Te exaltaré mi Dios, mi Rey, y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre, cada día te bendeciré, y alabaré tu nombre eternamente y para siempre. Samos 145:1-2.
Solo Dios es digno de ser adorado, pero muchos en el mundo se ufanan de ser grandes debido a la soberbia y falta de humildad que no reconoce, no valora ni aprecia lo que es Dios, esto ha sido un gran problema para que la sociedad alcance mayores niveles de progreso desde lo espiritual, según el propósito de Dios; adorar es un estilo de vida humilde cuando somos espirituales y le damos el lugar que le corresponde a Dios, dejando de lado al mundo gobernado por un príncipe arrogante, que con soberbia hace que el hombre se adore así mismo y se envanezca con el deseo de poder y riquezas, lo que hace que el común de la gente sea indiferente ante la grandeza de Dios para darle la honra que solo Él merece; pero todos debemos reconocer que Dios es Dios, que como Padre nos ayuda y cuida en la entrada y la salida, que como SEÑOR, nos ha salvado, y como amigo, su Espíritu es la brújula que no nos deja perder el rumbo, debemos alabar a Dios con acciones de gracias y exaltando su nombre en la misma forma como respiramos. Cada día te bendeciré, y alabaré tu nombre, eternamente y para siempre. Salmos 145:2.
Todos los que han alcanzado lugares preponderantes, sean gobernantes, religiosos, empresarios, científicos, profesionales, pastores y toda clase de personas notables, han sido vencidos por la codicia de querer ser aclamados, aplaudidos y reconocidos, queriendo ser el centro de atención en muchos momentos de la historia, sin importar lo bueno que destruyen a su paso, y han perdido su propia conciencia, su vida y hasta su alma. Así que si deseas saber en realidad, quiénes son determinadas personas, dales poder, y lo sabrás. Porque el enemigo siempre ha estado interesado en destruir vidas y llevar miles de almas con él al infierno, por eso engaña a muchos con la soberbia, el poder y las riquezas, pues el hombre en su pecado, todo le ha cedido al adversario, y él sabe que todo eso le pertenece solo a Dios. Grande es YHVH, y digno de suprema alabanza; y su grandeza es inescrutable. Salmos 145:3.
Este maravillo Salmo 145, nos enseña que generación tras generación debe adorar a Dios a cada paso, celebrando las maravillas y el señorío de Dios, valorando y proclamando que solo Él es el Dueño de toda adoración, y digno de ser alabado por sus criaturas con respeto y temor, por lo que Dios es y representa; solo Dios hace cosas extraordinarias y asombrosas a favor del hombre y las criaturas por Él creadas; esta es la razón por la cual este Dios grande y majestuoso, pero a la vez amoroso y justo, nos ordena adorarlo siempre conociendolo en su palabra, para ser alabado de niños, jóvenes, adultos y ancianos, generación tras generación, debe recordar quien es Dios y lo ha hecho por salvar la raza humana para liberarnos del ladrón homicida y mentiroso. Generación a generación celebrará tus poderosas obras, y anunciará tus majestuosos hechos. Salmos 145:4.
Es nuestra responsabilidad mantener un estilo de vida que adore y reverencie a Dios, con temor y temblor, porque su grandeza no tiene límites, su amor no tiene comparación, sus obras son preciosas y nos bendice cada día; en esto debemos meditar para conservar nuestra amitad y relación personal con el SEÑOR en humildad de espíritu; progresemos no con ansias de poder y riquezas, para ser admirados y aclamados como caudillos, sino para ser más sencillos y humildes, gozosos de andar con Él, obedeciendo su palabra y mostrarlo en nuestra manera de vivir que realmente adoramos a Dios porque lo amamos; una forma de reverenciar y adorar a Dios es con el buen comportamiento que mostramos, coherente con nuestra fe, lo que nos gana el respeto, y hace que todos juntos adoremos a Dios con lo que hacemos. En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, y en tus hechos maravillosos meditaré. Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, y yo publicaré tu grandeza. Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, y cantarán tu justicia. Salmos 145:5.
Si quieres que la gente sea justa contigo, empieza tu por ser justo con todos, que te busquen para ser consultado por tu sabiduría, humildad en tus logros y sencillez en tu conocimiento de Dios, que tu alabanza sea el resultado de tu vivencia personal con nuestro Hacedor, que sea por ser dignos representantes del SEÑOR Jesús, que sea por hacer todo con amor y con el deseo de dar la gloria a Dios, ayudando a otros de manera incondicional, tal como Dios lo ordena en su palabra; que si hablamos sea con la verdad, si testificamos que sea con el ejemplo, y si compartimos, que sea en el amor de Dios para gloria de su nombre. Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, y yo publicaré tu grandeza. Proclamaremos la grandeza de tu inmensa bondad, y cantaremos tu justicia. Salmos 145:6-7.
Dios, a pesar de nuestras debilidades y pecados, no nos olvida, no nos abandona, y siempre que oramos, Él nos atiende y responde, porque su justicia y su amor son eternos y nunca cambian; Él siempre está dispuesto a perdonarnos y darnos nuevas oportunidades cuando le fallamos, ¿acaso por esto y mucho más, no es Dios digno de toda nuestra adoración y agradecimiento? Clemente y misericordioso es Dios, lento para la ira y grande en misericordia. Bueno es el Gran YO SOY para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras. Salmos 145:8-9.
Si somos esos adoradores que Dios quiere formar, si somos esos seres humanos mansos y humildes como Jesús, aprendiendo más de Él y su palabra, entonces que nuestra vida sea una continua adoracion y alabanza a Dios, porque adorar, alabar es parte del temer a Dios, adorar y alabar con reverencia a Dios son el antídoto que nos libera del deseo desmedido de querer ser adulados por el mundo y que no caigamos en el embrujo de la soberbia y el poder malsano de las riquezas; todo lo que Dios nos ordena y enseña, tiene razón de ser, por eso nuestra fe debe verse reflejada en humilde obediencia y sometimiento a Dios, para que huya el enemigo. Te alaben, oh YHVH, todas tus obras, y tus santos te bendigan. La gloria de tu reino digamos, y hablemos de tu poder, para hacer saber a los hijos de los hombres tus poderosos hechos, y la gloria de la magnificencia de tu reino. Tu reino es reino de todos los siglos, y tu señorío en todas las generaciones. Salmos 145:10-12.
Cuántas veces el hombre le ha fallado a Dios y le sigue fallando a su SEÑOR y Dios Creador, sin embargo, nuestro buen Abba como Padre nos sigue sosteniendo con alimento a su tiempo, Él siendo Dios se hizo humilde mortal para venir a salvarnos y darnos ejemplo con el fin de que sigamos los pasos de Jesús; no nos cansemos de alabar y adorar a nuestro poderosos Dios porque veremos recompensa; Él es digno y magnifico, su nombre tiene poder cuando se nombra con reverencia, y ante Él debe doblarse toda rodilla arriba en los cielos, y aquí abajo en la tierra. Sostiene Yahvé todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos. Los ojos de todos esperan en Ti, y tus les das su comida a su tiempo. Abres tu mano, y colmas de bendición a todo ser viviente. Justo es Dios en todos sus caminos; y misericordioso en todas sus obras, Salmos 45:14-17.
Creo sin temor a equivocarme, que aunque el rey David falló y se equivocó muchas veces, llegó a ser gran guerrero y buen gobernante, porque era un adorador de tiempo completo, un hombre d3 humilde de corazón que danzaba y alababa al Eterno porque lo valoraba y apreciaba su grandeza, sin importar lo que dijera la gente; por eso mereció ser llamado el dulce cantor de Israel; él oraba y buscaba el rostro de Dios, porque lo amaba, y si fallaba se postraba de rodillas, reconocía su pecado, lloraba y pedía perdón a su SEÑOR; David siempre guardó temor reverente y respetuoso al Dios de Israel, se propuso ser fiel, consultaba a Dios y seguía sus consejos divinos, por eso también el Buen Abba Padre lo rodeaba de servidores fieles y aguerridos soldados como el mismo David; el Varón de guerra estuvo siempre al lado de David y le ayudó a alcanzar grandes victorias haciendo progresar su reinado. Cercano está el Gran YO SOY a todos los que lo invocan, a todos los que lo buscan de corazón. Cumplirá el deseo de los que le temen; oirá así mismo el clamor de ellos, y los salvará. El eterno Dios guarda a todos los que lo aman, pero destruirá a todos los impíos. Salmos 145:18-20.
David siendo rey, jamás dejo de adorar y alabar al SEÑOR, se deleitaba en reconocer la grandeza y superioridad de Dios en todas sus campañas, eso lo ayudó a considerarse muy pequeño para mantener una actitud humilde y de servicio, precisamente este Salmo es autoría del rey David, considerado el primero entre seis salmos triunfantes; hasta hoy y por la eternidad es una invitación a adorar, y que toda la humanidad, en especial el pueblo de Dios se convierta en adoradores que reconocen a Dios en todos los aspectos y momentos de la vida, porque Él es nuestro escudo, ayuda y fortaleza; este es el último salmo del rey David dentro de una serie extraordinaria de cantos y alabanzas a Dios. La alabanza al Eterno Dios proclamará mi boca; para que todos bendigan su santo nombre eternamente y para siempre, Salmos 145.
Finalmente, podemos decir que este hermoso Salmo 145, es similar al 119, en cuanto que cada estrofa en cada versículo comienza con una letra del alefato hebreo, empezando con Alef y terminando con Tav, posee 21 versículos, porque omite la letra Nun. Pero todo Salmos 145 es una verdadera revelación de los atributos de Dios, en cuanto a su grandeza, dignidad y clemencia, una forma de disfrute espiritual cantado y para ser leído con devoción con el profundo deseo de exaltar y entronizar a Dios en nuestro corazón. Por eso siempre afirmo, que los Salmos son la mejor herramienta para cantar, adorar, orar y buscar a Dios de manera personal y que nuestro tiempo con Dios, no sea un monólogo, sino una relacion directa entre el Ser Supremo adorado y el verdadero adorador consagrado. Dios cumplirá el deseo de los que le temen; oirá nuestro clamor y nos salvara. Salmos 145 19.
Este es un salmo que nos quebranta y enciende nuestro amor a Dios, observando su gran amor y misericordia al perdonarnos tanto, cuidarnos y bendecirnos, dándonos continuamente una nueva oportunidad cuando le fallamos. El SEÑOR guarda a todos los que lo aman, pero destruirá a los impíos. Salmos 145:20. Observemos que el temor, es decir el respeto reverente a Dios, va unido al amor que sentimos por Él lo cual nos ayuda a recordar nuestra pequeñez ante la prominente majestad del Todopodetoso Dios, y delante de Él siempre debemos ser humildes y serviciales. ¡Gloría a Dios! Amén.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino eterno.
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