9 ago 2017

DISCÍPULO Y CREYENTE


DISCÍPULO DE CRISTO Y CREYENTE

Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discipulos. Juan 15:8.

Jesus dijo a los que habían creído en Él: si ustedes se mantienen fieles a mis enseñánzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Juan 8:31-32.

El que no toma su propia cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. Lucas 14:27; Si alguno quiere ser mi discípulo, olvídese de sí mismo, cargue su cruz y sígame. Mateo 16:24.

Todos debemos saber que un creyente es aquel que ha creído en Dios y asiste a una iglesia esperando recibir algo; el discipulo lleva gente nueva a la iglesia, se mantiene en el plan de enseñanza y aprendizaje acerca de Dios y las Escrituras en comunión con Cristo Jesús, con el propósito de traer la gloria de Dios a la tierra, empezando la transformación en sí mismo, buscando ser a la imagen del Hijo de Dios para expandir el reino de Dios en el mundo. Vayan por todo el mundo, y prediquen el evangelio a toda criatura. Marcos 16:15...Vayan y hagan discípulos a todas las naciones...Mateo 28:19-20. 

Un creyente y un discípulo no son lo mismo, son dos cosas diferentes, y aunque están relacionados como hijos de Dios, hay diferencia entre el uno y el otro, discípulo en hebreo es Talmid, se entiende como uno que se consagra y continuamente aprende al lado de su maestro: lo observa, lo oye y lo imita para poner en práctica su estilo de vida, sus creencias, y vivencias, para defender la verdad en lo que respecta a su maestro; en griego discípulo es Mathetes, es un seguidor que se adhiere completamente a la doctrina, ejemplo y enseñanzas de su maestro para hacerlo su norma de conducta y regla de comportamiento. Sean imitadores de mi, como también yo lo soy de Cristo. 1 Corintios 11:1.

La palabra discípulo aparece 269 veces en el NT, fue escrito por discípulos para discípulos, porque los discípulos y el discipulado comenzaron con el llamado del SEÑOR Jesucristo a sus seguidores; su llamado a seguirlo requiere responder, aceptar, caminar con Él y sujetarse a la voluntad de Dios para obedecer los mandamientos, instrucciones y principios de la palabra, escuchando atentamente la voz del que llamó para Él. Pasando Jesús de allí,  vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó Mateo y siguió al SEÑOR. Mateo 9:9.

 

Debemos tener claro que empezamos como sencillos creyentes, y cam8nando con el SEÑOR pasamos a ser discipulos, cuando nos comprometemos con Dios; respondemos a su llamado porque dentro de nosotros se efectúa un cambio radical de mentalidad, de manera de vivir y comportarnos, es nuestra decisión caminar con Cristo para servir a Dios, y esto es producido en nuestro espíritu por el Espíritu Santo, que nos pone el querer como el hacer, Filipenses 2:13. 


Responder al llamado de Dios en Cristo, produce en nuestro corazón, un énfasis renovador diario que nos impele a salir y cumplir con pasión la Gran Comisión, no podemos callar, discipulamos a las personas, primeramente, mostrando a Cristo con nuestro testimonio, para que los que nos rodean, conozcan al SEÑOR Jesucristo, y decidan volverse a Él, ese es el comienzo de un discípulo, que luego decide conocer mejor a su Maestro, estrechando su comunión y mediante el estudio del discipulado para ampliar la visión del reino. Jesús les dijo: síganme, y YO los haré pescadores de hombres...Mateo 4:19-22. 


Discipulo en griego, es una palabra que se aplica a un aprendiz que recibe información de un maestro, en hebreo es más profundo, porque es un seguidor que camina y vive al lado de su maestro, hace y enseña lo que ve en su Maestro; el discípulo, escucha, atiende, aprende, medita y memoriza, para ponerlo en práctica en sí mismo, luego lo muestra, lo comparte y lo enseña a otras personas. Porque para este propósito han sido llamados, pues también Cristo sufrió por nosotros, dejándonos ejemplo para que sigamos sus pasos.1 Pedro 2:21.

 

Nuestro SEÑOR fue muy explícito acerca del costo de ser sus seguidores y discípulos, pues es ser mucho más que simples creyentes que oyen, retienen pero no enseñan ni trabajan en la Comisión; un discípulo requiere una vida totalmente entregada a su Maestro. Por lo tanto, un discípulo de Cristo, debe esperar la persecución, el dolor y el sacrificio, renunciando a la comodidad del mundo y todos los bienes materiales, pues la riqueza del discípulo está en Cristo, su brújula es la Constitución divina, la Biblia y su patria es el cielo. Pero como en el pasado, ni hoy, no todos los creyentes son capaces de hacer tal compromiso de ser discipulos; es más, hay muchos que abandonan la fe y dan la espalda al Maestro, después de un tiempo, cuando llegan las pruebas y cuando se les ha pasado el sentimiento y la emoción. Así, pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. Lucas 14:33.

 

El SEÑOR Jesús utilizó la palabra discípulo, nunca el término cristiano, esta palabra se usó por primera vez cuando el SEÑOR ya había ascendido al cielo, como lo registra Hechos 11:26; los discípulos se manejaban con excelencia en el contenido de la palabra, y como Pablo, su meta era ser elocuentes, dominar el mensaje de la palabra y conservar los ejemplos del Maestro, ellos querían glorificar a Dios y alegrarse con su buen trabajo y con un súper cerebro reteniendo sus enseñanzas. Si me aman, guardarán mis mandamientos. Juan 14:15. Y el que no toma su cruz y sigue en pos de Mí, no es digno de Mí. Juan 14:1.

 

El término cristiano significa que pertenece a Cristo, y fue inventado por los que estaban fuera de la iglesia como un término despectivo, por eso solo aparece dos veces en el NT, Hechos 26:28 y 1 Pedro 4:16, en el sentido de que el término tenía que ver con no avergonzarse por llevar en alto el nombre de Cristo. Un cristiano es alguien que ha puesto su fe en el SEÑOR Jesucristo, el cristiano ha nacido de nuevo en el poder del Espíritu Santo; es alguien que es formado en la fe a través del discipulado donde recibe conocimiento acerca de Dios y la palabra y está siendo transformado a semejanza del SEÑOR; el verdadero creyente cristiano se discípula, crece y madura en el SEÑOR. Que brille su luz delante de los hombres, viendo sus buenas acciones, y así glorifiquen a su Padre que está en los cielos. Mateo 5:16.

 

El discípulo camina junto a su Maestro, con una actitud de atenta y de observación, estudia, es obediente e imita a su SEÑOR, porque se aprende a ser discípulo haciendo lo aprendido porque la imitación es mucho más importante que simplemente recibir información; así la diferencia entre cristiano creyente y discípulo, están en el accionar de la práctica, el primero ha puesto su fe en el SEÑOR, pero no ha sido discipulado, el discípulo se apega y se aferra a su Maestro, tomando la enseñanza para sí, la vive, la comparte y tiene a Jesucristo como prioridad en su vida, Cristo es el número uno en su manera de vivir como corresponde a la fe, la palabra y el carácter del SEÑOR, por lo tanto, está activamente involucrado y comprometido a hacer nuevos discípulos. Permanezcan en Mí, y YO en ustedes. Como una rama no puede dar fruto por sí misma, sino permanece en el árbol, así tampoco si ustedes no permanecen en Mí. Juan 15:4.

 

Y aunque el discípulo medita y memoriza en el Maestro y la palabra, el deseo de su corazón es seguir de cerca a su Maestro, porque anhela tener la estatura del SEÑOR, por lo tanto, vive en la gracia y la verdad para ir ordenando su vida, fijos los ojos en el SEÑOR; es decir, un discípulo reestructura sus prioridades alrededor de la voluntad de Dios y ser transformados a su imagen, y este es el fin, meta y propósito del discípulo, queremos, por encima de todo, ser como Él. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, que SOY manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma. Mateo 11:29, Lucas 6:40.

 

Ser discípulo no significa ser perfectos ni ganar el don de Dios por lo que hacemos, sino que somos lo que somos en Cristo, es por gracia; el verdadero discípulo es creyente en Cristo, pero evidencia una nueva vida a través del Espíritu Santo que vive y se manifiesta en él, demostrando su amor y devoción por Jesucristo, es consciente y está dispuesto a sufrir por su Maestro. No que ya lo haya alcanzado , ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual también fui asido por Cristo. Filipenses 3:12 y Con Cristo estoy juntamente crucificado, , y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mi; y lo que ahora vivo en este cuerpo mortal, lo vivo en la fe del Hijo de Dios , el cual me amó y se entregó así mismo por mi. Gálatas 2:20.

 

El discipulado se usaba en la cultura hebrea en las transmisión de la ley de generación en generación, ya en el NT se utiliza mediante la instrucción personal enseñando la Escritura en grupo o individualmente, para andar con Cristo y conocer al Padre, con la meta de gozarse en Él y ser como Él, en el proceso del cuidado  de la salvación, donde Dios demanda obediencia exclusiva, completa y total y sin dudar, es decir, que el llamado del Jesús al discipulado es de todo o de nada. Sean, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Efesios 5:1.

 

El discípulo de Jesucristo se anula así mismo frente a su Maestro, la opinión, enseñanza, doctrina y forma de vida del SEÑOR la hace suya, y según su instrucción y su ejemplo se conducirá rectamente en todos los ámbitos de su vida. Puede suceder como en los profetas del AT, que el SEÑOR despierte de mañana y nos habilite a escuchar y aprender de Él; es así directamente con Dios que aprendemos a ser verdaderos discípulos de Jesucristo, lo cual requiero un corazón dispuesto y una mente abierta a escuchar y obedecer. El SEÑOR afirma los pasos del hombre cuando le agrada su forma de vivir. Salmos 37:23.

 

Un discípulo no es uno que tomó unas pocas clases o ha estudiado un manual cristiano de discipulado, sino que el que completa el proceso, estudia y luego va y lo enseña. Tampoco un discípulo es alguien que hace un devocional diario, aunque es parte de la vida del cristiano, ser discípulo requiere ser un estudiante diligente que investiga y profundiza en cada enseñanza, a través de la palabra de Dios, pero también ora fervientemente para que el Espíritu Santo le de revelación…Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Juan 8:31-32.

 

Un discípulo no es aquel que asiste a grupos pequeños y va los domingos a la celebración en la congregación; esto forma parte del verdadero del discípulo, pero son ejercicios espirituales que no te convierten en discípulo. El genuino discípulo sigue paso a paso a su Maestro, aprende de Él, se deja enseñar, disciplina y corregir por Él, y acepta el trato de Dios que nos perfecciona y nos hace expertos en Él Y ese Maestro es nuestro SEÑOR Jesucristo, Yeshúa de Nazaret, que significa salvación. Si quieres ser perfecto, anda, vende todo lo que tienes yh dáselo a los pobres, y tendrás tesoros en el cielo. Luego ven y sígueme. Mateo 19:21.

 

Así que, ser discípulo s del Mesías Rey es negarnos a nosotros mismos, significa decirle NO a lo que yo quiero, a lo que mi cuerpo anhela, para morir al pecado, tomando así nuestra cruz hacia la santidad y la santificación, para morir al mundo y la carne y seguir al SEÑO, porque el grano de trigo tiene que morir en la tierra, ,para que pueda germinar y dar fruto, Juan 12:23-24; Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran con su vida, que son mis discípulos. Juan 15:8.

 

Si anhelamos ser discípulos del SEÑOR, debemos permanecer en su palabra, no se trata de oírla y conocerla, tenemos que estudiar y profundizar hasta volver unos expertos, y usar la palabra, requiere que Jesucristo sea nuestro instructor de cabecera, y el Espíritu Santo el intérprete revelador del contexto en todo lo que leemos en la Escritura, para conocer y entender todo lo que ha salido de la boca de Dios; es así que aprendemos a guardar los mandamientos en amor y por amor, como lo dijo Jesús en Juan 15:10; porque el alumno, el discípulo y seguidor obedecer al Hijo, como Él obedeció al Padre, y permanecer es obedecer sus instrucciones y hacer su voluntad, porque así estamos y permanecemos en Cristo. Crean, YO SOY en el Padre, y el Padre en Mí; de otra manera, créanme por las mismas obras. Juan 14:10. Así que, Cuídense de no echar a perder el fruto de su trabajo; procuren mas bien, recibir la recompensa completa. 2 Juan 1:8.

 

El SEÑOR Jesús nunca contradijo lo que el padre le enseñó ni para lo cual lo envió, así que un verdadero discípulo tomará tiempo de calidad para conocer la voluntad del SEÑOR y Creador del universo, desde Génesis hasta Apocalipsis; así que ocupemos nuestra vida para aprender y salir a enseñar, obedeciendo cada día al Hijo de Dios para honrar al Padre, sirviendo y dando todo con amor.  No todo el que me dice SEÑOR, SEÑOR, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Mateo 7:21…En esto conocerán todos que ustedes son mis discípulos, si tienen amor los unos con los otros. Juan 13:35.

 

Un discípulo fructífero, no quiere decir que es evangelista o llevar muchas personas a la iglesia, y aunque compartir las Buenas Nuevas es nuestra responsabilidad; el fruto en el Espíritu se basa en la obediencia a las instrucciones de Dios, viviendo en el Espíritu, pues no estamos ya bajo la ley del pecado. Porque el discípulo del SEÑOR sella la ley en su mente y en su corazón, porque el Padre trasladó la ley de la piedra a la tabla de nuestro corazón, Isaías 9:16, Y en esto es glorificado el Padre, en que llevemos mucho fruto, y seamos así los discípulos del SEÑOR Jesucristo. Juan 15:8.


Así que prefiramos ser verdaderos discípulos y no nos quedemos en ser solamente creyentes cristianos, nuestra meta es parecernos al SEÑOR Jesucristo cada día, aprender de Él y su palabra para ponerlo en práctica, hasta alcanzar experticia en su palabra y sus enseñanzas, viviendo de acuerdo a la santidad y voluntad de Dios. No nos engañemos, no es tener religión, no es pertenecer a una congregación, esto no sirve de nada, y un día estaremos en la presencia del Rey para oir sus palabras.  Bien buen siervo fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu SEÑOR. Mateo 25:21-23. Y otros dirán en aquel día: SEÑOR, SEÑOR, ¡no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Entonces el SEÑOR les declarará: Nunca los conocí, apártense de Mí, hacedores de maldad. Mateo 7:22-23.

 

La palabra maldad significa vivir sin ley, la fe y el amor a Cristo,. Nos lleva a ser obedientes, para vivir de acuerdo a la fe, y como discípulos debemos llegar cada día a la cruz de Cristo para santificarnos en su sangre, ser perdonados y mantener la comunión con Dios, para que un día estemos en las bodas del Cordero, en el lugar santísimo; v amos corriendo la carrera de la fe por el camino angosto de la santidad, perseverando y disfrutando el proceso, porque somos pertenencia del Padre, pues Cristo nos injertó en el olivo verde y escribió nuestros nombres en el libro de la vida; sigamos caminando a su lado hasta llegar a la meta. Amén.

 

Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.


EL CREYENTE

EL DISCÍPULO

Espera participar de los panes y los peces

Es un pescador

Lucha por creer

Con fe firme, lucha por multiplicar en el reino

Le gusta ganar y tener

Se forma y sale a buscar para ganar

Permanece sobreviviendo

Está dispuesto a servir

Entrega parte de sus ganancias

Entrega toda su vida

Le gusta el halago y el reconocimiento

Tras bambalinas espera la recompensa de Dios

Cae en la rutina y el aburrimiento

Es emprendedor y fluye como un río

Pide siempre oración y busca que lo animen

Ora por otros, apoya y anima a otros

Espera que le asignen tareas

Tiene iniciativa, organiza y sale a trabajar

Murmura, critica y reclama

Es prudente, obedece y alaba

Lo intimidan las circunstancias adversas

Fortalece su fe y crece con las circunstancias

Pide que lo visiten

Se fija en la necesidad de otros y los ayuda

Busca en Biblia promesas para su vida

Escudriña la palabra y goza las promesas.

Gira en torno al yo, espera que le den y le sirvan

Vive para otros, da y sirve.

Asiste a una Iglesia

Entiende que todos en Cristo somos la Iglesia

La unción del Espíritu es su meta

Usa la unción del Espíritu para bendecir a otros.

Esta para sumar

Permanece multiplicando en el reino

Ofrece amor fraterno y espera recompensa

Entrega amor incondicional y sobrenatural

Puede ser trastornado por el mundo

Su vida y ministerio trastornan el mundo

Espera milagros

Obra con fe para ver los milagros

Son ganados y llenan los templos

Se hacen para conquistar el mundo

Son soldados acuartelados

Son soldados invasores en batalla

Sueña con la iglesia ideal y perfecta

Se rinde a Cristo para lograr la iglesia real

Su meta es llegar al cielo

Su propósito es ganar almas para el cielo

Necesita campañas, música y animación.

Vive en campaña porque está animado en la fe

Agoniza sin morir

Muere a sí mismo para dar vida en Cristo

Espera un avivamiento

Trabaja y es parte del avivamiento

Se aleja de la Igle y se queja de no tener tiempo.

Se congrega y crea ambiente espiritual

Busca una almohada para descansar

Toma su cruz, se esfuerza y sigue a Cristo

Espera tener mucho para dar

Da más allá de sus fuerzas y nada le falta

Llega a la iglesia a buscar a Dios

Llega con Dios y adora gozoso en su presencia

Es un miembro

Es un servidor

Dice: lo voy a pensar

Esta dispuesto y a la orden

Cree que algún día va a predicar

Enseña y hace discípulos

Jesús es su Salvador

Jesús es su SEÑOR y Maestro

No todo creyente es discípulo

Siempre creyente y desarrolla fe como discípulo

 




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