5 may 2020

FORTALEZA Y VALENTÍA, NO DEBILIDAD NI MIEDO.


FORTALEZA Y VALENTÍA, NO DEBILIDAD NI MIEDO.
DIOS ORDENA QUE SEAMOS VALIENTES, NO ES UNA OPCIÓN.

 Así que no tengas miedo porque YO estoy contigo; no te angusties, porque YO SOY tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa, Isaías 41:10.

Cuando siento miedo, pongo en Ti mi confianza, Salmos 56:3. Cobren ánimo y ármense de valor, los que en el SEÑOR esperan. Salmos 31:24.

Desde los días de Juan Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, pero ha venido avanzando contra viento y marea, y los valientes que se esfuerzan logran aferrarse a él. Mateo 11:12. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio, 2 Timoteo 1:7.

Es verdad que vivimos en tiempos atemorizantes, en un mundo lleno de peligro por todos lados, violencia, guerra, hambre, epidemías, catástrofes, inseguridad, atracos, revueltas, terrorismo y muchas cosas más, pero a pesar de todo esto no debemos vivir con miedo porque la valentía actúa sobre el miedo y las imposibilidades, puestos los ojos en Jesús para vivir alertas, estar despiertos y ponernos en acción confiando en Dios; tenemos a Cristo, sus ángeles y las promesas de Dios, avancemos seguros apegados a Él que conoce todo lo que acontece, todo lo que está sucediendo y todo lo que sucederá. El SEÑOR está conmigo; no tengo miedo. ¿Qué puede hacer un simple mortal? El SEÑOR está conmigo; Él me ayuda. ¡Veré derrotados a mis enemigos! Salmos 118:6-7. Dios, grande en consejos y poderoso en obras, cuyos ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar a cada uno conforme a sus caminos y conforme a sus obras. Jeremías 32:19.

El Dios todopoderoso Creador y Salvador sigue obrando su voluntad, buena, agradable y perfecta, y NO nos definen las pruebas, ni las circunstancias, ni lo difícil de la crisis, porque tenemos fe y confianza en el único Padre que es superior a todo y a todos, y aunque enfrentamos una continua batalla espiritual, quizá con poca fuerza, en Cristo y su obra redentora somos más que vencedores, su victoria es la que nos define y nos pone por encima de las circunstancias para vencer la debilidad y el miedo con su fortaleza y valor. El SEÑOR es mi fuerza y mi cántico; Él es mi salvación; Él es mi Padre y lo adoraré. Éxodo 15:2.

Yo era muy miedosa, insegura y desconfiada, hasta que llegó Jesucristo, me salvó, me hizo libre, fuerte, valiente, determinada y segura porque aprendí a amarlo intensamente por encima de todo, más que a mi vida; pero cuando hay una débil y escasa relación con Dios, tendemos a ser cobardes, pero cuando Cristo es el centro de nuestra vida y es nuestro amigo confidente, aprendemos a amar a Dios con pasión, sabiendo por fe que Él tiene el control, que sigue gobernando sus criaturas y su creación en el poder del Espíritu Santo, por eso no tenemos miedo; somos triunfadores en Cristo porque Él ya venció y nos hizo gigantes y valientes en fe y por fe. Así que, hermanos míos, fortalezcámonos en el SEÑOR y en el poder de su fuerza. Efesios 6:10.

En el SEÑOR somos fuertes por el poder de sus recursos ilimitados, ser valientes es un mandato, no una opción, por lo tanto el miedo y la cobardia no son para los creyentes, pues cada día peleamos la batalla de la fe, y no son tiempos para miedos ni retrocesosse trata de vestir la armadura de Dios, soldados valientes que se ponen en línea de batalla, como guerreros, intercedores y atalayas, que están alertas luchando en Dios en contra del enemigo, atentos a la voz del Comandante, firmes y confiados porque Cristo con su muerte y resurrección ya derrotó al adversario, lo dice la Biblia y yo lo creo, porque desde la perspectiva espiritual no luchamos para la victoria, sino que somos fuertes desde la victoria. En todo lugar están los ojos de Dios, observando a los malos y a los buenos. Proverbios 15:3; El Misericordioso se olvidará de los malos...nadie volverá a acordarse de ellos, porque como un árbol los impíos serán quebrantados. Job 24:20.

Hay fuerza de valientes en el coraje de la gente sin miedo donde su valentia produce libertad y paz por la misión cumplida a pesar de las circunstancias difíciles, porque con Dios NO somos cobardes, ni nos intimidamos con las artimañas del enemigo, porque miramos a Cristo que ya ha vencido sobre satanás, la muerte y el pecado, por eso miramos el futuro con fe y esperanza, pues Dios siempre nos guiará en victoria con su brazo de poder;  lo que usa el enemigo para paralizar nuestra acción y debilitar nuestra fe, son meras escaramuzas frente a la Gran victoria de la cruz, Dios es la fuerza de nuestra vida, Jesucristo es el poder de nuestro existir y en su Espíritu está el Dios Adonay, el Todopoderoso de fuerza extrema, Maravilloso es Dios en su santuario; el Dios de Israel, da poder y fuerza a su pueblo. Bendito es el SEÑOR. Salmos 68:35.

Si el miedo se une a la cobardía del pecado, entonces habrá debilidad y derrota, sabemos que los cobardes no van al cielo, ni los incrédulos, los pedantes y odiosos; los asesinos e inmorales sexuales; los que practican brujería, los idólatras que adoran y siguen a la gente y no a Dios y todo mentiroso, todo ellos serán echados en el lago de fuego y azufre. Apocalipsis 21:8tenemos fuerza en  su palabra para vencer todo lo que se opone. Todo lo podemos en Cristo porque Él es nuestra fortaleza. Filipenses 4:13.

La palabra de Dios contiene las estrategias que nos dan fuerza para vencer, y accedemos a su poder leyendo, escuchando y meditando en su palabra; son las palabras de la bíblica las que imprimen fortaleza a nuestra alma, añadiendo sabiduría, gozo y luz, pero si hay pecado hay miedo, terror e inestabilidad en el alma; todo se hace oscuro, es espanto y pánico que paraliza y mata, pero si nos volvemos a Cristo, adquirimos fuerza para vencer el pecado, las tinieblas, el mundo y la carne, y si adoramos a Dios levantamos nuestro espíritu llenando el corazón de vigor y poder. ¡Levántate con tu poder, SEÑOR! Con salmos e himnos celebraremos tus proezas. Salmos 21:13.

Cuando adoramos y alabamos, fortalecemos no solo nuestra fe sino nuestro ser integral con lo que dice la palabra, así NO le damos cabida al enemigo y el pecado que nos acobarda. Ya te he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el SEÑOR tu Dios te acompañará dondequiera que vayas, Josué 1:9.

Miremos arriba, no aquí abajo, Dios marcha con nosotros para que sepamos esperar en Él, porque en esa espera tomamos su fuerza, nuestras fuerzas se acrecientan si sabemos esperar en Dios, Él nos acompaña en todo tiempo, especialmente en la angustia para ayudarnos a eliminar la zozobra y la  incertidumbre ante el peligro o ante algo que atenta contra nuestra integridad, pero el miedo y el estrés liberan toxinas en nuestro torrente sanguíneo provocando dolores, enfermedad, y daños en el cuerpo que pueden llegar a causar alteraciones mentales y sicológicas, toda esta carga de emoción negativa afectará nuestra calidad de vida física y espiritual; nuestra mundo interior debe ser fuerte y nuestra fe debe ser firme, no permitamos que el acelere del mundo nos robe la paciencia y la paz de saber esperar en Dios. Más a Dios gracias que nos dio la victoria, por medio de nuestro SEÑOR Jesucristo. 1 Corintios 15:57.

Reduzcamos los pasos y estemos quietos orando a Dios, necesitamos tiempo a solas con Dios para hacernos fuertes y santos, sin estar corriendo de aquí para allá intentando solucionar los problemas, Así dice el SEÑOR DIOS, el Santo de Israel: en arrepentimiento y en reposo serán solos; en quietud y confianza está su poder, pero ustedes no han querido. Isaías 30:15. Es en quietud y confianza junto a Dios que encontramos fuerza, pureza y sabiduría.

Cuando pasamos tiempo con el SEÑOR las cosas funcionan mejor, se va el miedo, porque la oración hace que todo se ponga en orden, el adversario huye porque nos sintonizamos con Dios; en el mayor momento de debilidad debemos buscar a Dios para oír su voz apacible y delicada y saber qué hacer, Tras el terremoto hubo un fuego, pero el SEÑOR no estaba en el fuego. Y tras el fuego, una voz apacible y delicada. 1 Reyes 19:12; además porque vivimos últimos tiempos de sobresalto, inquietud y expectativa ante los sucesos del mundo, pero la oración es el río de Dios por donde fluye su fuerza como la halló David, Ten misericordia de mi, SEÑOR, porque estoy muy debilitado, sáname, oh Dios, porque mis huesos se estremecen, Salmos 6:2, SEÑOR, no te alejes, porque Tú eres mi fortaleza, apresúrate a socorrerme, Salmos 22:19.

Aunque a algunos les parezca difícil creer, la fuerza la obtenemos de Dios cuando reconocemos nuestra debilidad ante Él y nos humillamos ante su majestad, Dios mismo se lo aseguró a Pablo, El SEÑOR me dijo: que te bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en tu debilidad...2 Corintios 12:9; el apóstol pudo experimentar esto para decir lo mismo, Me complazco en mis debilidades, en los insultos y en las privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo; porque cuando soy débil, en el SEÑOR soy fuerte. 2 Corintios 12:10; los cristianos genuinos conocedores de Dios y su palabra somos fuertes en las circunstancias difíciles de la vida, no sentimos miedo, descansamos en Él, ese es el método de Dios porque Él no necesita nuestra fuerza, Él la tiene super abundantemente, Dejen todas sus preocupaciones en manos de Dios porque Él se interesa en nosotros. 1 Pedro 5:7.

Si el miedo se apodera de un creyente es porque no ha tomado en serio la palabra de Dios y sus raíces de fe no tienen fuerza, entonces el miedo y el pánico pueden apoderarse de él, pero no podemos olvidar que somos soldados y discípulos de Jesucristo, y puede que en un momento dado sintamos miedo pero no pánico, por eso es necesario leer toda la Escritura para conocer bien a Dios; Él es quien nos asegura, instruye y advierte desde Génesis hasta Apocalipsis pues lo conoce todo; y si escudriñamos la palabra debemos hacerlo con la ayuda del Espíritu Santo, con corazón alegre y en oración, disposición, atención y meditación para recibir del SEÑOR su poder y autoridad para enfrentar todo lo oscuro. Escudriñen profundamente las Escrituras; porque ustedes bien saben que en ellas hay vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de Mí, Juan 5:39.

El Padre Eterno es fiel, siempre está de nuestra parte pase lo que pase, Él no nos da pruebas que no podamos llevar, su amor y su poder nos guardan porque Él sigue sosteniendo el universo, pero si no hay fe, tampoco seguridad, nuestras aflicciones sangran y nos abaten; recordemos que el Espíritu Santo es Emanuel, Dios con nosotros, su ejército celestial nos rodea, podemos mucho más que las maquinaciones del adversario, las tinieblas, y por lo tanto, los enemigos son nada delante del Vencedor del Calvario y Creador del universo, en vez de tener miedo, seamos sensibles a lo espiritual de Dios y fortalezcamos nuestra confianza en el Creador, con la seguridad de que seremos victoriosos en la crisis. Donde hay amor no hay inseguridad; antes bien, el perfecto amor echa fuera la duda, pero el miedo lleva en sí castigo. Y el que tiene miedo, no ha sido perfeccionado en el amor, 1 Juan 4:18Parafraseado.

La crisis que hoy vivimos parece muy grande, pero todo está escrito y bajo el gobierno, potestad y control del Todopoderoso Rey del universo, echemos fuera el miedo y reforcemos nuestra dependencia en Él Varón de Guerra, Él es más que la crisis, más que el ataque y más que la economía del mundo; nuestro Dios es mucho más que lo que pueda hacer o decir el mundo; nuestro Dios está por encima del estancamiento, el encierro, el fracaso, la enfermedad y la locura del mundo, Jesucristo ya venció llevando todo dolor, miedo y sufrimiento, Él nos hizo libres, anuló toda acta de decretos. Cuando pases por las aguas profundas, YO estaré contigo. Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán, Isaías 43:2.

No podemos seguir fluctuado entre la fe y el miedo,  entre la verdad y la zozobra, entre la indiferencia y la valentía, es nuestro deber pararnos firmes en la brecha como soldados valientes de Cristo; Esteban estuvo frente a sus verdugos sin ningún miedo, fue valiente y firme en su fe, aún mientras agonizaba adoraba confiando en el SEÑOR porque sabía que la gloria lo esperaba, así que si somos perseguidos y martirizados, solo podremos soportar con fe y amor, teniendo la certeza de la fidelidad y buena voluntad del SEÑOR para ser fuertes bajo la presión, tensión, aflicción y persecución, para eso tenemos que crecer y madurar emocional y espiritualmente y no acobardarnos ante el mal. Pueda que cruce por valles peligrosos de muerte, pero no tendré miedo de nada, porque Tú eres mi Pastor y siempre estas a mi lado; me guiarás por el buen camino y me llenarás de confianza, Salmos 23:4.

Dios quiere que estemos seguros y confiados en Él y nos advierte a tener en cuenta algunos aspectos importantes para desechar el miedo, el pánico y la cobardía, a cambio ser valerosos, esforzados y determinados como lo demanda Dios en su palabra, Dios aborrece y condena la cobardía, Apocalipsis 21:8el miedo, la timidez y el temor mal sano son cobardía; el cobarde carece de valor para hacer cosas difíciles, por eso rehúye situaciones de compromiso y responsabilidad; Pedro en un momento de cobardía tuvo miedo, le faltó fe y negó al SEÑOR, todavía estaba sometido a los hombres y al sistema, no a Dios. Manténgase alerta; permanezcan firmes en la fe; sean alientes y fuertes. 1 Corintios 16:13.

1. Venzamos el miedo conociendo a Dios y su palabraÉl es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, Él sostiene todas las cosas con la palabra de su poder…Hebreos 1:3. Les he dejado mi paz, no se angustien ni se acobarden. Juan 14:27.

No conocer a Dios, lo que Él dice, enseña y advierte en su palabra produce ansiedad y pánico al momento que la prueba sacude, somos vulnerables a la mentira y nos atemorizamos ante los rumores, pero eso desagrada al Padre. Pero desde el momento que conocemos a Cristo empezamos a fortalecernos en su presencia para armarnos de valor con su palabra que es como martillo unas veces y como miel al paladar otras veces. No tengas miedo, pues YO estoy contigo; no temas, pues YO SOY tu Dios. YO te doy fuerzas, YO te ayudo, YO te sostengo de mi mano victoriosa. Isaías 41:10.

Muchos “cristianos” tienen miedo porque no conocen personalmente a Cristo, ignorando a la vez lo que está predicho en la Biblia; Dios no permite la crisis para infundir miedo, sino para traer sensibilidad y mover nuestras vidas hacia su divina persona con coraje y confianza en Él. Mi pueblo no ha querido conocerme como su Dios, por eso muchos están muriendo. ¡Ni siquiera los sacerdotes me reconocen! Por eso no quiero que sigan sirviendo en mi templo. Ya que han olvidado mis mandamientos, YO también me olvidaré de ellos, Oseas 4:6.

Si llevamos a la práctica los principios y mandatos divinos entendemos que todos los sucesos de la historia están escritos y sujetos al gobierno de Dios; Jesucristo fue crucificado en debilidad de hombre, pero resucitó y vive en el poder del Padre, pero en la debilidad de Hijo del Hombre colgado en la cruz, hoy su pueblo es fuerte para vencer al mundo. Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el SEÑOR su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará Deuteronomio 31:6.

Dios es fuente de poder y fuerza, por eso nosotros debemos permanecer en Él como determinados y valientes guerreros que eliminan el miedo, la cobardía y la manipulación del mundo, es a Dios a quien creemos no lo que el mundo dice para atemorizar, pues somos conscientes del cumplimiento profético. Lo que sucedió, vuelve a suceder; lo que antes se hizo, vuelve a hacerse, ¡En esta vida se repiten los sucesos y no hay nada nuevo debajo del sol! Eclesiastés 1:9; sabemos que todo tiene su tiempo como lo dice Eclesiastés 3.

El Padre pudo haber enviado a millares de ángeles para evitar el dolor sacrificial del Hijo, pero no lo hizo, porque en esa debilidad el SEÑOR nos hacía fuertes y vencedores para este tiempo; a través de la historia y hasta el día del SEÑOR, habrá consecuencias funestas en el mundo a causa del pecado y la maldad de los hombres, pero eso no debe producir zozobra ni miedo en el pueblo santo; alentémonos espiritualmente para prevalecer valientemente hasta el último día. Quien teme al Eterno aborrece lo malo; YO aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el lenguaje perverso, dice YHWH, Proverbios 8:13.

El miedo y la cobardía impiden obedecer a Dios y rendirnos a Cristo, pero es tiempo de ser corajudos en dependencia a Dios, para determinar hacer su voluntad; el fuego de la prueba es para arrepentimiento y purificación quitando cosas que impiden el propósito de Dios en nuestra vida. No podemos ser títeres del mundo y los medios, tampoco podemos seguir siendo los mismos medrosos y pusilánimes de antes de la pandemia. No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que es agradable, y lo que es perfecto, Romanos 12:2.

2. El discernimiento y los dones nos ayudan a vencer, El hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente, 1 Corintios 2:14. Ya el Espíritu Santo me ha puesto este mismo punto en varias enseñanzas anteriores, y en su bondad hoy vuelve a repetirlo, necesitamos más llenura del Espíritu para avivar los dones y ser conforme al corazón del Padre.

La falta de discernimiento es falta de comunión con Dios y una vida pobre de oración y adoración, así no se puede vivir en la dimensión espiritual, es urgente entender y discernir la verdad de lo que está pasando en el mundo para no desmayar ni debilitarnos. En verdad, nada hace el SEÑOR Omnipotente sin antes revelar sus designios a sus siervos los profetas, Amós 3:7.

Dios conoce el futuro y los hechos proféticos se cumplirán ante nuestros ojos, no para llenarnos de temor ni paralizarnos, sino para movernos, trabajar y sensibilizarnos a la presencia y el poder de Aquel que todo lo puede, y aunque el enemigo use gente mala sembrando dolor y muerte, nuestro Dios da vida y provee libertad a sus valientes guerreros. Siempre lo sostengo, el mal tendrá su fin y el bien prevalecerá, pues Cristo venció, una vez y para siempre. Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada, pero el Todopoderoso actúa conforme a su voluntad en el ejército del cielo y entre los habitantes de la tierra; nadie puede detener su mano, ni decirle: ¿Qué haces? Daniel 4:35.

En estos sucesos de los últimos tiempos, Dios conoce quienes son los verdaderos soldados que se mantienen firmes en la línea de batalla, y quienes los cobardes y falsos; Deja que el malo siga en su maldad, y que el impuro siga en su impureza; pero que el bueno siga haciendo el bien y que el santo siga santificándose más. Apocalipsis 22:11.

3. La convicción y certeza de fe son fuerza y poder para la victoria final. Porque la fe de ustedes es como el oro; su calidad debe ser probada por medio del fuego. La fe que resiste la prueba vale mucho más que el oro, el cual se puede destruir. De manera que la fe de ustedes, al ser probada, merece alabanza, gloria y honor cuando Jesucristo aparezca, 1 Pedro 1:7. Cuando no hay convicción en Dios ni certeza de fe, no hay fruto en el Espíritu, por eso muchos tambalean de pavor ante las pruebas y las circunstancias, asustados, medrosos y corriéndole a todo.

Con el amor y perdón de Jesucristo aprendemos a vivir una vida de gran fe y valentía a pesar de enfrentar la persecución, así que proclamemos temas bíblicos que traigan arrepentimiento y confrontación del pecado, aunque le moleste a mucha gente, como dijo John MacArthur: No suavicemos el Evangelio, si la verdad ofende deja que se ofendan, pues la gente ha estado toda su vida ofendiendo a Dios.

Hablemos con audacia la verdad de Dios, enseñemos convicción, prediquemos con denuedo y resolución de espíritu los temas importantes de la Biblia como el pecado, el arrepentimiento, la santidad, integridad y del juicio que habrá ante el gran trono de Dios, los temas menos estudiados, expuestos y leídos son los más importantes, los que están relacionados con la obra redentora de Cristo para evitar la condenación, pero la gente los evade por las superficialidades del mundo. Y estaban los discípulos moviéndose libremente en Jerusalén, hablando con valor en el nombre del SEÑOR, Hechos 9:28.

Son tiempos de mucha mentira, división y acciones demasiado perversas planeadas siniestramente, pero Dios nos alerta para batallar con fuerza de león en  la brecha, pero si no discernimos, podemos ser engañados, atemorizados y paralizados; los hermanos de Hechos fueron perseguidos, martirizados y asesinados, pero fueron a la muerte con fe y amor a Jesucristo luchando heroicamente. Para mí, el vivir es Cristo y morir es ganancia, Filipenses 1:21A pesar de los ánimos exaltados en Iconio, Pablo y Bernabé e detuvieron allí mucho tiempo hablando valientemente confirmados en el SEÑOR, el cual daba gracia a su palabra con señales y prodigios. Hechos 14:3

Ser valientes es un mandato, no una sugerencia, tenemos la presencia y el poder de Dios, y aunque es humano experimentar miedo, Dios nos ordena dejar el miedo y no permitir que nos controle ni la cobardía; trabajemos en nosotros para vencer heroicamente en el reino de Dios, si morimos a la carne seremos fuertes y libres del dolor de este mundo y nuestras almas entrarán en el descanso de Dios, gozaremos de nuestro verdadero hogar y contemplaremos el rostro de nuestro Salvador eternamente y para siempre. Cobren ánimo y ármense de valor, todos los que esperan en el SEÑOR. Salmos 31:24..

Nuestro Dios santo, justo, misericordioso, fiel y Todopoderoso estará con nosotros hasta el momento final para darnos su respaldo total. Pues Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio. 2 Timoteo 1:7.

¡ESTA ES LA HORA DEL DESPERTAR, DE LEVANTARNOS VALIENTEMENTE EN CRISTO, ¡Y MUCHOS ESTÁN SIENDO PROBADOS PARA CONFIRMAR SU FIDELIDAD Y LO QUE SON REALMENTE! Oremos con Salmos 118 y exaltemos al Rey del universo por su gran victoria de amor y sacrificio.

Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino eterno.