HOMBRE CABEZA, MUJER EDIFICADORA
Pero hay algo que quiero que sepan: la cabeza de
todo hombre es Cristo, la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de
Cristo es YHWH.1 Corintios 11:3. La mujer sabia edifica su casa, pero la necia
la destruye con sus propias manos. Proverbios 14:1.
Entre el
pueblo de YHWH, el hombre y la mujer se necesitan mutuamente; así que ni el
hombre ni la mujer son independientes el uno del otro, si en verdad somos de
Cristo. 1 Corintios 11:11.
En Cristo Jesús ya no hay judío ni gentil,
esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos somos uno en Él. Gálatas 3:28.
En vista de que avanzamos a pasos acelerados
hacia el final de los tiempos, es deseo del corazón del Padre que aclararemos
temas que deben ser comprendidos correctamente por su pueblo, especialmente por
sus ministros, para que sean enseñados al pueblo tal como salieron del corazón
y la boca de Dios; somos conscientes que tenemos una distancia cultural de
miles de años para entender bien el sentido real de las palabras originales de
un idioma como el paleo-hebreo, el arameo y hebreo más moderno, idiomas que no
hablamos y no conocemos a plenitud, pero que gracias al Todopoderoso, su
palabra conserva la esencia del mensaje y contamos con las herramientas
necesarias que nos ayudan a aclarar y entender mejor el trasfondo bíblico con
la ayuda del Espíritu Santo que nos provee sabiduría, entendimiento,
revelación, discernimiento y convicción para ajustarnos al diseño y verdad de
Dios. Toda la Escritura es inspirada por Dios, útil para enseñar, para
reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de
Dios sea perfecto, capacitado para toda obra buena. 2 Timoteo 3:16-17.
El meollo de todo mal entendido, obvio que no es
Dios ni la Escritura, sino el ser humano que mal interpreta, tuerce y menoscaba
lo que Dios ha dejado establecido desde el principio, pero muchos acomodan los
textos bíblicos para su provecho y ganancia. Cuando el apóstol Felipe se acercó
al eunuco que leía el texto de Isaías 53 le preguntó: ¿Pero entiendes lo que
lees? El eunuco respondió: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseña? Y
claro, necesitamos de alguien superior como Dios mismo, a través de su Espíritu
y sus ungíos para comprender lo que Dios enseña en su palabra, la Biblia, que
es de su inspiración, 2 Timoteo 3:16-17; es su verdad, Juan
17:17; es la autoridad máxima, Tito 2:15; es clara,
Salmos 119:30; es suficiente, Hebreos 4:12; tiene poder,
Salmos 19:1-6; y se centra en Jesucristo desde Génesis
hasta Apocalipsis, Lucas 24:25-27; la palabra
bendita del Eterno es preciosa y valiosa, Proverbios 3:15.
Toda la Escritura es un escrito coherente,
sencillo y explicativo con contextos que aclaran los textos, por lo tanto, no
se requiere de interpretaciones externas ni personales para comprenderla, lo
que SÍ necesitamos, es un corazón para Dios con la llenura del Espíritu, en
continua lectura bíblica de años de estudio, investigación y conocimiento y
ayuda mutua de otros más adelantados que nosotros, para entender las figuras
literarias y metáforas que se mencionan en la parte profética; debemos conocer
el trasfondo de cada narrativa bíblica en el estilo de vida hebrea y su cultura
antigua; pero seamos realistas, la Biblia es clara cuando Dios nos enseña
principios, mandamientos y fundamentos que Él espera que cada uno de sus hijos
vivamos con fe obediente, por eso hemos sido transformados y tenemos el estilo
de vida del reino eterno, que es a la manera del diseñador y Creador; toda la
palabra está ratificada en el SEÑOR y Rey Jesucristo que dijo: ¡Ay de
ustedes, intérpretes de la ley! Porque han quitado la llave de la ciencia
(conocimiento); ustedes mismos no entran, y a los que quieren entrar, se lo
impiden. Lucas 11:52.
Veamos el tema controversial del hombre como
cabeza de la mujer, pero también que la mujer es edificadora; cabeza en hebreo
es Rosh, y kephalé en griego, que anatómica
y biológicamente es la parte superior que soporta al cuerpo humano y hace
funcionar muchas partes del mismo, en especial el cerebro, responsable del buen
funcionamiento de muchos órganos como los sentidos y el sistema nervioso; en la
cabeza están los cinco sentidos, por lo tanto, cabeza es sinónimo de
representación, capacidad, buen juicio, talento, sostén, principio de vida,
cohesión, unión, dirección y crecimiento, así que: usa la cabeza porque en la
sociedad se usa mucho el cerebro, el cual es una maravilla insondable y estructura
más compleja del cuerpo y el universo. Maridos, amen a su esposa y no
sean ásperos con ella. Colosenses 3:19. Porque El servidor de
Dios es irreprensible, fiel a su mujer, con hijos creyentes, que
nadie los acusa por mala conducta ni por ser rebeldes. Tito 1:6.
Cabeza da la idea de importancia para la
dirección de otros miembros con relación a Cristo, Él es la cabeza de su Cuerpo,
la Iglesia, la congregación de YHWH, Cristo como Cabeza representa y exalta la
soberanía de Dios en la manifestación suprema de toda autoridad y gobierno,
Jesucristo es poder máximo, la representación del amor de Dios, el principio y
origen de todo lo creado por Dios; como cabeza, nuestro SEÑOR Jesús es el jefe
máximo y director de toda la creación porque tiene en sí mismo señorío y
potencia creadora, algo que no es resultado del ingenio humano, sino de la
sabiduría y la grandeza del Dios del universo que está por encima de todo,
gobernando su creación y el organismo viviente de su pueblo;. Él es la
cabeza del cuerpo que es la iglesia. Él es el principio y el primogénito de
entre los muertos, a fin de que Él tenga en todo, la preeminencia. Colosenses
1:16.
Todo lo anterior es aplicable a Cristo, cabeza
del universo y del pueblo de Dios, cabeza, Rosh en hebreo, pero
también hace referencia a la cabeza del esposo como el dirigente del hogar en
el sentido de ser el sacerdote y jefe de su familia, que sostiene no solo
alimentariamente, sino espiritualmente en oración y con autoridad a esposa e
hijos delante del Padre celestial, y que todo lo que haga sea dentro de una
atmósfera de vida y paz; pero tanto el esposo como la esposa tienen autoridad
delegada por Dios y ambos se ganas el respeto y la obediencia de sus hijos con
su buen ejemplo, haciendo distinguir su hogar de otros en orden y armonía con
relación a Dios ante el mundo, Abraham lo hizo con Sara quien lo llamaba mi
señor, 1 Pedro 3:5-6. Porque YO lo he escogido para que
mande a sus hijos y a su casa después de él que guarden el camino del SEÑOR su
Dios, haciendo justicia y juicio, para que Dios cumpla todo lo que ha dicho...
Génesis 18:19.
El varón como cabeza de su casa, tiene la
obligación de estar al frente de las necesidades integrales de todos los
miembros de su familia, sea para edificar, defender, proveer, valorar y amar a
su esposa, donde ambos enseñan, educan y corrigen a sus hijos, respaldándose
mutuamente; hombre y mujer viven la palabra y reverencian a Dios, dando
testimonio de fe, mostrando en todo tiempo y lugar afecto correlacional. Job
se levantaba de mañana y santificaba a sus hijos, ofreciendo holocaustos al
SEÑOR su Dios, conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: quizá
habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De
esta manera hacía Job todos los días. Job 1:5.
Función de la cabeza es mantener el equilibrio
del cuerpo, así el esposo da equilibra y balance de justicia en su familia en
amor y sana disciplina como instructor de su hogar, porque ha sido puesto por
Dios, para representar la familia como sacerdote e intercesor, pues cabeza es
sinónimo de soporte, capacidad, buen juicio y talento que promueve unidad, en
función de sus roles bajo el gobierno de Dios en su corazón masculino, debajo
un techo santo; la cabeza representa al hombre irreprochable, esposo de una
sola mujer, sobrio, sereno, ecuánime, coherente, prudente, maduro, de buena
conducta, hospedador y apto para enseñar; como cabeza no es borracho ni
pendenciero, no es pleitero, ni avaro, ni contencioso, sino amable, es el mismo
ser cálido y educado en su casa, como fuera de ella. 1 Timoteo 3:1-7. Porque
si un hombre no sabe gobernar su propia casa, tampoco puede gobernar en la
iglesia. 1 Timoteo 3:5.
Ser cabeza implica ser inteligente, que discierne
lo malo de lo bueno, es buen mayordomo y administrador de los recursos; es el
hombre que cada mes tiene la lista de sus obligaciones y deudas al día, que las
cubre a cabalidad, esfuerzo, honorabilidad, buen juicio, responsabilidad e
integridad en servicio a Dios; no es un capataz, ni tirano, ni tacaño, sino
generoso y sabio con lo que hace y dice; los siguientes textos bíblicos nos
ayudan a entender lo que se entiende de ser cabeza: príncipes y
capitanes de las tribus, Números 1:16, los cabezas de los padres de las tribus
de los hijos de Israel, Josué 14:1, convocó Salomón a los jefes de familias y
de centenas, a jueces y príncipes, 2 Crónicas 1:2, y algunos de los jefes de
las casas paternas, Esdras 2:68a, porque la cabeza de Siria es Damasco, y la
cabeza de Damasco, Rezin…la cabeza de Efraín es Samaria, y la cabeza de Samaria
es Remalias. Isaías 7:8-9.
Para que haya organización, orden, justicia y
estabilidad en un hogar y en la sociedad, se requiere que todo empiece desde la
familia, y para ello se requiere de cabezas inteligentes y edificadoras dignas,
esposos aterrizados pero espirituales; de la cabeza se derivan la identidad y
el sentido de pertenencia en la familia y con relación a Dios, perteneciendo a
un lugar, a un grupo y una familia: te pondrá Yavéh por cabeza y no por
cola, Deuteronomio 28:13, Mío es Galaad, y mío es
Manasés; y Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi legislador, Salmos
60:7; la piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser la cabeza del
ángulo, Salmos 118:22, Y será confirmado en aquel tiempo, el monte de YHWH como
cabeza de los montes…Isaías 2:2, tú eres aquella cabeza de oro, rey
Nabucodonosor, Daniel 2:38, Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio
por cabeza sobre todas las cosas de la Iglesia. Efesios1:22.
Ser cabeza NO es para tomarlo a la ligera ni de
manera sesgada, porque la cabeza pone la cara por todos los suyos, dando lo
necesario, es decir, que el hombre es el progenitor que alimenta, ama, ayuda y
acompaña, como guía y maestro de su familia; el produce cohesión, fuerza y
unión en sana convivencia dentro del hogar para que todos vivan en armonía; en
la cabeza está la suma y la totalidad del todo del hogar que funciona y produce
resultados; el esposo como cabeza es el jefe del hogar que cuenta con la ayuda
y respaldo de la esposa que edifica a su familia; ambos de la mano, se ponen
por encima de las circunstancias y los problemas porque son responsables de su
casa; así el hombre como cabeza y la mujer como edificadora, están en
obligación moral de la conservación, prolongación y bendición de los miembros
de su familia, evitando el derrumbe del matrimonio y la sociedad, porque actúan
a la manera de Dios, venciendo las malas pasiones; un esposo sabio como cabeza,
evita maldiciones y hace que sus oraciones no tengan estorbo. Y ustedes
maridos, sean comprensivos y amables con su esposa; denle el honor que a ella
le corresponde, tengan en cuenta que ellas son delicadas, pero han sido
llamadas a compartir la herencia de la nueva vida que Dios les da. Háganlo así
y no tendrán estorbo a sus oraciones. 1 Pedro 3:7.
El hombre como cabeza es conductor, director y
comisionado de la tribu, el principal encargado del grupo familiar y la
nación; la bendición de tu padre y de tu madre, estarán sobre la cabeza
de José, Génesis 49:26, y Moisés escogió jefes sobre el pueblo, Éxodo 18:25;
llegar a ser cabeza por nombramiento divino, hace las veces de sacerdote,
gobernante y profeta, como lo es el SEÑOR Jesucristo para su pueblo, así debe
ser el esposo para su hogar, él pone a su familia en la presencia de Dios y
proclama las bendiciones bíblicas sobre su casa en oración y adoración junto a
los suyos en el altar familiar…Que no los prive del premio eterno, esos que
están hinchados por la soberbia y su mente carnal, los cuales no están unidos a
la cabeza, la cual hace crecer todo el cuerpo al alimentarlo y unir cada una de
sus partes conforme al plan de Dios. Colosenses 2:19.
Tanto hombre como mujer nacieron con una misión específica
Enel plan de Dios; este maravilloso estudio nos ayuda a comprender y determinar
adecuadamente la bondad de Dios al crear al hombre y la mujer para relacionarse
uno con el otro para vivir juntos como pareja y dirigentes de su casa y su
familia, asignándole a cada uno sus roles y funciones dentro de la familia, en
el cuerpo de Cristo y la sociedad, para que los dos estén dentro de los
términos de la voluntad y el diseño de Dios; el hombre y la mujer son igualmente
valiosos porque ambos proceden de Dios, y juntos son necesarios para el
equilibrio del hogar y la sociedad; ambos tienen un lugar social importante,
igualitario, justo, equilibrado y fundamental, para construir familia y tejido
social desde el hogar, base de toda sociedad sana donde Cristo es visible,
moviéndose todos en el temor de Dios. Y no creó Dios al hombre por
causa de la mujer, sino a la mujer por causa del hombre. 1 Corintios 11:9.
La familia compuesta por un hombre y una mujer y
los hijos, hacen que las organizaciones prosperen, que los grupos y la
humanidad vivamos bajo los principios divinos cumpliendo los mandamientos, vivamos,
actuemos y nos comportemos de acuerdo a lo que Dios ha estipulado para la
familia, en multiplicación y ayuda mutua unos a otros. No vivimos ni estamos en
el mundo para competir, ni envidiar, sino para compartir, crecer,
complementarnos, completarnos y tener cada uno buen desarrollo integral, así
como la cabeza en el cuerpo humano, para que todo el organismo y sus miembros
alcancen el funcionamiento, el desarrollo y la imagen de Jesucristo…El Padre
sometió todas las cosas bajo los pies del Hijo y lo dio por cabeza sobre todas
las cosas a la Iglesia que es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo
llena. Efesios 1:22-23.
En la historia sagrada Bíblica se narra mucho
acerca de la familia y las generaciones, con realidades de amor en medio de
crisis familiares en procesos individuales y colectivos, para la fundación de
la nación de Dios originada en una familia, desde Génesis con Adán y Eva, hasta
Apocalipsis con las bodas del Cordero y su esposa, la
Iglesia; cuando el SEÑOR Jesús enseña a cerca de construir la casa
sobre la Roca, hace referencia al hombre, la mujer y los hijos en el hogar en
un todo integral de personas que accionan bien frente a acontecimientos propios
de la vida en familia, el eje constructor de sociedades y naciones que deben
edificarse con sabiduría y dependencia a Dios, donde todos seamos luz y sal de
la tierra, en desarrollo de todos. Porque desde el principio, el
Creador formó, hombre y mujer. Mateo 19:4.
Cuando Pablo le habla a los corintios de
cubrirse la cabeza, lo hace tanto para el hombre como para la mujer, eran
cuestiones culturales de la época, por cuanto al apóstol le preocupaba que
hombres y mujeres, estaban entrando al templo como si fuera un culto pagano,
era importante el testimonio de fe de los creyentes con temor y reverencia a
Dios en el templo, frente a los no creyentes, de igual modo debe ser hoy en
día; los que decimos ser hijos de Dios, tenemos que dar ejemplo de santidad,
reverencia y conducta recta frente a los incrédulos; independientemente de
cubrirse o no la cabeza, lo importante son los principios bíblicos y el respeto
a Dios, que hoy se requiere imperativamente en el templo, en todo lugar y
momento, mayormente en la ministración de la palabra y la adoración a
Dios. 1 Corintios 5:11-16. Porque en Cristo
Jesús, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre es independiente
de la mujer; porque, así como la mujer fue hecha del hombre, también el hombre
es nacido por medio de una mujer, y ambos tienen su origen en Dios. 1 Corintios
11:11-12.
Ambos esposos son valiosos e importantes para
Dios en la misma medida, pues han sido lavados en la sangre de Cristo Jesús, y
así como es un solo Dios, una sola fe y una sola salvación, los esposos son uno
solo en igualdad de valor, dignidad, autoridad, gobierno y derechos para
edificar su casa y proclamar a Jesucristo como SEÑOR y Dios en la congregación:
hombre y mujer están al mismo nivel y tienen autoridad dada por Dios, que no
pone a nadie por encima de otro, tampoco pone mayor carga ni dominio de
subordinación de un esposo sobre el otro; sencillamente son diferentes, tienen
tareas y roles propios del género para extender el reino de Dios y su
justicia. Y si no les parece bien servir a YHWH, escojan hoy a
quien van a servir; si a los dioses del otro lado del río, dioses de los
amorreos en cuya tierra habitan; pero yo y mi casa, serviremos al SEÑOR nuestro
Dios. Josué 24:15.
Cada hombre y mujer tienen sus propias
responsabilidades y obligaciones con las que lidian en el hogar, sea
esposo-padre o esposa-madre; sus diferencias fisiológicas los distingue uno del
otro, pero a ambos se les exige testimonio, rectitud y conduta madura al ser
templos del Espíritu Santo, así nos complementamos, y nos alineamos uno con el
otro; también tenemos diferencias en la presentación y la vestimenta personal,
pero en Cristo somos UNO, llamados a ser moralmente iguales en pureza y fe;
así, que, el hombre como la mujer son igualmente importantes y necesarios
en la familia, la congregación y la sociedad; tienen la misma valía, dignidad,
poder y autoridad para corregir, exhortar, enseñar, construir y gobernar su
hogar y dentro del pueblo de Dios. Así que ya no hay distinción, si
eres judío o griego, esclavo o libre, hombre o mujer; porque si estamos unidos
a Cristo, todos somos iguales. Pertenecemos a Él, somos de la familia de
Abraham, y con el mismo derecho a recibir las promesas que Dios nos hizo.
Gálatas 3:28-29.
Ni el texto bíblico ni el corazón de Dios
pretenden la subordinación de la mujer bajo el yugo opresor del hombre, porque
esto sería como si Cristo no fuera suficiente para ambos; lo que Dios en su
palabra es establecer la organización del reino en la tierra, el orden divino,
la sabia autoridad, el buen juicio, el balance y el
testimonio del pueblo de Dios desde la familia, en cooperación, trabajo de
equipo y mayordomía de la familia sean creyentes o no; también Pablo buscaba
que se viera la diferencia en el templo entre hombres y mujeres, queriendo
reforzar el respeto hacia la mujer, no la subyugación ni el detrimento de la
mujer. Que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin
ira ni contiendas; que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y
modestia...con buenas obras como corresponde a mujeres que profesan piedad. 1
Timoteo 2:7-9.
Pablo nos ofrece una visión nueva de igualdad,
libertad, dignidad y respeto mutuo entre hombres y mujeres que profesan la fe
en Cristo, pues la mujer venía siendo avasallada y desdeñada desde siglos
atrás, eran vistas como débiles objetos manipulables y de menor valor, por eso
eran usadas, menoscabadas y menospreciadas por los hombres que abusaban de su
fuerza bruta, pero en Dios no hay niveles jerárquicos entre hombres ni mujeres,
y menos entre su propio pueblo donde todos somos servidores mayordomos y no hay
ninguna clase de dominio de unos sobre otros, todos estamos al mismo nivel de
servicio en humildad, mansedumbre y santidad, pero a muchos les cuesta sujetarse a causa del orgullo
egolátrico, el pecado y la maldad. Entre ustedes no debe ser como en el
mundo; al contrario, el que quiera ser grande entre ustedes, deberá ser el
servidor de los demás. Mateo 20:26
En Cristo todos estamos bajo la autoridad de
Dios, hechos para gobernar, atalayar y juzgar pero también para obedecer y
servirnos mutuamente, todos tenemos capacidad e inteligencia para trabajar con
excelencia, porque quien nos creó es el mayor inteligente, digno y excelso del
universo; eso de que el hombre está por encima de la mujer abusando de que es
la cabeza, son inventos de la religión, la tradición y la cultura del mundo, la
sumisión bíblica no trata de esclavitud ni tiranía, trata de respeto y obediencia
en amor, servicio y valoración personal entre hombres y mujeres que conocen a
Dios, esto es equitativo y justo, pues hombre y mujer, tienen que ver por igual
con Dios, y fuimos creados a su imagen y semejanza como miembros del Cuerpo de
Cristo, y todos ocupamos un lugar en reino de Dios. Sométanse unos a
otros, y estén sujetos unos a otros, por reverencia a Cristo. Las mujeres
respeten a sus esposos como si se tratara del SEÑOR. Efesios 5:21-22.
Dios enfatiza la estima y valoración de la mujer
por parte del hombre porque el hombre es dado al desamor, y la mujer es dada al
irrespeto, así que, sin amor y sin respeto, no hay nada que hacer en un hogar; la
relación de los dos sexos, hombre-mujer se problematiza mayormente en estos dos
aspectos en lo cual se requiere reciprocidad, conciencia, corazón, madurez,
sensibilidad, responsabilidad y espiritualidad, como
hacedores de la palabra; hombre y mujer, tienen la misma prioridad y urgencia
de mantener firme su matrimonio, y en orden su casa, porque Cristo es el centro
de la familia, el todo de cada uno, Él es el origen y el fundamento de la
institución familiar, es el modelo a seguir por todos los miembros de la
familia y del cuerpo de Cristo. Efesios 5:25.
Así que, la cooperación, sujeción y sumisión en
la pareja es algo recíproco y equitativo, ninguno está por encima ni por debajo
del otro; ambos son fuente de amor, afecto y protección mutuo y para los hijos,
ambos padres deben ser para sus hijos, un canal de respeto, el bastón de apoyo
y respaldo mutuo, por eso Eva fue sacada de Adán, cerca al corazón: primero
para cubrirla de amor, cuidado, protección y valor, formando parte del cuerpo
del varón, que ella este a su lado como la parte que encaja perfectamente, lo
completa y complementa adecuadamente, son uno en dos seres humanos iguales que se
aman, piensan, razonan, sienten y actúan. Ámense unos a otros como YO
los he amado; así también ámense ustedes unos a otros. Que su mutuo amor sea el
distintivo, por el que todo el mundo los reconozca como mis discípulos. Juan
13:34-35.
Así como la cabeza en el cuerpo humano, tiene un
cerebro que irriga sangre a todo el organismo, así el hombre como cabeza y la
mujer que edifica, irrigan la sabia divina de la cohesión y las aguas vivas del
Espíritu en funcionalidad de la familia de generación en generación, sobre la
base de genuina fidelidad, y sólido respeto, en coherencia a la fe, puesto que humanamente
todos somos vulnerables y necesitados de Dios; los esposos son unidad
matrimonial; cada uno coloca la parte que les corresponde en la procreación, el
cuidado, desarrollo, alimentación y nutrición de su prole. Cuando Dios habla,
no lo hace solo para los hombres, lo hace para todos, hombres, mujeres, jóvenes
y niños. Deuteronomio 6:6-7. Cree en el SEÑOR Jesucristo y serás salvo
tú y tu casa. Hechos 16:31.
Ninguno de los dos géneros tiene prioridad
delante de YHWH nuestro Dios, somos igualmente tratados y procesados por el
Arquitecto celestial, en nuestras diferencias y particularidades de identidad,
pero iguales en origen, dignidad, amor, autoridad y pertenencia, por lo cual,
el machismo, el feminismo, el patriarcado y el matriarcado, están fuera del
orden divino, y del diseño de Dios; hombre y mujer llevan vidas en
subordinación mutua, respeto recíproco, amor bilateral y abnegado, siguiendo el
ejemplo de Cristo que se dio así mismo por todos. Porque en un cuerpo
hay muchos miembros, pero cada uno tiene una función específica; así también
nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y estamos
unidos unos a otros. Romanos 12:4-5.
Si el hombre es la cabeza de la mujer, ella es
la que edifica su casa, ambos puestos por Dios dentro de la casa, la mujer llamada
a permanecer más tiempo en el hogar con sus hijos cuando el esposo sale a
trabajar, es el orden de Dios y no ha cambiado; ella en casa es el respaldo,
apoyo y socorro del marido frente a los hijos, allí ella es ayuda que se
ajusta, apropiadamente al varón así como Dios lo hace con el ser humano; Ezer, en
hebreo es ayuda y ayudador con fuerza y poder, Génesis
2:18-23, unido a Négued, que es la
contraparte, la parte opuesta, que va adelante y es cónyuge, lo cual se ha
traducido como ayuda idónea, es decir, la otra parte que ayuda al hombre a
llevar el yugo que ambos comparten, y donde, ella edifica porque fue edificada
de la costilla del varón para llevar así el yugo divinamente ordenado, del
gobierno de la casa, la tierra y sus criaturas; tanto hombre como mujer
fueron redimidos y dignificados por Cristo al entregar su vida por
todos. Y por todos murió Cristo, para que los que viven, ya no vivan
para sí mismos, sino para Aquel que murió y resucitó por ellos. 2
Corintios 5:15.
Dios sanó y salvó igualmente a hombres y
mujeres, pasando por encima de reglas y convencionalismos humanos; la
mujer tiene obligaciones, cualidades y derechos como el hombre, y como no era
bueno que el ser humano fuera solamente uno. Génesis 2:15-18, Dios
creó hombre y mujer para que el uno sea el complemento del otro; la
mujer es tan pensante y racional como el hombre, ambos fueron creados con
sabiduría e inteligencia para razonar, ser prudentes y creativos viviendo
juntos, y que cada uno ponga la parte que le falta al otro, así completarse
para ser uno y ser equipo de trabajo hombro a hombro con sus diferencias en
distintas tareas, roles y obligaciones. Porque si
alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la
fe y es peor que un incrédulo. 1 Timoteo 5:8.
Ezer-Négued, se ha traducido como ayuda idónea, o cónyuge, una persona parecida y con similitudes
al otro, pero opuestos físicamente, y con quién se puede compartir la vida, los
pensamientos, deseos, ideas, risas y sueños, es decir, la mujer es la contra
parte del varón, es la varona, esposa y cónyuge del hombre, la que va junto al
hombre, pero ambos direccionados por Dios en su casa; la correcta traducción de
ayuda idónea sería, la ayuda conyugal que encaja apropiadamente y ha sido
puesta por Dios para completar al hombre en el yugo del hogar; ella es la que
alivia, socorre y comparte las cargas de la familia; es la idea de los dos
bueyes en el terreno del arado, donde se mueven al mismo tiempo y en la misma dirección
dentro del mismo terreno, en una constante cooperación de ayuda y trabajo, es
la esencia y visión bíblica del matrimonio. Y YHWH Dios los bendijo
diciendo: sean fructíferos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla.
Tengan dominio sobre los peces en el mar, y las criaturas que vuelan en el
aire, sobre todo ganado en la tierra, y sobre toda criatura viviente que se
arrastra. Génesis 1:28.
La mujer fue reconocida por el primer varón como
varona, esto la hace semejante a él, pero con ciertas particularidades, ella es
el mejor regalo provisto por Dios para la vida del hombre, por eso la mujer no
es una subordinada ni una esclava controlada por los caprichos del hombre, si
la mujer fue tomada de la costilla del varón, ella es la parte que le falta al
hombre, allí radica la igualdad e importante de ambos, permaneciendo unidos en
el amor mutuo y el de Dios, para así juntos gobernar y construir su casa en
igualdad de condiciones. Y Adán dijo: este es hueso de mis huesos y
carne de mi carne, ella será llamada varona, (Ishah), porque ella fue sacada de
su hombre, (Ish). Por eso el hombre dejará el hogar de su padre y de su madre,
y permanecerá con su esposa, porque ahora son una carne. Génesis 2:23-24.
Proverbios 31 no es una lista de requisitos y
cargas para una mujer, es una inspiración divina para que cada hija de Dios
llegue a ser la mujer virtuosa que agrada y teme a su Creador, respetando y
respaldando al esposo y reverenciando a Dios, para que juntos sean mejores
padres y mejores seres humanos; la mujer que conoce y teme a Dios, goza de
principios, carácter noble, fortaleza, capacidad y confiabilidad para su esposo
y su familia; dos seres humano con defectos, pero redimidos y unidos para
honrar a su Salvador dando lo mejor de sí mismos; a causa de su fe, ambos
buscan ayuda en Dios y se esfuerzan por ser gente íntegra, honestos, fieles y
valientes en la formación y educación de sus hijos. El que halla una
buena esposa, halla el bien, porque ha alcanzado el favor de Dios. Proverbios
28:22.
La mujer también viene a ser como una hermana
para el esposo, y ¿Cómo trata un buen hermano a su hermana? Tal como lo
describe Cantares; y si al hombre se le llama señor, a la mujer se le denomina
señora, es un ejercicio de señorío mutuo en familia, por lo tanto, ninguno de
los dos se enseñoreará del otro, pues se pertenecen uno al otro y caminan
juntos; así que, en términos justos de igualdad y justicia, hombre y mujer son
semejantes y humanos, con diferencias propias del género: nosotras delicadas,
femeninas, bellas y con mucho corazón, ellos: fuertes, masculinos, fornidos y
más mentales. Baja conmigo del Líbano, esposa mía; desciende de
las alturas, esposa mía…Me robaste el corazón, hermana mía, amada mía, me
cautivaste con una sola mirada de tus ojos, con un solo hilo de tu
collar. Cantares 4:8-9.
Tanto Cantares en el AT, como Pablo en el NT,
comparan el matrimonio con Cristo y su esposa, la iglesia, su nación santa y pueblo
de real sacerdocio donde a los esposos los une el amor eterno y el respeto
recíproco; así como la nación de YHWH es importante para Cristo, la esposa lo
debe ser para el esposo, ella edifica su casa gozosa porque se siente amada y
protegida, permaneciendo la mayor parte del tiempo en su hogar, educando,
enseñando y corrigiendo a los hijos con más frecuencia que el padre; ella es la
que está al tanto de lo que sucede en casa, luchando por conservar el bienestar
de su familia con cálida entrega, devoción y siendo hacendosa, porque ella es
la que emotiva y estimula a su familia con su bondadosa entrega y genuina espiritualidad
por naturaleza. ¿Quién puede encontrar una mujer preciosa? Porque tal
mujer es más valiosa que las piedras preciosas. Su esposo confía en ella desde
lo profundo de su corazón, y ella prueba ser una gran ganancia para él.
Proverbios 31:10-11.
Si Dios, y su palabra, hubieran querido
menospreciar a la mujer, entonces no estaría Proverbios 31, ni se
mencionarían tantas mujeres valientes en la historia sagrada, las cuales fueron
notables en la Biblia, la cual nos menciona un poco más de treinta y tres
mujeres que hicieron parte de la genealogía del Hijo de Dios, y que te invito a
conocer en sus características de honor y valentía de este Blog y en este
link, https://conpasosfirmesendios.blogspot.com/2017/04/mujer-sigue-el-ejemplo.html?m=1 el punto y raíz de hacer ver a Dios y la Biblia
erróneamente como si fueran machistas que discriminan a la mujer, es causa del enemigo y el pecado en el huerto del
Edén, asunto que se aclaró y se dejó arreglado y establecido con la Primera
Venida a la tierra de nuestro SEÑOR y salvador Jesucristo, en Él la mujer ha
sido redimida, dignificada y tenida en cuenta por Dios hecho Hombre, Él le
devolvió el lugar que le corresponde a la mujer desde el principio de la
creación, en igualdad con el varón; por tanto, al hombre y la mujer Dios les
dijo después de haber caído en pecado: Con dolor darás a luz en tu
preñez, tu deseo será para tu marido y él se enseñoreará de ti; al hombre dijo:
Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque
de ella fuiste tomado, pues polvo eres. Génesis 3:19
Para Dios, hombre y mujer son un tesoro, su obra
maestra, la mujer goza de derechos y deberes como los tiene el hombre, lo vemos
bíblicamente en la repartición equitativa de herencia en igualdad de
condiciones para hombres y mujeres, Números 27:8-11; para Dios la
mujer es delicada como una flor o una fina porcelana, y nuestro Salvador
Jesucristo estuvo rodeado de mujeres que lo, honraban y sostenían su
ministerio, le servían y oían, atentamente, Él las perdonaba, liberaba, sanaba
y salvaba. Lucas 2:36-38; 7:36-50; 8:1-3, 8:40-50; 10:38-42; 18:1-8; 21:1-4; 23:55-56; 24:1-10; Marcos
12:41-44.
SÍ, la mujer es valiosa porque
también salió de Dios y fue su voluntad crearla, es ella quien recibe la
semilla y trae a luz los hijos que alegran al varón y su casa, ella es
multiplicadora sobre la tierra en cooperación con el varón; la mujer sabia y
virtuosa trabaja en y desde su hogar, es la última que se acuesta y la primera
que se levanta, da de comer a sus familia y alista las tareas del día
siguiente; ella busca a Dios en oración, ama tener a Cristo en el centro de su
hogar y lee la Escritura para enseñar el temor de Dios a su familia, ella
conoce a su Creador y sabe qué le agrada y qué le desagrada, ella busca
sabiduría para mantener firme su matrimonio, mientras el hombre es llamado y
encargado por Dios para trabajar, traer el sustento a su familia y protegerla. El
marido debe amar a su mujer como a su propio cuerpo. El que ama a su mujer, así
mismo se ama. Porque nadie aborrece jamás su propia carne, sino que la sustenta
y la cuida, como también Cristo a la Iglesia. Efesios 5:28-29.
La mujer sabia edifica su casa, edificar en
hebreo es Banah, significa construir poniendo cimientos
sólidos, es labrar, levantar, ser maestro que enseña con su ejemplo; edifica
porque hace prosperar y ensanchar su casa; ella se ocupa de reparar y
restablecer el corazón de sus hijos y de su esposo cuando han sido heridos; así
lo hicieron las esposas de los patriarcas, y las mujeres de la historia bíblica;
de la mujer brota la vida, y construye la de sus hijos con sus propias manos,
lo hace con pasión, vocación, sagacidad, habilidad, entrega y sensatez, porque
es persona aterrizada, madura, de buen juicio y alegre en su
espiritualidad con Dios para orientar y conducir no solamente su hogar, sino la
familia y la sociedad; es gran mujer al lado de un gran hombre. La casa
y las riquezas son herencia de los padres; pero la mujer prudente es un regalo
de YHWH. Proverbios 19:14.
Lastimosamente la mujer de hoy, las más jóvenes,
han abandonado sus roles de hogar, para salir a trabajar como los hombres, pero
con salarios inferiores, razón por la cual, la familia, el eje de toda sociedad
se está viendo amenazada, porque las obligaciones de los padres se han delegado
a los familiares, y extraños que nada tienen que ver con su casa, pero hombre y
mujer, son los encargados de llevar a cabo la conservación de las familias, la
crianza y educación de los hijos para lo cual fueron llamados y asignados por
Dios a favor de sociedades sólidas y sanas que impacten el mundo con lo mejor
de Dios y las virtudes de cada cónyuge. Hijo mío bebe el agua de tu
propia cisterna, y los raudales de tu propio pozo…Sea bendito tu manantial y
alégrate con la mujer de tu juventud. Como cierva y graciosa gacela, sus
caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre.
Proverbios 5:15-19.
Edificar un hogar es acción conjunta, entre
hombre y mujer, cada uno colocando lo suyo, ejerciendo sus roles y obligaciones
de la mano del Arquitecto divino y con Él a la cabeza; la mujer sabia que
edifica su casa no permite el maltrato ni la violencia en su hogar, ella sabe
que la paz en el hogar es de vital importancia moral, sicológica y espiritual
para todos; el espíritu que ella conserve, será el espíritu que transmita a su
esposo y a sus hijos, ahí está el secreto de edificar un hogar y educar a los
hijos; ella edifica manteniendo el orden y el aseo de su casa, porque organiza
las labores del hogar para que todos trabajen y colaboren, si hay problemas
corre a Dios y ora para que Él transforme la atmósfera de su casa, el corazón
del esposo y sus hijos y se esfuerza por su prole; esta mujer inteligente no
permite la soberbia ni la rebeldía en su hogar porque tiene autoridad, sabe
poner límites y tiene autonomía para planear y programar una proyecto de vida
familiar; por lo tanto, la esposa es una bendición de Dios para el hombre. Los
encantos son una mentira, la belleza no es más que una ilusión, pero la mujer
que honra a Dios es digna de alabanza. Proverbios 31:30.
La mujer edifica su casa con la seguridad de su
entrega como señora de la casa; desde el principio el Eterno estableció
estatutos y mandamientos para que su pueblo se conduzca en orden, obediencia,
cooperación y disciplina en la práctica cotidiana de la vida familiar, esa es
la forma en que Dios hace diferente a su pueblo de otros pueblos; cuando la
Escritura nos da referencias de la mujer, vemos que aún el SEÑOR respaldó a
Sara frente a Abraham con respecto a Agar, porque la mujer también es consejera
para el hombre. Y YHWH dijo a Abraham: no te preocupes por el muchacho
ni por tu esclava; presta atención y haz todo lo que te diga Sara tu mujer,
porque en Isaac será tu descendencia. Génesis 21:12.
Toda mala interpretación bíblica ha sido
cuestión de hombres, culturas y reglas religiosas, no de la fe ni la verdad bíblica,
la cuestión de que la mujer edifica la casa, aunque se remonte a tiempos muy
antiguos, continua vigente hasta hoy, la vida de las tribus era nómada, los
hombres iban a la guerra mientras la mujer permanecía en el hogar, hoy debe ser
igual, el hombre sale a trabajar y la mujer se hace cargo de su casa y labora
desde su casa porque tanto hombre como mujer tienen habilidades, inteligencia,
dones y son fructíferos en las manos de Dios, es por eso que se resaltan muchas
mujeres bíblicas con características propias de cada una; las mujeres resultan
importantes y necesarias para los hombres en momentos cruciales, y eso no ha
cambiado para Dios ni en la Escritura; así que tanto hombres como mujeres
tenemos responsabilidades y bendiciones iguales. Creó Dios al hombre a
su imagen, a imagen de Dios creó el hombre y la mujer. Génesis 1:26 y 28-30.
La mujer que edifica su casa no permite los
abusos, los gritos del marido ni el irrespeto ni desobediencia de los hijos,
por eso los lleva primero en oración a Dios y da tiempo al cambio, pero si no
lo hay, lleva al hombre ante las autoridades y a los hijos les aplica los
correctivos necesarios, por su bien y el de su familia, porque ella es
consciente que su hogar es de Cristo, y por lo tanto su casa no es un ring de
boxeo, sino un nido de amor, unión y respaldo mutuo; la mujer que edifica su
casa expulsa la raíz del pecado y el maltrato en su hogar para conservar la
armonía pacífica y convivencia familiar, proporcionando tranquilidad a su alma,
pues ella gobierna el campo doméstico y espiritual de su familia. Así que
hombres, escuchen lo que les dice el SEÑOR: Goza de la vida con la
mujer amada cada instante de esta vida sin sentido que hay en el mundo; La
esposa que Dios te da es tu recompensa por todo tu esfuerzo terrenal.
Eclesiastés 9:9.
Dichoso todo aquel que teme a YHWH y anda en sus
caminos; cuando coma pan como fruto de su trabajo, le irá bien; su mujer será
como una vid que lleva fruto a los lados de su casa, sus hijos como plantas de
olivo alrededor de su mesa. Salmos 128:1-3.
Mejor son dos que uno, porque tienen mejor paga
de su trabajo. Si cae uno, el otro levanta a su compañero¸ pero ¡Ay del que
está solo¡ que cuando caiga, no habrá segundo que lo levante. También si dos
duermen juntos, se calentarán mutuamente; pero ¿cómo se calentará uno solo? Y
si alguno viene a atacar al otro, los dos resistirán mejor; pues cordón de tres
dobleces no se rompe tan fácil. Eclesiastés 4:9-12.
Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.