su pueblo,
Se alegrará el justo cuando vea la venganza;
sus pies lavará en la sangre del impío. Entonces dirá el hombre: ciertamente
hay galardón para el justo; ciertamente hay Dios que juzga en la tierra, Salmos
58:10-11. Muchas veces nos atemorizamos y tratamos de
perder la esperanza cuando parece que el impío prevalece y prospera, y que
aunque tratamos de ser fieles haciendo el bien, pareciera que no vemos justicia
y que la lucha no tiene fin.
Pero
no podemos desfallecer, debemos continuar siendo fieles a Dios y caminar en fe
obediente junto a Cristo. Ciertamente gritaremos de alegría, porque Dios hará
justicia, dará galardón a sus santos y reprenderá al malvado. Dios nos exhorta
a proclamar su palabra porque ella es la que tiene poder contra las fuerzas del
mal, orar con la palabra de Dios, trae gran bendición y activa las fuerzas
espirituales de Dios a favor de su pueblo para obtener la victoria en esta
guerra no convencional.
Dios
peleará por los justos y marcará la victoria a pesar de lo que estamos viendo y
enfrentando, al final Él nos dará la victoria. Él nos dará su gozo y su paz, su
victoria final será con su segunda venida. Su pueblo inscrito en el libro de la
vida, estará con Él, pero los impíos irán al lago que arde con fuego y azufre, Apocalipsis
20:12-15.
Mg.
MEHC, sierva del Dios vivo, real y verdadero.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario