23 oct 2016

FLUYENDO EN EL ESPÍRITU, PRIMERA PARTE



FLUYENDO EN EL ESPÍRITU

Subiré a mi torre de vigilancia y montaré guardia. Allí esperaré hasta ver qué dice el Señor Todopoderoso y cómo responderá a mi queja. Entonces el Señor me dijo: Escribe con claridad la visión en tablas, para que el corredor pueda llevar el mensaje sin error, Habacuc 2:1-2.

Mis ovejas oyen mi voz, y YO las conozco, y me siguen, Juan 10:27.

Como su nombre lo indica, fluir significa dejar correr con libertad un líquido o un gas, por lo tanto, fluir en el Espíritu es dejarnos llevar por el fuego de Dios,porque a su Espiritu no podemos limitarlo ni encerrarlo en estructuras humanas; el fluir del Espíritu es el mover de Dios a través de nosotros como sus templos vivos, que se abandonan a la gloriosa presencia de Dios para que sea Él quien opere y obre a través de sus instrumentos enseñando, guiando, instruyendo y corrigiendo. Tu buen Espíritu les diste para que nos instruyera; no apartaste el maná de su boca, y les diste agua para calmar su sed. Nehemías 9:20.

Cuando fluimos en el Espíritu, es Dios quien nos inspira, habla, toca, ministra y profetiza a los presentes, nosotros somos tocados y rodeados de su presencia y nos disponemos para facilitar que corra la abundancia de su gloria y sus bendiciones. Fluir en el Espíritu es permitir que sea Dios llevándonos en su dirección para recibir del Padre lo que Él quiere entregar y desatar en un momento dado para que sucedan milagros, liberaciones y prodigios, el SEÑOR nos da instrucciones, nos aconseje y exhorte. Podemos fluir en adoración, cántico nuevo y palabra profética para la iglesia, el país y el mundo. Moisés les dijo: No tengan celos de mí. ¡Ojalá que todo el pueblo de YHWH fuera profeta para que el SEÑOR pusiera su Espíritu sobre ellos! Número 11:29 y El Espíritu de YHWH ha hablado por medio de mí, y su palabra está en mi lengua. 2 Samuel 23:2.

Todos queremos oír la voz de Dios y hacemos muchas cosas para intentar lograrlo, pero es tan sencillo, que muchas veces lo pasamos por alto. Dios ordena en su palabra amarlo por encima de todo, y amar al prójimo como nos amamos a nosotros mismos. Un aspecto importante para empezar a vivir ese mandato es arreglar nuestras relaciones personales.

1. Honrar y amar al prójimo. Jesús quiere que honremos y amemos a todas las personas tal como ellas son. Debemos amar sin poner condiciones ni anteponiendo reglas, necesitamos presencia de Dios en nuestro corazón, porque no entendemos ni nos damos cuenta que algunos actúan mal porque se sienten inseguros por muchas razones, y lo único que necesitan es ser amados incondicionalmente. Para ello debemos fluir en Cristo.

Los pensamientos de Dios fluyen, en el interior de todos aquellos que creen en Cristp y lo aceptan, El que cree en Mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habrían de recibir los que creyeran en Él, Juan 7:38-39b. Esto nos enseña que así como hace el Señor, nosotros también debemos hacer, poner más gracia y menos ley. ¿Quién es Jesús dentro de ti?

Si en verdad escuchamos la voz de Dios y fluimos en el Espíritu Santo, estamos serenos, tranquilos, reímos con frecuencia y mantenemos una sonrisa en los labios para todas las personas, eso mantiene nuestro cuerpo sano y fuerte. Miramos la fachada de las personas, pero Dios quiere que ministremos a sus corazones mostrando amor a pesar del error, para que ellos sanen por dentro; así veremos que nuestras relaciones personales cambian favorablemente de manera sorprendente, porque el amor cubrirá todas las faltas, Proverbios 10:12.

Si aconsejamos, enseñamos y tratamos desde el fluir del Espíritu que está dentro de nosotros, no solo nosotros, sino ellos también podrán escuchar la voz de Dios y experimentar su amor sanador.

El fluir del Espíritu Santo es la voz de Dios en nuestro interior, dentro de nuestros pensamientos, y cuando nos sumergimos en Él y lo escuchamos atentamente fluyen imágenes en nuestra mente, Cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga del Padre, y se los hará saber, Juan 16:13. Así es que fluyen pensamientos, imágenes y visiones divinas. De esta manera seremos menos rígidos y menos controladores con menos ley y más gracia amorosa.

Cuando le fallamos al Señor, Él no busca desquitarse, ni quiere pegarnos; Él dice: Sé que fallaste, pero límpiate y cambia porque te tengo cubierto con mi sangre, tranquilo, estás en el proceso de aprendizaje rumbo a la perfección, no te angusties, corrígete y avanza. Si entendemos y asimilamos que Jesús nos trata así de bien, entonces también nosotros podremos tratar a los demás y dejaremos de ser tan duros. El problema está en que no dejamos que Jesús se mueva en nosotros. Si Cristo habita en mí y en ti, entonces ¿por qué actuamos nosotros primero que Él?

2. Permanecer en actitud expectante de atalayas, subiré a mi torre de vigilancia y montaré guardia, Habacuc 2:1. Debemos buscar un lugar tranquilo, allí aquietarnos para oír la voz de Dios, con música suave de adoración, y estar alertas para escucharlo hablar.

Cuando nos sumergimos en Cristo, lo veremos, y nos daremos cuenta que Él está sonriendo siempre. Así que cuando nos movemos en el Espíritu de Cristo, todo estará bajo control y nosotros estaremos tranquilos y felices. Los médicos aconsejan la risa, porque reír libera las emociones proveyendo salud a todo el cuerpo, El corazón alegre constituye buen remedio, Proverbios 17:22; y el corazón alegre hermosea el rostro, Proverbios 15:13. Es urgente entrenarnos en estar escuchando la voz de Dios.

Debemos vivir de acuerdo a Jesús y fluir centrados en Él, para mostrarlo a Él, porque sus ovejas oyen su voz y lo siguen. Cuando nos movemos en nuestras emociones y en las circunstancias, dejamos de sonreír, nos volvemos cuadriculados, criticones y controladores; pero cuando nos acostumbramos a fluir en Jesús los cambios no se dejarán esperar.

3. Esperar hasta que Él hable, allí esperaré hasta ver qué dice el Señor, y cómo responderá, Habacuc 2:1b. En ese momento pueden surgir las visiones de Dios, Puestos los ojos en Jesús, el Autor y consumador de la fe, Hebreos 12:2a. Dios alumbra nuestro entendimiento cuando lo buscamos a solas, cuando lo vemos a nuestro lado con los ojos de la fe, esto es visualizar. Visualizar no es un concepto de la nueva era, ellos lo copiaron de la Biblia para usarlo mal, nosotros debemos usarlo para nuestro encuentro permanente con Dios.

Debemos tomar la decisión del salmista, Porque David dice de Él: Veía al Señor siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido, Salmos 16:8 y Hechos 2:25b. Necesitamos visualizar al Señor junto a nosotros, Él está a nuestra derecha, si los del mundo copian la palabra, es porque es digna de imitar, así que nosotros no solo la debemos imitar, sino también vivirla y hacerla realidad.

Cuando dejamos actuar a Jesús en nosotros y nos sometemos a su señorío de amor y poder el ambiente cambia y las vidas se transforman, Ninguno busque su propio bien, sino el de su prójimo…siendo gratos a todas las personas…no procuro mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos, 1 Corintios 10: 24 y 33.

Continua…Parte 2


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