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17 sept 2015

TEMPLANZA, PODER PARA SABER VIVIR


















La templanza solo es posible vivirla si estamos llenos del Espíritu Santo, pues es solo Él quien nos da el fruto para controlar las pasiones humanas y la toma de decisiones sobre la base de una moral sana y una espiritualidad bien enfocada, Juan 16:13; la templanza o dominio propio es moderación de los apetitos del cuerpo  y los deseos del corazón. Pues Dios nos ha dado un espíritu de poder, de amor y dominio propio, 2 Timoteo 1:7.                                                                                         
Hablar de templanza implica sobriedad, y moderación con estabilidad y aplomo de carácter y personalidad definida, todo esto unido a la guía y consejo del Espíritu Santo que nos da su fruto de vida, fruto de madurez, equilibrio, balance y sabiduría para saber vivir a la manera de Dios con Cristo como Capítán del barco de nuestra vida para gobernar nuestros impulsos. Como ciudad sin defensa y sin murallas es todo aquel que no sabe dominarse, Proverbios 25:28.                                                                                                   
La templaza involucra nuestra voluntad y los limites de una vida construida sobre la base de los principios en la palabra de Dios, la cual nos instruye, enseña y advierte para preservar nuestra vida, santificar el alma, y mantener el espíritu humano alineado a la mente de Cristo. Por lo tanto, no podemos dormirnos como los demás, sino mantenernos alerta y en nuestro sano juicio. 1 Tesalonicenses 5:6.                                                                            
Es necesario un verdadero cambio de actitud y de vida frente a la voluntad de Dios, el mundo y nosotros mismos para no dar rienda suelta a los apetitos de los sentidos, sino con sabiduria reconocer nuestras verdaderas y reales necesidades para no desbocarnos, resbalar y caer. Porque no nos ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no nos dejará ser tentados más de lo que podemos resistir, sino que cuando llegue la tentación, Él nos dará una salida para poder resistir. 1 Corintios 10:13.                                                                                                                                          
Es importante vivir en el Espíritu para gozar de esta virtud maravillosa gozando de libertad balanceada y no ser esclavos de los vicios, el mundo y la carne. Sin Dios no somos nada buenos en sí mismos, pero con El SEÑOR reinando en nuestro ser podemos ser su reflejo y su imagen. Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo, sobria, justa y piadosamente. Tito 2:11-12. Amén. 


Si tuvieras que renunciar a algo que te esclaviza,¿Estarías dispuesto a entregárselo a Dios para ser libre y tener una vida equilibrada y armónica?  




https://www.youtube.com/watch?v=eEbkrHrsbz4  

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