Esfuércense y sean diligentes por mantener la unidad que proviene del Espíritu Santo, por medio de la paz que une a todos. Efesios 4:3.
Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro SEÑOR Jesucristo, que estén todos unidos en el acuerdo para que NO haya divisiones entre ustedes, sino que sean maduros, en un mismo creer, y de una misma manera de pensar. 1 Corintios 1:10.
El Padre y YO, uno somos. Juan 10:30...Padre Santo, guárdalos en tu nombre...para que sean uno, así como nosotros. Juan 17:10.
Dios no se cansa de llamarnos a trabajar juntos para permanecer unidos, porque el principio número uno de Dios es la unidad en amor, pero la estrategia número uno del diablo es la división con odio; el enemigo divide para evitar y limitar el mover de Dios, rompiendo la conexión con su pueblo, es por eso que los demonios operan desde la mente para alejarnos de Dios, separar los matrimonios, sembrar envidia y celos en la Iglesia, odio, rebeldía y violencia en la familia, impidiendo así que caminemos y vivamos en el reino del Eterno pero hay poder liberador en la unidad y la unión en Cristo que hace que la gloria del Padre se manifieste. Ezequiel 37:16-22.
Este es un llamado a la UNIDAD de su pueblo porque muchos quieren manifestar a Cristo pero no pueden porque están divididos; es necesario reconocer las virtudes, los dones y las fortalezas de los demás, porque eso es amor y allí Dios manifiesta su gloria en cada nación para llenar la tierra, Habacuc 2:14. Si en verdad amamos a Dios, debemos velar por la integridad de la Iglesia para salvar la nación, unidos en Cristo y el Espíritu Santo, pues gran parte de las artimañas del diablo son destruir la autoridad, el orden y los diseños de Dios para consumir el mundo en tinieblas y que se destruyan unos a otros, lo cual hace que el Eterno envíe sus juicios, pero ese NO es el deseo ni propósito de Dios; todo esto que vivimos son consecuencias del pecado que roba el amor y la pureza en las relaciones que unen, lo cual se puede evitar en las naciones de la tierra si la Iglesia es UNA en Cristo, y sí el Padre encuentra unión en amor y santidad entre los justos, Él salvará la nación del ataque divisorio de las tinieblas y la polarización del mundo, pues NO SOMOS DEL MUNDO. 2 Corintios 10:3-6.
La voz de Jesucristo sigue sonando hoy en nuestros oídos para tocar corazones sensibles a Él: Ya no estoy en el mundo; más ellos están en el mundo…Padre Santo, a los que mes has dado, guárdalos en tu nombre, PARA QUE SEAN UNO. Mas no te ruego simplemente por éstos sino también por los que han de creer en Mí por la palabra de ellos, PARA QUE TODOS SEAN UNO, como Tú oh Padre, en Mí, y YO en Ti, que también ELLOS SEAN UNO EN NOSOTROS…La gloria que me diste YO les he dado, para que SEAN UNO, así como nosotros SOMOS UNO. YO en ellos, y Tú en Mí, para QUE SEAN PERFECTOS EN UNIDAD, Juan 17:11,20-23...
Si en verdad somos hermanos, entonces somos una familia, somos una nación santa, somos UN real sacerdocio, somos UNO en Cristo Jesús, porque somos semejantes al Padre que nos creó con el propósito de vivir para Él, y eso es unión NO individualismo, y debemos esforzarnos por vivir la singularidad de la individualidad unidos en y por amor al servicio del SEÑOR como UN SOLO CUERPO, donde Cristo es quien dirige y gobierna, para que sus redimidos multipliquen el reino del Padre; teniendo el estilo de vida de la iglesia de Hechos: trabajando y compartiendo juntos en servicio sacrificial para salvar vidas, mejorar el mundo, cuidar e impactar la tierra; así habrá seguridad y protección en ayuda y colaboración solidaria con la edificación de todos, recibiendo todos del mismo SEÑOR. Sin parcialidades, preferencias, ni tendencias que separan y agranden la brecha divisoria sino que la rompamos y venzamos. Llénenme de alegría viviendo todos en armonía, unidos en un mismo amor, por el mismo Espíritu y con el mismo propósito. Filipenses 2:2.
¿Por qué tanta división entre el pueblo de Dios, si NO somos del mundo? Asi como vivieron y se comportaron los primeros cristianos, hoy somos responsables de la fe, el amor, el compromiso, la constancia, el trabajo y el servicio sacrificial solidario donde todos enseñamos, aprendemos y recibimos del mismo Espíritu y por la misma palabra de verdad; debemos auto-evaluarnos continuamente de manera personal, grupal y colectiva porque somos la Iglesia que fundó Jesucristo y afirmó hasta hoy y por la eternidad para expandir el reino, no para menguarlo. Esforzándonos por preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, un Espíritu, como también fuimos llamados a una misma esperanza de vocación; en una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el Cual es sobre todos y por todos y en todos, Efesios 4:3-6.
¡Basta ya de tanta división entre los que han sido lavados en la sangre de Cristo! Demos el máximo ejemplo en nuestra relación con el Padre y el buen ejemplo que nos dejaron, Jesucristo, los apóstoles y los primeros cristianos; esta polarización que hay hoy en el pueblo nos impone un pronto actuar, recordando y aprendiendo de los primeros cristianos para hacer lo bueno e impedir lo malo. Cada don y cada habilidad que Dios ha repartido a los miembros de su cuerpo es por su soberanía, haciéndonos diferentes para enriquecernos, NO para competir, ni glorificar el ego con discriminaciones que comparan viendo quién es el mejor, pero ninguno es mejor, simplemente somos únicos como personas, con diversos dones guiados por el Espíritu, no por la carne; Él se mueve con diversidad de operaciones para que valoremos y agradezcamos, NO que envidiemos, celemos, robemos ni destruyamos pareciéndonos al príncipe de este mundo y no a Cristo, ¡qué barbaridad! El espíritu malo hace que muchos hagan toldo aparte como los que no conocen a Dios, dividiendo y afectando negativamente al país donde habitamos. ¡Vean qué bueno y agradable es que los hermanos vivan juntos en armonía! Salmos 133:1.
Hemos sido creados por UN Dios real, fiel, verdadero, amoroso y perdonador que ha puesto y ve en cada uno lo mejor, pero por vivir en la carne y con costumbres del mundo, nosotros fijamos los ojos en el mal ejemplo de algunos en ciertas iglesias locales, pero no debemos imitar ni seguir lo malo, sino que debemos aprender de los errores y corregirnos teniendo enseñanzas bíblicas que nos ayudan a ser gratos ante los ojos de Dios. El evangelio se basa en amor y verdad no en odio ni divisón, ni nada que contradiga los principios de Dios; no vivimos por opiniones, conceptos ni esfuerzos humanos prepotentes individualistas de mentira y oscuridad, pues eso conduce no solo a la muerte espiritual sino también a la muerte física donde muchos se truncan al comienzo o a la mitad del camino. No solo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que están esparcidos. Juan 11:52.
Volvamos al libro de Hechos, ellos demostraron amor por Dios, por Jesucristo, por los apóstoles y discípulos y entre ellos mismos como pueblo, aunque sufrieron persecución, tiempos de hambre y escasez, pero ellos como nosotros requerimos de la soberana ayuda de Dios, con la intervención de otras personas idóneas y espírituales en las congregaciones, porque somos hijos de UN mismo Dios, entonces ¿Por qué le hacemos daño a la nación insistiendo en la desunión? ¿Por qué estamos como islas en medio del mar del mundo? ¿Por qué nos menospreciamos, escarnecemos, señalamos y avergonzamos si somos hermanos? ¿Por qué dejamos mal testimonio del Salvador y su evangelio? Por lo tanto, busquemos todo lo que conduce a la paz y a la edificación mutua Romanos 14:19.
Trabajemos juntos dentro de la Iglesia de Cristo para que el ambiente de la nación y la atmosfera del país sean transformados por el testimonio de amor y unión en el Cuerpo de Cristo, si en verdad somos miembros, ¿quién dirá si un día Dios sacará de entre su pueblo los Josés, Moisés, Danieles, etc., y pondrá presidentes en Colombia por la unidad de su pueblo? Oremos juntos como lo hizo Jesucristo en Juan 17, y tengamos en cuenta el ejemplo de los fieles de Hechos porque el futuro de nuestra nación, no solo está en riesgo sino en peligro con el lema satánico: divide y reinarás; si Cristo no quedó presó en la tumba de muerte, tampoco nosotros estamos presos en el espíritu de muerte que divide; si Cristo lo dio todo hasta su vida para salvar a muchos, entonces ¿Qué vamos a hacer para salvar el destino de Colombia? Que no nos cueste tener el carácter del Rey, seamos cómo Él, seamos del mismo sentir amoroso y la misma ternura entre nosotros como la del Padre y el Hijo...Padre, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío...para que el amor con que me has amado, esté en ellos y YO en ellos. Juan 17: 10 y 26.
Esto es coyuntura espiritual para tiempos de juicio, prueba y mal que han de venir; la unión de los miembros del Cuerpo de Cristo en Colombia y las naciones es definitiva y crucial para el bienestar y protección de todos en esta tierra y los momento de la historia, en cada país, donde el espíritu Jezabélico anticristo y tirano quiere robar la libertad, la paz y el orden para sembrar caos y muerte. ¡ES URGENTE QUE LUCHEMOS Y VENZAMOS LA DIVISIÓN Y ABANDONEMOS TANTA frialdad e indiferencia! Es apremiante que nos reunamos alrededor de la cruz de Cristo para morir definitivamente a los egos inflados, los celos, las envidias y las competencias dañinas con lo cual le damos lugar al diablo y sus aliados malignos para que ganen la partida. Con suma urgencia debemos aliarnos, ligarnos, aunarnos y juntarnos por las coyunturas para impedir que satanás tome el control del país y las naciones en esta tierra que gime con dolores de parto a causa del pecado y la falta de unidad en amor entre la gente, especialmente en la Iglesia. Procuren que su manera de vivir esté de acuerdo con el Evangelio de Cristo...sigan firmes y muy unidos, luchando todos juntos por la fe y el evangelio. Filipenses 1:27.
Nuestra mente debe abrirse a la verdad, las leyes y planes de Dios, con un corazón que no piensa en su propio bien, sino en el de todos, dispuestos a entregarnos y darlo todo por la causa de Jesucristo. Porque Él Amado Padre celestial quiere el bien para todos y cada uno de sus hijos, a favor de la salvación de los que no lo conocen, pero que lo han de conocer por nuestro testimonio y carácter semejante al del Maestro. Los creyentes de Hechos eran muchos, pero pensaban y sentían de la misma manera. Ninguno decía que sus cosas fueran solamente suyas, sino que eran de todos. Hechos 4:32.
Es tiempo de salvar a Colombia de las manos tiranas de la corrupción y la delincuencia organizada que se quiere tomar el poder; pero no solo tenemos que orar, ayunar y velar, sino trabajar juntos con esfuerzo por esa unidad ppermanecer cerca uno del otro, ligados a Cristo. Porque el Señor Todopoderoso cuida a los justos y presta oídos a sus oraciones; pero está en contra de los malhechores. ¿Quién podrá hacerles mal, si ustedes se empeñan siempre en hacer el bien? 1 Pedro 3:12.
Gran parte del bien que debemos hacer, empieza por la UNIÓN de todos, UNO en Cristo, todos juntos trabajando desde los dones, talentos y capacidades con disposición y compromiso, porque: El que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es contado como pecado, Santiago 4:17.
Si su pueblo unido se humilla, busca su rostro, se aparta de sus conductas perversas de división, celos e individualismo, el León de la Tribu de Judá rugirá a nuestro favor y el Varón de Guerra, YHWH Gibor y Zavaot irá delante de nosotros, nos defenderá y escuchará desde los cielos, perdonará nuestras transgresiones, unirá nuestras familias y sanará la tierra en nuestra nación, eso es lo que está diciendo Abba Padre en su palabra. Así podrán vivir todos en armonía, unidos en sentido de dependencia a Cristo y amándose como hermanos; para eso deben ser bondadosos y humildes. 1 Pedro 3:8. Parafraseado.
Todos los colombianos de fe, de principios y moralidad espiritual, queremos que cese la horrible noche de maldad y perversión, todos anhelamos que venga la libertad sublime a las vidas y la senda de la nación, que en todas las regiones de nuestra patria se derramen las auroras de la invencible luz de Cristo y su Evangelio; que la luz de Cristo alumbre a la humanidad entera porque por siglos ha habido gemido de dolor y muerte entre cadenas de pecado, opresión y tiranía en injusticia; esta es la oportunidad que Dios nos da para ser UNO y que todos sobre la tierra comprendan las palabras del que murió en la cruz. Somos muchos comiendo de un mismo pan, y siendo UNO en un mismo cuerpo. 1 Corintios 10:17.
¡O nos unimos o nos hundimos! Juntos unidos como hermanos en el Espíritu, unánimes, trabajando y compartiendo las riquezas del Reino Eterno en las funciones particulares de cada cual, 1 Corintios 12:27; sostenidos y perseverantes en el mismo propósito: Rescatar almas, guardar la familia y preservar la nación de la destrucción que el enemigo está empeñado en hacer a través de sus instrumentos de maldad. Pero tú y yo somos los responsables de la respuesta espiritual para que se vea en lo físico, reflejando a Cristo y que venga el reino de Dios a la tierra, Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la Iglesia de Cristo, a los principados y potestades en las regiones celestes, Efesios 3:10.
Jesús
llamando a sus discípulos les dijo: Ustedes saben que los gobernantes de las
naciones que se supone que gobiernen bien, se convierten en tiranos y sus
acompañantes se conviertes en dictadores, oprimiendo y tratando al pueblo con
prepotencia. Pero entre ustedes no puede ser así. Cualquiera de ustedes que
desee dirigir, deberá ser el servidor, y el que quiera ser el primero, deberá
ser esclavo de todos; así como el Hijo del Hombre no vino a este mundo para que
le sirvieran, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos, Marcos
10:42-45. Que el Eterno Dios de amor, perdón y salvación nos ayude y liberte.
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