# 37 DEBILIDADES DE NUESTRA HUMANIDAD
Pero señores, ¿Por qué hacen esto?
Nosotros somos hombres, como ustedes. Precisamente hemos venido para
anunciarles las buenas noticias, para que dejen ya estas cosas que no sirven
para nada, y que se vuelvan al Dios viviente, que hizo el cielo, la tierra, el
mar y todo lo que hay en ellos, Hechos 14:15.
No son muchos sabios según la carne,
ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió
Dios, para avergonzar a los sabios, y lo débil del mundo para avergonzar al
fuerte...para que nadie se jacte en su presencia, 1 Corintios 1:26-29.
Si
hablaramos de confesar nuestras debilidades, muchos se encogerán de hombros y
callarán para que no se sepa aquello que quizá nos avergüenza o no nos deja bien
parados. Sin embargo, hay más de dos grandes confesiones acerca de las
debilidades humanas que nos presenta la Escritura: Jesús pudo preguntar a sus
discípulos qué pensaban de Él: Y ustedes, ¿quién dicen que SOY YO?
Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente,
Mateo 16:16, Marcos 8:29 y Lucas 9:20.
Todos
los que conocemos a Jesús estamos de acuerdo con la confesión de Pedro, pero
quizá la que más nos cuesta es la confesión de Pablo, porque muchos están más
interesados en proclamar su propia espiritualidad, que en admitir la propia
debilidad humana; todos tenemos alguna debilidad y limitación, todos llegamos a
ser vasos de barro, y no precisamente de honra, Pablo y Bernabé no se
enaltecieron, sino que dieron la gloria a Dios, reconociendo que eran hombres
como los demás, Hechos
14:8-15. Pero
tenemos este tesoro en nuestro cuerpo, para que la extraordinaria grandeza del
poder sea de Dios y no de nosotros, 2 Corintios 4:7.
La
debilidad que Dios permite en nuestras vidas, en realidad son de bendición,
provecho, crecimiento y madurez, Aquí está la confesión que Pablo pudo hacer
con gran humildad. Es por esto que me deleito en mis debilidades, los
insultos, las necesidades, las persecuciones y las dificultades que sufro por
Cristo, porque cuando más débil me siento es cuando más fuerte soy, 2 Corintios
12:10. Por lo tanto, las debilidades que cada
hijo de Dios tiene como humano, en las manos de Dios es una forma de su cuidado
divino para darnos bendición, con esto no me estoy refiriendo a una debilidad
que esclaviza viviendo en pecado por incredulidad, eso es algo muy diferente,
eso ya sería inclinación a pecar cuando la vieja naturaleza domina.
1. Nuestras debilidades nos protegen contra
el orgullo, Bástate mi gracia,
porque mi poder se perfecciona en tu debilidad, 2 Corintios 12:9. Pablo lo expresó muy claro desde su
propia vida, él podría haberse enorgullecido por conocer personalmente a Cristo
y por las maravillas que Dios le había mostrado, entendía que enaltecerse sería
un gran mal, y Dios le permitió un aguijón de satanás para mantenerlo humilde,
Oró al Señor omnipotente para que le quitará el aguijón, pero el Eterno le
respondió: La
gracia de mi amor es todo lo que necesitas, porque mi poder se muestra en tu
debilidad, 2 Corintios 12:1-10. Así el apóstol nunca se enalteció en
sí mismo.
2. Nuestras debilidades nos mantienen en
dependencia de Dios. Y YHWH dijo a Gedeón:
el pueblo que está contigo es mucho para que YO entregue a los madianitas en su
mano, no sea que se alabe Israel contra Mí, diciendo: mi mano me ha salvado,
Jueces 7:2. El
Señor todopoderoso, le hizo saber a Gedeón que la cantidad de guerreros que
tenía serían muchos para derrotar al enemigo, y si Dios les permitía luchar en
sus fuerzas, los Israelitas habrían alardeado creyendo que ellos mismos se
habían salvado. Dios les estaba enseñando a depender de su poder, su amor y su
gracia, por eso le dio instrucciones a Gedeón para reducir el número de los
valientes a solo 300 hombres, así no habría duda que fue Dios quien ganó la
batalla.
Reconocer
nuestra debilidad es saber que somos pequeños, limitados y vulnerables, para
permitirle a Dios que Él haga lo suyo, que siempre será mejor a lo que nosotros
podamos hacer, depender de él nos dará mayores victorias, porque la bendición
de Dios no añade tristeza con ella, sino que nos enriquece, Proverbios 10:22.
3. Nuestras debilidades nos permiten
sostenernos unos a otros, Nosotros, siendo
muchos miembros en el mismo cuerpo, dependemos unos de otros. Romanos 12:5; Así
que lleven unos las cargas de los otros, para que así cumplan la ley de Cristo,
Gálatas 6:2.
Uno
de los mayores peligros para el cristiano es apoyarse y creer en sus
fortalezas, eso genera independencia de Dios y de las demás personas; esa es la
razón por la cual el Señor da a cada uno diferentes dones y se manifiesta en su
multiforme gracia, Hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y
hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de
operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas, en todos, es el mismo. Pero a
cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho...Todas estas
cosas las hace UNO y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como
Él quiere, 1 Corintios 12: 4-11.
4. Nuestras debilidades nos permiten ayudar
mejor, Bendito sea el Dios y
Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda
consolación. Él es quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que
podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por
medio de la consolación con que nosotros somos consolador por Dios, 2 Corintios
2:3-4.
Todos
tenemos un llamado, una tarea y un ministerio, pero si queremos psrticipar del ministetio salvador y reconcimiador de Cristo, tendremos que pasar por padecimientos para que nuestras aflicciones, dolores, desiertos y angustias de hoy, mañana sean
medicina para los que Dios pondrá en nuestro camino, pues en todas las pruebas y
necesidades recibimos ayuda, consuelo, bendición y victoria en el
Todopoderoso Dios de amor y bondad eterna, así Dios nos entrena, para que en un momento preciso seamos de bendición para otros. Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu Santo acude a ayudarnos...Romanos 8:26.
5. En nuestras debilidades el Espíritu
Santo nos acompaña para interceder unos por otros, Y de igual manera el
Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como
conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con
gemidos indecibles, Romanos 8:26. Muchas
veces en medio de nuestras pruebas nos sentimos débiles e impotentes ante los
problemas que se ven complejos y pesados llegando a confundirnos; nos parecen
tan difíciles de solucionar, que no sabemos cómo orar, qué hacer, ni qué pedir,
pero cuando reconocemos eso ante el Señor, en ese momento el Espíritu toma
nuestro lugar de oración para interceder por nosotros.
Dios
conoce aquellas áreas de nuestro carácter que necesitan ser fortalecidas
continuamente, ser trabsformadas y Él sabe en lo que realmente debemos ser levantados, por eso Jesús
y el Espíritu de Dios ruegan al Padre por nosotros, y nosotros debemos clamar
al Ayudador porque con certeza acudirá a socorrernos y fortalecernos, Él dará
lo mejor y lo que nos bendecirá, y así todo estará mejor. Humillénse, pues, bajo la poderosa mano del SEÑOR, para que Dios nos exalte en su debido tiempo. 1 Pedro 5:6.
6. En nuestras debilidades Jesús interceder
por nosotros, ¿Quién es el que
condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que
además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros,
Romanos 8:34. El
Amado eterno nos ha dado la promesa de estar con nosotros todos los días hasta
el fin cuando sentimos flaquear ante la carga pesada y las difíciles relaciones
con otros,
Por
lo tanto cuando afrontamos la tentación en momentos de opresión, no podemos
olvidar que además del Espíritu. también nuestro Amado Jesús está presente. Aún
si resbalamos, Dios está cerca, Él espera que vayamos a su presencia
arrepentidos, extenderá sus brazos para darnos su perdón e interceder al Padre.
Él dijo que no vino a condenar a nadie, sino para que muchos sean salvos por
Él, y siempre recibirá al corazón contrito y humillado; pero siempre debemos
estar dispuestos a cambiar y renovar nuestra mente, nuestro carácter y ciertos
comportamientos relacionales que no nos favorecen, porque no podemos olvidar
que vivimos para agradando a Dios y experimentar su inexorable amor y bondad. Todo lo puedo en Cristo, porque Él es mi fortaleza. Filipenses 4:13.
Nuestras
intermitentes flaquezas propias de nuestra personalidad, carácter y
temperamento son oportunidad para ver a Dios obrar a nuestro favor, porque su
poder se perfecciona en nuestras debilidades. Estén atentos y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil. Mateo 26:41.
7. En nuestra debilidad Dios se engrandece, Muchas veces tenemos conflictos en la
casa, con el banco, en el vecindario, y todo se complica, ahí nos debilitarnos
en la fe imaginando que todo está perdido y que toda esperanza se esfuma, pero
aparece la gloria de Dios, su amor y su poder se desbordan y su majestad nos
levanta de nuevo, dándonos un respiro de alivio, proveyéndonos bienestar y
abriéndonos otra oportunidad para liberarnos de tanta carga. Por eso me regocijo en debilidades, insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. 2 Corintios 12:10.
Pero
lo maravilloso de todo esto, es que cuando hemos cruzado el mar de flaquezas y
el desierto de pruebas, allí nos hacemos más fuertes, maduramos, crecemos, nos levantamos,
avanzamos y reiniciamos el camino con mayor fuerza e ímpetu, ya no es en
nuestras capacidades y autosuficiencia, sino en el poder de Dios, ya no nos
asustan las cargas ni nada que nos oprima, nuestra fe se ha hecho fuerte y
obediente aprendiendo a depender desde el alma, en ese Dios todopoderoso que
está listo a socorrernos incondicionalmente. Podrán desfallecer mi cuerpo y mi alma, pero Dios fortalece mi espiritu y mi corazón; Él es mi herencia eterna. Salmos 73:26.
Dios
se engrandece mostrándole al mundo, que a través de personas imperfectas,
pequeñas, débiles y
vulnerables Él se perfecciona y muestra su magnificencia, poder y soberanía, y si nuestro Dios es fuerza y poder, sus génes en mi me hacen fuerte en Él. Dios fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil. Idaías 40:29. Amén.
Mg. MEHC, hija del Dios vivo,
real y verdadero y servidora de su reino.
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