SER GENEROSOS PORQUE TENEMOS ALGO PARA DAR
Den a otros y Dios les dará a ustedes. Les dará con abundancia una medida buena, apretada, sacudida y repleta. Porque con la misma medida que ustedes den a otros, Dios les devolverá a ustedes. Lucas 6:38.
Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor
Jesucristo, que por amor a nosotros se hizo pobre, siendo rico, para que
nosotros con su pobreza fuéramos enriquecidos, 2 Corintios 8:9.
¿Qué pagaré a YHWH por todos sus beneficios para
conmigo? Tomaré la copa de la salvación, e invocaré el nombre del Eterno Santo.
Ahora pagaré mis votos a Él delante de todo el pueblo…A mi Creador pagare mis
votos delante de todo su pueblo. En los atrios de la casa de YHWH, en medio de
ti, oh Jerusalén. Aleluya. Salmos 116: 13-14 y 18-19.
Debo admitir hoy que llevo una semana tratando de
escribir algo, pero no me había resultado, hasta que oré al Eterno y le dije, no sé qué
quieres que escriba, y cuando fui a mi Biblia, vi el versículo del día, la
verdad es que no lo quería compartir; pero Mi Abba Padre habló a mi corazón colocando el querer como el hacer y
aquí estoy. Recordé que hace como cinco años tome apuntes de una
enseñanza maravillosa que ahora quiero dejar plasmada en esta hermosa enseñanza que ha constreñido mi corazón hasta hacerme llorar para pedirle perdón al Abba
Padre por fallarle tantas veces, Malaquías 3:10, es el versículo del
día.
Este texto bíblico nos lleva a pensar en la
generosidad que se alcanza cuando somos bondadosos amando a los demás, cuando damos nos hacemos personas nobles de corazón, grandes en espíritu, desinteresados, humildes, filántropos, altruistas
y desprendidos para dar de lo mucho, lo bueno y lo mejor que el Creador ha
puesto en nuestras manos, Él nos sacia diariamente con el esplendor de su gracia y su
gloria. Todos podemos ser generosos, porque todos tenemos algo bueno para dar y
ofrecer, Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su
corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con
alegría, 2 Corintios 9:7.
Este es un tema que a muchos les agrada porque les
escoce el alma, pero del cual debemos hablar para no dejarnos vencer por la
codicia, ni dejarnos influenciar por la indiferencia, mezquindad y maldad que reina
en el mundo; debemos ser sensibles a la voz de nuestro Rey Eterno y andar a la
luz de su palabra, si es que en verdad amamos al Creador y Dador de
nuestra salvación, vida y bendiciones, Pues doy testimonio de que con agrado han dado
conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas, 2 Corintios 8:3.
Vale la pena recordar a Agustín de Hipona una figura
ejemplar de la cristiandad, pero que cometió un gran error al afirmar que el dinero es estiércol
del diablo, fue un sabio y santo de la Edad Antigua, pero al
decir esto SÍ QUE se equivocó, porque el SEÑOR dice en su palabra: mía es
la plata y mío es el oro, y míos todos los tesoros, declara YHWH de los
ejércitos, Hageo 2:8; entonces si Dios lo dice, nadie tiene porque decir
lo contrario, pero como humanos, aún los teólogos y los siervos del Eterno se
pueden equivocar de alguna manera, pero haciendo errar al pueblo. Debemos tener cuidado,
y que sea nuestro Creador quien mueva nuestros corazones y no la gente.
El pueblo de Dios en la antigüedad era próspero por
dar, y la Iglesia original de primer siglo pudo subsistir por los fieles dadores de la época,
el apóstol Pablo nunca habló mal a cerca de dar y del dinero, él lo que hizo
fue confirmar la palabra del Eterno: Porque raíz de todos los males es el amor al
dinero; el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron
traspasados de muchos dolores, 2 Timoteo 6:10.
El dinero no es malo ni bueno, es necesario para
vivir dignamente, lo que es malo es el corazón del ser humano que utiliza el
dinero para hacer el mal, y la gran mayoría le dan mal uso al
dinero, ¿Por qué gastan el dinero en lo que no es pan, y su
salario en lo que no sacia? Escúchenme atentamente, y comerán lo que es bueno,
y se deleitará su alma en abundancia, Isaías 55:2. El
dinero y todas las riquezas que hay sobre la tierra son de Dios y las ha puesto
en nuestras manos para que los administremos con sabiduría de Dios, no con el consumismos del mundo.
Hay muchos que tienen, pero no son de bendición con
sus riquezas, y también es cierto, aunque muchos no lo admitan, que hay
capitalismo compasivo, y que gran parte de esos capitalistas apoyan la obra
cristiana, el servicio y la ayuda al prójimo, ellos son verdaderos filántropos; pero
no podemos ignorar que también hay unos pocos acaudalados millonarios que son
avaros, miserables, manipuladores y perversos con su dinero y sus riquezas sirviendole al mundo y la iniquidad del mundo; ellos no han entendido que son solo mayordomos temporales en esta tierra, pero que un
día tendrán que dar cuentas de su mayordomía y administración de lo que Él Eterno puso en sus manos y les ha permitido tener no solo para disfrutarlo mezquinamente, sino también para darlo a quien lo necesita, Mateo
18:23-35.
Pregúntate: ¿Eres bueno o mal administrador? ¿Das y
pagas como corresponde, o no lo estas haciendo?
Muchos roban descaradamente y toman lo que no les
pertenece manipulando las mentes, porque les resulta buen negocio, eso los millonarios han dejado el buen camino, han dejado de sostener la obra expansiva del evangelio y han dejado de
dar para los débiles, desamparados y hambrientos que hay sobre la tierra, pero
los que han influenciado negativa y perversamente, muy pronto se les
retribuirá, sea por obedecer la voz de Dios o por evadir su responsabilidad no queriendo oír a su Creador. Dios es justo y se da cuenta de todo, Él conoce las intenciones del corazón, Porque
tú dices: yo soy rico, y me enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y
no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo,
Apocalipsis 3:17.
Nuestro Creador nunca deja de darnos, Él sigue bendiciendo abundantemente. Los judíos son prósperos, porque trabajan por el bien de otros, ofrendan
y diezman, Dios recompensa muy bien, porque A Jehová presta el que da
al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar, Proverbios 19:17, Dios
no es deudor de nadie, y al que es generoso, Dios le da más, pero al que tiene,
retiene y es mezquino, o usa su dinero para el mal, aun lo que tiene le será
quitado, Mateo
13:12.
En la Biblia encontramos las
pautas de nuestra economía, de la abundancia y la prosperidad para vivir como
verdaderos hijos de Dios, porque para Dios cuenta y es importante el bienestar
de su pueblo; el mejor ejemplo de generosidad es nuestro SEÑOR Jesucristo, Él
es el Dueño del universo, Porque en Él fueron creadas todas las cosas,
tanto las que están en los cielos, como las que están en la tierra, visibles e
invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido
creado por medio de Él y para Él, Colosenses 1:16. Dios en
forma de hombre siendo rico, se hizo pobre para que nosotros fuéramos
enriquecidos, espiritual, emocional, social y personalmente, pero también
económicamente, porque El que es generoso, prospera; el que
da, también recibe, Proverbios 11:25.
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¿En qué consiste la generosidad de Dios? En darse a
sí mismo, en nacer en un pesebre, en vivir sencillamente en una aldea
trabajando como carpintero, y en dar su persona completa en la cruz, ese es el
mayor ejemplo de generosidad y entrega incondicional que existe; Dios mismo dando
y entregándose por amor a todos. Él abrió con su sacrificio la llave del
altruismo y la bondad, el propio Dueño del universo lo ha dado todo,
¿Qué de nosotros? Los evangelios contienen más advertencias contra el dinero y
su abuso que sobre cualquier otro tema, uno de cada cuatro versículos de los
Evangelios Sinópticos, (Mateo, Marcos y Lucas), hablan sobre el dinero, ¡Tengan
cuidado! Advirtió Jesús a la gente, Absténgase de toda avaricia; la vida de una
persona no depende de la abundancia de sus bienes, Lucas 12:15.
¿A qué se debe que en el NT uno de cada seis
versículos, se habla sobre el dinero y las riquezas materiales? ¿Por qué Dios
se empeña en recalcar este tema? Pues porque lo considera muy importante, la
mitad de las parábolas de Jesús, hablan del dinero y los bienes materiales.
Judas vendió a Jesús por dinero, el temible 666, la marca de la bestia, es un
código comercial para comprar y vender, por lo tanto tiene que ver con el dinero
y los bienes materiales; de entender la importancia que tiene el dinero ante
Dios y en la Biblia, de entender esto depende nuestra vida no solo material
sino espiritual y eterna, Ustedes deben estar seguros de que
quienes comenten inmoralidades sexuales, los que hacen cosas impuras, o los que
se dejan llevar por la avaricia, que es idolatría, no pueden tener parte en el
reino de Dios, Efesios 5:5.
Las sociedades más ricas sobre la tierra, son
precisamente las que practican los principios económicos consagrados en las
Sagradas Escrituras, Dios creó las riquezas y las sabe dar con gran abundancia,
mucho más de lo que le pedimos, Efesios 3:20.
a). La primera riqueza que Dios nos dio es la vida.
Debemos darle gracias por esta gran riqueza, y valorar la
vida de todo ser humano, b) Los talentos y los dones con los cuales el
Creador nos ha dotado son para multiplicarlos, porque invertir
es hacer riquezas honrando al Dador; esto nos lo enseña Jesús en la parábola de
los talentos, Mateo 25:14-30, las capacidades que
Dios nos ha dado, hay que hacerlas rendir poniéndolas a trabajar, Ustedes
son enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos,
y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones
de gracias al Eterno, 2 Corintios 9:11.
c) Las posesiones y las finanzas son parte de nuestras
bendiciones, pero NO para acapararlas mezquinamente, sino para bendecir a otros; las
posesiones son los bienes materiales que tenemos, las finanzas son los bienes financieros y monetarios que nos hacen rendir lo que poseemos, el puesto de trabajo es una
posesión, por eso se dice, me voy a posesionar del cargo, y lo que rinde o
multiplica esa posesión, se llaman finanzas y economía. Y de esas posesiones y
finanzas, el Señor nos tomará cuentas, Mateo 25:35-45.
Howard Dayton en un fragmento de su libro “Tu dinero
cuenta”, dice que las Escrituras dan mucha importancia al cómo administrar
fielmente todo lo que Dios nos ha confiado, sin tener en cuenta la cantidad.
Porque el mayordomo fiel es responsable de lo que tiene, sea mucho o poco, Mateo 25:21.
Debemos ser sabios administradores y dadores alegres con lo que recibimos y
tenemos, de acuerdo a nuestras bendiciones, Mateo 6:21. ¿Dónde está tu corazón,
en el reino de Dios y su justicia o en las riquezas de este mundo?
Maquiavelo en su libro El Príncipe dijo: El hombre
perdona todo, las traiciones de los amigos, y aún que le pongan cuernos, pero
lo que no perdona es que le toquen la bolsa. Y existen muchos que le dicen a
Dios: SEÑOR si me prosperas, doy al necesitado y doy para tu obra, pero lo
correcto es lo que dice Dios: Si me das de lo que YO te doy, YO te prosperaré. Esto implica que debe ser Dios gobernando al hombre, no el hombre manipulando a Dios, no podemos
invertir el orden de los factores, porque así no funciona la palabra de Dios, Más vale adquirir
sabiduría que oro; más vale adquirir inteligencia que plata, Proverbios 16:16.
¡TENEMOS QUE DAR, PORQUE DAR ES ADORAR AL DADOR! El que
ama y adora, lo expresa con acciones y hechos concretos. A los ricos de este tiempo
manda el Señor que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las
cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en
abundancia para que las disfrutemos. Que hagan el bien, que sean ricos en
buenas obras, que sean dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento
para lo por venir, que echen mano de la vida eterna, 1 Timoteo 6:17-19. Y aunque muchos no tengan dinero para dar tienen vida para acompañar, dar una palabra de aliento, visitar al enfermo, cuidar niños y ancianos, visitar a los presos y trabajar con lo que tenemos a mano.
OREMOS: Padre
celestial, perdónanos las veces que te hemos fallado al no dar al necesitado y
no sostener tu obra sobre la tierra. Gracias Señor por la prosperidad que
vendrá, pero que nunca olvidemos que TÚ eres el más grande tesoro, nuestro
Amado Jesús de Nazaret.
No tenemos cómo pagarte el tesoro de la salvación,
el tesoro de la gracia, el tesoro del perdón, pero Señor también queremos ser
instrumentos tuyos en bienes económicos y materiales, de lo cual nada nos
llevaremos cuando vayamos a tu presencia, lo que demos para tu obra y la ayuda
que demos al necesitado redundará en bendición de nuestra familia y la
nación; ayúdanos a sacar adelante a
mucha gente que sufre y se consume de hambre en las ciudades y las naciones a
causa de nuestra indiferencia, mezquindad y desamor. Señor que tu palabra
se cumpla siempre en mi vida y en la vida de los que disponen su corazón para
adorarte y la vida de los que leen este mensaje. Amén.
Mg. MEHC,
hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino eterno