OCTAVO MANDAMIENTO BÍBLICO
No Robarás, No hurtarás
Éxodo 20:15, Levítico 19:11 y Deuteronomio 5:19
No extorsionen a nadie, ni calumnien; y estén contentos con su salario, Lucas 3:14b.
No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás, No retendrás el salario del tu trabajador en tu casa hasta la mañana, Deuteronomio 19:13;
Maldito todo el que robe el terreno a su prójimo...Deuteronomio 27:17.
Preocupantemente, el robo es algo que se ha hecho frecuente entre la gente de hoy, a muchos les importa el daño que ocasionan arrebatando las pertenencias de otros, robar la dignidad y el buen nombre de buenos ciudadanos con sus chismes, mentiras, falsas noticias y críticas nocivas, tampoco les importa a muchos sacar provecho con el trabajo y el esfuerzo de los demás, haciéndose pasar como dueños o creadores de algo que nos les pertenece porque no lo han ganado ni trabajado. No hurtarán, no engañarán, ni se mentirán unos a otros. Levítico 19:1.
Básicamente se ha entendido este mandamiento como el NO
apropiarnos de algo que le pertenece a otra persona y que no deberíamos tener
problemas en la vida, si tan solo respetamos lo ajeno y pedimos permiso a su
dueño si lo necesitamos, pero este mandamiento no se queda ahí, es muy amplio y ocupa todas las áreas de la vida humana y sus relaciones, va mucho más
allá, Dios quiere que seas honrado en todos tus hechos y en todos tus
negocios. Obra suya son todas las pesas de la bolsa, Proverbios 16:11 y 11:1; ser correctos, sinceros y honrados es
hacer justicia.
El octavo mandamiento es el más interesante de todos, porque
contiene a todos los demás, ¿por qué? Porque asesinar o matar es robarle la
vida a otra persona, adulterio es robarle el cónyuge a otra persona, codiciar es la intención de robar la propiedad ajena, algo que le pertenece a otro, dar falso testimonio
es robar el honor a otro semejante, idolatría es robarle la honra y la gloria que solo le pertenece a Dios, y así sucesivamente. No robar es tan amplio que involucra NO secuestrar ni hacer tráfico de vidas humanas. Cumplir este mandamientos nos hace personas confiables y libres. Porque YO el SEÑOR que amo el Derecho, odio el latrocinio y la falsedad en las ofrendas. Les daré la recompensa conforme a sus hechos. Isaías 61:8.
No robarás es el único mandamiento que está abierto a toda acción
humana, los demás mandamientos son específicos, como amar a Dios, honrar a los
padres, no quitarle la vida a un semejante, la prohibición del adulterio en los
casados, etc. Pero este mandamiento que prohíbe robar y hurtar, no está
específico acerca de lo que no se debe robar. Este mandamiento está
generalizado para que no tomemos nada que no nos pertenezca y sea de propiedad
de otra persona, lo cual significa que:
1. Aunque siempre se ha entendido, NO ROBAR como simple no hurtar o no
arrebatar una cosa que le pertenece a otro, lo que manda primeramente
el Octavo Mandamiento es: No robarse a otro ser humano, eso significa que NO debe existir ni permitirse el secuestro porque con ello se roba la libertad y la vida a las personas. El que secuestre a una persona, ya sea que la venda o la tenga en su poder, ciertamente morirá. Éxodo 2:6.
Aunque muchas personas critican y argumentan contra lo que dice la biblia, valga la ocasión aclarar que la
esclavitud a la que se referían las Escrituras en la antigüedad, era el servicio doméstico por contrato, donde la propia persona se negociaba con otra para hacer tareas de la casa como pago de una deuda que era imposible de saldar; lo cual no tiene absolutamente nada que ver con el secuestro, el rapto o trafico de personas y que Cristo ya nos ha hecho libres. Porque
sabemos que la ley no fue dada para los justos, sino para los transgresores y
desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos,
para los parricidas y matricidas, para los homicidas. Para los fornicarios,
para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y los que
juran en falso, y para cuantos se oponen a la sana doctrina, 1 Timoteo 1:9-10.
.2. El segundo aspecto de este Octavo Mandamiento es el sentido
sagrado que debemos darle a la propiedad ajena. Dios prohíbe robar, o
apropiarse ilegalmente y peor aún expropiando las posesiones y bienes raíces de otros, de lo cual se desprende el Derecho a la propiedad privada que protege la libertad de poseer tierras, ganado, inmuebles y objetos de valor, derecho que permite crear empresas que compran y venden decentemente, con libertad, legalidad y confiabilidad, algo muy diferente a quitar algo a la fuerza y por medios corruptos y tiranos. Un régimen totalitario y dictatorial está violando y haciendo caso omiso al Octavo Mandamiento, cometiendo delito, atropello e injusticia social pasando por encima de las ordenanzas de Dios y del Derecho a la Propiedad Privada. Al final todas las naciones conquistadas, se burlarán del que las conquistó robándolas y dirán: !Ay de ti que te has hecho rico con lo que NO te pertenece! ¿Hasta cuándo seguirás amontonando riquezas mal habidas con lo que no es tuyo? Habacuc 2:6. Cuando
alguno hurta un animal, lo degüella y lo vende pagará cinco veces, pero si el
ladrón fuera hallado con el hurto vivo en la mano, pagará el doble…Éxodo 22:1-4.
Dios juzgará a todos
aquellos que se creen terratenientes dueños de la tierra, de las propiedades y
la vida de la gente, que ha obligado en su territorio a trabajar para un estado cruel, corrupto y tirano que
enriquece a unos pocos y empobrece a la mayoría; esa es la mentalidad socialistas, marxista, comunistas y corrupta que destruye la propiedad privada, robando,
expropiando y usurpando lo que no trabajaron ni lucharon para ganarlo y tenerlo
honradamente. Esta clase de violación al mandato de Dios y al Derecho de Propiedad lleva implícito el robo grosero, no solo con los bienes materiales, sino con los bienes y propiedad intangible de la libertad personal; los delincuentes cercenadores de vidas serán enjuiciados por el robo
masivo de vidas y genocidio de seres humanos que solo le pertenecen al Creador y salvador. Así ha
dicho Jehová el Señor: ¡Basta ya, oh gobernantes! Dejen la violencia y la
rapiña. Hagan justicia y pórtense honradamente; quiten las imposiciones de
sobre mi pueblo, dice Jehová el Señor, Ezequiel 45:9.
3. El tercer aspecto importante del Octavo Mandamiento, NO Robarás,
establece el respeto por las cosas NO materiales o intangibles que poseen las
personas tales como la reputación, el buen nombre, la dignidad, la identidad,
la confianza y su don intelectual y creativo, que en los escritos y la
música se llaman Derechos de Autor con el delito llamado plagio..Jeremías 23:30, Eclesiastés 7:16.
a) Cuando se difama y calumnia, se roba el buen
nombre de una persona, una familia o una empresa y hasta una nación, con falsedad, chismes y rumores mal intencionados, esto es algo infame y muy destructivo porque el buen nombre y la reputación es casi
imposible de restaurar por completo, pues siempre quedará algo en duda y entredicho. La calumnia está entre los más altos agravios que anotan los mandamientos y que Dios condena. Proverbios 6:16-19.
El Señor aclara que solo los justos podrán habitar en su presencia: El que
anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón. El que no
calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo, ni admite reproche alguno
contra su vecino…El que aun jurando en daño propio, no por eso cambia, quien su
dinero no dio a usura, ni contra el inocente admitió cohecho, el que hace estas
cosas no resbalará jamás, Salmos 15.
c) Otro aspecto de Robar es traicionar la confianza, lo que comúnmente llamamos, abuso de confianza, haciendo uso del engaño y la extralimitación de saberes y conocimientos específicos dentro de una labor desempeñada; robar es también vender algo a alguien cuando ha sido adquirido fraudulentamente y con mentira, y a sabiendas que es un producto imitado, defectuoso o que no funcionar como se presume. También Robar es cuando se manipulan y engañan los sentimientos de otra persona intentando obtener algún beneficio personal o sexual. Que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, 1 Tesalonicenses 4:6a.
d) En la propiedad intelectual y escrita también hay robo cuando se extraen copias y se duplican libros o documentos de un original, sean programas, libros, escritos de estudios, informática, música y
películas que contienen un copyright y se emiten sin el debido permiso de su dueño, lo que normalmente denominamos
plagiar, eso es robo. YO estoy contra aquellos profetas que se roban los mensajes unos a otros y mienten diciendo que provienen de Mi. Jeremías 23:30.
A quienes violan este mandamiento se les llama ladrones, delincuentes y malhechores, debemos tener muy claro que la
Biblia habla específicamente del castigo para esta clase de personas, Ni los
ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los
estafadores, heredarán el reino de Dios, 1 Corintios 6:10. Este texto bíblico
menciona la lista de transgresores del Octavo Mandamiento: Los
ladrones, los avaros, y los estafadores entre otros, nos advierte que no debemos juntarnos con esta
clase de personas que ya están condenados si no se arrepienten y abandonan
su maldad, 1 Corintios 5:10. Advierte el Señor: ¡Ay
de ti que saqueas y nunca fuiste saqueado; que haces deslealtad, bien que nadie
contra ti la hizo! Cuando acabes de saquear, serás tú saqueado; y cuando acabes
de hacer deslealtad, se hará contra ti, Isaías 33:1.
El Octavo Mandamiento cobra importancia porque al violarlo se comete injusticia, es un mandato para que se vea desde los gobiernos para que dejen de ser corruptos, que NO usen el tráfico de influencias, el abuso de autoridad y dejen de emitir leyes impías para cometer injusticia; que dejen de enriquecerse desmedidamente robando los tesoros públicos del pueblo y explotando a su arbitrio los recursos de su nación. Porque se ha vuelto "normal," robar, hurtar, estafar, traficar, cometer usura, y usurpar el derecho de
propiedad cuando a miles de personas se les negocia indebidamente su terreno porque se va a construir una carretera, se va extender el urbanismo, y en muchos casos se apoderan a la fuerza de los terrenos con el engaño y la estafa, ellos serán enjuiciados por
el mismo Dueño de la tierra, Dios, porque La tierra es de Dios y
Él ha dado a muchos el poder de ganarla con su trabajo y su esfuerzo, Salmos
24:1 y 1 Corintios 10:26.
Robar, hurtar y expropiar lo que le pertenece a otros deja ver el espíritu inmundo de codicia y
avaricia que quiere aprovecharse de lo que NO le pertenece, pero esos ladrones no llegarán lejos y nunca estarán
satisfechos con lo que roban pues siempre van a querer más para engrosar su perversa y mal sana avaricia, La sanguijuela tiene dos bocas que chupan, la una dice dame y la
otra, dame más, Proverbios 30:15.
El robo en todas sus formas, es la sanguijuela de la sociedad, el pecado de injusticia que genera violencia, odios, guerras e inseguridad. ¿De dónde
vienen las guerras y los pleitos entre ustedes? ¿No es de sus pasiones, las cuales
combaten en sus miembros? Codician, y no tienen; matan y arden de envidia, y no
pueden alcanzar; combaten y luchan, pero no tienen lo que desean, porque no
piden. Santiago 4:1-2.
Toda la violencia y las guerras que hay sobre la tierra son causa
de la maldad egoísta y cruel sea por poder o por riquezas y
posesiones. Lo lamentable de esto, es que todo ladrón de vidas y de cosas,
siempre está armado y dispuesto a asesinar para apoderarse de algo, sin importarle que genera dolor, muerte y prisión, fue por eso que desde la antigüedad Dios puso límites al ser humano para tener una vida sana y en paz, Éxodo
22:2-3.
La corrupción también roba con los fraudes electorales que alteran la verdad y la realidad de las votaciones que deciden el destino de una nación favoreciendo a gente sin escrúpulos, que ni conocen a Dios y carecen del sentido de justicia; Dios condena estas
prácticas malsanas y torcidas y tarde o temprano cada uno recibirá su juicio. Es triste ver cómo el justo debe luchar contra
el corrupto fraudulento que usa la trampa y el soborno robando la verdad, la paz y la libertad de los buenos ciudadanos, esto es franca agresión al prójimo y a toda una
nación. La Biblia advierte al justo: Aparta del servicio de gobierno al malvado, y tu nación se afirmará en justicia. Proverbios 25:5. Limpio te mostrarás para con el limpio. Y severo e implacable serás para con el perverso. Salmos 18:26.
Dios provee el antídoto y la promesa al hombre recto y justo, El que
camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencia,
el que sacude las manos para NO recibir cohecho, el que tapa sus oídos para NO oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para NO ver cosa mala; ése
habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le
dará su pan, y sus aguas serán seguras, Isaías 33:15-16, pero al violador de este
mandamiento le ocurrirá totalmente lo contrario para su propia tragedia.
Este mandamiento no se limita sólo al robo entre los humanos, sino
que también se le roba a Dios, ¿Robará el hombre a Dios? Pues
ustedes me han robado. Y dijeron: ¿En qué te hemos robado? En sus diezmos y
ofrendas, Malaquías 3:8-9. Eso sucedió porque la nación que había regresado del exilio
se había acostumbrado a defraudar a Dios en sus sacrificios, con sus ofrendas,
con sus vidas, y con sus dirigentes que no cumplían la ley ni daban buen ejemplo al pueblo
habiéndose acostumbrado al robo, la mentira y el fraude al SEÑOR, no dando a Dios lo
que le corresponde, eso es robo.
Debemos enfatizar que los principios que deben prevalecer entre el
pueblo de Dios son ofrendas y promesas que en muchos casos se dan con
sacrificio, pero debe hacerse alegre y voluntariamente, secreta, regular y
confiadamente de acuerdo a las bendiciones que hemos recibido de Él. Tampoco
debemos olvidar que robar es no pagar los respectivos impuestos al Estado,
hacer negocios fraudulentos, no pagar las deudas, no devolver el dinero que sacamos prestado, o cobrar más de lo que se debe cobrar por un artículo o un
servicio, eso es usura y agiotaje que tanto Dios como el Derecho condenan, castigan y sancionan si no se restituye, pero lo triste es que que a los usureros de ayer, hoy los llaman banqueros. Si le prestas dinero a alguno de tu pueblo, a los que son pobres entre ustedes, NO SERÁS USURERO con él; no le cobrarás interés, Exodo 22:25. No cobrarás interés sobre interés, a cualquier cosas que pueda ser prestada. Deuteronomio 23:19
Por último, el Octavo Mandamiento, NO Robar, no hurtar también
está dirigido al cohecho, es otra forma de robo considerado por las leyes
humanas como delito, es decir, la tajad, la mordida o soborno de los funcionarios corruptos públicos o privados que ofrecen y reciben prebendas económicas, dinero, dádivas en especie y beneficios personales, aprovechándose de su autoridad y posición en un cargo, eso es condenable no solo por Dios sino por las leyes del hombre que deben cumplirse. ¡Ay de los
que justifican al impío mediante cohecho, y al justo quitan su derecho!, Isaías
5:23. El
violador de este mandamiento es transgresor y maldito ante Dios, No
engañarán, ni mentirán el uno al otro, porque con eso se profana el nombre el
Señor, Levítico 19:11-13. Y maldito es con maldición el que
acepta el fraude y el soborno, Deuteronomio 27:25.
Señor, gracias
te damos porque siempre nos das lo suficiente, lo que realmente necesitamos,
perdónanos cuando nos volvemos esclavos del tiempo y del trabajo, por amor al
dinero, robando el tiempo que debe ser destinado para estar en tu presencia y
agradecerte por tu fidelidad, infinito amor y misericordia. Ayúdanos a ser
honrados en lo grande y en lo pequeño, para que podamos recibir de ti, las
promesas y favores que tienes guardados para quienes te aman, te siguen y te
obedecen, en el nombre de Jesucristo de Nazaret, amén.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
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