11 nov 2016

LA GRAN COMISIÓN DESDE EL A.T.



COMISIONADOS DESDE EL A.T.

Tendrán poder sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y en toda la tierra. Dios creó al ser humano a su imagen; varón y mujer los creó, les dio su bendición y les dijo: tengan muchos hijos, llenen el mundo y gobiernen; dominen sobre todos los peces, las aves y todo animal que se arrastra en la tierra. Génesis 1:27-28. Dios el SEÑOR puso al hombre en el Jardín del Edén para que cultivara y cuidara la tierra. Génesis 2:15.

 

Viene el día en que, afirma el SEÑOR, en que de la simiente de David haré surgir un vástago justo: Él reinará con sabiduría en el país, y practicará el derecho y la justicia. Jeremías 23:5.

 

Sabiendo que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, participando igualmente de las promesas en Cristo Jesús mediante el Evangelio, Efesios 3:6; Y esta salvación ha sido enviado a los gentiles. Ellos sí oirán. Hechos 26:28.; En Cristo Jesús la bendición d Abraham viniera a los gentiles…Gálatas 3:14..

 

 Para muchos, la Comisión de Dios empezó en el NT con nuestro SEÑOR Jesucristo, pero en realidad la comisión que Dios le ha dado a la raza humana comenzó desde Génesis, antes que la humanidad se distanciara de su Creador, SEÑOR y Dueño; en el día sexto de la creación, el ser humano recibió un encargo de parte del SEÑOR tan pronto los creó y los bendijo con autoridad delegada para ser fructíferos, multiplicarse, llenar la tierra y poner todo bajo su dominio, las aguas con sus habitantes, los cielos con sus aves y todo ser viviente sobre el suelo de la tierra, Génesis 1:27-30. Dios estableció a la humanidad para cuidar y cultivar la tierra donde nos colocó, Génesis 2:15

 

Desde esta perspectiva podemos conceptuar que la Gran Comisión del hombre de Dios, no solo es predicar el Evangelio, que claro, es nuestra prioridad, sino que también nuestra encomienda, nuestro encargo y comisión está en ejercer la autoridad con que Dios nos creó y dotó para dominar y gobernar la creación; pero no es como algunos la han tomado negativamente en este mundo de hoy que usurpa, abusa del poder y la autoridad esclavizando con tiranía. Podemos gloriarnos respecto a la autoridad que Dios nos dio, pero fue para edificación, no para destrucción ni vergüenza. 2 Corintios 10:8

 

Esta comisión fue dada antes que el hombre cayera vergonzosamente en pecado y en el miserable distanciamiento que nos separó de nuestro SEÑOR y Dueño; todo lo que el SEÑOR nos encomendó desde el Huerto del Edén, como ahora con la redención de Cristo, es ser portadores de su presencia, mostrando la imagen de su carácter, por la comunión y amistad que tenemos para con Dios, y mediar en la tierra con su bendito reino, traído por Cristo al nacer, vivir y morir en este mundo. Somos embajadores de Cristo, para que Dios exhorte a todos por medio de nosotros…2 Corintios 5:20.

 

Entonces, nuestra Gran Comisión está dada en función del Reino de Dios; ¿Qué significa esto? Primero: Si Adán congregó a todos los animales del Huerto para ponerles nombre, a nosotros como habitantes y ciudadanos del reino de los cielos, nos corresponde congregarnos para la alabanza y la adoración a Dios, no solo el séptimo día, sino todos los días; Segundo: ejercer dominio y sojuzgar significa conquistar la tierra para multiplicar el reino de Dios, apartados en santidad para bendecir y santificar la creación, hasta que toda la tierra vuelva a ser santa como como lo estuvo en el Edén, para que todo rincón del mundo sea lleno de la perdurable y magnifica gloria de Dios; porque El anhelo profundo de la creación, es esperar el momento en que se manifieste claramente que somos hijos de Dios. Romanos 8:19.

 

Las bendiciones que nuestro Dios nos da, no son para disfrutarlas egoístamente, por mininas que sean, porque toda bendición procede de Dios para que unos bendigan a otros con gozo y desprendimiento, sujetos, sometidos y dependientes del que nos creó, muchos más al comprender que fuimos expulsados de la vida con Dios, y que solo en Cristo logramos recuperarla, donde Él es el Rey y nosotros nos sujetamos y sometemos a su señorío; si nos fijamos bien, la comisión que Dios le dio a Adán, implicaba que su trabajo y toda su actividad estaba al servicio sacerdotal para Dios, con el fin de congregar a toda la creación a los pies del Rey en adoración continua por el Reino de Dios es universal, desde el principio y hasta el fin parta dirigir su plan de salvación dirigido a todas las familias de la tierra…En ti y en tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra. Génesis 28:14; sin perder de vista que Dios es el Dueño de todas las naciones, El juzga toda la tierra, porque es el Dueño de todas las naciones. Salmos 82:8.

 

La historia de Israel es muy importante aquí porque el SEÑOR le dio la identidad de ser su pueblo escogido, con el sagrado llamado de llevar sus palabras y su instrucción a las demás naciones, y fueron dispersos desde la Torre de Babel; entonces Dios llama a Abram en Génesis 12,profetizándoles que en él serían benditas las familias de la tierra, ya que este patriarca obedeció a la voz del SEÑOR, luego esta bendición y esta promesa pasa a Isaac y Jacob para que Israel sea luz a los gentiles; en todo este proceso están los fundamentos del Reino de Dios desde el principio. Y todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de ellos, porque han obedecido. Génesis 22:18.

 

La bendición a Abraham alcanza a todo el mundo para estar en el reino de Dios, porque al Dios que servimos les dijo:...De ti saldrán reyes y naciones…Génesis 17:6. Eventualmente y con el paso de la historia de Israel, florece el linaje y genealogía de David, con un Rey que vendría a reunir nuevamente a las naciones a la presencia de Dios; fue así como el Altísimo hizo el pacto sacerdotal en el Sinaí para que todo el pueblo de Dios viviera como un reino sacerdotal y una nación santa para Dios, como dijo Jesús y afirmó Pablo, para ser luz en el mundo, para ser lámparas y luminares que alumbran en medio de las tinieblas con santidad e integridad. Levántate, pueblo mío, envuelto en tu resplandor, porque ha llegado tu Luz y la gloria del SEÑOR brilla sobre ti. Isaías 60:1.

 

Esta comisión sacerdotal es el llamado a la santidad, a vivir en lo santo, siendo apartado para Dios para el bien de las naciones; el pueblo de Dios necesita consagración, transformado y santificado como siervos de Dios para el bien y la transformación del mundo, así, que si el mundo se ha sumergido es tinieblas, la responsabilidad es del pueblo de Dios que no ha cumplido su encomienda, su encargo y su comisión de ser santos y de testimonio mostrando a su SEÑOR. Pon tu vida en las manos del SEÑOR; confía en Él, y Él vendrá en tu ayuda. Hará brillar tu rectitud y tu justicia como brilla el sol del medio días. Salmos 37:5-6.

 

Al principio fue Israel quien debía ser mediador entre Dios y las naciones gentiles, hoy el llamado es para la Iglesia, para los redimidos en Jesucristo, para los que se dicen ser discípulos y seguidores de Él, para ser bendición para la gente y hacer bien al mundo y glorificar al Creador en medio de las naciones, es un llamado a la adoración, la alabanza y la oración para permanecer en la presencia de Dios. Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros; para que sea conocido en la tierra su camino, y en todas las naciones su salvación. Te alaben todos los pueblos, oh Dios: todos los pueblos te alaben. Salmos 67:1-3.

 

Tanto Israel en su momento como el pueblo de Dios hoy en día ha recibido misericordia y bendición sacerdotal para ser testigos de Dios en todos los rincones de la tierra, y nadie tiene excusa de no hacerlo; el camino de Dios debe ser dado a conocer en toda la tierra y que su salvación alcance las familias y naciones de la tierra; Porque el fruto del justo es árbol de vida y el que gana almas es sabio. Proverbios 11:30.

 

En el tiempo de los Jueces, los Reyes y las Crónicas de Israel, no había rey en la tierra, cada uno hacia lo que bien le parecía, hoy pasa lo mismo, miles no conocen ni tienen al Rey de reyes, por eso la gente corre despistada y confusa de un lugar para otro y cada uno hace lo que bien le parece, y a todos nos falta sabiduría del cielo, de lo bueno, lo justo y lo apropiado para minimizar y reducir el dolor, el mal y las tinieblas, todos necesitamos hacer lo correcto y hablar con verdad, si hemos aceptado la Comisión que Dios nos ha dado. En aquella época aun no había rey en Israel, por lo cual cada uno hacía lo que le daba la gana. Jueces 21:25.

 

Como le sucedió a Israel, se desvió del camino de Dios y cayó en la apostasía y la idolatría, necesitaban ser disciplinados y sometidos antes de poder ser luz a los gentiles, de igual modo le sucede al pueblo actual de Dios, a los creyentes, a la Iglesia, a los seguidores de Cristo, se han desviado del camino y ha sido necesario que sean castigados y corregidos de muchas formas para hacerlos volver a su SEÑOR, ser sanados y enderezados para poder ser luz a las naciones. Reconoce en tu corazón que, así como un padre disciplina a su hijo, también el SEÑOR tu Dios te disciplina a ti. Deuteronomio 8:5.

 

Tras instalación de David como rey, la Gran Comisión cobró vigor y se convirtió en un reinado de reyes y sacerdotes en una nación santa, y se vislumbró el reinado del Mesías que venía a restaurar la comunión del hombre con su Creador, siendo Él la cabeza del pueblo de Dios y el Gran Sumo Sacerdote que intercede por nosotros, mientras nosotros oramos por muchos aquí en la tierra y damos testimonio de su vida. Porque YO he puesto mi Rey sobre Sión, mi santo monte. YO publicaré el decreto: el SEÑOR me ha dicho: Mi hijo eres tú; YO te engendré hoy. Pídeme y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya, los confines de la tierra. Salmos 2:6-8.

 

Hablar de Adán y hablar de Jesús es hablar de la Gran Comisión, ambos engendrados por Dios como primogénitos, así que la herencia de Adán era muy amplia, pero mucho más amplia la de Abraham y David en Jesucristo, porque el mundo y todo lo que hay en él, le pertenecen al SEÑOR, pues todo fue creado por medio de Él y para Él. Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados. Conozco a todas las aves de los montes, y todo lo que se mueve en los campos me pertenece. Salmos 50:10-11.  

 

Adán recibió el derecho inherente de gobernar, multiplicar y sujetar toda la tierra en el nombre del Padre y para la gloria del Padre, Jesucristo recibió todo el reconocimiento del Padre y se le dio poder, autoridad y potestad sobre todo lo creado, pero En Cristo fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades: todo fue creado por medio de Él y para Él…Colosenses 1:16-23.


La Gran comisión desde el comienzo ha sido dada a los hijos de Dios, Adán la recibió en el principio, como hijo de Dios, Lucas 3:38, Israel, hijo y primogénito de Dios, Éxodo 4:22-23, Oseas 11:1, David heredó el manto de hijo en Adán como rey de la tierra, recibiendo la encomienda y comisión de gobernar al pueblo de Dios, dando a conocer su voluntad y extender el reino del Padre sometiendo a las naciones idólatras, y los enemigos que no eran solamente enemigos políticos y personales, sino que eran los enemigos de Dios, Salmos 89:26-28; pero los reyes desviaron al pueblo de su encomienda y su propósito con idolatría y rebelión a su Creador.1 Reyes  capítulos 11 al 16, algo que fue confirmado por los labios del Maestro en Mateo 12:25.

 

Siguiendo el plan y la Comisión, el Padre prometió levantar un rey davídico que como siervo sería luz a las naciones cargando los pecados de muchos, para que como el Gran Sumo Sacerdote, rociara las naciones con su sangre para redención, así, el unigénito y Primogénito del Padre recibió también la Gran Comisión y la cumplió.  Y dice: Poco es para Mí que Tú seas mi Siervo, para hacer volver al Padre a Jacob, para que restaures el remanente de Israel; porque también te di por Luz a las naciones para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra. Isaías 49:6.

 

Una vez el Hijo cumplió su misión, el pueblo de Dios, los hijos dse Dios en Jesucristo, la Iglesia y novia del Cordero de Dios, se nos ha encargado La Gran Comisión, ese encargo que como lo hemos visto en esta enseñanza, es desde el principio, amplia, profunda, extensa y de gran responsabilidad, para que el mundo entienda que todos deben volver a su Creador como SEÑOR y Dios de sus vidas, recuperando el diseño perfecto y el amor del SEÑOR. El SEÑOR  reinará sobre toda la tierra. En aquel día el SEÑOR será el único Dios, y su nombre será el único nombre. Zacarias |14:9


La Gran Comisión es la esperanza de reino que fue dada desde Génesis y confirmada a través de la Escritura, pero concretada en el NT para que muchos sean atraídos al Padre y restaurados a la condición original con la palabra del Evangelio que habla del Redentor desde el principio hasta el fin, desde Génesis hasta Apocalipsis, para que todo sea redimido en la sangre del Cordero y venga la salvación, en plan de redención en la justicia de Dios que es por fe, en el creer las promesas de Dios. Luego el fin, cuando el Hijo entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque es precioso que Cristo reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies…1 Corintios 15:24-28.

 

Lic. MEHC, hijas del Dios vivo, real y verdadero. Y servidora de su reino.

 



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