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27 ago 2025

VENZAMOS LA MITOMANÍA DEL MUNDO

 

VENZAMOS TANTA MENTIRA Y EL ENGAÑO

El SEÑOR nuestro Dios aborrece a los mentirosos, pero mira con agrado alos que actúan con la verdad. Proverbios 12:22.

 

El que ama la vida y quiere ver días buenos, refrena su lengua del mal y sus labios no hablan engaño. Aléjense del mal y hagan el bien, busquen la paz y síganla. 1Pedro 3:10-11.

 

El padre de ustedes los mentirosos es el diablo; ustedes le pertenecen a él, por eso hacen lo que él quiere. El diablo es asesino desde el principio y nunca dice la verdad, cuando habla miente, porque es padre de mentira.  Juan 8:44.

 

Vemos y oímos en este tiempo cómo se pasea rampante la mentira por todos los pasillos de la sociedad y los rincones de la tierra; es asombroso, inseguro y peligroso vivir en esta época, debido a tanta mentira, engaño, falsedad, apariencias y desinformación que confunde, divide, desvía y polariza a las familias, las naciones y la sociedad en general, sembrando el odio y despertando deseos de venganza y muerte; la mentira lejos de ser un simple fenómeno marcado de manipulación, es el pecado descarado y sin escrúpulos que trae grandes consecuencias, como habilidad inherente de seres humanos, que se complacen en actos de perversión y corrupción que van en contra de toda verdad y justicia. Aléjense de toda acusación falsa, no asesines al inocente ni al justo, porque YO, el SEÑOR, no perdonaré a los culpables. Éxodo 23:7.

 

Mentir, engañar y todos los sinónimos que tengan que ver con este pecado son contrarios a la verdad, y Dios expone con claridad en su palabra, la Biblia, que la mentira es un pecado que conlleva a consecuencias eternas, por lo tanto, Dios nos ordena y prohíbe NO MENTIR, al contrario, nos exhorta continuamente a andar en la verdad y la integridad como una forma de promover el reino de Dios y su justicia en Cristo Jesús, para vencer este mundo de mentiras y engaños que hoy nos están asfixiando y matando. No mientas ni digas falso testimonio en perjuicio de tu prójimo. Éxodo 20:16; Porque el testigo verás salvará vidas, pero el que miente es un traidor. Proverbios 14:25, Y el testigo falso no quedará sin castigo, porque el que dice mentiras, no escapará. Proverbios 19:5.

 

Mentir, engañar y faltar a la verdad absoluta es contrario a la realidad, a lo que realmente pensamos, sentimos y quizá hayamos visto y oído, pero por lo general la mentira y el engaño se asocian con actitudes mezquinas; hacer una apología a la mentira es algo obsceno que resulta grotesco y vulgar, excede a lo moral y lo ético, porque es de trasfondo espiritual, propio del alma humana que ni conoce ni teme a Dios y construye aparentes verdades basadas en la mentira; nunca la mentira es deseable ni necesaria, eso es solo una excusa de almas débiles y pecadoras alejadas de su Creador y desconocedoras de su Salvador. Ustedes han profanado mi nombre, por un simple puñado de cebada y unas migajas de pan, dando muerte a quienes no debían morir, y dejando con vida a quienes no merecían vivir; mintiendo a mi pueblo que escucha sus engaños. Ezequiel 13:19.

 

Vivimos en la sociedad de la mentira institucionalizada, donde todos muestran su propio atuendo camaleónico, algo propio de personas que aparentan, fingen y usan máscaras para engañar y manipular la mente, la opinión y preferencia de otros, ocultando la realidad para persuadir y salirse con la suya, evitando quizá situaciones que no le convienen a un mentiroso, porque solo persigue sus propios deseos mezquinos, avaros y ambiciosos de su vida; por eso nos tropezamos a diario con la mentira y el engaño que han venido eclipsando los aspectos constructivos y necesarios de la verdad que necesita este mundo, para que podamos gozar en alguna medida de seguridad, confianza y paz entre unos y otros. Y no les escribo a ustedes porque ignoren la verdad, sino porque la conocen, y ninguna mentira procede de la verdad. 1 Juan 2:21.

 

Enfrentamos la dictadura de la palabra abundante y las apariencias por el embriagador amor al dinero y el poder, desconociendo, quiénes somos realmente, qué es lo que tenemos y debemos hacer en pro del bien, el orden y la justicia; increíblemente la mentira ha venido en aumento, evolucionando al mismo ritmo de la tecnología y las estructuras de poder, tanto en lo macro de las naciones, como en lo micro de la familia y las empresas, corriendo tras la mentira como ovejas al degolladero, cada uno mirando por lo suyo propio, sin importar la situación caótica de su vecino o de su país. El justo aborrece las palabras mentirosas, pero el mentiroso se hace odioso y trae deshonra.  Proverbios 13:5.

 

La mentira se ha venido usando como una herramienta oscura centralizada en las élites globalistas, progresistas y creencias extremas para difundir doctrinas apóstatas e ideologías que generan odio; también en las campañas políticas con calumnias, temas y mensajes contrarios a los principios, mandatos y verdades de Dios con el propósito de controlar, dividir y manejar a las masas desinformadas e ignorantes; todo esto empezó desde la antigua Roma, donde el imperio grababa frases cortas en las monedas para dañar la reputación de figuras públicas. Guarda tu lengua del mal y tus labios de hablar engaño. Salmos 34:13.

 

Con la imprenta de Gutenberg en el siglo XV, la falsedad y la mentira se han venido amplificando significativamente como un arma nociva de desinformación y falsos eventos como el gran engaño de la luna en 1835, donde circularon noticias que erróneamente afirmaban la existencia d vida y civilización en la luna con seres antropomorfos que caminaban erguidos. Todo aquello que represente mentira y engaño es ofensa y pecado contra Dios que es la verdad y representa la santidad, razón por la cual cada día está más alejada de Dios a causa de la mentira, el engaño, la apariencia y la falsedad, pues Dios aborrece la mentira y no puede habitar donde se vive por mentiras, por lo tanto, no hay mentiritas piadosas ni mentiras blancas…Sus iniquidades han hecho división entre Dios y ustedes, y sus pecados han hecho ocultar de ustedes su rostro para no oír. Sus manos están contaminadas de sangre, sus dedos de iniquidad, y sus labios pronuncian mentira, habla maldad su lengua. NO hay quien clame por la justicia ni quien juzgue por la verdad…Isaías 59:1-4.

 

Y con la llegada de los medios masivos del siglo XX, la propagación de las guerras y el surgimiento de gobiernos torcidos de izquierda en las naciones se   las tácticas nocivas de desinformación, noticias falseadas y bulos que son muy extendidos, donde las agencias de noticiarías con inteligencia las exponen y hacen ver como si fueran verdaderas, razón por la cual muchos se siente cargados de miedo porque se ven rodeados de inseguridad a causa de tantas mentiras y engaño por todas partes, pues esto ha permeado todas las esferas sociales. Pero el que ama la vida y desea ver días felices, cuida su lengua de hablar engaño y sus labios de decir mentiras. 1 Pedro 3:10.

 

En el contexto contemporáneo en el que nos movemos se ha agigantando el fenómeno de la mentira y el engaño en el trasfondo de la corrupción no solo en las altas élites, sino hasta el común del ciudadano de a pie que miente y falsea para lograr algo que los beneficie a sí mismo; lo lamentable de toda esta parafernalia es que todos se mienten unos a otros y la mentira se ve como normal y común en el mundo y la sociedad en general; es tan lamentable el nivel tan alto que ha alcanzado la mentira, que hasta entre las familias la iglesia se mienten y todos se han perdió la confianza; todos dicen mentiras descorazonadamente para salirse cada uno con la suya, aparentando situaciones lejos de la realidad, pero Dios advierte: El SEÑOR aborrece los labios mentirosos, pero se deleita en los que actúan con verdad. Proverbios 12:22.

 

Desde el contexto bíblico, el engaño, la mentira y la tergiversación de la verdad, no es nada nuevo, es un asunto ancestral, pero su velocidad y propagación se han democratizado con los políticos en sus campañas y con los ciudadanos del común que usan sus dispositivos móviles para convertir sus menajes y sus videos en la propagación de la burla, la calumnia y la mentira para dañar la reputación de sus oponentes y semejantes, buscando solo fama y likes que les representen economía y ganancia de fines mezquinos y farisaicos; razón por la cual el SEÑOR Jesús dice: Ustedes son de su padre el diablo, y le pertenecen porque tratan de hacer lo que él quiere. Pero él ha sido asesino desde el principio, nunca dice la verdad, solo habla mentiras, porque es padre de mentira. Juan 8.44.

 

Tanta mentira y engaño se difunde en los medios de manera viral con velocidad sin precedentes y a escala global, algo muy peligroso y razón por la cual el mal ha cobrado fuerza sobre el bien y la sociedad en general, ahora resulta que los buenos son los mentirosos y los que dicen la verdad son perseguidos y eliminados; países, naciones, continentes y familias están polarizados, divididos y llenos de odio como si todos fueran enemigos, la táctica perfecta de satanás y sus demonios que usan a la gente alejada de Dios para confundir, poner toda clase de deseos malsanos y destructivos. Lo que sale del hombre lo hace impuro. Porque del corazón de los hombres salen los malos pensamientos, la inmoralidad, robos y asesinatos; adulterios, codicia, engaño, mentiras, envidia, chismes, orgullo y toda falta de justicia…Marcos 7: 20-23.

 

Este pecado tan grave de mentira, engaño con falta de verdad y amor, ha puesto a la humanidad en guerra y violencia y todos ahora, en cualquier parte, son enemigos, un fenómeno exponencial que se hace difícil de erradicar si la gente no hace un alto, reflexiona, se arrepiente y se vuelve al Dios de la Verdad para vencer al mayor enemigo que desea la destrucción de todos; pero usted y yo, el pueblo de Dios y la gente de bien tenemos la responsabilidad de pararnos firmes en el Camino, la Verdad y la Vida, empezando por ser honestos consigo mismos en el hogar, íntegros con el prójimo y santos para con Dios. YHVH, ¿quién habitará en tu casa? ¿Quién vivirá en tu monte santo? El que anda en integridad, hace justicia y habla verdad en su corazón. El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prójimo, el que no admite reproche alguno contra su vecino; el que desecha al que merece desprecio, pero honra a los que temen a Dios, y cumple sus promesas, aunque le vaya mal. Aquel que presta su dinero sin usura, y no acepta soborno para perjudicar al inocente. El que actúa así, vivirá, y jamás caerá. Salmos 15.

 

Nosotros los nacidos de nuevo en Jesucristo y sellados con su Espíritu Santo tenemos que abrazar y defender la verdad en todos los aspectos de la vida, desechando el engaño con sabiduría, conocimiento, poder y discernimiento de Dios porque somos la luz del mundo y la sal de la tierra pues somos gente renovada y transformada a la manera de Dios, gente con principios morales, ética y responsabilidad y somos conscientes de nuestra lucha espiritual diaria, y todo tiene su recompensa y sus consecuencias, porque la estrategia de satanás es corromper las almas y destruir las vidas manipulando la realidad, influencia las mentes a través de la opinión pública y desechando los fundamentos y principios de Dios…Pero todos los mentirosos tendrán su destino en el lago que arde con fuego y azufre, que es la condenación eterna. Apocalipsis 21:8

 

Venzamos la mentira y el engaño de este tiempo, marquemos la pauta con la verdad y dejemos un legado de justicia y trasparencia a las nuevas generaciones. Aportemos la parte que nos corresponde como verdaderos hijos de Dios, testigos y discípulos de Jesucristo, propiedad de Dios y templos del Espíritu Santo.

1. Vivamos la verdad y desechemos toda mentira. Nada me produce más alegría, que escuchar que mis hijos practican la verdad. 3 Juan 1:4. Movámonos con franqueza y hagamos nuestra la verdad como forma de vida para que logremos la verdadera justicia de Dios. Olvidémonos de las mentiritas piadosas y blancas, mentira es mentira para Dios, sea grande o sea pequeña.

2. Busquemos a cada paso la ayuda del Espíritu SantoEl Espíritu de Verdad, Él nos guiará a toda verdad…Juan 16:13. Oremos y entreguemos cada día a Él nuestros pensamientos, nuestra mente, sentimientos y acciones, porque su poder y su dirección son nuestra segura ayuda y certeza para no resbalar ni caer.

3. Vistámonos de Cristo y del hombre nuevo. Vistámonos con la presencia del SEÑOR Jesucristo y nos permitamos complacer los deseos de la carne.  Romanos 13:14. Despojémonos de la vieja naturaleza porque hemos sido renacidos, renovados y restaurados en Cristo, abandonemos los viejos hábitos de engañar y la costumbre de mentir por todo; somos nueva creación de la verdad que honra la justicia de Dios.

4.Reconozcamos nuestra diaria batalla espiritual y estemos alerta.  Pongámonos la armadura de Dios para hacer frente a las artimañas del diablo. Efesios 6:11-17. Somos consciente que mientras tengamos vida enfrentamos una pelea espiritual a cada paso contra las tinieblas, el mundo y la carne; por lo tanto nuestro estilo de vida se fundamente en la verdad de Dios y la rectitud como hijos del Varón de guerra, soldados de Cristo y poseemos ascuas de fuego del Espíritu contra toda oscuridad y engaño del mundo.

5. Nunca olvidemos que la Verdad nos hace libres. Si permanecemos en las palabras de nuestro SEÑOR Jesucristo, seremos verdaderamente sus discípulos; conocemos esa verdad, y Él, que es la Verdad, nos hace libres. Juan 8:31-32. Somos miembros del cuerpo de Cristo que es su iglesia, por lo tanto, somos representantes de la verdad de Dios, como Dios nuestro Padre, aborrecemos la mentira y el engaño y no somos esclavos de la falsedad, la hipocresía ni de la falsa piedad; en Dios vivimos y nos movemos, su Espíritu es nuestro escudo que nos provee paz, confianza y seguridad a cada paso.

Por último, hermanos hollemos, desechemos y aborrezcamos toda mentira, engaño, falsedad y cosas que se les parezcan para ver que Dios se glorificará y nuestro entorno, ciudad y país pueden cambiar y ser mejores ante el Dios dela Verdad: Pensemos en todo lo verdadero, en todo lo que es honesto, en todo lo que es puro y recto, en todo lo agradable a Dios y que nos da buena reputación ante sus ojos y los de la gente. Pensemos que somos gente virtuosa y que vivimos para todo lo que merece alabanza. En todo esto meditemos continuamente. Filipenses 4:8. Aménnn

OREMOS. Padre celestial, SEÑOR de toda verdad, vengo ante Ti para pedir la ayuda e intervención de su Santo Espíritu, porque reconozco que hasta hoy he mentido con palabras y acciones y me arrepiento de esta maldad, perdóname porque me he alejado de su camino de honestidad y rectitud. Por favor libérame del espíritu de engaño y de la esclavitud de las mentiras, purifica mi boca y mi lengua para que siempre hable verdad y yo mismo sea instrumento de toda verdad y bendición. Dame discernimiento y fuerza para reconocer y vencer toda tentación. Crea en mi un espíritu limpio y renueva una mente dentro de mi. Ayúdame a ser verdadero testigo tuyo para que las personas puedan confiar en mi y ayudarlos a cercarse a Ti; que mis palabras y hechos reflejen siempre tu justicia y tu verdad. En el nombre poderosos de nuestro SEÑOR Jesucristo, te lo suplico Padre celestial y te doy gracias por la respuesta. Amén.

Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.


27 jul 2025

DESENMASCARANDO EL ALMA

 

DESENMASCARANDO EL ALMA

Escudríñame, oh YHVH, y pruébame; examina mis íntimos pensamientos y mi corazón. Salmos 26:2.

 

No tengan miedo de los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; teman más al que puede hacer perecer el alma y el cuerpo en el infierno. Mateo 10:28.

 

Solo en Dios reposa mi alma; de Él viene mi salvación. Salmos 62:1. Pero como eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Apocalipsis 3:16.

 

Desde hace ya algunos años, se ha venido diciendo que el mundo se metió en la Iglesia del SEÑOR Jesús, esto, debido a la influencia negativa del secularismo y el relativismo ideológico mundano que ha cambiado los principios eternos de Dios, por valores relativos de los hombres; ahora muchos en la Iglesia piensan, actúan y hasta opinan contrario a la Escritura, mostrando actitudes, comportamientos, afanes, vocabulario,  y preocupaciones propios del mundo, pero ajenos a la sana doctrina e indiferentes a Dios; situaciones del mundo han permeado a los miembros de Cuerpo de Cristo, afectando la doctrina, el testimonio, la misión y unidad de la Iglesia. No se amolden al mundo actual, sino transfórmense mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta. Romanos 12:2.


Es decir, que los que eran fieles a la causa del evangelio, ahora adoptan tendencias, modas, y formas de pensar, actuar y hablar como el mundo, optando ciertas prácticas que no se alinean a los principios originales dados por Dios; esta influencia tan marcada del mundo, dentro de la Iglesia, ha ido menguando la fe, la devoción, la entrega, el compromiso y la unidad, haciendo que los creyentes en Cristo pierdan la identidad de hijos de Dios y el sentido de pertenencia al reino de Dios, además de hacer notorio el individualismo y la división; pero la unidad y la santidad son la cura para tanta división y para que funcionemos en perfecta sincronia y armonia con la diversidadPorque los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios. Romanos 8:14.


Los hijos de Dios y ciudadanos de su reino han adoptado valores relativos para complacerse con el común del mundo y no con el Creador; tales cosas como el estilo de vida,  las formas de ser y actuar de muchos creyentes contradicen las enseñanzas e instrucciones bíblicas, poniéndose máscaras y adoptando fachadas de apariencias y falsa piedad en un enfoque excesivo de materialismo, superficialidad, indiferencia y tibieza espiritual en ausencia de la vida de fe, y con la consecuencia  de pérdida de credibilidad como iglesia y pueblo santo ante la sociedad. Ustedes deben ser santos en todo lo que hagan, como también es santo, Aquel que los llamó; pues está escrito: Sean santos, porque YO SOY santo. 1 Pedro 1:15-16.


Hay consecuencias debido a tanta injusticia consentida en el mundo, silencio e indiferencia entre nosotros como hijos de Dios, que debemos enfrentar todo lo que se ha infiltrado del mundo en el pueblo de Dios, pues se le está dando cabida a la maldad del enemigo con corrupción y apostasía dentro de la Iglesia como si se nos hubiera olvidado que somos la sal de la tierra y la luz del mundo; las tinieblas deben salir del pueblo santo y para ello tenemos que reflexionar personal e introspectivamente buscando la purificación del alma en cada uno de los miembros del Cuerpo de Cristo; pues somos testimonio que honra a Dios para salvación de muchos, y para ello no podemos descuidar la nuestra porque el arrebatamiento está más cerca que nunca y no podemos andar en liviandades, sino limpios sin mancha y sin arruga esperando al Rey. Crea en mi, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mi. Salmos 51:10.


Antes de entrar al tema que nos ocupa, recordemos que es alma: el término alma se usa para describir al ser humano en su totalidad, es decir, que alma es el yo, la persona completa propiamente dicha con espíritu o aliento de vida, mente, emociones, deseos, voluntad y cuerpo; por su parte, desenmascarar significa quitar las caretas, fachadas y máscaras de apariencia, para descubrir lo que realmente hay en el interior de cada persona, para ser auténticos, veraces e íntegros. Ay de ustedes maestros y fariseos hipocritas, que por fuera se muestran hermosos, pero por dentro están llenos de inmundicia; que se muestran justos ante los hombres, pero por dentro están llenos de iniquidad. Mateo 23:27-28.


Desenmascarar el alma entre el pueblo de Dios, es la forma de sacar a luz el pecado que ha traído tanta apostasía y falsa doctrina con lo falso y moralmente equivocado que hay en los corazones de aquellos que se dicen ministros y creyentes, para que se coloquen frente a la realidad espiritual de Dios revelando su yo alma; la biblia contiene innumerables textos que desenmascaran el pecado, y sacan a la luz la falsedad, la soberbia y la maldad que está escondida en el alma de cada quien; esta es una forma de hacer justicia y vivir la verdad con autenticidad para volver a la fe obediente y genuina en la comunión y presencia del SEÑOR. El que practica el engaño no vivirá en mi casa; y el que habla mentiras no permanecerá en mi presencia Salmos 101:7.

 

Somos hijos  y pueblo de Dios redimidos en Cristo, por lo tanto,  no nos podemos descuidar ni quedar en que somos humanos débiles y que nuestra naturaleza y esencia son carnales, necesitamos examinarnos a la luz de la palabra, comparándonos con Cristo, no con la gente, y pidiendo en oración que el Espíritu Santo nos redarguya y nos convenza de pecado, de justicia y de juicio; tenemos que vencer la carne y el mundo, sometiéndonos a Dios, para sacar huyendo al enemigo, y con un escrutinio espiritual continuo, poder ser santos de verdad, mansos, y humildes como nuestro Salvador, siguiendo su ejemplo y sus pisadas. Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y ve si hay en mí, camino de perversidad. Salmos 139:23.

 

Llegó el momento que los hijos y pueblo de Dios en Cristo, nos preparemos de verdad para recibir al SEÑOR en el arrebatamiento, y para ello, muchos hijos pródigos deben volver al Padre celestial, rendidos a los pies de Cristo, arrepentidos y pidiendo perdón, con la oportunidad de ser tratados, moldeados y transformados desde la conciencia, con el carácter y la personalidad que Dios espera de nosotros como sal y luz de la tierra. Que Dios mismo, el Dios de paz, los haga a ustedes perfectamente santos, y les conserve todo su ser, espíritu, alma y cuerpo sin mancha, para la venida del SEÑOR Jesucristo. 1 Tesalonicenses 5:23.

 

Mirémonos, confrontémonos y examinémonos introspectivamente para reconocer ¿qué clase de vida estamos llevando, ¿cuál es la fe que decimos tener? Con nuestra identidad y sentido de pertenencia ¿qué estamos reflejando? Muchos que dicen y creen ser creyentes en Cristo, se han puesto máscaras de falsa piedad, y no se han dado cuenta que hace rato Dios se alejó de ellos, porque le han dado la espalda y se han dedicado a los negocios del mundo, olvidando la oración, la comunión e intimidad con Cristo y han apagado el fuego del Espíritu, sin tener en cuenta la palabra y dejando de practicar la verdad y el amor, que es la esencia del Evangelio. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde su ama? ¿O cuánto podrá el hombre pagar por su vida eterna? Mateo 16:26.


La tibieza e indiferencia espiritual que se ve hoy en la Iglesia no llegó de la noche a la mañana, así como tampoco el fervor, la entrega y compromiso con Dios no viene como por arte de chasquido de dedos, por eso Dios en su amor, sigue llamando nuestra atención con urgencia para despertar el espíritu, santificar el alma y purificar el cuerpo, como verdaderos templos y altares santos y vivos del Espíritu de Dios, Él nos revela a Cristo y actúa a través de lo que somos, hablamos y hacemos si en verdad somos pueblo y nación santa; por lo tanto, necesitamos volver a ser auténticos discípulos de Cristo, amando al Padre tal como lo ordena y enseña la palabra desde el principio. Jesús le dijo: ama al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Mateo 22:37.

 

Hoy tenemos que desenmascarar nuestra alma porque no somos cuadros de pintura abstracta colgados en una pared, pues si fijamos bien la mirada, descubrimos que esa pintura tiene un mensaje escondido que hay que descubrir, así nosotros; muchos están presos haciendo lo que quieren y les parece mejor según su opinión, porque han endiosado su propia voluntad y han dejado de consultar a Dios y depender de Él, por eso los “creyentes” de hoy viven con cantidad de problemas tratando de salir de muchas encrucijadas en las cuales se han metido, así que miremos, estudiemos y analicemos lo que sigue en esta enseñanza. Miren muy bien que a nadie le falte la gracia de Dios; para que ninguno sea como planta de raíz amarga que hace daño y envenena a la gente. Hebreos 12:15.

 

Necesitamos conocernos a nosotros mismos para ver cómo estamos operando en el reino de Dios con nuestra vida natural, si no nos miramos en el espejo de la palabra ni tenemos los ojos puestos en Jesús, muchos seguirán corriendo el riesgo de creer que viven en el Espíritu, pero en verdad viven en la carne, pero se requiere de un corazón sincero, quebrantando, humilde y manso que acepta y reconoce que aún requiere ser tratado y formado por la mano de Dios, para poder experimentar una renovación de la mente y una restauración del alma. Todos nosotros, que ya no tenemos el velo en la cara, somos como un espejo que refleja la gloria de Cristo, y vamos transformándonos en su misma imagen, porque cada vez tenemos más de su gloria, y esto por la acción del Espíritu Santo en nosotros. 2 Corintios 3:18.

 

Desenmascaremos el alma antes que sea demasiado tarde para que saquemos estos pecados sutiles y silenciosos de nuestra vida.

1. Falta de Comunión y amistad con Dios. Pero tengo una cosa contra ti, que has dejado tu primer amor. Apocalipsis 2:4. La falta de comunión con Dios es violación y desobediencia al Gran Mandamiento, lo cual ahoga la palabra produciendo tibieza espiritual que luego se transforma en indiferencia, frialdad, desamor y rebeldía para con Dios convirtiendo la vida en una continua religiosidad de formas humanas; es tan sutil la separación de Dios, que todo parece normal y no te das cuenta de tu verdadero estado espiritual. 

Este pecado silencioso e imperceptible de desplazar a Dios y sacarlo del primer lugar en nuestro ser, no escandaliza a la multitud, pues no es visible a los ojos, pero es un gran mal muy infiltrado en la Iglesia, y es un acto ofensivo contra la santidad y fidelidad divina, donde muchos se enfocan en lo superficial, terrenal y pasajero del mundo, descuidando el estado eterno del alma. Si alguno dice que ama a Dios, pero aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto. ¿Cómo puede decir que ama a Dios a quien no ha visto? 1 Juan 4:20.

Como lo dice el versículo anterior, los que tienen algo contra el hermano, no tienen a Dios en primer lugar en su corazón, por lo tanto, no ven ni disciernen su propio estado espiritual, porque están separados y distanciados de Dios, lo cual va minando las fuerzas y debilitando el alma e infriando el espíritu, porque el desamor no es solo con Dios, sino con el prójimo y las personas que nos rodean, algo que la gran mayoría no acepta debido a su ego religioso que los supera sin darse cuenta que están trasgrediendo el Gran Mandamiento donde Dios nos ordena amarlo por encima de todo y a pesar de todo, con el alma, el espíritu y cuerpo, así como Cristo nos amó hasta la muerte de cruz. Amarás al SEÑOR tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Deuteronomio 6:5, Mateo 22:37, Marcos 12:30, Luca 10:27.

 

Transgredir el mandamiento de amar a Dios y al prójimo trae primeramente consecuencias espirituales, luego prácticas diarias erradas, actúando sin la guía del Espíritu Santo, y con dificultad para progresar espiritualmente a causa del alejamiento de Dios, así como dificultad para establecer sanas relaciones personales con los demás; entonces se empieza a tomar decisiones incorrectas y equivocadas, este pecado de transgresión al Gran Mandamiento y el desamor generalizado, es ser parte del aumento de la maldad, propagación de la impiedad, y apatía espiritual, donde ya nada ni nadie importan, sino uno mismo, por eso todo empieza a girar alrededor de sí mismos; ya no vemos nada bueno, sino maldad y falsedad. Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo. Mateo 24:12-13.


Estar separados de Dios por falta de amor a Él tergiversa las prioridades e imposibilita recibir bendiciones, robando así el gozo y la paz en todos los ámbitos de la vida, y finalmente trae un sentido de culpa, pero sin discernir el trasfondo del asunto, a no ser que alguien arrepentido venga en humillación a buscar el rostro de Dios para volver a Él. Además de todo esto, se suplanta el amor a Dios y al prójimo, por amor a las riquezas y el acumular cosas, porque la avaricia que es tomada bíblicamente como idolatría, se apodera de los corazones, añadiendo vanidad, agüeros, falsas creencias, superstición, magia, adivinación, horóscopo, satanismo, e idolatría con todo tipo de personas o de cosas; también viene la invocación de santos, a creer y acudir a espíritus de muertos que es necromancia; todo esto como resultado de sustituir a Dios en el corazón humano; estos son pecados graves que mantienen la pérdida de la relación con Dios, pero lo importante de nuestra fe, es permanecer en su amor con obediencia pase lo que pase. Porque he aquí, que los que se alejan de Ti perecerán. Tú, SEÑOR, destruirás a todo aquel que de Ti se aparta. Salmos 73:27.

2. Orgullo y soberbia espiritual. Tú que dices que eres rico, que te ha ido bien y que no te hace falta nada; pero no te has dado cuenta que eres un desdichado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Apocalipsis 3:17. El orgullo y la soberbia espiritual son vaciedad espiritual de meros oidores de la palabra pero no hacedores, llevando a muchos a la autosuficiencia e independencia de Dios, 

Aunque tengamos mucho conocimiento bíblico, corremos el riesgo de separarnos de Dios si hay soberbia, pero si nos conservamos en humildad y dependencia a Dios, seremos mansos y sabios para vivir en su presencia; Dios no tolera ni minimiza este pecado, al contrario, lo aborrece profundamente y lo condena, porque el humilde es enseñable y corregible, pero el soberbio cierra su corazón a la voz de Dios. La soberbia del hombre lo humilla; pero al humilde de espíritu se le honra. Proverbios 29:23. Marcos 7:20-23.

Este pecado espiritual tan común en la Iglesia fue referido por el SEÑOR Jesús cuando se dirigió a los doctos escribas y fariseos religiosos de la ley que no eran hacedores de lo que sabían, y como consecuencia eran apóstatas, enseñando doctrinas de hombre, cosa que Dios rechaza eternamente porque sus poseedores pretenden ponerse por encima de Dios delante de la gente, y no se dan cuenta que en realidad con su actitud se oponen al señorío de Dios, de esencia santa, humilde y mansa como lo mostró el SEÑOR Jesucristo obedeciendo, dependiendo y honrando al Padre. Cuando viene la soberbia, entonces viene la desgracia, pero con la humildad viene la sabiduría. Proverbios 11:2.

Este pecado es una de las principales causas de decadencia de la Iglesia, y muchos de los que lo poseen están en el altar y sentados en las bancas; este pecado se mueve entre ministros y siervos que se creen estar firmes en la fe; porque están en un pecado que se desliza sutil y silenciosamente como una serpiente disfrazado de espiritualidad y conocimiento, porque se viste de falsa piedad y santidad, pero los que lo viven poseen pocas formas de entrega genuina y devoción a Dos; la Biblia advierte el peligro de caer en soberbia y orgullo, aborrece Dios, porque es pecado que puede llevar a la destrucción eterna, pero la humildad como virtud y fruto del Espíritu Santo, es valorada y bendecida por Dios, por eso dice: Dios resiste a los soberbios, pero a los humildes da gracia. Santiago 4:6.

El pecado de orgullo y soberbia espiritual es un espíritu de apariencia que va apagando la llama de fuego del Espíritu y secando su fuente de vida para endurecer el corazón de quienes lo poseen y que aleja sigilosamente de su Creador y Salvador; poco a poco se va anulando la sensibilidad espiritual cortando la amistad con Dios, dejando tras de sí una cáscara vacía plagada de rutina y activismo religioso lleno de las agendas humanas con una débil fe y falsa espiritualidad. Pero el que se gloria, gloríese en el SEÑOR; porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.2 Corintios 10:17-18.

Orgullo, soberbia y arrogancia espiritual son veneno para el alma, así Dios no acepta lo que hacemos, no recibe la adoración, no responde a nuestras oraciones y no se agrada de las obras que hagamos para Él, en tal condición de autosuficiencia, donde no se consulta a Dios para saber que quiere El encargarnos; al contrario, Dios se pone en nuestra contra, porque el mismo Dios que debiera estar a nuestro favor cierra los cielos sobre ti, no porque no te ame, sino porque nuestro orgullo, arrogancia, soberbia y autosuficiencia lo repelen de nuestra humana vida…YO lo desecho; porque YHVH no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Dios mira el corazón. 1 Samuel 16:7.

En tal condición, la vida del creyente se vuelve seca, sin poder, ni valor en lo que predica, y les resulta más fácil hablar de prosperidad, milagros y promesas que comodamente alimentan el ego y las expectativas de los oyentes, sin confrontar el pecado de las almas; así satanás sabotea nuestro caminar con Dios para que muchos abandonen su fe en Dios y sean cristianos superficiales, de nombre y apariencia, sin profundidad en la palabra, sin fruto ni llenura del Espíritu Santo, dejando de ser auténticos e íntegros, para convertirlos en soberbios y arrogantes cristianitos desagradables no solo ante Dios, sino ante los hermanos. Dios dice; El que teme al SEÑOR evita el mal; porque el orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, YO aborrezco. Proverbios 8:13.

Muchas esferas de la Iglesia siguen con ceguera espiritual y máscaras en el alma, endureciendo el corazón y cauterizando la conciencia con el mismo pecado que usó satanás en el huerto del Edén; es así que muchos desprecian a sus hermanos creyéndose más santos y sabiondos que los otros, con este pecado el enemigo gana sus mayores victorias arrastrando a muchos al abismo, porque los hace enfocarse en su ego que ve los errores y pecados ajenos y no las fallas propias; y engañados imaginan que van por el camino correcto, se vuelven más ciegos ante la corrupción haciendo parte de ella, sin darse cuenta que por dentro se están descomponiendo, y que van a la muerte eterna, sin fe, en desobediencia, corrupción moral y sin salud espiritual. ¿Por qué quieren ser castigados aún? ¿Todavía se rebelan? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en ellos cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curados ni vendados, ni suavizadas sus heridas con aceite. Isaías 1:5-6.

3. Hipocresía y falsa piedad. ¡Ay de ustedes escribas y fariseos hipócritas!  Porque son semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera se muestran hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muerte y de toda inmundicia. Mateo 23:27-28. El pecado de hipocresía y falsa piedad va ligado con todo lo anterior, y está matando al cuerpo de Cristo desde adentro, porque los que se dicen ser “creyentes” presentan una vida de doble ánimo, pues con todo lo que hacen buscan su propio beneficio económico y reconocimiento personal; predican una cosa, pero hacen otras cosas muy diferentes a la verdad bíblica pretenden predicar, porque ¿Quién podrá ver sus propios pecados? ¿Quién puede conocer sus propios pecados ocultos en su corazón? SEÑOR, perdóname de aquello que no estoy consciente, y ayúdame para no pecar sin darme cuenta. Salmos 19:13.

Estos pecados se pasan por alto en la Iglesia porque los que viven este pecado se lucen orando, ayunando y haciendo ejercicios espirituales, o no haciendo nada, porque de estos pecados no se enseña ni se predica en las congregaciones para desenmascarar las almas, pues tanto creyentes como ministros conservan este estilo de "vida cristiana" con falsa piedad y doble ánimo poniendo máscaras, fachadas y caretas que manejan con doble testimonio: son unos en la casa y otros en la congregación de los santos, así nadie lo nota y el pecado se pasea rampante por los pasillos de las congregaciones. Pero ¡ay de ustedes escribas y fariseos hipócritas! Porque cierran el reino de los cielos delante de los hombres, y ni entran, ni dejan entrar...Devoran las casas de las viudas y con pretexto hacen largas oraciones; por esto recibirán mayor condenación. Mateo 23:13-15.

La hipocresía se esconde y se disimula todo el tiempo, así se mantiene una espiritualidad farisaica, sin darse cuenta que los ojos de Dios ven los corazones y sus intenciones, y esto Dios no lo justifica ni lo tolera, sino que lo rechaza de raíz, razón por la cual Jesús confrontó a principales y religiosos de su época, conocíendo la falsedad de los corazones; Dios condena y repudia totalmente la hipocresía que se desliza en la iglesia como serpiente. ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo van a escapar del castigo del infierno?  Mateo 23:33.

Esta actitud pecaminosa ha causado gran daño de división y falta de multiplicación para el reino de Dios, de generación en generación, mostrándose una profunda incoherencia entre la fe y la doctrina que se predica, con acciones totalmente contrarias al Evangelio, dento del cuerpo de Cristo, donde se mantienen las apariencias, sin vivir realmente la verdad, sinceridad y amor del evangelio, pues se actúa disfrazadamente para ser vistos de otros y recibir reconocimiento humano, pero no de Dios, pero la Biblia enseña, condena y advierte el peligro de la hipocresía. Jesús les contestó: bien habló el profeta Isaías acerca de lo hipócritas que son ustedes, cuando escribió: este pueblo me honra con la boca, pero su corazón está lejos de Mí. Marcos 7:6.

Muchos de ellos siguen sirviendo en tales condiciones de pecado, sin saber que todo lo que hacen es como tamo que lleva el viento y carece de la aprobación divina, puesto que Dios no se agrada de los externo, cuando el interior está contaminado y cada uno hace lo que planea, poniendo barreras espirituales para Dios y los de afuera, y otros no llegan al Camino, la Verdad y la Vida. Tú, pues, conviértete a Dios; actúa con verdad y rectitud, práctica el amor y la justicia y espera siempre en el SEÑOR. Oseas 12:6.

La hipocresía espiritual finge piedad, juzga fácilmente a los demás, y pone sus propias reglas y normas en las relaciones personales, carece de arrepentimiento y humildad, para reconocer que aunque todos somos pecadores, si estamos en Cristo se nos han dado diferentes dones y no debemos discriminar a nadie ni competir con los hermanos de la fe, aunque no sean del propio agrado; por todo esto debemos estar buscando continuamente la gracia y presencia de Dios para reafirmar nuestra fe en Cristo, alcanzar su carácter y ser auténticos e íntegros delante del Padre celestial. Oh hombre, el SEÑOR ya te ha dicho en qué consiste lo bueno y qué es lo que Dios espera de ti: que hagas justicia, que sea fiel y misericordioso, que obedezcas y te humilles ante el SEÑOR. Miqueas 6:8.

Es tiempo de abandonar estos pecados ocultos y muchos más que se esconden en la Iglesia; tenemos que reflexionar y cambiar para salir de la rutina espiritual seca y gastada, dejar los reclamos, las quejas y la crítica hipocrita para que nos alcancen las promesas y bendiciones admitiendo corrección, dejando de hablar de recompensas divinas y a cambio venir a Dios en arrepentimiento, para que no sigamos dando falsos mensajes que suenan bonitos y emocionan; debemos entregar la palabra viva que transforma dando testimonio para que muchos más conozcan a Cristo y lleguen al Padre en el poder del Espíritu Santo, aménnn. Conviértanse a Mí, con todo su corazón, con ayuno, lloro y lamento. Rasguen su corazón y no sus vestidos, conviértanse al SEÑOR nuestro Dios; porque Él es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en misericordia, Él se arrepiente del castigo. Joel 2:12-13.

No tenemos excusa por ninguno de estos pecados porque todo lo que hacemos, es por voluntad propia, primero pensamos y maquinamos en la mente provocando sentimientos que nos llevan a las emociones y finalmente a las accio es que empujan a hacer nuestra voluntad propia, contrariando la voluntad y no los propósitos de Dios, haciendo todo lo contrario a lo que Cristo hizo por amor a nosotros en obediencia al Padre. El SEÑOR no soporta a los orgullosos; tarde o temprano tendrán su castigo. Proverbios 16:5.


Estos pecados tan comunes y silenciosos en la Iglesia son el verdugo destructor de ministros y ministerios, son la causa oculta de la decadencia de la Iglesia que ha venido colapsando en los últimos tiempos; voces que antes eran instrumentos de Dios hoy están apagadas; de tal manera que debemos permanecer alertas y despiertos andando en el Espíritu para profundizar en el discernimiento, la fe, la entrega, la obediencia, humildad y santidad para no hacer caer nuestra propia alma que nos pone contra Dios. La soberbia precede a la caída. Proverbios 16:5.


Tenemos que desenmascarar nuestra propia alma con la ayuda del Espíritu Santo, en oración y en el espejo de la palabra, con humilde corazón arrepentido delante de Dios, reconociendo nuestra necesidad y dependencia a Él, porque muchos cristianos pueden caer o haber caído y estar resistiendo al Espíritu Santo, poniendo su alma en peligro de muerte sin darse cuentaHe aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios dice esto: YO conozco tus obras que no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o aliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca…Apocalipsis 3:14-22.


Hagamos una aclaración importante: ser llenos del Espíritu es una experiencia diaria y recurrente de recibir del Espíritu Santo lo que Dios tiene para darnos cada día, implica ser moldeados, capacitados y transformados por la presencia de Dios en nuestro corazón andando como Enoc y Elías; y otra cosa es andar en el Espíritu que es el estilo de vida espiritual y santa de estar en comunión y la presencia de Dios, de acuerdo a los  principios del Padre, su consejo y guía día a día, permitiendo que sea Dios quien controle y dirija nuestras acciones, pensamientos y actitudes, para mostrar el fruto del Espíritu en la práctica diaria, honrando a Dios, alineados a su voluntad, con oración y haciendo carne en nosotros su palabra. Romanos 8:5-8.


También es oportuno aclarar que una cosa es conocer DE Dios, algo propio de simpatizantes y asistentes a una congregación, y otra cosa muy diferente es CONOCER A DIOS, algo propio de los hijos genuinos y obedientes del Padre celestial que son discípulos de Cristo. Y esta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Juan 17:3.


Esta es una enseñanza que Dios puso en mi corazón hace algunos días y me la confirmó en tres oportunidades, aludiendo que estamos muy cerca al arrebatamiento, y no podemos descuidarnos ni dormirnos, pues si nos damos cuenta hay extrema maldad en el mundo, pulula lo absurdo y macabro del terrorismo, hay la locura en los gobernantes, y sin embargo, hay un mover poderoso del Espíritu Santo en las naciones. ¡Gloria sea al Eterno Santo!

Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino eterno.






22 jun 2025

LA IGLESIA EN TIEMPO DE CRISIS

  LA IGLESIA EN TIEMPOS DE CRISIS

Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde su capacidad de salar, ya no sirve para nada, sino que se tira a la calle para que todos la pisoteen. Ustedes son la luz que ilumina a todos en este mundo. Ustedes son como una ciudad construida en la parte más alta de un cerro para todos puedan ver. Nadie enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón. Todo lo contrario, la pone en un lugar alto para que alumbre a todos los que están en la casa. De la misma manera la conducta de ustedes debe ser como una luz que ilumina y muestra cómo se debe obedecer a Dios. Hagan buenas acciones. Así los demás las verán y alabarán a Dios, el Padre de ustedes que están en los cielos. Mateo 5:13-16.

 

Ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:9.

 

En esto conocerán todos que ustedes son mis discípulos, si tienen amor los unos con los otros. Juan 13:35.

 

Si en verdad somos pueblo de Dios, no podemos estar indiferentes ante los sucesos que están ocurriendo ante nuestros ojos, cosas terribles como las guerras, los atentados terroristas, los hechos subversivos y la violencia que cobra tantas vidas humanas, ante esta serie de cosas, la Iglesia de Jesucristo y pueblo de Dios está obligada a tomar una postura determinada que contribuya al bien, la verdad, la justicia y la defensa de la vida, luchando en Dios contra todo mal. ¿Cuál sería la posición de la Iglesia y de un creyente en este tiempo? Cristo céntrico y bíblico 100%, contra tantas cosas nada buenas. Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos. Mateo 5:9.

 

La Iglesia es portadora y proclamadora del Evangelio, posee la misión intrínseca a su ser de mostrar el carácter de Cristo y anunciar todo el consejo de Dios dado en su palabra, abogando por la paz y el amor en todo momento; sin embargo, en muchos casos, como lo profetiza la Biblia, se reconoce la posibilidad de la "guerra justa", debido al aumento del mal y circunstancias pecaminosas, lo cual nos obliga y compromete a NO dejar de anunciar la verdad, para sacar a la luz hechos deshumanizantes en un conflicto, mediante el Evangelio que transforma todo hecho violento, injusto y abusivo, ya sea en la familia o la sociedad, trayendo arrepentimiento y búsqueda de Dios, el único que conoce la verdad que se esconde en cada evento y en cada vida. Porque los magistrados no estan para infundir temor al que hace el bien, sino al malo…Romanos 13:3.

 

Algunos sectores del cristianismo reconocen hoy como en tiempos bíblicos, la posibilidad de una “guerra justa,” donde en alguna medida, la violencia que es contra el mal, es el último recurso, para justificar la defensa de la vida, justicia, paz y protección de inocentes, y en contra de los inicuos violentos que no respetan Dios, ni ley ni vida porque ellos aman la muerte, y con ellos no se puede negociar sino actuar. Pero nos preguntamos: ¿hay algo que nos enseñe la biblia que debemos hacer ante la creciente violencia y corrupción que vivimos? ¿Qué dice Dios a la Iglesia en este tiempo? ¿Debemos ofrecer alguna solución o alternativa en medio de la crisis tan fuerte que afrontamos? Ustedes oirán de guerras y amenazas de guerra; pero miren bien y no se asusten, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Aunque se levante nación contra nación y gobierno contra gobierno…Mateo 24:6-7.

 

Los hijos de Dios y redimidos de Cristo, no podemos ser indiferentes ante tanto mal, tampoco hacernos los sordos o los ciegos, aparentando que todo está bien, pues, la Iglesia está llamada a ser testimonio vivo y santo en medio del caos y la confusión de este mundo, así que, para ello, necesitamos mínimo de tres aspectos importantes para poner límites a lo que sucede en el mundo y ser parte de la solución divina a la tragica violencia y extrema maldad que afronta en este tiempo la humanidad. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Mateo 5:9.


1. Discernimiento Espiritual. En la tribu de Isacar había gente experta, doscientos príncipes entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer y cuándo debían actuar. 1 Crónicas 12:32. Seamos claros y realistas que no se pueden cambiar las circunstancias por medios políticos ni filosóficos porque en vez de unir a,la sociedad, la dividen, polarizan y desorientan sin lograr entender a profundidad la realidad de las cosas que suceden; necesitamos del discernimiento espiritual, pues discernir es ver con ojos espirituales la voluntad y propósito de Dios, alineados a quien todo lo ve y lo sabe; antes de decidir y tomar acciones, requerimos orar y consultar al Espíritu Santo para que nos de claridad y sabiduría de los hechos, mediante el discernimiento, porque el Espíritu de Dios, es nuestro Ayudador y Consejero por excelencia, que nos dejó el SEÑOR Jesucristo. Juan 14:16-17 y Romanos 8:26-27.

Dios dejó registro de los valientes y principales hijos de Isacar, que eran hombres y mujeres con la capacidad de discernir y entender lo que estaba pasando desde el punto de vista espiritual, en los tiempos de guerra del reinado del rey David; hoy podemos acudir a los anales de la historia para obtener información clara, y no quedarnos en lo que dicen las redes, pero más aún, debemos acudir a la Escritura y buscar al SEÑOR, con todo el corazón, mediante nuestra relación íntima con Jesucristo y su Espíritu Santo. Esto se obtiene con disciplina espiritual, consagración a Dios y perseverando en oración; pero no solo nos limitamos a leer la Biblia, sino que comparamos lo que ella dice con los eventos actuales; es como decíamos años atrás: en una mano el periódico y en la otra la Biblia. En todo tengan en cuenta el tiempo en que vivimos, y sepan que ya es hora de despertarse del sueño. Porque nuestra salvación está más cerca ahora que al principio, cuando creímos el mensaje. Romanos 13:11.

Es Dios quien cambia los tiempos y las edades quitando y poniendo gobernantes en las naciones, es Dios quien da la sabiduría a los sabios y el conocimiento a los entendidos, y no leemos la Biblia para interpretarla, pues ella se interpreta a sí misma, sino que la escudriñamos porque es la voz de Dios impresa que nos ilumina el entendimiento con relación a nosotros mismos, los tiempos y los acontecimientos que pasan en nuestro contexto, y discernir se logra con la ayuda del Espíritu; por lo tanto, la Iglesia requiere SÍ o SÍ, el discernimiento para que muchos creyentes no opten por posiciones y conceptos errados, con los cuales dan mal testimonio de Cristo y el Evangelio. De un solo hombre hizo Dios todas las naciones, para que vivan en toda la tierra; y nos ha señalado el tiempo y el lugar en que debemos vivir, para que busquemos a Dios, y podamos hallarlo, aunque en verdad, Dios no está lejos de cada uno de nosotros. Hechos 17:26-27.

En la situación actual no se trata solo de orar hasta el cansancio, hacer ayunos o hacer caminatas y marchas de protesta, pues vemos que las cosas no cambian al mínimo y algunos hasta se decepcionan de la Iglesia, el problema radica que entre el pueblo de Dios, no hay gente entendida en los tiempos como lo eran los de la tribu de Isacar; si hubieran creyentes y principales con discernimiento, se podría direccionar con sabiduría de Dios a la Iglesia en lo que realmente se debe hacer en medio de la crisis que se vive. 1 Reyes 12:15 y 2 Crónicas 10:15.

Requerimos con urgencia discernimiento espiritual porque la crisis aumenta en las naciones y el común del mundo no puede entender lo que pasa por medios ideológicos, religiosos, ni geopolíticos, indefectiblemente necesitamos a Dios; cada uno en particular, sea la familia, la nación y la sociedad en general, todos debemos volvernos al Creador y Salvador para quedarnos a vivir en su presencia como lo hicieron Enoc y Elías, pues miles en la tierra, aún los “creyentes” han abandonado al SEÑOR nuestro Dios Todopoderoso. Conviértanse, hijos rebeldes, dice el SEÑOR porque YO SOY su Dios, YO tomaré uno de cada ciudad y dos de cada familia y los introduciré a Sión. Jeremías 3:14.

Entendamos de una vez por todas que la raíz del problema es el pecado y que por la falta de relación personal con Dios, el tema de la violencia no es asunto de mero comportamiento, sino que el mal comportamiento generalizado es la evidencia de que hace rato miles se han alejado y separado de Dios; por eso los malos viven omitiendo la ley divina, siendo esclavos de los vicios y fomentando la corrupción a todo nivel, produciendo así la violencia y la muerte que está acabando hoy con la humanidad en todo rincón de la tierra. ¡Sufrirán las consecuencias de sus malas decisiones y de su mala conducta! ¡Acabarán siendo destruidos por su necedad y por su poca atención! Pero los que me hagan caso vivirán tranquilos y en paz, no tendrán miedo del mal. Proverbios 1:32-33.

Los simples se desvían a causa de la ignorancia a Dios y su palabra que mata a muchos cada día, y la mentira se pasea rampante sin que nadie sepa qué es verdad o engaño, por eso la corrupción y la mala fe están presentes desde lo más bajo del pueblo hasta los más altos dignatarios de gobierno, todo, como resultado de la escasa y pobre espiritualidad en la gran mayoría, que anida el pecado en su corazón; razón por la cual se mantiene y perpetua el caos, el desorden y la violencia que brota desde el seno de los hogares hacia las altas esferas de la sociedad; asi que Yo les aseguro que si ustedes se olvidan de Dios, morirán. Si son desobedientes, Dios los destruirá, así como va a destruir los pueblos malos que ustedes enfrentan. Deuteronomio 8:19:20.

Cambiar la manera de hablar y el comportamiento conductual es solo un formato social, pues el problema humano es de profundidad y de fondo, lo que vemos es lo que sale del corazón de cada quien, porque es lo que tienen en el alma y les marca la vida en su separación de Dios, desconocimiento a su Salvador y su Evangelio, por eso cada uno, como en el tiempo de los jueces, los reyes y las crónicas, cada uno opina y hace lo que bien le parece y le conviene, y la palabra es clara en cada detalle de la historia en la vida humana, ¡Todavía, muchos son débiles! Mientras haya entre ustedes envidias y discordias, por eso todavía son débiles y actúan con criterio puramente humano. 1 Corintios 3:3.

Bien sabemos que separados de Dios nada bueno podemos hacer, pero este tiempo es para consagrarnos a Dios y ser fieles a Cristo en obediencia y atención a su palabra; esto no se trata de mera moralidad, necesitamos ser verdaderamente espirituales y santos ante los ojos de Aquel que todo lo ve, lo escudriña y lo conoce; detrás de la desobediencia a Dios hay un corazón pecador que se rebela con soberbia, autosuficiencia y altanería, queriendo ser independiente a su Creador y Salvador. La rectitud y la justicia protegen al hombre íntegro, pero la maldad arruina al pecador. Proverbios 13:6; El malvado cae en su propia trampa; pero el que es bueno vive con gran alegría. Proverbios 29:6.

Salomón agrado a Dios porque no pidió riquezas, larga vida ni la derrota de sus enemigos, sino que pidió discernimiento para poder escoger entre lo bueno y lo malo y tomar así decisiones justas y apropiadas para el pueblo de Israel. Da, pues a tu siervo, un corazón entendido para gobernar a tu pueblo, y para distinguir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién hay capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan numeroso? 1 Reyes 3:9.

El común del mundo, y aún muchos “creyentes” siguen aceptando la misma mentira de satanás en el Huerto del Edén, se creen dioses haciendo maldades porque imaginan que son omnipotentes sabiendo el bien y el mal, pero los supera el mal y el pecado porque el discernimiento y la santidad escasean, por eso muchos siguen creyendo que son “cristianos” pero no se han dado cuenta que hace rato andan separados de Dios, por eso las consecuencias las estamos viendo. Jueces 17:6 y 21:25; El pecado y las malas acciones son trampa para el malvado haciéndolo su prisionero.  Proverbios 5:22.

En el texto de Lucas 22:33-38 escuchamos las palabras del SEÑOR Jesús a sus discípulos en un momento crítico, Jesús no quiso decir que debíamos militarizarnos y mucho menos tomar las armas, lo que Él estaba diciendo era que debíamos tener discernimiento de los tiempos, pues la guerra y la persecución que sufrían los seguidores de Cristo en ese momento, se aumentarían con el paso del tiempo…Los discípulos dijeron: SEÑOR, aquí tenemos dos espadas. Y Él les contestó: Ustedes no me entienden, ¡basta!, ya hablaremos de esto. Lucas 22:39; también Jesús dijo a los escribas y fariseo: Hipócritas que saben decir si mañana habrá buen tiempo o tempestad porque ven los arreboles rojos en el cielo, pero no pueden discernir las señales de los tiempos. Mateo 16:3.

2. Vivir en Justicia y Santidad. Hacer justicia y vivir en rectitud, le agrada más a Dios que los sacrificios. Proverbios 21:3. Ser justos y mantenernos santos para Dios es parte fundamental del cristiano y se relaciona con hacer la voluntad de Dios en obediencia a sus mandatos y principios divinos, en pureza de intenciones, rectitud de acciones, verdad de palabra y pensamientos limpios, lo cual es parte vital de nuestra devoción y consagración al SEÑOR, es decir, apartados para Él.

Ser justos y santos forma parte de conocer nuestra identidad y sentido de pertenencia en Cristo, sabiendo que somos la sal de la tierra y la luz del mundo, por su Espíritu Santo que nos habita, para vencer nuestra naturaleza carnal y ser espirituales; por lo tanto, vivir en el Espíritu y caminar con Cristo, implica vivir en justicia y santidad, si es que realmente hemos nacido de nuevo, y mostramos a Cristo dando testimonio del reino de Dios en la tierra. Ustedes deben cambiar completamente su manera de pensar, siendo honestos y santos de verdad, como corresponde a personas que Dios ha vuelto a crear, para ser como Él Efesios 4:23-24.

Si somos sal y luz, nuestra santidad debe alumbrar y nuestra justicia dar revelación de Dios para preservar vidas y guardar la tierra de corrupción, maldad, violencia y descomposición social, asi pues, la Iglesia de Jesucristo tiene la gran responsabilidad de ser factores de cambio, en mayor o menor medida, porque de ello daremos cuenta a Dios un día; pero si la sal de los creyentes se ha desvanecido, ¿cómo se preservará la vida y el orden sobre la tierra? La crisis que enfrentamos es muy fuerte y a todo nivel, porque la sal de la tierra que es la Iglesia está en pecado, por lo tanto, su sabor y su acción se han desvanecido y la gente se pierde porque la luz de la iglesia se ha apagado, pues muchos "hijos de Dios" comulgan con las tinieblas del mundo y abrazan las mentiras. La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios. Romanos 8:19.

El mundo, la sociedad y aún muchos en la Iglesia de Cristo, por falta de comunión con Dios y nada de discernimiento están sucumbiendo ante las tentaciones, tolerando toda clase de maldad, y abandonando así la pureza de la sal que es la santidad que debe distinguir a cada miembros del cuerpo de Cristo; pero debemos restaurarnos y levantarnos porque tenemos la obligación de fluir integridad y pureza para impactar al mundo con testimonio y espiritualidad de vidas rectas individual y colectivamente para así hacer justicia en la proclamación del evangelio como templo y altar del Espíritu Santo que somos tú y yo; así que, brillemos con la luz de Cristo y reflejemos la sal de su carácter. Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde su sabor y se vuelve insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya no sirve para nada, solo para ser echada fuera y pisoteada de los hombres. Mateo 5:13.

El pueblo de Dios tiene el deber de ser agentes de cambio para que se recobre el bien, la verdad y la justicia en esta sociedad tan contaminada y desorientada; mostremos la fraternidad de Cristo y la gracia del Padre, trabajando activamente en la transformación del mundo, sirviendo, estando unidos y obedeciendo a Dios. Mas bien, profesando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos, de Aquel que es la Cabeza, es decir, Cristo. porque en Él todo el cuerpo se ajusta y se une por la cohesión de las coyunturas, conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produciendo el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor. Efesios 4:15-16.

3. Vivir con la esperanza puesta en la venida del SEÑOR Jesucristo. Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro Gran Dios y Salvador Jesucristo. Tito 2:13. No estamos aquí como observadores que esperan a ver qué más pasa o cuándo aparece el anticristo, si nos vamos en el arrebatamiento, debemos preparnos para mantener los ojos puestos en el Autor y Consumador de la fe, proyectándonos para estar con Él en las Bodas del Cordero.

Nuestra esperanza como cristianos bíblicos es nuestro encuentro con el SEÑOR Jesucristo, por eso debemos hacer todo lo mejor que podamos, y aunque sepamos que el mundo va de mal en peor, debemos llenarnos de la sal d3 Cristo y la luz del Espíritu para que sea Dios quien intervenga frente a la maldad, la mentira, la corrupción y la impunidad; confiemos más en Dios y sus promesas para que no nos quedemos aterrados e impávidos con las noticias del día a día. Pues el SEÑOR mismo descenderá del cielo, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero. Entonces nosotros, los que estemos vivos y permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del SEÑOR en el aire, y así estaremos con Él siempre. Anímense unos a otros con estas palabras. 1 Tesalonicenses 4:16-18.

Esperar la venida del SEÑOR trae implicaciones de vida para el cristiano genuino: arrebatamiento, resurrección, transformación y glorificación. Con la noticias que vemos y escuchamos requerimos tener discernimiento, porque aunque algunas aparentan ser cristianas, desaniman y entristecen, haciendo que nuestro corazón se llene de ira para decir cosas que no convienen; pero nuestra ciudadanía está en Cristo, por lo tanto, vivamos como de día, mientras esperamos al SEÑOR, eso cambia y fortalece, mientras recordamos la palabra con sus promesas. Acerquémonos a Dios, y Él se acercará a nosotros. Que los pecadores limpien sus manos y que todos purifiquen sus corazones, porque ustedes no pueden amar a Dios y al mundo a la vez. Santiago 4:8.

Atendamos al consejo de Dios y no sucumbamos ante el pecado, porque, aunque todo el mundo peca, nosotros NO somos todo el mundo, observemos ¿qué fama tenemos ante el mundo? Pues la sal se ha desvanecido y la luz se ha hecho tinieblas, es por eso que la Iglesia es irrespetada y pisoteada por muchos; volvamos a amar al prójimo porque el amor es la esencia del evangelio, y muchos no vienen a Cristo porque los miembros de su iglesia ya no andan en la luz; nos identificamos en Cristo y pertenecemos a su reino, no valemos por lo que producimos sino por lo que SOMOS en Dios, así que la luz guía, alumbra, muestra, enseña y revela la verdad y la justicia. Somos compañeros de trabajo al servicio de Dios, y la iglesia es sembradora y constructora del reino de Dios en la tierra. 1 Corintios 3:9.

Tengamos en cuenta a Dios, caminemos bajo la guía del Espíritu Santo consultándolo a cada paso que damos, desde lo más mínimo hasta lo más importante, de lo más pequeño a lo más grande; necesitamos su discernimiento y revelación en todo lo que pasa, por lo tanto, debemos vivir llenos del Espíritu; así Dios traerá orden y nosotros daremos fruto; cada uno decide si sigue a Dios o se amaña con el mundo, si se irá con Cristo o se eterniza con el adversario. Ahora es el momento oportuno; busquen a Dios; ¡llámenlo ahora que está cerca! Arrepiéntase porque Dios está siempre dispuesto a perdonar; Él tiene compasión de nosotros. Isaías 55:6-7.

OREMOS: SEÑOR amado, por favor ayúdanos a compartir de Ti y tu palabra con fidelidad y amor, no nos dejes enredar con las mentiras del mundo, ni nos dejes desviar por las redes sociales que contaminan; venimos ante Ti para que nos restaures con la pureza de la sal y la intensidad de tu luz para que vivamos en tu presencia y poder tener el don del discernimiento en estos momentos de confusión, error, violencia y mentira sobre la tierra; perdóname por haberme apartado de Ti y correr al pecado; vuelvo a Ti como el hijo pródigo recordando que solo Tú y nosotros tu pueblo podemos detener la descomposición de esta sociedad; danos discernimiento, ayúdanos a ser santos para ti y justos entre el pueblo. Gracias Padre celestial por escucharnos y respondernos, en el nombre de Jesús, Amén.

Comparto esta bella y poderosa enseñanza que tocó las fibras de mi ser, y que no puedo quedarme con ella, sino que debo darla a conocer para bendición del pueblo de Dios en beneficio de la humanidad.

Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidor de su reino.