SEÑOR, Dios de nuestros padres, sólo Tú eres Dios en los cielos. Tú eres
el gobernante de todos los reinos de la tierra. Tú eres fuerte y poderoso y no
hay nadie que pueda hacerte frente, 2 Crónicas 20:6.
El Creador hizo la tierra con su poder, Él puso orden en su creación, y
extendió los cielos con su sabiduría; con su voz se produce muchedumbre de
aguas en el cielo, Él hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; da
relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos, Jeremías 10:12-13.
El Espíritu de YHWH el SEÑOR, está sobre mí, porque me ungió YHWH; me ha
enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de
corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;
a proclamar el añode la buena voluntad de Padre, y el día de venganza del Dios
nuestro; a consolar a todos los enlutadoa; a ordenar que a los afligidos de
Sión se les de gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto
de alegría en lugar de espíritu angustiado; y serán llamados árboles ce
justicia, plantío de YHWH, para gloria suya, Isaías 61:1-3.
Autoridad y poder liberador hace referencia a escuchar la voz de Dios para obedecer con fe y sujeción a Él,
así hay autoridad y poder espiritual en el nombre de Cristo porque creemos a su verdad y
nos apropiamos del contenido bíblico con certeza para cumplir sus mandatos viviendo en sus
principios; hay autoridad en la palabra de Dios cuando oramos y ministraramos con ella, y predicando el evangelio con gozo y testimonio de conducta recta para honra de Jesucristo, Rey y SEÑOR que gobierna no solo el
universo, sino nuestra vida. Reuniendo a los doce
les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermos,
Lucas 9:1.
La Fe y la confianza en Dios imprimen seguridad a nuestro espíritu, eso es poder para echar fuera todo miedo y duda que quiera impedir el mover de Dios en nuestra vida por su Espíritu Santo que mora en nosotros, esto sucede desde que nacemos
de nuevo; la fe y la seguridad bíblicas son poder espiritual activo para vencer el
mundo natural, sabiendo hablar, actuar y vivir como gente de reino que usa bien la palabra de verdad contra el diablo
y sus demonios, como lo hizo Jesús en la tentación. Cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder, y saldrán a dar testimonio de Mi...hasta las partes más lejanas de la tierra. Hechos 1:8.
La autoridad que el SEÑOR nos dió es en fe y por fe confiando en Dios, prodigando amor y ayuda entre hermanos para edificación mutua; la autoridad y poder que actúa por el Espíritu de Dios que mora en nosotros, con el fin de vencer el pecado, ser santos, romper la desobediencia con obediencia y discernir las artimañas mentirosas del adversario con unción; la autoridad que recibimos es autoridad delegada, en el nombre de Cristo, mediante el Espíritu y la palabra, permaneciendo nosotros en santidad a Dios, asi esa autoridad resulta sobrenatural y poderosa para desmenuzar todo dardo de
maldad, exponer con denuedo la palabra, dar testimonio santo, y evidenciar un comportamiento recto en la realidad del contenido bíblico. Isaías 61.
La voz de Dios es autorídad y poder en la palabra bíblica que creemos, vivimos y confesamos para que Cristo, sea dado a conocer mediante el trabajo misionero y evangelistico de su pueblo que respeta sus instrucciones y se somete a su
SEÑOR. Y pondrás sobre él
parte de tu dignidad a fin que le obedezca toda la congregación de los hijos de
YHWH. Números 27:20.
La autoridad es entregada por Dios a los hombres para hacer justicia y establecer orden, su poder es espiritual sobre su pueblo mediante el poder del Espíritu Santo, algo que todo creyente debe
conocer y ejercitar para andar Con Pasos Firmes en Dios en
el avance del reino de Dios mientras peregrinamos en este mundo
oscuro; esta autoridad delegada de Dios sobre los ungidos, está para completar sus propósitos liberadores, y para que nosotros vivamos en la luz de Cristo bajo la soberanía y gobierno del Padre, para
que haya vida, paz, libertad y orden sobre la tierra. Conocer a Dios y aprender de su
palabra, es hoy algo demasiado vital y urgente para ver el poder y autoridad de Dios obrando en estos tiempos peligrosos que
enfrentamos, con el fin de pisotear y poner bajo nuestros pies al enemigo, tal como lo dice la palabra pero andando en fe obediente. Miren que les he dado
autoridad para hollar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del
enemigo, y nada les hará daño. Lucas 10:19.
Los hijos de Dios podemos estar cuidados y protegidos como familia y
nación santa de Dios, en la autoridad de Cristo y el poder de su Espiritu que que nos llena de su unción activa para romper todo yugo y disipar toda tiniebla con fuego purificador, como resultado de nuestra sujeción a Dios en una vida de relación con Jesucristo y no corriendo tras las añadiduras de una religión; gozamos de la autoridad y poder de Dios porque estamos en Cristo sentados en lugares celestiales, mientras su Espíritu nos ayuda y nos guía en la profundización de la palabra en una tarea ininterrumpida de lectura, meditación, oración,
alabanza y adoración por el poder de su palabra y el grandioso nombre que es sobre todo nombre, El es quien actúa maravillas en nosotros y a través de nosotros. Y aunque yo insista un poco más de la
cuenta en nuestra autoridad, no tengo porque avergonzarme; pues el SEÑOR nos
dio esa autoridad para edificación de la comunidad y no permitir que seamos
destruidos. 2 Corintios 10:8.
Si alguien es probado y tentado y ve que no puede vencer, debe pedir al
SEÑOR que su Espíritu le de su poder y lo ayude con gemidos indecibles para vencer, entonces no será avergonzado, sino que el SEÑOR lo sostendrá en pureza para andar en Él y bajo el fuego purificador del Espíritu; nuestra tarea es mantener encendida la lámpara de la espiritualidad en nuestra vida para disipar las tinieblas; Jesucristo dice en su
palabra que Él y el Padre harían morada en nosotros, alli hay poder y autoridad de Dios en nuestra vida para cuando necesitamos ayuda y estemos en peligro. Porque su poder se
perfecciona en nuestras debilidades y flaquezas. 2 Corintios 12:9.
Nuestro poder y autoridad está en actuar con amor y misericordia ganando almas para el reino de los cielos, como corresponde a hijos de
Dios y creyentes en Jesucristo, pero si somos indiferentes y faltos de bondad, el Espíritu Santo se apaga y el alma se debilita quedando nosotros sin autoridad y ausentes al poder que opera por el Espíritu en nosotros. Nuestra
obediencia y santidad generan poder protector de Dios con fruto en el Espíritu para alabanza de Dios; y si vivimos en la palabra Dios podrá usarnos con poder para grandes obras y recibamos su galardón; también genera autoridad y poder de Dios en nosotros, cuando nos sujetamos al gobierno y señorío del Cristo, porque le damos preeminencia al SEÑIR al ponerlo por encima de nuestra vida natural; pero si hay desobediencia, rebeldía e independencia de Dios, contristamos al Espíritu y apagamos el fuego santo de su poder, en nosotros, entonces quedamos expuestos, vulnerables e indefensos ante los ataques de las tinieblas. Sean sobrios y velen; porque su
adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien
devorar, 1 Pedro 5:8.
El poder y la autoridad la tenemos a disposición cuando Cristo reina en nuestro corazón porque poseemos la dignidad de su presencia, entonces Él nos da valor y valentía para vencer las tinieblas y los ataques del mundo; poder también es tener el respaldo de Dios para ejecutar una tarea específica en el reino de Dios cuando formamos discípulos, como aconteció con Josué que vino a ser un guía con poder y autoridad para el pueblo, después de
Moisés. Y YHWH dijo a Moisés:
Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano
sobre él; lo pondrás delante del sacerdote y de toda la congregación; y le
darás el cargo en presencia de ellos. Y pondrás de tu dignidad sobre él, para
que toda la congregación de los hijos de YHWH le obedezcan. Números 27:18-20.
La presencia de Jesucristo y su Espíritu en nosotros es la fuerza del poder y autoridad de
Dios en nosotros para que su pueblo sea instrumento santo en sus manos, para ordenar a
los espíritus inmundos que se vayan y salen cuando los echamos fuera, rechazando el pecado y venciendo la tentación; la unción de lo Alto es poder de Dios para vencer, y como cuerpo de Cristo, seres espirituales que
transmiten su gloria en el cumplimiento de su palabra con la Gran
Comisión, como lo hizo el Maestro. Él les enseñaba a todos, como alguien que tenía autoridad,
y no como los escribas. Mateo 7:29.
La única fuente de poder y autoridad que nos garantiza libertad y vida es Cristo
y su evangelio, en la ministración y unción del Espíritu por su palabra; porque el SEÑOR Creador del cielo y de la tierra con el poder de su
palabra lo hizo todo, y sigue haciendo maravillas y milagros cuando nos unimos a adorar y alabar, pues se crea una atmósfera de gloria fonde Dios se mueve y cambia vidas. Necesitamos tener a
Cristo como SEÑOR y Salvador, para que el poder de su presencia y su nombre nos respalda y libere de todo mal, aunque en algunos casos, necesitamos ser liberados con la ayuda de otros ministros, siervos e hijos de Dios. Entonces llamando a sus doce discípulos, el SEÑOR
les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, para sanar toda
enfermedad y toda dolencia, Mateo 10:1.
Tengamos claro que aunque seamos hijos de Dios y discípulos de Cristo no
tenemos poder por sí mismos, no hay tal empoderamiento como algunos pregonan, es el poder del Espíritu obrando en los santos, y la autoridad de Cristo que se desarrolla en sus escogidos; no podemos liberar, sanar, ni mucho menos transformar vidas, eso lo
hace Jesucristo con su Espíritu obrando en cada quien, por la fe en el poder de su palabra de verdad; somos colaboradores de Dios en Cristo como lo enseñó Pablo, en la misión salvadora
para la humanidad perdida. La excelencia del poder es de Dios, no es nuestra. 2 Corintios 4:7; Es la gracia de Dios en Cristo, que nos lleva triunfantes, y por todas partes esparce la fragancia de su conocimiento. Porque para Dios somos el aroma de Cristo entre los que salvan y entte los que se pierden. 2 Corintios 2:14-17..
Somos embajadores de Cristo con autorida delegada, en virtud de que
somos un pueblo redimido en su sangre, al que se le ha encomendado una misión para desarrollar y
desempeñar; Jesucristo ejerció poder y autoridad en su rol de salvador, nosotros
lo hacemos en el rol de hijos obedientes a su Padre Dios, por sujeción a Cristo y dependencia al Espíritu, es nuestro rol de creyentes y discípulos dar testimonio; satanás tiene un poder limitado hasta donde Dios le permite y las personas le abren puertas o le entregan sus vidas, pero no tiene nada de autoridad; lo vemos a medida
que nos acercamos al tiempo final, tantas personas poseídas y manejadas por
espíritus demoníacos, porque no tienen a Cristo, por eso, miles sobre la tierra necesitan ser salvos, para
eso debemos orar y predicar con el poder del Espíritu y la palabra. Y cuán grade y sin límites es su poder
para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia y fuerza de su
potencia salvadora al resucitar y sentarse al lado del Padre. Efesios 1:19.
Podemos ministrar y ayudar con poder en la libertad espiritual que Cristo
nos ha otorgado en la misión salvífica, pero es Dios quien tiene el poder para juzgar,
para levantar, reconstruir y ordenar, y todos aprendemos y hacemos lo que nos corresponde; ningún humano es autónomo en sí mismo ni independiente para hacer lo que se le ocurra, siempre estamos bajo el poder y la autoridad espiritual del Dueño de todo, así tenemos el privilegio de vivir en paz, tranquilidad y seguridad de Dios, con alegría en este mundo feo,
pero la gente no lo logra, porque se ha rebelado contra la divina autoridad y
el poder sobrenatural de Dios, pero en Cristo hay libertad; en El podemos tener poder y ejercer autoridad para
resistir, reprender, atar y echar fuera al maligno en el nombre de Jesucristo
como valientes soldados y firmes guerreros que no se acobardan, sino actúan en el poder del evangelio. No nos ha sido dado espíritu de
cobardía, sino de poder, amor y dominio propio. 2 Timoteo 1:7.
Todo ser humano le sirve a una potencia espiritual, sea a Dios o al
diablo, pero Cristo vino con poder y autoridad para vencer al que TENÍA el imperio de la muerte, Él venció la debilidad del pecado y la presión del mundo, con su victoria de buenas noticias que salvan, edifican y bendicen, por
eso la humanidad debe colocarse bajo la autoridad del reino de los cielos en Cristo
Jesús y vivir en el poder de la palabra que cambia vidas, transforma mentes y renueva corazones con poder santificador. Somos nuevos para vencer con poder vital, todo lo viejo. 2 Corintios 5:17.
Aunque para muchos del mundo el tema de los demonios les resulte
arcaico y ridículo, en algún momento tendrán que reconocer que necesitan vivir
bajo la autoridad, poder y gobierno de Dios para ser liberados y salvados de la
gran maldad que se cierne sobre la humanidad y proteger su alma eternamente, lo cual solo se efectúa desde el mundo
espiritual para tener el poder de hacer lo recto, y no como los cobardes sin Dios, que con mentes corruptas organizan el crimen, confabulados con los gobernantes volátiles y tiranos que se
oponen al poder, autoridad, verdad y diseño de Dios. En los cuales el dios de este siglo
cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz
del evangelio de la gloria de Cristo, quien es la imagen del Padre, 2 Corintios
4:4.
Es Dios quien asigna y delega su autoridad en el creyente, porque lo necesitamos para cumplir la encomienda de anunciar las Buenas Nuevas de salvación y
liberación de las almas cautivas por el diablo, porque no solo hay una maldad
generalizada, hay una maldad personificada que tiene inteligencia maquiavélica
para destruir vidas, familias y naciones enteras, satanás y su reino de maldad
organizado, donde sus hijos actúan por su influjo oscuro y perverso, pero Dios
está por encima de todo lo creado, y Él tiene la última palabra sobre satanás y sus demonios que han sido también creados. Dios es quien puede
hacer todas las cosas, y ningún propósito de Él puede ser estorbado. Job 42:4.
Si hablamos de la plenitud del poder y autoridad de Dios en su Iglesia,
en realidad hablamos de capacidad, habilidad y don de Dios en su pueblo, para que nos movamos en este mundo como sus mayordomos, embajadores y colaboradores que proclaman la gloria
del Padre, la victoria del Hijo y el poder del Espíritu Santo en vidas integras que sirven
por amor a Dios y por misericordia a las almas; aunque el poder y la
autoridad no son propias del creyente, podemos acceder a ello por medio de la
obra redentora de nuestro SEÑOR Jesucristo porque Él es nuestra victoria protectora frente al intruso usurpador. El ladrón solo viene para hurtar, matar
y destruir: YO he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia. Juan 10:10.
El poder del creyente se desarrolla al orar, adorar y arrebatar la verdad del Evangelio que
conquistó Jesús para que un día gobernemos juntamente con Él, viviendo
en Él y para Él, pero para que el reino espiritual y sobrenatural de Dios afecte el reino natural y
viejo del enemigo, debemos estar despiertos para discernir los tiempos porque el reino de Dios lo arrebatan los valientes. Mateo 11:2; esto es cuestión de poder y autoridad de
Dios en Cristo por su Espíritu operando en nosotros. Su reino no consiste en meras palabras, sino en poder. 1 Corintios 4:20. Y las puertas del hades no prevalecerán
contra su Iglesia. Mateo 16:18.
Nuestro compromiso es con la verdad de Dios y su palabra, en la
instrucción que expone el Evangelio, para que aprendamos a vivir por principios e instrucciones divinas y no por filosofías humanas; estemos aferrados a Cristo para gozar de su poder y autoridad y trabajar juntamente con Él; que nuestras vidas se caractericen por el poder y autoridad visibles de Dios en nosotros, tal
como está en su palabra; modelados en Cristo para hacer la voluntad de Dios, como dijo Jesús: Como el Padre me
envió, así YO los envío a ustedes, entonces sopló de su Espíritu sobre sus
seguidores. Juan 20:21-22.
Jesús hizo lo que vio hacer
al Padre, así actúo con su poder y autoridad celestial sobre la tierra, ahora nos
corresponde a nosotros actuar como Jesús lo hizo, para ver el poder de Dios y
la autoridad de Cristo actuar en nosotros. Amén. Enseñen a los nuevos discípulos que guarden todas las cosas que les he mandado; y he aquí YO estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Mateo 28:20. Porque todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe. 1 Juan 5:4. Oración intensa, santidad, vivir en el Espíritu y ejercer autoridad con la palabra. Amen.
Mg, MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero
y servidora de su reino eterno.
SEÑOR, Dios de nuestros padres, sólo Tú eres Dios en los cielos. Tú eres el gobernante de todos los reinos de la tierra. Tú eres fuerte y poderoso y no hay nadie que pueda hacerte frente, 2 Crónicas 20:6.
El Creador hizo la tierra con su poder, Él puso orden en su creación, y extendió los cielos con su sabiduría; con su voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo, Él hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; da relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos, Jeremías 10:12-13.
El Espíritu de YHWH el SEÑOR, está sobre mí, porque me ungió YHWH; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el añode la buena voluntad de Padre, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutadoa; a ordenar que a los afligidos de Sión se les de gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar de espíritu angustiado; y serán llamados árboles ce justicia, plantío de YHWH, para gloria suya, Isaías 61:1-3.
Autoridad y poder liberador hace referencia a escuchar la voz de Dios para obedecer con fe y sujeción a Él, así hay autoridad y poder espiritual en el nombre de Cristo porque creemos a su verdad y nos apropiamos del contenido bíblico con certeza para cumplir sus mandatos viviendo en sus principios; hay autoridad en la palabra de Dios cuando oramos y ministraramos con ella, y predicando el evangelio con gozo y testimonio de conducta recta para honra de Jesucristo, Rey y SEÑOR que gobierna no solo el universo, sino nuestra vida. Reuniendo a los doce les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermos, Lucas 9:1.
La Fe y la confianza en Dios imprimen seguridad a nuestro espíritu, eso es poder para echar fuera todo miedo y duda que quiera impedir el mover de Dios en nuestra vida por su Espíritu Santo que mora en nosotros, esto sucede desde que nacemos de nuevo; la fe y la seguridad bíblicas son poder espiritual activo para vencer el mundo natural, sabiendo hablar, actuar y vivir como gente de reino que usa bien la palabra de verdad contra el diablo y sus demonios, como lo hizo Jesús en la tentación. Cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder, y saldrán a dar testimonio de Mi...hasta las partes más lejanas de la tierra. Hechos 1:8.
La autoridad que el SEÑOR nos dió es en fe y por fe confiando en Dios, prodigando amor y ayuda entre hermanos para edificación mutua; la autoridad y poder que actúa por el Espíritu de Dios que mora en nosotros, con el fin de vencer el pecado, ser santos, romper la desobediencia con obediencia y discernir las artimañas mentirosas del adversario con unción; la autoridad que recibimos es autoridad delegada, en el nombre de Cristo, mediante el Espíritu y la palabra, permaneciendo nosotros en santidad a Dios, asi esa autoridad resulta sobrenatural y poderosa para desmenuzar todo dardo de maldad, exponer con denuedo la palabra, dar testimonio santo, y evidenciar un comportamiento recto en la realidad del contenido bíblico. Isaías 61. La voz de Dios es autorídad y poder en la palabra bíblica que creemos, vivimos y confesamos para que Cristo, sea dado a conocer mediante el trabajo misionero y evangelistico de su pueblo que respeta sus instrucciones y se somete a su SEÑOR. Y pondrás sobre él parte de tu dignidad a fin que le obedezca toda la congregación de los hijos de YHWH. Números 27:20.
La autoridad es entregada por Dios a los hombres para hacer justicia y establecer orden, su poder es espiritual sobre su pueblo mediante el poder del Espíritu Santo, algo que todo creyente debe conocer y ejercitar para andar Con Pasos Firmes en Dios en el avance del reino de Dios mientras peregrinamos en este mundo oscuro; esta autoridad delegada de Dios sobre los ungidos, está para completar sus propósitos liberadores, y para que nosotros vivamos en la luz de Cristo bajo la soberanía y gobierno del Padre, para que haya vida, paz, libertad y orden sobre la tierra. Conocer a Dios y aprender de su palabra, es hoy algo demasiado vital y urgente para ver el poder y autoridad de Dios obrando en estos tiempos peligrosos que enfrentamos, con el fin de pisotear y poner bajo nuestros pies al enemigo, tal como lo dice la palabra pero andando en fe obediente. Miren que les he dado autoridad para hollar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y nada les hará daño. Lucas 10:19.
Los hijos de Dios podemos estar cuidados y protegidos como familia y nación santa de Dios, en la autoridad de Cristo y el poder de su Espiritu que que nos llena de su unción activa para romper todo yugo y disipar toda tiniebla con fuego purificador, como resultado de nuestra sujeción a Dios en una vida de relación con Jesucristo y no corriendo tras las añadiduras de una religión; gozamos de la autoridad y poder de Dios porque estamos en Cristo sentados en lugares celestiales, mientras su Espíritu nos ayuda y nos guía en la profundización de la palabra en una tarea ininterrumpida de lectura, meditación, oración, alabanza y adoración por el poder de su palabra y el grandioso nombre que es sobre todo nombre, El es quien actúa maravillas en nosotros y a través de nosotros. Y aunque yo insista un poco más de la cuenta en nuestra autoridad, no tengo porque avergonzarme; pues el SEÑOR nos dio esa autoridad para edificación de la comunidad y no permitir que seamos destruidos. 2 Corintios 10:8.
Si alguien es probado y tentado y ve que no puede vencer, debe pedir al SEÑOR que su Espíritu le de su poder y lo ayude con gemidos indecibles para vencer, entonces no será avergonzado, sino que el SEÑOR lo sostendrá en pureza para andar en Él y bajo el fuego purificador del Espíritu; nuestra tarea es mantener encendida la lámpara de la espiritualidad en nuestra vida para disipar las tinieblas; Jesucristo dice en su palabra que Él y el Padre harían morada en nosotros, alli hay poder y autoridad de Dios en nuestra vida para cuando necesitamos ayuda y estemos en peligro. Porque su poder se perfecciona en nuestras debilidades y flaquezas. 2 Corintios 12:9.
Nuestro poder y autoridad está en actuar con amor y misericordia ganando almas para el reino de los cielos, como corresponde a hijos de Dios y creyentes en Jesucristo, pero si somos indiferentes y faltos de bondad, el Espíritu Santo se apaga y el alma se debilita quedando nosotros sin autoridad y ausentes al poder que opera por el Espíritu en nosotros. Nuestra obediencia y santidad generan poder protector de Dios con fruto en el Espíritu para alabanza de Dios; y si vivimos en la palabra Dios podrá usarnos con poder para grandes obras y recibamos su galardón; también genera autoridad y poder de Dios en nosotros, cuando nos sujetamos al gobierno y señorío del Cristo, porque le damos preeminencia al SEÑIR al ponerlo por encima de nuestra vida natural; pero si hay desobediencia, rebeldía e independencia de Dios, contristamos al Espíritu y apagamos el fuego santo de su poder, en nosotros, entonces quedamos expuestos, vulnerables e indefensos ante los ataques de las tinieblas. Sean sobrios y velen; porque su adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar, 1 Pedro 5:8.
El poder y la autoridad la tenemos a disposición cuando Cristo reina en nuestro corazón porque poseemos la dignidad de su presencia, entonces Él nos da valor y valentía para vencer las tinieblas y los ataques del mundo; poder también es tener el respaldo de Dios para ejecutar una tarea específica en el reino de Dios cuando formamos discípulos, como aconteció con Josué que vino a ser un guía con poder y autoridad para el pueblo, después de Moisés. Y YHWH dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él; lo pondrás delante del sacerdote y de toda la congregación; y le darás el cargo en presencia de ellos. Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de YHWH le obedezcan. Números 27:18-20.
La presencia de Jesucristo y su Espíritu en nosotros es la fuerza del poder y autoridad de Dios en nosotros para que su pueblo sea instrumento santo en sus manos, para ordenar a los espíritus inmundos que se vayan y salen cuando los echamos fuera, rechazando el pecado y venciendo la tentación; la unción de lo Alto es poder de Dios para vencer, y como cuerpo de Cristo, seres espirituales que transmiten su gloria en el cumplimiento de su palabra con la Gran Comisión, como lo hizo el Maestro. Él les enseñaba a todos, como alguien que tenía autoridad, y no como los escribas. Mateo 7:29.
La única fuente de poder y autoridad que nos garantiza libertad y vida es Cristo y su evangelio, en la ministración y unción del Espíritu por su palabra; porque el SEÑOR Creador del cielo y de la tierra con el poder de su palabra lo hizo todo, y sigue haciendo maravillas y milagros cuando nos unimos a adorar y alabar, pues se crea una atmósfera de gloria fonde Dios se mueve y cambia vidas. Necesitamos tener a Cristo como SEÑOR y Salvador, para que el poder de su presencia y su nombre nos respalda y libere de todo mal, aunque en algunos casos, necesitamos ser liberados con la ayuda de otros ministros, siervos e hijos de Dios. Entonces llamando a sus doce discípulos, el SEÑOR les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, para sanar toda enfermedad y toda dolencia, Mateo 10:1.
Tengamos claro que aunque seamos hijos de Dios y discípulos de Cristo no tenemos poder por sí mismos, no hay tal empoderamiento como algunos pregonan, es el poder del Espíritu obrando en los santos, y la autoridad de Cristo que se desarrolla en sus escogidos; no podemos liberar, sanar, ni mucho menos transformar vidas, eso lo hace Jesucristo con su Espíritu obrando en cada quien, por la fe en el poder de su palabra de verdad; somos colaboradores de Dios en Cristo como lo enseñó Pablo, en la misión salvadora para la humanidad perdida. La excelencia del poder es de Dios, no es nuestra. 2 Corintios 4:7; Es la gracia de Dios en Cristo, que nos lleva triunfantes, y por todas partes esparce la fragancia de su conocimiento. Porque para Dios somos el aroma de Cristo entre los que salvan y entte los que se pierden. 2 Corintios 2:14-17..
Somos embajadores de Cristo con autorida delegada, en virtud de que somos un pueblo redimido en su sangre, al que se le ha encomendado una misión para desarrollar y desempeñar; Jesucristo ejerció poder y autoridad en su rol de salvador, nosotros lo hacemos en el rol de hijos obedientes a su Padre Dios, por sujeción a Cristo y dependencia al Espíritu, es nuestro rol de creyentes y discípulos dar testimonio; satanás tiene un poder limitado hasta donde Dios le permite y las personas le abren puertas o le entregan sus vidas, pero no tiene nada de autoridad; lo vemos a medida que nos acercamos al tiempo final, tantas personas poseídas y manejadas por espíritus demoníacos, porque no tienen a Cristo, por eso, miles sobre la tierra necesitan ser salvos, para eso debemos orar y predicar con el poder del Espíritu y la palabra. Y cuán grade y sin límites es su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia y fuerza de su potencia salvadora al resucitar y sentarse al lado del Padre. Efesios 1:19.
Podemos ministrar y ayudar con poder en la libertad espiritual que Cristo nos ha otorgado en la misión salvífica, pero es Dios quien tiene el poder para juzgar, para levantar, reconstruir y ordenar, y todos aprendemos y hacemos lo que nos corresponde; ningún humano es autónomo en sí mismo ni independiente para hacer lo que se le ocurra, siempre estamos bajo el poder y la autoridad espiritual del Dueño de todo, así tenemos el privilegio de vivir en paz, tranquilidad y seguridad de Dios, con alegría en este mundo feo, pero la gente no lo logra, porque se ha rebelado contra la divina autoridad y el poder sobrenatural de Dios, pero en Cristo hay libertad; en El podemos tener poder y ejercer autoridad para resistir, reprender, atar y echar fuera al maligno en el nombre de Jesucristo como valientes soldados y firmes guerreros que no se acobardan, sino actúan en el poder del evangelio. No nos ha sido dado espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio. 2 Timoteo 1:7.
Todo ser humano le sirve a una potencia espiritual, sea a Dios o al diablo, pero Cristo vino con poder y autoridad para vencer al que TENÍA el imperio de la muerte, Él venció la debilidad del pecado y la presión del mundo, con su victoria de buenas noticias que salvan, edifican y bendicen, por eso la humanidad debe colocarse bajo la autoridad del reino de los cielos en Cristo Jesús y vivir en el poder de la palabra que cambia vidas, transforma mentes y renueva corazones con poder santificador. Somos nuevos para vencer con poder vital, todo lo viejo. 2 Corintios 5:17.
Aunque para muchos del mundo el tema de los demonios les resulte arcaico y ridículo, en algún momento tendrán que reconocer que necesitan vivir bajo la autoridad, poder y gobierno de Dios para ser liberados y salvados de la gran maldad que se cierne sobre la humanidad y proteger su alma eternamente, lo cual solo se efectúa desde el mundo espiritual para tener el poder de hacer lo recto, y no como los cobardes sin Dios, que con mentes corruptas organizan el crimen, confabulados con los gobernantes volátiles y tiranos que se oponen al poder, autoridad, verdad y diseño de Dios. En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, quien es la imagen del Padre, 2 Corintios 4:4.
Es Dios quien asigna y delega su autoridad en el creyente, porque lo necesitamos para cumplir la encomienda de anunciar las Buenas Nuevas de salvación y liberación de las almas cautivas por el diablo, porque no solo hay una maldad generalizada, hay una maldad personificada que tiene inteligencia maquiavélica para destruir vidas, familias y naciones enteras, satanás y su reino de maldad organizado, donde sus hijos actúan por su influjo oscuro y perverso, pero Dios está por encima de todo lo creado, y Él tiene la última palabra sobre satanás y sus demonios que han sido también creados. Dios es quien puede hacer todas las cosas, y ningún propósito de Él puede ser estorbado. Job 42:4.
Si hablamos de la plenitud del poder y autoridad de Dios en su Iglesia, en realidad hablamos de capacidad, habilidad y don de Dios en su pueblo, para que nos movamos en este mundo como sus mayordomos, embajadores y colaboradores que proclaman la gloria del Padre, la victoria del Hijo y el poder del Espíritu Santo en vidas integras que sirven por amor a Dios y por misericordia a las almas; aunque el poder y la autoridad no son propias del creyente, podemos acceder a ello por medio de la obra redentora de nuestro SEÑOR Jesucristo porque Él es nuestra victoria protectora frente al intruso usurpador. El ladrón solo viene para hurtar, matar y destruir: YO he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Juan 10:10.
El poder del creyente se desarrolla al orar, adorar y arrebatar la verdad del Evangelio que conquistó Jesús para que un día gobernemos juntamente con Él, viviendo en Él y para Él, pero para que el reino espiritual y sobrenatural de Dios afecte el reino natural y viejo del enemigo, debemos estar despiertos para discernir los tiempos porque el reino de Dios lo arrebatan los valientes. Mateo 11:2; esto es cuestión de poder y autoridad de Dios en Cristo por su Espíritu operando en nosotros. Su reino no consiste en meras palabras, sino en poder. 1 Corintios 4:20. Y las puertas del hades no prevalecerán contra su Iglesia. Mateo 16:18.
Nuestro compromiso es con la verdad de Dios y su palabra, en la
instrucción que expone el Evangelio, para que aprendamos a vivir por principios e instrucciones divinas y no por filosofías humanas; estemos aferrados a Cristo para gozar de su poder y autoridad y trabajar juntamente con Él; que nuestras vidas se caractericen por el poder y autoridad visibles de Dios en nosotros, tal
como está en su palabra; modelados en Cristo para hacer la voluntad de Dios, como dijo Jesús: Como el Padre me
envió, así YO los envío a ustedes, entonces sopló de su Espíritu sobre sus
seguidores. Juan 20:21-22.
Jesús hizo lo que vio hacer al Padre, así actúo con su poder y autoridad celestial sobre la tierra, ahora nos corresponde a nosotros actuar como Jesús lo hizo, para ver el poder de Dios y la autoridad de Cristo actuar en nosotros. Amén. Enseñen a los nuevos discípulos que guarden todas las cosas que les he mandado; y he aquí YO estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Mateo 28:20. Porque todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe. 1 Juan 5:4. Oración intensa, santidad, vivir en el Espíritu y ejercer autoridad con la palabra. Amen.
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