28 jul 2016

NO ASESINARÁS-SEXTO MANDAMIENTO-1ra. PARTE



SEXTO MANDAMIENTO BÍBLICO
No asesinarás, Éxodo 20:13, Deuteronomio 5:17.

No atentarás contra la vida de tu prójimo. YO Jehová, Levítico 19:16b.

Si te enteras que van a eliminar a algunos, trata de salvarlos; y no vaciles en socorrer a los que van a ser asesinados. Proverbios 24:11.

Ustedes han oído que a sus antepasados se les dijo:No asesinarás; porque cualquiera que comete homicidio será culpable de juicio. Mateo 5:21.

Del gran mandamiento, y de los mandamientos uno, dos, tres y cuatro surgió el derecho a la libertad de fe o libertad de culto religioso, del quinto mandamiento surgió el derecho a tener una familia y un apellido, y del Sexto mandamiento, surgió el Derecho a la vida, sin embargo el derecho sagrado a la vida, se viola a diario de muchas formas y en distintas partes del mundo. Dios ama la vida, por eso ordena y establece que también nosotros valoremos en grado sumo la vida con un nivel muy alto de respeto y estima por la integridad de cada ser humano, Dios es el único dador de vida y Creador del ser humano a su imagen y semejanza, para que seamos imitadores de Él, Génesis 1:26 y 2:7.

A simple vista creeríamos que por ser tan corto y explícito, el sexto mandamiento no necesita ninguna explicación, pero si vamos al original sabremos que no es así. Este mandamiento en la mayoría de las traducciones genéricas dice “No matar” pero en el original hebreo dice “No asesinarás”, la forma gramatical es distinta para estas dos palabras y por lo tanto hay un abismo entre las dos.

En el hebreo matar y asesinar son dos palabras diferentes: matar es הרג, harag y asesinar רצח ratsach; matar puede  usarse para quitar la vida a un animal o a un ser humano accidentalmente o en defensa propia. En un asesinato se arrebata la vida a un ser humano de manera ilegal, inmoral, con malicia, deliberada y violentamente, sea con ira, por venganza y peor aún, por falta de amor y piedad al prójimo, tomando el lugar de Dios, único dueño de la vida. Asesinar es un acto demasiado violento y trágico que traspasa los límites de lo moral y lo justo.

Para la muerte no intencional la Biblia destaca las ciudades de refugio como una forma de poner bajo control social y legal el acto cometido, mientras que para el asesinato intencional contempla la pena de muerte del homicida y asesino con el verbo hebreo mot, Y no tomarás precio por la vida del homicida (intencional) porque está condenado a muerte; indefectiblemente moriráNúmeros 35:31. Es decir que el asesino que comete este acto de manera intencional y planeada no podrá salvar su vida pagando una multa o condena, sino que que debe morir, porque cegó la vida de un semejante.

Se muy poco de Jurisprudencia, pero seguramente para muchos profesionales del Derecho y las leyes humanas les resulte sinónimos los dos término matar y asesinar, relacionados con el delito de homicidio, pero desde el corazón y la ley de Dios son dos términos y actos diferentes; es por eso que Dios estableció desde la antigüedad ciudades de refugio para hacer distinción entre personas que se ven envueltas en un homicidio no premeditado ni intencional y el acto deliberado de asesinar a sangre fría; creo que para este mandamiento no alcanzan las palabras para describir un acto tan indolente y perverso, pero las Escrituras hablan por sí mismas. Veamos el texto bíblico:

Harán ciudades de refugio, donde huya el homicida que hiere a alguno de muerte sin intención. Serán aquellas ciudades para refugio del vengador, y no morirá el homicida hasta que entre en juicio delante de la congregación, Números 35:11-12. Para mayor claridad lea Deuteronomio 19:1-10.

Pero si con instrumento de hierro lo hiere y muere, homicida es; el homicida morirá, Y si con instrumento de palo en la mano, que pueda dar muerte, lo hiere y muere, homicida es; el homicida morirá…Y si por odio lo empujó o echó sobre él alguna cosa por asechanza, y muere; o por enemistad lo hirió con su mano, y murió, el heridor morirá; es homicida…Números 35:16-21.

Pero si hay alguno que aborrece a su prójimo y lo acecha, y se levanta contra él y lo hiere de muerte, y este muere, si huye a alguna de estas ciudades, entonces los ancianos de su ciudad lo enviarán, y lo sacarán de allí, y lo entregara en manos del vengador de la sangre, para que muera, No se compadecerán de él; quitarás de tu pueblo la sangre inocente, y te irá bien. Deuteronomio 19:11-12RV60

Otra traducción dice: Pero cuando una persona mate a otra por accidente, podrá escapar y ponerse a salvo en alguna de las ciudades de refugio. Así el que mató se protegerá de algún pariente del muerto que quiera vengarse y matarlo. Pero cuando una persona llegue huyendo a la ciudad de refugio, el pueblo la juzgará y decidirá si merece o no morir. Castigarás con la muerte a los culpables de los siguientes delitos: al que mata a otro con un objeto de hierro. Al que mata a otro con una piedra. Al que mata a otro con un palo… Al que por odio tire a otro y lo mate. Al que mate a otro lanzándole un objeto con maldad. Al que por odio mate a otro a golpes…No castigará con la muerte al que empuje a otro y sin querer lo mate, o al que por accidente mate a otro. Al que por accidente golpee a otro con una piedra y lo mate. Sobre todo, si no había enemistad entre ellos y no había razón para hacerle daño, Números 35:11-23. Para mayor claridad siga leyendo desde Números 35:24-34.

Quien mata, y peor aún, el que asesina a otra persona es como si de alguna manera estuviera disminuyendo la presencia de Dios de sobre la tierra, pues cada ser humano ha sido hecho a imagen y semejanza del Creador Eterno, único Señor y Dios de la vida, YO hice al hombre y a la mujer semejantes a Mí. Por eso, si algún animal los mata a ustedes, ese animal también tendrá que morir; y si alguno de ustedes asesina a otra persona, también tendrá que morir. Génesis, 9:5-6Vemos que para Dios es tan valiosa la vida humana que aún hace morir al animal que ataque a alguien y lo haga morir.

La Biblia autoriza tomar plantas y matar animales para el sustento y la alimentación humana, pero NUNCA asesinar a las personas porque a alguien se le ocurra, si lo hace, Dios lo condenará, Si alguien derrama la sangre de un ser humano, otro ser humano derramará la suya, porque el ser humano ha sido creado a imagen de Dios mismo, Génesis 9:6b. Lo que dice aquí la palabra de Dios es que si alguno asesina a un semejante, también tendrá que morir como consecuencia de su violento acto. 

Tampoco se puede sentenciar a muerte a la ligera, es indispensable comprobar el delito, Génesis 1:19 y Éxodo 29:11No pervertirás el derecho en el pleito. No acusen a nadie diciendo mentiras, ni condenen a muerte a la gente inocente y honesta, porque YO no consideraré inocente al culpable, Éxodo 23:7. Por otro lado dice: Maldito el que recibe soborno para quitar la vida al inocente, Y dirá todo el pueblo, Amén. Deuteronomio 27:25.

Según las Sagradas Escrituras, Dios autoriza a los magistrados que están en el gobierno para dar la pena de muerte contra aquellos que asesinan por sevicia sin justificación alguna y se le ha comprobado homicidio, los gobernantes tienen el derecho de aplicar esta ley sin estar infringiendo el Sexto Mandamiento, Jesús le respondió: No tendrías ningún poder sobre Mí si Dios no te lo hubiera dado, El hombre que me entregó es más culpable de pecado que túJuan 19:11. Jesucristo le reveló a Pilato, que su poder para crucificarlo radicaba en el permiso de la ley divina, aunque el Señor era inocente, el gobernante tenía el poder de dictar la sentencia, que como bien lo sabemos, Pilato evadió hacer justicia al lavarse las manos, porque sabía que Jesús era Justo y no había cometido ningún delito.

El apóstol Pablo también respaldo esta palabra a escribir: Los que gobiernan no están para atemorizar a quienes se portan bien, sino a los que se portan mal, Porque ellos están para servir a Dios y para beneficiarlos a ustedes. Pero si ustedes se portan mal, ¡póngase a temblar!, porque la espada que ellos llevan no es de adorno. Ellos están para servir a Dios, pero también para castigar a los que hacen lo malo, Romanos 13:3-4. Dios tiene el derecho de tomar la vida, porque solo Él es dador de vida y el supremo ejecutor de la justicia divina, Génesis 38:7, Levítico 10:2.

El Sexto Mandamiento no debería utilizarse para determinar si la guerra y la pena de muerte son justas o están equivocadas, Los sirios huyeron delante de Israel; y David mató de los sirios a la gente de setecientos carros, y cuarenta mil hombres de a caballo; hirió también a Sobac, general del ejército, quien murió allí, 2 Samuel 10:18.

Si nos fijamos, en este texto, el ejército de Israel peleó en defensa propia y mató mucha gente, pero esto no era necesariamente justificable; Dios mismo lo ratifica, David estuvo involucrado en la muerte de mucha gente durante la guerra, por esa razón el Eterno Creador lo descalificó para no construir el templo, Tú has derramado mucha sangre, y has hecho grandes guerras; por lo tanto, no edificarás casa a Mí nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de Mí, 1 Crónicas 22:8. La autodefensa no es para quitar la vida, sino el uso de una fuerza mínima para neutralizar y paralizar al atacante, no para privar de la vida a nadie.

Solo Dios tiene el derecho de tomar la vida, porque solo Él es el supremo ejecutor de justicia divina, Génesis 38:7, Levítico 10-2. Es Dios quien da a todos la vida, el aliento y todo el aire que la gente necesita. Y de un solo hombre creó todos los habitantes de las naciones de la tierra, Hechos 17:26b y 26a.

La pena de muerte, por otra parte, es establecida dentro del sistema teocrático del AT como algo justificable en el caso de asesinato premeditado, intencionado, por venganza y con ira, Cualquiera que diere muerte a alguno, por dicho de testigos morirá el homicida, pero un solo testigo no dará fe contra una persona para que muera, Números 35:30.

Asesinar o matar transgrede violentamente la soberanía de Dios sobre la vida humana, es un pecado contra Dios, porque al cometer homicidio se ignora completamente a Dios como Creador de cada ser humano y único juez justo, así el homicida se constituye en enemigo de Dios e hijo del diablo que odia a Dios y al ser humano, y es homicida desde el principio de la creación, El padre de ustedes es el diablo, y ustedes hacen lo que él quiere. El diablo siempre ha sido un asesino y el gran mentiroso y hace que las personas mientan y hagan el mal, Juan 8:44Parafraseado

Jesús no aprueba el asesinato, así sea en defensa propia: Y Jesús le dijo: Amigo, ¿A qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y lo prendieron. Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, saco su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quito la oreja. Entonces Jesús le dijo: vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que usan la espada, a espada morirán, Mateo 26:50-52.

Los discípulos del Señor en el Nuevo Testamento lo dijeron así: Ustedes negaron al Santo y al Justo, y pidieron que se les diera a un homicida, y asesinaron al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos, Hechos 3:14-15.

Este tema debe tratarse en los tiempos actuales con la presencia de teólogos, juristas y especialistas sociales y éticos. Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque toda autoridad es establecida por Dios, de modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos, Romanos 13:1-2.

Asesinar es quitarle la vida a un ser humano a propósito y con malicia, matar es sacrificar un animal sea para alimento, sobrevivencia o manufactura de sus partes. Los mandamientos de la ley divina nos enseñan y revelan lo que a Dios le gusta y le disgusta, lo que Él quiere y aborrece, lo que Él ordena y prohíbe, cómo debemos comportarnos y cómo  debemos evitar comportarnos.

Por otra parte, el concepto matar no está limitado a la privación de la vida; también se refiere a destruir vidas con palabras y hechos que difaman, con esto se daña el buen nombre de una persona, se denigra la imagen, se destruyen los sueños, los sentimientos y aspiraciones de las personas que llamamos, nuestro prójimo, Con la lengua bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca salen bendiciones y maldiciones. Hermanos míos, esto no debe ser así, Santiago 3:9-10. Dichoso aquel que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado, Salmos 1:1-2.

Hay asesinos terribles que están acabando con cientos de vidas en el mundo, pero tendrán su pagó por tan gravísima maldad: el asesino de la droga, del narcotráfico, del alcoholismo, de la delincuencia organizada, de la corrupción, el asesino de la moralidad, la pureza y la inocencia, el tráfico de personas, la pornografía infantil, el asesino de la guerra y la violencia genocida de la tiranía y la dictadura de hombres que matan la libertad en todas sus formas, el asesino del orden, los valores y la falta de principios, esto y mucho más son asesinos que deben ser sentenciados a muerte por la dureza y crueldad de su corazón, seres que atropellan la dignida humana como si no tuvieran entrañas, debido a lo retorcido de sus almas y de vidas sin el temor a Dios, Y Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeños…mejor fuera que se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojara al mar, Marcos 9:42.

Cuando amamos a Dios con todo nuestro ser, es imposible pensar en hacer mal a nadie; con amor genuino se preserva la vida, se cubren pecados, se eliminan los odios, se pasa por alto la ofensa, se reconcilian los corazones, se construye futuro y se fomenta la paz, y hay arrepentimiento para restituir en caso de daño hecho o agraviado ocurrido, Y ante todo, tengan entre ustedes ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados, 1 Pedro 4:8.Señor Amado y de eterno amor, te pedimos que este tu mandamiento de vida cobre el poder y significado que Tú le diste para que se acaben las guerras y pare la violencia en las naciones, empezando desde las personas de cada hogar, y que cada lugar donde nos has puesto, llegue a ser un espacio de fraternidad y alegria donde Tú seas el centro de todo, en el nombre de Jesús te lo pedimos, Amén.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.



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