LOS PRINCIPIOS DE PRIORIDAD Y ORDEN, ESTÁN CONTENIDOS EN LA ORDEN DIVINA DE-AMAR A DIOS POR ENCIMA DE TODO- EL GRAN MANDAMIENTO.
La prioridad de amar a Dios por encima de todo, es la clave que enrumba toda la esfera de la vida humana con orden, libertad y paz; sin este principio práctico habrá confusión y caos en la tierra.
Oye, Israel, (pueblo de Dios) YHWH nuestro Dios, Elohim uno es. Y amarás al SEÑOR tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, con todas tus fuerzas. Deuteronomio 6:4-5, Mateo 22:37, Lucas 10:27, Marcos 12:30.
Porque Dios no es Dios de desorden ni de confusión, sino de paz y orden…2 Corintios 14:33.
Al SEÑOR su Dios, obedézcanle y séanle fieles, porque de ello depende la vida de ustedes y el que vivan muchos años en la tierra que el SEÑOR les juró dar a sus antepasados… Deuteronomio 30:20.
En 2016 hicimos un profundo estudio de los Diez mandamientos en cuanto a doctrina se refiere, ahora por dirección del Espíritu Santo abordaremos los Diez Mandamientos desde el punto de vista de principios y fundamentos bíblicos porque cada mandamiento contiene dos o más principios divinos que nos enseñan a vivir y relacionarnos a la manera de Dios. Respondió Jesús: Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente...Lucas 10:27.
El Gran Mandamiento no es una opción, es una ordenanza divina y vital que direcciona nuestra vida, estableciendo prioridades para dar orden a nuestra existencia, poniendo en primer lugar a Dios, Aquel que es único y digno de adorar; el SEÑOR es nuestra prioridad porque Él es el Dueño y el Creador de todo; Dios es nuestro Salvador, la base y fundamento de todo lo bueno, santo y conveniente para la vida humana. Una prioridad hace referencia a algo que se toma de primera mano por ser superior, algo que es preeminente, lo más importante, prioritario, de mayor valor y trascendencia porque antecede a todo lo demás, sean personas, acciones o cosas. Acuérdate, de tu Creador en todos los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y se acerquen los años en que digas: No tengo en ellos ningún contentamiento, Eclesiastés 12:1.
1. Dios es Nuestra Prioridad; amarlo y tenerlo a Él en primer lugar, lo ordena todo. Amarás a Jehová tu Dios...Adora al SEÑOR tu Dios, y Él bendecirá tu pan y tu agua...YO apartaré de ustedes toda enfermedad, Éxodo 23:25. El Gran mandato como su nombre lo indica es el más importante y el de mayor relevancia a lo largo de nuestra existencia.
Amar a Dios y tenerlo como nuestra prioridad, hace que todo en nuestra vida funcione con orden, pues Él es el Creador y fuente vital para quw funcione el universo, por lo tanto, en Él debe estar toda nuestra atención a cada paso que damos por este mundo, y eso solo es nuestra decisión; mantener a Dios como prioridad es de lo que trata el Gran mandamiento; un mandato de vida para la raza humana puesto que eso es lo establece firmeza y estabilidad en la familia, todos alineados a la voluntad del Padre, para no vernos divididos y buscando en cosas del mundo. YO seré su Dios en toda su vida, hasta que tengan canas por la edad. YO los hice y cuidaré de ustedes; YO los sostendré y los salvaré. Isaías 46:4.
Es por falta de amor, autoridad aceptación y buen ejemplo que muchos andan con desespero, y desubicados, intentan llenar el vacío afectivo de su alma, por no ser Cristo el centro de todo; la gente sigue buscando, pero mal, donde no es, por eso la mayoría es engañada e inducida a la maldad, por no tener a Dios en el centro de sus vidas, su corazón está dividido y en caos a causa del desamor, el rechazo, la frialdad y la indiferencia del mundo. Pero deben saber que Dios es la máxima fuente de amor y Jesucristo, el Hijo de Dios, es el ejemplo cumbre del amor genuino y puro. Dios mostró su amor por nosotros, en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros Romanos 5:8.
Dios es el único que llena plenamente nuestro corazón humano. Dios nos satisface y nos sostiene con gran pasión, Cristo murió en la cruz por amor a nosotros, y resucitó para darnos plenitud de gozo en su salvación; su amor sacrificial es el catalizador que nos mantiene en equilibrio, fuertes, firmes e inagotables, su gran amor mantiene en movimiento y armonía la rueda de la creación; por lo tanto, el SEÑOR debe ser nuestro Gran Amor y Prioridad caminando Con Pasos Firmes en Dios, y rumbo a nuestro hogar celestial. Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas les serán añadidas, Mateo 6:33.
La esencia del Gran Mandamiento es que nos enseña que al amar a Dios tenemos prioridad y orden a la manera de Dios, Jesucristo, es el único Dios hecho Hombre y única persona perfecta que amó a la humanidad y obedeció al Padre; Dios NO nos dejó sus mandamientos como una lista de prohibiciones o simples reglamentos del NO hagas, no digas, no vayas, no comas, etc.; la intención del amoroso Padre celestial con sus mandamientos e darnos instrucciones, perfeccionarnos, afirmarnos, fortalecernos y establecernos como personas y como familia de Dios mientras estamos en esta tierra donde la vida son relación con Dios y con la gente, andando en orden y organizadamente para bendición, tanto en nuestra amistad con Cristo, como en nuestro compañerismo social. Deuteronomio 30:15-19.
Sus ordenanzas NO son tiránicas ni arbitrarias, son para liberación de pecado y paz interior para con Dios, consigo mismos y para movernos bajo principios y fundamentos que nos permiten el respeto y el compañerismo con todas las personas, y en reverencia y sujeción a nuestro Creador y Salvador, porque Él es el Dueño de todo y todo le pertenecemos porque Él lo creó. Cada uno de los mandamientos encierra más de un principio moral que debemos poner en práctica, con el propósito de obtener calidad de vida y beneficios de justicia, paz, integridad y libertad. Respondió Jesús: Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Lucas 10:27. Y si me aman, guardarán mis mandamientos, Juan 14:16.
El Gran Mandamiento como podemos ver en las Escrituras, está separado de los Diez Mandamientos debido a su sublime importancia y prioridad; el Padre llama nuestra atención para que nos demos cuenta que Él es el Número Uno entre todo lo demás, que debemos amarlo por encima de todo lo que existe, que a Él debemos acudir en todo tiempo, porque esta prioridad nos asegura vida plena en su presencia y luz en el camino. La prelación y punto de partida para cada creyente en Cristo y toda persona sobre la tierra es su Creador y Salvador, pues al tenerlo a Él por encima de todo y de todos nos conduce organizada y sabiamente, con asertividad en todo lo que hacemos y planeamos. Por lo tanto, lo más importante para cada uno de nosotros es cultivar la comunión diaria con Dios, la vida devocional en amistad con Cristo; Él es nuestro tesoro más valioso y nuestra mayor riqueza, debemos tenerlo en cuenta continuamente en nuestro diario caminar para que todo marche como debiera, Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón, Lucas 12:34.
Cuando Dios es nuestra prioridad, cuando Él es el primero y el centro de nuestras relaciones, habrá armonía y todo será para bien, aún en circunstancias adversas, todo brillará con su Luz; Dios es el origen del hogar y las relaciones, por eso creó a un hombre y una mujer en el Huerto del Edén para relacionarse con ellos y a su vez ellos con su Creador y único Dios, Dios es Espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad, Juan 4:24. Para que todo se haga decentemente y con orden, 1 Corintios 14:40.
Nuestra relación viva y activa con Dios, hace que la carne muera y nuestro carácter se perfeccione en Él, como portadores de su presencia, Dios nos hace como su Hijo y nos va a quedar más fácil vencer el pecado y el mundo, el enemigo no nos tocará fácilmente como a él le da la gana, sino que Jesucristo obrará en nosotros gobernando nuestro yo, porque nos hacemos uno con Él y sensibles a su voz. Una persona que mantiene a Dios como su prioridad, menguará diariamente al viejo hombre y la vieja naturaleza ya no nos saboteará tan fácilmente, porque el nuevo hombre y la nueva criatura surgirán espontáneamente, por eso: No se adapten a este mundo, sino transfórmense por la renovación de su mente, para que comprueben que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta, Romanos 12:2.
Los mandamientos de Dios no son una simple lista que nos impidan disfrutar la vida, por el contrario, cada uno de ellos lleva consigo un profundo contenido de amor divino para que gocemos de una vida plena, moral, moderadamente y con límites, haciendo de nosotros personas virtuosas y de bien que alegran el corazón del Padre, Y esta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado, Juan 17:3. Amar a Dios por encima de todo no solo nos permite tener una vida natural plena, sino una postura de fe obediente y en adoración, obedientes, disciplinados, planificando y disponiendo los detalles. 1 Crónicas 16:34.
2. El Gran mandamiento nos hace adoradores en espíritu y verdad. SEÑOR, Tú eres mi Dios; te exaltaré y alabaré tu nombre porque has hecho maravillas. Desde tiempos antiguos tus planes son fieles y seguros, Isaías 25:1. El principio de lo primero y preeminente, es una vida de adoración sobre la base de la santidad que demuestra su amor al Padre por lo que Él es y con lo que somos en Él, así empezamos por donde debemos empezar, por la Cabeza, como corresponde, alabando con pasión al Todopoderoso Adonai, El Gran YO SOY. Salmos 63:1. Pues, hemos sido hechos a su imagen y semejanza para reflejar lo mismo que Él es; el problema social de la anarquía y tiranía humana, es precisamente haber alterado el orden divino desplazando al Eterno a un segundo y último plano, haciendo a la gente rebelde, fría, necia, agresiva y conflictiva, y a los gobiernos usurpadores y malvados. Romanos 1:18-32.
Al observar el cosmos y la creación vemos reflejado al Diseñador del orden y las maravillas, donde todo funciona en correcta sincronía, armonía y coherencia: en las estaciones, sus climas y sus productos; en el movimiento y rotación de los planetas que no salen de sus órbitas solares, todo está organizado, la creación entera funciona con sus propias leyes y sonidos adorando a su Creador. YHWH nos amó primero y pensaba en nosotros al colocar el día y la noche, estaba alegrando nuestra existencia, dando ejemplo de regulación a nuestra vida para que seamos fructíferos, administrando con excelencia todas las cosas, Los cielos cuentan la gloria de Dios: y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría, Salmos 19:1-2.
El diseño de Dios para sus criaturas, en especial para el ser humano, es establecer prioridades y orden en la vida sobre el fundamento del amor que sustenta y mueve el universo; desde el Génesis, como su nombre lo indica, se inició y originó todo lo bello que existe, desde el principio todo fue creado, con método y preceptos según el plan perfecto del Diseñador y Arquitecto. Él fue creando todo con visión y perspectiva de vida en una sucesiva secuencia de armonía divina para cada día, produciendo multiplicación y progreso en cada especie y organismo creado, todo con un fin y propósito específico. Nuestro Creador no perdió el tiempo, ni desperdició recursos, tampoco hizo nada a la ligera ni con afán, todo lo trajo a la vida y lo estableció maravillosamente con colorido y formas, paso a paso y sobrenaturalmente concatenado, Juan 6:12.
La intención del Gran Mandamiento es evitar que caigamos en la aridez del desamor, el descuido del desorden, la iniquidad de la injusticia y el pecado de la indiferencia a Dios, y a la gente; debemos amar con pasión y compromiso para ejecutar misericordia solidaria a cada paso. Lucas 10:25-37.
Es indiscutible que Dios sea lo primero, Él es quien imparte sentido y gozo a la vida para que nos relacionemos sanamente, avivando el fuego de su amor sin distraernos de nuestro propósito; con disciplina y responsabilidad diaria, inteligente pero también espiritualmente. Conocer a Dios es progreso, misión y visión para la vida, cumpliendo el mandato y principio de amor. Del Gran Mandamiento dependen los demás mandamientos para llegar a ser personas esforzadas, valientes y fuertes ante los embates y ataques del mundo. La Iglesia de Jesucristo necesita poner en orden la casa y templo del Espíritu Santo para que cada miembro del cuerpo funcione debidamente, permanezca atento, despierto, activo y efectivo, Y esto lo digo para su propio beneficio; no para ponerles restricciones, sino para promover lo que es honesto y para asegurar nuestra constante devoción al SEÑOR, 1 Corintios 7:35.
Establecer prioridades, dando prelación a lo importante, es ser disciplinados para disfrutar del orden, algo sumamente valioso para minimizar los problemas y obtener soluciones a nuestra existencia y quehacer diario, Al SEÑOR su Dios, obedezcan y séan fieles, porque de ello depende la vida de ustedes y que vivan muchos años en la tierra que el SEÑOR les juró dar a sus antepasados…Deuteronomio 30:20.
Ricas bendiciones para ti querido lector.
Mg. MEHC, Hija del Dios vivo, real y
verdadero y servidora de su reino eterno.
Amen
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