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14 feb 2019

BUEN PADRE Y EL MEJOR



EL BUEN PADRE  Y EL MEJOR

Tan compasivo es el Padre Dios con los que lo aman y respetan como lo es un padre terrenal con sus hijos, Salmos 103:13. Tú, oh SEÑOR, eres nuestro Padre, desde la antigüedad, tu nombre es nuestro Redentor, Isaías 63:16.

Miren cuán gran amor nos ha dado el Padre: que nos llama hijos de YHVH; y lo somos. Por eso el mundo no nos conoce, porque ellos no lo han conocido a Él. 1 Juan 3:1
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Hijo mío, no desprecies la disciplina del Eterno, ni te ofendas por sus reprensiones. Porque el Padre disciplina a los que ama, como corrige un padre a su hijo querido, Proverbios 3:11-13.

A largo de mi vida, he podido experimentar lo que es la disciplina, la corrección y la enseñanza en amor; desde niña mis padres que eran campesinos que habían llegado a la ciudad, nos educaron a mi y a mis nueve hermanos de manera continua; muchas veces fueron duras reprimendas que nos dejaba dolor en el cuerpo, pero que luego se sanaba y ellos seguían dando amor y cuidado, mientras nosotros aprendiamos a crecer para llegar a ser seres humanos de dignidad y valor. Porque el SEÑOR corrige a quien Él ama, como un padre corrige a su hijo. Proverbios 3:12.

En casa cada vez que alguno hacia una pilatuna o deliberadamente hacia algún daño la disciplina era segura que vendría; con el tiempo mis padres empezaron a practicar otros tipo de castigos, ya no era con la correa o la vara, ellos nos quitaban lo que más nos gustaba, como era jugar o tener momentos con los amigos y compañeros de escuela fuera de casa. De igual manera sucede con Dios, su amor infinito de Padre y su compasión por sus hijos, lo lleva a agotar los recursos y la paciencia; y aunque nos perdona cada vez que venimos arrepentidos a Él, nos permite el dolor, las pérdidas, caídas, errores, lágrimas, malos tiempos, etc., con el propósito de perfeccionarnos y hacer de nosotros buenos hijos representantes de su reino. El necio desprecia la disciplina de su padre, pero el que hace caso a la reprensión se hace sabio, Proverbios 15:5.

Nuestro Padre Dios el es mejor Padre, nunca disciplina porque sí, ni hace nada injusto ni indebido; Él suele llamarnos la atención, advertirnos y exhortarnos de diversas maneras intentando que comprendamos lo que está mal para que enderecemos los pasos; pero muchos no atienden y sufren las consecuencias, luego se enojan, sin admitir que ellos estuvieron eludiendo y haciendo oídos sordos a los llamados y advertencias del Padre Bueno: es por eso que llega no solo el momento del dolor, sino de enfrentar la disciplina, la corrección y el aprendizaje con consecuencias. Ustedes están sufriendo para su corrección: Dios los trata como a hijos. ¿Acaso hay algún hijo a quien su padre no corrija? Hebreos 12:7.

Un padre siempre quiere lo mejor para sus hijos, y trabaja para que sus hijos lleguen a ser buenos ciudadanos y personas de bien, más que con palabras y disciplina, con el buen ejemplo que debe marcar la vida de sus hijos, porque las acciones hablan más fuerte y dejan más huella que las palabras, Camina con integridad el justo, sus hijos son dichosos después de él. Proverbios 20:7.

Dios nos ha dejado el ms grande ejemplo de amor, santidad y rectitud con la vida hermosa que mostró Jesucristo para luego ir a sufrir y morir en la cruz por ti y por mi. En la biblia encontramos ejemplos de vidas humanas que cambiaron con la disciplina y las consecuencias de sus pecados, pero también personas que a pesar de Dios hablarles muchas veces, persistieron en su terquedad y maldad y perecieron; nadie tiene tanta paciencia ni podrá amarnos tanto como nuestro Padre Dios; si Él nos corrige, lo hace oportuna y sabiamente porque Él sabe qué es lo mejor para sus hijos. Cuando éramos niños, nuestros padres aquí en la tierra nos corregían, y los respetábamos. ¿Por qué no hemos de someternos, con mayor razón, a nuestro Padre celestial, para que tengamos vida? Hebreos 12:9.

El Padre Creador nos conoce perfectamente y sabe cuál es el trato y la disciplina para cada uno de sus hijos; nadie sabe de nosotros, mejor que el  Padre celestial que nos formó con sus propias manos en el vientre de nuestra madre, Para nosotros no hay más que un solo Dios, YHVH, el Padre de quien proceden todas las cosas, y para quien vivimos; y un solo Mesías Salvador, mediante el cual existen todas las cosas, incluso nosotros mismos. 1 corintios 8:6.

Somos seres humanos, pero también espirituales, por lo tanto, necesitamos el amor y la presencia del Padre Dios para ser  correcta, oportuna y verdaderamente enseñados, corregidos y entrenados para la vida, y somos procesados cuando decidimos volvernos a Dios, entregando la vida al SEÑOR Jesucristo y comprometiéndonos con su reino eterno; entonces podremos alcanzar la posición de hijos amados, cuidados, sostenidos, enseñados, corregidos y dirigidos por el Padre Dios, no importa si las demás personas se alejan y nos dan la espalda, nuestro Padre celestial siempre estará ahí y nos sostendrá de su poderosa mano, Aunque mi padre y mi madre me abandonen, YHVH, mi Padre, se hará cargo de mí. Salmos 27:10.

Jamás podré arrancar de mis recuerdos cuando mi padre me llevaba de la mano, su fuerte, gruesa y grande mano sostenía mi pequeña manito para dirigirme a la escuela; era algo que me hacia sentir amada, feliz, segura y protegida. Así es con Dios nuestro Padre, Él nos lleva de su mano poderosa y nos guarda de todo mal. YO les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie los puede arrebatar de la mano de mi Padre. Juan 10:28.

Cuando estamos muy cansados, muchas veces no caminamos  porque nuestro Padre Dios nos carga entre sus brazos. Hoy día miles de personas están necesitadas de un padre que les haga sentir que son amadas, aceptadas, acompañadas y dirigidas, y ese Padre perfecto es Dios, él único que llena vacíos, sana corazones heridos y cierra heridas si ellos se vuelven a Dios, Y como un padre se compadece de sus hijos, así se compadece YHVH de los que lo aman y lo respetan, Salmos 103:13.

Nuestros padres no son perfectos, pero nos dan su amor incondicional, y es un amor real y sincero, aunque imperfecto porque se pueden equivocar muchas veces, sin embargo, el Mejor de todos los padres es el Padre celestial. Porque YO, el SEÑOR tu Dios, te sostengo de tu mano derecha; YO te digo: No temas, YO te ayudaré. Isaías 41:13. 

Tristemente, algunas veces los padres terrenales con su forma de vida, actitudes y mal ejemplo son los que alejan a sus hijos del Padre celestial, por eso a muchos les cuesta ver a Dios como su Padre, por eso son incrédulos, paganos, necios e inclinados al mal, ¿Así es como le pagan a YHVH, el SEÑOR? Pueblo necio y sin sabiduría, ¿no es Él tu Padre, tu Creador? ¡Fue el Eterno Dios el que te creó y te dio el ser! Deuteronomio 32:6

¡No sigas evitando a tu Padre Eterno, no sigas dándole la espalda a Quien te ama como nadie más te amará! No solo nos ama y corrige, sino que nos protege, sostiene y defiende en el momento mismo del peligro. Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿Acaso no valen ustedes mucho más que ellas? Mateo 6:26

Dios nos ama, nos busca, nos llama, nos cuida y desea hacer de cada uno, personas conforme a su corazón. Con Abba Padre no nos falta nada, con Él siempre somos oídos porque Abba Padre siempre tiene tiempo para cada hijo; con el Padre Dios somos atendidos siempre, aceptados, tenidos en cuenta, estamos acompañados donde estemos porque camina a nuestro lado dándonos identidad de hijos y haciéndonos sentir que le pertenecemos porque un día habitaremos en su casa, el reino de los cielos, para siempre, Nunca te abandonaré, ni jamás te desampararé, Hebreos 13:5b.

La gran mayoría de las veces, nuestros padres terrenales, nos desilusionan y lastiman, y muchos hasta abandonan a sus hijos y se olvidan de lo que engendraron, pero también nosotros como padres fallamos, pero definitivamente el mejor de todos los Padres que nunca olvida ni abandona es nuestro Padre Dios, Él tiene mucha paciencia para esperarnos, pero todo tiene su fin y su momento definitivo. No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre. 1 Juan 2:15

Dios Padre es misericordioso, justo y clemente, lento para reprender en su enojo y grande en bondad; Él no nos paga como lo merecemos, sino que se compadece de nuestra debilidad y limitaciones, pero así como el Padre celestial es Amor, también es fuego consumidor. Misericordioso y clemente es YHVH, lento para la ira y grande en misericordia, no contenderá para siempre, ni guardará su irá eternamente. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras maldades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados, Salmos 103:8-10.

Nuestro Padre Dios es amoroso, bueno, perdonador y paciente, siempre nos ayuda, cuando sufrimos y tenemos dificultades, siempre está dispuesto a extender sus brazos para que podamos ser consolados, llenos y cubiertos en todas las necesidades, nos ayuda para que luego podamos también nosotros ayudar a otros, consolar y recibir salvación. 2 Corintios 1:3-7. 

Dios es Padre, hermano, esposo, amigo y compañero, es el confidente ideal y perfecto, Él es nuestro Todo Suficiente, rodeándonos de su más dulce y tierno amor, lo he podido experimentar y vivir a cada paso de mi vida de manera directa, real y maravillosa, por eso lo escribo y lo comparto. Si no fuera por mi Padre Dios en Jesucristo y su divino Espíritu que habita en mi, no se dónde estaría ahora ni qué sería de mi vida, Hubiera yo desmayado, si no creyera que veré la bondad de YHVH en la tierra de los vivientes. Salmos 27:13.

El Padre Dios es la Roca de los siglos que me acompaña, me sostiene, me alienta, me da fuerzas, me da valor y me hace sentir feliz y segura, Sin Él, nada soy ni nada bueno podría hacer. Con Abba Padre mi vida tiene significado y razón de ser. Es por Papito Dios que puedo ser responsable, sensible, enseñable, tierna sin importar los problemas o la falta de aceptación y compresión de la gente. Para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y para el cual vivimos; y no hay más que un solo SEÑOR, es decir, Jesucristo, por quien todo existe y por medio del cual vivimos. 1 Corintios 8:6

Soy lo que soy y tengo lo que tengo en Jesucristo que me ha salvado y me ha reconciliado y acercado a mi Padre Dios; soy amada por Abba. Él es mi Padre y me ama, yo soy su hija y lo amo, El Creador que hizo el mundo y todo lo que en él hay, es el SEÑOR de cielo y tierra, Él no habita en templos hechos de manos humanas, ni es servido por manos de hombres, como si necesitara algo de nosotros, pues el Padre es quien da vida a todos y da el aliento a todas las cosas que existen, Hechos 17:24-25.

Los hijos no necesitan tantas cosas materiales, necesitan la presencia, el amor, el tiempo y el cuidado de los padres: si los padres aman al Padre Celestial y tienen a Jesucristo en su corazón, serán padres que amen, corrijan, consuelen, construyan y enseñen a sus hijos para proveerles la clase de vida que ellos merecen y necesitan, así les quedará más fácil a los pequeños y a los jóvenes amar al Padre Dios. Entrena a tu hijo en el camino que debe seguir; y no se apartará de él en la edad avanzada, Proverbios 22:6.

El mejor legado y herencia que un padre puede dejar a sus hijos es vivir para Cristo, amar al Padre y mostrar a Dios de corazón, vida y mente, eso se reflejará en el amor y el trato que da a la esposa, la madre de sus hijos. De ello dependerá la calidad de personas que los padres harán de sus hijos para esta vida y en esta sociedad que necesita reconstruirse y enderezarse. Así que ustedes no se preocupen tanto por lo que van a comer o a beber, no se desesperen. Porque la gente del mundo es la que busca ansiosamente todas esas cosas; pero su Padre celestial sabe que tienen necesidad de ellas. Mejor ocúpense en buscar el reino de Dios y su justicia, y esas cosas les serán añadidas, Lucas 12:29-30.

OREMOS: Amado Padre celestial, agradecemos tu infinito amor y misericordia, te suplicamos que ayudes a cada padre y madre que hay sobre la tierra, para que sean semejantes a Ti, para que sus hijos, nuestras nuevas generaciones, crezcan en medio del amor, la verdad, la justicia, la fidelidad, la responsabilidad y la espiritualidad que tanto necesita este mundo. Hemos orado en el poderoso nombre de Jesucristo tu Hijo Amado. Amén.

Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino