2 dic 2015

¿DEPRESIÓN? FIJA LOS OJOS EN CRISTO


SOLUCIONA TU  DEPRESIÓN, FIJA LOS OJOS Y TODO TU SER EN CRISTO- SALMOS 40.

¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mi? Espera en Dios; porque aún he de alabarlo, Él es mi Dios y mi salvador. Salmos 42:5.

Y ahora, oh SEÑOR te ruego que me quites la vida, porque mejor es la muerte que la vida. Jonás 4:3.

Dios enjugará todas nuestras lágrimas...Apocalipsis 21:4.

Moisés, Elias, Job, Jonás y hasta Pablo se deprimieron deseando morir, pues la fatiga física nos hace cobardes y las emociones cargadas nos desalientan hasta el punto de desear morir; todos estamos en este mundo y nadie esta exento de que nos cubran los problemas y nos abrumen las circunstancias, siempre en esta tierra habrá tristeza, dolor, enfermedad, pérdida, conflicto y caprichos del ego, todo lo cual puede causar depresión en muchas personas, pero la Biblia nos dice que llegará un momento en que todo esto terminará, pues es Dios quien tiene la solución a todo problema por grave que sea, como la depresión causada por situaciones externas anómalas que nos afectan y avasallan sicológicamente, pero que el SEÑOR sana internamente, pues la depresión tiene raiz interna y personal, que es sequedad y debilidad espiritual. Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Salmos 42:1.  

Podemos decir y creer que somos creyentes, pero ser vencidos con la depresión porque hemos puesto la mirada en sí mismos, la gente y las circunstancias dejando de mirar a Dios y haciendo lo que nos parece, causándonos daño a nosotros mismos; la gran mayoría que padece continuos desalientos, tristeza y soledad emocional, tienen un problema de despresión, debido a las cargas y tener apagada la lámpara por falta del aceite del gozo del Espíritu, que nos permite ser luz para vencer las tinieblas; SEÑOR, envía tu luz y tu verdad; estas me guiarán; me conducirán a tu santo monte, y a tus moradas. Entraré al altar de Dios, al Dios de mi alegría y de mi gozo; y te alabaré...Salmos 43:3-4.

Los problemas reales o imaginarios de tristeza y ansiedad depresiva solo pueden ser vencidos cuando buscamos a Dios y nos apoyamos en su brazo fuerte y su piderío para dejar de sentirnos miserables y deprimidos; el SEÑOR nunca nos abandona a nuestra suerte ni nos deja solos a la deriva; la depresión es una batalla ganada en Cristo. Cuando en medio de sus dificultades, el pueblo se ha vuelto al SEÑOR, Dios de Israel, y lo han buscado, Él se ha dejado encontrar...Y les concedió paz...2 Cronicas 15:4 y 15.

Quizá podamos tener agotamiento físico, mental y sicológico, pero si somos agradecidos, obedientes y vivimos en el Espíritu; si dejamos de ser tercos, soberbios y necios, sino mejor creerle a Dios y recibiendo a Cristo en el corazón para descansar en Él, sin creernos que lo podemos hacer todo o que somos importantes, sino que nos enamoramos totalmente de Cristo y dependemos de Dios para hacer lo que Él nos mande, porque Dios es nuestra prioridad y confianza, entonces no estaremoa deprimidos; cualquier preocupación o ansiedad que quiera robar nuestra paz y nuestra tranquilidad, si tan solo ponemos cuestra fe y esperanza en Dios, si miramos a Dios, oramos e invocamos el nombre de Cristo, y entregamos toda la carga, Dios nos envolverá en su paz, y con su presencia, cambiará el pananorama oscuro, llenándonos de su luz admirable. Jesús lo dijo: No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios. Juan11:40. 

Tenemos que animarnos al saber que Dios está con nosotros siempre, y eso sí que lo se; muchas veces estuve en grandes problemas, en conflictos insalvables humanamente hablando, tuve graves deudas, problemas emocionales, estuve muy enferma, enfrenté calamidades domésticas duras e imposibles de resolver, me estresé y me deprimí deseando morirme, al borde del infarto como me lo dijo el médico en una oportunidad, pero puedo testificar que las veces que volví mi mirada a Dios, puse en sus manos mi corazón, me humillé, me rendí, me postré, gemí, grité y lloré profundamente ante Dios, pidiendo su ayuda, Él estuvo ahí, cambió mi tristeza en risa y alabanza y pude adorar recibiendo su palabra de aliento y fortaleza, porque estaba ahí, cerca de mi; Todo lo que pidamos lo recibiremos de Él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de Él. 1 Juan 3:22

Después de la oración y muchas lágrimas yo suelo correr a buscar la respuesta del SEÑOR en la Biblia, le imploro al SEÑOR que me hable, y ahi está siempre su consuelo a mi soledad, mi dolor, mi inquietud, mi ansiedad, y alguna vez la depresión; Dios nos reconforta cuando nos volvemos a Él de todo corazón, rendidos y humillados, conscientes de que ningún humano puede sacarnos del hoyo de la desesperación, solo Dios; su voz resuena en la palabra, allí somos levantados y reconfortados en todas nuestras batallas y en cualquer desafío que el mundo nos presente. Con mi voz clamé al SEÑOR, y Él me respondió desde su monte santo. Salmos 3:4. 

La depresión no es parte del trato de Dios con sus hijos, tampoco está en sus planes que nos deprimamos hasta desmayar y esclavizarnos con medicamentos que en nada ayudan a mejorar, sino que solo adormecen el dolor; Dios es perfecto en amor, es soberano, tiene el control y una respuesta sobre nuestras circunstancias cuando creemos que todo está perdido, pero snos humillamos y nos rendimos, entregando todo en sus manos, Él hará la obra, nos sanará, liberará y levantará, porque Cristo YA venció la angustía de la depresención, en su agonía del Getsemaní, cuando su sudor era como grandes gotas de sangre que caían a la tierra, Lucas 22:44. Con su muerte, resurrección y ascención al cielo, Cristo nos ha dado la victoria sobre todo lo adverso que nos deprime. Solo cree y verás la respuesta de Dios, por eso podemos decir como el salmista: Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mi, y oyó mi clamor. Me sacó del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos y temerán, y confiarán en YHWH. Salmos 40:2-3.

Doblemente dichoso todo aquel que pone en el Eterno Dios su confianza, y no se apoya en hombres que nos desvían tras la mentira; lo mejor de caminar con Cristo y vivir en su Espíritu es la tranquilidad, la seguridad y la paz que experimentamos en Él, somos felices por confiar en Dios y depositar nuestra vida en Él, firmes en su amor y con la mirada en Cristo Jesús, SEÑOR nuestro; son muchas las maravillas que Él hace en nuestra vida. Él aumenta sus proezas porque buenos son pensamientos para con nosotros. No es posible contar tantas misericordias ante Él; Dios nos enamora, tanto, que después de reconocerlo y recibirlo en nuestro corazón, nos gozamos haciendo su voluntad, y la vida empieza a fluir de manera extraordinaria. El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón. Salmos 40:8.

No podemos guardar silencio ante las maravillas y bondades del SEÑOR; debemos proclamar lo grande y lo justo que el SEÑOR; Él es fiel y nos salva de la depresión, nunca nos deja sin sus cuidados, su provisión y la respuesta a nuestro clamor; Dios es especialista sobre los imposibles, El nunca deja de engrandecerse en lo más difícil y complicado para el hombre; Dios nos protege, el alma y hace proezas y milagros para liberarnos de terrible enemigo. YHWH, no retengas de mí tus misericordias; que tu amor y tu verdad me guarden siempre. Salmos 40:11.

Son tantos nuestros pecados e ingratitudes para con Dios, que finalmente los problemas nos acorralan y nos deprimen, el mal nos rodea hasta el punto que nos quedamos sin fuerzas ni para levantar la vista, eso es lo que hace el pecado y la frialdad espiritual, nos lleva a la depresión, nos debilita y nos destruye; ahí es cuando acudimos a Dios para que nos libere y nos de su paz; Estamos rodeados de una gran multitud de testigos, con respecto a nuestra vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr. especialmente el pecado que tan fácilmenrte nos hace tropezar. Corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto delante. Fijemos la mirada en el SEÑOR Jesús, porque Él es el fundamento y perfeccionador de nuestra fe. Debido al gozo que le esperaba, Él soportó la cruz, sin importarle la verguenza que la cruz representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono del Padre. Hebreos 12:1-2. 

No esperemos que llegue el conflicto, el dolor y la depresión, cada día es el momento de arrepentirnos, de confesar nuestro pecado y clamar a Dios por su ayuda; porque el enemigo con sus demonios aprovecha la tristeza, la queja y falta de esperitualidad en Dios, para perserguirnos deseando acabar con nuestra vida, hasta la familia nos  abandona, y nos da la espalda, en muchos casos los "amigos" se van de nosotros, y nos deprimimos, entonces nos damos cuenta que solo Dios es nuestro socorro. Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida para destruirla. Vuélvan atrás y averguencense los que mil mal desean. Salmos 40::14.

Nuestro Dios es misericordioso y poderoso, Él siempre acude a liberarnos; porque nos ama, somos su templo, y anhela que angrandezcamos su nombre, no hay momento más hermoso que cuando Dios extiende su mano, nos ayuda, nos levanta el ánimo nos responde y hace milagros a nuestro favor, entonces lo exaltamos y damos testimonio de sus maravillas; Dios nunca nos olvida, Él es nuestro Padre celestial, y como Padre está pronto a socorrernos; Cristo es nuestro Abogado Defensor y el Espíritu Santo nuestro Ayudador y Consejero, entonces contamos la mejor ayuda que es sobrenatural. Aunque afligido yo y necesitado, el SEÑOR pensará en mí. MI ayuda y mi libertador eres Tú; Dios mio, no te tardes. Salmos 40:17.

Como hijos de Dios, no somos cobardes ante el dolor, los sufrimientos y los problemas, lo mejor que siempre podemos hacer es acudir a Dios, humillarnos, rendirnos y ser obedientes a su palabra, dispuestos para hacer su voluntad; y caminar con Ël sin soltarnos de su mano jamás; el tiempo de agunstias, sobresaltos y pesada carga, tiene su tiempo de caducidad, rechacemos y echemos fuera la depresión en el nombre de Jesús y gastemos nuestra vida en Dios; espera pacientemente en el SEÑOR, y serás libertado. Aleluya, amén. Dios nos promete en su palabra: Y sucederá que antes que ellos clamen, YO responderé; aún estarán hablando, y YO habré oído. Isaías 65:24.  ¡Exaltado sea nuestro amoroso y compasivo Dios, hacer de maravillas y milagros!

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.





LA DEPRESIÓN-CAUSAS Y REMEDIO

 
  VENCIENDO LA DEPRESIÓN

Pacientemente esperé a YHWH, y se inclinó a mi, y oyó mi clamor. Me sacó del pozo de la desesperación, del lodo cenagozo; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios...Salmos 40:1-3.                                                                                                                                        Todos en algún momento de la vida hemos estado deprimidos o lo estaremos si no tomamos los correctivos; la falta de Dios, la pobreza en la oración, no conocer la palabra de Dios, cargas que llevamos y tantas ocupaciones de la vida son la principal causa del desánimo y el abatimiento, Mateo 23:4.

Depresión es un sentimiento de impotencia y desesperanza que conlleva a una profunda tristeza, una persona deprimida tiene problemas reales o imaginarios y no parece ser capaz de solucionarlos ni controlarlos, nadie es inmune a la depresión, en algún momento seremos atacados, He aqui yo estoy oprimido debajo de ustedes como está oprimida una carreta llena de gavillas, Amos 2:13.

Un ejemplo de depresión lo tenemos en la oración de Moisés, Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal,  Números 11:15. Moisés el profeta de Dios y el hombre más manso sobre la tierra se sentía tan infeliz, miserable, desmoralizado y deprimido que le dijo a Dios, que si realmente lo amaba, le quitara la vida, es una inconcebible oración para ser pronunciada por el padre de la fe.

También tenemos la oración del profeta Elías que deja ver su angustia y desesperanza: Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. 1 Reyes 19:4. El profeta valiente que acababa de aniquilar a 450 profetas de Baal estaba harto y hastiado de tanta dificultad en su vida, que quería dejar todo atrás y pedía a Dios que lo matara.

En tercer lugar tenemos la oración de Jonás que suplica su muerte porque no vió a Ninive destruida por su pecado, Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida, Jonás 4:3. Es una oración inaudita, donde el profeta Jonás pide a Dios que le quite la vida y lo saque de este desquiciado mundo y le decía a Dios que ya no soportaba ver que los pecadores fueran perdonados.

Estos hombres junto con Job eran buenos, siervos que amaban a Dios y obedecían sus misiones, exitosos y eminentes profetas, y si la depresión pudo vencerlos a ellos, ésta también podría vencernos a nosotros. ¿Cuáles fueron los principales problemas que los llevaron a la depresión?

La razón del decaimiento de estos valientes hombres de Dios, fueron los problemas que ellos tenían frente a su misión, su prueba, su llamado y la maldad del mundo de su época, de igual manera nos puede pasar a nosotros.

1. El agotamiento físico. Había una razón fisiológica por la cual ellos oraron estas clases de oraciones, los tres estaban cansados y muy agotados físicamente, Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿Y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre sobre mí? Números 11:11. Los israelitas eran una extenuante carga de dirección para Moisés, era una congregación grande, casi dos mil personas quejándose casi todo el tiempo; en su depresión Moisés le dice a Dios: ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres? ¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que comamos. No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía, Números 11:12-14. Estos versículos muestran claramente que este varón de Dios estaba completamente agotado, los errantes israelitas había puesto una pesada carga sobre sus hombros. Moisés simplemente sentía que no podría suplir más a sus necesidades.

Por su parte Elías, estaba hambriento, llevaba mucho tiempo sin comer y huyendo, emocionalmente estaba exhausto y acaba de terminar una carrera a campo traviesa de casi 50 kilómetros, había perdido sus fuerzas, estaba, rendido y debilitados al borde de la extenuación cuando dijo: Basta ya YHWH quítame la vida, Jonás 4:3.

Jonás también había llegado al límite, tuvo por prisión a un gran pez, tan pronto terminó de hacer su predicación de avivamiento a la gran ciudad de Nínive, con un poco más de un millón de habitantes; teniendo en cuenta que en esos tiempos no habían hoteles para hospedarse, tampoco ninguna clase de transporte, mucho menos existían micrófonos para decir su mensaje, y para colmo de males, el calor era insoportable y tan intenso que el profeta se desmayó, fue en ese momento cuando le pidió a Dios que le quitara la vida, Jonás 4:3-5.

Estos tres hombres estaban tremendamente agotados, y cuando llegamos al límite del agotamiento, somos candidatos para caer en la depresión, Vince Lombardi, uno de los mejores entrenadores de fútbol americano dijo: la fatiga hace cobardes de todos nosotros.

2. La perturbación Psicológica. Estos tres profetas además del problema físico estaban perturbados y deshechos psicológica y emocionalmente. Moisés se preocupaba por el bienestar de los demás, todos venían a pedirle cosas que él no podía proveerles, por eso se sentía sobrecargado, la gente literalmente le lloraba, le gritaba y le apuntaba con el dedo culpándolo de todo, a Moisés se le agotaba la paciencia, tenía sobrecarga emocional y un ataque de depresión, él dio todo de sí mismo, una y otra vez, y cada vez que daba, algo de fuerza salía de él. El Señor Jesús supo de esto cuando una mujer tocó el borde de su manto y, poder y fuerza salieron del Jesús, Marcos 5:30.

¿Qué clase de problema psicológico tenía Elías? Autocompasión, estaba bebiendo de la copa amarga de la auto-conmiseración y la victimización, dijo: Basta ya JHV, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres, 1 Reyes 19:4.

Elías quitó su mirada del Señor y solicitó algo para sí mismo, por un tiempo se había imaginado que él era mejor que otras personas, supuso que era inmune a las dificultades y a las persecuciones, pero le llegó la hora de enfrentar el verdadero problema, la persecución de la maldad. La perversa reina Jezabel acababa de amenazarlo con sentencia de muerte, en el fondo Elías no deseaba morir porque corrió un día de camino para huir de las manos de Jezabel, lo que realmente el profeta estaba sintiendo era una profunda depresión debida a su lástima de sí mismo, Lucas 21:34.

En realidad estos profetas no deseaban morir. El problema de Jonás era ser terco y caprichoso deseando ver castigados a los pecadores, no le agradaba la forma en que Dios obraba, Pero Jonás se apesadumbro en extremo y se enojó, Jonás 4:1. A pesar que había llevado un despertar espiritual a Nínive, se apesadumbró y se enojó por el perdón de Dios.

Jonás había profetizado juicio de Dios contra Ninive pero  a cambio vió la salvación de la ciudad, Y oró a Jehová y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿No es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que Tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte y de grande misericordia, y que arrepientes del mal, Jonás 4:2.

Jonás huyó del llamado a predicar porque terminaría quedando como un tonto, y ¿por qué prevenir del juicio, si Dios perdona tan rápidamente como nos arrepentimos? Jonás quería que su palabra de juicio prevaleciera, y no la bondad de Dios, la gente de Nínive escuchó el mensaje, se arrepintieron y Dios tuvo compasión de ellos, Jonás 3:5-10.

La reputación de Jonás como profeta quedó arruinada, él entró al pueblo predicando sentencia y juicio, pero la gente escuchó. Dios los perdonó y las advertencias de destrucción de Jonás nunca se hicieron realidad, pero el problema mayor de Jonás era con la misericordia de Dios, Jonás era un super patriota y amaba a Israel, sabía que Nínive era una amenaza y enemigo de su pueblo, los ninivitas eran un pueblo de bandidos y asesinos, eran malvados y viles, por eso Jonás deseaba que Dios los aniquilara, a la vez que conocía el lado misericordioso de Dios, a Jonás le hubiera gustado ser el profeta responsable de la destrucción de Nínive, pero terminó sólo siendo la herramienta que Dios utilizó para salvar la ciudad, pero el barro no puede contender con su alfarero, Isaías 45:9.

La depresión llega muchas veces cuando algo que amamos y valoramos se ve amenazado o es arrebatado de nuestras manos, puede ser una posesión, o un ser querido, o puede ser alguna esperanza a la que nos aferramos y no llega. Jonás como profeta, había guardado la esperanza de que Nínive fuera destruida, pero esa esperanza le fue arrebatada, Salmos 109:22-25.

La depresión se da cuando tenemos altas expectativas y las cosas no se dan, llegando la frustración, impotencia y desánimo. Como seres humanos nos llega la depresión cuando Dios nos pide que amemos a los enemigos, casi todo el tiempo deseamos que los enemigos reciban su castigo o mueran para sentirnos satisfechos, pero Dios no obra así, Dios tampoco le permitió a Jonás huir, esto causó un verdadero enojo en el corazón del profeta, Jonás 4:3-4.

Existe mucha gente amargada, enojada, impotente y con un gran rencor y deseo de venganza que los deprime y los acaba lentamente, porque algo en lo cual colocaron su esperanza, fue la venganza y el castigo, pero les fue quitado su deseo. Otros están deprimidos porque Dios les ha pedido que perdonen y amen a los que más daño les han hecho y los odian, pero es que Dios nos pide lo que a nuestros ojos es inaceptable, pero que Él sabe será nuestra medicina: el amor y el perdón, Mateo 6:14-15.

3. Debilidad espiritual. Moisés, Elías y Jonás, estaban espiritualmente agotados, porque el diablo es un maestro de estrategias, ataca porque sabe cuándo avanzar y agredir con el decaimiento, el dolor y la apatía, sabe cuándo distraer para hacernos quitar nuestra mirada del SEÑOR, los grandes siervos y obreros de Dios pueden agotarse espiritualmente, los hombres y mujeres fuertes que aman intensamente al SEÑOR, podríamos estar espiritualmente débiles y corriendo el riesgo de caer en la depresión, los siervos de Dios, ya sea que se encuentren en las bancas o en el púlpito de la iglesia, pueden sufrir de depresión si infringen las leyes de Dios no dependiendo de Él ni refugiándose en Él asi tengamos que llorar larga y amargamente, pero eso es lo mejor, porque Dios nos ve y nos oye, 2 Reyes 20:5.

Podemos fácilmente meternos en problemas espirituales, cuando tenemos problemas físicos y psicológicos y no acudimos a Dios, el diablo ataca cuando estamos física y espiritualmente agotados, atormentados y perturbados, podríamos ser presa fácil para satanás, él sabe que esas condiciones trabajan a su favor y en nuestra contra, 1 Pedro 5:8.

Estos profetas de Dios, acababan de experimentar grandes victorias espirituales, Moisés vivió el Éxodo y la victoria del Mar Rojo, debería estar emocionalmente en la cima, pero estaba en lo profundo del valle deseando morir.

¿Cuándo oró Elías y le pidió a Dios que le quitara la vida? Justamente después del tremendo avivamiento en el Monte Carmelo cuando Elías se enfrentó con los 450 profetas de Baal. Fuego cayó del cielo y el pueblo se postró diciendo Jehová es el Dios, Jehová es el Dios, 1 Reyes 18:39. Pero luego lleno de miedo, huye de una mujer, después de experimentar una gran victoria, pasa a experimentar una gran depresión.

Jonás por su parte inicia un tremendo avivamiento pero luego se enoja con Dios, predicó a un millón de malvadas personas, pero éstas se convirtieron con la predicación y ante el juicio de Dios, luego pasa Jonás al valle de la depresión. Jonás no debía responder de esa manera, Jesús pasó exactamente por lo mismo cuando el diablo lo tentó, después de 40 días de ayuno en el desierto, Jesucristo estaba físicamente agotado, aunque había experimentado una gran victoria espiritual, acaba de ser bautizado y el Espíritu del Padre había descendido sobre Él en forma de paloma, pero aparece satanás para tentarlo. Pero Jesús no cedió a la tentación. Así como satanás no venció a Jesús, TAMPOCO TIENE QUE DERROTARNOS A NOSOTROS.

Entramos en la depresión, porque espiritualmente dejamos de mirar a Dios, y ponemos la mirada en la gente, en las circunstancias y en nosotros mismos. Toda persona que deja de mirar a Dios, se va a deprimir inevitablemente.

LA PROVISIÓN DE DIOS PARA LA DEPRESIÓN
Tenemos la provisión de Dios cuando enfrentamos la depresión en la presencia y poder de Dios, allí encontramos su amorosa provisión; así como le damos gracias a Dios por las oraciones contestadas, también debemos darle gracias por las oraciones no contestadas o respondidas a la manera de Dios y no como queriamos, ssi lo hizo Job, en Job 2:10 y lo dice 1 Tesalonicenses 5:18.

¿A caso no estaríamos en verdaderos problemas si Dios siempre nos diera lo que le pedimos? ¿Si Dios siempre contestara nuestras oraciones? Pero debemos agradecer a Dios porque Él no siempre nos da lo que queremos, sino lo que Él sabe que es bueno para nosotros. Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu Santo mismo, intercede por nosotros con gemidos indecibles, Romanos 8:26. Dios nos da lo que realmente necesitamos.

En cuanto a la provisión física y material, Dios conoce nuestra condición, sabe cuánto podemos soportar, sabe cuándo pasamos por un mal momento, y sabe cuándo estamos atascados en la depresión, por lo tanto Dios siempre hace provisión para nosotros permaneciendo a nuestro lado, Éxodo 33:14, Deuteronomio 31:8, Josué 1:5, Oseas 11:8, Lamentaciones 3:31, Isaías 62:4, Salmos 94:14, etc, etc.

A Moisés Dios le dio 70 ancianos para que le ayudaran a gobernar el pueblo, Números 11:16-17. La mayoría de las veces que nos agotamos, es porque hacemos cosas que Dios NO nos ha mandado hacer. Dios nos da suficiente tiempo cada día para hacer decorosamente, lo que Él quiere que hagamos. Los cristianos muchas veces sufrimos de activismo, con el pretexto de que estamos ayudando a los demás, cuando en realidad nos hacemos daño a sí mismos. Debemos revisar nuestra lista de actividades, porque allí existen algunas cosas que necesitamos eliminar, otras que necesitamos delegar, y el resto son las actividades a las que debemos dedicarnos por encargo divino, Jeremías 1:8-10.

Para Elías la provisión de Dios fue física, un ángel del Señor despertó a Elías y lo llamó a levantarse para comer y beber, volvió a dormirse y por segunda vez el Ángel de Jehová lo tocó diciéndole que se levantara y comiera, porque largo camino le esperaba, luego caminó 40 días y 40 noches, hasta Horeb el Monte de Dios, Elías disfrutó de unas vacaciones que el Señor le dio para descansar y le proveyó alimento y bebida, 1 Reyes 19: 5-8. Quizá alguno de nosotros necesite de unas vacaciones, si no puede, recuerde lo que dijo David: Jehová me ha sido por refugio, Salmos 94:22; si no podemos tomar unas vacaciones, necesitamos un lugar privado donde podamos conversar largamente a solas con Dios.

La provisión para Jonás, Jehová le dijo: Haces tú bien en enojarte tanto? Y salió Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente, y se hizo allí una enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad. Y preparó YHWH Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que le hiciese sombra sobre su cabeza, y lo librase de su malestar; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera. Jonás 4:4-6. Esto es un gesto amoroso de Dios, Él hizo que Jonás pudiera descansar y refrescarse en la sombra. Dios sabía que el profeta tenía una necesidad física que le provocaba un malestar. Quizá algún deprimido necesite ver al doctor para que lo examine, quizá hasta necesite un cambio en la dieta y un poco de ejercicio.

Dios nos da la provisión psicológica, Él hizo algo por cada uno de estos siervos profetas: A Moisés le mostró que no podría hacerlo todo él solo, nadie puede ser indispensable e importante en todo, a Elías Dios le mostró su poder, el profeta estaba asustado por una mujer. Después del descanso Dios causó un terremoto por todo el territorio, pero Dios no estaba en el terremoto, causó un gran fuego, pero Él no estaba en el fuego, causó un tornado y un poderoso viento, pero Dios no estaba allí, luego un suave silbido, en un susurro apacible y delicado, y ahí sí estaba Dios, aunque Elías tenía poder contra Jezabel, Dios le mostró el verdadero poder, la presencia delicada de Dios que no siempre significa terremotos, vientos, ni fuego, cuando estemos en medio de la depresión y la prueba, debemos sintonizarnos con el susurro apacible de Dios para avanzar confiadamente y salir del terremoto de lss muchas cosas por hacer.

Jonás estaba encaprichado, pero Dios le quitó por un momento la calabacera para que pudiera ver bien toda la ciudad, dándole una nueva perspectiva de su propio egoísmo. Psicológicamente Dios le dio a cada uno de estos hombres, algo con que reemplazar la autocompasión egoísta y depresiva. Espiritualmente Dios los amó, los atrajo de nuevo hacía Él, y los hizo instrumentos de su poder, todo el tiempo Dios los cargaba en sus brazos y los llevaba en su seno pero ellos veían lo que los rodeaba no al Padre amoroso, atento y cercano.

Dios nos ama inmensamente y nunca nos desamparará por más depresión que acontezca, aunque nos neguemos a Él, Dios no se puede negar a nosotros, Él permanece fiel. Podemos ver que la historia de cada uno de estos siervos de Dios, no terminó en el valle de la depresión, ellos salieron triunfantes, Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo, tu presencia y tu palabra me infundirán aliento, Salmos 23:4.

Dios nos da la provisión no solo espiritual sino total, al mismo tiempo que Dios nos provee, material, física y psicológicamente, nos ayuda a  ser restaurados integralmente. Cuando aceptamos la provisión espiritual en Cristo lo físico, psicológico y material vienen por añadidura. Estas tres necesidades están ligadas en la vida en el Espíritu. Dios es el Señor del perdón, de la gracia y de la restauración, nuestro proceso no ha terminado, Dios lo sigue perfeccionando en ti y en mi.

Si estamos deprimidos, debemos revisar nuestra agenda, quizá alguien se siente muy vació interiormente porque su agenda está demasiado llena de cosas innecesarias. Debemos desacelerar nuestro ritmo de vida, sacar tantas actividades para permitir que Dios nos nos dirija con su amor. Usted puede ayudarse a sí mismo, eliminando algunas de las responsabilidades, delegar otras y dedicarse al resto, hágalo con calma y serenidad. Recuerde, Dios nos da suficiente tiempo cada día para hacer excelentemente lo que Dios quiere que hagamos.

Combata la depresión quitando la mirada de la gente, de las circunstancias y de sí mismo, trate esto como pecado, porque es echar a Dios de lado, volvamos a  poner los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, Hebreos 12:2. Miremos con todo nuestro ser el maravilloso y hermoso rostro de Jesús, repitamos su nombre día tras día, minuto tras minuto. Digámosle continuamente, Jesús, yo te amo y te pertenezco. Al despertar, alabémosle, al dormir démosle gracias. Sin Dios no podemos hacer nada que nos de satisfacción y nos produzca bienestar integral.

Cristo es la vid, nosotros los pámpanos, entreguémosle a Él toda nuestra vida y cada día de ella. Sometámonos a Dios y pongamos toda nuestra esperanza en Él, para que vivamos la vida a través de Él.

La solución de la depresión la vemos en Salmos 40. Léalo, medítelo y aprópiese de sus enseñanzas y bendiciones para que aprendamos a saber esperar en Dios y actuar a la manera de Dios, sin quitar nuestros ojos de Él. Permitamos que el Señor nos ame, cuando no nos sentimos amados ni aceptados. Somos valiosos porque Él nos ama, y nos ama para poder transformarnos, así que esforcémonos por conócelo cada día más de manera personal, a través del Hijo.

Escuché este bello mensaje en un momento de gran prueba y depresión, Dios que nos ve y conoce todo lo que nos pasa, me lo permitió oír, me consoló, me ministró, me edificó mucho, me sanó y alentó mi alma. Por eso lo comparto con todos ustedes. Yo fuí primero ministrada y consolada por Dios. Ustedes también lo necesitan. Gloria al Señor Todopoderoso que nunca nos abandona.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.