15 jun 2016

TU TARJETA PAPÁ

LOS HIJOS NECESITAS PADRES GENUINOS LLENOS DE DIOS Y DE FE.

Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre; serán un adorno de gracia en tu cabeza, y un collar en tu cuello. Proverbios 1:8-9.

Escucha a tu padre, que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando envejezca. Proverbios 23:22.

Hijos obedezcan y honren a sus padres, porque esto es justo y bueno delante de Dios.  Efesios 6:1.

DIOS TE LLENE DE AMOR Y SABIDURÍA PAPÁ, PARA DAR TU VIDA, TU AMOR Y TU PROTECCIÓN A TUS HIJOS. Eres la cabeza y el sacerdote de tu hogar, ejemplo fundamental para tus hijos, la responsabilidad de tu rol llenará la sociedad de hombres y mujeres valiosos, honorables y dignos.

PADRES ES TIEMPO DE ASUMIR EL ROL Y LA RESPONSABILIDAD QUE LES CORRESPONDE
Dios les demandará qué hicieron con sus hijos..

Ama al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, debes responsabilizarte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandamientos que YO te entrego hoy  Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones, cuando estés en tu casa, cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalos sobre en tus manos y llévalos sobre tu frente con un continuo recordatorio. Escríbelos en los marcos de las puertas de tu casa y a las entradas de tu ciudad,. Deuteronomio 6:5-9.

Les escribo a ustedes padres, porque han conocido Al que es desde el principio, porque son maduros en la fe y conocen a Cristo, 1 Juan 2:13a.

La palabra de Dios exhorta a los padres para que como cabezas del hogar e hijos de Dios, sean el primer recurso de enseñanza bíblica para la vida de los hijos, nietos y generaciones venideras. La biblia habla claramente cómo debemos enseñar a los hijos los pensamientos y sentimientos de Dios plasmados en las Escrituras. Hijos sean obedientes con sus padres en todo, porque a Dios le agrada que sean así. Colosenses 3:20.

Esta es una tarea diaria, continua y permanente, para formar, educar y corregir con disciplina oportuna y disposición a nuestros niños y jóvenes, Dios no aceptará ni permitira pretextos, Él demanda responsabilidad y amor para obedecer al Eterno Dios con relación al cuidado de la familia, a tí hombre, a ti varón de Dios que eres padre. El padre del justo se regocijará en gran manera, y el que engendra hijos sabios se gozará con ellos. Alégrate con tu padre y regocíjate con la que te dio a luz. Proverbios 23:24-25.

Muchas veces hemos dicho que nadie nos ha enseñado a ser padres, pero es falso, Dios ya nos ha dejado instrucciones en su palabra la Biblia, a ella debemos acudir continuamente para buscar dirección del único y verdadero sabio Padre celestial, que sabe criar, gobernar, dirgir y enderezar a sus hijos, asi los padres deben conocer a su Abba Padre, para luego practicar con sus hijos, en la edificación y la corrección en amor de nuevas generaciones. Corona de los ancianos son los nietos, y la gloria de los padres, sus hijos. Proverbios 17:6.

No importa cuánto tiempo hemos conocido a Dios, existe una latente y urgente necesidad de crecer a diario en nuestro conocimiento y aplicación práctica de las verdades divinas, es algo totalmente necesario para cada Padre y miembro de la familia, para dar cada paso por la vida con la dirección de Dios, cuando los hijos ven que su papá ama a su mamá, serán gente segura, firme y feliz. Maridos amen a su esñosa, como Cristo amó a su Iglesia y se entregó por ella...Efesios 5:25-33.

Los padres, abuelos, hermanos mayores, tíos, primos y demás familia adulta, siempre deben estar impactando y marcando la vida de nuestros pequeñitos con el mejor ejemplo paea hacer la diferencia con formas, estilos y maneras de comportamiento a la manera de Dios. Por eso es demasiado importante que los padres sigan las instrucciones del Padre Eterno. Ustedes padres, no provoquen la ira de sus hijos, sino criénlos con la disciplina y la instrucción del SEÑOR. Efesios 6:4.

Necesitamos de manera apremiante en este y todos los tiempos padres responsables, amorosos y genuinos que enseñen el temor a Dios y la obligacion moral consigo mismo, para levantar gente digna y poderosa en Dios, y esos primeros estudiantes y alumnos son los hijos, y no solo con el ejemplo personal, sino con base en la palabra de Dios en tres aspectos básicos:

1. Cada día leer la biblia con los hijos y reflexionar sobre lo leído. Y estas palabras que YO te mandó hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes. Deuteronomio 6:5-7.

Como me enseñaron a mí y a muchos de ustedes, contemos a nuestros hijos y nuevas generaciones, ¡Cuán Grande es Dios! Narremos sus maravillosas hazañas a través de la Escritura. Explíquelos su plan perfecto de vida abundante y salvación eterna. Las verdades de Dios están escritas allí, ellas nos enseñan a vivir como gente digna, productiva, justa y santa. No hay otro ni mejor Manual para la vida humana, que la del fabricante Eterno.

2. Mostrar su vida de padre, esposo e hijo de Dios como modelo a seguir para los hijos, porque es cabeza y sacerdote de su hogar. Instruye al niño en el camino correcto y aunque llegue a viejo, no abandonará tus enseñanzas. Proverbios 22:6. 

Quizá necesitemos dejar de hablar, gritar y exigir tanto a nuestros pequeñitos para pasar a mostrar un ejemplo y estilo de vida de acuerdo a la voluntad de Dios.  Enseñemos a esos tesoros y joyas que son nuestros niños, adolescentes y jóvenes que las palabras de Dios transforman nuestra propia vida y nuestra manera de conducirnos.
Nuestros retoños urgen conocer cómo éramos, pero a la vez cuánto hemos mejorado y crecido en Dios, por su amor, su perdón, su paciencia y su verdad, escritos en la biblia.

3. Aprovechar el lugar privilegiado de padres y mayores del hogar. Les escribo a ustedes, padres, porque han conocido a Dios desde el principio. Les escribo a ustedes jóvenes, porque han vencido al maligno. Les escribo a ustedes, queridos hijos, porque han conocido al Padre. 1 Juan 2:13.

No podemos darle vacaciones a la palabra de Dios  y la enseñanza bíblica. Debemos vivir en ella, andar por ella y respirar con ella; sentados a la mesa, yendo en el auto, caminando por la calle, comprando en el supermercado, en todo lugar, nuestros santos y bellos niños, adolescentes y jóvenes deben vivir la experiencia de vida verdadera con sus padres y con toda su familia, y los padres, y esposos son los sacerdotes y profetas de su hogar. Todo sumo sacerdote es escogido, de entre los hombres, nombrado para representar a otras personas delante de Dios, para hacer ofrendas y sacrificios por los pecados. Hebreos 5:1.

Abuelos, tíos, primos y todos los mayores de la casa tenemos la responsabilidad ante Dios. Todo sacerdote es un hombre escogido para representar a Dios y enseñar a otros su trato con Dios. El sacerdote ora, intercede, vigila, presenta las ofrendas de esas personas y ruega por arrepentimiento y limpieza del pecado. Así como Cristo intercede por nosotros día y noche delante del Padre celestial, tambien los padres y esposos deben orar y cubrir a su fsmilia con plegarias intensas salidas del corazón. Cristo es el que murió; el que también resucitó, y está a la diestra de Dios, intercediendo por nosotros. Romanos 8:34.

Nuestro críos y retoños están clamando a gritos desgarradores ser amados, ser enseñados, ser protegidos y conducidos por la vida abundante y santa que el mismo Dueño del universo ha dejado establecida al darnos amor en Cristo y su cruz, al darnos gozo con sus bendiciones, al perdonarnos tanto pecado, al tenernos paciencia cuando fallamos, al regalarnos bondad cuando somos malos, al enseñarnos dominio propio y misericordia al no destruirnos cuando lo merecemos y al llevarnos cada día de su mano en el seno de la familia de Dios, la Iglesia. Ustedes son mi reino de sacerdotes, mi nación santa. Y este es el mensaje que deben transmitir a los hijos de mi pueblo Israel. Éxodo 19:6.

Gracias Padre amoroso y celestial, te suplicamos que se rescate el don y el privilegio de ser padres para edificar familiar en tu amor, tu poder y tu gracia, queremos conocerte más para poder dar de ti a nuestros hijos, en el nombre de Jesús. Ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncien las virtudes de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:9. Amén.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.





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