DIOS
ES MI PADRE, POR LO TANTO ES MI DEFENSA Y PELEA POR MI.
Serán luego vueltos atrás mis enemigos,
el día en que yo clame; esto se, que Dios está por mí, Salmos 56:9.
No
temas, porque YO estoy contigo; no te desalientes, porque YO SOY tu Dios. Te
fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi
justicia. He aquí, que todos los que vengan contra ti serán avergonzados y
humillados; los que contiendan contigo serán como nada y perecerán. Buscarás a
los que pelean contra ti, pero no los hallarás; serán como nada, como si no
existieran, todos lo que te hacen la guerra, Isaías 41:10-12.
Salmos
56, nos recuerda las huidas de David ante el ataque y la persecución de sus
enemigos que lo tomaron preso queriéndolo destruir del todo. También hay momentos en la
vida de hoy, en que se levantan las fuerzas del mal para tratar de matar, robar
y destruir, son tiempos de dura guerra espiritual, porque el enemigo se opone
con odio ante la obra salvadora de Dios y los redimidos en Cristo, En
Dios he confiado, no temeré…Salmos 56:11.
Así
como un niño se siente seguro y confiado cuando su padre es el dueño del
colegio, o cuando el hijo se siente seguro porque su padre es el dueño de la
empresa, así como nos sentimos seguros y confiados cuando vamos en
representación de alguien grande y reconocido, así la presencia de Dios y su
palabra se levantan poderosas sobre todo ataque de las tinieblas,
Ten compasión de mí, oh Dios mío, pues hay gente perversa que me persigue; a
todas horas tratan de atacarme y me oprimen. Los enemigos tratan de pisotearme;
pues muchos son los que pelean contra mi con soberbia, Salmos 56:1-2.
La
palabra que es la espada del Espíritu en nuestra boca, nos hace recordar que
toda nuestra confianza y seguridad está en Dios quien pelea por nosotros a
nuestro favor; aunque el enemigo arrecie su ataque haciéndonos creer que
estanos solos, NO estamos solos, Dios está conmigo y contigo; si invocamos el
nombre de Jesucristo y su palabra, Él nos infundirá aliento y guardará, entonces
los enemigos retrocederán el día en que yo te invoque. Esto
se: que Dios está a mí favor. En Dios alabaré su palabra; en YHWH su palabra
alabaré, Salmos 56:9-10. Este es el punto de entrega total a Dios en medio de
nuestra dificultad y circunstancias extremas. Dios es fiel, si ayer me ayudó,
hoy lo volverá a hacer.
No
podemos dudar ni atemorizarnos aun cuando pasemos por momentos de pesado ataque,
enfermedad y dolor, allí es cuando se levanta a guerrear por nosotros el Varón
de guerra. YHWH está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los
que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran
manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será
olvidada. Oh YHWH de los ejércitos, que pruebas a los justos, que ves los
pensamientos y el corazón, vea yo tu venganza contra ellos; porque a ti he
encomendado mi causa. Cantemos a YHWH, adoremos el nombre de YHWH; porque ha
librado el alma del pobre de las manos de los malignos, Jeremías 20:11-13. Dios no me falla,
ni me deja sola, por tanto el día que temo, yo en Ti confío,
Salmos 56:3.
Dios
nos da vida en su palabras y confianza de salvación en Cristo, con Él hay certeza de protección y ayuda para nuestra vida,
aunque vivamos problemas, aunque nuestros ojos naturales vean tinieblas
alrededor y cosas tremendas nos sucedan, aunque parezca que la batalla arrecia,
Dios está a nuestro lado haciendo algo mejor y extraordinario a nuestro favor,
y dice: YO estoy contigo, YO te guardaré, Yo pelearé por ti y te daré la
victoria.
Todos
los días el malo maquina contra el justo, los instrumentos de las tinieblas, no
cesan de hacer daño y destruir, los brujos, hechiceros, y todos los que
practican las obras de la oscuridad le pertenecen al maligno y él los usa como
dardos contra el pueblo de Dios; David era perseguido de manera física por
personas enemigas, hoy el pueblo de Dios no solo es perseguido físicamente,
sino que espiritualmente hay una batalla continua; todos los días el maligno nos
acecha queriendo acabarnos porque sabe que le queda poco tiempo, Todos
los días ellos pervierten mi causa; contra mi son todos sus pensamientos para
mal. Atacan, se esconden, espían mis pasos, como esperando oportunidad para
quitarme la vida
acechan
a mi alma. ¿Acaso escaparán de su iniquidad? Oh Dios, y derríbalos en tu furor.
Salmos 56:5-7.
Todos
los días estamos en continuo peligro, y muchas veces no podemos soportar,
lloramos y nos escondemos en el cuarto de guerra delante del Señor, porque
estamos seguros de contar con su apoyo. Para que el salmista pudiera escribir
este salmo, tuvo que vivir circunstancias extremas en medio de gente mala;
muchas veces tenemos que pasar por cosas indescriptibles para fortalecer
nuestra confianza en Dios y saber con certeza que Él está a nuestro a favor. Necesitamos
saber cuatro cosas fundamentales para poder estar firmes, confiados y seguros
en medio del ataque.
1. Debemos confiar aunque
tengamos miedo.
Porque
cuando siento miedo, yo confío en ti Señor, Salmos 56:3. El miedo es la
primera reacción humana ante el ataque, el peligro y las circunstancias que
acorralan, eso es normal, pero no podemos quedarnos con el miedo sino que debemos
vencerlo, poniendo toda nuestra confianza en el Hacedor de maravillas,
Aunque ande en valles de sombra de muerte, no temeré mal alguno porque Tú
Señor, estarás conmigo, Salmos 23:3-4.
Si
tengo mi confianza puesta en Cristo, nada podrá destruirme. Como David, también
nosotros somos frágiles y nos atemorizamos ante el mal, pero así como el
salmista se fortaleció en Dios, nosotros también podemos llenarnos de espíritu
de valentía para sobreponernos ante las circunstancias, porque éstas pueden ser
cambiadas por nuestra fe y confianza en el Poderoso Dios de Israel. Él abre
caminos, cumple promesas, nos da luz en las tinieblas y hace milagros,
¡Ten confianza en el Señor! Ten valor, no te desanimes! ¡SÍ, ten confianza en
Dios! Salmos 27:14.
2. Debemos estar seguros de la
fidelidad de Dios,
En
ti confían los que conocen tu nombre. Por cuanto Tú, Oh YHWH, no desamparas a
los que te buscan, Salmos 9:10, La palabra de Dios y su Espíritu Santo nos
infunden aliento y confianza para ser guerreros valientes.
Estar
seguros en Dios es tener claridad de su grandeza, conocer su señorío y
comprender que Jesucristo es Rey de reyes y Señor de señores, sabiendo que
nuestro Dios es el poderoso vencedor en batalla. Es necesario conocer a Dios para
poder confiar en Él; no podemos confiar en alguien que no conocemos, ni hemos
caminado ni compartido con esa persona. Jesucristo y su evangelio es nuestra
referencia de confianza en Abba Padre; su palabra es vida y poder,
Porque las misericordias del Señor jamás terminan, pues, nunca fallan sus
bondades; son nuevas cada mañana; ¡grande es su fidelidad! Lamentaciones
3:22-23.
Si Dios cuida de las aves y su creación, ¡cuánto más hará por mí y por ti! Mateo
6:26.
Como
la mujer embarazada no ve cómo crece su hijo en el vientre, Dios está a nuestro
favor en medio del fuego de la opresión y la tormenta de la prueba aunque
nuestros ojos no lo vean, Él está obrando a nuestro favor y pelea nuestras batallas,
Eclesiatés
11:5.
3. Confiemos en las promesas de
Dios. El Señor cumplió su promesa, y les dio
paz en todo el territorio. Sus enemigos no pudieron hacerles frente, porque el
Eterno entregó en sus manos a todos sus enemigos y les dio la victoria. No
faltó palabra de todas las buenas promesas que el Señor había hecho a la casa
de Israel; todo se cumplió. Josué 21:44-45. ¿Cómo
podemos tener apoyo y fuerzas en el día del conflicto y contra el asedio del
enemigo, si no conocemos las promesas de Dios?
Debemos leer mínimo dos veces al día la palabra de Dios y meditar
en ella todo el tiempo, necesitamos mantenernos alineados con el cielo, mantener
el fuego ardiendo en el altar, orar y adorar juntos para levantar nuestras
nuevas generaciones con el alimento de la palabra de Dios. Todas las promesas
que Abba Padre nos ha dado se cumplirán. Confiemos en Él y su palabra, el Señor
será honrado en toda bendición, todo lo bueno que nos sucede y en todas las
batallas ganadas, Pues en Cristo se cumplen todas las
promesas del Padre, en Él todas son Sí y por Él son, amén por medio de
nosotros, para gloria de Dios, 2 Corintios 1:20. Así que
cuando somos libres del mal y bendecidos, Dios es exaltado y glorificado.
Necesitamos ser formados en diversas formas y áreas de nuestra
vida para aprender a confiar en Dios, su fidelidad y su palabra para poder
confesar sus promesas; no seremos avergonzados si a YHWH hemos invocado. Debemos
enseñar y entrenar nuestra mente para responder rápidamente con la palabra ante
cualquier ataque y situación de conflicto. Si vencemos y somos bendecidos,
seremos testimonio para que otros vengan a rendirse a Dios. Él nos ha dejado un
legado de promesas y somos herederos de ellas en Cristo, porque lo que vale
ante el fuego del asedio y la prueba es el poder de las promesas de YHWH.
Nuestro
amado Salvador pudo vencer al enemigo y lo enfrentó en el desierto con el poder
de la palabra y diciendo escrito está. Si no conocemos la biblia y recibimos
promesas de Dios, no podremos enfrentar al enemigo ni vencer en momentos de
dificultad. No podemos ser perezosos en este tiempo, no podemos dejar de leer
la palabra, orar y adorar, no podemos apartarnos del altar, debemos llenar
nuestra vida de Dios y fijar sus promesas en nuestra mente para declararlas en el
momento oportuno, Y estas señales seguirán a los que
creen: en mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en
las manos serpientes, y si beben cosa mortífera, no les hará daño, sobre los
enfermos pondrán sus manos y sanarán, Marcos 16:17-18. Dios es fuerte en nosotros,
y el campo de batalla es la mente, la iglesia juega a ser iglesia, pero el diablo
no juega a ser diablo, ese viene a destruir.
4. Confiemos en que Dios es
bueno, El Señor nos espera, para tener
compasión de nosotros; Él está deseoso de mostrarnos su amor, el Todopoderoso
es Dios de justicia y será exaltado teniendo misericordia de nosotros. ¡Dichosos
todos los que esperan en Él! Isaías
30:18.
La naturaleza del Eterno es bondad, por sus atributos su misericordia es
infinita, y para asegurarnos en Él, Dios tiene que formarnos y entrenarnos para
ser sus valientes soldados, sus aguerridos discípulos en quienes quiere
derramar sus bendiciones y el poder de su presencia.
Cristo
ya lo dio todo en el calvario, ¿cómo no va a querer defendernos y bendecirnos,
si el Padre no escatimó ni a su propio Hijo para darnos vida y libertad?
Confiemos nuestra vida a Dios, entreguemos todo en sus manos porque Él es bueno;
cuando hay un llamado El Padre perfecciona y entrena en el campo de batalla
para que aprendamos a enfrentar con valentía al enemigo y las circunstancias
contrarias; YHWH nos guardará si confiamos totalmente en Él humillándonos y
adorando a sus pies. El Buen Padre nunca nos dejará solos ni desamparados, YHWH
Gibor-Zabaot pelea nuestras batallas con poder. No dejemos de dar gracias por
todo y mencionando a todos en oración, para que el Padre de nuestro Señor
Jesucristo, nos de su sabiduría y nos dé espíritu de sabiduría y de revelación en
su conocimiento. Efesios 1:16-17.
Comparto
este hermoso mensaje en que Dios me habló, me fortaleció, y me ha dado su
victoria a través de la palabra dada al siervo en la reunión de hoy.
Oremos: Abba Padre danos de tu presencia y rodéanos
de tu gloria, escóndenos de las acechanzas y los dardos del maligno, alumbra
nuestro entendimiento, para que sepamos a qué nos has llamado y que conozcamos
la riquezas de tu herencia; ayúdanos y defiéndenos para ver las grandezas de tu
poder a nuestro favor para los que creemos en Ti, en tu palabra y la fidelidad
de tu amor en medio de la opresión y las sombras del mal; cúbrenos con tu
preciosa sangre Amado Señor y llenamos más y más de tu Espíritu y que el poder
de tu palabra sea nuestra espada y nuestro escudo. Amén.
Mg.
MEHC, Hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
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