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31 mar 2016

ES TIEMPO DE ORAR, CLAMAR Y GEMIR SIN DESMAYAR




LA ORACIÓN ES LÍNEA DIRECTA CON EL CIELO

Y esta es la confianza que tenemos en el Señor, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. Y sabemos que Él nos oye, en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tendremos respuesta a las peticiones que le hayamos hecho, 1 Juan 5:14-15.  Orad sin cesar, 1 Tesalonicenses 5:17.

Miren con diligencia como andan, no sean necios, sino sean sabios, aprovechen bien el tiempo porque los días son malos, Efesios 5:16.

El cristianismo es una forma de vida relacional y personal con Dios, y la oración es el medio más apropiado para mantener esa relación; cuando oramos abrimos nuestro corazón al Señor del universo, y ese hermoso acceso, es a través del nombre de nuestro amado Señor Jesucristo con la dirección y ayuda del Espíritu Santo, nuestro amigo de cabecera.

Cuando oramos no es para contarle a Dios nuestros líos ni carencias porque Él ya las sabe, Antes que clamen, responderé YO; mientras aún hablan, YO habré oído, Isaías 65:24. El propósito de la oración es expresar a Dios con nuestras propias palabras todo lo que hay en nuestra alma, sean necesidades, sufrimientos, alegrías o acciones de gracias. Toda persona que desee comunicarse con el Dueño del universo puede hacerlo de manera directa y eficaz a través de la oración, Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones, 1 Pedro 3:12.

Orar es una forma de dependencia a Dios para permitirle a Él actuar en nuestra vida,  y que Él tome el control de TODO, cuando oramos debemos hacerlo con respeto, reverencia y sentido de adoración; la oración es una expresión de amor a Dios, desde lo más profundo de nuestro corazón; porque uno de los propósitos de la oración es que el Señor haga cambios en la vida personal, familiar, eclesial y social, Clama a Mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces, Jeremías 33:3. Dios siempre está deseoso de revelarnos sus planes y misterios sobre la tierra.

Orar es invocar el nombre del Eterno, Lamentaciones, 3:65; es llamar a Dios, Lucas 11:9; es buscar su rostro, 2 Crónicas 7:14; es encontrarnos en la presencia de nuestro Señor, Éxodo 25:22; es levantar el alma y elevar las manos en señal de rendición y humillación ante su majestad, Salmos 25:1; es llegar hasta el trono del Creador para buscar su voluntad y ceder la nuestra a su señorío y potestad, Hebreos 4:16.

Con la oración tocamos el corazón de Dios y oxigenamos nuestra alma para que se apacigüe nuestro cuerpo y espíritu, llenando todo nuestro ser de paz, fe y regocijo sobrenatural en medio de un mundo natural convulsionado por la maldad del corazón humano. 

La oración debe ser preventiva, por eso no podemos parar de orar, para frenar los dardos de fuego del enemigo, para que se destruyan asechanzas del mundo, malos deseos y planes de los perversos que andan pensando el mal contra otros. Con el poder de la oración todos unidos en Jesucristo podemos frenar el avance de la impiedad, la indiferencia y el desamor que está dividiendo la familia, la iglesia y el mundo entero..

El mandato de Dios es orar y orar, porque siempre hay una urgente necesidad diaria, y si no oramos, estamos pecando contra Dios por desobediencia y negligencia, Así que lejos sea de mí, que peque contra Jehová dejando de orar por ustedes; antes por el contrario, los instruiré en el camino bueno y recto, 1 Samuel 12:23. Si oramos en momentos de dolor, angustia, confusión, enfermedad o cualquier necesidad, estaremos moviendo las divinas manos para sostenernos, defendernos y sanarnos. 

La oración en sí misma tiene propósitos maravillosos:

Reforzar la fe, obtener milagros y respuestas a necesidades, cultivar la comunión y privacidad con Dios, ser obedientes guardando sus mandamientos, glorificar al Padre en el nombre el Hijo, recibir conforme al plan y voluntad de Dios, obtener nuevas fuerzas para no cansarnos, vencer la tentación y toda asechanza maligna, velar, hacer vallado y atalayar en contra de los ataques de las tinieblas y el mundo buscando paz y reposo en Dios a favor de personas, familias, ciudades, países y el mundo entero, Y cualquier cosa que le pidamos a nuestro Dios, la recibiremos de Él, porque obedecemos sus mandamientos, y hacemos las cosas que le agradan al Señor, 1 Juan 3:22.

En estos tiempos de violencia, de revueltas, de maldad extrema, de frialdad en el amor, de indiferencia ante el prójimo, ante el aumento de la perversión sexual, ante las falsas doctrinas y los evangelios acomodados, ante los celos, la envidia, la ambición y la sed de poder,  ES URGENTE ORAR, ORAR Y NO PARAR DE HACERLO, las puertas del infierno no podrán contra la Iglesia de Jesucristo, Mateo 16:18.

Oremos en el nombre de nuestro amado Señor Jesucristo, oremos con corazón humilde, con alma arrepentida y limpia, oremos con fe, confiando en el poderío y la majestad de nuestro Dios, oremos con espíritu perdonador, con perseverancia y sin desmayar, con sinceridad y sencillez de corazón, dependiendo de la buena voluntad de Dios para sus hijos obedientes, oremos con agradecimiento por todo lo que somos y tenemos, pero oremos postrados y con clamor porque necesitamos que Dios haga algo, que suceda algo sobrenatural para que este mundo reaccione y se convierta a Dios, para que las vidas sean regeneradas y Dios pueda mostrarse a través de miles de personas, Jehová está lejos de los perversos impíos, pero Él oye la oración de los justos, Proverbios 15:29.

Oremos alabando y adorando a nuestro Amado Salvador, oremos confesando todos los pecados propios, de la familia, de su ciudad, del país y del mundo; oremos pidiendo maravillas y milagros, oremos intercediendo por los perdidos y las ovejas descarriadas, oremos por el avivamiento del cuerpo de Cristo, oremos para que la gloria y presencia de Dios se manifiesta de manera naturalmente sobrenatural a vista de todos, De cierto, de cierto os digo, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra, acerca de cualquier cosa que pidan, les será hecho por Mí Padre que está en el cielo. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy YO en medio de ellos, Mateo 18:19-20.

El hombre es grande cuando está de rodillas, Albert Einstein, ASÍ QUE OREMOS CON MAYOR INTERES, CUANDO MÁS DÍFICIL SEA ORAR, Charles Brent.
¿Tú necesitas oración? Yo también, nuestras familias mucho más, nuestro país con suma urgencia, y el mundo con mayor esfuerzo. OREMOS AMADOS, Y NO DESMAYEMOS, el tiempo se agota.


Si no oras es porque hay orgullo en tu corazón, queriendo depender de ti mismo.

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