Porque esta es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. Mateo 26:28.
Nuestros hermanos lo han vencido (al dragón) con la sangre derramada del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos (mensaje del evangelio proclamado); no tuvieron miedo de perder la vida, sino que estuvieron dispuestos a morir, Apocalipsis 12 11.
Creer, aceptar y recibir en el corazón la verdad de Jesucristo, su nacimiento virginal, su ejemplo de vida entre los hombres, el evangelio predicado en su propia vida y sus enseñanzas, sacrificio en el calvario, su muerte y su resurrección, con la evidencia de su tumba vacía, son el fundamento de la fe del pueblo de Dios, pero lo más grandioso y fondo de todo, es el poder, valor y actualidad por la eternidad, que tiene la preciosa sangre del Santo Cordero de Dios, la marca en la frente de los hijos de Dios lavados en la sangre del Mesías Rey. Según la ley divina, prácticamente, todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón por el pecado. Hebreos 9:22.
La victoria de Jesucristo, el Hijo de Dios en el Calvario, es la victoria de su preciosa sangre derramada y rociada sobre nuestras almas para limpiarnos de todo pecado y darnos una conciencia pacífica y limpia, no solo para que HOY, sino hasta que Cristo vuelva, podamos gritar con seguridad y regocijo: Proclamo la victoria de la sangre de Jesús: Soy comprado por su sangre, soy lavado en su sangre, soy justificado por su santa sangre, soy salvo de la condenación por su sangre y soy redimido del pecado y de la muerte por su sangre derramada en el calvario y rociada en la cruz para mi victoria total y definitiva y nos hace hijos de Dios…Por medio de su sangre tenemos acceso directo al lugar santísimo con redención eterna…Hebreos 9:12-14.
Podemos entrar en su reposo como guerreros valientes, respaldados por el Gran Sumo Sacerdote que entró una vez y para siempre al lugar Santísimo para interceder continuamente por nosotros. Así que hermanos, tenemos libertad para entrar en el lugar santísimo por la sangre de Jesucristo. Por el camino nuevo y vivo que Él nos abrió a través del velo, es to es, de su cuerpo, tenemos un Gran Sumo Sacerdote sobre la casa de Dios. Hebreos 10:19-20..
Podemos creer por fe que la sangre de Cristo está sobre nuestras vidas, familia, ciudad, nación y continente y todo lugar que el Espíritu Santo nos guíe cuando oramos y hacemos guerra contra las tinieblas, porque en el nombre de Cristo está implícita su sangre derramada en el sacrificio de la cruz; sus ángeles se activan para trabajar a nuestro favor y los demonios huyen ante la marca de su sangre en nuestras frentes porque hemos sido lavados en esa sangre, y los espíritus reconocen que somos propiedad de Dios; el fuego Santo arde en nuestros corazones como fuego purificador, pero también como fuego consumidor contra el mal. Hemos comido y bebido su sangre y su carne al recibir a Jesús como SEÑOR y Salvador y lo recordamos su cuerpo molido y su sangre derramada en la cruz cuando tomamos la Cena. Porque esta es la sangre que sella el nuevo pacto, la cual es derramada para perdonar el pecado de muchos. Mateo 26:28.
A. La sangre de Cristo, es la mayor muestra de amor del Padre por sus hijos. Pues el SEÑOR pasará para herir a los egipcios y cuando vea la sangre en el dintel y en los postes de la puerta, el SEÑOR pasará de largo aquella puerta y no permitirá que el ángel destructor entre en sus casas para herir. Éxodo 12:13 y 23. El Creador ama a su pueblo y hace diferencia entre el justo y el injusto.
El amor del Padre es protector y preservador de la vida, esto es claramente visible al ordenar poner sangre de corderos en el dintel y postes de las casas de su pueblo, puertas chorreando sangre de un cordero inocente sacrificado a favor de seres humanos. Es maravilloso poder entender el misterio de la cruz de Cristo representado en esta acción salvadora; la cruz fue bañada y chorreaba la sangre santa del Hijo de Dios puesto como el Cordero a favor de la raza humana; una Sangre limpia y pura derramada hasta la tierra para romper la maldición del pecado que mancha el alma y ha tenido a la tierra bajo maldición desde el Huerto del Edén, pero que solo nuestro Salvador pudo lograr, ¡que maravilla muestra de amor sacrificial, incondicional y perfecto! Y estando en agonía, oraba con mucho fervor; y su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre que caían sobre la tierra, Lucas 22:44.
Lo que ayer fue una realidad física, hoy es una realidad espiritual para todo aquel que cree y tiene al Hijo de Dios como SEÑOR y Dios. Hoy tenemos la señal de la sangre del Santo Cordero sobre nuestras frentes y los muros de espirituales que nos rodean en Él, porque somos casa y templo de su Santo Espíritu, somos habitación viva donde reside la presencia de Dios porque hemos sido derramados con su preciosa sangre; desde la antigüedad fue un acto profético para que hoy lo vivamos hasta que el Esposo venga por su esposa. La sangre les será por señal en las casas donde estén, y cuando YO vea la sangre pasaré sobre ustedes, y ninguna plaga los tocará para destruirlos cuando YO hiera la tierra de Egipto. Éxodo 12:13.
Cuando invocamos la sangre de Jesucristo, se levante un poder de protección, que se demarca y se dibuja visiblemente en el mundo espiritual y el Padre recuerda el poder del nuevo pacto en su Hijo, inmediatamente los ángeles guerreros de parte del SEÑOR forman una línea de protección alrededor de sus hijos y sobre todo lo que cubrimos en el nombre de Jesucristo, y los enemigos no nos pueden tocar, porque ven la señal de la sangre en nuestra frente, porque Jesús es el Mediador del mejor y nuevo pacto, y su sangre rociada habla mejor que la de Abel y que la de los machos cabríos. Hebreos 2:24 y 10:4.
Vamos a resumir el poder glorioso y extraordinario a nuestro favor, de la preciosa sangre de nuestro Salvador Jesucristo, único y suficiente:
1, Limpia y quita todo pecado, Mateo 26:28, 1 Pedro 1:18-19 y 1 Juan 1:7.
3. Nos permite habitar en la presencia de Dios, Juan 6:56.
4. Con su sangre Él compró a su pueblo, Hechos 20: 28b.
5. Somos salvos de la ira y los juicios del Padre, Romanos 5:9.
6. Justificados y declarados justos en el Hijo, el Padre, pasa por alto los pecados. Romanos 3:25.
7. Cristo nos acercó al Padre, Efesios 2:13.
8. Tenemos paz para con Dios, hemos sido reconciliados, Colosenses 1:20.
9. Su sangre nos da vida eterna. Hebreos 9:12, 1 Juan 5:6.
10. Nos limpia de mala conciencia y obras muertas para el servicio en amor. Hebreos 9:14.
11. Tenemos acceso al lugar santísimo. Hechos 10:19-22, Hebreos 10:19-22, Efesios 2:13.
12. Su sangre testifica a nuestro favor ante el trono celestial. Hebreos 12:22-24.
13. Su sangre nos santifica. Hebreos 13:12.
14. Nos capacita para hacer buenas obras. Hebreos 13:20-21.
15. Nos hace libres, reyes y sacerdotes, Apocalipsis 1:5-6.
16. Nos hace vencedores y victoriosos, Apocalipsis 12:11.
17. El enemigo no nos puede tocar. Hebreos 2:14-5 y Colosenses 1:13.
Mi conciencia no me condena porque CREO FIRMEMENTE CON TODO MI CORAZÓN EN EL SACRIFICIO DEL CALVARIO, por lo tanto, cumplo y obedezco el Evangelio de la cruz. Mi verdadera evidencia de fe es que vivo en el reposo salvador valorando y respetando la sangre del Cordero de Dios, rociada y derramada por mí, una vez y para siempre, y cuando oigo atentamente la Predicación de su Palabra, estoy siendo rociada con su gloria que limpia mi alma, pues el Cordero de Dios es el Verbo, la Palabra viviente. Si oyes hoy su voz, no endurezcas tu corazón. Hebreos 3:7-8.
Tal conocimiento debe mantener en nuestros rostros una enorme sonrisa de confianza y seguridad todos los días de nuestra vida, porque tú y yo fuimos limpiados y santificados con la preciosa sangre de nuestro Salvador, derramada en el Calvario y la via dolorosa; continuamente somos rociados con esa misma sangre por la obra del Espíritu Santo, porque Cristo es el Espíritu que con su sangre venció al enemigo y lo sacó de nuestras vidas haciéndolo huir, Nosotros hemos vencido por medio de la sangre del Cordero y de la Palabra del testimonio, (evangelio) y menospreciamos nuestra vidas hasta la muerte, Apocalipsis 12:11.
Así que cuando nos acerquemos a Dios, debemos ir en paz, sin duda y sin temor. Esto te obliga a sacar para siempre de tu corazón la culpa y la condenación, para caminar el resto de tu vida con Cristo. También estamos en el deber de alabar a Dios con un corazón agradecido, Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación, Romanos 5:11. Alégrense en Jehová y gócense todos los justos, canten con júbilo, todos ustedes los de recto corazón, Salmos 32:11.
Proclamemos la victoria total de la sangre y la cruz de Cristo en nuestra vida, y comencemos a alabarlo por la promesa de la gran redención eterna que se acerca. Y la justicia gobernará en el desierto, y en el campo fértil habrá rectitud; el efecto de la justicia será la PAZ; y el fruto de la justicia será tranquilidad y seguridad para siempre. Y mi pueblo vivirá tranquilo en su hogar, y encontrará reposo, Isaías 32:16-18
Este grandioso sacrificio del Cordero de Dios derramando su sangre purísima por un mundo pecador nos ha hecho totalmente libres con la seguridad de la salvación y la protección contra los dardos y acechanzas de las tinieblas; hasta la última gota de su sangre entregó por ti y por mí, en ese momento se rasgó el velo del templo de arriba hacia abajo, es la gran realización y consumación del Pacto Redentor hechos desde Génesis 3:15; esa gran muestra de amor para vida, no se llevó a cabo solo la noche del cuidado de Israel en Egipto, hoy sigue siendo una realidad. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por El seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con el Padre por la muerte de su Hijo, mucho más estando reconciliados seremos salvos por su vida. Romanos 5:9-10.
El destructor no tiene poder sobre los justificados en su sangre, Cristo se hizo nuestra Pascua, fue el Cordero sacrificado para redención, no es una casualidad de nuestro Salvador muriera exactamente cuando los judíos celebraban la pascua, incluyendo la hora del sacrificio., y que la víspera de su sacrificio, instaurara la Santa Cena con sus discípulos, la copa del nuevo pacto en su sangre, Mateo 26:28. En Jesucristo somos masa nueva sin la vieja levadura, 1 Corintios 5:7; el sacrificio de su cuerpo molido y su sangre derramada nos da la garantía salvadora; por lo tanto, debemos responder a ese gran sacrificio y a ese sublime amor siendo santos y andando por el Camino estrecho. El texto bíblico dice que lo que se escribió y se vivió de manera visible y física en la antigüedad, era una sombra de lo profético que vivimos en la realidad espiritual actual para los que creen y viven por la fe del Hijo de Dios. Romanos 15:4, 1 Corintios 10:11 y Colosenses 2:17..
¿Aún sigues dudando, o decides seguir al que ha ganado la victoria?
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
https://www.youtube.com/watch?v=9VwMRnE_aYY
ResponderBorrarLA PRECIOSA SANGRE DE JESUCRISTO DERRAMADA EN EL CALVARIO ES NUESTRA VICTORIA
ResponderBorrarSoy muy bendecida con está palabra muchas gracias
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