8 feb 2018

LOS OJOS, VENTANAS DEL ALMA.


TUS OJOS SON LAS VENTANAS DE TU ALMA

....Ustedes deben cumplir con todos los mandamientos del SEÑOR y no deben prostituirse ni dejarse llevar por los impulsos de su corazón ni por los deseos de sus ojos. Números 15:39b.

El ojo es la lámpara del cuerpo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Y si la única luz que hay en ti está apagada, ¡qué grande es la oscuridad que te rodea! Mateo 6:22-23.

El Señor dice: Mis ojos están puestos en ti. YO te daré instrucciones, te daré consejos, te enseñaré el camino que debes seguir, con mis ojos puestos en ti, Salmos 32:8.

Dios en su magnífica perfección nos creó tan únicos, singulares y especiales, que nadie llega a ser igual a otro, ni siquiera los gemelos idénticos, cada uno tiene características, rasgos y actitudes que los distinguen extraordinariamente, esa unicidad y singularidad también se nota en nuestros ojos y en nuestra manera de mirar, ello evidencia la clase de persona que somos; en los ojos asomamos el espíritu y el alma en nuestro rostro, y nos distinguen en la forma de mirar, el tono de la voz, la forma de hablar, como nos reímos, como nos movemos, y todo lo que somos y hacemos, nos identifica exclusivamente. Al que mira con desdén a su padre, y rehúsa ver con respeto a su madre, los cuervos le sacarán los ojos y los buitres lo comerán vivo, Proverbios 30:17.

La biblia habla de nuestros cinco sentidos, pero Jesús centró uno de sus mensajes en los ojos, porque Él sabía que los ojos muestran lo que hay en el interior del ser humano. La palabra hebrea para ojos es ayim עין, que se entiende como el ojo físico, órgano de la visión, sea para mirar con ojos buenos o con ojos malos. En los ojos representamos y evidenciamos características profundas de nuestro corazón, es por esto que en el mundo antiguo los ojos fueron considerados como el signo real y visible del carácter de cada persona porque detrás de los ojos se guarda la verdad de nuestro yo, de quienes somos realmente, el apóstol lo expresa asi: Tienen los ojos cargados de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia...2 Pedro 2:14-16.

La biblia advierte que la maldad sale por los ojos, el ayim ra´ah, el mal de ojos que es el ojo malo, no es nada referente a ocultismo ni brujería, NO, se refiere a la mirada pecaminosa, de odio, envidia, codicia, desprecio y altivez de los soberbios que están contaminados en su alma, y miran con menosprecio al pobre, al débil y al necesitado; esa mirada malvada es la evidencia de la oscuridad en que está su espíritu y la iniquidad de su corazón rebelde y desobediente a los mandamientos del SEÑOR. Aun el hombre más tierno y amable entre ustedes mirará con malos ojos a su hermano, a su esposa amada y a los hijos que todavía le quedan, Deuteronomio 28:54. 

Las Escrituras nos dan un claro ejemplo de los ojos malos y perversos, uno de ellos fue el malvado rey Acab, esposo de la inicua Jezabel, ellos eran la viva imagen de los espíritus inmundos, que hasta el día de hoy prevalecen y se mueven en muchas personas; Acab vió, envidió y codició la viña de Nabot de Jezreel, trató de negociársela de varias maneras a Nabot, pero él no quiso porque era la herencia que le habían dejado sus padres. Entonces el malvado Acab se enojó demasiado, al punto de que su codicía le quitó el apetito, el sueño y lo puso deprimido; entonces vino y le contó a su malvada esposa Jezabel, de inmediato ella escribió cartas a los políticos de turno, compró falsos testigos, y con aparente espiritualidad, con mentiras y artimañas inventó el daño contra el dueño de la viña; dijo que él había dicho blafemías contra Dios y calumnias contra el rey Acab, compró falsos testigos que acusaron injusta e impíamente al campesino Nabot, lo secuestraron sacándolo de su casa y llevándolo fuera de la ciudad, donde lo apedrearon hasta morir, luego la inicua Jezabel entregó la propiedad de Nabot en manos de su codicioso e inicuo esposo Acab. 1 Reyes 21. Esto es algo común hoy en este mundo de maldad, acción propia de maleantes, delincuentes y corruptos que codician con sus ojos los bienes de su prójimo porque son esclavos de los deseos de su carne. Y oyendo Acab que Nabot era muerto, se levantó para ir a la viña de Nabot de Jezreel, para tomar posesión de ella. 1 Reyes 21:16.

En cambio, la mirada limpia y bondadosa es on has ayín, עין ayin, lo cual es mirar con misericordia y bondad para tener piedad del necesitado, extender su mano, ayudar y socorrer al verlo desvalido, como solía hacerlo Job y como lo hizo el Buen Samaritano, es la descripción de los ojos humildes de Lea. Y los ojos de Lea eran delicados, ella tenían una mirada muy tierna y compasiva, Génesis 29:17. Cuando Dios nos habla de guardar el corazón, porque de él brota la vida, se refiere a guardar y quitar nuestros ojos de lo que no conviene, para irradiar una mirada buena y ver todo con ojos limpios, llevándo una vida con contentamiento, felices y satisfechos con lo que tenemos y es nuestro; al ser agradecidos con Dios, por lo mucho o lo poco que tengamos, nuestros ojos brillarán con paz y alegría y no codiciaremos nada ajeno, podremos ser conforme al corazón de Dios, guardando sus principios y mandatos; es por eso que la Escritura nos aconseja poner los ojos en Jesús, Autor y Consumador de nuestra fe obediente; Si en verdad hemos resucitado con Cristo, buscamos las cosas de arriba, donde está Él sentado a la diestra del Padre. Porque hemos muerto al pecado en Cristo, y nuestra vida le pertenece a DiosPongan la mirada en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Colosenses 3:2. 

Nuestros ojos son las ventanas del alma, ellos asoman al mundo nuestro espíritu y nuestro mundo interior, pero somos nosotros los que decidimos qué mirar y en qué extasiarnos a través de ellos; los ojos pueden ser lámparas del bien para salvación, o pequeñas zorras que echan a perder la vida para condenación,. Si tu ojo te hace pecar, sácatelo y tíralo. Es preferible entrar en la vida eterna con un solo ojo que tener los dos y ser arrojado al fuego del infierno. Mateo 18:9. 

Con los ojos expresamos y mostramos si algo nos agrada o nos desagrada, si estamos alegres o tristes, si hay miedo o coraje, por eso se dice popularmente, que una mirada vale más que mil palabras. En los ojos puede verse la indicación de room einav, רוּם עֵינָיו,  es decir, la arrogancia y la soberbia de una persona, que muestra la clase de ser humano que es y el espíritu altivo y corazón duro que hay en un sujeto, lo cual se evidencia en su mirada y el mover de sus ojos; lo opuesto son los ojos que miran hacia abajo en gesto de humildad, y respeto pero con el corazón arriba en el cielo, shah einaim,שַׁח עֵינַיִם, esto es, mansedumbre de espíritu, rasgo característico de una persona noble, pacífica, amable y servicial y la palabra de Dios lo avala. Dios salvará al humilde de ojos. Job 22:29. Ojos altivos, mente orgullosa; la luz de los impíos, es su pecado, Proverbios 21:4. 

En la pureza de una mirada está la huella divina del Espiritu de Dios que habita en nosotros; los ojos altivos, codiciosos y malsanos son esas zorras pequeñas de que habla la Biblia, y que pueden echar a perder grandes vides, es decir, vidas que pudieron ser hermosas a los ojos de Dios, grandes y fructíferas en sus manos todopoderosas como instrumentos del bien y la bondad; también lo que ven nuestros ojos, podrían ser zorras pequeñas que atenten contra nuestra alma, robando nuestra cosecha, es decir, robando no solo nuestras bendiciones, sino también, robando nuestra vida eterna...Ustedes deben cumplir con todos los mandamientos del SEÑOR y no deben prostituirse ni dejarse llevar por los impulsos de su corazón ni por los deseos de sus ojos. Números 15:39b.

Los ojos son el espejo donde se ve el fondo de nuestro ser interior, y el SEÑOR es claro al decir, que Él guardará al humilde de ojos, al que refleja pureza, mansedumbre y generosidad con sus ojos porque así es su alma, pero los ojos penetrantes, duros e inexpresivos, muestran la oscuridad de un alma mezquina y malvada; así que tu bondad o tu maldad se reflejan en la luz o la oscuridad de tu mirada, Tus ojos son la lámpara de tu cuerpo; si tus ojos son buenos, todo tu cuerpo tendrá luz, pero si son malos, tu cuerpo estará en tinieblas, Lucas 11:34.
    
Es necesario cuidar y guardar nuestro corazón, purificando nuestros ojos mirando a Dios  leyendo y confrontándonos con su palabra, pidiendo perdón por las impurezas que nos hemos permitido ver, lavarnos con la lejía del fuego purificador del Espíritu Santo, limpiar la mirada con el colirio de las aguas vivas, y arrepentidos ser lavados con la sangre del Cordero de Dios, Cristo, que a traves de nuestros ojos se refleje la mirada amorosa y compasiva de Jesucristo, que veamos a todos con miradas sanas intenciones buenas, con corazón sincero, mente inocente y transparente, con afecto y aceptación, con ojos que inspiren confianza, pues con una mirada podemos hacer sonreir a alguien que este triste o alegrar un corazón enlutado. Y así como los ojos pardean juntos, se mueven al unísono, lloran juntos, ven las mismas cosas juntos, se cierran juntos y duermen juntos, así debe ser la unidad en el pueblo de Dios, movidos por el mismo Espíritu. Gente con ojos que irradien sencillez atraigan amistad y produzcan frescura de paz. El SEÑOR Jesús, dijo que los ojos revelan lo que hay en el alma, Él enseñó que nuestros ojos deben ser como una lámpara encendida que alumbra a todos e iluminan el camino de otros; somos luz al mundo cuando observamos y vemos dónde hay necesidad y corremos a ayudar, si permanecemos en Cristo, así como Él es la Luz del mundo, Juan 8:12-36, nosotros también lo seremos, Mateo 5:14-16. Obedece mis mandamientos y enseñanzas; cuídalos como a la niña de tus ojos, y vivirás, Proverbios 7:2.

Aunque los ojos nunca pueden verse el uno al otro, siempre están junto; tú y yo como hijos de Dios estamos juntos en Cristo, aunque la distancia nos impida vernos, podemos vernos con los ojos del Espíritu y orar unos por los otros porque estamos en el mismo Cuerpo, podemos percibir quién está silencioso quiźa por la tristeza y la angustia de algo, pero podemos colocarnos unos a otros en la presencia de Dios e interceder. Escribir una nota, compartir un texto de bendición, etc. Cuando miramos hay una intencionalidad conciente e inconciente, y sea que nos veamos físicamente, o no, debemos permanecer espiritualmente juntos y unidos porque estamos en Cristo, marcados con el mismo Espíritu de amor, verdad, rectitud y justicia, aunque no nos vemos todos, estamos ligados en Cristo, la Cabeza; por lo tanto, nuestro trato debe ser amable, respetuoso, cálido y fraternal, con miradas y palabras limpias, suaves y de bendición. Por lo cual, anímense unos a otros, para que también sean edificados unos a otros. Así es como deben hacerlo. 1 Tesalonicenses 5:11.

En una mirada buena puede haber razonamiento, aceptación y comprensión, el SEÑOR Jesús atraía las multitudes con sus miradas cargadas de amor, bondad y comprensión, por eso la gente lo seguía al ver su ternura y pureza, también nosotros sus discípulos, debemos atraer a gente del mundo con esa misma mirada del SEÑOR, y que a la vez viendo nuestra fraterna unión en relaciones afectuosas, deseen estar con Cristo por lo que somos y mostramos de Él y en Él. ¡Son tan puros tus ojos que no puedes ver el mal, y no puedes ver la opresión! ¿Por qué entonces toleras a los traidores? ¿Por qué guardas silencio cuando el impío traga al que es más justo que él? Habacuc 1:13.

Con los ojos apreciamos, observamos, analizamos y escudriñamos, para que con la luz de Cristo detectemos dónde está el mal y la necesidad para que hagamos lo que Él nos mandó; así como los ojos son iguales, nosotros debemos actuar igual que el Maestro y ser esa clase de personas que Él espera que seamos con todos y en todas partes por donde vamos; es decir, los hijos de Dios, no manejamos máscaras, ni usamos caretas de apariencias, el doble ánimo no debería estar presente entre los cristianos, porque eso es fariseismo religioso, pero gracias sean dadas a Jesucristo, que está siempre cerca para enderezar nuestro camino. El Eterno dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; Dios no ve como los hombres ven, Él no mira la apariencia, Dios mira el interior del corazón del hombre, 1 Samuel 16:7.

Cuando nos detenemos a apreciar algo en detalle con nuestros ojos, estamos mirando con las entrañas, con el corazón, con la mente, con los sentimientos más profundos de nuestro ser, ahi estamos revelando nuestro interior y espiritualidad, si hay amor en nuestro interior, nuestra mirada será amable, si hay compasión, nuestra mirada será de misericordia, fue así como el buen samaritano vió al hombre que había sido agredido por ladrones, pero si miramos la cruda realidad con fría razón apática, tal vez no existe uno solo que pueda ser inocente de tanta indiferencia y maldad en la tierra. Por lo tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti, porque mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado en el infierno, Mateo 5:29.

Nuestros ojos deben ocuparse en apreciar al prójimo con los ojos del Espiritu y desde lo profundo de nuestro ser, con sentido de afecto y cariño para cumplir el mandamiento en el cual el SEÑOR resumió toda la ley y los profetas: La Ley del amor y esencia del Evangelio, mirar con compasión y perdón, para vivir con justicia y verdad, destruyendo la coraza de indiferencia que cubre el corazón de muchos humanos, y que se reflej en la forma en que miramos a otros, es imperativo cultivar la misma mirada del SEÑOR Jesús y la de un niño; si Cristo crece en mí, yo menguo, entonces mi forma de mirar proyecta amistad, fraternidad y sinceridad; acostumbrémonos a mirar lo bueno de la gente y el rostro del SEÑOR en cada uno. Lo que acostumbremos a ver con nuestros ojos, eso determinará nuestro trato con las personas, la calidez de nuestras palabras, la delicadeza de nuestras manos y la firmeza de nuestro carácter en con buenos o malos hábitos, dirá quiénes somos tú y yo; un ejemplo biblico está en la actitud de Saúl hacia David, lo miraba con malos ojos porque tenía celos de su unción y del amor del pueblo hacia David, Saúl lo odiaba deseando desaparecerlo del mapa. La gente dio a David diezmiles y a Saúl miles. Desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David. 1 Samuel 18:8-9.

Bíblicamente los ojos son interdependientes, y poseen cualidades espírituales y morales, es por eso que el ojo no solo ve, sino que también demuestra altivez, El hombre seŕa humillado, y el varón será abatido, pero serán bajados los ojos de los altivos, Isaías 5: 15, pero también hacen justicia, Consumirás los pueblos perversos que YHWH te da, no los perdonará tu ojo, ni servirás a sus dioses, porque te será tropiezo. Deuteronomio 7:16; los ojos dicen muchas cosas que la boca no habla y los oídos no escuchan; muchas veces calificamos y marcamos a las personas erróneamente por lo que ven nuestros ojos, cuando es apenas apariencia, porque no las conocemos y no las hemos tratado, pero los ojos actúan apresuradamente, sin embargo, como hijos de Dios debemos actuar con prudencia, sansatez y justicia, debemos poner atención porque muchas cosas que vemos pueden llevarnos a la gloria o al precipicio; ¡Cuidado con la obscenidad de la pornografía, porque podría dejarte ciego para siempre y caer en el abismo de las tinieblas eternas, donde no hay quien te salve! ¡Cuidado con quedarte mirando ojos "seductores" que te miran fijamente con lascivia! Podrías enredarte y quedar atrapado. ¡Aléjate de la gente que tiene la mirada oscura, inquieta y esquiva, son peligrosas y en su alma hay maldad! Por un breve momento Dios ha tenido misericordia de nosotros, y hay un remanente libre con un lugar seguro en su santuario, a fín de que el SEÑOR alumbre nuestros ojos y nos de vida...Esdras 9:8.

Los ojos son las ventanas del alma porque a través de ellos vemos y dircernimos por el Espíritu, la realidad en el corazón de la gente y la atmósfera, para no dejarnos engañar de falsos amigos y fraudulentos politicos, y para descubrir cuando tus hijos y tu pareja mienten; nuestra mirada, entonces, puede ser de enojo y desencanto, y hay muchas clases de mirada en los ojos según el caso: ojos que ríen, que anhelan, que lloran con llanto de pena, ojos hermosos, ojos tiernos, ojos dulces, ojos inocentes, ojos puros, ojos como llamas de fuego, todos los ojos siempre hablan, pero debemos reflejar siempre la justicia y el amor de Dios. Yo se que mi Redentor vive...a Él veré por mi mismo, mis ojos lo verán y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mi...Job 19:25-27.
 
Los ojos también simbolizan el cuidado de Dios, Salmos 1:6 y 139:7-12. Tenemos que fijar los ojos en nuestro SEÑOR Jeucristo, Él nos miraba colgado del madero, con ojos cargados de amor y perdón, asi que debemos clamar y orar continuamente pidiendo a Dios que tengamos la mirada del SEÑOR Jesús, Él con su mirada de misericordia, atraía las vidas a la pureza de la salvación en Dios, eran ojos llenos de piedad, bondad y aceptación, por eso multitudes lo seguian; con esa misma mirada debemos sustentar nuestra santidad a Dios e integridad con la gente, como lo hizo el patriarca...Los ojos que me veían daban testimonio, porque yo libraba al pobre que clamaba, y al huérfano que carecía de ayudador...yo era ojos al ciego, y pies al cojo...Job 29:11-17.

Nuestros ojos deben reflejar vida no muerte, luz no tinieblas, sinceridad no engaño, justicia no maldad, pero eso depende de para quien vivimos y a quien servimos; hay ojos que son como las flores que cría la tierra, ojos grandes y pequeños, trasparentes y hermosos; ojos que escudriñan, ojos que atraen, ojos que miran el campo colmado de flores y las mariposas que revolotean y hacen sonreír tu alma gozándonos al ver la grandeza de Dios en los detalles de la naturaleza; quitemos los ojos del mundo y alcemos la mirada como nos dice la palabra. Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de YHWH, que hizo los cielos y la tierra. Salmos,121:1

Recordemos que hablar de los ojos, es hablar de discernimiento para que comprendamos la situación y percibamos la atmósfera espiritual que nos rodea en un momento dado; guardar nuestro corazón y mantener limpios nuestro cinco sentidos, es mantener limpios nuestros ojos para poder ver con los ojos de Dios, y con claridad en las tinieblas para no tropezar...Los preceptos del SEÑOR son puros para alumbrar nuestros ojos. Salmos 19:8. 

Los ojos nunca mienten, las miradas revelan lo que está escondido en la personalidad, temperamento y carácter de la gente; los ojos nos ayudan a conocer y nos revelan como un espejo el estado del alma, la cara verdadera del rostro que tenemos en frente, es importante mirar siempre a los ojos a las personas, y observar las indicaciones de rectitud o engaño que hay en su corazón, es un lenguaje no verbal con una mirada, constituyéndose en la mayor fuente de información que podemos transmitir y obtener ayudados por la palabra de Dios y el Espíritu Santo. Nuestro Padre celestial, a través de Jesucristo, nos da revelación y conocimiento, alumbrando los ojos de nuestro entendimiento, para que sepamos cuál es la esperanza a que Él nos llamó, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos. Efesios 1:17-18. 

Un estudio ciéntifico de la universidad Dartmouth de Canadá reveló la importancia en la forma de mirar para saber lo que está vivo o lo que está muerto y afirmar que los ojos son las ventanas del alma, en un experimento que hicieron para modificar el rostro de las personas con ojos similares al de las muñecas, y que después de dos meses, pudieron apreciar quienes eran los vivos y quienes los muertos, es decir, ellos construyeron robots que luego compararon con personas detras de una pared donde solo se veían los ojos, y al ver los ojos inexpresivos de los robots, comparados con la mirada humana, afirmaron que en los ojos se ve la vida y la muerte. Precisamente, son los ojos los que le dan vida y expresión al rostro, dando información del estado emocional de las personas. La tristeza hace ver los ojos más pequeños y si la persona está alegre, sus ojos son grandes y radiantes; podemos distinguir una sonrisa verdadera de una sonrisa falsa mirando los ojos, por eso la gente engañosa evita la mirada, pues sus ojos los delatarán. Mis ojos están gastados de sufrir; se han envejecido a causa de todas mis angustias. Salmos 6:7.

La pupila de los ojos actúa como una cámara abierta, dilatándose o contrayéndose para regular la cantidad de luz que entrará en ellos; a mayor luz, más pequeña la pupila, a más oscuridad más grande la pupila, por lo cual los científicos afirman que el tamaño de las pupilas en determinados momentos, nos revela las emociones y las intenciones de alguien, una mirada que se mueve de un lugar a otro, en una persona inquieta e insegura, intentando ajustarse a un lugar, en realidad es la búsqueda de algo; la pupila se dilata cuando alguien está exitado y nervioso, pero si está en calma su pupila permanece estable. La muerte y el sepulcro nunca se sacían; así los ojos del hombre nunca están satisfechos. Proverbios 27:20.
 
La mejor forma de alejarnos del pecado es recordar que Dios siempre nos está mirando, eso nos hará sentir vergüenza ante Él y dolor de ofender su santidad, nos ayudará a abandonar todo lo sucio; fue así como mi madre enseñó a sus diez hijos a ser personas honradas y correctas, por eso siempre he mantenido en mi corazón que Dios me ve todo el tiempo, eso me ha ayudado mucho a no pecar en muchas ocasiones. SEÑOR, guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas. Salmos 17:8.

En los ojos de Dios nacemos, sus ojos nos guían, yo vivo en su mirada, sus ojos son el sol de mi vida, sus ojos rodean y envuelven la esfera de mi vida, sus ojos son mi casa, en sus ojos me escondo del mal, sus ojos son mi refugio, sus ojos son mi luz en el camino, porque en Dios está mi morada, yo amo los ojos de Dios y quiero tener la mirada santa y tierna de Cristo que acaricia todo el tiempo. Recordar que Dios nos ve todo el tiempo, nos permite afirmar nuestra confianza en su cuidado, fidelidad y misericordia para librarnos de todo mal que nosotros no hemos provocado. Porque los ojos de YHWH están sobre los que le temen, y sobre los que esperan en su misericordia, para librar sus almas de la muerte. Salmos 33:18.

Debemos abrir los ojos de la fe a la realidad espiritual que nos rodea, contemplando la vida de Cristo, arraigando nuestra existencia en Él, nuestra correcta visión espiritual para este tiempo es posible solo si cultivamos vida experiencial con Dios en diarios encuentros con Jesucristo y la rendición de nuestro corazón al Espíritu Santo, mirando al invisible para hacer posible su voluntad en nosotros. Por lo cual debemos orar para pedir a Dios que nos de la paz de sus ojos y el don del discerminiento para saber vivir en Él; que la luz de su mirada nos guarda y nos escude siempre, porque saber que Dios nos mira fortalece nuestra fe y nos da confianza, nuevas fuerzas y Aliento para enfrentar las tinieblas y continuar en la Luz. Porque sus ojos de fuego observan los caminos del hombre, y Él ve todos sus pasos, Job 34:21. 

Liguemos nuestra mirada a la mirada de nuestro Salvador, para que lo que vean nuestros ojos siempre sea limpio y puro ante Él, En todo lugar están los ojos del Eterno Dios, observando a los buenos y a los malos, Proverbios 15:3.

¿Y qué de tus ojos? Cuidas lo que ven tus ojos para que no se contamine tu alma, ni tu mente te lleve a la locura del mal y la perdición eterna? No olvides que si eres hijo de Dios, debes iluminar a todos los que tienes cerca de ti, con tu mirada limpia. Recordemos que somos sal y luz de la tierra, embajadores y mayordomos del reino de Dios, Filipenses 2:12-16. Cuando los ojos de un niño nos miran, recordemos que el SEÑOR dijo que debemos ser como ellos para entrar al reino de los cielos, y que como adultos debemos darles buen ejemplo, pues de lo que les enseñemos con nuestro estilo de vida, depende en gran medida el futuro de nuestras nuevas generaciones. ¿Por qué miras la paja en el ojo de tu hermano y no miras la viga que hay en tu propio ojo? Mateo 7:1-3

Dejemos de ver los errores y defectos de otros, fijémonos primero cómo estamos nosotros y examinémonos a nosotros mismos ante los ojos de Dios para que seamos aceptos ante Él y dignos de imitar por nuestros niños y jóvenes, sentiremos satisfacción y paz por todo lo lindo y lo bueno que podamos hacer cuando ellos nos ven y a medida que van creciendo. En Tí, SEÑOR soberano, tengo puestos mis ojos; en Ti busco refugio, no me desampares. Salmos 141:8.

Habituemonos a ver lo hermoso, lo puro y lo bueno, y que nuestra mente permanecerá en la luz de Dios para que andemos en pureza y justicia; nuestras manos harán todo lo amable, la boca dirá todo lo que es de buen nombre, nuestra vida estará llena de virtudes y nos conducirás en todo lo que es digno de alabanza, Filipenses 4:8-9. El ojo misericordioso será bendito, porque mira a otros con bondad, para compartir su pan con el pobre. Proverbios 22:9.

Los principios e instrucciones de YHWH son normas eternas que debemos cumplir para bendecir nuestro camino, vivir en sabiduría, mantener mirando y viviendo la buena senda antigüa por donde debemos andar para conservar un corazón limpio, compasivo y perdonador como el de nuestro Dios. Hemos de preocuparnos no solo por lo que es honroso a los ojos de Dios, sino también ante los ojos de los hombres. 2 Corintios 8:21. Cuídemos los ojos, porque así guardamos el corazón de donde brota la vida, venzamos el tedio y el pesímismo de ver todo imposible de cambiar, no importa cuanto veamos o conozcamos, en Cristo hay salvación y siempre una ganancia celestial para el contentamiento...Nunca se cansa el ojo de ver, ni el oído de oír. Eclesiastés 1:8.

Este mensaje es un llamado a cuidar nuestra salvación teniendo cuidado de lo que ven nuestros ojos, debemos saber elegir lo que observamos, porque todo lo que entra por los ojos y ve nuestra pupila, queda grabado en la mente consciente e inconsciente del alma, todo lo cual afectará lo que somos, hacemos, decimos y a dónde iremos; vivamos de tal manera, que al final el Eterno pueda abogar por nosotros y decir: YO sé todo lo que haces. He visto tu arduo trabajo y tu paciencia con perseverancia. Sé que no toleras a la gente malvada, Apocalipsis 2:2.

Un abrazo para ti, y mi consejo: recuerda que no puedes escapar de la mirada poderosa, amorosa y omnisciente de Dios, solo el Eterno Padre puede guiar nuestros ojos a lo que es santo y puro, pues tú y yo somos la niña de los ojos del Padre y si alguien nos hace daño, Él peleará por ti y por mí. Porque cualquiera que toque a mi pueblo, toca la niña de mis ojos. Zacarías 2:8; Porque YO veo todas sus acciones; ninguna queda oculta para Mi, ni sus pecados pueden ocultarse de Mi vista. Jeremías 16:17..

Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.





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