QUINTO MANDAMIENTO BÍBLICO
Honra a tu padre y a tu madre
Honra a tu padre y a tu
madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y
para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da, Deuteronomio
5:16 Y Éxodo 20:12.
Cada
uno de ustedes debe reverenciar a su madre y a su padre…Levítico 19:3. El que
maldiga a su padre o a su madre, su lámpara se le apagará en la más densa
oscuridad, Proverbios 20:20 y Levítico 20:9; Maldito todo el que deshonre a su padre o a su madre...Deuteronomio 27:16.
Hablar del quinto mandamiento bíblico es hablar de la familia,
honrar a los padres es respetarlos, dar buena opinión y amar con admiración a nuestros padres dándoles el lugar de autoridad que les corresponde en el hogar, este es el mandamiento
que nos enseña la forma correcta de tratar a aquellos que Dios usó para traernos a este mundo, y si lo obedecemos, recibiremos la
promesa de una vida larga y próspera; la esencia de este mandato es el amor a papá y mamá mediante la obediencia que proyecta respeto en sujeción, lo cual redundará con las
demás autoridades que tengamos que enfrentar fuera del hogar.
Practicar este mandato divino es celebrar la maternidad y la paternidad con relaciones de afecto y confianza entre padres e hijos, para luego sabernos manejar con nuestros semejantes; esto, porque las buenas, y
adecuadas relaciones personales empiezan en el seno del hogar. Atender, respetar y obedecer este mandato, marcará la calidad del comportamiento social que se tenga en comunidad; la
honra y el respeto benefician profundamente el estilo de vida de las personas,
las familias y la sociedad en general. Para que este mandamiento se haga visible, depende
también en gran medida del rol y ejemplo que los padres ofrezcan a sus hijos. De la misma manera que los
hijos vean que sus padres se tratan y se relacionan entre sí y los suyos, de igual forma harán ellos con sus padres y las personas de afuera; el respeto se gana, no se impone, por lo tanto, los padres deben dar para lo mejor de sí, para poder exigir y recibir de sus hijos, los padres son la primera escuela de
sus hijos, y el quinto mandamiento es la base para:
1. Aprender Autoridad y sujeción, Corrige
a tu hijo mientas aún pueda ser corregido; pero procura hacerlo sin causarle
daño con el castigo, Proverbios 19:18. Este mandamiento se lleva a cabo con la enseñanza y la corrección sobre la base del amor y la autoridad respetuosa como lo hacía Jesús:
Porque Jesús les enseñaba con la autoridad que lo revestía, y no como los
escribas, Mateo 7:29, El ejemplo de autoridad que nos dejo Jesús fue desde su posición
de Hijo de Dios que sometió su voluntad obedeciendo reverentemente al
Padre; de igual manera los hijos deben asumir su posición dependiente de los padres que han sido facultados por Dios para guiarlos, educarlos y corregirlos con disciplina para formar responsablemente las vidas de sus hijos.
Los
padres no pueden perder de vista los límites del castigo adecuado que no hiere ni lastima, sino que se hace sobria, serena y amorosamente para no causar daños físicos ni morales a los
hijos, que se corrigen desde muy temprana edad. Los padres como modelo de
autoridad, deben enseñar a sus hijos el amor y la reverencia a Dios, así los pequeños aprenderán a ver a su Creador con honra y devoción; luego aprenderán también
con los maestros de la escuela, la iglesia, y las autoridades civiles. A la luz
de la Palabra, el respeto a la autoridad y la obediencia a las leyes empieza en casa, son principios que benefician la paz interior, las buenas relaciones y el orden social.
Todos deben someterse a las personas que ejercen la autoridad. Porque toda
autoridad proviene de Dios, y las que existen han sido puestas por Él, Romanos
12:1.
La autoridad que reciben los padres de parte de Dios, viene
acompañada de responsabilidad para instruir a los hijos en todo lo
bueno, todo lo honesto, todo lo recto, todo lo puro y todo lo que es de buena
conducta; esa autoridad se relaciona con el hecho de ser un modelo que
estimule el buen comportamiento y el crecimiento personal adecuado
de cada hijo, lo cual incluye, permisos y prohibiciones dentro de situaciones que
tengan el objetivo de hacerlos crecer rodeados de bienestar moral, espiritual y
emocional, todo buen padre corrige a su hijo, Hebreos 12:7.
2. Amor, corrección y consideración,
Porque el Señor disciplina al hijo que ama, como un padre corrige a su hijo que
quiere, Proverbios 3:12. Una crianza basada en la corrección amorosa y considerada protege la integridad de los hijos desde muy pequeños; mientras los hijos están
bajo el techo paterno deben sujetarse a papá y mamá, incluso cuando los hijos ya son adultos, tienen el deber de respetar las normas y opiniones de los padres hablándoles con consideración y cariño; también honrar a los padres es cuidarlos cuando ya son ancianos puesto que ellos ya son mayores y no tienen las fuerzas ni capacidades como cuando nos estaban criando. Los
padres serán autoridad para los hijos hasta el último día de su vida.
Los padres son merecedores de toda la atención y afecto de sus hijos, a
ellos se les debe mucho, por lo tanto son dignos de ser recompensados por los
hijos, como recompensa a todo el desgaste de vida en los años de sacrificios, entrega, dedicación, amor y bienestar
que prodigaron incondicionalmente a sus hijos; los padres son
dignos de todo el cuidado amoroso que podamos darles, por todo el apoyo vital, atención y esmero que dedicaron a sus hijos.
Atiende a tu padre, que te engendró; y no desprecies a tu madres cuando sea
anciana, Proverbios 23:22.
Los padres, adultos mayores, así como los abuelos requieren de toda
nuestra enteresa, ya sea económica, emocional o física. Como la familia es la base de
la sociedad, las familias sanas y estrechamente unidas formarán
sociedades y naciones fuertes, emprendedoras y temerosas de Dios, Inclínate ante las canas y honra al anciano, Levítico 19:32.
La biblia es el manual por excelencia, para enseñar normas básicas de
urbanidad y comportamiento a los niños y los jóvenes, que hoy más que nunca deben practicar; con urgencia los padres, abuelos y educadores debemos ocuparnos en ello para dejar un legado de
vida, orden, libertad y espiritualidad a las generaciones venideras.
3. Rol
de padres en la crianza de los hijos, Corrige a tu hijo y podrás vivir
tranquilo, la disciplina te dará muchas satisfacciones, Proverbios 29:17. La
capacidad de los padres para desempeñar su función progenitora se desprende del conocimiento que tengan de Dios, pues nadie nos enseña a ser padres, lo
aprendemos en el camino; por lo tanto, de la fe obediente y la devoción a Dios, los padres tendrán éxito en la crianza de sus hijos, pues la autoridad divina estará plasmada en sus corazones. La biblia enseña e instruye en cuanto a levantar hijos rectos e íntegros con una crianza basada en los principios de Dios, los
padres que aman a Dios por encima de todo, su hogar gozará de orden y bienestar, Busquen primero
el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas les serán añadidas, Mateo
6:33. Solo cuando los padres creen y atienden los principios bíblicos
podrán formar hijos temerosos de Dios e íntegros en su vida.
Los padres y los hijos deben apartar tiempo de calidad para dialogar amenamente
con dignidad y respeto mutuo, allí habrá oportunidad de compartir el amor a Dios, y la honra mutua tratándose bien los unos a los otros, sabiendo expresar los sentimientos, y manejando adecuadamente las actitudes
y emociones; La reunión en familia permite que tanto padres como hijos aprendan a conocer y respetar la manera de pensar y opinar de los integrantes ante
diferentes situaciones. Los padres que cultivan la oración, el altar familiar y
el estudio bíblico con sus hijos, estarán forjando personas virtuosas con grandes principios y valores que agraden el corazón de Dios, afirmen la familia y sean parte en la
solución de problemas, porque los padres son los primeros maestros en el àrea espiritual
y moral de las nuevas generaciones apoyados en la justicia de Dios, guardando armonía y balance, No escatimes la disciplina; si lo castigas con vara, no morirá, Proverbios 23:13.
Instruye al niño en su camino y aunque sea viejo no se apartará de tus
enseñanzas, Proverbios 22:6.
Si los
padres honran a Dios, los hijos a su vez lo harán con sus padres y demás autoridades, vivirán este quinto mandamiento con mayor facilidad, porque ha sido un trabajo en equipo. Si los
pequeños ven que sus padres muestran devocion a las cosas de Dios y respetan su palabra, ellos seguirán sus
huellas, Los ancianos deben ser sobrios, dignos, prudentes, sanos
en la fe, en el amor y en la perseverancia, Tito 2:2.
Los padres deben entender y asumir su papel de guías personales,
espirituales e integrales de sus hijos. Los niños, y en especial los jóvenes en
temprana edad, necesitan de reconocimiento, atención, compañía, elogios y
afecto para formarles una identidad definida y un sentido de pertenencia familiar al grupo social al que pertenecen sus padres.
4. El Respeto y la responsabilidad. Porque si alguno no
provee para los suyos, especialmente para los de su casa, ha negado la fe y
viene a ser peor que un incrédulo, 1 Timoteo 5:8. Padres no hagan enojar a sus hijos, por la forma en
que los tratan. Mejor críenlos con el amor, la disciplina y las instrucciones
que provienen del Señor, Efesios 6:4. Es imperativo el respeto mutuo entre padres
e hijos, los padres que no abusen de la autoridad y los hijos que no sean
rebeldes. Padres que son tiranos hacen que los hijos les pierdan el respeto, les
provocan miedo y enojo haciendo que los hijos se guarden todo, callen y se aislen, no
aceptando los consejos parternos, sino ignorándolos.
Tanto el abuso de autoridad como la rebeldía quebrantan el quinto
mandamiento y hacen que la familia se desintegre. Los hijos rebeldes se roban a
sí mismos la promesa de tener larga vida en la tierra.
El hijo sabio acepta la corrección del padre; el insolente no hace caso de la
reprensión, Proverbios 13:1.
Honrar a los padres es un mandamiento para toda la vida, que se lleva acabo con obras y palabras. En muchos casos, los hijos se van del
hogar, los padres se quedan solos, abandonados y ni siquiera reciben una llamada de sus
hijos, sólo se acuerdan de ellos cuando necesitan algo o están en problemas,
esto es deshonra a los padres, y Dios condena esa actitud de ingratitud de los
hijos hacia los padres ,
Pero si una viuda tiene hijos o nietos, ellos son quienes primero deben
aprender a cumplir sus obligaciones con los de su propia familia y a
corresponder al amor de su padres, porque esto agrada a Dios, 1 Timoteo 5:4.
El
Señor quiere que el padre sea honrado por sus hijos, y que la autoridad de la
madre sea respetada por ellos; honrar a los padres echa raíces firmes de
unidad, estabilidad y cariño que mantienen junta y unida a la familia,
Una persona puede ser vencida, pero dos ya pueden defenderse mejor; y si tres
unen sus fuerzas, ya no es fácil derrotarlas, Eclesiastés 4:12.
Dios
estableció este mandato porque sabía bien de los abusos y excesos entre unos y otros empezando desde el hogar; Él Dios de
amor, de orden y justicia aborrece la violencia y no admite excusas ante la arbitrariedad de los tiempos
actuales que claman con urgencia poner fin a la guerra, la agresividad y la
incapacidad para llevarnos bien unos a otros empezando desde la familia. Debemos aprender a convivir en paz
y armonía en todos los ámbitos y aspectos de la vida para poder disfrutar de relaciones
interpersonales amables, afectuosas, maduras, estables y duraderas dentro de un ambiente de bendición
y presencia de Dios, Con la ayuda de Dios haremos grandes
cosas; ¡Él aplastará a nuestros enemigos, Salmos 60:12.
5. Buenas relaciones interpersonales. Así
mismo, ustedes los más jóvenes, estén sujetos a los mayores; y todos, revístanse
de humildad en su trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios, pero da
gracia a los humildes, 1 Pedro 5:5. El éxito y progreso de buenas
relaciones interpersonales comienza en casa; es allí donde aprendemos a amar,
ser responsables, respetuosos, obedientes, considerados, y sabios para manejar nuestra conducta
y comportamiento frente a los demás. Del trato que tenemos entre padres e hijos
y los hábitos que forjemos en el hogar, dependerán nuestras relaciones sociales fuera de casa; el carácter que gobierna las emociones, se
empieza a formar desde la infancia, Enseña
la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende y exhorta
con mucho paciencia e instrucción, 2 Timoteo 4:2.
Es en los
primeros años de vida que se forman los hábitos y las costumbres que en la edad
adulta marcarán nuestro estilo de vida y las actitudes frente a los
demás; desde niños debemos aprender principios básicos de respeto y obediencia
a la autoridad, ayudar al necesitado y depender de Dios, lo cual nos permitirá
vivir a plenitud, hasta donde sea posible, con la comunidad, Jesús crecía en sabiduría y estatura,
y gozaba del favor de Dios y de los hombres, Lucas 2:52.
La grandeza de la sabiduría de Dios es impresionante, los primeros
cuatro mandamientos nos enseñan a relacionarnos con Él; a partir del quinto
mandamiento, Él nos enseña a relacionarnos unos a otros. El quinto mandamiento es
la primera guía a la sujeción apropiada con quienes tienen autoridad y
facultad de enseñarnos y dirigirnos, Hijos obedezcan a sus
padres. Ustedes son de Cristo, y eso es lo que les corresponde
hacer. El primer mandamiento que va acompañado de una promesa es este:
Obedezcan y respeten a su padre y a su madre. Así les irá bien, y podrán vivir
muchos años en la tierra, Efesios 6:2-3.
Cuando los niños interiorizan este mandamiento, podrán establecer
patrones apropiados hacia las normas y leyes humanas, al mismo tiempo aprenden
a obedecer los principios y fundamentos de la palabra de Dios de manera
correcta y organizada. Honrar, apreciar, respetar y considerar a los padres,
nos permite crear otros hábitos sabios de manera natural para evitarnos problemas
en la edad adulta, Educa a tu hijo desde niño, y aun cuando
llegue a viejo seguirá tus enseñanzas, Proverbios 22:6.
Este importante mandamiento es de validez universal: Respeten
a todos, teman a Dios, honren a los miembros de la iglesia, y respeten a los
gobernantes, 1 Pedro 2:17. Todo esto se logra desde que los hijos son bebés, pirque el aprecio a
la familia y el respeto a la autoridad son básicos. Dios encomendó directamente a
los padres el importante deber de educar y formar a los hijos con su herencia
bíblica, Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma,
Proverbios 29:17. La Biblia está llena de buenos consejos para que padres y los hijos
aprendamos lo mejor para la vida.
4. Actitud frente a la palabra de Dios. Honrar a los padres es directamente proporcional a la honra a Dios, cuánto los hijos han visto en sus padres con relación a Dios y su
palabra eso harán, Ustedes por sus tradiciones violan el mandamiento de Dios que
dice: Honra a tu padre y a tu madre, y cualquiera que hable irrespetuosamente a
sus padres tendrá que morir. Sin embargo les parce bien cuando alguno dice a
sus padres; lo siento no los puedo ayudar, porque he jurado darle a Dios lo que
les hubiera dado a ustedes, así ustedes son hipócritas y anulan la palabra de
Dios, Mateo 15:3-5-
El Quinto mandamiento nos enseña a poner límites entre la
autoridad divina y la autoridad civil dando al César lo que es de César y a
Dios lo que es de Dios, no niega la autoridad, sino que la afirma. Amén.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
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