El hombre hace sus propios planes, pero la respuesta final, viene del SEÑOR. Proverbios 16:1.
Cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra. Pero cuando los perversos están en el poder, el pueblo gime. Proverbios 29:2.
¡Ay de los que decretan estatutos inicuos, y de los que prescriben leyes tiranas para apartar de la justicia a los pobres, para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo, para despojar a las viudas, y robar a los huérfanos! ¿Qué harán en el día del castigo? ¿A quién se acogerán para que los ayude, cuando venga de lejos su asolamiento? ¿En dónde quedará su vanagloria? Sin Mí se inclinarán ante los presos, y entre los muertos caerán. Isaías 10:1-4.
Es trágico, triste y lamentable ver como en varios países del mundo se coarta la libertad, se cometen atropellos y se quita la vida a las personas, debido a gobernantes malvados, y tiranos que esclavizan cruelmente a los pueblos, algo demasiado angustioso de experimentar y por lo cual debemos orar y trabajar para que haya libertad y justicia; la clase de existencia que narra la joven en el video no es vida para nadie, pero a pesar de toda maldad y crueldad, Dios ha creado al ser humano libre, por eso Cristo murió por nosotros, para salvar de toda esclavitud no solo fidica sino espiritual, y aunque a veces esté presente la esclavitud física que el apóstol a los gentiles sufrió, el pudo escribir a su alumno Timoteo: Por causa del evangelio soporto sufrimientos, incluso el estar encadenado como un criminal; pero la palabra de Dios no está encadenada. 2 Timoteo 2:9.
Nuestra libertad en Cristo es para proclamar su palabra, aún en esos casos en que la libertad física es una lucha constante; la libertad nos permite autonomía en decisiones con la capacidad de obrar por voluntad propia para llevar a cabo nuestro proyecto de vida, pero bajo la suprema autoridad de Dios, no para someter a nadie ni ser sometidos de nadie con tiranía y crueldad de los que tienen poder y se creen mas fuertes esclavizando a los pueblos. Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por eso, debemos mantenernos firmes para no someternos nuevamente a la esclavitud. Gálatas 5:1.
Llegar al SEÑOR y aceptar a Cristo, NO es perder la libertad, según algunos legalistas que ponen reglas y viven por dogmas de ley imposibles de cumplir, a Dios se agrada y se sirve por la gracia de la libertad en Jesucristo, el Gran Libertador que nos sacó del Egipto del mundo y el pecado para que nos movamos con buena disposición bajo sus instrucciones y mandatos que nos hacen sentir livianos y libres de carga; lo que sucede cuando somos cristianos, es que Dios nos introduce a códigos y fundamentos de moralidad para que vivamos con sana ciencia, pues Dios como buen Padre nos mira continuamente, no para reprimirnos, sino para cuidarnos y que tengamos la clase de vida limpia que Dios espera de cada uno de sus hijos, y que no seamos avergonzados por el enemigo, lo cual entendió el salmista cuando escribió. Viviré con toda libertad, porque he buscado tus preceptos. Salmos 119:45.
La libertad que Dios nos da, es algo más poderoso que la libertad externa, es libertad interior y espiritual por el Espíritu y su palabra, porque, aunque el mundo esclavice y los gobiernos apresen, maten y destierren, podemos ser libres desde nuestra mente y corazón cuando nos habita el Espíritu Santo y nos sella como propiedad de Dios en Cristo. Porque el SEÑOR es Espíritu, y donde está el Espíritu de Cristo, allí hay libertad, 2 Corintios 3:17.
La libertad verdadera no es libertad de cadenas físicas, es libertad de conciencia limpia y alma libre de cargas y cosas pecaminosas para vivir sobrenaturalmente natural alineados con Dios; esta libertad ocurre cuando hemos nacido de nuevo y empezamos a ser transformados desde adentro con Cristo como SEÑOR y Salvador, con Él y en Él somos verdaderamente libres, porque la conversión nos permite ser libres de la esclavitud de la carne, la opresión del mundo y las tinieblas para experimentar la plenitud de vida que Dios quiere darnos; así Él es suficiente para cada uno de nosotros, sea que tengamos grilletes en las manos y los pies como lo estuvo Pablo, o que nos movamos por la calle con holgura. Muchas son las angustias del justo, pero de todo eso, Dios nos hará libres. Salmos 34:19.
La libertad que Dios nos ofrece no es limitarnos en nuestra manera de conducirnos, en lo que comemos o vivimos, es tener sentido común de rectitud en el orden y el diseño divino, sabiendo que hay cosas buenas que debemos hacer y cosas malas que no debemos hacer ni nos convienen, así como hay un Dios y un diablo, cada uno tiene libertad de elegir a quien sirve y sigue según sea la proyección de vida y eternidad para cada quien; Dios nunca nos ha dicho que Él es nuestro amo, sino que Él nuestro Padre, nuestro Amigo, Salvador y Libertador, por eso su Espíritu nos ha hecho su habitación para ser como Cristo y dar testimonio de l8bertad con vida santa...Para anunciar buenas noticias a los pobres, sanar los corazones heridos, proclamar libertad a los cautivos y libertad a los presos. Isaías 61:1.
Para ser verdaderamente libres, tenemos que rendirnos en amor a Cristo, reverenciar al Padre, obedecer y andar en el Espíritu Santo, así ganamos la batalla de esclavitud diaria que el diablo lanza con sus dardos para encarcelar almas con el pecado, adicciones, carnalidades, juegos de azar, y cosas oscuras en las redes, todo lo cual esclaviza y destruye la libertad, poniendo pesadas cargas a sus víctimas, cargas de culpa que atormentan el alma y roban la paz interior hasta el punto de esclavizar y encadenar; el espíritu, y alejándonos de Dios; esto se rompe cuando nos arrepentimos y reconocemos el pecado, entendiendo que hay un orden espiritual de libertad diseñado por el Dios para que vivamos unidos a Él quieta y reposadamente, lo cual nos proporciona vida feliz y paz interior, libres de ataduras. Actuando como personas libres, que no se valen de su libertad para enmascarar su maldad, sino que vivimos como verdaderos servidores de Dios. 1 Pedro 2:16.
Cuando somos libres nos apasionamos por Dios y atesoramos al Espíritu de Dios en la gracia de Jesucristo, perseveraremos en la perfecta ley de la libertad que no olvida ni echa tras las espaldas las enseñanzas de la palabra en el buen ejemplo de Jesucristo; la rendición y sometimiento a Cristo nos permite ser libres no solo de nosotros mismos, sino de las prisiones de satanás, abandonando pecados que a nuestro parecer son chiquitos e insignificantes, pero que nos hacen esclavos porque al final se harán groseros e innombrables, tales "pecadillos" como la costumbre de mentir y ser chismosos, lo cual impedirá que entremos al reino de Dios. Y ahora que hemos sido liberados del pecado, y nos hemos puesto al servicio de Dios, cosechemos la santidad que conduce a la vida eterna. Romanos 6:22.
El mundo pregona tener libertad pero conoce muy poco de ella, imaginan ser libres diciendo mentiras en los medios y cometiendo abortos, y rechazando a Dios, dizque para ser libres, el único que nos hace libres de verdad; ¿de qué más somos libres? a) de la esclavitud de si mismos a causa del legalismo que es el esfuerzo propio, gente que pervierte el evangelio con mentes estrechas y no viven en veracidad eterna, Gálatas 1:6-8, no acepte credos, crea en Jesucristo el único Camino; b) Somos libres de la critica que nos esclaviza a otros, a causa de los falsos hermanos que aparentan ser débiles pero son piedras de tropiezo; son hacedores de dogmas, reglas y reglamentos, moldes que nos someten a la crítica condenatoria, Gálatas 2:4-5; c) Somos libres del fatalismo en los rudimentos del mundo, es decir, de vivir según la naturaleza y su fuerza, y moverse en el contenido del universo, Gálatas 4:3, 9-11; gente que dice ser cristiana pero todavía se mueve por la astrología y lo que les augura el zodiaco.
Seamos sinceros, somos esclavos del mundo, el pecado y la carne por voluntad propia, muchos engañados de que nada les es favorable, según su destino, es en la gracia de Dios que somos verdaderamente libres; somos libres centrados en la obra de la cruz de Cristo, porque con Cristo estamos juntamente crucificados; ya no vivimos para sí mismos, es Cristo quien vive en ti y en mí, Gálatas 2:20; lo que vivimos en la carne, lo vivimos por fe en Jesús, que no murió en vano; nuestra estatua de la libertad, si así se puede decir, es la cruz de Cristo, allí se proclama toda nuestra libertad en todas las áreas de nuestro ser que fue lavado con su sangre preciosa, y nos amó lo suficiente como para amarnos y morir por nosotros para dar de su libertad, dándonos el corazón del Padre y la mente de Cristo. Así que, si el Hijo nos libera, somos verdaderamente libres. Juan 8:36.
Somos libres o esclavos por voluntad y decisión propia, nadie peca inconscientemente, sino deliberadamente, y son muchos lo que se dejan esclavizar del diablo porque no se someten a Dios, el enemigo conoce muy bien nuestras debilidades y nos facilita la caída, mientras nosotros acallamos la voz del Espíritu, por no orar ni leer la palabra que nos examina, por eso "cristianos" hacen lo que les gusta hacer, y hacen hábito el pecado, viéndolo como normal, y no ponen fe ni fuerza de voluntad para buscar el rostro y la presencia de Dios; así los malos o buenos hábitos determinan quiénes y muchos aludan: "es que así soy," no se dan cuenta que son esclavos y van rumbo a la perdición eterna. Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da la libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído, sino haciéndola práctica, recibirá bendición. Santiago 1:25.
OREMOS: SEÑOR, Dios Eterno y perfecto, hoy clamamos por tus bondades y misericordias, como tus divinos labios lo dijeron en Jesús: ¡Perdónanos cuando te fallamos y perdona a los tiranos cuando no saben lo que hacen; ten compasión de tu pueblo y ayuda a los que están bajo el yugo de gobernantes tiranos y malvados, toca los corazones para que miles se arrepientan, confiesen sus pecados delante de Ti, se rindan a tu amor y den frutos dignos de cambio delante de tus ojos, porque el enemigo ha cautivado a muchos y los ha envuelto en su trampa, quita las vendas de los ojos a miles de personas y muéstranos tu salvación, y si los gobernantes no lo hacen, clamamos a Ti por tu justicia según tu palabra.
¡Oh Amado SEÑOR de los cielos y la tierra! Mira a los tiranos, impíos y violentos que combaten y atacan sin causa justa a los pueblos que necesitamos vivir en libertad, verdad y justicia. Echa mano a tu armadura y toma tu escudo, y levántate en nuestra ayuda.
YHVH de los ejércitos saca tu lanza, cierra contra nuestros perseguidores tu mano, y enfrenta a los que nos persiguen; muéstrate a tu pueblo y di: YO SOY tú salvación. Sean avergonzados y confundidos los que buscan el mal para, el justo, sean vueltos atrás y caigan en tu mano los que nuestro mal maquinan. Sean como el tamo delante del viento, y el Ángel de YHVH los acose, sea su camino tenebroso y resbaladizo, y el Ángel de YHVH los persiga. Porque sin causa esconden su red haciendo un hoyo…que a esos inicuos les venga el quebrantamiento sin que lo sepan, y la red que escondieron los prenda y angustia y que caigan en ella. Entonces nuestra alma se alegrará en Ti; nos regocijaremos en tu salvación: Todos nuestros huesos dirán: ¿Quién cómo YHVH nuestro Dios? Que libra al afligido del más fuerte, y al pobre y al menesteroso del que los despoja. Salmos 35:1-10.
Que su mesa se les convierta en lazo, y cuando crean que están en paz, se les vuelva en trampa. Núblense sus ojos para que no puedan ver, y haz que sus lomos se cansen y tiemblen continuamente. Derrama sobre ellos Tú ira, y el furor de Tu enojo los alcance. Sea su palacio asolado y en sus linderos yo haya morador. Pon su maldad sobre su maldad, y no entren ellos en Tu justicia. Sean raídos del libro de los vivientes, y no sean escritos entre los justos. Pero a tu pueblo Oh Amado Eterno, danos tu salvación, y colócanos en alto. Alabaremos Tu poderoso nombre con cánticos y te exaltaremos con alabanzas, Salmos 69:22-30. Sea asi si no se arrepienten de su maldad y no claman a ti por perdón,
Oramos a Ti: Escúchanos SEÑOR, nuestro Dios, grande y temible, porque los impíos hacen oprobio de nosotros. Haz que sus maldades caigan sobre sus propias cabezas, ¡que ellos mismos sean llevados cautivos a tierra extraña! No pases por alto sus culpas. No borres sus pecados, porque han provocado tu enojo y pelan contra Ti…Nehemías 4:4-5.
YHVH, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas muéstrate. Engrandécete Juez de toda la tierra; da pago a los perversos. ¿Hasta cuándo, oh SEÑOR se saldrán con las suya los impíos y se vanagloriarán todos los que hacen iniquidad? A tu pueblo, Oh Dios, quebrantan, y a tu heredad afligen. Matan a la viuda, al huérfano y al extranjero, y dicen: no nos ve ningún Dios. Entiendan necios del pueblo; y ustedes gobernantes fatuos, ¿cuándo aprenderán a ser sabios? El que hizo el oído, ¿acaso no los oirá? El que formó el ojo, ¿acaso no los verá? Y El que castiga a las naciones, ¿acaso no los reprenderá? YHVH conoce los pensamientos de los hombres, y sabe que todos ellos son vanidad. Salmos 94:1-11, En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo oramos. Amén
La razón de esta enseñanza, es porque mi corazón se ha conmovido hasta las lágrimas ante el testimonio de esa niña que tuvo que ser presa de esclavitud y tiranía de un gobierno malvado y ver el abuso contra su propia madre, mientras huían hacía la libertad, mientras que aquí en occidente, hay tantos que no aprovechan correctamente, la libertad que el SEÑOR Jesús nos regaló. Una vez que el SEÑOR ha tomado su decisión, Todas las cosas me son lícitas, pero no todas convienen; aunque todas las cosas me son lícitas, yo no me dejaré dominar por ninguna. 1 Corintios 6:12.
Seis cosas hay que aborrece YHVH, y son abominación para Dios: los ojos soberbios, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, un corazón que maquina planes perversos y los pies que corren rápidamente a hacer el mal, Proverbios 6:16-19. Así que el que justifica al impío, y el que condena al justo, ambos son igualmente abominación al SEÑOR Eterno, Proverbios 17:15.
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