24 jun 2018

DOLOR Y SUFRIMIENTO, RAZONES BÍBLICAS



EL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO
Razones bíblicas

Bendito sea el Señor y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Padre de misericordias y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros también podamos consolar a otros que están también en tribulación, con el consuelo que somos consolados por Dios, 2 Corintios 1:3-4.

Muchas son las aflicciones del justo,  pero de todas ellas nos librara YHWH, Salmos 34:19. Les digo todo esto para que encuentren paz en unión conmigo. En el mundo, tendrán que sufrir; pero tengan valor; YO he vencido al mundo, Juan 16:33.

En diciembre de 2016 escribí algunas razones acerca del sufrimiento y el dolor, hoy movida por el gran amor de Dios vuelvo a tocar el tema basada en aspectos bíblicos específicos;  el ser humano es tan duro de corazón, que muchas veces aprendemos y maduramos a través del las pruebas, el sufrimiento y el dolor que experimentamos en muchos momentos de la vida, especialmente si somos hijos de Dios, tendremos que ser probados; tengo la certeza que todavía muchos no entienden ni se dan cuenta de la razón de ser del dolor en el mundo, no es culpa de Dios, sino de nosotros mismos; debemos responsabilizarnos de nuestro estilo de vida, actos, palabras y actitud ante el pecado, el causante mayor del todo el dolor humano, en vez de cuestionar a Dios, o echarle la culpa a los demás; tú y yo tenemos una cuota ante el dolor; pero lo mejor, es que tenemos la persona más maravillosa, amorosa, perdonadora y salvador único que existe sobre el universo: nuestro SEOR Jesucristo, y su evangelio de vida que nos da respuestas al ¿Por qué tanto dolor? Ahora vemos de manera indirecta, como en un espejo, y borrosamente; pero un día veremos cara a cara. Mi conocimiento es ahora imperfecto, pero un día conoceré a Dios como Él me ha conocido siempre, 1 Corintios 13:12.

Mirar los toros desde la barrera no nos permite explicar específica ¿por qué sufren las personas mientras estamos en esta tierra? Tenemos que cruzar el valle para entender y asimilar todo dolor con la ayuda de Dios, solo con Él podemos soportar y enfrentar nuestro dolor, solo Él nos provee consuelo y respuesta con base bíblica en la comunión con Cristo,  y examinándonos a luz de su palabra y su amor para que podamos enfrentar esos tiempos en las fuerzas y poder del Espíritu y sus promesas:

1. Sufrimiento según Dios, Y aunque era Hijo, a través del sufrimiento aprendió lo que es la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que lo obedecen, Hebreos 5:8-9. La primera y gran respuesta al dolor la hallamos al ver a nuestro Salvador; el Hijo de Dios fue llevado al desierto por el Espíritu Santo para ser tentando y probado y cuando venció fue servido por los ángeles.

Jesús en el desierto y la tentación fue fortalecido por el Padre para cumplir su misión redentora; en su obediencia fue despreciado, rechazado, avergonzado, herido, quebrantado y traspasado para morir y rescatar a la humanidad aunque vivió sin pecado. Jesús sufrió intensamente, padeció terribles heridas en su cuerpo y recibió profunda humillación moral y espiritual. Cumplir el  propósito y la misión salvífica lo llevó al más intenso sufrimiento y padeciendo dolor indescriptible, el Padre quiso quebrantarlo, sujetándolo a padecimiento…varón de dolores, experimentado en quebranto, Isaías 53: 3 y 10. En sus padecimientos Jesús llevó todo el dolor y sufrimiento por el cual pasamos, su martirio fue con un propósito superior y universal.

Pasamos por tiempos de desierto y dolor los cuales Dios permite con propósitos bienhechores, especiales y únicos como le sucedió a nuestro Señor Jesucristo, Lucas 4:1. El mismo Dios hecho hombre fue preparado para su ministerio terrenal de amor por la humanidad, convirtiéndose en nuestro máximo ejemplo de valentía, entrega, y vida sacrificial en santidad; los hijos de Dios también somos procesados y perfeccionados cada día para ser parte en la obra de Dios, El Dios de toda gracia que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayamos padecido un poco de tiempo, Él mismo nos perfeccione, afirme, fortalezca y establezca, 1 Pedro 5:10..

2. Sufrimiento por incredulidad y rebeldía. Toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra moisés y Aarón en el desierto; y le decían: ojalá hubiéramos muerto por mano de YHWH en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos hasta saciarnos; pues nos han sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud, Éxodo 16:2-3.

El pueblo de Israel sufrió una vida difícil de desierto por cuarenta años porque se quejaron contra Dios, murmuraron y les pareció que la vida en Egipto era mejor; ellos debieron haber gastado solo unas semanas para llegar a la tierra prometida, pero estuvieron dando vueltas durante 40 años debido a su pecado de ingratitud e incredulidad, ¿Y por qué nos trae YHWH a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Número 14:3.

Ellos fueron procesados en el desierto para desarrollar fe en su Padre Creador, para reconocer su liberación y recibir salvación del yugo opresor egipcio. Debían aprender a ver, confiar y depender del Dios de Israel y no del hombre ni de las circunstancias, Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído YHWH, tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Y te afligió, y te hizo tener hambre, Deuteronomio 8:2-3. Sin embargo, en medio de este desierto dice la palabra que Dios los cuidaba de noche y de día con la nube y que su ropa ni su calzado se gastaron y nunca se enfermaron, Deuteronomio 8:4 y 29:5.

Dios nos prueba permitiéndonos dolor para probar la calidad de nuestra entrega y nuestra fidelidad a Él; es la manera divina de formarnos, madurarnos enseñarnos a sustentarnos en su grandeza y bondad, para vivir en su amor, su gracia y su poder para conducirnos a ser humanos de calidad y testimonio; El Buen Padre nos procesa para cambiar la mentalidad carnal, sanar las heridas del alma y moldear nuestro carácter, para que seamos más parecidos a Jesús y de bendición a quienes nos rodean mientras vamos de camino y subimos escalones de victoria en el Espíritu, Los que temen a YHWH y confíen en Dios; Él será nuestra ayuda y nuestro escudo. Porque Dios se acuerda de nosotros y nos bendice...Salmos 115:11-12.

Job era buen hombre, pero sufrió grandes tragedias y enfermedad, él oraba por sí mismo y su familia, Dios le permitió al enemigo que lo tocara para ser probado en su fe; cuando Job aprendió a orar por sus amigos y mantuvo su integridad, el Señor le restituyó  al doble y lo sacó del dolor y su enfermedad, Job 42:10-17.

3. Sufrimiento causado por otros. Delante de Él expondré mi queja: delante de Él manifestaré mi angustia. Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda, Salmos 142:2-3. En Salmos 142 vemos al rey David clamando por ayuda desde la cueva de Adulam en tiempos de prueba mientras huía para salvar su vida. David estaba en angustia, vituperado y perseguido de muerte por Saúl, como José sufrió la mala disposición de sus hermanos mayores, debido a la envidia y los celos, fue rechazado se deprimió y estuvo huyendo en angustia. Mucha gente sufre por causa de los malos, de los impíos, de los que no tienen amor porque no conocen a Dios, esa clase de personas dañan, oprimen y pervierten la justicia maquinando maldad contra los justos.

Dios nombró a David sucesor de Saúl pero el Espíritu de Dios se retiró de Saúl debido a su desobediencia; por esta razón David sufrió la hostilidad de Saúl, quien empezó a perseguirlo para matarlo; el rey David estuvo escondiéndose de cueva en cueva y de lugar en lugar: huyó a Naiot de Rama, vino a refugiarse en Nob escapando de Saúl, se fingió loco yendo a Aquis, rey filisteo de Gad, vivió en la cueva de Adulam donde clamó y adoró, se escondió en Mizpa de Moab, estuvo vagando por los bosques de Haret, por el desierto de Keila y Zif, vivió entre las peñas de Horeb en el collado de Haquilla, volvió al desierto en Maón del Arabá y habitó en los lugares fuertes de En-Gadi como lo narra 1 Samuel del capítulo 19 al 23.

Aquí vemos a alguien que es oprimido, perseguido y sufre al punto de casi languidecer por causa de otras personas que no estaban en comunión con Dios ni al mismo nivel de espiritualidad que David. Sufrió tal ataque brutal que nos dejó los mejores salmos de guerra espiritual, adoración y alabanza porque vio en el tiempo de la prueba liberación y respuesta del Padre que le dio muchas victorias.

4. Sufrimiento por causa del pecado, Entonces dijo Natán a David: tú eres aquel hombre. Así ha dicho YHWH Dios de Israel: YO te ungí por rey sobre Israel, y te libre de la mano de Saúl, y te di la casa de tu señor en tu seno; además te di la casa de Israel y de Judá; y si esto fuera poco, te habría añadido mucho más. ¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de YHWH, haciendo lo malo delante de sus ojos?...Ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urias heteo para que fuese tu mujer…YO haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa…2 Samuel 12:7-11.

Este mismo rey David probado que mereció ser llamado hombre conforme al corazón de Dios, sufrió por causa de su pecado de fornicación con Betsabe y el asesinato de Urias, esposo de Betsabe, uno de sus fieles guardias de confianza a quien traicionó; David fue víctima del ocio, en tiempo en que debía ir a la guerra se quedó mirando por la terraza de su casa, y cayó por la seducción de su carne cediendo ante la tentación. El fruto de ese pecado fue un hijo que murió pronto causando gran dolor al rey David. Cuando un hijo de Dios pecan, los demonios vienen ante el Creador a insultarlo y blasfemar contra Él, por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de YHWH, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá, 2 Samuel 12:14.

David se arrepintió, lloró profundamente delante del Eterno y suplicó su favor, Dios lo perdonó pero su pecado dejo graves consecuencias; murió el niño fruto de su pecado, uno de sus hijos violó a su hermana Tamar, Abasalón se rebeló contra su padre, David volvió a estar huyendo y escondiéndose para salvar su vida; sus oficiales de confianza lo traicionaron, se levantaron enemigos en su reino, muere su hijo Absalón, se dividió el pueblo, sus vecinos le hicieron la guerra, David casi es asesinado en un combate pero un siervo lo salvó; de este sufrimiento intenso y largo de David salió Salmos 18 en acción de gracias ante la misericordiosa ayuda del Eterno Rey de gloria.

La biblia nos enseña y deja grandes ejemplos de las consecuencias del pecado como la falta de perdón que trae muerte, dolor, sufrimiento, llanto, desierto, guerra y pérdida de la paz y de muchas cosas más; las veces que sufrimos y pasamos por el dolor intenso por ceder al pecado y las malas decisiones contradiciendo las instrucciones de Dios, redundando en tiempos muy difíciles, Entonces la concupiscencia, (tentación y debilidad de la carne) después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado siendo consumado, da a luz la muerte, Santiago 1:15.

La verdad es que mientras hayan seres humanos en la tierra, habrá pecado, y mientras haya pecado habrá sufrimiento, dolor y tragedia, porque el pecado esclaviza, enceguece y conduce a lodos cenagosos de angustia; el mismo ser humano carente de temor a Dios y sin afecto natural será presa del diablo, del mal y de toda clase de cosas que harán sufrir a otros; y los que dicen amar a Dios y conocerlo, viven irresponsablemente, son desobedientes e incrédulos haciendo cosas que no convienen y que traen consecuencias ineludibles y dolorosas; pasarán por la disciplina correctora de Dios; porque el buen Padre a quien ama corrige, Proverbios 3:12 y la disciplina causa tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella son ejercitados, Hebreos 12:11.

5. Sufrimiento por causa de Cristo y de nuestra fe, Ustedes serán odiados por causa de mi nombre; pero el que se mantenga firme hasta el fin, será salvo, Mateo 10:22; Entonces los entregarán a tribulación, y los matarán, y serán aborrecidos de todas las gentes por causa de Mí, Mateo 24:9.

Ahora bien, si el mismo Dios santo hecho Hombre sufrió dolor y heridas hasta la muerte para salvarnos. ¿No hemos de padecer nosotros siendo pecadores?  Cuando Saulo de Tarso tuvo su encuentro personal con Jesucristo en el camino de Damasco, abandonó la persecución y los genocidios contra los cristianos, se arrepintió y se entregó con toda su vida a servir a Dios; el Señor envió a Ananías a Pablo para completar su conversión y le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es este, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de reyes y de los hijos de Israel; porque YO le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre, Hechos 9:15-16.

Jesús claramente nos advierte que ser sus seguidores y sus discípulos nos traerá sufrimiento en el mundo por muchas razones; porque nos odian los impíos, nos menosprecian los incrédulos, nos oprime el adversario, y nos persiguen por nuestra fe aquellos que ni conocen ni temen a su Creador porque están a merced del enemigo de Dios que odia las almas y viene a matar, hurtar, robar y destruir, pero a los que amamos a Dios, todo, aún el dolor y el sufrimiento serán para bendición. Romanos 8:28.

6. Sufrimos opresión del diablo, sus demonios y sus instrumentos. Sean prudentes y manténgase despiertos, porque su enemigo el diablo, como un león rugiente, anda buscando a quien devorar, 1 Pedro 5:8. Los hijos de Dios redimidos en Cristo sufrimos a causa del adversario, archienemigo de Dios, el merodea continuamente para tentar, engañar, confundir y manipular; pone vendas y endurece a las personas con el pecado, que al igual que la lepra elimina del cuerpo la sensibilidad al amor y la misericordia para llevarlo al dolor y la locura.

Cuando alguien padece una enfermedad, los doctores no intentan eliminar el dolor, sino identificar ¿por qué hay dolor? Nosotros también debemos identificar la causa de nuestro dolor para saber orar, ser liberados y recibir el descanso de Dios. Hijo, escúchame y no te apartes de las razones de mi boca, aleja tus pies de la impureza, y no te acerques a la puerta de la mujer extraña, No sea que le estés dando tu vigor a otros y tus años al cruel, Proverbios 5:9. Aquí el diablo es llamado el cruel, porque si le abrimos una puerta fallándole a Dios pecando, él cruel viene para dañarnos y ocasionarnos dolor y sufrimiento.

Ahora bien, lo más importante para tener en cuenta es que NO debiéramos preguntarnos por qué sufre la humanidad, sino ¿por qué tiene que seguir sufriendo el Dios Santo, amoroso y misericordioso viendo tanta maldad del ser humano? Isaías 53:3. Jesucristo fue Varón de dolores y angustiado por nuestra causa, y sigue sufriendo viendo la deshumanización de la gente, la insensibilidad de los corazones, la dureza de las actitudes y la violencia de acciones, No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, porque con Él fuimos sellados para el día de la redención, Efesios 4:30.

La tristeza y la angustia son expresión del dolor y sufrimiento debido a algo errado y malo; pero si alguien sufre, no por causa de pecado, hay un propósito de Dios en ello si le hemos entregado nuestra vida a Cristo; Dios lo gobierna todo, y dirá la última palabra cuando su propósito se haya cumplido, YO te voy a enamorar; te llevaré al desierto y allí te hablaré al corazón, Oseas 2:14. Él siempre quiere perfeccionar su amor en nosotros. Siempre lo he dicho: Lo bueno del dolor es que nos saca del error, porque hay un propósito protector con el dolor como sucede con la enfermedad.

El corazón endurecido del ser humano a causa del pecado hace cosas horribles que hieren profundamente el corazón de Dios y dañan a la gente, y así como un padre sufre con un hijo descarriado, el Padre Eterno sufre también al ver al ser humano perdido. Solo una persona con sentimientos, con corazón y que razona, experimentará tristeza y dolor para arrepentirse; por eso en lugar de alegría tienen dolor, en vez de salud, enfermedad y muchos inocentes sufren en medio de las lágrimas y la angustia a causa de la locura de los que andan locos en el pecado, Hechos 28:27. La humanidad entera se ha alejado de su Creador y necesita arrepentirse para ser salvos y que la vida se haga grata en esta tierra, Zacarías 1:3 y Hechos 3:19.

Cristo, se identificó con la humanidad en su vida terrenal, Él entiende todo nuestro dolor, nadie más puede entender ni conocer la profundidad del sufrimiento en cada quien como Jesús, esa es la razón por la cual las escrituras están llenas de textos y promesas consoladoras que nos animan y fortalecen en momentos de dolor, tristeza y aflicción, Mateo 11:28, y Papá Dios nos promete estar con nosotros en los momentos difíciles, Isaías 43:2.

Oremos: Señor Amado, Dios de toda consolación y misericordia, Tú que eres omnipresente y omnisciente sabes por qué sufren muchas personas, por favor, sal al encuentro de ellos y revélate a sus vidas, a los que no te conocen, que te conozcan y salgan de su pecado, para que seas Tú su Señor y su Salvador y no causen más dolor a su prójimo ni a sí mismos, si es alguien que te conoce y te ama, libéralo del yugo opresor y del lazo del diablo, destruye sus dardos malignos para que esas personas sean felices contigo Jesús viviendo tu victoria, porque nada nos separará de tu amor, Romanos 8:35. Amén.

Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino



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